Israel y Hamás han llegado a un acuerdo sobre la primera fase del plan diseñado por Donald Trump para Gaza. El presidente de Estados Unidos lo declaró y ambas partes, junto con Qatar, otro de los intermediarios, lo confirmaron, especificando que incluye «todas las cláusulas y métodos de implementación» para el intercambio de los 48 cautivos israelíes (la mayoría de ellos fallecidos) que están en manos de las milicias palestinas, a cambio de la liberación de aproximadamente 2. 000 prisioneros palestinos. Se espera que este acuerdo se formalice durante la mañana en Sharm el Seij, Egipto, donde las delegaciones involucradas se han estado reuniendo desde el inicio de la semana. Este acuerdo solo se pondrá en práctica una vez que sea aprobado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu a partir de las 18:00 hora local (17:00 en la península española).
Los últimos rehenes israelíes, Trump ha señalado en un mensaje en su red social, Truth, «volverán muy pronto a casa». Además de este intercambio, la primera fase también abarca una retirada técnica de las fuerzas israelíes para facilitar su implementación y permitir la llegada de ayuda humanitaria que Israel había estado bloqueando. Los intermediarios darán a conocer los detalles más adelante, aunque el presidente estadounidense en una charla telefónica con Fox News afirmó que los rehenes podrían ser liberados «probablemente el lunes». Según medios israelíes, los cautivos aún vivos podrían ser liberados a partir del sábado, informa Trinidad Deiros Bronte.
“Estoy orgulloso de anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro Plan de Paz”, dice el mensaje (todas las letras mayúsculas son suyas) de Trump. “Esto significa que TODOS los rehenes serán liberados muy pronto y que Israel reubicará sus tropas a una línea acordada como primer paso hacia una paz sólida, duradera y permanente. ¡Todas las partes recibirán un trato justo! ”.
No se trataba de un acuerdo, sino de un ultimátum sin tiempos ni garantías para el debilitado movimiento islamista, a quien además amenazó con la destrucción si no lo aceptaba de inmediato. Hamás respondió con un “sí, pero”; Trump decidió enfocarse solo en la primera parte de la respuesta y presionó a las dos partes para que llegaran a un acuerdo no en semanas, sino en días, como finalmente ocurrió en la localidad egipcia de Sharm El Sheij. Los mediadores han puesto todo de su parte: Trump envió el día anterior a su enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, así como a su yerno, Jared Kushner, quien estuvo muy involucrado en la diplomacia regional en su primer mandato, mientras que Qatar, un mediador clave, envió directamente a su primer ministro, Mohamed al Thani, y Egipto y Turquía, a los líderes de sus servicios de inteligencia, Hassan Rashad e Ibrahim Kalin, respectivamente.
Minutos después de que Trump hiciera su anuncio, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que convocará a su gabinete este jueves para votar sobre el acuerdo, el cual ha descrito como un «logro diplomático y nacional, así como una victoria moral para el Estado de Israel. » Además, Netanyahu planea invitar a Trump a dirigirse al Parlamento. La reunión del gobierno israelí está programada para las cuatro de la tarde, hora de España. Después de eso, Netanyahu se reunirá con el gabinete de seguridad israelí.
Hamás también ha emitido un comunicado confirmando el acuerdo, en el que se centra en sus dos principales preocupaciones: quién garantizará que Netanyahu no reanude los ataques aéreos una vez que haya perdido su única ventaja en la negociación (los rehenes) y cuál será el alcance de la retirada de las tropas israelíes. En relación a la primera cuestión, recordando lo que ocurrió en marzo pasado, cuando Trump apoyó a Netanyahu en su decisión de romper el anterior alto el fuego, Hamás insta «al presidente Trump, a los países que actúan como garantes y a varias naciones árabes, islámicas e internacionales a presionar al Gobierno de ocupación [Israel] para que implemente completamente lo acordado y no permita eludir ni retrasar la ejecución del acuerdo. »
Trump ha estado enfocado en asegurar la primera fase, que implica el intercambio. En los últimos meses, el presidente de Estados Unidos ha mencionado varias veces la importancia del regreso de los rehenes israelíes, de los cuales se estima que solo hay 20 vivos. En su mensaje en Truth, se refiere a «un GRAN día para el mundo árabe y musulmán, Israel, todas las naciones vecinas y Estados Unidos. » También agradece a «los mediadores de Qatar, Egipto y Turquía, quienes colaboraron con nosotros para hacer realidad este evento histórico y sin precedentes. ¡BENDITOS SEAN LOS CONSTRUCTORES DE PAZ! ” En su entrevista con Fox News, Trump comentó que había conversado con Netanyahu, quien le había expresado su agradecimiento. «No puedo creerlo, ahora todos me quieren», contó el republicano, citando al primer ministro israelí.
Unas horas antes, Trump había informado a los periodistas que estaba considerando un viaje a Oriente Próximo a finales de esta semana, dado que pronto se podría alcanzar un acuerdo en las negociaciones que se llevan a cabo en Egipto, donde queda pendiente la segunda fase. Esta fase será más complicada, como admitió esta semana el secretario de Estado de EE. UU. , Marco Rubio, ya que incluye la creación de un gobierno tecnócrata palestino, la reconstrucción y, sobre todo, el desarme de Hamás.
«Es posible que viaje allí» a finales de esta semana, “el domingo” o quizás el mismo sábado por la noche, aclaró el presidente estadounidense. Posteriormente, la vocera de La Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue más concreta al indicar que se espera que Trump viaje a la región el viernes después de someterse a un examen médico en Washington. El secretario de Estado, Marco Rubio, canceló un viaje que tenía programado para esa misma noche a París, aparentemente debido a las noticias sobre los avances en Oriente Próximo.