República Dominicana le Cierra Frontera a Haiti

En los últimos meses se han incrementado las acciones hostiles contra la migración haitiana desde República Dominicana, en la medida en que se agudiza la crisis en ese país.

República Dominicana anunció este lunes la suspensión de la emisión de visas a los haitianos «hasta nuevo aviso» y mantiene cerrada la frontera norte, en lo que forma parte de una serie de medidas adoptadas en rechazo a la construcción de un canal del lado de Haití para desviar aguas del río Masacre que separa a los dos países.

El presidente dominicano, Luis Abinader, también ordenó suspender de manera definitiva la entrada al país de «todos los involucrados en el conflicto», los cuales no identifica el Gobierno dominicano.

Las medidas fueron comunicadas por el portavoz de la Presidencia dominicana, Homero Figueroa, al término de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional convocada por el presidente Abinader, para abordar la situación generada por la construcción del canal, que el Gobierno de Haití asegura que es una iniciativa privada y es objeto de controversia desde hace varias semanas.

Sin embargo, República Dominicana afirma que ese proyecto viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936, firmados por ambos países.

De acuerdo a Santo Domingo, los límites entre los dos países son «definitivos, inamovibles e innegociables».

Hace una semana, construcción del canal llevó al Gobierno dominicano a cerrar la zona norte de la frontera de la República Dominicana con Haití, medida que se mantendrá y que podría extender a toda la zona limítrofe «si el conflicto no se resuelve antes del jueves», según un comunicado leído por Figueroa ante los periodistas.

En adición, como medida a corto plazo para garantizar el abastecimiento de agua a los productores dominicanos, el Ejecutivo Nacional dispuso la reactivación de una toma de agua en el río Dajabón, en el inicio del canal de La Vigía, de acuerdo con el portavoz., quien informó que se iniciará el proceso de construcción del proyecto de una presa en la zona «como una solución definitiva a largo plazo», al tiempo que solicitó una reunión bilateral de la mesa hídrica binacional para acordar una solución definitiva.

Autobuses con Haitianos Vienen a Houston

Docenas de inmigrantes fueron vistos por la mañana abordando un autobús con dirección a Houston.

Las imágenes de miles de migrantes estancados en precarios campamentos bajo un puente en la frontera entre México y Estados Unidos han dado la vuelta al mundo causando controversia e indignación.

Sin embargo, para un grupo de parejas y mujeres embarazadas, mayormente originarios de Haití, su historia parece ser diferente.

Se trata docenas de inmigrantes que fueron vistos por la mañana abordando un autobús, en la ciudad fronteriza Del Rio en Texas, con dirección a Houston.

La congresista, Sheila Jackson Lee, confirmó a Telemundo Houston que los inmigrantes estarán alojados en las instalaciones de la Asociación Nacional de Iglesias Cristianas en la cuadra 16605 de Air Center blvd.

Arrestos y cárcel: Abbott reitera mano dura contra el cruce de migrantes

Así mismo afirmó que todos los inmigrantes que llegan a Houston tienen patrocinadores, documentación o son solicitantes de asilo que tienen una fecha en la corte.

“Necesitamos seguir con un enfoque humanitario para ayudar a estos inmigrantes. Esta situación requiere una respuesta humanitaria simple. Estas personas han sufrido de terremotos, un asesinato presidencial y una creciente ola de violencia en su país de origen».

Ellos son solo un puñado de afortunados de los miles que aún están refugiados en un precario campamento bajo el puente internacional que une las ciudades Del Río en Texas y Cuidad Acuña en México.

Crisis de Migrantes Haitianos se Sale de Control

Algunos de los deportados tratan de embarcar de nuevo en el avión y protagonizan desperfectos frustrados por haber perdido la oportunidad de entrar a los Estados Unidos

El pasado martes se vivieron una escena de indignación en el principal aeropuerto de Haití entre los migrantes devueltos a su país desde el campamento bajo un puente fronterizo de Texas en el que todavía se acinan miles de haitianos. Mientras, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrentaba una creciente presión para detener una política de expulsiones que la agencia para los refugiados de la ONU alerta de que podría ser ilegal.

