El Costo del Dinero Vuelve a Subir

La Reserva Federal de Estados Unidos volvió a aumentar las tasas de interés un 0,75% en su lucha a contra reloj por frenar los niveles históricos de inflación. La decisión de la Fed llega apenas un mes después de que, en su medida más agresiva desde 1994, incrementara las tasas en el mismo porcentaje.

Esta es la primera vez en su historia moderna que la Fed eleva dos veces seguidas las tasas de interés en tres cuartos de punto porcentual, algo que parecía muy lejano hace solo seis meses. Lo que contrasta con lo que fue su política durante las últimas tres décadas de bajar o subir las tasas de interés en un promedio de 0,25%, prefiriendo conducir la economía a baja velocidad. Sin embargo, la altísima inflación obligó al banco central a tomar medidas más agresivas para frenarla.

«El mercado laboral está extremadamente ajustado y la inflación está demasiado alta», dijo Powell al explicar la medida.

Al concluir su reunión de formulación de política monetaria de julio este miércoles, los miembros de la Reserva Federal aprobaron el aumento considerable. Y esta acción sin precedentes enfatiza hasta qué punto la Fed está dispuesta a impulsar la economía para moderar los crecientes costos para los estadounidenses, en medio de los aumentos de precios más altos desde la década de 1980.

Además, el hecho de que la Fed esté tomando esta decisión enérgica muestra confianza en la salud del mercado laboral. Sin embargo, la velocidad con la que se espera que suban las tasas de interés subraya su creciente preocupación por el aumento del costo de vida. Es probable que la alta inflación obligue a la Reserva Federal a subir las tasas de interés varias veces más en los próximos meses. Los funcionarios del banco pueden incluso recurrir a grandes aumentos de tasas adicionales en un intento por detener la inflación.

Un cambio de rumbo tras la pandemia

Cuando la pandemia golpeó inicialmente a Estados Unidos, la Reserva Federal implementó una serie de medidas de emergencia para respaldar la economía. Entre ellas, la reducción de las tasas de interés a cero, lo que significó que pedir dinero prestado fuera casi gratuito. Pero, si bien esa política de «dinero fácil» alentó el gasto de los hogares y las empresas, también alimentó la inflación y contribuyó a la situación de la economía actual.

Ahora que la economía ya no necesita el apoyo de la Fed, el banco central ha estado tomando medidas para desacelerarla al aumentar las tasas de interés.

Las acciones de la Fed aumentarán la tasa que los bancos se cobran entre sí por los préstamos a un día a un rango de entre 2,25% y 2,50%, la más alta desde diciembre de 2018.

¿Qué significa el aumento de la Fed?

El aumento de la Fed impactará a millones de empresas y hogares estadounidenses, al elevar el costo de los préstamos para viviendas, automóviles y otros préstamos, así como las tarjetas de crédito, para forzar una desaceleración de la economía. Es más, las tasas hipotecarias básicamente se han duplicado durante el último año.

Las familias no solo están lidiando con el impacto en los precios sus compras, sino que también reciben la presión de costos financieros más altos. Pero eso es precisamente lo que quiere la Fed: enfriar la demanda al rojo vivo para darle a la oferta la oportunidad de recuperarse y aliviar los precios.

La pregunta del millón para la Fed
La duda ahora es si la Fed podrá ponerle freno a la inflación sin golpear profundamente la economía.

«Quedan muchas dudas sobre si la economía puede hacer una transición sin problemas de allegro a adagio, y depende tanto de su estado actual como de la manera en que la Fed conducirá la política a partir de aquí», dijo David Kelly, estratega jefe global de JPMorgan Asset Management.

La Reserva Federal debe ejecutar un acto de equilibrio delicado o su estrategia podría desacelerar el crecimiento económico, mientras la inflación sigue aumentando. Una inflación significativa y arraigada podría llevar a una pérdida de confianza en que el banco central pueda cumplir su doble mandato de estabilidad de precios y máximo empleo. Y el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que el mayor riesgo para la economía sería una inflación persistente, no una recesión económica.

En los últimos 11 ciclos restrictivos, la Fed solo evitó con éxito la recesión en tres ocasiones. Y durante cada uno de esos ciclos, la inflación fue más baja de lo que es hoy. Eso ha generado preocupaciones en algunos analistas y participantes del mercado.

