Veto al Aborto Sigue Vivo en Texas

Casi un mes después de que el Tribunal Supremo estadounidense dejara en vigor el polémico veto de Texas, que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, un panel de la corte de apelaciones del Quinto Circuito volvió a pronunciarse sobre la medida.

Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos emitió este lunes un fallo que, en la práctica, promete provocar que el veto casi total al aborto en Texas, que no contiene excepciones para los casos de incesto o violación, siga en vigor durante meses.

Casi un mes después de que el Tribunal Supremo estadounidense dejara en vigor el polémico veto de Texas, que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, un panel de la corte de apelaciones del Quinto Circuito volvió a pronunciarse sobre la medida.

Dos de los tres jueces de ese panel decidieron enviar el caso a la Corte Suprema de Texas para que ésta interprete la constitucionalidad del veto, un fallo que implica que la legislación, que entró en efecto el pasado septiembre, seguirá en vigor indefinidamente, al menos mientras continúe el proceso en las cortes.

“La Corte Suprema de Texas debe interpretar las cuestiones por resolver en la ley estatal”, escribió la jueza Edith Jones, de tendencia conservadora, en su decisión sobre el caso.

El tribunal rechazó así la petición de las clínicas que practican abortos en Texas, que este mes pidieron a la corte que devolviera el caso a una corte federal inferior que ya bloqueó temporalmente el veto en octubre.

En diciembre, el Tribunal Supremo estadounidense mantuvo en vigor la polémica ley y dejó casi sin opciones a las clínicas que practican abortos en el estado, a las que solo permitió demandar a las juntas que otorgan licencias médicas, pero no a funcionarios estatales o judiciales.

La ley de Texas permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar en caso de que crean que están infringiendo la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares a cada demandante por juicio ganado.

Ese peculiar sistema ha permitido que las autoridades de Texas eludan la responsabilidad por la aplicación de la ley, porque el peso de la implementación recae en ciudadanos particulares y no en los líderes conservadores que impulsaron el veto.

El Tribunal Supremo tiene previsto decidir a mediados de este año sobre otra ley de Misisipi que impediría el aborto a partir de las 15 semanas en ese estado, en un caso que podría suponer el fin del precedente legal marcado por esa misma corte en 1973, conocido como “Roe versus Wade”.

La decisión de 1973 obligó a todos los estados de EE.UU. a garantizar el derecho al aborto por cualquier motivo hasta el momento de “viabilidad” del feto fuera del vientre materno, en torno a las 23 o 24 semanas de embarazo.

En la última década, sin embargo, numerosos estados conservadores han aprobado normas que violan abiertamente los parámetros de “Roe versus Wade”, con el objetivo expreso de conseguir que el Supremo revise y derogue esa decisión.

Si el Supremo deroga “Roe versus Wade”, cada territorio de EE.UU. sería libre de prohibir o permitir el aborto a su antojo, y se espera que, en ese caso, más de la mitad de los estados del país tomen medidas para vetarlo.

Corte Suprema Piensa Seguir Restringiendo el Aborto

La mayoría conservadora de la Corte Suprema parecía inclinada a ratificar la ley de Mississippi que prohíbe el aborto pasadas las 15 semanas de embarazo, y a ir mucho más allá para revocar el derecho al aborto que rige en el país desde hace casi medio siglo.

La suerte del histórico fallo de 1973 en el caso Roe vs. Wade que legalizó el aborto en todo Estados Unidos y el de 1992 en Planned Parenthood vs. Casey, que lo ratificó, probablemente no se conocerá antes de junio.

Pero después de casi dos horas de argumentos, los seis jueces conservadores, tres de ellos designados por el expresidente Donald Trump, indicaron que ratificarían la ley de Mississippi.

Como mínimo, semejante fallo debilitaría los precedentes de los casos Roe y Casey, que permiten a los estados regular pero no prohibir el aborto antes de las 24 semanas de embarazo, cuando el feto se vuelve viable.

Y existe bastante apoyo entre los magistrados conservadores para derogar totalmente los fallos de Roe y Casey.

El juez Brett Kavanaugh, designado por Trump, preguntó si no le convendría a la corte eximirse del debate y dejar que decidan los estados.

“¿Por qué debería arbitrar la corte?”, preguntó Kavanaugh. “Habrá distinto acceso en Mississippi y Nueva York, Alabama y California”.