Cerca de 10,000 migrantes, principalmente haitianos, siguen en el campamento improvisado debajo de un puente que cruza el río Bravo desde la ciudad texana de Del Rio hasta Ciudad Acuña en México. En los últimos días, las autoridades estadounidenses sacaron al menos a 4,000 personas del lugar para procesarlas en los centros de detención, de las cuales cientos ya han sido devueltas a Haití.

Los retornados reaccionaron con enojo al bajar de los vuelos en el aeropuerto de Puerto Príncipe después de gastar miles de dólares en arduos viajes desde la atribulada nación caribeña a través de Sudamérica con la esperanza de una vida mejor en los Estados Unidos. Un grupo de hombres se apresuró a regresar hacia el avión del que habían desembarcado, dijo un testigo de Reuters.

Exacerbados por la noticia de que el gobierno haitiano había aceptado las deportaciones, algunos lanzaron sillas y causaron desperfectos. «Estoy enojado con el gobierno, nos dijeron en prisión que el gobierno haitiano había firmado para enviarnos de regreso a Haití. Todos son malas personas», dijo Yranese Melidor, de 45 años, quien llegó en uno de los vuelos.

Los disturbios subrayaron la inestabilidad en la pobre nación caribeña, donde un asesinato presidencial, el aumento de la violencia de las pandillas y un gran terremoto han sembrado el caos en las últimas semanas.

Filippo Grandi, director de la agencia de refugiados de la ONU, dijo que las expulsiones de Estados Unidos a una situación tan volátil podrían violar el derecho internacional y podrían exponer a las personas que buscan refugio a situaciones que amenazan su vida.

El líder de la mayoría en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, también criticó a Biden el martes, diciendo que «desafía el sentido común» expulsar a los migrantes a Haití y expresó su enojo por las tácticas utilizadas por los guardias fronterizos para controlar las multitudes en el campamento.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo que la situación era compleja y que Estados Unidos necesitaba «hacer mucho más» para apoyar las necesidades básicas de la población de Haití. «La gente quiere quedarse en casa, no quiere salir de casa, pero se va cuando no puede satisfacer sus necesidades básicas», dijo a los periodistas.

La población del campo alcanzó un máximo de 14.000 durante el fin de semana, según la agencia para los refugiados de la ONU. Temerosos de las expulsiones, parte de estas personas se ha instalado un nuevo campamento en el lado mexicano del río.

Los republicanos, con miras a las elecciones de mitad de período de 2022, se han apresurado a retratar el campamento como un resultado del impulso de los demócratas para poner fin a algunas restricciones migratorias.

Docenas de Haitianos Viajan a Houston

Docenas de inmigrantes fueron vistos por la mañana abordando un autobús con dirección a Houston.

Las imágenes de miles de migrantes estancados en precarios campamentos bajo un puente en la frontera entre México y Estados Unidos han dado la vuelta al mundo causando controversia e indignación.

Sin embargo, para un grupo de parejas y mujeres embarazadas, mayormente originarios de Haití, su historia parece ser diferente.

Se trata docenas de inmigrantes que fueron vistos por la mañana abordando un autobús, en la ciudad fronteriza Del Rio en Texas, con dirección a Houston.

La congresista, Sheila Jackson Lee, confirmó a Telemundo Houston que los inmigrantes estarán alojados en las instalaciones de la Asociación Nacional de Iglesias Cristianas en la cuadra 16605 de Air Center blvd.

Así mismo afirmó que todos los inmigrantes que llegan a Houston tienen patrocinadores, documentación o son solicitantes de asilo que tienen una fecha en la corte.

“Necesitamos seguir con un enfoque humanitario para ayudar a estos inmigrantes. Esta situación requiere una respuesta humanitaria simple. Estas personas han sufrido de terremotos, un asesinato presidencial y una creciente ola de violencia en su país de origen».

Ellos son solo un puñado de afortunados de los miles que aún están refugiados en un precario campamento bajo el puente internacional que une las ciudades Del Río en Texas y Cuidad Acuña en México.

Empieza Deportación de Miles de Haitianos en Frontera

El flujo de inmigrantes, en su mayoría haitianos, se había incrementado en el punto fronterizo de Ciudad Acuña a Del Río, Texas, particularmente en las últimas tres semanas. Estados Unidos ha transportado a más de 400 haitianos de regreso a Puerto Príncipe este domingo y prevé seguir enviando más durante los próximos días.

