Misión Completamente Civil Viaja al Espacio

Fue lanzado desde Cabo Cañaveral, en el centro de la Florida. A bordo van cuatro personas: un veterano de la fuerza aérea, una sobreviviente de cáncer, una profesora y un multimillonario

La empresa del excéntrico Elon Musk, SpaceX, se ha convertido en la líder absoluta en la incipiente industria del turismo espacial. Decenas de veces han salido a órbita con civiles, pero esta noche volvieron a hacer historia al lanzar al espacio el primer cohete completamente abordado por civiles, es decir sin ningún astronauta.

En una enorme bola de fuego que iluminó la noche en el Centro Espacial Kennedy, los nueve motores de la primera etapa del cohete arrancaron la nave espacial de la gravedad de la Tierra. SpaceX confirmó que la cápsula se separó del cohete y ya se encuentra en órbita.

“Son pocos los que han venido antes y muchos están a punto de seguirlos. La puerta está abierta ahora. Es bastante increíble “, dijo el comandante de Inspiration4, Jared Isaacman, desde la órbita terrestre baja.

Se trata de la misión Inspiration4 y como pasó con viajes anteriores de turismo espacial, donde viajaron Jeff Bezos y Richard Branson, esta vez también hay un multimillonario a bordo: Jared Isaacman. El hombre de 38 años, que fundó la empresa Shift4 Payments, una compañía de pagos electrónicos, lidera la misión que va a pasar tres días en el espacio dentro de la cápsula Crew Dragon. Se desconoce cuánto pagó Isaacman por este paseo.

Junto a él, a bordo va Hayley Arcenaux, de 29 años. Arcenaux sobrevivió el cáncer infantil de huesos y actualmente trabaja como asistente médica en el hospital St Jude. Su labor en la nave es ser la jefa médica de la misión y se convertirá en la estadounidense más joven en llegar al espacio.

Completan la misión Chris Sembroski, veterano de la fuerza aérea de 42 años especialista en datos aeroespaciales, y Sian Proctor, de 51 años, profesora de geo-ciencia y piloto licenciada.

Isaacman donó el costo del viaje de sus tres compañeros de tripulación y lo recaudado, más cien mil dólares extra aportados por el empresario, será donado al hospital oncológico pediátrico St. Jude.

Si bien se trata de un viaje de turismo espacial, durante los tres días que estarán en órbita los miembros de la misión van a realizar pruebas médicas con miras a mejorar el procedimiento de viajes al espacio para civiles.

La nave espacial va a dar 15 vueltas a la Tierra al día, a una altura de 570 kilómetros, superior a la órbita actual de la estación espacial internacional.

El lanzamiento estaba previsto para esta noche desde Cabo Cañaveral, en Florida, y fue puntual. La ventana de lanzamiento se abrióapenas pasadas las 8 de la noche.

Una vez pasados los tres días, la cápsula volverá a la atmósfera y amerizará en el océano Atlántico frente a la coste este de la península de la Florida.

“Desde el comienzo de esta misión he sido muy consciente de lo afortunados que somos de formar parte de esta historia que SpaceX está creando ahora mismo”, declaró Isaacman.

Los tripulantes recibieron un breve entrenamiento antes de ser aprobados para este viaje. Elon Musk, dueño de SpaceX, reconoce que por el momento este tipo de turismo es exclusivo para multi-millonarios y personas que se ganen la oportunidad de viajar. Sin embargo, está convencido que con el correr de los años serán muchas más las personas que accedan a salir al espacio exterior y ver el planeta desde fuera de la atmósfera.

Según CNN Talibanes Acordaron Escoltar a Estadounidenses al Aeropuerto

También este martes, el presidente Joe Biden habló por primera vez tras la retirada total de Afganistán este 30 de agosto. Defendió su decisión afirmando que no iba a extender «por siempre» la intervención de EEUU, mientras en Kabul los talibanes clamaron victoria en el aeropuerto desde donde horas antes había partido el último avión estadounidense.

CNN reporta que el Talibán acordó en secreto con EEUU el traslado de estadounidenses al aeropuerto de Kabul

Los talibanes escoltaron a grupos de estadounidenses al aeropuerto de Kabul para evacuarlos de Afganistán de manera segura después de alcanzar un acuerdo secreto, según dijeron dos funcionarios del Departamento de la Defensa citados por la cadena CNN.

“Las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos establecieron una ‘puerta secreta’ en el aeropuerto y un ‘centro de llamadas’ para guiar a los estadounidenses a través del proceso de evacuación”, dice la nota publicada este martes.

Las fuentes, que hablaron bajo la condición de anonimato, aseguraron que los estadounidenses fueron notificados para que se reunieran en puntos preestablecidos, que les fueron notificados por mensaje, cerca del aeropuerto desde donde verificaron sus credenciales y los llevaron hasta esa «puerta secreta» del aeropuerto.

De acuerdo con las fuentes, los mandos militares de Estados Unidos estaban preocupados por la reacción de los talibanes a cualquier publicidad sobre sus acciones para apoyar en la retirada, “así como por la amenaza de ataques de ISIS-K si sus operativos se hubieran conocidos”.

Según uno de los entrevistados, las misiones de escolta de los talibanes se realizaron «varias veces al día». Uno de los puntos clave de reunión fue un edificio del Ministerio del Interior justo afuera de las puertas del aeropuerto.

A pesar de que 13 militares estadounidenses y más de 170 afganos murieron en un atentado suicida en el aeropuerto de Kabul la semana pasada, los funcionarios dijeron que el acuerdo funcionó porque 122,000 personas en total fueron transportadas en avión desde el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai desde julio, entre ellos más de 6,000 civiles estadounidenses.

«Funcionó, funcionó maravillosamente», calificó uno de los funcionarios sobre el arreglo.

Se Acabó la Guerra en Afganistán

Estados Unidos dio por finalizado el operativo un día antes y terminó de esta forma una guerra de 20 años en el país asiático, que ahora quedó en manos de los talibanes

El último soldado estadounidense ha salido de Afganistán, anunció el Pentágono el lunes, dejando el país en manos de los talibanes, sus enemigos de 20 años, al final de la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.

“El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul el 30 de agosto” a las 19H29 GMT, declaró el general Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa.

El comandante de las fuerzas militares estadounidenses en el terreno en Afganistán y el embajador de Washington fueron los últimos en abordar el vuelo de evacuación final, dijo el jefe del Comando Central de Estados Unidos.

“En el último avión que salió estaba el general Chris Donahue, el comandante de la 82 División Aerotransportada, y mi comandante de la fuerza terrestre allí”, dijo McKenzie a los periodistas en el Pentágono.

“Y lo acompañó el embajador Ross Wilson”, agregó. McKenzie dijo que fueron los últimos en tierra en el aeropuerto de Kabul.

