Cuando una mujer de Cayo Hueso finalmente recibió una notificación de presentarse en el tribunal de inmigración, se preparó para el complicado viaje a Miami.
La inmigrante rusa —víctima de la violencia doméstica que es mecánica de motonetas— se tomó un día sin paga en su trabajo, se fue en autobús a Miami Beach, donde una amiga la recogió para que pasara la noche en su casa de Broward, y al día siguiente tomó un Uber de Hallandale Beach al tribunal de inmigración en Miami.
Después de hacer fila una hora, se enteró que la fecha impresa en el citatorio era falsa, no tenía audiencia ninguna.
“Tuve un ataque de pánico”, dijo la mujer, a quien el Miami Herald no identifica por su estatus inmigratorio y preocupaciones de privacidad. “Tuve que recorrer mucha distancia y me costó mucho dinero llegar al tribunal. Todo para nada”, dijo.
La odisea de la mujer en su recorrido por tres condados para llegar al tribunal —que no tenía registro alguno de que su caso fuera a ser atendido, a pesar de la fecha y la hora que aparecen en el citatorio que recibió por correo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración— es solo una de ciento de casos similares en el sur de la Florida y miles en todo el país.
“Han enviado citatorios para días feriados nacionales, fines de semana, incluso para la medianoche, cuando todos sabemos que los tribunales de inmigración no funcionan”, dijo Tammy Fox-Isicoff, abogada de la mujer y miembro de la directiva de la Asociación de Abogados de Inmigración de Estados Unidos. A la mujer le iniciaron un proceso de deportación después que las autoridades rechazaron una solicitud de quedarse como víctima de violencia por parte de su cónyuge, una visa de inmigrante que pueden pedir víctimas de la violencia doméstica casadas con ciudadanos estadounidenses.
Justin Sweeney, abogado de inmigración de Fresno, California, dice que otras personas también han recibido citas para días que no existen, como el 31 de noviembre, y que otras han sido citadas para fechas que aparentemente son correctas, pero cuando se presentan ante el tribunal se enteran que su caso no estaba programado para ese día o que en realidad se trataba de otra fecha.
“Son fechas falsas”, dijo Sweeney. “Es un problema serio a nivel nacional”.
Así las cosas, ¿por qué agencias como el USCIS o el ICE [Policía de Inmigración y Aduanas] emiten citatorios con fechas falsas?
Las autoridades de inmigración envían citatorios a personas a quienes le han negado la residencia o la ciudadanía. Pero hasta junio del 2018, el USCIS enviaba las notificaciones de presentación sin fecha, porque el objetivo de programar los casos era responsabilidad de tribunales locales posteriormente. Ese documento se limitaba a informar que le hora y lugar de la cita “se determinaría posteriormente”, algo que con frecuencia ocurría años después.
La razón por la que el USCIS envía los citatorios es porque es el documento oficial que convierte en deportable a un extranjero. Varios abogados de inmigración presentaron demandas, alegando que los citatorios sin una fecha y hora para presentarse ante el tribunal están incorrectos. En noviembre pasado, la Corte Suprema federal concordó y falló que para que el gobierno indique que una persona es deportable los citatorios tienen que tener fecha y lugar.
Para cumplir el fallo, las autoridades de inmigración comenzaron a enviar los citatorios con fecha y lugar, aunque la información fuera falsa. La razón, dicen los abogados, es que un citatorio con fecha y lugar permite al gobierno impedir que los inmigrantes cumplan los requisitos para poder alegar su caso ante los tribunales.
Según las leyes de inmigración, los extranjeros cumplen los requisitos para poder alegar su caso ante las autoridades si la persona ha vivido en Estados Unidos al menos 10 años antes de recibir el citatorio. Esa es la razón por al que la fecha impresa en el citatorio es importante: si la persona recibe un citatorio con fecha que corresponda a cualquier momento antes que se cumplan los 10 años, el gobierno puede alegar que eso es suficiente para comenzar el proceso de deportación y que el inmigrante no pueda alegar a su favor.
