Vienen 900,000 Dosis de Vacunas Contra el COVID

Contienen una actualización que combate con mayor efectividad las nuevas cepas de Omicron

A partir de la próxima semana unas 900,000 dosis de los refuerzos actualizados de la vacuna contra el COVID-19 estarán disponibles en Texas.

502,000 dosis de la vacuna de Pfizer y unas 192,800 de Moderna estarán en posesión de proveedores médicos en el estado.

Cerca de otras 200,000 dosis serán entregadas a farmacias como Walgreens, CVS, Walmart, HEB, Costco y Sam´s Club, entre otras.

Las vacunas actualizadas combaten con mayor eficacia las nuevas variantes del virus que han evolucionado en los últimos meses.

La vacuna de Pfizer se podrá aplicar a los mayores de 12 años, mientras que la de Moderna a quienes tengan más de 18 años.

Las personas interesadas en recibir este refuerzo deberán tener, al menos dos dosis de la vacuna e, incluso, aplica para quienes ya se han puesto dosis adicionales previas. Si quieres ver la disponibilidad de las vacunas en cualquier parte del estado puedes hacer clic aquí.

Tercera Vacuna Será Necesaria

Los CDC, la FDA y otros expertos médicos consideran que la eficacia de la inmunización se diluye con el paso del tiempo y recomiendan recibir una inyección adicional a los ocho meses de haber recibido la segunda dosis de Pfizer o Moderna.

Las autoridades sanitarias federales han concluido que “será necesaria una dosis de refuerzo” de la vacuna contra el coronavirus “para maximizar la protección y prolongar su eficacia”, según anunciaron este miércoles en un comunicado conjunto de los Centros Nacionales para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC); la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA); el cirujano general, Vivek Murthy; los Instituciones Nacionales de Salud (NIH); y Anthony Fauci, principal asesor de la Casa Blanca para la lucha contra la pandemia, entre otros expertos y responsables federales.

La dosis comenzará a administrarse a partir de finales de septiembre en todos los adultos completamente vacunados desde hace 8 meses, aunque priorizando a las personas vulnerables que, de hecho, fueron las primeras en ser inmunizadas.

“Las vacunas autorizadas en Estados Unidos siguen siendo notablemente eficaces”, pero «estamos viendo indicios preocupantes de una ralentización de la protección con el paso del tiempo», aseguró la directora de los CDC, Rochelle Walensky, durante una rueda de prensa de la Casa Blanca.

A pesar de ello, «la eficacia contra una enfermedad grave, una hospitalización y la muerte se mantiene relativamente alta», destacó.

Un punto clave en la decisión del Gobierno de recomendar una dosis de refuerzo es la presencia de la variante delta, la cepa dominante en Estados Unidos, mucho más transmisible que el coronavirus original, que ha aumentado exponencialmente los contagios en el país, incluso entre personas completamente vacunadas.

Eso ha llevado a concluir que «se necesita un mayor número de anticuerpos contra la variante delta», explicó Fauci en la sesión informativa del Gobierno.

«Los estudios han demostrado que una tercera dosis de ARN», la tecnología que usan las farmacéuticas Pfizer y Moderna, «incrementa el nivel de anticuerpos al menos 10 veces», aseguró el especialista.

El plan del Gobierno, no obstante, está sujeto a una investigación independiente de la FDA sobre el recordatorio que proveerán Pfizer y Moderna.

Así, todos los ciudadanos en Estados Unidos que lo deseen (y tengan ya las dosis iniciales requeridas, claro) podrán empezar a vacunarse a partir de la semana del 20 de septiembre una vez se cumplan los 8 meses transcurridos desde haber completado su vacunación inicial.

Las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson (que se administra con una sola dosis, frente a las dos de Pfizer y Moderna) probablemente también requerirán una dosis adicional, pero dado que esta vacunación no se inició hasta marzo de 2021 en Estados Unidos, todavía no es necesario, consideran, administrar un refuerzo; en cualquier caso, añaden, recibirán información adicional de la farmacéutica en los próximos días para tomar una decisión al respecto.

«También queremos hacer hincapié en la urgencia actual de vacunar a los no vacunados en Estados Unidos y en todo el mundo», subrayaron las autoridades sanitarias.