El Pentágono admitió el lunes que no pudo evacuar a tantas personas de Afganistán como hubiera querido, antes de la salida de sus últimas tropas del aeropuerto de Kabul.

“No evacuamos a todos los que queríamos evacuar”, dijo el general Kenneth McKenzie, precisando que las evacuaciones se completaron “unas 12 horas” antes de la retirada final, pero que las fuerzas estadounidenses en el terreno estuvieron listas para sacar del país a cualquiera que pudiera haber llegado al aeropuerto “hasta el último minuto”.

Horas antes de la fecha límite fijada por el presidente Joe Biden para cerrar el último puente aéreo y poner así fin a la guerra de Estados Unidos, aviones de transporte de la Fuerza Aérea sacaron del aeropuerto de Kabul al contingente restante de tropas. Miles de soldados habían pasado dos semanas angustiosas protegiendo un apresurado y arriesgado puente aéreo para decenas de miles de afganos, estadounidenses y otras personas que intentaban escapar de un país gobernado de nuevo por los militantes talibanes.

Al anunciar la finalización de la evacuación y del esfuerzo bélico, el general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que los últimos aviones despegaron del aeropuerto de Kabul a las 15:29, hora de Washington, un minuto antes de la medianoche en Kabul.

Luego de que despegara el último avión, el sonido de disparos se escucharon en Kabul la madrugada del martes. Los corresponsales de AFP en la ciudad escucharon disparos de celebración de varios puestos de control talibanes conocidos, así como los vítores de los combatientes que ocupaban los puestos de seguridad en la zona verde.

“Hemos hecho historia. Los veinte años de ocupación de Afganistán por Estados Unidos y la OTAN se acabaron esta noche”, declaró Anas Haqqani, responsable del movimiento islamista, en Twitter. “Estoy muy contento tras 20 años de yihad, sacrificios y dificultades, de tener la satisfacción de ver estos momentos históricos”, agregó.

El domingo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, informó que unos 6,000 estadounidenses habían sido evacuados o abandonado Afganistán por sus medios desde el 14 de agosto, fecha del inicio de los vuelos desde Kabul para sacar a los extranjeros y afganos considerados “en riesgo” por la toma del poder por los talibanes.

En total, desde el comienzo del proceso, más de 100 mil personas fueron evacuadas de Afganistán por las fuerzas armadas de distintos países.

El aeropuerto se había convertido en una isla controlada por Estados Unidos, un último bastión en una guerra de 20 años que cobró la vida de más de 2,400 estadounidenses.

La retirada definitiva cumplió con la promesa de Biden de poner fin a una guerra que comenzó en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3,000 personas en Nueva York, Washington y la zona rural de Pensilvania. Su decisión, anunciada en abril, reflejaba el cansancio de la nación por el conflicto de Afganistán. Ahora se enfrenta a la condena en su país y en el extranjero, no tanto por poner fin a la guerra, sino por la gestión de una evacuación final que se desarrolló en el caos y suscitó dudas sobre la credibilidad de Estados Unidos.

El esfuerzo de guerra de Estados Unidos a veces parecía seguir adelante sin un final en mente, con pocas esperanzas de una victoria y un cuidado mínimo por parte del Congreso por la forma en que se gastaron decenas de miles de millones de dólares durante dos décadas. El costo humano se acumuló: decenas de miles de estadounidenses heridos además de los muertos, y un número incalculable de heridas psicológicas con las que viven o con las que aún no han reconocido que vivirán.

Más de 1,100 soldados de países de la coalición y más de 100,000 soldados y civiles afganos murieron, según la Universidad de Brown.

En opinión de Biden, la guerra podría haber terminado hace 10 años con el asesinato de Osama bin Laden por parte de Estados Unidos, cuya red extremista Al-Qaeda planeó y ejecutó el atentado del 11 de septiembre desde Afganistán. Al-Qaeda sido ha disminuido, lo que le ha impedido hasta ahora volver a atacar a los Estados Unidos.

¿Quiénes son los Talibanes?

Una “nueva fuerza de puristas islámicos declarados y patriotas afganos” había obtenido el control militar de más del 40 por ciento del país.

The New York Times responde algunas de las dudas sobre los militantes que han obtenido el control de Afganistán por segunda vez: sus orígenes, antecedentes en el gobierno y por qué las mujeres tienen miedo.

En el invierno de 1995, un corresponsal de The New York Times que visitaba Afganistán reportó que, después de años de un brutal conflicto civil, parecía que un gran cambio se avecinaba.

Talibanes no perdieron su objetivo ni se alejaron de Afganistán durante los casi 20 años de guerra

Una “nueva fuerza de puristas islámicos declarados y patriotas afganos” había obtenido el control militar de más del 40 por ciento del país.

Era sorprendente, porque hasta meses antes, cuando tomaron las armas, muchos de los combatientes eran poco más que pupilos religiosos. Su nombre mismo significaba “estudiantes”.

Se hacían llamar talibanes.

Un cuarto de siglo más tarde, después de sobrevivir una coalición militar internacional en una guerra que cobró decenas de miles de vidas, los estudiantes de antaño son los dirigentes del país. Otra vez.

Aquí hay un vistazo a los orígenes de los talibanes, cómo lograron obtener el control de Afganistán no una sino dos veces y lo que hicieron cuando tomaron el poder la primera vez y lo que eso revelaría de sus planes en esta ocasión.

¿Cuándo surgieron los talibanes?

Los talibanes tienen su origen a principios de los años noventa en la agitación posterior a la retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán en 1989. El grupo estaba arraigado en las zonas rurales de la provincia de Kandahar, en el corazón de la etnia pashtún en el sur del país.

La Unión Soviética había invadido a su vecino en 1979 para apuntalar el gobierno comunista de Afganistán, y eventualmente encontró el mismo destino que otras potencias que habían intentado imponer su voluntad en el país: la expulsión.

Los soviéticos fueron derrotados por combatientes islámicos conocidos como muyahidines, un mosaico de facciones insurgentes que contaban con el apoyo de un gobierno de Estados Unidos muy presto a enzarzarse en una guerra subsidiaria contra su rival de la Guerra Fría.

Pero la alegría causada por esa victoria duró poco, ya que las distintas facciones se enfrentaron y comenzaron a luchar por el control. El país cayó en el caudillismo y en una brutal guerra civil.

En este contexto, los talibanes, con su promesa de anteponer los valores islámicos y luchar contra la corrupción que impulsaba las luchas de los señores de la guerra, atrajeron seguidores rápidamente. Durante meses de intensos combates, se adueñaron de gran parte del país.

¿Cómo gobernaron los talibanes?

En 1996, los talibanes declararon un Emirato Islámico e impusieron su estricta interpretación del Corán y la aplicaron con brutales castigos en público, entre ellos azotes, amputaciones y ejecuciones en masa. Y restringieron de manera muy severa el papel de las mujeres, manteniéndolas fuera de las escuelas.

