Las autoridades estadounidenses animan a los viajeros a tener preparados los documentos de las vacunas y a cruzar, si es posible, en horas no pico
Las autoridades de Estados Unidos alientan a los viajeros a tener listos los documentos de vacunación y a no cruzar en horas pico si es posible
Salomón Maya, residente de Chula Vista, ha estado tratando de llegar a la boda de su primo desde abril de 2020.
La ceremonia se ha pospuesto dos veces por la pandemia de COVID-19, pero este fin de semana finalmente se estaban llevando a cabo las nupcias en el Valle de Guadalupe en Baja California.
Pero con las restricciones de viaje disminuyendo el lunes por la mañana, y la posibilidad de que haya una avalancha de personas como él ansiosas por cruzar, Maya se preguntó si esperará hasta abril de 2022 para regresar a Estados Unidos después de la boda.
La tan esperada reapertura del puerto de entrada de San Ysidro al turismo y las visitas familiares para los viajeros que están completamente vacunados se produce después de casi 20 meses de restricciones debido a la pandemia, y justo antes de la ajetreada temporada de compras navideñas.
Las comunidades fronterizas de ambos lados dejaron escapar un suspiro de alivio, mientras que al mismo tiempo se preparaban para lo que podría ser un tráfico muy pesado, largas esperas y multitudes en los puertos terrestres.
“Durante demasiado tiempo, las restricciones en nuestra frontera han separado a familias y arruinado negocios que dependen del comercio transfronterizo”, señaló el alcalde de San Diego, Todd Gloria.
Por primera vez desde marzo de 2020, los viajeros no ciudadanos podrán ingresar a Estados Unidos a través de una frontera terrestre o una terminal de ferry por una razón no esencial, siempre que estén completamente inoculados y puedan presentar prueba del estado de vacunación contra COVID-19.
Las restricciones por el COVID-19 implementadas en marzo de 2020 han tenido un enorme impacto económico y social, especialmente en las comunidades divididas por la frontera. En México, los efectos han sido devastadores para las familias que dependen del trabajo informal que a menudo se realiza durante los cruces a Estados Unidos.
Las restricciones en su mayoría han impedido que los ciudadanos mexicanos con visas o tarjetas de cruce fronterizo visiten Estados Unidos. Eso se debe a que a los ciudadanos estadounidenses como Maya y los residentes legales permanentes no se les puede impedir que regresen a EE.UU después de cruzar a México, independientemente de la razón.
México nunca cerró sus fronteras del norte a los visitantes entrantes.
“El cruce de la frontera siempre ha sido un monstruo temperamental en el sentido de que cualquier tipo de noticia que suceda a ambos lados de la frontera lo afectará”, indicó Maya. “Es simplemente como lanzar dados”.
Los negocios a lo largo de la frontera se han visto gravemente afectados por las restricciones de viaje, con 276 negocios en San Ysidro cerrando para siempre, según Jason Wells, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro. Él estima que las empresas en la ciudad perdieron $1.3 mil millones en ventas debido a restricciones relacionadas con el COVID hacia viajes no esenciales, y también significó la pérdida de 2,200 empleos.
Wells y otros funcionarios públicos en las comunidades fronterizas habían abogado porque las restricciones se revocaran antes, diciendo que se dejaron porque esas comunidades carecen de representación en Washington, D.C. El turismo minorista fue el segundo mayor contribuyente a la economía de San Diego antes de la pandemia.
“Si voy al Valle a tomar una copa de vino, ¿es imprescindible?”, preguntó Wells. “Uno probablemente diría que no lo es, pero el tipo que llenó mi tanque de gasolina, quien alimenta a sus hijos vendiéndome esa gasolina, y el oficial [de control fronterizo] que me revisa en el camino de regreso, quien alimenta a sus hijos al hacerme revisar. Hemos creado una vida basada en los cruces fronterizos, todo es esencial”.
Los funcionarios estadounidenses instaron a los viajeros a tener sus documentos de viaje y de vacunación disponibles para que las autoridades fronterizas los inspeccionen, en anticipación a tiempos de espera más largos de lo habitual en los puertos de entrada el lunes y durante la semana.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) está pidiendo a las personas que viajan por razones no esenciales que eviten cruzar en horas pico. Las horas pico son de lunes a viernes de 4 a.m. a 9 a.m. y los domingos a partir de las 2 p.m. hasta la medianoche, según un portavoz de CBP.
Las nuevas reglas se aplican solo a la entrada legal. Aquellos que ingresen ilegalmente seguirán sujetos a expulsión en virtud de una medida de salud pública que permite la expulsión rápida de migrantes, incluidos los solicitantes de asilo.
A discreción de los oficiales, se verificará la evidencia de inoculación de los viajeros en un proceso de selección secundario. Los niños no vacunados menores de 18 años podrán ingresar si viajan con un adulto completamente inoculado, informaron las autoridades fronterizas esta semana.
Para volar a Estados Unidos se requiere evidencia de una prueba negativa de COVID-19. No se requerirán pruebas para ingresar por tierra o mar, siempre que los viajeros cumplan con el requisito de vacunación.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), se aceptará viajeros que hayan sido completamente inoculados con cualquiera de los antígenos aprobados para uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no solo las que se usan en EE.UU.
Algunos ciudadanos mexicanos, en particular maestros, han recibido vacunas que no cuentan con la autorización de la OMS, como la Sputnik V desarrollada en Rusia o el antígeno de CanSino, producido en China. Aquellos que hayan sido inoculados con esas vacunas serán rechazados.
Hay más información disponible en la hoja de datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Carlos Guerrero, dueño de la tienda Elite Tactical en San Ysidro, indicó al principio que no podía creer que la frontera finalmente se estuviera reabriendo. Recientemente, trasladó su negocio de Chula Vista a San Ysidro para captar más tráfico transfronterizo.
Guerrero vende equipo táctico, botas y fundas, entre otros accesorios que comúnmente compran policías de México.
“Espero que las ventas suban mucho, tanto con los clientes mexicanos que tenía antes como con nuevos clientes, ya que ahora estoy más cerca de la línea”, comentó Guerrero.