El Nuevo Presidente Ataca a Cárteles, Migración, la Diversidad y Otras Tantas Cosas

Donald Trump decidió no esperar a instalarse en la Casa Blanca para empezar a gobernar. El presidente hizo colocar un escritorio en el escenario del Capital One Arena, el estadio cubierto desde el que sus fieles siguieron a través de pantallas la toma de posesión, para firmar allí sus primeros decretos, recién llegado del Capitolio. La multitud llevaba horas esperándole y le aclamó a su llegada con gritos de “U-S-A” y “lucha, lucha, lucha”, las palabras que pronunció tras sufrir un intento de asesinato. En la tribuna, junto a miembros de su familia y de su equipo, presenció un desfile de tropas de casi una hora, encabezado por el casco y el uniforme del bombero que murió aquel día del atentado. Luego, tras un discurso en el que se colgó la medalla del mérito del alto en fuego en Oriente Próximo y repitió algunos de sus bulos habituales, se dirigió al asiento rojo donde había un montón de carpetas apiladas y empezó a firmar decretos.

El primer decreto fue la derogación de 78 órdenes ejecutivas de Joe Biden. El segundo, una congelación regulatoria para que las agencias federales no emitan más normas. El tercero congeló las contrataciones de funcionarios. Con el cuarto, suprimió el teletrabajo para los empleados federales. El quinto pidió a las agencias del Gobierno trabajar para combatir la inflación, sin mucha concreción. El sexto y séptimo, la retirada del Acuerdo de París sobre emisiones. El octavo, uno para supuestamente restaurar la libertad de expresión. El noveno, para acabar con la persecución de adversarios políticos.

Luego, Trump se fue a la Casa Blanca a firmar una montaña de decretos más. Aparte de los que había anunciado previamente, hubo uno para la salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otro para la retirada del acuerdo de la OCDE para establecer un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales, pasos en la política nacionalista y aislacionista de Trump, alejada del multilateralismo.

Ya en el discurso de toma de posesión proclamó el inicio de una “edad de oro” en Estados Unidos y anunció una “marea de cambio”. Su alocución concretó, mucho más de lo habitual en los discursos de jura del cargo, sus medidas inmediatas. Trump decidió aprobar una avalancha de decretos el primer día contra la inmigración, la agenda verde, la diversidad y otras materias para cerrar la era de su antecesor, Joe Biden. “Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones comenzaremos la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Todo es cuestión de sentido común”, afirmó Trump en su discurso de investidura.

Trump proclamó una emergencia nacional en la frontera con México para acabar con la inmigración ilegal en el lote de la Casa Blanca. Su campaña electoral giró en buena medida en torno a la xenofobia y el ataque a los inmigrantes, señalados como chivo expiatorio. En su discurso de investidura insistió en la idea de que muchos vienen de las cárceles y los manicomios, cuando en su inmensa mayoría son familias en busca de oportunidades que huyen de la pobreza o la represión política.

Emergencia en la frontera sur

“Primero, declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Reinstauraremos mi política de Quédate en México [que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer al otro lado de la frontera mientras se tramitan sus peticiones]. Pondré fin a la práctica de captura y liberación. Y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, dijo Trump. Nada más asumir el poder, su Administración suprimió la aplicación que permitía a los solicitantes de asilo pedir cita para acceder legalmente a Estados Unidos. Luego, llegado a la Casa Blanca, firmó los decretos correspondientes.

Declarar la emergencia permitirá a Trump implicar al ejército en la seguridad fronteriza, aunque esa medida puede ser impugnada en los tribunales, pues la ley pone estrictos límites a las Fuerzas Armadas sobre cómo pueden operar en territorio estadounidense. “Las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Nacional, participarán en la seguridad fronteriza, que es seguridad nacional, y se desplegarán en la frontera para ayudar al personal policial existente”, anunció el equipo de transición de Trump.

La misma fuente señaló que el Departamento de Justicia buscará la pena de muerte como castigo apropiado para crímenes en los que mueran agentes del orden y a los cometidos por “inmigrantes ilegales que mutilan y asesinan a estadounidenses”. “Ordenaré a nuestro Gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las redes criminales de bandas extranjeras, que traen una delincuencia devastadora a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos”, dijo Trump.

La declaración de emergencia fronteriza, pese a que las entradas de inmigrantes han caído drásticamente en los últimos meses, dará potestad también a Trump para utilizar fondos para construir el muro con México sin necesidad de aprobación del Congreso.

Trump aprobó eliminar la adquisición de nacionalidad estadounidense por el nacimiento en el territorio del país, aunque es algo previsto en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución. El presidente no puede cambiar la legislación constitucional. Trump trata de darle al texto legal una novedosa interpretación, pero es probable que su decisión sea impugnada en los tribunales.

Como ya había anticipado, el presidente designó a los carteles de la droga como “terroristas globales”, lo que permitirá endurecer su persecución y las sanciones.

Además, renombrará el golfo de México como golfo de América, aunque esa orden parece quedar pendiente por ahora. Los nombres son facultad que puede ejercer mediante orden ejecutiva, pese a que los geógrafos de la Administración desaconsejan los cambios de nombre sin razones poderosas. Otra cosa es que la denominación cuaje más allá de Estados Unidos.

“Perforar, perforar, perforar”

En materia energética, Trump decidió declarar también una emergencia, a pesar de que la producción de crudo está en máximos históricos y no se percibe ninguna escasez al respecto. Dará “rienda suelta” a la energía estadounidense, poniendo fin a lo que su equipo denomina “políticas de extremismo climático de Biden”. Cuando Trump afirmó que sería “dictador” el primer día, uno de los motivos era para “perforar, perforar, perforar” en busca de petróleo, una frase que repitió en su discurso de investidura. El presidente agilizará los permisos y revisará para su anulación todas las regulaciones que imponen cargas que considere indebidas a la producción y el uso de energía, incluyendo la minería y el procesamiento de minerales no combustibles.

Trump decidió también eliminar límites regulatorios y de emisiones con respecto a productos como los vehículos, flexibilizando los límites de contaminación de los coches y las normas de ahorro de combustible. “Podrás comprar el coche que elijas”, simplificó, cuando ahora también es posible hacerlo.

También acordó suprimir regulaciones medioambientales sobre los cabezales de ducha ―una peculiar obsesión del presidente―, inodoros, lavadoras, bombillas y lavavajillas. Además, su equipo de transición asegura que Trump volverá a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima, como ya hizo durante su primer mandato. En su ofensiva contra las renovables, resolvió poner fin “al arrendamiento de parques eólicos masivos que degradan los paisajes naturales y no sirven a los consumidores de energía estadounidenses”.

Política comercial

Aunque Trump proclamó que el principio de “Estados Unidos primero” se aplicará a la política comercial y a pesar de que los aranceles son una de sus promesas estrella, no los impondrá todavía. Sin embargo, sí ordenará a las agencias federales que inicien una investigación sobre las prácticas comerciales y monetarias desleales, con el foco puesto en los países con los que Estados Unidos tiene déficit comercial. Asimismo, emprenderá una ofensiva inmediata contra los productos falsificados y pondrá en revisión una exención especial que permite que los productos de bajo valor entren en el país libres de aranceles, una vía que usan empresas chinas como Temu y Alibaba. En su discurso, rebajó “aranceles” del puesto que le había dado como palabra más bonita del mundo y antepuso “Dios”, “religión” y “amor”.

“En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, impondremos aranceles e impuestos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. Para ello, vamos a crear el Servicio de Ingresos Exteriores [una agencia tributaria paralela a la actual, de Ingresos Internos] para recaudar todos los aranceles, derechos e ingresos. Serán cantidades masivas de dinero que entrarán en nuestro tesoro, procedentes de fuentes extranjeras”, aseguró Trump.

