La actriz Lucía Bosé falleció a los 89 años, según confirmaron a Efe fuentes familiares, que no precisaron la causa de la muerte.
Nacida en Milán, Bosé se dio a conocer por películas como “Muerte de un ciclista”, y se hizo muy popular en España tras casarse con el torero Luis Miguel Dominguín.
Era madre del cantante Miguel Bosé y de Paola y Lucía Dominguín.
El cantante dio a conocer la noticia en sus redes sociales.
“Queridos amig@s … os comunico que mi madre Lucía Bosé acaba de fallecer. Ya está en el mejor de los sitios”.
La revista Quién reportó que la mujer de 89 años falleció por una neumonía y el padecimiento estaba relacionado con coronavirus que deriva en Covid-19.
Uno de los primeros famosos en reaccionar a la noticia, también en Twitter, fue Alejandro Sanz. “Maestra en el arte de ser tú misma. Descansa en paz mi querida Lucía Bosé”, escribió el cantante español.
Nacida en Milán el 28 de enero de 1931, Bosé se hizo muy popular tras casarse con el torero Luis Miguel Dominguín, con quien tuvo tres hijos: Miguel, Paola y Lucía.
Pero antes de aquella boda, en 1955, Lucía Bosé era una de las actrices más respetadas de Italia y había participado en títulos como “Crónica de un amor” (1950), y “La señora sin camelias” (1953), ambas de Michelangelo Antonion, o “Tres enamoradas” (1951), de Luciano Emmer.
En 1955 se estrenó la película más importante de su carrera, “Muerte de un ciclista”, dirigida por Juan Antonio Bardem. Fue precisamente durante su estancia en España para el rodaje de este filme cuando conoció a Luis Miguel Dominguín en una fiesta celebrada en la Embajada de Cuba.
Siguió con su carrera cinematográfica a las órdenes de cineastas como Luis Buñuel (“Así es la aurora”, 1956), Jean Cocteau (“El testamentoi de Orfeo”, 1960) o Federico Fellini (“Fellini Satiricon”, 1969).
Pero el gran papel de su vida fue el de “La señora García se confiesa”, la serie escrita y dirigida por Adolfo Marsillach, coprotagonista además de la historia.
Su fuerte personalidad y su temprano divorcio en una España franquista (fue en 1968), hicieron de ella un personaje habitual de las revistas de los años sesenta y setenta.
La actriz se fue alejando de las pantallas en los años ochenta y se centró en la pintura y en su faceta espiritual. Llegó a abrir un museo dedicado a los ángeles y se trasladó a vivir a la pequeña localidad segoviana de Brieva.
Su última aparición pública, con el característico pelo azul de sus últimos años, fue el 15 de marzo en la final de “Prodigios”, el programa de TVE presentado por su gran amigo Boris Izaguirre.