El actor abrió su corazón en una profunda entrevista: contó que aún lucha con sus adicciones y que lamenta los términos en que se divorció de su exesposa
Ben Affleck y Jennifer Garner estuvieron juntos durante 13 años y fueron padres de tres hijos: Violet, de 14, Seraphina, de 11, y Samuel, de 7. Se divorciaron oficialmente en 2018, pero la crisis matrimonial ya era de larga data. El actor confesó en una profunda entrevista con el diario The New York Timescómo sobrelleva su lucha contra el alcoholismo y sorprendió al asegurar: «Mi mayor arrepentimiento en la vida es mi divorcio».
Affleck aseguró que intentó «beberse su dolor» y que ahora trata de ser más honesto consigo mismo, y que diariamente batalla contra su adicción: «Las personas con comportamiento compulsivo tienen molestias básicas todo el tiempo que intentan hacer desaparecer. Buscás sentirte mejor comiendo, bebiendo, teniendo relaciones sexuales, apostando, o comprando. Pero eso termina empeorando tu vida. Se convierte en un círculo vicioso que no sabés cómo romper».
El actor de 47 años explicó que su vida empezó a desmoronarse durante el 2015, año en que su matrimonio con Garner estaba en su peor momento. «Empecé a beber más y más, y por supuesto, mi consumo de alcohol creó aún más problemas matrimoniales y terminó de destruirnos», detalló. Sin embargo, también reveló que tiene muchos antecedentes familiares de alcoholismo, incluido su propio padre, quien no estuvo sobrio hasta que Affleck cumplió 19 años.
«A medida que avanzan los años reconozco cada vez más que mi papá hizo lo mejor que pudo. Hubo mucho alcoholismo y enfermedades mentales en mi familia. A veces el legado familiar puede ser poderoso: mi hermano menor se recuperó también del alcoholismo; mi abuela paterna se suicidó cuando tenía 46 años, mi tío también se quitó la vida con una escopeta, y mi tía era adicta a la heroína», sentenció el actor.
Jennifer Garner, la mujer que lo acompañó en su lucha
«Combatir cualquier adicción es una lucha difícil y de por vida. Por eso, uno nunca está realmente dentro o fuera del tratamiento. Es un compromiso a tiempo completo. Estoy luchando por mí y mi familia», aseguró Affleck. Luego habló de lo dolorosas que resultan las recaídas: en octubre último los paparazzi lo fotografiaron caminando notoriamente mareado por la calle después de una fiesta de Halloween.
«La recaída es obviamente muy vergonzosa. Desearía que no sucediera, realmente desearía que mis hijos no vieran esas cosas en Internet. Jen y yo hicimos todo lo posible para abordarlo y ser honestos», admitió. Recordemos que en diciembre último Garner y Affleck fueron vistos manteniendo una acalorada discusión, apenas dos meses después de la recaída del actor.