Asimismo, someterá a examen el cumplimiento por parte de China de un acuerdo comercial que firmó en su primer mandato, así como el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, que sustituyó en 2020, también bajo la presidencia de Trump, al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Contra los funcionarios

El nuevo presidente decidió poner fin a las políticas de trabajo remoto de los empleados públicos y ordenará que vuelvan a la oficina 4-5 días a la semana. Trump prevé congelar la contratación de funcionarios, excepto en áreas esenciales, “para poner fin a la avalancha de activistas de diversidad, igualdad e inclusión inútiles y con sueldos excesivos, enterrados en la fuerza laboral federal”, según su equipo. Trump pretende acabar con esas políticas inclusivas y de diversidad en toda la Administración.

Como parte de esa guerra cultural, el nuevo presidente “establecerá la existencia de lo masculino y lo femenino como realidad biológica y protegerá a las mujeres de la ideología radical de género”, según su equipo. Trump lo adelantó en su discurso: “Pondré fin a la política gubernamental de tratar de imponer socialmente la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada. Forjaremos una sociedad ciega al color y basada en el mérito. A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino”, proclamó.

Eso implica establecer vía decreto definiciones de sexo biológico para los trabajadores federales y como parte de las directrices para las escuelas. Su equipo también anunció el fin de las protecciones para las personas trans en las prisiones federales (uno de los ejes de la campaña republicana, que se gastaron decenas de millones de dólares en atacar) y para los inmigrantes transgénero bajo custodia estadounidense.

Parte de las órdenes ejecutivas del primer día fueron redactadas para derogar lo que los republicanos consideran “regulaciones onerosas y radicales” que Biden aprobó y que aún no han entrado en vigor. Otras son más simbólicas que efectivas. La libertad de expresión está protegida constitucionalmente. Pese a ello, Trump dijo en su discurso: “Firmaré una orden ejecutiva para poner fin inmediatamente a toda censura gubernamental y devolver la libertad de expresión a Estados Unidos”.

Prórroga para TikTok

“Esta semana, reincorporaré a todos los miembros del servicio que fueron expulsados injustamente de nuestro ejército por oponerse al mandato de la vacuna contra la covid, con el pago completo de sus salarios atrasados. Y firmaré una orden para impedir que nuestros guerreros sean sometidos a teorías políticas radicales y experimentos sociales mientras están de servicio. Esto terminará inmediatamente”, dijo también Trump.

El republicano aprobó una prórroga de 75 días para dar a la red social TikTok más tiempo para dejar de estar bajo control chino. También aprobó el indulto de unos 1.500 condenados y procesados por el asalto al Capitolio, además de conmutar la pena a otros seis. En su discurso de investidura, precisamente en el Capitolio, prefirió no abordar la cuestión.

Gran Asistencia Planeada Para Toma de Trump

Donald Trump, quien ha buscado convertir su toma de posesión en un evento global, hizo invitaciones directas a algunos líderes extranjeros, incluidos jefes de estado que han chocado con Estados Unidos en el pasado reciente. Pero eso no es común en la investidura de un presidente estadounidense.

Trump invitó al presidente de China, Xi Jinping, pero el mandatario no asistirá y en su lugar envía al vicepresidente Han Zheng como su representante especial, confirmó AP. La invitación era un ofrecimiento excepcionalmente inusual extendido al líder comunista de uno de los principales rivales geopolíticos de Estados Unidos.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente argentino, Javier Milei, también fueron invitados por Trump o su equipo, confirmaron fuentes a CNN. Los tres son aliados cercanos de Trump, que también han puesto nerviosos a Estados Unidos y sus aliados en ocasiones por su adopción de tácticas autoritarias y su política de extrema derecha.

Milei hará una gira internacional que incluye su presencia en Washington y su participación en el Foro Económico Mundial de Davos.

Las oficinas del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y del presidente de Paraguay, Santiago Peña, también han dicho que estaban invitados y que planeaban asistir.

El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia también asistirá a la juramentación de Trump. Fue invitado por “el Gobierno de los Estados Unidos”, indicó Con Venezuela, la plataforma que lo postuló como candidato en las pasadas elecciones. González Urrutia “espera reunirse con otros miembros de la nueva administración”, agregó en una nota de prensa.

En tanto, expresidente de Brasil Jair Bolsonaro pidió para viajar a EE.UU. con el fin de asistir a la investidura, pero su solicitud fue rechazada por el Supremo Tribunal Federal. El exmandatario acusó al Supremo de “persecución judicial” por rechazar su pedido.

Las invitaciones para asistir a su fiesta en Washington fueron en su mayoría informales, dijo a CNN una persona con conocimiento de las conversaciones, y a veces han llegado de pasada durante conversaciones telefónicas sobre otros asuntos. La persona también dijo que algunas invitaciones han pasado por canales secundarios, no directamente de líder a líder.

Trump también dictó invitaciones escritas, dijo una fuente familiarizada con el asunto, y ha hecho que su equipo las envíe a líderes extranjeros.

Cómo funcionan las invitaciones en EE.UU.
Depende del presidente electo y su equipo determinar qué invitados asistirán a su toma de posesión, incluidos los líderes mundiales que puedan invitar, dijo a CNN una fuente familiarizada con el proceso. Por lo general, el Comité Conjunto del Congreso bipartidista sobre Ceremonias Inaugurales y el Departamento de Estado se ponen en contacto con los diplomáticos para que asistan.

Sin embargo, es raro que los jefes de estado realicen visitas internacionales a Washington para una toma de posesión, y depende del criterio del presidente entrante hacer tales solicitudes, dijo la fuente.

Donal Trump Será de Nuevo Presidente

El expresidente de EE.UU. y candidato republicano Donald Trump volverá a la Casa Blanca tras derrotar en las elecciones a Kamala Harris, según la proyección de CNN. Trump, quien fue presidente entre 2017 y 2021, regresará a la Presidencia tras una campaña marcada por la retórica antiinmigrante.

A lo largo de la campaña, Trump difundió noticias falsas sobre los migrantes. En un debate repitió la mentira de que los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio, se comen a los perros y gatos, algo desmentido por autoridades locales y estatales. Trump luego dijo que solo estaba repitiendo “lo que se informó” cuando hizo las afirmaciones falsas.

En su primer paso por la Casa Blanca, llegó como el primer presidente sin experiencia política o militar previa y enfrentó la crisis del covid-19, en medio de acusaciones de vínculos con Rusia.

Su primera presidencia

Trump fue elegido presidente en 2016, derrotando a Hillary Clinton. Fue el primer presidente sin experiencia política o militar previa. Su elección fue respaldada principalmente por hombres blancos mayores de 40 años con menos educación. Su presidencia estuvo marcada por acusaciones de vínculos con Rusia, que él negó, aunque informes posteriores confirmaron intentos rusos de influir en su favor.

¿A Qué Hora Conoceremos al Ganador?

Llegó el día de las elecciones generales 2024 en Estados Unidos, en las que se elegirán, entre otros cargos, a las personas que ocuparán la presidencia y vicepresidencia del país en los próximos cuatro años.

Donald Trump (republicano) y Kamala Harris (demócrata), los principales candidatos presidenciales en este ciclo electoral, se encuentran en una contienda muy reñida.

¿Por qué es importante que el enfrentamiento entre Harris y Trump esté tan cerrado? Porque eso afecta directamente a la publicación de los resultados finales de las elecciones.

¿A qué hora se conocerán los resultados de las elecciones de EE.UU.?

Primero, la Comisión Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. señala que las oficinas electorales de los estados son las responsables de certificar los resultados.

