No tiene caso acarrear agua para regar el jardín ajeno. Te la has pasado haciendo el trabajo de los demás. Es un trabajo ingrato y sin frutos como el de un jardinero que va al pozo todo el tiempo a sacar balde tras balde de agua para regar un jardín que en realidad es un desierto. No desperdicies tus talentos.

No te dejes atrapar por vicios de ningún tipo. Los animales enjaulados no pueden estar en paz. El tigre se pasea en la jaula sin descanso y los lobos aúllan de día y de noche. Así los vicios, por pequeños que sean, enjaulan tu espíritu y no le dejan descanso alguno. Los vicios vienen en todo tipo y sin advertencia. No te dejes sorprender.

Intégrate a un equipo para realizar tus propias aspiraciones. Se parte de una maquinaria y la maquinaria se encargará de moverte a ti. Piensa en un reloj donde cada engrane hace su propio trabajo y el reloj mismo se encarga de que cada engrane funcione propiamente.

Camina con cuidado para no dañar a los demás. Vivimos en un mundo donde todas nuestras acciones tienen consecuencias. Es como caminar por un pasillo lleno de gente, a cada paso podemos pisar a alguien o aplastar a los que están a nuestro alrededor. Hoy es un día para tener cuidado con la sombra que proyectan nuestras acciones.

Esperas un milagro sin darte cuenta que lo que buscas ya llegó. Un ermitaño veía al cielo rogando que el cielo le mandara algo que comer y, por ver hacia arriba, no se fijaba que caminaba aplastando la fruta que el cielo le había mandado. Lo que estás buscando ya llegó y está a tu lado. Es cuestión de que abras bien los ojos para que veas qué es y como puedes aprovecharlo.

Una recompensa triplicada está por llegar. Mira el cielo en la noche y verás que las estrellas vienen en tríos. Observa el vuelo de los pájaros y verás que las parvadas vienen en grupos de tres. Así las recompensas se acercan por triplicado a tu vida. Hoy apenas comenzará por llegar la primera. Espera después las segunda y al final se acercará la tercera. No dudes que te las has ganado.

No sientas miedo, el miedo es un arma que otros usan para detenerte. En el pasado, los guerreros antiguos usaban máscaras sobre los cascos de sus armaduras para asustar y paralizar de miedo al enemigo. Así hay quien hace cosas para detenerte y el miedo es su mejor arma. No te dejes asustar por otros y conserva la calma en tu trayecto.

No sientas que eres invisible ya que la gente puede verte y te aprecia. Te sientes como un fantasma recorriendo los mismos pasillos ante los ojos ciegos de la gente que no ve quien tiene enfrente y hace como si no existieras. Esto no es así. No eres un fantasma, sino un ser de carne y hueso y con gente que te quiere. En realidad la gente te mira y te aprecia, eres tú quien no se toma en cuenta.

Piensa como adulto ya que a veces uno no se da cuenta y piensa como un niño. La vida es caprichosa y a veces uno termina regresando a comportamientos pasados al enfrentarse a algo nuevo. Entre estos comportamientos está el actuar como un infante emocional y voluble que llora por todo. No descuides tu lado maduro.

Deja el bagaje emocional de lado. Necesitas viajar ligero en el viaje que se aproxima. Así como el viajante que atraviesa la selva no puede llevar paquetes estorbosos que le impidan cruzar ríos y huir de las fieras, debes llevar el mínimo de emociones al emprender el viaje emocional que empezará en el día de hoy. Mantén tus emociones al mínimo y llegarás antes a la meta.

Te acercas a un nuevo territorio. Rectifica tu actitud para que sea la correcta. El viajero se aproxima al palacio del rey que lo habrá de recibir. El viajero deberá limpiar sus ropas y aprender los modales de este nuevo reino para poder ingresar.

Revisa lo que tienes alrededor ya que eso te define como persona. Mira a tu alrededor y ve tu casa, tu espacio de trabajo y los lugares donde vives. ¿Son los lugares que te corresponden o debes cambiarlos para que reflejen más quien eres? Trata de mantener un entorno de acuerdo a tu persona.