El aborto se volvería ilegal o sujeto a severas restricciones en la mitad de los estados si se derogaran Roe y Casey, según el Instituto Guttmacher, un centro de investigaciones que apoya el derecho al aborto.

Las legislaturas de varios estados gobernados por republicanos se aprestan a actuar de acuerdo con el fallo de la corte.

Los tres jueces liberales dijeron que la derogación de Roe y Casey afectaría gravemente la legitimidad de la corte.

“¿Sobrevivirá esta institución al hedor que esto crea en la percepción pública de que la Constitución y su interpretación son meros actos políticos?”, preguntó la jueza Sonia Sotomayor.

La jueza Elena Kagan dijo que la decisión de abortar es “parte intrínseca del lugar que ocupan las mujeres en este país”.

Juez Federal Bloquea Nueva Ley del Aborto Texana

La decisión del juez se produce semanas después de que el Departamento de Justicia pidiera una actuación más enérgica con respecto a la legislación. El gobierno texano ha anunciado que apelará el fallo.

Un juez federal decidió suspender temporalmente la polémica ley de aborto en Texas, que establece un plazo de seis semanas como límite para realizar un aborto, y que desde septiembre ha prohibido la mayoría de las interrupciones del embarazo en el segundo estado más poblado del país.

La orden del juez Robert Pitman supone el primer revés legal a la ley conocida como Propuesta 8 del Senado, que hasta ahora había resistido una oleada de impugnaciones. Se produce semanas después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le pidiera que actuara de una forma más enérgica.

No obstante, un par de horas después del anuncio, el gobierno de Texas apeló la orden del juez. Texas Right to Life, una organización contra el aborto, dijo al Texas Tribune que consideraría entablar demandas contra proveedores o médicos que realizan abortos prohibidos por la ley SB 8, en caso de que la orden de Pitman diera marcha atrás.

«Cualquier aborto que se cometa después del 1 de septiembre de 2021, hay un estatuto de limitaciones de cuatro años que alguien puede demandar retroactivamente por esos abortos, así que estaremos atentos», explicó Kim Schwartz, directora de comunicación y medios de la organización.

Pese a las advertencias, la decisión tomada por el juez Pitman supone una victoria para los defensores del derecho al aborto legal, que habían visto que otros intentos de bloquear la ley habían sido obstaculizados. Sin embargo, puede tratarse de solo una victoria temporal.

Pero incluso con la ley suspendida, los servicios de aborto en la entidad podrían no reanudarse de inmediato debido a que los doctores aún temen que puedan enfrentar demandas ante la falta de una decisión legal más permanente.

En una audiencia el viernes, un abogado de la oficina del fiscal general de Texas dejó en claro que el estado apelaría tal orden ante la Corte de Apelaciones si se concedía. Ese tribunal de apelaciones, quizás el más conservador del país, rechazó anteriormente una solicitud de las clínicas de bloquear la ley, al igual que la Corte Suprema de Estados Unidos.

En una presentación judicial reciente, una organización que administra varias clínicas en el estado dijo que reanudaría la práctica de abortos después de seis semanas si el juez emitía una orden que bloqueara la ley.

La decisión de Pitman, explicada en un documento de 113 páginas de acuerdo con la agencia AP, señala que los legisladores republicanos habían ideado «un esquema sin precedentes» para negar a las pacientes su derecho constitucional al aborto.

«Desde el momento en que entró en vigor la SB 8 [la ley en cuestión], se ha impedido ilegalmente a las mujeres ejercer control sobre sus vidas de formas protegidas por la Constitución», escribió Pitman.

«Que otros tribunales puedan encontrar una manera de evitar esta conclusión es su decisión; este Tribunal no sancionará un día más de esta ofensiva privación de tan importante derecho ”, añadió.

La Casa Blanca celebró el fallo como un «paso adelante importante hacia la restauración de los derechos constitucionales de las mujeres en el estado de Texas».

Pero el derecho al aborto sigue bajo ataque ahí y en otros estados, dijo la portavoz Jen Psaki, por lo que el presidente Joe Biden «apoya los esfuerzos para inscribir la jurisprudencia de Roe v. Wade en leyes y «seguirá del lado de mujeres en todo el país para proteger sus derechos constitucionales».

¿Qué prohíbe la ley?

