El exmandatario estadounidense Jimmy Carter, que a los 98 años es el más longevo de todos los presidentes de Estados Unidos, recibirá cuidados paliativos en su hogar en Plains, Georgia, confirmó el sábado un comunicado del Centro Carter.
El comunicado señala que después de una serie de breves estadías en el hospital, Carter “decidió pasar el tiempo que le queda en casa con su familia y recibir cuidados paliativos en lugar de una intervención médica adicional”.
De acuerdo con el comunicado, el 39no presidente de Estados Unidos cuenta con todo el apoyo de su equipo médico y su familia, que “pide privacidad en este momento y agradece la preocupación mostrada por sus numerosos admiradores”.
Carter era un gobernador de Georgia poco conocido cuando inició su carrera rumbo a la presidencia antes de las elecciones de 1976. Luego derrotó al entonces presidente Gerald R. Ford, capitalizando su condición de forastero de Washington tras la Guerra de Vietnam y el escándalo de Watergate que causó que Richard Nixon dejara el cargo en 1974.
Carter cumplió un mandato único y tumultuoso y fue derrotado por el republicano Ronald Reagan en 1980, una derrota aplastante que finalmente allanó el camino para sus décadas de defensa mundial de la democracia, la salud pública y los derechos humanos a través del Centro Carter.
El expresidente y su esposa, Rosalynn, de 95 años, abrieron el centro en 1982. Su labor le valió el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Jason Carter, el nieto de la pareja que ahora preside la junta directiva del Centro Carter, dijo el sábado en un tuit que vio “a mis dos abuelos ayer. Están en paz y, como siempre, su hogar está lleno de amor”.
Carter, que ha pasado la mayor parte de su vida en Plains, viajaba ampliamente cuando era octogenario y al inicio de su novena década de vida, incluidas visitas anuales para supervisar la construcción de casas de la organización Hábitat para la Humanidad e iba con frecuencia al extranjero como parte de la observancia electoral del Centro Carter y sus esfuerzos para erradicar el parásito lombriz de Guinea en los países en desarrollo.
Sin embargo, la salud del exmandatario venía mermando, en especial después de que la pandemia de coronavirus limitara sus presentaciones públicas, incluso en su querida Iglesia Bautista Maranatha, donde dio durante décadas lecciones de Escuela Dominical a multitudes de pie.
En agosto de 2015, Carter se sometió a una cirugía en la que le retiraron un pequeño tejido canceroso del hígado. Al año siguiente, Carter anunció que ya no necesitaba más tratamiento gracias a un medicamento experimental que le había eliminado todo rastro de la enfermedad.
Carter celebró en octubre su cumpleaños más reciente con su familia y amigos en Plains, la pequeña localidad donde él y su esposa, Rosalynn, nacieron durante los años entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión.
El Centro Carter festejó el año pasado sus 40 años de fomentar su agenda de derechos humanos.
El centro ha sido precursor de la observancia electoral, ya que ha supervisado al menos 113 comicios en África, América Latina y Asia desde 1989.
En lo que tal vez fue la acción de salud pública ampliamente elogiada, la organización anunció en fecha reciente que sólo 14 casos de infección de la lombriz de Guinea en personas fueron registrados en 2021, resultado de años de campañas sanitarias para mejorar el acceso al agua potable segura en África.
La cifra es una gran reducción respecto de la fecha en la que The Carter Center comenzó a encabezar las acciones de erradicación a nivel global en 1986, cuando la enfermedad parasitaria afectaba a 3,5 millones de personas.
Carter había dicho alguna vez que tenía esperanza de vivir más tiempo que el último parásito de la lombriz de Guinea.