Si quieren llegar a un acuerdo los demócratas conmigo acerca del DACA, necesitan permitirle contratar más oficiales de inmigración y dejarlo construir el muro. De ese tamaño es la amenaza que el Presidente les mando a los opositores de su partido, para que pueda revisar los caso de los «Dreamers», pero además se revisará las por caso.
Un carta de deseos a los Reyes Magos, fue lo que declaró el señor Presidente, en donde expresó que primero defenderá los salarios de los estadounidenses y luego vera un acuerdo de los ilegales, además de limitar las «Green Cards» en cuanto numero de expediciones por año y por familiares y crear un sistema de puntaje para ver quién es más apto para obtenerla.
El mes pasado, Trump anunció planes para poner fin al programa Acción Diferida para la Llegada en la Infancia, DACA por sus siglas en inglés, una medida tomada por el entonces presidente Barack Obama que protege a cientos de miles de jóvenes que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
El presidente también quiere expandir la lista de delitos que hace que alguien no sea elegible para venir a Estados Unidos, como membresía en pandillas, violencia doméstica, abuso infantil y conducir bajo la influencia del alcohol. Esas ofensas harían que más inmigrantes sean elegibles para deportación.
La demanda del presidente por un muro fronterizo fue una parte clave de su exitosa campaña en la Casa Blanca, y reiteró esa demanda el mes pasado cuando negó haber alcanzado un acuerdo con los líderes demócratas de la Cámara y el Senado sobre la DACA.
Pero los demócratas se oponen vehementemente a muchas de las demandas de su lista. En una declaración conjunta, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi y el líder demócrata del Senado Chuck Schumer dijeron que la lista «va mucho más allá de lo que es razonable».
Trump ha dado al Congreso seis meses para presentar una legislación para proteger a los casi 800,000 Soñadores de la deportación.