La ley, firmada por el gobernador republicano Greg Abbott en mayo, prohíbe los abortos una vez que se detecta la actividad cardiaca, que suele ser alrededor de seis semanas, antes de que algunas mujeres sepan que están embarazadas.

Para hacer cumplir la ley, Texas permite a ciudadanos presentar demandas contra los infractores, y les ha dado derecho a hasta 10,000 dólares en daños de tener éxito.

La demanda de apelación, a la que respondió el juez Pitman este jueves, fue presentada por la administración Biden, que ha dicho que las restricciones se promulgaron desafiando la Constitución de los Estados Unidos.

La administración Biden argumentó que Texas ha lanzado un ataque al derecho constitucional de la mujer al aborto bajo las restricciones diseñadas por el Partido Republicano, que entraron en vigencia el 1 de septiembre.

Algunos proveedores han dicho que las clínicas de Texas ahora están en peligro de cerrar, mientras que los estados vecinos luchan por mantenerse al día con el aumento de pacientes que deben conducir cientos de millas. Otras mujeres, dicen, se ven obligadas a llevar embarazos a término.

Otros estados, principalmente en el sur, han aprobado leyes similares que prohíben el aborto en las primeras semanas del embarazo, todas las cuales han sido bloqueadas por jueces. Pero la legislación de Texas ha superado, hasta ahora a los tribunales, porque permite la posibilidad a ciudadanos privados a demandar y no a los fiscales lo que, según los críticos de la ley, equivale a una suerte de recompensa.

Departamento de Justicia en Contra de Nueva Ley del Aborto Texana

Se trata del primer intento concreto del gobierno federal por contrarrestar la nueva ley del aborto de Texas, la más restrictiva que se ha aprobado en EEUU desde la despenalización del aborto en 1973.

El gobierno federal, como prometió el presidente Joe Biden, está explorando vías para contrarrestar la nueva ley del aborto en Texas, que lo prohíbe después de seis semanas de embarazo sin excepciones en caso de violación o incesto.

La primera propuesta concreta la ha anunciado este lunes el fiscal general, Merrick Garland, al explicar que el Departamento de Justicia «protegerá a aquellos que buscan obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva» bajo una ley de 1994, la Freedom of Access to Clinic Entrances Act (Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas, FACE).

Los fiscales del estado están explorando opciones para impugnar la ley de aborto de Texas, después de que la Corte Suprema, de mayoría conservadora, decidiera no bloquearla.

El Departamento de Justicia, mientras tanto, hará cumplir la ley FACE para «proteger los derechos constitucionales de las mujeres y otras personas, incluido el acceso al aborto», según indicó Garland en un comunicado.

La ley FACE, aprobada en 1994 y firmada por el entonces presidente demócrata Bill Clinton, prohíbe obstruir físicamente el paso e intimidar a una persona que busque acceder a servicios de salud reproductiva. Asimismo, prohíbe los daños a la propiedad de las clínicas donde se practican abortos y otros centros de salud reproductiva.

La característica que distingue sobre todo la ley del aborto de Texas de otras similares que han bloqueado los tribunales en otros estados es que deja en manos de los ciudadanos particulares el demandar a los centros donde se practiquen abortos y a «quien ayude a alguien a tener un aborto» pasado el plazo de las seis semanas.

«El departamento proporcionará apoyo de las fuerzas de seguridad cuando una clínica de abortos o un centro de salud reproductiva esté bajo ataque», indicó Garland.

Y añadió: » No toleraremos la violencia contra aquellos que busquen obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva, ni la obstrucción física ni el daño a la propiedad en violación de la ley FACE».

La ley más restrictiva en medio siglo

La nueva ley del aborto en Texas, la ley SB8 , es la más limitante desde la histórica decisión de la Corte Suprema de 1973, Roe v. Wade, que despenalizó el aborto en Estados Unidos.

Esta norma prohíbe el aborto después de las 6 semanas, cuando muchas mujeres todavía no saben que están embarazadas. Aunque han proliferado leyes de este tipo en estados conservadores, ninguna ha llegado tan lejos como esta.

Además, no incluye excepciones que incluso países muy restrictivos con el aborto suelen contemplar, como la violación o el incesto. La única que reconoce es la emergencia médica.