“Por favor visita el sitio web de la oficina electoral de tu estado para obtener información sobre los resultados electorales”, dice la FEC.

Por ejemplo, en Carolina del Norte —uno de los estados clave que no tienen un líder claro en la carrera presidencial—, los centros de votación cierran a las 7:30 p.m. hora local, por lo que en adelante se comienzan a reportar los resultados de los votos ausentes por correo, los votos anticipados y los votos en persona el día de las elecciones. Entre 8 y 9:30 p.m., los datos se actualizarán en el panel de resultados cada 5 o 10 minutos.

Mira aquí en vivo los resultados de las elecciones presidenciales

Un ejemplo más: en Georgia, otro estado clave en disputa, las urnas cierran a las 7 p.m. hora local y la mayoría de las boletas se contarán hacia el final del día de las elecciones.

En total, son siete estados clave en disputa. Aquí te dejamos las horas en las que cierran las urnas y detalles sobre el conteo de votos:

Carolina del Norte: 7:30 p.m. ET. Se espera que casi todos los votos del estado se reporten la noche de las elecciones, pero las boletas provisionales –que podrían representar una mayor proporción del total debido a las nuevas leyes de identificación de votantes y los efectos del huracán Helene– se contarán después.
Georgia: 7 p.m. ET. Se espera que casi todos los votos del estado se reporten la noche de las elecciones.
Pensilvania: 8 p.m. ET .Es probable que los condados grandes reporten grandes cantidades de votos enviados por correo poco después del cierre de las urnas. Podría tardar varios días en reportarse todas las boletas enviadas por correo, ya que los funcionarios electorales no pueden comenzar a procesarlas hasta el propio día de las elecciones.
Michigan: entre las 8 y 9 p.m. ET. Si bien el estado suele reportar casi todos sus votos para el mediodía del miércoles, algunos de los condados más grandes del estado, notablemente el condado de Wayne (donde se encuentra Detroit), a menudo terminan de informar el miércoles temprano.
Arizona: 9 p.m. ET. No se reportan votos hasta una hora después del cierre de las urnas. Los primeros resultados suelen ser los votos anticipados y las boletas enviadas por correo que llegaron antes. El informe de las boletas enviadas por correo que llegaron más tarde y de las depositadas el día de las elecciones podría continuar durante varios días.
Wisconsin: 9 p.m. ET. Si bien el estado suele informar casi todos sus resultados la noche de las elecciones, es probable que algunas grandes ciudades informen de sus boletas enviadas por correo y los votos anticipados el miércoles temprano.
Nevada: 10 p.m. ET. No se reportan votos hasta que todas las mesas electorales del estado hayan cerrado, por lo que puede haber una espera para los primeros resultados. El estado seguirá contando durante varios días, y Nevada acepta boletas con sello postal del día de las elecciones si llegan antes del 9 de noviembre.
Los resultados finales, en tanto, dependen del conteo en cada uno de los estados. ¿A qué hora podrían llegar?

Podría tardar un poco, dependiendo del número de votos por correo emitidos en algunos estados y de lo reñidas que estén las cosas.

CNN no pronosticó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, ganaría las elecciones de 2020 hasta cuatro días después de la jornada electoral. Si la elección 2024 está reñida en uno o más estados decisivos, podría tardar aún más.

En 2000, por ejemplo, los disputados resultados en Florida se prolongaron durante 36 días hasta que la Corte Suprema puso fin a un recuento.

En 2016, en cambio, las cosas estuvieron relativamente reñidas en algunos estados clave y Hillary Clinton reconoció su derrota al día siguiente de la jornada electoral. Es poco probable que Trump haga esto alguna vez. La vicepresidenta Harris ha hablado de la importancia de un traspaso pacífico del poder.

Podemos esperar que, si Trump pierde, impugne los resultados, ya que alegó fraude en las elecciones presidenciales del 2020 y, durante la campaña de este 2024, reiteró innumerables ocasiones que le “robaron los comicios” del 2020.

Las normas sobre cómo y cuándo se activa o puede solicitarse un recuento varían de un estado a otro. Este año, según una nueva ley, los estados tienen hasta el 11 de diciembre para determinar un ganador con el fin de garantizar el recuento de sus votos electorales.

Trump se Vuelve más Mentiroso en Campaña

Trump hace afirmaciones falsas sobre la respuesta federal a huracán Helene

Donald Trump difundió falsedades en repetidas ocasiones sobre la respuesta federal a la devastación causada por el huracán Helene a pesar de que aseguró el lunes que no politizaba la catástrofe.

A su llegada a Valdosta para un recorrido de las zonas afectadas en el sur de Georgia, el exmandatario y candidato presidencial afirmó que el presidente Joe Biden estaba “durmiendo” y no le respondía al gobernador de Georgia, Brian Kemp, de quien dijo que ha estado “llamando al presidente y no ha sido capaz de hablar con él”. Repitió estas afirmaciones más tarde durante un acto con la prensa, después de que se le informó que Kemp había dicho que ya había hablado con Biden.

“Está mintiendo, y el gobernador le dijo que estaba mintiendo”, afirmó Biden el lunes.

La Casa Blanca anunció previamente que Biden habló por teléfono el domingo por la noche con Kemp y con el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, así como con Scott Matheson, alcalde de Valdosta, Georgia, y el director de Manejo de Emergencias de Florida, John Louk. Kemp confirmó la mañana del lunes que había tenido una conversación con Biden la noche anterior.

“El presidente me llamó ayer por la tarde, perdí su llamada y me comuniqué con él de inmediato y me dijo: ’Oye, ¿qué necesitas?’. Le dije, ya sabe, tenemos lo que necesitamos, trabajaremos a través del proceso federal”, afirmó Kemp. “Me dijo que si necesitábamos algo más le llamara directamente, cosa que agradezco”.

Además de convertirse en crisis humanitarias, las catástrofes naturales pueden significar pruebas políticas para los funcionarios electos, en particular en las últimas semanas de una campaña presidencial en la que algunos de los estados más disputados son también algunos de los más afectados, como Carolina del Norte y Georgia. En los últimos días, Trump ha aprovechado la devastación provocada por Helene para atacar a la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata, e insinuar que ella y Biden están haciendo política con la tormenta, algo de lo que se le acusó a él cuando era presidente.

Mientras la Casa Blanca destacaba las llamadas telefónicas de Biden a Kemp y otros funcionarios, el el presidente enfrentaba cuestionamientos sobre su decisión de pasar el fin de semana en su casa de playa en Delaware, en lugar de quedarse en la Casa Blanca para vigilar la tormenta.

“Estaba al mando”, dijo Biden a los periodistas después de un breve comunicado en la Casa Blanca sobre la respuesta del gobierno federal. “Ayer estuve al teléfono durante al menos dos horas y el día anterior también. Estuve al mando. Se llama teléfono”.

Biden recibió frecuentes actualizaciones sobre la tormenta, aseguró la Casa Blanca, al igual que Harris a bordo del avión de la vicepresidencia mientras realizaba una gira de campaña por la costa eeste. La vicepresidenta acortó su viaje de campaña el lunes para regresar a Washington para una sesión informativa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés).

En su plataforma de redes sociales, Trump también afirmó el lunes, sin presentar pruebas, que el gobierno federal y el gobernador de Carolina del Norte estaban “haciendo todo lo posible para no ayudar a la gente en zonas republicanas”. Asheville, una localidad que quedó devastada por la tormenta, es una comunidad marcadamente demócrata, al igual que gran parte del condado de Buncombe.

El paso de Helene ha dejado más de un centenar de muertos en Estados Unidos, y algunos de los peores daños han sido por las inundaciones en zonas de Carolina del Norte alejadas de las costas.

