Más de 19 Muertos e Inundaciones Saldo de Florence

Ríos a punto de desbordarse y ciudades cercadas. El número de víctimas causadas por Florence en la costa sureste de EE.UU sigue en aumento y ya son 19, aunque las autoridades temen que la cifra crezca debido a la insistente lluvia que está cerca de desbordar varios caudalosos ríos de la región.

El rápido aumento de las aguas ha llevado a que ciudades como Wilmington y Lumberton, ambas en Carolina del Norte, se encuentren prácticamente cercadas después de que las carreteras que llegan a ellas hayan tenido que ser cerradas.

Hasta el momento, autoridades locales, apoyados por la Guardia Costera y de militares de la Guardia Nacional, han rescatado ya a más de 900 personas en Las Carolinas.

También crece la cifra de fallecidos y son ya al menos quince personas, informaron hoy las autoridades, que indicaron que la última víctima es una persona que viajaba en una camioneta que se salió de la vía en una carretera en Carolina del Sur.

Mientras Florence se disipa en su camino hacia el noroeste, la ahora depresión tropical sigue dejando una pertinaz lluvia en la región, especialmente en la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur.

Estas previsiones hacen temer lo peor sobre el ya crecido caudal de los ríos de la región, varios de los cuales se anticipa que se puedan desbordar.

La atención está puesta en el nivel de las aguas de los ríos Cape Fear, Pee Dee, Lumber, Little River y Waccamaw, que siguen recibiendo ingentes cantidades de aguas que invaden todo lo que encuentran a su paso, ya sean campos de cultivo, carreteras o casas.

Por este motivo, las autoridades insisten en que la gente permanezca a salvo y no se circule por las carreteras, y que los que evacuaron a inicios de semana retrasen su retorno hasta que les indiquen que pueden hacerlo a salvo.

Un buen ejemplo de ello es el mexicano Carlos Rodríguez y un grupo de compañeros de trabajo que adelantaron su viaje de regreso a casa desde el estado de Georgia, a donde habían evacuado, pero se encontraron cerradas todas las carreteras que intentaron para llegar a Wilson, en Carolina del Norte.

“No vemos la manera de seguir. Todas las carreteras por las que hemos intentado llegar a casa están cortadas”, dijo a Efe este trabajador de campos de tabaco que no descarta la posibilidad de rendirse y esperar a que bajen las aguas para intentarlo de nuevo.

Para ello debe intentar cruzar los alrededores de Lumberton, ciudad que se ha visto inundada por la crecida del río Lumber y que está prácticamente cercada, según pudo comprobar Efe.

Y las carreteras cortadas significan casi necesariamente autos que intentan cruzar las balsas de agua y alguno de ellos no lo consigue.

A primera hora de la mañana y después de rescatar con una lancha a un joven que se había quedado atrapado en su vehículo, Robbie McDaniels, presidente del Escuadrón de Rescate de la ciudad de Latta, en Carolina del Sur, explicaba que iba a ser una dura jornada.

“Es la primera persona que rescatamos hoy, pero te aseguro que serán muchas más. Casi todas las carreteras de la zona están cortadas”, aseguró.

Pero estas vías no solo son pequeñas carreteras locales o comarcales, sino que la I-95, que recorre la costa este del país desde Miami hasta Canadá, y la I-40 están cortadas en varios tramos, dejando a los cerca de 120,000 habitantes de Wilmington atrapados y sin poder recibir ayuda por carretera.

La parte sur de la mayor ciudad del estado, Charlotte, con unos 750,000 residentes, está también bajo alerta de inundaciones repentinas por parte del Servicio Nacional de Meteorología.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, señaló en rueda de prensa que la parte oriental del estado registra “significativos daños” debido a las lluvias y cerca de 700,000 personas están sin electricidad.

El máximo dirigente de Carolina del Sur, Henry McMaster, dijo hoy que siguen con atención el cauce de los ríos del estado norteño que navegan hasta su región y pidió a los residentes en zonas bajas que abandonen sus casas hasta nueva orden.