«Casi todos los casos de enfermedad grave, hospitalización y muerte siguen produciéndose entre quienes aún no están vacunados en absoluto. Seguiremos intensificando los esfuerzos para aumentar la vacunación aquí en casa y para garantizar que la gente tenga información precisa sobre las vacunas de fuentes fiables. También seguiremos ampliando nuestros esfuerzos para aumentar el suministro de vacunas para otros países, aprovechando los más de 600 millones de dosis que ya nos hemos comprometido a donar a nivel mundial», aseguraron.

Países se Preparan Para Aplicar Tercera Dosis de Vacunas

«Estamos preparados para las dosis de refuerzo siempre y cuando la ciencia demuestre que son necesarias», dicen las autoridades federales. Pero Israel ya comenzó a usarlas con los pacientes más vulnerables.

La farmacéutica Pfizer tiene previsto reunirse este lunes con funcionarios federales de salud para debatir si es necesario administrar una tercera dosis de refuerzo de su vacuna contra el COVID-19 en los próximos meses debido al avance de la variante delta y al incremento de contagios.

A la reunión, adelantada por el diario The Washington Post, asistirán miembros de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés); los Institutos Nacionales de Salud; y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Pfizer explicó la semana pasada sus planes para solicitar la autorización para uso de emergencia de una tercera dosis de su fórmula, alegando que podría impulsar la inmunidad si se administra en el plazo de un año.

Sin embargo, pocas horas después la FDA y los CDC emitieron un comunicado conjunto afirmando que aún no hay pruebas que sugieran la necesidad de reforzar los niveles de anticuerpos creados por la vacunación.

Las agencias «están inmersas en un proceso riguroso y con base científica para considerar si es necesario un refuerzo o cuándo», precisaba el comunicado. «Estamos preparados para [aprobar] las dosis de refuerzo siempre y cuando la ciencia demuestre que son necesarias», subrayaron.

La FDA y los CDC señalaron que su análisis podría incluir datos de las compañías farmacéuticas, «pero no se basa exclusivamente en esos datos».

Israel -uno de los países con mayor población vacunada- comenzó este lunes a administrar una tercera dosis de la vacuna de Pfizer a los adultos gravemente inmunodeprimidos, según informó The Washington Post.

Los expertos sanitarios consideran que esa decisión podría suponer la primera fase de un experimento para determinar si proporcionar vacunas de refuerzo a las personas mayores y a las más vulnerables.

Los estudios existentes señalan que las dos dosis de la vacuna de Pfizer ofrecen una buena protección contra la variante delta, altamente transmisible, sobre todo a la hora de reducir el riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19 y, por tanto, las hospitalizaciones.

Pero el doctor Mikael Dolsten, de Pfizer, contó a la agencia The Associated Press la semana pasada que los primeros datos de la investigación realizada por la farmacéutica indican que los niveles de anticuerpos de las personas se multiplican por cinco o por diez después de la tercera dosis, en comparación con la segunda dosis.

No corresponde a Pfizer, sino a la FDA, decidir si es necesaria una tercera dosis, mientras que son los CDC quienes determinarán quién debe recibirla.

Las reuniones y la comunicación continua de fabricantes de medicamentos y la FDA, así como con otros funcionarios sanitarios, no son inusuales.

Este tipo de reuniones informativas suelen celebrarse para poner al día a los funcionarios sobre los últimos datos, especialmente durante las emergencias sanitarias como una pandemia.

«El funcionamiento es normal. Pero estos no son tiempos normales y se han celebrado todo tipo de reuniones adicionales para que las cosas se revisen más rápidamente y superar esta emergencia», dijo John Grabenstein, exdirector ejecutivo de asuntos médicos para vacunas en Merck y exinmunólogo del Departamento de Defensa.

El doctor Anthony Fauci, principal asesor sobre enfermedades infecciosas del Gobierno, explicó el domingo en la cadena CNN que los estudios clínicos y los datos de laboratorio aún no han demostrado plenamente la necesidad de un refuerzo de los regímenes actuales de dos inyecciones de Pfizer y Moderna o de la vacuna de una sola inyección de Johnson & Johnson.

«En este momento, teniendo en cuenta los datos y la información de que disponemos, no es necesario administrar una tercera vacuna», subrayó, pero “eso no significa que nos detengamos ahí. Hay estudios en curso, mientras hablamos, sobre la viabilidad de si debemos reforzar a la gente y cuándo».

Casi la mitad de la población ha sido vacunada totalmente contra el COVID-19, pero cerca del 35% no ha recibido ninguna dosis, según los CDC. El resto ha recibido sólo una dosis, lo que se considera insuficiente para hacer frente a la variante delta.