También dejaron claro que no tolerarían cualquier práctica religiosa rival: a principios de 2001, los talibanes destruyeron unas estatuas de 1500 años de antigüedad conocidas como los Grandes Budas de Bamiyán, objetos de admiración en todo el mundo. Los talibanes los consideraban blasfemos y se jactaron de que su destrucción era sagrada. “Es más fácil destruir que construir”, observó el ministro de Información y cultura de los militantes.

Había un marco de gobierno moderno, con ministerios y una burocracia. Pero en la calle, eran los edictos religiosos, y el capricho de los comandantes individuales los que dictaban la vida cotidiana de los afganos.

Sin embargo, no controlaban todo el país. El norte, donde se habían instalado muchos de los muyahidines, siguió siendo un bastión de resistencia.

¿Qué significa el gobierno talibán para las mujeres?

Los talibanes se basan en una ideología que dicta que las mujeres solo deben ocupar los roles sociales más limitados.

La última vez que gobernaron, prohibieron que las mujeres y las niñas realizaran la mayoría de los trabajos e incluso que asistieran a la escuela. Y las mujeres que eran sorprendidas fuera de casa con el rostro descubierto se arriesgaban a castigos muy severos. Las mujeres solteras que fueran vistas en compañía de hombres solteros también enfrentaban penas.

Luego de que el gobierno talibán fue derrocado por una coalición liderada por Estados Unidos, las mujeres hicieron avances en Afganistán. Pero dos décadas más tarde, cuando Estados Unidos negociaba un acuerdo de retirada de tropas con los talibanes, muchas dijeron estar preocupadas de perder el terreno ganado.

Y a medida que los militantes recuperan el poder, se han visto amplias señales de que dichos temores están bien fundados.

Por ejemplo, combatientes talibanes ingresaron a las oficinas de un banco en Kandahar y ordenaron a las nueve mujeres que trabajaban ahí que se marcharan y dijeron que sus familiares varones debían ocupar su lugar, reportó Reuters. Y este mes, en la ciudad de Kunduz, al norte del país, los nuevos gobernantes talibanes de la ciudad ordenaron a las mujeres que habían trabajado para el gobierno que abandonaran sus puestos de trabajo y no volvieran nunca más.

“Es muy raro no tener permitido ir al trabajo, pero así es ahora”, dijo una de las trabajadoras del banco en Kandahar.

¿Por qué invadió Estados Unidos a Afganistán?

Cuando estaban en el poder, los talibanes hicieron de Afganistán un refugio seguro para Osama bin Laden, un excombatiente muyahidín nacido en Arabia Saudí que formaba un grupo terrorista con intenciones globales: Al Qaeda.

El 11 de septiembre de 2011, el grupo dio un golpe que sacudió al mundo al derribar las torres del World Trade Center en Nueva York y dañar la sede del Pentágono en Washington. Miles de personas murieron.

El presidente George W. Bush exigió a los talibanes que entregaran a Al Qaeda y a Bin Laden. Cuando los talibanes se rehusaron, Estados Unidos invadió el país. Al desatar una intensa campaña de ataques aéreos, y con la ayuda de antiguos grupos muyahidines de la coalición antitalibán de la Alianza del Norte, Estados Unidos y sus aliados pronto derrocaron al gobierno talibán. La mayoría de los oficiales de Al Qaeda y de los talibanes que sobrevivieron huyeron a Pakistán.

Veinte años más tarde, algunos de esos mismos funcionarios talibanes formaban parte de la delegación que llegó a un acuerdo para que Estados Unidos abandonara Afganistán, y estarán entre los nuevos gobernantes del país.

¿Qué pasó con los talibanes luego de su derrota en 2001?

Con el refugio y la ayuda del ejército de Pakistán —una fuerza que recibe una significativa ayuda financiera de Estados Unidos para ayudar a cazar a Al Qaeda— los talibanes se reformaron como una insurgencia guerrillera.

Estados Unidos comenzó a destinar recursos a una nueva guerra en Irak, y los funcionarios estadounidenses dijeron al mundo que Afganistán estaba en camino de convertirse en una democracia de estilo occidental con instituciones modernas. Pero muchos afganos empezaron a sentir que esas instituciones extranjeras no eran más que otra forma para que los líderes corruptos robaran dinero.

En el interior del país, los talibanes empezaron a ganar terreno y apoyo, sobre todo en las zonas rurales. Su número creció: algunos combatientes fueron intimidados para que se unieran, otros se ofrecieron como voluntarios, casi todos ellos mejor pagados que los policías locales. Y el grupo encontró un rico filón de reclutamiento entre la diáspora afgana en Pakistán, compuesta p or familias que habían huido de la violencia anterior como refugiados y se habían criado en escuelas religiosas.

“Seis años después de haber sido expulsados del poder, los talibanes demuestran una ferocidad y resiliencia que alarman”, reportó en 2008 el Times y observó que “una insurgencia relativamente mal organizada ha logrado mantener a raya a los ejércitos más poderosos del mundo”.

Los talibanes capearon el temporal cuando el presidente Barack Obama amplió enormemente la presencia militar estadounidense en Afganistán, hasta llegar a unos 100.000 soldados en 2010. Y cuando los estadounidenses empezaron a retirarse unos años después, los insurgentes empezaron a ganar terreno de nuevo. Fue una campaña de persistencia, en la que los talibanes apostaron a que Estados Unidos perdería la paciencia y se iría.

Tuvieron razón. Más de 2400 vidas estadounidenses, dos billones de dólares y decenas de miles de muertes de civiles y fuerzas de seguridad afganas después, el presidente Donald J. Trump llegó a un acuerdo con los talibanes y declaró que las fuerzas estadounidenses abandonarían Afganistán a mediados de 2021. El presidente Biden respaldó el planteamiento, y presidió una retirada de tropas sin concesiones, incluso cuando los talibanes empezaron a engullir distritos enteros, y luego ciudades.

Esta semana, solo nueve días después de que los talibanes tomaran su primera capital de provincia, los insurgentes entraron en la capital, Kabul. El gobierno talibán de Afganistán se ha reanudado.

¿Qué harán ahora los talibanes?

Los líderes talibanes hasta ahora parecen estar evitando la retórica incendiaria, y han pedido a los comandantes que gobiernen con justicia y eviten las represalias y los abusos. Han asegurado que la gente estará a salvo.

Los primeros días de control talibán han dado la apariencia, de hecho, de moderados en algunos lugares. Pero han surgido suficientes informes de brutalidad e intimidación como para enviar oleadas de refugiados a Kabul ante el avance del grupo. Y ahora, el aeropuerto de la capital se ha convertido en un escenario de desesperación y caos, ya que miles de afganos intentan huir del país a cualquier precio.

