La Corte Suprema aceptó escuchar el caso sobre si Trump puede o no estar en las boletas electorales como candidato presidencial, debido a su papel en los intentos por revertir su derrota electoral en 2020 y el asalto al Capitolio en 2021. El caso puede ser definitorio no solo para Trump, sino para toda la elección presidencial.
Luego de que la Corte Suprema dijera que escuchará el caso sobre si el expresidente Donald Trump puede o no estar en las boletas electorales de 2024 por su rol en los intentos de revertir su derrota electoral de 2020, el futuro del republicano como candidato y con él, posiblemente toda la elección presidencial, queda en manos del tribunal.
La Corte Suprema acordó aceptar la apelación de Trump de un caso en Colorado, en el que el máximo tribunal estatal falló a favor de retirar el nombre del expresidente de las boletas de 2024 por su papel en el intento por cambiar el resultado de las elecciones de 2020 y cuyo más recordado evento fue el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
El caso, que mete de lleno a la Corte Suprema en la campaña, tiene una urgencia de resolución especial porque en apenas días ya comienza la temporada de primarias. Los argumentos se fijaron para el 8 de febrero.
Desde hacía muchos años que la Corte Suprema no tenía un papel tan central en unas elecciones presidenciales. La última vez que tuvo un rol tan central fue en 2000, cuando la elección entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore fue definida por una decisión del tribunal.
Trump en las boletas: ¿qué es lo que revisará la Corte Suprema?
Por primera vez en la historia, la Corte Suprema revisará la Sección 3 de la Enmienda 14 de la Constitución, que prohíbe llegar a puestos públicos a aquellos que hayan participado en una insurrección contra la misma Constitución.
La Sección 3 de la Enmienda 14, dice: «Ninguna persona podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector (del Colegio Electoral) para presidente y vicepresidente, ni ocupar cargo alguno, civil o militar, en Estados Unidos o en cualquier estado, que, habiendo prestado previamente juramento (…) de sostener la Constitución hubiera participado en una insurrección o rebelión contra la misma, o dado ayuda o confortado a sus enemigos. Pero el Congreso puede, por voto de dos tercios de cada Cámara, eliminar dicho impedimento».
Como el texto es específico con los cargos que un insurrecto no puede ocupar, pero no menciona el cargo de presidente, el debate está en si esta Enmienda alcanza o no a un candidato presidencial.
La Enmienda fue agregada tras la Guerra Civil entre el norte y el sur para prevenir que exconfederados tomaran el poder. Se ha usado en muy pocas ocasiones y nunca antes, según indican expertos constitucionalistas, para un candidato presidencial. Por ello es la primera vez que el Supremo tendrá en sus manos un caso para ver el alcance de tal enmienda.
¿De dónde viene este caso contra Trump?
En muchos estados están demandando para quitar el nombre de Trump de las boletas de 2024 con este mismo argumento.
Pero el caso específico que llega al Supremo es el que avanzó en Colorado. Allí, la mayoría de la Corte Suprema de Colorado, 4 contra 3, dictaminó en diciembre que Trump no debería estar en la boleta primaria republicana. La decisión fue la primera vez que se utilizó esa parte de la Constitución para excluir a un candidato presidencial de la boleta.
Trump está apelando, por separado ante un tribunal estatal, por un caso de Maine que también busca excluirlo de la boleta. Tanto los fallos de la Corte Suprema de Colorado como el de Maine están en suspenso hasta que se resuelvan las apelaciones.
Una Corte Suprema conservadora tendrá la decisión en sus manos
Tres de los nueve jueces de la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, fueron nombrados por Trump.
Sin embargo, han fallado repetidamente en su contra en demandas relacionadas con las elecciones de 2020, así como por sus esfuerzos para evitar que los documentos relacionados con el asalto al Capitolio y sus declaraciones de impuestos sean entregados a los comités del Congreso.
El fallo de la Corte Suprema de Colorado cita un fallo del propio Gorsuch cuando era juez federal en ese estado en el que confirmó la decisión estatal de eliminar a un ciudadano naturalizado de la boleta presidencial porque nació en Guyana y no cumplía con los requisitos constitucionales para postularse para un cargo. El tribunal determinó que Trump tampoco cumple con los requisitos debido a su papel en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Asimismo, algunos legisladores demócratas han pedido a Clarence Thomas que se aparte del caso sobre Trump debido al apoyo de su esposa a las gestiones ilegítimas que Trump hizo para anular los resultados de su derrota ante Joe Biden. Es poco probable que Thomas lo haga.
Trump en las manos de la Corte Suprema
El Tribunal podría confirmar el fallo de Colorado, anularlo o eludir la discusión sobre los tecnicismos. Algunos tribunales han evitado emitir fallos sobre las cuestiones centrales (si la sección 3 aplica a presidentes o si Trump es un insurrecto).
Es difícil predecir qué puede pasar ya que es un terreno jurídico desconocido. El efecto en cadena jurídico tampoco tendría precedentes ya que otros estados están en la misma batalla legal sobre la interpretación de la Enmienda 14 y con ello, la decisión de dejar o no el nombre de Trump en las papeletas de votación.
Los abogados del expresidente apelaron el fallo de Colorado diciendo que privaría inconstitucionalmente «a millones de votantes en Colorado» de sus derechos y probablemente un fallo así «se usaría como modelo para privar de sus derechos a decenas de millones de votantes en todo el país».
La defensa de Trump dice además que lo sucedido el 6 de enero de 2021 no fue una insurrección y, si lo fuera, Trump no había participado. Además, sostienen que la cláusula de insurrección no se aplica al presidente y que debe actuar el Congreso, no los estados.
La Corte Suprema ‘definiendo’ una elección presidencial: Bush y Gore
En ese año, en una elección muy ajustada entre Bush y Gore, el Máximo Tribunal ordenó no continuar con un recuento manual de votos que se llevaba a cabo en Florida por desavenencias en los previos conteos.
Al suspender ese proceso, se dieron por finalizados los comicios, dándole la victoria a Bush, con un Gore que decidió conceder y no dar más pelea judicial.
De esa forma se aceptó la certificación de los resultados que había emitido la secretaria de Estado de Florida, la republicana Katherine Harris, sin esperar que el proceso de recuento de votos terminara.
El triunfo en Florida le dio a Bush los votos electorales que necesitaba para ganar los comicios presidenciales.
Pero mientras que en el 2000 fue la campaña de Bush la que apeló al Máximo Tribunal para detener la orden de recuento que había mandado la Corte Suprema de Florida, ahora, en el caso de Trump en Colorado, fueron ambas partes las que pidieron una decisión del Tribunal Supremo. Clarence Thomas es el único magistrado que queda de aquella Corte Suprema del 2000.
El plazo reducido podría permitir al tribunal emitir una decisión antes del Supermartes del 5 de marzo, cuando está en juego el mayor número de delegados en un solo día, incluso en Colorado.