El Gobierno de Estados Unidos aumentó la presión sobre la crisis de inmigración en la frontera sur al bloquear la frontera con México en el punto fronterizo entre Ciudad Acuña y Del Río, Texas, donde miles de refugiados haitianos habían establecido un campamento.

Tras el cierre de la frontera, funcionarios estadounidenses informaron que habían comenzado a montar vuelos para llevar a los inmigrantes de regreso a su tiera natal. Miles de personas habían pasado la noche bajo el puente internacional entre Ciudad Acuña y Del Río después de que la administración Biden anunciara el sábado una estrategia de seis puntos que incluye deportaciones aceleradas y el envío de cientos de agentes para controlar la situación.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que este mismo domingo empezarían los traslados de los migrantes, tanto a otros puntos fronterizos, para agilizar el procesamiento, como directamente a sus países de origen. De acuerdo con información de la agencia AP, el gobierno estadounidense prevé continuar con el proceso durante los próximos días.

El jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl L. Ortiz, informó también este domingo que 3,300 migrantes ya han sido trasladados del campamento de Del Rio a aviones o centros de detención, y espera que 3,000 de los aproximadamente 12,600 migrantes restantes se trasladen en un día. El resto debería salir en una semana, dijo. Los primeros tres aviones partieron de San Antonio hacia Puerto Príncipe el domingo, y el primero llegó por la tarde.

«Estamos trabajando las 24 horas para sacar rápidamente a los inmigrantes de las condiciones de calor y naturales del lugar hacia nuestrsa instalaciones, donde serán procesados y trasladados fuera de Estados Unidos de acuerdo con nuestras leyes y nuestras políticas», puntualizó Ortiz en una conferencia de prensa en el puente fronterizo, situado a unas 145 millas (230 kilómetros) al oeste de San Antonio.

Un grupo de migrantes haitianos, que forman parte de las más de 10,000 personas que se alojan en un campamento en la frontera, cruzan el río Bravo / río Grande para obtener alimentos y agua en México, después de que se cerrara otro punto de cruce cerca del Puente Internacional Acuña del Río en Del Rio, Texas, este domingo 19 de septiembre. Crédito: PAUL RATJE/AFP via Getty Images

Desde el aeropuerto de Del Río, Pedro Rojas, de Univision, reportó la llegada de un autobús con 36 migrantes, que están a la espera de un vuelo que saldría con destino a El Paso, Texas, en donde serán procesados. El procesamiento de los migrantes es un procedimiento complejo y engorroso y en el área de Del Río hay pocas condiciones e infraestructura para llevarlo a cabo a una escala masiva.

Muchos de estos migrantes, en su mayoría haitianos, han vivido años en diferentes países de América Latina y ahora buscan asilo en Estados Unidos, después de que las pocas oportunidades que habían logrado en otros países se fueron agotando con la pandemia. El éxodo haitiano se agudizó tras el devastador terremoto de 2010 y la situación en el país más pobre de América ha sido aún más crítica tras un nuevo sismo, ocurrido el pasado 14 de agosto, y el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio de este año.

Las autoridades mexicanas informaron también que el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, había estado en El Ceibo (Tabasco, sureste de México) para «dialogar sobre el flujo migratorio irregular y la atención que se brinda», esto de acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Migración (Inami) mexicano.

Seguridad reforzada

El Departamento de Seguridad Nacional había informado el sábado que la víspera había trasladado ya a unos 2,000 migrantes de ese campamento bajo el puente hasta otros lugares para ser procesados y en su mayoría posiblemente deportados.

La agencia federal también dijo que para la mañana de este lunes tendría a 400 agentes y oficiales en el área y que enviaría más si es necesario.

«Estamos trabajando con nuestros socios federales, estatales y locales para obtener recursos adicionales para abordar el nivel actual de encuentros de migrantes en el Puente Internacional Del Río. Esto ayudará a facilitar un proceso seguro, humano y ordenado para los migrantes, los agentes y la comunidad», dijo el jefe de la Patrulla Fronteriza en Del Río en un tuit.

Por su parte, el gobernador del estado, Greg Abbott, informó en la red social que personal del Departamento de Seguridad Pública de Texas se había desplegado a lo largo de la frontera alrededor del área de Del Rio. «Han construido una barricada con sus patrullas y policías estatales. La Guardia Nacional está trabajando con ellos para asegurar la frontera», agregó.