A diferencia de otras leyes similares en otros estados, no establece sanciones penales por incumplirla, sino que permite a ciudadanos ajenos completamente al caso demandar a cualquier clínica donde se practiquen abortos o a cualquiera «que ayude a alguien» a tener un aborto.

Los detractores de la norma alertan de que de esa manera se puede agotar en tiempo y dinero a las clínicas, y como consecuencia se vean obligadas a cerrar.

Texas Aprueba Controversia Ley Anti Aborto

La nueva ley puede obligar a las mujeres a viajar cientos de millas para ejercer este derecho legal. Activistas confían en que la Corte Suprema intervenga: “Esta ley inconstitucional es un ataque a gran escala contra las pacientes”.

Algunas clínicas de aborto de Texas ya estaban rechazando pacientes incluso antes de que la nueva y dura ley del estado que restringe el derecho al aborto entrara en vigor a medianoche.

Desde mediados de agosto, los 11 centros de salud de Planned Parenthood en Texas que prestan servicios de aborto han dejado de programar visitas para después del 1 de septiembre para gestantes con más de seis semanas de embarazo. La decisión de Planned Parenthood se debe a la ley conocida como S.B. 8, que prohíbe los abortos en Texas cuando se cumple ese plazo durante el embarazo.

La gran mayoría de las personas que abortan en Texas tienen al menos seis semanas de embarazo. Como resultado, la ley prohibiría casi todos los abortos en el estado, según Planned Parenthood y Whole Woman’s Health.

Pero a diferencia de las leyes antiaborto de otros estados, la prohibición de Texas impide a los funcionarios estatales hacerla cumplir y, en cambio, permite a los individuos demandar a una clínica de abortos o a cualquiera que haya ayudado a alguien a abortar después del límite y exigir hasta 10,000 dólares por acusado.

«A partir del miércoles, 7 millones de mujeres de Texas en edad reproductiva perderán el acceso al aborto después de las seis semanas de embarazo, obligándolas a viajar cientos de kilómetros fuera del estado si desean abortar, y si es que pueden permitírselo», explicó Alexis McGill Johnson, presidenta y directora general de Planned Parenthood Federation of America.

«Esta ley inconstitucional es un ataque a gran escala contra las pacientes, sus proveedores de atención médica y sus sistemas de apoyo», añadió.

Las cuatro clínicas de Whole Woman’s Health en Texas también cumplirán la ley y prohibirán el aborto a las siete semanas o menos en función de los resultados de la ecografía y si se detecta actividad cardíaca, según adelantó el diario 19thnews. Amy Hagstrom Miller, presidenta y consejera delegada de Whole Woman’s Health y Whole Woman’s Health Alliance, dijo que es «increíble» que la ley haya sido aprobada y esté lista para entrar en vigor.

«Los tejanos, como todo el mundo en este país, deberían poder contar con una atención médica segura para abortar en su propio estado. Nadie debería verse obligado a conducir cientos de kilómetros o a continuar con un embarazo en contra de su voluntad, pero eso es lo que ocurrirá a menos que el Tribunal Supremo intervenga», afirmó Hagstrom Miller.

Un grupo de activistas y por el derecho al aborto y clínicas, entre los que se encuentran Planned Parenthood y el Centro de Derechos Reproductivos, presentó el lunes una solicitud de urgencia ante el Tribunal Supremo para que bloqueen la ley. El Tribunal Supremo todavía no se ha pronunciado sobre el caso.

«El pueblo estadounidense está deseando humanizar nuestras extremas y anticuadas leyes sobre el aborto», lamentó Marjorie Dannenfelser, la presidenta del grupo antiabortista Susan B. Anthony List, en un comunicado. «Estamos con Texas y esperamos que, pronto, el Tribunal Supremo libere a todos los estados para proteger a los más vulnerables».

Si se cierra la mayor parte o la totalidad de los servicios de aborto en Texas, la distancia media en coche de ida a una clínica se multiplicaría por 20, de 12 a 248 millas (de 19 a 400 kilómetros) según el Instituto Guttmacher, una organización de investigación que estudia los derechos de salud reproductiva.

En abril de 2020, Texas había prohibido temporalmente la atención al aborto en medio de la pandemia de coronavirus para ayudar a preservar el espacio hospitalario y el equipo de protección personal para los pacientes de COVID-19.

