El flujo de inmigrantes, en su mayoría haitianos, se había incrementado en el punto fronterizo de Ciudad Acuña a Del Río, Texas, particularmente en las últimas tres semanas. Estados Unidos ha transportado a más de 400 haitianos de regreso a Puerto Príncipe este domingo y prevé seguir enviando más durante los próximos días.
El Gobierno de Estados Unidos aumentó la presión sobre la crisis de inmigración en la frontera sur al bloquear la frontera con México en el punto fronterizo entre Ciudad Acuña y Del Río, Texas, donde miles de refugiados haitianos habían establecido un campamento.
Tras el cierre de la frontera, funcionarios estadounidenses informaron que habían comenzado a montar vuelos para llevar a los inmigrantes de regreso a su tiera natal. Miles de personas habían pasado la noche bajo el puente internacional entre Ciudad Acuña y Del Río después de que la administración Biden anunciara el sábado una estrategia de seis puntos que incluye deportaciones aceleradas y el envío de cientos de agentes para controlar la situación.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que este mismo domingo empezarían los traslados de los migrantes, tanto a otros puntos fronterizos, para agilizar el procesamiento, como directamente a sus países de origen. De acuerdo con información de la agencia AP, el gobierno estadounidense prevé continuar con el proceso durante los próximos días.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl L. Ortiz, informó también este domingo que 3,300 migrantes ya han sido trasladados del campamento de Del Rio a aviones o centros de detención, y espera que 3,000 de los aproximadamente 12,600 migrantes restantes se trasladen en un día. El resto debería salir en una semana, dijo. Los primeros tres aviones partieron de San Antonio hacia Puerto Príncipe el domingo, y el primero llegó por la tarde.
«Estamos trabajando las 24 horas para sacar rápidamente a los inmigrantes de las condiciones de calor y naturales del lugar hacia nuestrsa instalaciones, donde serán procesados y trasladados fuera de Estados Unidos de acuerdo con nuestras leyes y nuestras políticas», puntualizó Ortiz en una conferencia de prensa en el puente fronterizo, situado a unas 145 millas (230 kilómetros) al oeste de San Antonio.
Un grupo de migrantes haitianos, que forman parte de las más de 10,000 personas que se alojan en un campamento en la frontera, cruzan el río Bravo / río Grande para obtener alimentos y agua en México, después de que se cerrara otro punto de cruce cerca del Puente Internacional Acuña del Río en Del Rio, Texas, este domingo 19 de septiembre. Crédito: PAUL RATJE/AFP via Getty Images
Desde el aeropuerto de Del Río, Pedro Rojas, de Univision, reportó la llegada de un autobús con 36 migrantes, que están a la espera de un vuelo que saldría con destino a El Paso, Texas, en donde serán procesados. El procesamiento de los migrantes es un procedimiento complejo y engorroso y en el área de Del Río hay pocas condiciones e infraestructura para llevarlo a cabo a una escala masiva.
Muchos de estos migrantes, en su mayoría haitianos, han vivido años en diferentes países de América Latina y ahora buscan asilo en Estados Unidos, después de que las pocas oportunidades que habían logrado en otros países se fueron agotando con la pandemia. El éxodo haitiano se agudizó tras el devastador terremoto de 2010 y la situación en el país más pobre de América ha sido aún más crítica tras un nuevo sismo, ocurrido el pasado 14 de agosto, y el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio de este año.
Las autoridades mexicanas informaron también que el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, había estado en El Ceibo (Tabasco, sureste de México) para «dialogar sobre el flujo migratorio irregular y la atención que se brinda», esto de acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Migración (Inami) mexicano.
Seguridad reforzada
El Departamento de Seguridad Nacional había informado el sábado que la víspera había trasladado ya a unos 2,000 migrantes de ese campamento bajo el puente hasta otros lugares para ser procesados y en su mayoría posiblemente deportados.
La agencia federal también dijo que para la mañana de este lunes tendría a 400 agentes y oficiales en el área y que enviaría más si es necesario.
«Estamos trabajando con nuestros socios federales, estatales y locales para obtener recursos adicionales para abordar el nivel actual de encuentros de migrantes en el Puente Internacional Del Río. Esto ayudará a facilitar un proceso seguro, humano y ordenado para los migrantes, los agentes y la comunidad», dijo el jefe de la Patrulla Fronteriza en Del Río en un tuit.
Por su parte, el gobernador del estado, Greg Abbott, informó en la red social que personal del Departamento de Seguridad Pública de Texas se había desplegado a lo largo de la frontera alrededor del área de Del Rio. «Han construido una barricada con sus patrullas y policías estatales. La Guardia Nacional está trabajando con ellos para asegurar la frontera», agregó.
En los últimos días, miles de migrantes cruzaron el río Bravo hacia Del Río, Texas, en donde se les ubicó debajo de un puente, en espera de ser procesados por la Patrulla Fronteriza. Más de 14,000 personas se habían concentrado en el lugar pero ante la falta de insumos, alimentos o agua, muchos regresaron al lado mexicano para buscar provisiones y volver.
Desde Ciudad Acuña, en México, Pedro Ultreras reportó para Noticiero Univision cómo ese ir y venir entre México y Estados Unidos había sido interrumpido por las autoridades la noche del sábado. Los agentes formaron un cerco con sus patrullas e impidieron a los migrantes salir hacia el lado mexicano.
El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cerró el viernes el tráfico de vehículos y peatones en ambas direcciones en el único cruce fronterizo entre Del Río y Ciudad Acuña «para responder a necesidades urgentes de seguridad» y permaneció cerrado el sábado. Los viajeros eran dirigidos indefinidamente a un cruce en Eagle Pass, aproximadamente a 55 millas (90 kilómetros) de distancia.