Por su parte, el presidente Donald Trump, que se espera que pueda viajar a la región a lo largo de la próxima semana, expresó el “respaldo total” del Gobierno federal a la región y los equipos de rescate

Huracán Florence Trae Olas de 25 Metros (83 Pies)

El Centro Nacional de Huaracanes (CNH) reportó que el poderoso huracán Florence está produciendo olas de hasta 25 metros de alto en mar abierto; se espera que toque tierra en algún momento de este fin de semana en las Carolinas, Estados Unidos.

Este fue el mensaje posteado en Twitter: “Una ola de 83 pies (más de 25 metros) de alto fueron registradas temprano esta mañana en el cuadrante noreste del huracán Florence”. “Estas enormes olas son producidas al ser atrapadas entre los muy fuertes vientos que se mueven en la misma dirección del movimiento de la tormenta”. Se espera que siga perdiendo fuerza antes de impactar la costa este de los Estados Unidos.

Aunque llegó a ser de categoría 4 este lunes, en el transcurso de la noche pasó a ser categoría 3 con vientos sostenidos de hasta 201 kilómetros por hora. Cinco estados han declarado emergencia por el fenómeno natural y se estima que toque terreno estadounidense entre la noche del jueves y la mañana del viernes.

Florence, una Amenaza Mortal

El «extremadamente peligroso» huracán de categoría 4 Florence amenaza con marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales Las Carolinas y extensas partes de la costa sureste de EE.UU., aunque en las últimas horas el sistema se debilitó ligeramente, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

En su boletín de las 12.00 GMT de hoy, el NHC, con sede en Miami, advirtió de que Florence «se dirige a la costa sureste de EE.UU. y se espera que cause marejadas ciclónicas y lluvias que pongan en peligro la vida humana en porciones de Las Carolinas y estados del medio atlántico».

Florence arrastra vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora (215 km/h) y mantiene su fortaleza, dimensión y organización en su ruta a Carolina del Norte y Carolina del sur.

Se encuentra a 530 millas (855 kilómetros) al sureste del cabo de Fear, en Carolina del Norte, y se desplaza rápidamente en dirección oeste-noroeste con una velocidad de traslación de 17 millas por hora (28 km/h).

Según un probable patrón de trayectoria del NHC, el vórtice de Florence se moverá hoy por el suroeste del Atlántico, entre Bermudas y las Bahamas, y se acercará a la costa de Carolina del Norte y Carolina del sur el jueves y viernes.

Se prevé que el sistema «se fortalezca aún más hasta esta noche», para comenzar a debilitarse ligeramente el jueves, aunque se mantendrá como un huracán «extremadamente peligroso cuando se aproxime a la costa estadounidense» y su ojo toque tierra en algún puntos probablemente entre Carolina del Norte y Carolina del Sur.

Los expertos del NHC alertaron de nuevo sobre el gran peligro de «marejada ciclónica» a lo largo de las costas de Carolina del Norte y Carolina del Sur.

Con la aproximación de Florence a EE.UU., el NHC emitió una aviso de huracán desde South Santee River (Carolina del Sur) hasta Duck, Albemarle y Pamlico Sounds (Carolina del Norte), y una vigilancia de huracán desde Edisto Beach (Carolina del Sur) hasta Carolina del Norte y la frontera con Virginia.

Se mantiene un aviso de marejada ciclónica en la zona, donde el NHC alerta de que «existe la posibilidad de inundaciones que amenacen la vida» debido a un aumento del nivel del mar «moviéndose tierra adentro» en las próximas 48 horas.

La peligrosa marejada ciclónica causará que áreas que son normalmente secas cerca de la costa «se inunden por un aumento del nivel» del mar que podría alcanzar entre 9 y 13 pies (2,7 a 4 metros) de altura desde Cabo Fear a Cabo Lookout, incluidos Neuse, Pamlico y Pungo, con «grandes y destructivas olas», resaltaron los meteorólogos.

