Una nueva iniciativa para financiar el ambicioso paquete de gasto social del presidente Biden ha sido presentado a consideración de los demócratas del Congreso, pero no todos parecen convencidos de que sea factible aplicarlo o siquiera conveniente.
Por momentos, la mañana del este miércoles pareció que los demócratas en el Congreso habían alcanzado la fórmula para destrabar las negociaciones sobre la agenda de presidente Joe Biden que están considerando: el presupuesto de gasto social y el paquete de infraestructura.
Un plan del Senado que propone crear un impuesto a los que ganen más de $100 millones al año, o tengan más de $1,000 en bienes transables, se ofrecía como el mecanismo para financiar esos planes, sin necesidad de revertir las exenciones tributarias que creó el presidente Donald Trump.
Dos senadores demócratas, Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kirsten Sinema, de Arizona, han sido los más renuentes a aceptar el plan de Biden -que en sus orígenes contemplaba casi $ 4 billones ( trillions, en inglés- en parte porque cuestionaban que terminara aumentando los déficits del gobierno.
Para disgusto de los sectores más progresistas del Partido Demócrata, la Casa Blanca ha aceptado reducir el paquete a menos de la mitad ahora, aunque las negociaciones siguen en marcha. Se espera que se llevado a votación final en la Cámara de Representantes esta semana, de acuerdo con el plan que se impuso su presidenta, Nancy Pelosi.
La renuencia de Manchin y Sinema ha hecho que los representantes del Caucus Progresista de la Cámara de Representantes hayan condicionado su voto al paquete de infraestructura de $1 billón que ya aprobaron los senadores a que se mantengan la mayor cantidad de políticas sociales que prometió adoptar Biden.
Aunque Sinema expresó su apoyo al nuevo plan presupuestario, Manchin ha dado a entender que no está de acuerdo, por lo que la posibilidad de que el Senado apruebe el paquete de reconciliación no está asegurada (los demócratas necesitan todos los votos de la bancada para aprobar el proyecto).
«Están pasando muchas cosas. Están sucediendo muchas cosas con eso. Es muy complicado», dijo Manchin cuando se le preguntó sobre la propuesta, que cierra varios de los huecos legales de los que se valen los más ricos para reducir sus impuestos.
La posición de Manchin genró frustración en el presidente del Comité de Presupuesto del Senado, Bernie Sanders. quien es el líder de facto del grupo progresista demócrata en el Congreso (pese a que no forma parte del partido).
“Me parece que casi todas las opciones sensatas de ingresos progresivos que el presidente quiere, que el pueblo estadounidense quiere, que yo quiero, parecen estar saboteadas”, dijo refunfuñando Sanders a los periodistas en un pasillo del Capitolio.
Estos son los puntos de la última propuesta impositiva con la que los demócratas quieren unificar criterios para aprobar la agenda del presidente
QUÉ ES EL IMPUESTO
El nuevo impuesto propuesto afectaría las ganancias de aquellos con más de $ 1,000 millones en activos o ingresos de más de $ 100 millones al año y requería que paguen impuestos sobre las ganancias de acciones y otros activos negociables, en vez de esperar hasta que se vendan las tenencias.
Un impuesto similar se pondría sobre activos no negociables, incluidos los bienes raíces, pero su cobro se diferiría y el impuesto no se evaluaría hasta que se vendiera el activo, aunque tendrían que pagarse intereses.
El plan podría comenzar a apuntalar el gran plan de servicios sociales y cambio climático, un proyecto que Biden quiere sufragar sin necesidad de acumular nuevas deudas.
En conjunto, el nuevo impuesto a los multimillonarios y el impuesto mínimo corporativo permitirán cumplir el deseo de Biden de que los ricos y las grandes empresas paguen su «parte justa» para financiar los programas sociales.
QUIÉNES LO PAGARÁN
Según el plan que presentó la mañana del miércoles el senador demócrata Ron Wyden (Oregon), presidente del Comité de Finanzas del Senado, el impuesto afectará a unas 800 personas a partir del año fiscal 2022.
En general, la tasa impositiva de los multimillonarios se alinearía con la tasa de ganancias de capital, ahora del 23,8%. Los demócratas han dicho que podría recaudar $ 200 mil millones en ingresos que podrían ayudar a financiar el paquete de Biden durante 10 años.
El plan garantiza el cumplimiento de la promesa de Biden de que no se aplicarán nuevos impuestos a quienes ganan menos de 400.000 dólares al año, o 450.000 dólares a las parejas.
QUÉ DIFERENCIA HAY CON EL PLAN ANTERIOR
Al principio de las negociaciones sobre la propuesta del Ejecutivo para reforzar el gasto social y los planes ambientales se habló de revertir algunos aspectos de las exenciones de impuestos que se estableció en tiempos de Donald Trump para las corporaciones y los ricos.
Pero esta propuesta centrada en multimillonarios, junto con un nuevo impuesto mínimo corporativo del 15%, proporcionaría fuentes de ingresos alternativas que Biden necesita para convencer a la senadora demócrata por Arizona, Kirsten Sinema, quien rechazaba la idea de revertir la reforma de Trump.
Sin embargo, otros demócratas consideran que la propuesta de Wyden puede ser engorrosa.
El representante Richard Neal, demócrata de Massachusetts, presidente del Comité de Medios y Arbitrios, dijo que la idea que tenía su panel para simplemente aumentar las tasas de las corporaciones y los ricos revirtiendo las exenciones de Trump sería más fácil de poner en práctica.