Biden dijo que viajará a Carolina del Norte el miércoles para presenciar la magnitud de los daños, pero que limitará su presencia para no distraer la atención de los actuales esfuerzos de recuperación.

En su discurso del lunes en la sede de la FEMA, Harris afirmó que ha recibido informes constantes sobre la respuesta al desastre, incluso de la directora de agencia Deanne Criswell, y que ha hablado con Kemp y Cooper en las últimas 24 horas.

“Les he compartido que haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a las comunidades a responder y recuperarse”, indicó. “Y he compartido con ellos que planeo estar sobre el terreno lo antes posible sin interrumpir ninguna operación de respuesta de emergencia”.

Cuando se le preguntó si su visita podría ser interpretada como politizar la catástrofe, frunció el ceño y negó con la cabeza, pero no respondió.

¿Cómo van las Elecciones?

A un mes de las elecciones en EU: ¿Cómo van las encuestas entre Donald Trump y Kamala Harris?La jornada electoral se llevará a cabo el próximo 5 de noviembre, en donde la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump buscarán estar al frente de la Casa Blanca.

Estados Unidos está a un mes de celebrar sus elecciones presidenciales 2024. El expresidente republicano Donald Trump se enfrentará a la vicepresidenta Kamala Harris para buscar un segundo mandato al frente de la Casa Blanca.

La jornada electoral se llevará a cabo el próximo martes 5 de noviembre. Kamala Harris, quien es ahora la candidata por el Partido Demócrata, tendrá que superar al multimillonario, después de que el presidente Joe Biden se bajó de la campaña presidencial.

Pese a que la candidata demócrata cuenta con la misma ventaja en la media general de las última encuesta publicada por ABC News, consultadas al corte del miércoles 2 de octubre, el promedio de encuestas es reñido y separa a los candidatos por menos de tres puntos porcentuales, pero ¿cómo van las encuestas entre Donald Trump y Kamala Harris?

Harris vs. Trump: ¿quién lidera las encuestas nacionales en Estados Unidos?

Pese a que Donald Trump encabezaba las encuestas por cinco puntos sobre el presidente Joe Biden en los primeros meses de las elecciones 2024 en EU, según la cadena de televisión CBS, la nominación de Kamala Harris como candidata presidencial revirtió la tendencia.

Así lo indica el promedio de encuestas que publica el sitio FiveThirtyEight. De acuerdo con los datos más recientes, Kamala Harris tiene un promedio de 48.5 por ciento en las encuestas nacionales realizadas, mientras que el candidato republicano Donald Trump reúne 45.8 por ciento.

Aunque las encuestas son una guía para saber la popularidad de los aspirantes a la Casa Blanca, no implican una victoria para uno de los candidatos presidenciales debido a que Estados Unidos utiliza un sistema de colegio electoral para elegir a su presidente, esto pese a que el candidato haya ganado la mayor cantidad de votos.

El reporte de Morning Consult, realizado del 27 al 29 de septiembre, también reveló una ventaja de Harris del cinco por ciento. La exfiscal general de California obtuvo 51 por ciento de aprobación, mientras que el republicano tuvo el 46 por ciento.

YouGov realizó un sondeo entre el 21 y 24 de septiembre. Los resultados colocan a Kamala Harris con una ventaja de tres puntos, ya que tiene 49 por ciento, a diferencia del 46 por ciento que respalda al candidato del Partido Republicano.

Los promedios de FiveThirtyEight se ajustan con base en los datos de encuestas nacionales y estatales, incluidos sondeos de The New York Post, Morning Consult, The Economist (YouGov) e Ipsos/Reuters por mencionar algunos.

¿Los votantes quieren republicanos o demócratas en el Congreso?

En los meses previos a la jornada electoral de EU, una diferencia del 2.3 por ciento de los votantes dijeron querer a los demócratas en el Congreso de los Estados Unidos (47.0 por ciento), en tanto, un 44.7 por ciento de la gente prefirió a los republicanos.

Del 21 al 24 de septiembre, YouGov detalló que el 47 por ciento prefiere a los demócratas en el Congreso, mientras que un 45 por ciento quiere a los republicanos.

La Sociedad de Encuestadores Presidenciales de la Universidad George Washington registró un empate del 50 por ciento del 14 al 16 de septiembre, en donde los votantes de ambos partidos quieren que tanto republicanos como demócratas estén en el Congreso.

Según la BBC, algunas personas apoyan un gobierno dividido porque significa que cada partido político puede vigilar al otro.

¿Qué opinión tienen los estadounidenses sobre Kamala Harris?

Ante la pregunta sobre qué opinión tienen los estadounidenses sobre la demócrata, Kamala Harris, 47.4 por ciento dice tener una opinión favorable de la aspirante presidencial, mientras que el 46.2 por ciento, tiene una opinión desfavorable.

La encuesta del Morning Consult, realizada entre el 27 y 29 septiembre, señala que Harris tuvo una opinión favorable del 52 por ciento; no obstante, un 46 por ciento de los encuestados dice tener una opinión desfavorable.

YouGov registró que un 49 por ciento de los consultados calificó positivamente a la también exprimera senadora indoestadounidense de Estados Unidos. El 51 tiene una opinión desfavorable, dicha encuesta fue realizada del 21 al 24 de septiembre.

Ipsos/Reuters registro un empate del 47 por ciento, sobre la opinión favorable y desfavorable de la demócrata, del 20 al 22 de septiembre.

La entrada de Harris en la contienda presidencial ha desencadenado una oleada de organización entre los hombres negros así como latinos quienes han respaldado su candidatura presidencial superando a Trump en la intención de voto de ambos grupos.

¿Qué opinión tienen los estadounidenses sobre Trump?

Según una encuesta de FiveThirtyEight, el 52.5 de los estadounidenses tiene una opinión desfavorable sobre Donald Trump, y el 42.9 por ciento tiene una opinión favorable.

Esto se debe a la falta del voto de afroamericanos y latinos, quienes lo rechazaron durante las elecciones presidenciales de 2020, aunque Trump ha prometido aplicar nuevos esfuerzo para expandir su coalición y ganar la confianza de los votantes la opinión sobre él sigue siendo más negativa que positiva.

De acuerdo con un análisis de dos encuestas realizadas durante septiembre, alrededor del 8 por ciento tienen una opinión desfavorable de Trump.

La encuesta de YouGov indica que un 46 por ciento de los votantes encuentra favorable al republicano y un 54 por ciento lo encuentra desfavorable.

Monrning Consult dice que un 44 por ciento de los votantes encuentra favorable al empresario, mientras que 54 por ciento también lo ve desfavorable.

¿Respaldo de estrellas de Hollywood a candidatos de EU influye en los votantes?

Pese a que recientemente cantantes como Taylor Swift y Billie Eilish dieron su respaldo a la vicepresidenta demócrata, minutos después del debate presidencial. Solo 6 por ciento de los encuestados dicen que el apoyo de la estrella del pop a Harris los hace más propensos a votar por ella.

Mientras que el 13 por ciento, en cambio, dice que los hace menos propensos a apoyarla y el 81 por ciento dice que no hace ninguna diferencia, según la encuesta de ABC News/Ipsos.

Sin embargo, puesto que en Estados Unidos la elección no se hace de un modo directo sino a través de 538 electores, que se dividen proporcionalmente entre los 50 estados del país (más el Distrito de Columbia), la clave de estos comicios está en los estados bisagra como Pensilvania, Georgia o Wisconsin, donde la diferencia es mínima.

Harris o Trump: ¿Quién tiene ventaja en los estados bisagra?