En los últimos días, miles de migrantes cruzaron el río Bravo hacia Del Río, Texas, en donde se les ubicó debajo de un puente, en espera de ser procesados por la Patrulla Fronteriza. Más de 14,000 personas se habían concentrado en el lugar pero ante la falta de insumos, alimentos o agua, muchos regresaron al lado mexicano para buscar provisiones y volver.

Desde Ciudad Acuña, en México, Pedro Ultreras reportó para Noticiero Univision cómo ese ir y venir entre México y Estados Unidos había sido interrumpido por las autoridades la noche del sábado. Los agentes formaron un cerco con sus patrullas e impidieron a los migrantes salir hacia el lado mexicano.

El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cerró el viernes el tráfico de vehículos y peatones en ambas direcciones en el único cruce fronterizo entre Del Río y Ciudad Acuña «para responder a necesidades urgentes de seguridad» y permaneció cerrado el sábado. Los viajeros eran dirigidos indefinidamente a un cruce en Eagle Pass, aproximadamente a 55 millas (90 kilómetros) de distancia.

Van más de 1,200 Muertos por Terremoto en Haití

El sismo de magnitud 7.2 es la calamidad más reciente que ha puesto a prueba la conocida capacidad de resiliencia del pueblo haitiano, que aún lucha por recuperarse de un devastador terremoto en 2010 y de una crisis política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el mes pasado.

Los haitianos continuaron este domingo la frenética búsqueda de personas entre los escombros de las casas y negocios derrumbados por el potente terremoto de magnitud 7.2 que sacudió la península del sur del país, causando la muerte de al menos 1,297 personas y dejando más de 5,000 heridas.

En las ciudades y pueblos más afectados, muchos residentes pasaron la noche a la intemperie, temiendo que sus casas se derrumbaran debido a una serie de potentes réplicas. Y, ya entrada la mañana, los rescatistas aceleraron sus operaciones debido a que la depresión tropical Grace amenaza con traer fuertes vientos y lluvias a la isla este lunes.

Se espera que el número de muertos siga aumentando rápidamente: este domingo la cifra más que se duplicó y superó el millar, desde los cerca de 300 fallecidos reportados durante la noche del sábado. Además de las víctimas mortales, hay cientos de desaparecidos y más de 5,700 heridos, dijo la agencia de Protección Civil de Haití.

El desastre natural es la calamidad más reciente que afecta al país más pobre del hemisferio, que ya se tambalea por el asesinato de su presidente Jovenel Moïse el mes pasado.

El sismo derribó edificios, casas e iglesias en una nación conocida por su capacidad de resiliencia, pero que aún lucha por recuperarse de un devastador terremoto, que dejó cientos de miles de muertos hace más de una década, y del huracán Matthew en 2017, que inundó amplias zonas del sur y destruyó viviendas y cultivos.

Imágenes grabadas desde las ciudades costeras de Corail y Jeremie mostraron casas dañadas, cadáveres entre los escombros y personas heridas que eran atendidas por médicos en clínicas improvisadas al aire libre.

En total, unas 1,500 viviendas se derrumbaron y otras 3,000 quedaron dañadas por el sacudón, de acuerdo al jefe de Protección Civil, Jerry Chandler.

Imágenes tras el terremoto en Haití: decenas a la intemperie y esfuerzos de rescate acechados por una tormenta

Recursos sanitarios desbordados
En Les Cayes, la mayor ciudad de la costa sur, oficiales locales dijeron que los recursos de la comunidad estaban desbordados, sin suficientes trabajadores de rescate para despejar los escombros ni equipos médicos en el hospital de la Inmaculada Concepción, el mayor de la ciudad, donde los heridos necesitan desesperadamente medicinas.

En Corail, donde residen más de 20,000 personas, el 70% de las estructuras resultaron afectadas, estimó a la radio local Magik9 el exsenador Sorel Jacinthe. Allí, el único hospital se quedó sin sueros y gasas para atender a los heridos. «La gente está muriendo por falta de atención», dijo a la emisora de radio.

Desde Baredes, un pueblo en la costa noroeste de la península sur de Haití, el exalcalde Pascal Calixte dijo que alrededor del 90% de las casas de la ciudad quedaron en ruinas. «Hay muchas víctimas, muchos heridos», dijo a la misma emisora.