En Kunduz, la primera gran capital de provincia que cayó en manos de los talibanes, los residentes no están convencidos de las promesas de paz de sus nuevos gobernantes.

“Tengo miedo porque no sé lo que va a pasar, ni lo que harán”, dijo un habitante. “Tenemos que sonreírles porque estamos asustados, pero en lo profundo estamos descontentos”.

Talibanes Claman Paz con Estados Unidos

“No guardamos ningún rencor”, asegura un portavoz fundamentalista tras 20 años de guerra. Promete una amnistía general y que las niñas y mujeres podrán gozar de ciertos derechos bajo la ley islámica.

Los talibanes trataron calmar este martes los temores de los países occidentales, particularmente de Estados Unidos, sobre su regreso al poder en Afganistán y la posibilidad de que esto allane el camino para la organización terrorista Al Qaeda y vuelva a liquidar los derechos de las mujeres.

«Me gustaría asegurar a la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, que nadie resultará herido en Afganistán», afirmó el portavoz Zabihullah Mujahid en una conferencia de prensa en Kabul, según una traducción de la cadena Al Jazeera. «No sufrirán daño desde nuestra tierra», agregó.

Aunque los talibanes han hecho promesas similares en el pasado, los comentarios de Mujahid fueron una clara indicación de los esfuerzos del movimiento por enviar un mensaje a la comunidad internacional y fomentar el compromiso de otros países con su movimiento fundamentalista.

Los talibanes están tratando de consolidar su control sobre el país tras su toma del poder a la velocidad del relámpago cuando las tropas estadounidenses se retiraron, y están trantando de transmitir al mundo que han moderado algunas de sus ideas ultraconservadoras.

Mujahid ofreció a la comunidad internacional y a los afganos algunos de los primeros atisbos de cómo podría ser un Gobierno talibán, explicando que el grupo está comprometido con los derechos de las mujeres dentro del marco de la ley islámica y les permitiría trabajar y estudiar.

El portavoz también aseguró que los que habían luchado contra los talibanes, los intérpretes y contratistas habían sido «indultados» y que no quería que los jóvenes afganos se fueran y los describieran como los «activos» del país.

«Nuestra nación es una nación musulmana, ya sea hace 20 años o ahora», dijo. «Pero cuando se trata de experiencia, madurez, visión, hay una gran diferencia entre nosotros en comparación con hace 20 años», agregó.

Las declaraciones fueron recibidas con escepticismo por muchos afganos, que temen que los militantes excluyan a las mujeres de las actividades públicas, puesto que ya han tomado medidas radicales en algunas comunidades y ciudades que han conquistado.

Aunque el tono de Mujahid fue conciliador, también felicitó a la nación por «emancipar» a Afganistán y expulsar a los «extranjeros» después de 20 años de lucha.

Anteriormente, otro militante talibán anunció una «amnistía» general para todos en Afganistán e instó a las mujeres a unirse al Gobierno. Enamullah Samangani hizo los comentarios en la televisión estatal, que los talibanes parecen controlar ahora, refiriéndose a Afganistán como el Emirato Islámico.

«El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sean víctimas», prometió Samangani, miembro de la comisión cultural de los talibanes. También declaró una «amnistía» para todos en Afganistán, aunque no dio detalles sobre lo que eso implicaría.

Otro posible indicio de las intenciones y la sensibilidad de los talibanes sobre su imagen pública se produjo cuando una reportera de la emisora privada más grande de Afganistán, TOLO TV, entrevistó a un portavoz del grupo, algo que no habría sido posible durante el anterior régimen talibán.

Después de conquistar gran parte del país, los militantes estaban claramente decididos a tomar el control de la capital y los puestos de control salpicaban las calles de Kabul.

También se abrieron algunos mercados, tiendas y oficinas y no hubo informes de violencia o enfrentamientos en la ciudad de unos cinco millones de personas. Los talibanes habían ordenado a sus combatientes que no entraran a las casas sin permiso en Kabul para proteger «la vida, la propiedad y el honor».

En la ciudad de Herat, a unas 400 millas al oeste de Kabul, un residente le dijo a NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, que el número de personas que iban a la mezquita había aumentado desde la llegada de los talibanes el viernes.

“Hay más gente en la mezquita que en las calles en estos días”, contó bajo condición de anonimato por miedo a represalias de los talibanes. «La gente tiene miedo», añadió.

Los talibanes también habían anunciado que las niñas tendrían que usar hiyab [pañuelo para cubrirse la cabeza] para asistir a la escuela, agregó.

La periodista de Al Jazeera, Charlotte Bellis, contó que regresó a su hotel el lunes por la noche y descubrió que los talibanes se habían hecho cargo de la seguridad y estaban parados afuera del edificio con rifles de asalto.

«Habían estacionado sus humvees fabricados en Estados Unidos afuera. Dijeron buenas noches. Parecían sorprendidos. Bienvenidos al nuevo Kabul», tuiteó.

Los acontecimientos siguieron al caos en la capital del país tras la rápida salida del presidente Ashraf Ghani y la toma de Kabul por los talibanes durante el fin de semana.

Afganos aterrorizados asaltaron el aeropuerto en un intento de subirse en aviones mientras Estados Unidos y otros Gobiernos se apresuraban a evacuar a sus ciudadanos.

Aunque la calma regresó al aeropuerto internacional de Kabul el martes, cientos de afganos corrieron el lunes por la pista y se colgaron de un vuelo de la Fuerza Aérea estadounidense mientras despegaba. Dos se precipitaron al vacío cuando el avión despegó; en medio del caos murieron al menos a siete personas.

El Pentágono comunicó el martes que los comandantes estadounidenses en el aeropuerto de Kabul estaban en contacto con los talibanes en el exterior. «Hay comunicación entre ellos y nosotros», dijo a los periodistas el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.

Las mujeres afganas han expresado su preocupación por su futuro bajo un Gobierno talibán, que anteriormente las había despojado de casi todos sus derechos.

El martes, un pequeño grupo de mujeres salió a las calles para una protesta pacífica en Kabul. Ataviadas con el hiyab, sostenían carteles que exigían trabajo, educación y participación política para las mujeres.

Cuando el grupo fundamentalista gobernó Afganistán entre 1996 y 2001, promulgó leyes que hicieron que las mujeres y las niñas fueran casi invisibles en la vida pública. No pudieron aparecer en televisión y no fueron escuchados en la radio, sus derechos fueron casi eliminados en la mayoría de las áreas de la vida, incluida la asistencia a la escuela.

«Esperamos que los talibanes se concentren en mejorar la situación de seguridad en Afganistán y que haya un cambio respecto al pasado, cuando no permitían que las niñas fueran a la escuela», contó Aminura, residente de Kabul, a la agencia de noticias The Associated Press.