Las entidades que desempeñan un papel importante en el resultado de los próximos comicios son: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, las cuales se consideran clave para el resultado de las elecciones presidenciales.

¿Cuántos puntos lleva Kamala vs. Trump en Pensilvania?

Las encuestas recientes muestran que los dos candidatos están separados por solo un punto porcentual o menos en varios estados en bisagra, entre los que destaca Pensilvania. En esa entidad, Harris tiene un 48.0 por ciento y Trump un 47.3 por ciento.

El reporte de Morning Consult señala que Harris lleva una ventaja de cuatro puntos porcentuales. La demócrata recibió un 51 por ciento de la preferencia, frente a Trump, quien tiene un 46 por ciento.

¿Qué candidato lleva ventaja en Arizona?

Actualmente, según la media de encuestas de FiveThirtyEight, en Arizona hay una diferencia de 1.3 puntos porcentuales, en favor del republicano que tiene 48.1 por ciento, mientras que la vicepresidenta obtuvo un 46.8 por ciento.

La investigación de Morning Consult, realizada también del 19 al 25 de septiembre, colocó a Harris con el 50 por ciento, mientras que Trump se quedó con el 47 por ciento de preferencia.

¿Cuál es el candidato favorito en Georgia?

Los votantes de Georgia también dieron la delantera al exmandatario por 1.2 puntos porcentuales. Trump tuvo un 48.3 por ciento, y Harris un 47.1 por ciento.

No obstante, el reporte de Morning Consult reportó un empate del 49 por ciento para ambos candidatos.

¿Quién lleva ventaja en Michigan?

En Michigan, muestra a la candidata del Partido Demócrata tiene una preferencia del 48.1 por ciento, mientras que el exmandatario tuvo un 46.3 por ciento.

El reporte de Bloomberg en colaboración con Morning Consult da una delantera de tres puntos, dejando a Harris con el 50 por ciento y a Trump con un 47 por ciento.

¿Kamala o Trump? Quién lleva ventaja en Nevada

La encuesta en Nevada también da preferencia a la vicepresidenta de Estados Unidos. Harris tiene el 47.8 por ciento, frente al 46.8 por ciento de Trump.

Otro reciente sondeo muestra a la vicepresidenta demócrata con un 52 por ciento, frente al 45 por ciento del empresario.

¿Cuántos puntos tiene Donald Trump en Carolina del Norte?

Los votantes de Carolina del Norte están separados por menos de un punto. Donald Trump supera a Kamala Harris con una preferencia de 48 por ciento, mientras que la demócrata solo tiene el 47.5 por ciento.

Por el contrario, un sondeo de Morning Consult indica que la vicepresidenta tiene una ventaja sobre el demócrata de dos putos, (50 por ciento de Harris y 48 por ciento de Trump).

¿Cuántos puntos le lleva Harris a Trump en Wisconsin?
En Wisconsin, Harris tiene el 48.5 por ciento del apoyo frente al 46.7 por ciento de Trump. Mientras que el sondeo de Morning Consult le da a Harris la delantera con un 51 por ciento de apoyo y a Trump lo deja con un 48 por ciento.

¿Cómo van los Candidatos a Presidente? Depende a Quién le Preguntes

Durante la última semana, los estadounidenses tuvieron más probabilidades de escuchar noticias sobre el expresidente Donald Trump que sobre la vicepresidenta Kamala Harris, según The Breakthrough, un proyecto de encuestas de CNN que rastrea lo que los estadounidenses promedio realmente escuchan, leen y ven sobre los candidatos presidenciales a lo largo de la campaña.

Pero después de una serie de noticias de alto perfil que atrajeron la atención de todo el espectro político, incluido el debate presidencial y el primer intento de magnicidio contra Trump, los datos de esta semana muestran una divergencia significativa entre lo que los demócratas y los republicanos recordaron haber escuchado sobre el candidato republicano. Los republicanos se centraron más en el intento de magnicidio contra el expresidente en Florida a principios de este mes, mientras que los demócratas siguieron diciendo que estaban escuchando más sobre sus afirmaciones infundadas sobre los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio.

En la encuesta más reciente, realizada del 20 al 23 de septiembre por SSRS y Verasight en nombre de un equipo de investigación de CNN, la Universidad de Georgetown y la Universidad de Michigan, tres cuartas partes de los estadounidenses dijeron que habían leído al menos algunas noticias sobre Trump, superando ligeramente al 69% que dijo lo mismo sobre Harris. Se trata de un cambio con respecto a finales de agosto y principios de septiembre, cuando porcentajes aproximadamente iguales recordaban haber escuchado noticias sobre cada uno de los candidatos.

Los republicanos fueron mucho más propensos que los demócratas a mencionar la palabra “asesinato” y otras frases relacionadas con el intento de magnicidio de Trump, como referencias al campo de golf donde tuvo lugar el intento.

“Donald Trump ha estado en campaña y la situación se está volviendo peligrosa para él. Recientemente sufrió un segundo intento de asesinato en un campo de golf”, escribió un encuestado.

Los demócratas se mostraron más proclives a centrarse en el debate presidencial de septiembre, mencionando palabras como “mentira” y referencias a las afirmaciones falsas de Trump de que los inmigrantes en Ohio se estaban comiendo a las mascotas. “Sigue difundiendo la historia de Springfield sobre los inmigrantes haitianos que se comen a las mascotas locales”, escribió otro encuestado. “Está utilizando tropos antisemitas en sus discursos. Sigue difundiendo falsedades sobre su actuación en el debate”.

Los independientes políticos mencionaron ambos conjuntos de temas, según la encuesta, y los estadounidenses del otro bando tenían aproximadamente la misma probabilidad de mencionar palabras que apuntaban de manera más amplia a la carrera presidencial, como “campaña” o “elección”.

Parte de la disparidad entre demócratas y republicanos puede deberse a una diferencia en las fuentes de información que consumen, pero también puede reflejar diferencias en las noticias que resuenan más en cada grupo, así como en la forma en que los partidarios de cada bando tienden a describir esas noticias cuando se les pregunta, lo que a menudo refleja sus propios sentimientos políticos.

Mientras tanto, cuando se les preguntó qué habían visto, leído o escuchado sobre Harris, las respuestas de los estadounidenses incluyeron la palabra “debate”, una referencia tanto a su actuación en su primer debate presidencial como a su voluntad declarada de una revancha contra Trump, así como a su entrevista con Oprah Winfrey.

El sentimiento detrás de las palabras que los estadounidenses usaron para describir lo que habían escuchado sobre Harris siguió siendo más positivo que las palabras que usaron para describir las noticias sobre Trump. Esto no significa que expresaran sentimientos más cálidos sobre ella personalmente, sino que lo que dijeron sobre ella tendió a formularse en términos y tonos relativamente positivos.

Sin embargo, la brecha en los sentimientos sobre los dos candidatos fue significativamente menor que la de la semana pasada tras el debate. El tono de las respuestas relacionadas con Harris fue ligeramente más negativo que positivo, lo que llevó su sentimiento a un nivel similar al que tenía antes del debate, mientras que el de Trump se mantuvo en territorio negativo.

Trump Tiene Otro Aparentemente Intento de Asesinato

Donald Trump fue blanco el domingo de lo que según el FBI “parece ser un intento de asesinato” en su club de golf en West Palm Beach, Florida, apenas nueve semanas después de que el candidato presidencial republicano sobreviviera a otro atentado contra su vida. El expresidente dijo que estaba a salvo y bien, y las autoridades detuvieron a un hombre.
Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos, apostados unos hoyos más arriba de donde jugaba Trump, vieron la boca del cañón de un fusil tipo AK asomando entre los arbustos que bordean el campo, a unos 365 metros (400 yardas) de distancia.

