Se trata de un nuevo enfrentamiento entre republicanos y demócratas en Texas por la ley de restricción del voto que quieren impulsar los conservadores y que hasta ahora la oposición estatal ha logrado frenar con estrategias varias, la última, volar todos fuera del estado para impedir que hubiera quorum para una sesión legislativa especial.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, prometió arrestar a los legisladores demócratas que se fueron del estado en un vuelo a Washington DC para evitar que hubiera el quorum necesario en una sesión especial legislativa sobre la polémica ley de restricción del voto que quieren impulsar los conservadores.
«Si esta gente quiere pasar el tiempo donde lo esté pasando con el dinero de los contribuyentes, va a tener que estar preparada para hacerlo por un año. Tan pronto como vuelvan al estado de Texas, serán arrestados, y serán encerrados en el Capitolio de Texas hasta que hagan su trabajo», dijo Abbott al canal local KVUE.
Además, aseguró que el presidente de la Cámara de Representantes de Texas puede emitir » un llamado para arrestar a estos miembros» del poder legislativo.
Sobre la ley que es la base de todo este desencuentro, Abbott prometió no cesar nunca de intentarlo: «Puedo y continuaré llamando a sesión especial tras sesión especial todo el tiempo hasta la elección el próximo año».
Una mayoría de los demócratas de la Legislatura de Texas viajó el lunes a Washington, DC, para impedir que los republicanos consiguieran el quorum necesario para una sesión legislativa especial, bloqueando por segunda ocasión la votación sobre una ley electoral restrictiva y otros proyectos de ley polémicos impulsados por los republicanos.
Aviones privados que transportaban a este gran grupo de demócratas, más de 60 de los 67 que hay en la Cámara, despegaron de un aeropuerto en Austin, la capital texana, pocos días antes de que la Cámara de Representantes de Texas adoptara nuevas restricciones de votación en una sesión legislativa especial ordenada por el gobernador republicano.
“Este es un ahora o nunca para nuestra democracia. Mantenemos la línea en Texas”, dijo el representante estatal demócrata Trey Martinez Fischer.
Y añadió: “Hemos dejado nuestros trabajos, hemos dejado a nuestras familias, hemos dejado nuestros hogares. Porque no hay nada más importante que el derecho al voto en Estados Unidos”.
Podrían necesitar permanecer allí hasta por varias semanas, hasta que llegue la sesión especial convocada por el gobernador Abbott.
Al irse, los demócratas nuevamente niegan a la mayoría republicana el quórum de dos tercios para aprobar proyectos de ley, apenas un mes después de que su huelga frustró el primer impulso para ampliar las nuevas restricciones de votación en Texas, incluida la ilegalización de los lugares de votación las 24 horas, la prohibición de las urnas electorales y el empoderamiento de los observadores electorales partidistas.
La decisión de esconderse en Washington tiene como objetivo aumentar la presión en la capital de la nación sobre el presidente Joe Biden y el Congreso para actuar sobre la votación a nivel federal.
Biden debe pronunciar un discurso importante sobre el tema el martes en Filadelfia, después de enfrentar crecientes críticas por tomar lo que algunos en la izquierda llaman un papel demasiado pasivo en esta pugna.