Las fuerzas lideradas por Estados Unidos habían derrocado a los talibanes a finales de 2001 después de que se negaran a entregar al fundador de Al Qaeda, Osama bin Laden, el arquitecto detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

A pesar de las críticas bipartidistas sobre la retirada de Estados Unidos en Afganistán, Joe Biden declaró el lunes que se mantenía «firme» en su decisión de retirar las fuerzas estadounidenses y reconoció las imágenes «desgarradoras» que se desarrollan en Kabul.

El presidente explicó que se enfrentó a la elección entre honrar un acuerdo de retirada negociado previamente o enviar miles de tropas más para comenzar una tercera década de guerra.

«Después de 20 años he aprendido por las malas que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses», explicó Biden en un discurso televisado desde la Casa Blanca.

Crisis en Afganistán por Salida de Tropas Estadounidenses

La debacle de las instituciones tras el avance de los talibanes es un fracaso que perseguirá a Occidente

Las imágenes de cientos de personas invadiendo la pista del aeropuerto de Kabul mientras los aviones militares tratan de abrirse paso para salir del país perseguirán al Ejército de Estados Unidos mucho tiempo y marcarán en buena medida la presidencia de Joe Biden. Son escenas de desesperación, momentos que el mundo no olvidará. Las comparaciones con la huida de Saigón en 1975, tras el fracaso de Vietnam, han quedado obsoletas. La caótica huida de Kabul de estos días, tras la debacle de un Estado supuestamente construido durante dos décadas, tiene desde ahora su propio lugar en la historia de la humillación militar de Estados Unidos.

“Es muy improbable que los talibanes se hagan con todo el país y tomen el poder”, dijo Biden el 8 de julio. Aunque se intuye la necesidad de vender políticamente la retirada, sus palabras lo perseguirán para siempre. El domingo, tras solo un mes de ofensiva, los talibanes daban un discurso desde el despacho del fugado presidente Ashraf Ghani, después de tomar Kabul en cuestión de horas. Las instituciones de Afganistán eran un cascarón vacío. En un mensaje a la nación, Biden calificó las imágenes de “dolorosas” y “devastadoras”.

Resulta oportunista criticar en retrospectiva la retirada en sí. Si bien el sustrato de la decisión era la melancolía del esfuerzo inútil, Biden se echó a la espalda una responsabilidad que han eludido tres presidentes para asumir él una decisión que contaba con un amplio consenso desde hacía años. La cúpula militar le había propuesto mantener un pequeño retén en el país, pero Biden lo rechazó, quería que el final fuera definitivo. Lo que no está tan claro es que la Casa Blanca hubiera previsto el actual escenario de caos. De hecho, ha tenido que enviar nuevas tropas para proteger a las que se van. Es ahí donde se le debe exigir más claridad a Estados Unidos. Biden culpó veladamente a la promesa del Gobierno afgano de plantar cara a los talibanes. En el mejor de los casos, se trata de un error de cálculo incomprensible para un Ejército que lleva 20 años sobre el terreno. Algo no ha salido como estaba previsto y corresponde a EE UU explicar qué y por qué. El caos no ha puesto solo a sus soldados en peligro: España tiene que improvisar en horas una repatriación de medio millar de personas. El debate ya ha estallado en Washington. Los republicanos, tras un periodo de silencio distraído (el pacto de convivencia pacífica con los talibanes fue firmado por Trump en 2020 y vendido como la llave para la retirada) ya han comenzado a elevar acusaciones de incompetencia.

Pero cualquier análisis político palidece ante la situación que se abre para los afganos que no se suban en esos aviones, especialmente las mujeres. Lo urgente es articular el operativo y la logística para atender a cuantos padezcan la violencia si los talibanes dan por finalizado este periodo de gracia en el que su prioridad es, aparentemente, mantener el orden sin venganza. Hace al menos una semana que se hizo evidente la dirección en la que se movían los acontecimientos. Son urgentes compromisos concretos de ayuda por parte de la UE y EE UU.

La retirada completa de Afganistán siempre fue un gambito de alto riesgo en el que Estados Unidos se jugaba su prestigio internacional como socio militar. Los afganos se jugaban la vida. Ambas cosas se encuentran ahora a merced de la magnanimidad de una banda de fanáticos.

Talibanes A punto de Recuperar Afganistán

Los insurgentes, que controlan ya nueve capitales de provincia de Afganistán, asedian la estratégica Mazar i Sharif

Los talibanes controlan nueve de las 34 capitales provinciales de Afganistán después de conquistar tres más en las últimas horas en el oeste y el norte, lo que ha provocado un éxodo de civiles. En la madrugada del miércoles conquistaron la ciudad de Faizabad, en el extremo noreste de Afganistán, informó un diputado local. “La pasada noche, las fuerzas de seguridad que combaten a los talibanes desde hace varios días fueron sometidas a fuerte presión. Abandonaron Faizabad y se retiraron [en los distritos vecinos]. Los talibanes han tomado la ciudad. Los dos campos han sufrido fuertes pérdidas”, declaró a la AFP Zabihullah Attiq, diputado de la provincia de Badajshán, de la que Faizabad es capital.

Faizabad le siguió a Farah, en el oeste, y a Pul-e Khumri, en el norte, que cayeron el martes. Desde el viernes, los talibanes han encadenado las conquistas: Zaranj (suroeste), Sheberghan (norte), feudo del célebre jefe de guerra Abdul Rashid Dostom, y sobre todo, Kunduz, la grand ciudad del noreste, así como otras tres ciudades septentrionales, Taloqan, Sar-e-Pul y Aibak.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos. En vídeo, declaraciones de Biden sobre la situación actual de Afganistán.OLIVER CONTRERAS | VÍDEO: REUTERS – QUALITY
Los talibanes lanzaron esta ofensiva en mayo, al inicio de la retirada final de las tropas estadounidenses, pero su avance se ha acelerado en los últimos días con la toma de varios centros urbanos. La salida de las fuerzas internacionales concluirá para el 31 de agosto, veinte años después de la intervención a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

La violencia ha llevado a decenas de miles de personas a huir de sus casas en todo el país pues los talibanes están acusados de numerosas atrocidades en los lugares que han caído en sus manos. “Cuando hay dos hijas en una familia, toman una para casarla, cuando hay dos chicos, toman uno para la guerra”, afirma Marwan, joven viuda que huyó de Taloqan, entrevistada por la AFP en un parque de refugiados en Kabul. Abdulmanan, un desplazado de Kunduz, dijo que vio a los talibanes decapitar a uno de sus hijos, y desconoce si “su cuerpo ha sido comido por los perros o enterrado”.