«Un desarrollo económico suave se siente como una posibilidad remota desde aquí», dijo Seema Shah, estratega jefe de Principal Global Investors. «La política de la Fed no puede impactar directamente en la inflación de alimentos o energía, mientras que las alzas de tasas hasta ahora han hecho poco para desacelerar los componentes básicos del IPC [Índice de Precios al Consumidor] que, tradicionalmente, son más sensibles a la política monetaria».

A Partir de Ahora el Dinero Cuesta más Caro

La anterior vez que la Fed elevó tasas en tal magnitud fue noviembre de 1994

Alan Greenspan aumentó los tipos 7 veces en el transcurso de 13 meses

La bolsa cayó ligeramente aquel el año pero se recuperó un 34% en 1995

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, el banco central) anunció este miércoles una subida del tipo de interés oficial de 0,75 puntos, el mayor aumento en 28 años, para luchar contra una inflación desbocada.

Con este incremento -que es el tercero desde que la Fed empezó a subir tipos en marzo-, el tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 1,5 % y el 1,75 %.

En un comunicado oficial al término de su reunión de dos días, la Junta de Gobernadores del sistema de la Reserva Federal adelantó además que espera llevar a cabo más subidas de los tipos en el futuro.

Un movimiento histórico de la Fed

La última vez que la Fed elevó las tasas en 75 puntos básicos fue en noviembre de 1994, cuando el banco central pudo orquestar un aterrizaje suave al endurecer la política monetaria antes del aumento de la inflación. El entonces presidente de la Fed, Alan Greenspan, aumentó las tasas siete veces en el transcurso de 13 meses, del 3% al 6%, entre principios de 1994 y principios de 1995.

En 1994, las acciones fueron ligeramente negativas para el año (cayendo solo un 1,2 %), y la Reserva Federal pudo evitar una recesión y las acciones se recuperaron un 34 % en 1995. Además, después de la subida de tasas en noviembre de 1994, las acciones cayeron sólo ligeramente, según datos de CFRA Research.

¿Puede la Fed lograr el mismo tipo de aterrizaje suave en 2022?

Las acciones ya han bajado un 22% este año, y mientras la Reserva Federal se estaba ajustando antes de la inflación en 1994, hoy está «luchando por ponerse al día», dice James Stack, presidente de InvesTech Research y Stack Financial Management.

«La mayor diferencia actual con el exitoso ‘aterrizaje suave’ de 1994-95 es cuán extraordinariamente rezagada está la Reserva Federal», y esencialmente «se ha quedado dormida en el cambio», argumenta Stack. «Cuando la Fed debería haber comenzado a aumentar gradualmente las tasas de interés a principios del año pasado con signos emergentes de inflación, en su lugar continuaron estimulando la economía, tanto con tasas de interés del 0% como con la compra mensual continua de bonos», agrega.

En 1994, la Reserva Federal estaba elevando las tasas de interés a niveles mucho más altos que el cambio anual en los precios al consumidor, señala Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA Research. «Esta vez, la inflación está [aumentando a un ritmo] significativamente más rápido que las tasas de interés, por lo que es una situación totalmente diferente en la que la Fed tiene que actuar de manera mucho más agresiva».

A pesar de la gran cantidad de factores negativos que pesan sobre los mercados hoy en día, uno de los aspectos positivos es que la economía se mantiene bastante sólida, dice Charles Lemonides, fundador y director de inversiones de ValueWorks. «El mayor inconveniente es que las condiciones son tan buenas que la Fed tiene que empeorarlas enfriando la economía, por lo que puede ser una posición de fortaleza similar a la de 1994».

Sube el Costo del Dinero Para Frenar Inflación

El alza de medio punto porcentual fue la más elevada desde mayo del 2000. Y se anticipan varias más, lo que tendrá un impacto en lo que pagamos por nuestras deudas de tarjetas de crédito y los préstamos hipotecarios. ¿Estamos ante un posible frenazo o una recesión? Lo analizamos.

La Reserva Federal subió este miércoles su tasa clave de interés en medio punto porcentual, el alza más pronunciada desde el 2000 en medio de la lucha del banco central estadounidense contra la acelerada inflación.

