El Departamento de Justicia acusa a la compañía de contratos que impiden el funcionamiento del libre mercado
El departamento de Justicia de EEUU ha tomado la acción más agresiva hasta la fecha con respecto a las leyes de competencia y ha interpuesto una demanda contra Google, la filial más importante del conglomerado Alphabet.
De acuerdo con la demanda, el Gobierno mantiene que Google mantiene un monopolio que es ilegal en materia de búsquedas y de publicidad y que se mantiene a través de contratos y acuerdos, como el que tiene con Apple para que sea el buscador por defecto, que impiden la competencia real en este medio absolutamente clave en Internet en buena parte del planeta.
Esta es una acción casi sin precedentes dentro del territorio de EEUU contra una empresa de tecnología. Normalmente la mayor parte de las demandas que cuestionan las posiciones dominantes de empresas de alta tecnología se sustancian en la UE.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, envió un comunicado explicando que tanto su oficina como la de los fiscales de estados como Colorado, Iowa, Nebraska, Carolina del Norte, Tennessee Utah han estado investigando separada y paralelamente el comportamiento anticompetitivo de Google por lo que podrían sumarse a la demanda del departamento de Justicia.
En este sentido, James y el resto de los fiscales explican que hay una cooperación bipartidista y una buena relación de trabajo con el departamento de Justicia en esta cuestión por parte de la mayor parte de fiscalías de los estados del país. “Este es un momento histórico para las autoridades de competencia federales y estatales porque estamos trabajando para proteger el mercado y la innovación tecnológica”.
En su comunicación, James explica que planean concluir la investigación sobre Google en las próximas semanas y si de ello se deduce la necesidad de plantear una acción judicial se hará conjuntamente con la federal cooperando en este caso con el departamento dirigido por William Barr.
James recordó que hace un mes se informó sobre otra investigación por sospechas de prácticas anticompetitivas sobre Facebook, algo que puede dar lugar a una acción judicial más.
La Administración de Donald Trump ha mantenido una relación compleja con las empresas de tecnología y en los últimos meses se ha trasladado su malestar no solo a negocios como el de Google pero también Facebook y Twitter.
Al otro lado del espectro ideológico, Elizabeth Warren, senadora demócrata tenía en sus planes como candidata en las primarias de su partido a la presidencia la revisión de la estructura de estas compañías y una partición de ellas como en el pasado, durante la presidencia de Theodore Roosevelt, ocurrió con la petroleraStandard Oil. Con ello, su intención, es trata de evitar lo que considera una posición dominante en el mercado.
La Unión Europea, El Reino Unido y Australia tienen abiertas causas por motivos de competencia sobre Google, algunas de ellas centradas en su manejo del mercado de publicidad.
La apertura del caso en EEUU llega apenas días después de que un comité de la Cámara de Representantes concluyera que se necesita una reestructuración de las empresas grandes de tecnología además de una actualización de las leyes de competencia.
El caso puede durar años y con ello, posiblemente, cambiar la escena tecnológica en el país y el mundo.