El papa Francisco fue operado el fin de semana tras sufrir diverticulitis de colon, en una intervención quirúrgica que finalizó sin inconvenientes, según informó el Vaticano.
Francisco fue intervenido el domingo en el hospital Gemelli de Roma, donde permanecerá durante 7 días para su control.
Pero, ¿qué es la diverticulitis, la enfermedad por la que operaron a Francisco?
Se trata de una inflamación derivada de la diverticulosis, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
La diverticulosis ocurre «cuando se forman pequeñas bolsas o sacos que empujan hacia afuera a través de los puntos débiles de la pared del colon», dice la página de la NIDDK.
En general, según explica en su sitio web el NIDDK, «la mayoría de las personas con diverticulosis no presenta síntomas ni problemas». Cuando se producen síntomas, «los médicos la llaman enfermedad diverticular».
La diverticulitis por la que intervinieron a Francisco se produce cuando un paciente tiene diverticulosis y una o varias de las bolsas en la pared del colon se inflaman. Puede aparecer de repente y causar otros problemas como abscesos, perforación en una bolsa del colon, peritonitis, una fístula o una obstrucción intestinal, según esa institución.
Una enfermedad común entre los mayores
La diverticulosis, según el NIDDK, es muy común, especialmente cuando las personas envejecen. Según algunas investigaciones citadas por el NIDDK, alrededor del 35 % de los adultos estadounidenses de 50 años o más jóvenes tienen diverticulosis. En tanto, cerca del 58 % de los mayores de 60 años tienen diverticulosis.
«Los expertos creían que del 10 al 25 por ciento de las personas con diverticulosis desarrollarían diverticulitis. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que el porcentaje que desarrolla diverticulitis puede ser mucho más bajo, menos del 5 por ciento», explica la NIDDK.
¿Cómo se detecta la diverticulitis?
Para detectar la enfermedad, los médicos pueden recurrir al historial médico del paciente así como realizar un examen físico, según detalla el NIDDK. «Los médicos también pueden detectar bolsas en la pared del colon cuando realizan pruebas, como rayos X o colonoscopias de rutina, por otras razones», explica.
Entre las pruebas a las que recurren los profesionales de la salud para diagnosticar la diverticulosis y la diverticulitis figuran las muestras de sangre para detectar inflamación o anemia; y una exploración con tomografía computada.
Además se puede realizar «una serie GI inferior, también llamada enema de bario (es un procedimiento en el que un médico utiliza rayos X y un líquido llamado bario para ver su intestino grueso)». Otras de las pruebas comunes para la detección de la enfermedad es la colonoscopia, según la NIKKD.
¿Cuál es el tratamiento?
En el caso de la diverticulitis «con síntomas leves y ningún otro problema, el médico puede recomendar que el paciente descanse, tome antibióticos orales y siga una dieta líquida durante cierto tiempo», dice la NIDDK. Si los síntomas mejoran después de unos días, se irán agregando gradualmente alimentos sólidos en la dieta.
Los casos más graves de diverticulitis pueden requerir hospitalización e involucran el uso de antibióticos intravenosos. Y en algunos casos (como el del papa Francisco), la inflamación deriva en una intervención quirúrgica, según detalla la NIKKD.
¿Cómo sigue la salud del papa Francisco?
“El santo padre reaccionó bien a la cirugía realizada bajo anestesia general”, dijo Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, en un comunicado escrito luego de la intervención.
Aseguró que el profesor Sergio Alfieri, asistido por el profesor Luigi Sofo, el doctor Antonio Tortorelli y la doctora Roberta Menghi estuvieron a cargo de la cirugía.
“La anestesia fue realizada por los profesores Massimo Antonelli, Liliana Sollazzi y por los doctores Roberto De Cicco y Maurizio Soave. El profesor Giovanni Battista Doglietto y Roberto Bernabei también estaban en el quirófano”, precisó.
El pontífice, de 84 años, ingresó al hospital para la cirugía programada apenas unas horas después de realizar la tradicional oración dominical del Ángelus en la Plaza de San Pedro.