Unas 359.000 personas han huido de sus hogares por los combates desde inicios de año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Al menos 183 civiles perdieron la vida y 1.181 resultaron heridos, en un mes en las ciudades de Lashkar Gah, Kandahar, Herat (oeste) y Kunduz, informó el martes la ONU, que precisó que solo se trata de víctimas que han sido documentadas.

El portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, subrayó que las fuerzas gubernamentales son “muy superiores en número” a los talibanes, y que tienen “el potencial de infligir pérdidas más importantes”. “Esta idea de que el avance de los talibanes no puede pararse”, “no es la realidad en el terreno”, estimó. Los talibanes siguen asediando la ciudad de Mazar i Sharif. El martes atacaron los barrios de la periferia de la mayor ciudad del norte, pero fueron repelidos, según un periodista de la AFP en el lugar.

Si cayera, el Gobierno dejaría de tener control sobre el conjunto de esta región que tradicionalmente se ha opuesto a los talibanes. Mientras se libran combates en el norte, pero también en el sur en torno a Kandahar y en Lashkar Gah, dos feudos históricos de los insurgentes, Doha albergó el martes la primera de una serie de reuniones internacionales con representantes de Qatar, Estados Unidos, China, Reino Unido, Uzbekistán, Pakistán, Naciones Unidas y la Unión Europea.

El proceso de paz entre el gobierno afgano y los talibanes se abrió en septiembre último en Qatar, en el marco del acuerdo concluido en febrero de 2020 entre los insurgentes y Washington que prevé la salida total de las tropas extranjeras en Afganistán. Pero las negociaciones están en punto muerto. Pese a que las esperanzas son mínimas de alcanzar un resultado concreto, el emisario estadounidense Zalmay Khalilzad iba a exhortar a los talibanes a que “cesen su ofensiva militar y negocien un acuerdo político”.

EL Hombre más Rico del Mundo es un Nuevo Astronauta

«El mejor día», dijo el magnate segundos después de regresar a la Tierra. El vuelo duró 10 minutos y 12 segundos, y durante unos instantes experimentó la gravedad cero. A bordo también viajaron el hermano de Bezos, una expiloto de 82 años y un estudiante de 18 años.

Jeff Bezos, fundador de la compañía Amazon y la persona más rica del mundo gracias a ello, hizo historia este martes al completar el primer vuelo espacial sin piloto y tripulado sólo por civiles de su compañía aeroespacial Blue Origin.

El multimillonario rebasó a bordo de la nave New Shepard la frontera espacial, fijada a una altitud de alrededor de 62 millas (105 km), y experimentó la ingravidez en un vuelo que duró 10 minutos y 12 segundos.

«El mejor día», dijo Bezos segundos después de que la cápsula aterrizara con éxito. Las cámaras de televisión le captaron en el interior sonriendo y levantando el dedo pulgar en señal de que todo había ido bien, minutos antes de abandonar la nave y celebrar el éxito con un grupo de familiares y amigos que recibieron a los astronautas tras regresar a la Tierra.

La nave despegó a las 9:12 (hora de la Costa Este, 8:00 am hora local), unos 12 minutos más tarde de la hora prevista, desde una plataforma ubicada en el desierto de Texas, no lejos de El Paso.

Bezos viajó junto a una particular tripulación formada por otras tres personas, que incluía a la más mayor y al más joven en haber viajado nunca al espacio.

Wally Funk, la veterana del grupo con 82 años, una de las 13 mujeres piloto del llamado grupo Mercury 13 que se sometieron a las mismas pruebas que el cuerpo de astronautas de la NASA, compuesto exclusivamente por hombres, a principios de la década de 1960, pero que nunca llegaron a viajar al espacio.

Oliver Daemen, de tan solo 18 años, es un estudiante de física holandés y apasionado del espacio desde que tiene 4 años, que logró una plaza en el New Shepard en una subasta: su padre pagó 28 millones de dólares.

El hermano de Bezos, Mark, íntimo amigo y compañero de aventuras, completó el cuarteto.

La cápsula despegó sin incidentes, propulsada por un cohete que alcanzó las 2,200 millas por hora (3,540 kilómetros por hora). Unos minutos después, tal y como estaba previsto, los astronautas experimentaron la gravedad cero.

«El centro de control ha confirmado que la cápsula se ha separado del cohete. Jeff, Mark, Wally y Oliver se están desabrochando los arneses y experimentando la ingravidez», explicó la compañía Blue Origin en su cuenta de Twitter.

Durante esos minutos, pudo escucharse las celebraciones y vítores de los astronautas a través de la retransmisión en directo del vuelo espacial.

El futuro del turismo espacial

Bezos cuidó hasta el último detalle para el histórico vuelo de la cápsula de Blue Origin: fue bautizada en honor al primer astronauta estadounidense, Alan Shepard, y despegó en el 52 aniversario de la llegada a la Luna del Apolo 11, una fecha de gran importancia para el multimillonario.

El intento de Bezos por llegar al espacio se produce después del viaje del multimillonario Richard Branson el 11 de julio a bordo de un vehículo desarrollado por su compañía privada, Virgin Galactic. Pero a diferencia del avión Unity de Virgin Galactic, el cohete y la cápsula New Shepard vuelan de forma autónoma, sin pilotos a bordo, y por encima de la frontera de lo que se considera oficialmente el espacio.

El borde está definido por la llamada línea de Kármán a una altitud estimada de 62 millas (105 km) sobre el nivel del mar. El avión de Virgin Galactic logró solo una altitud de alrededor de 53 millas (85 km).

«No puedo esperar a ver cómo va a ser. La gente que va al espacio dice que vuelve cambiada», había dicho emocionado el multimillonario, de 57 años, en entrevista con TODAY de nuestra cadena hermana NBC News, horas antes del despegue.

El lanzamiento significa un paso importante para Blue Origin en su apuesta por el turismo espacial. La compañía, que espera normalizar este tipo de vuelos operativos con tripulantes en un futuro cercano, tiene previsto realizar dos expediciones más este año. Aunque todavía no ha anunciado el precio de los boletos individuales, se espera que cuesten varios cientos de miles de dólares.

Virgin Galactic ya tiene más de 600 reservas a 250,000 dólares cada una. Fundada por Branson en 2004, la empresa ha enviado tripulación al espacio en cuatro ocasiones y tiene previsto realizar otros dos vuelos de prueba desde Nuevo México antes de lanzar a los clientes el año que viene.

Blue Origin -fundada por Bezos en 2000 cerca de la sede de Amazon en Seattle en Kent, Washington- había realizado con éxito 15 vuelos de prueba al espacio sin ocupantes desde 2015.

Además de las excursiones suborbitales de Virgin Galactic y Blue Origin, la compañía de Elon Musk, SpaceX, también quiere efectuar vuelos de turismo orbital. La primera misión al espacio con una tripulación totalmente civil también está programada para este año.