Durante ese tiempo, Planned Parenthood of the Rocky Mountains -que incluye clínicas en Colorado, Nuevo México y Las Vegas- informó de que el número de pacientes procedentes de Texas se había multiplicado por 12. Planned Parenthood of the Rocky Mountains espera una gran afluencia de pacientes si se aplica la nueva ley.

Sin embargo, los activistas del derecho al aborto advierten que muchas mujeres no podrán cruzar las fronteras estatales para interrumpir su embarazo, ya que, por ejemplo, no todas tiene acceso a un coche o tiempo libre suficiente tras el trabajo.

El Proyecto de Evaluación de Políticas de Texas de la Universidad de Texas en Austin estimó que, si la ley entra en vigor, alrededor del 80% de las tejanas que quieren abortar no podrán hacerloen el estado y el 46% de las tejanas quieren interrumpir su embarazo podrían verse obligadas a tener a dar a luz.

La prohibición también «dará impulso a otros estados conservadores para que aprueben leyes idénticas», señaló Elizabeth Nash, analista de políticas estatales del Instituto Guttmacher.

«Hay unos 20 estados que ya han promulgado prohibiciones integrales o tempranas del aborto, y esos estados utilizarán Texas como hoja de ruta para prohibirlo si pueden», señaló Nash.

Alabama a Punto de Prohibir Totalmente el Aborto

+ La ley desafía la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos de 1973 que otorgó a las mujeres el derecho a la interrupción del embarazo

El Senado del Estado de Alabama desafía la sentencia del Tribunal Supremo que otorga a las mujeres el derecho al aborto al aprobar una ley que prohíbe casi cualquier interrupción voluntaria del embarazo y criminaliza a los médicos que lo practiquen para quienes se establecen condenas que pueden alcanzar los 100 años de cárcel.

Por siete votos a favor y dos en contra, la Comisión de Asuntos Judiciales del Senado estatal ha aprobado el martes por la noche la iniciativa que tipifica como delito grave la práctica del aborto. La propuesta, que ahora debe ser firmada por la gobernadora, no acepta como excepciones la violación ni el incesto y solo permite el aborto en caso de que corra peligro la vida de la madre, lo que convierte la ley en la más estricta de todo Estados Unidos.

El objetivo declarado de los promotores del texto es llegar a la máxima Corte para convencer a sus miembros de que se replanteen la decisión histórica de 1973, conocida por el nombre de quienes planteaban la demanda, Roe versus Wade, que reconoció el derecho de las mujeres al aborto. Los ultraconservadores se lanzan ahora a este asalto contra el aborto debido a la nueva composición del Supremo, donde los jueces progresistas son minoría desde la llegada de dos magistrados elegidos por el presidente republicano Donald Trump. Según un informe del Instituto Guttmacher, que defiende los derechos de las mujeres, tan solo en este año, 28 Estados han introducido más de 300 nuevas leyes para limitar el aborto.

“Esta ley está a punto de desafiar Roe versus Wade y proteger la vida de los no nacidos, porque un niño que no ha nacido es una persona que merece amor y protección”, ha declarado tras acabar la votación en el Senado Terri Collins, la legisladora republicana promotora de esta ley. En 1973, el Tribunal Supremo estableció que el acceso a un aborto legal y seguro era un derecho constitucional protegido por la 14 enmienda de la carta magna. Según aquella sentencia, el derecho a interrumpir el embarazo podía extenderse durante todo el embarazo. El Supremo no establecía plazos. Cada Estado es quien regula los términos, que normalmente son en el primer trimestre de embarazo.

Dieciséis Estados han aprobado o están a punto de legislar contra la práctica del aborto desde el momento en que un facultativo pueda detectar lo que denominan “latido fetal en el vientre materno”, lo que suele suceder sobre la sexta semana de gestación, cuando muchas mujeres todavía no son conscientes de que están embarazadas. Georgia ha sido el último Estado en aprobar una ley semejante.

Sin embargo y hasta el momento, ningún Estado ha logrado aún poner en práctica la llamada ley del latido del corazón del feto. El pasado mes de enero, un juez de Iowa derribó una ley similar en ese Estado declarándola inconstitucional. El Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha inhibido a la hora de pronunciarse sobre legislaciones parecidas después de que instancias inferiores bloquearan leyes como la de Georgia en Dakota del Norte y Arkansas.