Se espera que Florence produzca acumulaciones totales de lluvia de entre 20 y 30 pulgadas (50-76 centímetros) con cantidades aisladas de 40 pulgadas en zonas de Carolina del Norte y Carolina del Sur.

Mientras, Helene continúa debilitándose y sus vientos máximos sostenidos bajaron hoy a 90 millas por hora (150 km/h), por lo que ahora es un ciclón de categoría 1 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de 5.

Helene se encuentra a 800 millas (1.290 kilómetros) al oeste-noroeste de las islas de Cabo Verde, en la costa noroeste africana, y a 1.400 millas (2.250 kilómetros) al sur-suroeste de las islas Azores.

Se desplaza hacia el norte-noroeste con una velocidad de traslación de 13 millas por hora (20 km/h) y girará en la tarde de hoy hacia el noreste..

Los expertos vaticinan que Helene experimentará un «gradual debilitamiento» durante las próximas 48 horas y «se degradará a tormenta tropical el jueves».

El otro sistema en la mira de los meteorólogos es Isaac, que arrastra vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora (95 km/h). Se mueve hacia el oeste y se encuentra a 450 millas (725 kilómetros) al este de Martinica, en las Antillas Menores.

Se prevé que su centro se desplace sobre la zona central de las Antillas Menores y el este del Caribe el jueves, para luego, el sábado, avanzar por el centro del Caribe.

Los expertos del NHC detallaron que Isaac pudiera experimentar un «gradual debilitamiento en los próximos días».

Se ha emitido un aviso de tormenta para Guadalupe, Martinica y Dominica y una vigilancia de tormenta tropical (paso del sistema en 48 horas) par Antigua, Montserrat, Saba, St. Eustatius y San Cristóbal y Nieves.

Florence es un Huracán Potencialmente Catastrófico

Con órdenes de evacuación obligatoria ya en vigor en parte de tres estados de la Costa Este, millones de estadounidenses se preparaban para la llegada de Florence, el que podría ser uno de los huracanes más catastróficos que golpea la región en décadas. Con vientos de hasta 215 kilómetros por hora (130 millas por hora) y convertido en una tormenta de categoría 4, se espera que el huracán Florence alcance la categoría 5 el martes. Según la previsión se acercará a Carolina del Norte y del Sur el jueves, azotando una parte de la costa vulnerable al aumento del nivel del mar debido al cambio climático.

El gobernador de Carolina del Sur ordenó que toda la costa del estado sea desalojada a partir del mediodía del martes y se espera que un millón de personas abandone la zona. El gobernador de Virginia, por su parte, ordenó la evacuación obligatoria de algunos residentes en zonas costeras bajas, la misma medida decretada para condados costeros de Carolina del Norte.

Los primeros efectos de la tormenta ya se sentían en algunas islas, donde peligrosas corrientes azotaban las playas y el mar inundó una carretera estatal. Para muchos el reto será encontrar un refugio seguro: si Florence amaina al llegar a la costa podría descargar lluvias torrenciales sobre los Apalaches y sus efectos se sentirían hasta en Virginia Occidental, donde podría generar inundaciones repentinas, deslaves y otros peligros.

La posible trayectoria del meteoro incluye también media docena de plantas nucleares, pozos con cenizas de carbón y otros desechos industriales, y numerosas granjas de cerdos que almacenan sus residuos en grandes lagunas al aire libre. Algunas aerolíneas como American y Southwest permitieron que los pasajeros cambien sus vuelos si se encuentran dentro de la posible ruta del huracán.

Por otra parte, el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, advirtió que se prevé que Florence permanezca sobre las Carolinas una vez que toque tierra. La gente que vive tierra adentro debe estar preparada para quedarse sin electricidad y resistir inundaciones y otros peligros, señaló.

“No es sólo la costa”, dijo Graham. “Cuando un sistema como este se estanca y avanza realmente lento, parte de esa lluvia puede extenderse bastante lejos del vórtice”.