Sin embargo, SpaceX ha hecho ya vuelos al espacio y sus naves han servido para trasladar a astronautas a la Estación Espacial Internacional o para poner satélites en órbita de un modo comercial que va mucho más allá del turismo espacial.

Impresionantes Inundaciones en Europa

En Altenahr, en el oeste de Alemania, ni siquiera los muertos se salvaron de la devastadora inundación de esta semana. El cementerio del pueblo fue barrido, las lápidas dañadas y derribadas por la fuerza del agua fangosa.

Antoinnette Steinhoff se encuentra al borde del cementerio inundado, devastada por la vista de la destrucción frente a ella. «Mi madre está allí», dice, señalando una tumba de mármol negro con una cruz en la parte superior.

Cuando las inundaciones azotaron el pueblo, la mujer de 76 años vio una casa entera arrastrada por el agua. Dos personas todavía estaban adentro, dijo Steinhoff. «Encontraron uno de los cuerpos en el viñedo», agregó.

Gran parte de Altenahr está ahora en ruinas. Los restaurantes repartidos por las orillas del río han sido completamente destruidos y trozos enteros de edificios despedazados. En algunas áreas, la marca de agua llega a la mitad del segundo piso.

Las calles, o lo que queda de ellas, están bajo el barro, los autos encajados entre edificios derrumbados y montones de escombros.

Es un panorama visto en grandes franjas de Europa occidental después de la catastrófica inundación que mató al menos a 157 personas y dejó cientos más desaparecidas.

Al menos 133 personas fallecieron en Alemania cuando las inundaciones arrasaron los estados occidentales de Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatino y Sarre. En Bélgica, se confirmó la muerte de 24 personas hasta el sábado por la mañana, y las autoridades advirtieron que el número podría aumentar.

Luxemburgo y Países Bajos también se han visto afectados por las lluvias extremas, pero no han informado de víctimas mortales.

Las imágenes mostraban pueblos y aldeas enteras bajo el agua, autos encajados entre edificios derrumbados y casas enterradas bajo deslizamientos de tierra y escombros.

La búsqueda desesperada de sobrevivientes continúa a pesar del aumento de las aguas, los deslizamientos de tierra y los cortes de energía. El ejército alemán desplegó 850 soldados para socorro en casos de desastre.

Según el Ministerio del Interior, alrededor de 22.000 bomberos y trabajadores humanitarios participan en las operaciones de rescate y recuperación solo en Renania del Norte-Westfalia.

Los residentes describieron el caos que se produjo cuando el agua subió, lo que hizo imposible escapar del área y atrapando a las personas en sus hogares.

«El agua estaba tan alta que no se podía ir con autos más pequeños, tenían autos especiales, y entraron y trataron de sacar a la mayor cantidad posible de personas de esa área. Toda la noche vinieron helicópteros e incluso intentaron sacar a la gente de allí «, dijo Michael Kautsch a CNN.

Kautsch vive en Erftstadt, una ciudad cercana a Colonia que ahora es uno de los símbolos de la destrucción. Varios edificios, incluidas partes de un castillo histórico, fueron destruidos después de que se abriera un gran sumidero en una cantera cercana. «El agua fluía y atrajo partes de la ciudad hacia ese agujero, y ahora … el departamento de bomberos dice que podría haber tanta agua debajo de los edificios que muchos edificios aún pueden dañarse y chocar», afirmó Kautsch.

Las líneas de comunicación permanecen interrumpidas en las áreas inundadas, lo que deja a las personas sin poder comunicarse con sus seres queridos.

Miles de personas desaparecidas por las inundaciones

La policía de Coblenza le dijo a CNN el sábado que, si bien aún se desconoce el paradero de 1.300 personas, las autoridades esperaban que las cifras se revisaran a la baja a medida que continúa la operación de rescate.

«Todavía no se vislumbra un final», le dijo a CNN Ulrich Sopart, un portavoz de la policía en la ciudad. «Esperamos que algunas personas hayan sido registradas como desaparecidas dos o incluso tres veces, si, por ejemplo, un miembro de la familia, un colega de trabajo o un amigo ha registrado a una persona desaparecida», explicó Sopart.

“Además, [en] algunos lugares las líneas telefónicas aún no funcionan y la recepción es difícil. Esperamos que la gente se ponga en contacto con un familiar, un colega de trabajo o un amigo para hacerles saber que están bien», afirmó.

Las poblaciones a lo largo del río Ahr se han quedado sin electricidad y cobertura telefónica, con algunas áreas completamente aisladas, lo que obligó a los militares y helicópteros de búsqueda y rescate a inspeccionar el área desde el aire en busca de sobrevivientes varados.

El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, visitó el sábado el distrito de Rhein-Erft del estado de Renania del Norte-Westfalia. Al ver la destrucción de primera mano, dijo que la limpieza y la recuperación «llevará mucho tiempo».

Una presa a lo largo del río Rur en Renania del Norte-Westfalia se rompió el viernes por la noche, según el gobierno regional. Las autoridades iniciaron la evacuación de unos 700 residentes en el barrio de Ophoven en la ciudad de Wassenberg.

Marie-Louise Grosjean, dueña de una tienda en Pepinster, Bélgica, vio una década de arduo trabajo arrastrada por el agua y el barro el viernes, cuando el agua entró en su tienda de vinos y decoraciones. Dijo que su padre ha vivido en la ciudad durante 70 años y nunca había visto algo así. Arthur, el hijo de Grosjean, le comentó a CNN el rumbo de las inundaciones muy rápidamente, dejando solo destrucción atrás.

«Por fortuna no vivo allí, pero es el negocio de mi madre y no hay nada aquí. Esperamos poder reparar rápidamente, pero no sabemos cómo», dijo, mientras ayudaba a limpiar.

«La situación cambia minuto a minuto y sigue siendo extremadamente crítica en muchos lugares», dijo el viernes el primer ministro Alexander De Croo en una conferencia de prensa. «Las víctimas son la prioridad, el rescate es la prioridad y la atención. Se movilizan todos los medios posibles», agregó, y anunció que Bélgica celebrará el martes un día nacional de duelo por las víctimas de las inundaciones.

Mientras tanto, en Países Bajos, los funcionarios holandeses ordenaron la evacuación de 10.000 personas en el municipio de Venlo, donde el río Maas creció más rápido de lo esperado. Se espera que la marea alta dure hasta el domingo por la noche.

Los funcionarios temen que se rompan más presas y vigilan de cerca los embalses en la región. El viernes se evacuó un hospital de la región con 200 pacientes.

La crisis climática impulsa las lluvias extremas

Las devastadoras inundaciones se produjeron después de que grandes extensiones de Europa occidental sufrieron niveles históricos de lluvia; la cantidad que caería en más de un mes cayó en 24 horas.