Un agente disparó y el agresor soltó el fusil y huyó en una camioneta SUV, dejando atrás el arma de fuego junto con dos mochilas, una mira telescópica utilizada para apuntar y una cámara GoPro, dijo el jefe policial del condado Palm Beach, Ric Bradshaw. El hombre fue detenido más tarde en un condado vecino.

Tenía una actitud tranquila y no mostró emociones cuando la policía lo detuvo, ni hizo preguntas sobre por qué lo detenían, dijo jefe policial William Snyder.

“Nunca preguntó: ‘¿de qué se trata esto?’ Obviamente, policías con armas largas, luces de patrullas, muchas cosas pasando. Nunca lo cuestionó”, señaló.

Se trata del episodio perturbador más reciente en un año de campaña marcado por una agitación sin precedentes. El 13 de julio, Trump recibió un disparo durante un mitin en Butler, Pensilvania, y la bala le rozó una oreja. Ocho días después, el presidente Joe Biden se retiró de la contienda presidencial, cediendo el paso a la vicepresidenta Kamala Harris para que se convirtiera en la candidata del partido.

Y generó nuevas preguntas sobre las operaciones de protección del Servicio Secreto después de que la agencia reconoció haber cometido errores en la prevención del intento de asesinato contra Trump este verano.

En un correo electrónico a sus partidarios, Trump dijo: “Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores empiecen a descontrolarse, quería que escuchasen esto primero: ¡estoy a salvo y bien!”. Y añadió: “Nada me frenará. ¡No me rendiré nunca!”.

Regresó a Mar-a-Lago, su club privado en Palm Beach donde vive, según una persona familiarizada con los movimientos de Trump que no estaba autorizada a comentarlos públicamente y habló a condición de guardar el anonimato.

Por el momento no está claro si el incidente afectará su calendario de campaña. Para el lunes por la noche Trump tenía previsto hablar en vivo en la red social X sobre criptodivisas desde Florida, con motivo del lanzamiento de la plataforma de criptomonedas de sus hijos. El martes tenía programado celebrar una audiencia pública en Flint, Michigan, con su exsecretaria de prensa, la gobernadora de Arkansas Sarah Huckabee Sanders, seguida de un mitin el miércoles en Long Island, Nueva York.

Un correo electrónico a personal del equipo de campaña de Trump al que la AP tuvo acceso señaló: “Este no es un asunto que nos tomemos a la ligera. La seguridad de ustedes siempre es nuestra máxima prioridad. Les pedimos que se mantengan atentos en sus actividades diarias”.

“A medida que entramos a los últimos 50 días de la campaña del presidente Trump, debemos recordar que sólo podremos salvar a Estados Unidos de los que intentan destruirlo si trabajamos juntos como un solo equipo”, añadió.

Biden y Harris fueron informados y Harris dijo en un comunicado que “la violencia no tiene lugar en Estados Unidos”.

Biden hizo eco de ese pensamiento en su propio comunicado, y dijo que le había pedido a su equipo asegurarse de que el Servicio Secreto “cuente con todos los recursos, capacidades y medidas protectoras necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente”.

Luego de lo ocurrido, Trump se comunicó con aliados suyos, incluido su compañero de fórmula, el senador por Ohio JD Vance, el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, y varios conductores de Fox News. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, informó el domingo por la noche que había pasado las últimas horas con Trump, y dijo que era “imparable”.

Sean Hannity, de Fox News, describió al aire la conversación que tuvo con Trump y con el compañero de golf del expresidente, Steve Witkoff.

Ambos le dijeron a Hannity que estaban en el quinto hoyo y a punto de dar sus putts cuando oyeron un “pop pop, pop pop”. En cuestión de segundos, según le relató Witkoff a Hannity, agentes del Servicio Secreto “se abalanzaron sobre” Trump y “le cubrieron” para protegerle.

Trump había regresado a Florida este fin de semana tras efectuar una gira por la costa oeste de Estados Unidos, la cual incluyó un mitin en Las Vegas el viernes por la noche y un evento de recaudación de fondos en Utah. Su equipo de campaña no había informado de planes de Trump de presentarse en público para el domingo. Suele pasar la mañana jugando golf.

Desde el atentado de julio, su seguridad ha sido reforzada. Cuando ha estado en la Torre Trump de Nueva York, una hilera de camiones de volteo han estado aparcados junto a un muro en el exterior del edificio. Y en los mítines al aire libre ahora habla detrás de cristal blindado.

El campo de golf fue cerrado parcialmente para Trump mientras jugaba, pero hay varias zonas alrededor del perímetro de la propiedad donde los golfistas son visibles desde la valla. Agentes del Servicio Secreto y funcionarios en carritos de golf y vehículos todoterreno suelen vigilar la zona varios hoyos delante y detrás de Trump cuando juega al golf. Los agentes también suelen llevar un vehículo blindado al campo para resguardar rápidamente a Trump en caso de amenaza.

El jefe policial del condado Palm Beach dijo que todo el campo de golf habría sido rodeado de policías si Trump fuera el presidente, pero como no lo es, “la seguridad se limita a las zonas que el Servicio Secreto considera posibles”.

El hombre detenido es Ryan Routh, le dijeron a la AP tres funcionarios policiales, los cuales hablaron a condición de guardar el anonimato porque no están autorizados a declarar sobre la investigación en curso.

Los registros muestran que Routh, de 58 años, vivió en Carolina del Norte la mayor parte de su vida antes de mudarse a Hawai en 2018. En 2020 hizo una publicación en redes sociales en la que respaldaba la reelección de Trump, pero en años recientes ha efectuado publicaciones en las que expresa su apoyo a Biden y Harris.

Routh intentó reclutar a soldados afganos que huían del Talibán para que combatieran en Ucrania, y pasó varios meses en ese país, según una entrevista con The New York Times el año pasado.

El FBI encabeza la investigación. El secretario de Justicia Merrick Garland está siendo informado. Agentes de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ayudan en la pesquisa.

El gobernador de Florida, Ron De Santis, dijo que el estado investigará el asunto en forma independiente. En una publicación en X, señaló: “La gente merece saber la verdad acerca del asesino en potencia, y cómo fue posible que llegara a estar a 500 yardas del expresidente y actual candidato del Partido Republicano”.

Mañana hay Debate Presidencial Cunao Hay Empate Técnico

La vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano se encontrarán este martes en Filadelfia para protagonizar una contienda pública dirigida a seducir al electorado indeciso que definirá los comicios del 5 de noviembre

Desde Washington, Kamala Harris se encerró en un hotel de Pittsburgh para entrenar su guión de debate presidencial: enfrente un asesor disfrazado de Donald Trump contestaba sus argumentos políticos sobre el valor de la democracia y a la importancia de preservar el derecho al aborto. A 3.500 kilómetros de allí, en su hotel de Las Vegas, Trump utilizó su propia suite para observar -una y otra vez- el discurso de Harris en la Convención Demócrata: buscaba su flanco débil para afilar su réplica política.

Con las encuestas arrojando un empate técnico, Los dos candidatos asumen que el debate presidencial en la cadena ABC será un punto de inflexión en la campaña electoral. Y se preparan para una puja mediática que tiene lógica de suma cero: solo quien gane se llevará cuatro años en el Salón Oval.

Harris y Trump nunca se encontraron. El expresidente republicano descartó una transición ordenada con Joseph Biden -denunció fraude electoral-, y no concurrió a la Casa Blanca para hacer los honores a su sucesor.

Ambos candidatos se tienen inquina personal, y una muestra de ese desagrado mutuo podría ocurrir cuando inicie la confrontación pública: no está claro aún si se darán la mano frente a los millones de estadounidenses que mañana a las 21.00 (hora del este) cenarán mirando un acontecimiento histórico.

