Mel Carmona dejó helados a sus seguidores al realizar una valiente y dramática confesión el Día internacional de la mujer.
Melenie Carmona, hija de Alicia Villarreal y Arturo Carmona decidió hoy abrir su corazón a sus casi doscientos mil seguidores, compartiendo una dolorosa experiencia del pasado: un abuso que sufrió hace años por alguien muy cercano a su familia y que le dejó espantada.
«Hoy decido liberarme de esta carga que he tenido por años. Gracias a ti me di cuenta que la única que puede protegerme de personas como tú soy yo misma y te agradezco tremenda lección. Por ti aprendí que no puedo confiar ni en mi propia familia y por ti viví una realidad que muchas mujeres viven todos los días», escribió.
En el encabezado que acompañaba el texto relatando el abuso, aclaró que «mi papá se enteró hasta el día de hoy, mi mamá y Cruz estuvieron ahí para mi en todo momento».
Al parecer, un día que su mamá y su pareja Cruz Martínez estaban fuera de la ciudad, le encargaron a un familiar cercano que se quedara al cuidado de sus hijos: «Te dejaron cuidándonos porque se supone que eres el mayor, que todos aparentemente tienen esa visión sobre ti, responsable, buen niño, trabajador, honesto…», comenzó Mel.
A media noche, esa persona se metió en la cama de la joven y metió la mano adentró de su short para comenzar el abuso: «Me quedé totalmente paralizada». Tras vencer el miedo, Melenie cuenta cómo corrió hasta el baño donde se encerró dos horas. Cuando salió para confrontarle, él se había marchado.
«Le llamé a mis papás histérica, no podía ni siquiera respirar de tanto que lloraba», confesó. «Me hiciste sentir como si fue mi culpa y lo peor es el hecho de que tengo que seguir viendo tu cara de chigaquedito todas las Navidades porque hasta la fecha mi abuela no sabe», desveló.
Después expresó cómo se sintió durante todos estos años, los comentarios de la gente en situaciones como la de ella y su pesar ante lo sucedido. Su papá, le respondió así:
«Con profundo dolor hoy me entero mi amor de esto. Me duele en el alma que no hayas acudido a mí, entiendo por qué no lo has hecho. Hoy por hoy te reitero que que estoy para ti, que eres una fregona y valiente al hacer esto y que nunca olvides lo valiosa que eres, que no estás sola, me tienes a mí y que esto nos se queda así».