Su decisión es súper importante para nosotros en este momento, porque sentiremos próximamente esa subida en nuestros bolsillos.

Por un lado, nos costará más endeudarnos con tarjetas de crédito y comprar una casa con un préstamo hipotecario (cuyas tasas se han disparado en algunos casos a máximos de una década). Por otro, lo que está haciendo la Reserva Federal con su tasa clave de interés y cuán exitosa sea en ello determinará si vemos finalmente un alivio en la inflación.

Los precios al consumidor llevan meses en un máximo de 40 años y, aunque ha habido algunas señales de que su escalada habría alcanzado ya su punto más alto, son un dolor de cabeza para la Reserva Federal.

A tal punto que el escenario más probable estima alzas que llevarán la tasa de referencia a casi 3% el próximo año —un largo recorrido desde el nivel cercano a cero durante la pandemia— y eso ha hecho que algunos economistas adviertan una recesión económica para ese entonces.

Por ahora, el gasto de los consumidores y las contrataciones de las empresas siguen en niveles sólidos. Eso aleja la probabilidad de una recesión en el corto plazo, pero a la misma vez genera preocupación porque son dos variables que alimentan la inflación. Y si la inflación no cede, más tendrá que subir la Reserva Federal su tasa de interés para controlarla.

Por eso expertos recomiendan que prepares tus finanzas y conozcas bien cómo esto repercute en tu bolsillo.

REVISA TUS TARJETAS DE CRÉDITO

El costo de endeudarse con una tarjeta de crédito es uno de los que más rápido suele moverse en línea con las decisiones de la Fed.

Las empresas que dan servicios de tarjetas de crédito suelen cobrarnos lo que se conoce como el ‘prime rate’ (que es una tasa ligada a la tasa referencial de la Fed) y un porcentaje adicional que ellas mismas determinan.

Ese porcentaje adicional lo deciden tomando en cuenta la puntuación crediticia de la persona. Un puntaje alto suele ser interpretado como una señal de confianza, mientras que uno bajo habitualmente es visto como una señal de alerta de que el cliente puede fallar en sus pagos.

Hacia la última semana de abril, el porcentaje promedio anual que se cobra en las tarjetas de crédito, o el APR por su sigla en inglés, se ubicaba en un 16.4 por ciento, según datos de Bankrate.

Expertos estiman que esa tasa se acercará al 17 por ciento con las subidas de la tasa referencial de la Fed, aunque para algunas personas con un puntaje crediticio bajo esa tasa podría elevarse a más del 20 por ciento.

También recomiendan que evalúes si te conviene transferir algún balance de tu tarjeta de crédito a otra que ofrezca un porcentaje de 0 por ciento por varios meses y que trabajes, si es necesario, en mejorar tu puntaje crediticio para que puedas acceder a tasas en las que debas poner menos dinero de tu bolsillo para saldar tu deuda.

EVALÚA CUÁNTO TE COSTARÁ UN PRÉSTAMO HIPOTECARIO

En estos préstamos se dan dos escenarios. Quienes tienen una hipoteca a tasa variable (que se mueve cada mes dependiendo del comportamiento de ese mercado) pueden verse afectados por tasas más altas cuando la Fed arranque su período de alza de tasas.

Para quienes tienen una hipoteca a tasa fija la situación es diferente, porque su tasa ya fue pactada con el banco o institución que le dio el crédito hasta que lo salde por completo.

Las tasas de los préstamos hipotecarias, a diferencia de las de las tarjetas de crédito, no suelen moverse al unísono con la tasa referencial de la Fed.

Para las hipotecas de tasa fija los bancos habitualmente toman en cuenta lo que sucede con unos bonos específicos del Tesoro: la deuda que emite Estados Unidos para repagar en 10 años. Se le conoce como los bonos del Tesoro a 10 años.

Las tasas de las hipotecas fijas a 30 años, por ejemplo, han estado subiendo en las últimas semanas y alcanzaron su mayor nivel en más de una década.

De acuerdo con la hipotecaria Freddie Mac, la tasa porcentual anual (APR por su sigla en inglés) de una hipoteca fija a 30 años subió a un promedio de 5.1 por ciento a fines de abril. La de una hipoteca fija a 15 años se elevó a 4.4 por ciento.