La última encuesta publicada por The New York Times muestra a Trump con 48 por ciento de los votos versus el 47 por ciento a favor de Harris. Ese sondeo tiene un error estadístico del tres por ciento, un dato que afirma lo obvio: hay empate técnico entre los dos contendientes.

La estrategia electoral de Harris apunta fortalecer sus niveles de conocimiento público entre los votantes indecisos. Los sondeos propios aseguran que cerca de un 25 por ciento de ese segmento aún no sabe cómo piensa la candidata demócrata, mientras que Trump está en una cifra que ronda el 7 por ciento.

En este contexto, el debate de mañana es clave para Harris. Ella y su equipo definieron un guión que se apoya en sus ideas políticas más que en la confrontación directa contra Trump. Eso no significa que la candidata demócrata rehuya un debate caliente sobre un asunto disruptivo que presente su adversario republicano, como podría ser su genero, su etnia o su religión.

Harris quiere demostrar que puede liderar Estados Unidos con una agenda moderna, que Trump sería incapaz de ejecutar por su edad (78 años) y sus ideas políticas. La candidata demócrata -explicó su entorno a Infobae- desplegaría un discurso con posibles medidas económicas que van más allá del programa que lideró Biden en su mandato.

Desde esta perspectiva, la candidata oficialista tiene un paper que asigna importancia táctica a demostrar que aún es posible construir el denominado sueño americano, una aspiración social que millones de votantes no encontraban en la propuesta de Biden cuando todavía buscaba su reelección electoral.

La encuesta del New York Times exhibe al factor cambio y un mejor futuro como aspiraciones básicas del electorado indeciso: más del 60 por ciento de los encuestados opinaron que el próximo presidente debe modificar la actual coyuntura. Y a continuación, sólo un 25 por ciento coloca en ese rol a Harris, mientras que Trump aparece con un porcentaje del 53 por ciento.

Entonces, Harris tiene tres objetivos a cumplir durante el debate: presentar sus ideas al electorado indeciso que no la conoce, convencer a los independientes que exigen una nueva agenda presidencial, y desnudar las posiciones ideológicas (aborto y impuestos) que definen el discurso de Trump.

Por su parte, Trump estructura el guión de debate sobre la situación económica que deja Biden. El comité de campaña republicano tiene un sondeo propio que muestra a Trump por encima de Harris en un 15 por ciento, cuando se pregunta sobre economía, inflación y empleo.

Y la diferencia entre ambos adversarios crece al momento de consultar sobre la inmigración indocumentada: el expresidente obtiene una diferencia de 21 puntos sobre la vicepresidente, que se encargó del tema con escaso éxito en 2021.

A su vez, se prevé que Trump hará foco en el tablero internacional. Cuestionará la retirada de Estados Unidos desde Afganistán, criticará la estrategia de negociación de Biden respecto al cese del fuego entre Israel y Hamas, y argumentará que la guerra en Ucrania es consecuencia directa de la agenda geopolítica de la administración demócrata.

El candidato republicano también usará la imagen publica de Biden para castigar a Harris. El presidente de los Estados Unidos tiene una imagen negativa promedio de 54,3 por ciento (acorde al sitio Realclearpolitics), y Trump intentará aprovechar este hecho político para erosionar el perfil electoral de Harris.

El debate presidencial tendrá una extensión de 90 minutos con dos cortes publicitarios. Harris y Trump sólo dispondrán de un bolígrafo, un anotador y una botella de agua. No habrá asesores en el estudio de televisión de la cadena ABC, y los periodistas David Muir y Linsey Davis conducirán este hecho histórico. Está previsto para mañana a las 21, hora del este

Campaña de Kamala Harris Aventaja Ligeramente a la de Trump

Las últimas cuatro semanas en Estados Unidos han estado marcadas por un gran contraste entre las dos campañas: la de Kamala Harris, que ha logrado en tiempo récord hacerse un hueco y remotivar a su bando; y la de Donald Trump, frustrado por esta nueva rival, que bloquea su camino hacia la Casa Blanca.

Kamala Harris aumenta el entusiasmo en el campo demócrata

La campaña de Harris disfrutó de un agosto ideal, sin tiempos muertos mediáticos, entre el nombramiento de compañero de fórmula, el anuncio de propuestas económicas y migratorias, la convención demócrata y una primera entrevista sin grandes errores.

Tim Walz o el regreso de la amabilidad a la política

El 6 de agosto, Kamala Harris anunció el nombre de su vicepresidente si es elegida para la Casa Blanca. Eligió a Tim Walz, gobernador de Minnesota, y éste recibió una calurosa bienvenida por parte de los demócratas. Veinticuatro horas después de su nombramiento, la campaña de Harris había recaudado 42 millones de dólares.

Su perfil es complementario al de la candidata: él procede de un entorno rural, ella de California; él es blanco, ella negra; él es exveterano, entrenador y profesor, ella hizo carrera en Derecho. Su perfil de tío simpático contrasta con la imagen elitista de muchos políticos demócratas.

No brilla por su elocución —nunca había leído un discurso en un teleprompter, admitió durante sus entrevistas con la campaña de Harris antes de su nominación—, pero sus palabras combinan sentido común y benevolencia. Tanto que a veces se le compara con Ted Lasso, el personaje de la serie homónima que ha marcado el regreso de la amabilidad y el buen humor a la televisión en los últimos años.

Kamala Harris o cómo cortar por lo sano con Joe Biden

Kamala Harris consiguió sustituir a un candidato en funciones. Por definición ella tiene que defender su historial, y al mismo tiempo presentarse como la opción del cambio. Para ello, tuvo que romper con Joe Biden y construir su propia marca.

Atrás queda la defensa de la democracia y el referéndum contra Donald Trump: ya no se trata de pedir el voto contra la amenaza republicana, sino a favor de las propuestas de la demócrata. Y apuesta tanto por la «alegría» —la palabra estuvo en boca de todos en la convención del partido del 19 al 22 de agosto— como por mirar al futuro.

La campaña de la candidata también se ha preocupado por abordar dos de los temas que más preocupan a los estadounidenses: la inflación y la crisis migratoria. Kamala Harris propone medidas para impulsar el poder adquisitivo, en particular la propiedad de la vivienda, pero también adopta una línea más dura en relación con la seguridad de la frontera mexicana.

Comunicación bien ensayada… por ahora

Kamala Harris, que en el pasado ha pisado a veces la alfombra al hablar en público tardó mucho en conceder su primera entrevista. La CNN obtuvo la exclusiva el 29 de agosto. La entrevista transcurrió sin contratiempos, un alivio para su bando, aún traumatizado por las meteduras de pata de Joe Biden.

Al mismo tiempo, su equipo de comunicación está haciendo un trabajo eficaz, con comunicados de prensa ocasionalmente mordaces sobre Donald Trump.

La candidata, que sale al campo en zapatillas Converse, también sabe jugar con los códigos de la red social TikTok —tiene su propia cuenta además de la de campaña—, un buen punto para dirigirse a la generación más joven de votantes. Además, reunió a un montón de estrellas en la convención del partido, desde los matrimonios Obama y Clinton hasta la diosa de la televisión estadounidense Oprah Winfrey. Incluso se rumoreó que Beyoncé vendría a cantar… pero eso no fue más que un dulce sueño demócrata.

Una bóveda bien provista y equipos motivados

El retorno del entusiasmo, visible en las encuestas y en el tamaño de las multitudes que acuden a los mítines de Kamala Harris, también se aprecia internamente. Su campaña puede contar con donaciones que se han disparado: más de 500 millones de dólares recaudados desde su llegada a la candidatura. También cuenta con más de 2.000 empleados de campaña (frente a los 300 de Trump) y miles de voluntarios que llaman a las puertas y hacen llamadas telefónicas para la candidata.