“Es arbitrario”, dijo Fox-Isicoff. “Esto hace que la espera en Inmigración sea prolongada, porque estos individuos no pueden encontrar su caso en los registros. No tienen manera de saber si la fecha del citatorio es real si no van al tribunal, para lo que tienen que gastar mucho dinero en un abogado y muchas veces deben viajar grandes distancias”.
Algo que dificulta aún más la situación es el hecho que el USCIS no se comunica a tiempo con los tribunales de inmigración cuando emite los citatorios, de manera que los tribunales no saben para cuándo programar las audiencias.
“Esto está creando caos, dentro y fuera de los tribunales. La gente llega al tribunal y descubre que la fecha de su citatorio no es real, y las personas encargadas de atender al público están abrumados por la cantidad de inmigrantes que llegan, que ni siquiera debían estar allí”, dijo Kelli Stump, abogada de inmigración en Oklahoma City. “Es un engaño para impedir que la persona se beneficie de ciertas protecciones de inmigración ante el tribunal, y quizás incluso provocar mucho temor y ansiedad”.
Las personas que reciben el citatorio, conocido por sus siglas en inglés, NTA, con una fecha falsa tienen entonces que esperar a una segunda notificación del tribunal de inmigración que les corresponda para conocer la fecha real de la audiencia, un proceso que puede demorar varios meses.
“Yo todavía estoy esperando mi fecha para la audiencia”, dijo la mujer de Cayo Hueso.
Un portavoz del USCIS dijo al Miami Herald en un correo electrónico que la agencia “no está al tanto de ningún problema con los NTA”.
Dijo la abogada Stump: “He visto que 100 personas se presentan al tribunal y entonces les dicen que no tienen audiencia programada para la fecha que indica el citatorio. Eso afecta a las personas que tienen audiencias válidas esa fecha, porque hay demasiadas personas que atender. Ha sido un problema grande de Miami recientemente”.
En julio, las autoridades ordenaron la deportación de una mujer del sur de la Florida mientras hacía una fila interminable afuera del tribunal, dijeron testigos al Miami Herald. Las filas kilométricas se han convertido en la norma.
La mujer había llegado al tribunal a eso de las 7 a.m. para una audiencia a las 8:30, pero todavía estaba en la fila cuando el juez llamó su caso.
“La jueza le dijo a mi colega que estaba ordenando en ausencia la deportación de su cliente, sabiendo que ella estaba afuera en la fila”, dijo Karla Lamers, abogada de inmigración que presenció el incidente. “Mi colega estaba muy molesto. Trató de encontrar a la persona, pero la jueza le dijo que lo sentía y que ya era demasiado tarde”.
El Departamento de Justicia no autorizó una solicitud de hablar con la jueza de inmigración Madeline García, quien ordenó la deportación de la mujer. Eduardo Canal, el abogado de la mujer, confirmó el incidente, pero se negó a una entrevista con el Herald.
“Las consecuencias de los citatorios falsos son enormes”, dijo Lamers. “Todos recomendamos a nuestros clientes que lleguen al tribunal al menos una hora antes para que no se arriesguen a que los deporten. Eso también destaca el hecho de que las personas tienen que dedicar mucho tiempo al trámite. Algunas viven lejos, otras tienen que pagar a otros para que los traigan al tribunal. Algunos tienen hijos que están enfermos y otros que no tienen con quién dejar a sus hijos. Al mismo tiempo, esto desalienta a que la gente se presente al tribunal. ¿Cómo los van a culpar?”
Pero tienen que presentarse, dice Fox-Isicoff, a pesar del temor y la ansiedad: “Yo hago que mis clientes se tomen fotos con hora y fecha delante del tribunal para probar que se presentaron a la cita. Conozco a otras personas que hacen lo mismo, por si acaso”.
Pero algunos abogados están dando al gobierno la misma medicina.
“Si tengo un cliente que recibe un citatorio sin fecha ni hora, lo apelo y alego que no es un citatorio válido según el fallo de la Corte Suprema”, dijo Sweeney. “Hay que participar en el juego”.