Colonia, en Renania del Norte-Westfalia, registró 154 milímetros de lluvia en las 24 horas hasta el jueves por la mañana, que es casi el doble de su promedio mensual para julio de 87 milímetros. En el distrito de Ahrweiler, 207 milímetros de lluvia cayeron en solo nueve horas, según la base de datos europea de clima severo.

Los aguaceros provocaron inundaciones repentinas extremas, con niveles de agua que aumentaron en minutos.

Si bien es demasiado pronto para que los científicos digan qué papel ha jugado el cambio climático en la causa de esta inundación en particular, los eventos de lluvia extrema como los que se vieron en Europa occidental esta semana se están volviendo más comunes y más severos.

El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia en Alemania, Armin Laschet, quien también es el candidato de los conservadores para suceder a la canciller Angela Merkel en las próximas elecciones federales, dijo que las inundaciones en su estado eran «una catástrofe de proporciones históricas», haciendo un llamado al mundo. acelerar sus esfuerzos para mitigar y adaptarse al cambio climático.

«Las inundaciones literalmente han quitado la alfombra debajo de los pies de la gente», dijo Laschet.

«Nos enfrentaremos a tales eventos una y otra vez, y eso significa que necesitamos acelerar las medidas de protección climática, a nivel europeo, federal y global, porque el cambio climático no se limita a un solo estado», indicó.

Si bien es posible que la cantidad total de lluvia no cambie a lo largo del año en un lugar determinado, se espera que caiga más lluvia en ráfagas más breves, lo que tenderá a aumentar la frecuencia de las inundaciones.

Esto fue señalado por científicos de la Agencia Ambiental Europea, quienes dijeron que «el aumento proyectado en la frecuencia e intensidad de las fuertes precipitaciones en grandes partes de Europa puede aumentar la probabilidad de inundaciones repentinas, que representan el mayor riesgo de muerte».

Las sequías, que también se vuelven más comunes debido a la crisis climática, pueden empeorar las inundaciones repentinas porque el suelo muy seco no puede absorber el agua de manera eficiente.

Una inundación de 2016 en Europa Occidental que mató a 18 personas en Alemania, Francia, Rumania y Bélgica, fue analizada por un científico para ver si el cambio climático jugó un papel en las inundaciones. Descubrieron que un clima más cálido hacía que las inundaciones tuvieran un 80-90% más de probabilidades de ocurrir que en el pasado antes del cambio climático provocado por el hombre.

Se Dispara Violencia y Saqueos en Sudafrica

El presidente Cyril Ramaphosa intenta contener los disturbios que comenzaron el viernes, luego de que el ex mandatario Jacob Zuma fuera sentenciado a 15 meses de cárcel tras negarse a declarar en un caso de corrupción

Tiendas y bodegas de Sudáfrica se vieron golpeadas por saqueos este martes, por quinto día consecutivo, pese al despliegue de soldados por parte presidente del país, Cyril Ramaphosa, para tratar de contener la violencia que ya ha dejado 72 muertos.

Los saqueos estallaron en la capital económica de Johannesburgo y la provincia sudoriental de KwaZulu-Natal, mientras la oposición sudafricana acusó a grupos radicales de fomentar el desasosiego.

Pero esa cifra parece insignificante frente a los más de 70.000 soldados movilizados para aplicar el confinamiento del año pasado contra el coronavirus.

La turbulencia estalló el viernes pasado luego de que el expresidente Jacob Zuma comenzara a cumplir su sentencia de 15 meses de cárcel por desacato, tras negarse a declarar en una investigación sobre la corrupción en sus nueve años en el poder. El fin de semana se propagó a la provincia de Gauteng, donde se encuentra Johannesburgo.

“El total de personas que han perdido la vida desde el inicio de estas protestas (…) subió a 72”, dijo la policía la noche del martes en un comunicado. La mayoría de las muertes “se deben a estampidas ocurridas durante los incidentes de saqueos de tiendas”, agregó.

El número de detenidos se elevó a 1.234, aunque varios miles han participado en la ola de saqueos.

La policía llegó tres horas después y disparó balas de goma. Más tarde aparecieron los militares.

En la barriada de Alexandra, en el norte de Johannesburgo, cientos de personas entraban y salían de un centro comercial cargando productos.

“Realmente no me preocupa Zuma, él es un viejo corrupto que merece estar en la cárcel”, comentó un hombre de 30 años que trabaja lavando autos.

Admitió haber “tomado cosas de la tienda para mi mamá”, como ollas de acero inoxidable, carne y provisiones.

En Pietermaritzburgo, capital de KwaZulu-Natal, las personas cargaban neveras nuevas entre los arbustos hasta una fila de autos estacionados a la orilla de la carretera.

En Durban, las tomas aéreas mostraron a cientos de personas saqueando un centro comercial, del que salían con grandes cajas de productos.

Una mujer fue vista lanzando a su bebé desde el segundo piso de un edificio para salvarlo de un incendio, luego de que las tiendas en el piso de abajo fueran quemadas. El bebé fue apañado a salvo por personas en la calle.

“Anarquía”

En un discurso al país la noche del lunes, Ramaphosa fustigó los “actos oportunistas de criminalidad, con grupos de personas instigando el caos como mampara para los saqueos y el robo”.

“El camino de la violencia, del saqueo y la anarquía sólo conduce a más violencia y devastación”, agregó.

La Comisión de la Unión Africana condenó “el aumento de la violencia que resultó en la muerte de civiles y escenas chocantes de saqueos”, y llamó a “una urgente restauración del orden”.

El mayor partido de oposición, la Alianza Democrática, anunció este martes que presentará cargos criminales contra los hijos de Zuma y el líder del izquierdista Luchadores por la Libertad Económica, Julius Malema.

El partido los acusó de utilizar “redes sociales para expresar comentarios que parecen fomentar e incitar la violencia y los saqueos”, según un comunicado.

Zuma fue sentenciado el 29 de junio por la Corte Constitucional por ignorar una orden de comparecer ante una comisión que investiga casos de corrupción en su gobierno.

Comenzó a cumplir la sentencia la semana pasada luego de entregarse a las autoridades, mientras busca anular la sentencia.

Líder popular

Zuma, de 79 años, fue un luchador contra el apartheid que pasó 10 años preso en la cárcel de Isla Robben, cerca de Ciudad del Cabo.

En la Sudáfrica democrática llegó a ser vicepresidente y luego presidente, antes de ser depuesto por el gobernante Congreso Nacional Africano (CNA) en 2018 al proliferar los escándalos.

Aún así, Zuma mantiene su popularidad entre muchos sudafricanos pobres, especialmente entre militantes de base del CNA, que lo ven como un defensor de los marginados.

Sudáfrica está hundida en un profundo malestar económico, con elevadas cifras de desempleo. La actividad económica ya había sido afectada severamente por las restricciones para contener el coronavirus.