Hay algo de Obama 2008 en esta campaña, según los veteranos de la política estadounidense que cubrieron el ascenso al poder del primer presidente negro. En un memorando enviado el domingo, Jen O’Malley Dillon, directora de campaña de Kamala Harris, advirtió a sus equipos de que nada es seguro. «No se equivoquen: nos dirigimos a la recta final de esta carrera como perdedores». Y añadió: «Esta carrera va a seguir siendo increíblemente reñida y vamos a tener que trabajar extraordinariamente duro para convencer a los votantes que van a decidir estas elecciones».

Donald Trump o el regreso de los viejos demonios

Luto por su antiguo rival

Incluso sus partidarios más leales admitirán que agosto fue un mes difícil para Donald Trump. En una campaña electoral estadounidense, la convención de uno de los dos grandes partidos suele ir seguida de un rebote en las encuestas. Esta vez no ha sido así. Nada más al terminar la convención republicana, Joe Biden anunció que dejaba paso a Kamala Harris. Todos los focos recayeron sobre la nueva candidata demócrata, y desde entonces está en el punto de mira. Sin embargo, si hay algo que Donald Trump odia es que dejen de hablar de él.

El republicano se esfuerza por asimilar la derrota de un rival debilitado al que pensaba noquear el 5 de noviembre. En su lugar, el expresidente de 78 años tiene que enfrentarse a una mujer 20 años más joven que él, sin problemas de dicción, y que ha conseguido revigorizar el entusiasmo de su bando.

De hecho, es un candidato frustrado que da rienda suelta a sus pensamientos en las ruedas de prensa: 162 mentiras en 64 minutos, según un recuento de la radio NPR, en su conferencia de prensa en Mar-a-Lago el 8 de agosto. Se refugia en su red social Truth y se comunica con mensajes insultantes y a menudo incoherentes. Sobre las multitudes en los mítines de Kamala Harris afirma que las genera la inteligencia artificial.

Incluso llega a sugerir que los demócratas intentan una vez más ‘robarle’ las elecciones en 2020 — lo consiguieron extendiendo el uso del voto electrónico por la pandemia del Covid-19, y esta vez lo intentan cambiando al candidato —.Este tipo de discursos conspirativos — recordemos que en las últimas elecciones presidenciales no se presentó ninguna prueba de fraude — no han tenido éxito en el terreno electoral hasta ahora…

¿Podrá cambiar las cosas?

Los estrategas republicanos tienen algunos consejos para evitar que Donald Trump sabotee su campaña. Debería concentrarse en los temas en los que los votantes le consideran más competente que Kamala Harris: la economía, la inmigración y la delincuencia. También tendría que señalar los puntos débiles de la candidata, en particular sus cambios de opinión sobre una serie de cuestiones como la fracturación hidráulica, la criminalización de los inmigrantes que cruzan la frontera y el seguro sanitario público universal. Por último, tendría que emplearse a fondo en dos estados cruciales para él: Georgia y Pensilvania.

Sin embargo, el multimillonario ha enviado señales contradictorias en Georgia: atacó públicamente a su gobernador Brian Kemp por no apoyarle en su intento de revertir el resultado de 2020, antes de dar marcha atrás en los últimos días.

Donald Trump, que se vendía como un hombre nuevo tras escapar a un intento de asesinato en julio, lucha por no hacer caso a sus instintos. A mediados de agosto, volvió a contratar a Corey Lewandowski, uno de los artífices de su victoria en 2016, que le permitía expresarse sin filtros, pero cuyo controvertido perfil está causando revuelo. Este último parece estar creando tensiones internas, en particular con Susie Wiles y Chris LaCivita, dos veteranos de las campañas republicanas que debían poner orden en la casa Trump.

¿Es Donald Trump capaz de hacer otra cosa que no sea Donald Trump? El propio hombre lo tenía claro. En una cena a principios de julio en los Hamptons con donantes adinerados, el multimillonario, cuando le preguntaron sobre qué temas haría campaña a partir de ahora (una forma educada de pedirle que se dejara de niñerías y se concentrara en los asuntos importantes), se limitó a responder: «Soy como soy».

RFK Jr. o la retirada con mínimas consecuencias

Estaba anunciado como «el tercer hombre» de estas elecciones: Robert Francis Kennedy Jr, alias RFK Jr, tiró finalmente la toalla el 23 de agosto y se unió al bando de Trump. Sin embargo, la contribución en votos de este candidato antivacunas y conspiranoico parece bastante insignificante, y muchos expertos señalan que sus votantes ya se inclinaban hacia el bando republicano o se abstenían de votar. RFK Jr., que sueña con un puesto en la administración Trump, podría ser incluso un repelente para los votantes moderados.

Actualización de las encuestas

En el espacio de unas semanas, Kamala Harris ha conseguido no sólo recuperar el terreno perdido, sino colocarse a la cabeza de los sondeos nacionales (49,2% de intención de voto frente al 45,7% de Donald Trump, según la media de Silver Bulletin, o 48,1% frente al 46,3%, según Real Clear).

También es extremadamente competitiva en los estados clave, de modo que la carrera, que parecía perdida para Joe Biden, está ahora muy abierta. Cabe señalar, sin embargo, que no ganó más terreno tras la Convención Demócrata: la mayor parte de sus avances se produjeron antes.

En detalle, Kamala Harris obtuvo mejores resultados que su predecesor Joe Biden entre los jóvenes, los independientes, los afroamericanos (importantes en Georgia), los latinos (importantes en Arizona y Nevada) y las mujeres (generalmente más inclinadas a votar que los hombres). En resumen, consiguió removilizar la gran coalición demócrata sin asustar a los independientes, lo que es todo un logro.

En general, a partir de septiembre, una vez concluidas las convenciones, los electores empiezan a estabilizar su elección y los movimientos en los sondeos pierden importancia. Por tanto, todo se jugará en el filo de la navaja, en un puñado de Estados clave. Pero como se trata de una carrera presidencial única, no podemos descartar otra sorpresa antes de noviembre.

Próximo en el calendario: el esperado debate

Kamala Harris y Donald Trump se enfrentarán el martes 10 de septiembre en la cadena ABC. Aún no se sabe si habrá un segundo debate. Hay mucho en juego para Kamala Harris: no es cuestión de que la ex fiscal repita el desastre de su predecesor Joe Biden. En cuanto a Trump, tendrá que demostrar que es capaz de debatir con una candidata más joven y en mejor forma sin perder el norte.

Y para sonreír… dos salas, dos ambientes

Para ilustrar el contraste de ambiente entre las dos campañas de este agosto, he aquí dos vídeos divertidos, pero no por las mismas razones.

El primero está tomado de la «toma de lista» en la Convención Demócrata, el momento en que las delegaciones de cada Estado anuncian su apoyo oficial al candidato. Como hemos visto, en esta convención todo era «alegría». Y es justo decir que la delegación de Georgia lo dio todo, con la aparición del rapero Lil Jon, que sumió a la sala en un júbilo extraordinario.

En cambio, el 22 de agosto, en Georgia, el compañero de fórmula de Donald Trump, J.D. Vance, no estaba muy contento cuando entró en una tienda de donas. Una vendedora empezó pidiéndole que no apareciera en cámara — J.D. Vance puede dar las gracias a su equipo, que había preparado bien la visita — y el candidato hizo entonces una bochornosa actuación de «small talk» (entablar conversación, hablar de cualquier cosa y de todo — los estadounidenses suelen ser excelentes en este tipo de ejercicios —).