La ‘zona cero’ donde se atiende a los heridos más graves

Por el momento, los heridos más graves son atendidos en el hospital St. Boniface, un centro con apoyo estadounidense situado en Fond de Blanc, en lo alto de las montañas del sur de Haití, no muy lejos del epicentro del terremoto.

«Somos prácticamente los únicos operativos en este momento», dijo Rachel Ross, directora de desarrollo de St. Boniface. «Están haciendo todo lo posible en Les Cayes, pero tienen muy pocos recursos», precisó. Ross explicó que en su hospital estaban recibiendo personas con heridas fuertes, similares a las que se vieron en el terremoto de 2010, desde lesiones de la médula espinal hasta extremidades afectadas.

Un gran problema es que la respuesta de emergencia es dificultada por una violenta guerra de bandas armadas en la periferia sur de la capital de Haití, lo que torna intransitable la carretera principal que conducen al suroeste.

«Es prácticamente imposible pasar por tierra desde Puerto Príncipe debido a las pandillas. Tenemos que ser mucho más creativos», dijo Ross, quien afirmó que el hospital ha tenido que utilizar helicópteros para transportar a parte de su personal médico.

Mientras tanto, la ayuda internacional ha comenzado a fluir. El presidente Joe Biden dijo que enviará un equipo para evaluar los daños y ayudar a la reconstrucción. «En lo que ya es un momento difícil para el pueblo de Haití, me entristece el devastador terremoto», dijo en un comunicado.

La administradora de USAID, Samantha Power, anunció el domingo el envío de un equipo de búsqueda y rescate a petición del gobierno haitiano. El equipo de 65 personas llevará herramientas especializadas y suministros médicos para ayudar en la respuesta al desastre, dijo Power en Twitter.

La vecina República Dominicana anunció, asimismo, el envío de 10,000 raciones de alimentos y equipo médico. Cuba y Ecuador también desplegarán equipos de ayuda; mientras que México, Chile, Argentina, Perú y Venezuela ofrecieron apoyo.

Un dura prueba

El terremoto supondrá una dura prueba para un país en el que las agencias de la Naciones Unidas informan de que el 46% de la población ya sufre inseguridad alimentaria aguda o grave, una de las más altas del mundo.

Preocupado por el posible caos, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, dijo que todas las donaciones de países extranjeros y organizaciones de ayuda deben entregarse al gobierno de la isla, para que pueda coordinar la distribución de refugios improvisados, alimentos y medicinas en las zonas más afectadas por el devastador terremoto.

Hasta el mes pasado, Haití era uno de los pocos países del mundo que aún no había puesto en marcha una campaña de vacunación contra el coronavirus. Haití también está sumido en la inestabilidad política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio y la ausencia de un gobierno plenamente operativo.

«Los últimos años han sido muy duros», dijo Maarten Boute, director general de Digicel Haití, la mayor empresa de telefonía móvil del país. «Quizá sea un poco idealista, pero los haitianos son muy resilientes. Pueden recibir este golpe y seguir adelante», añadió.

El lado positivo es que la capital, Puerto Príncipe, salió indemne del terremoto. «El sur es muy rural y está menos densamente poblado. No hay millones de personas amontonadas unas sobre otras», dijo Boute. Asimismo, e diferencia del huracán Matthew, el terremoto no afectó al ganado ni a los cultivos del sur, una de las regiones agrícolas más productivas del país.

El terremoto de magnitud 7.2 de este sábado fue más potente que el de 7.0 que sacudió Haití en 2010 y que causó unos 200,000 muertos. Esta vez, sin embargo, el epicentro del terremoto estuvo más lejos de la abarrotada capital, cerca de la ciudad sureña de Saint-Louis du Sud, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

A Boute le preocupa que la comunidad internacional se esté ocupando de tantas cosas en estos momentos, desde la variante delta del covid-19 en Estados Unidos hasta el avance de los talibanes en Afganistán, que la catástrofe de Haití puede olvidarse rápidamente. «Hay cansancio con Haití», dijo. «Después de la emergencia, creo que no habrá mucho apoyo para nada a largo plazo», dijo.

Asesinan al Presidente de Haiti en su Residencia

El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado en la madrugada de este miércoles, informó en un comunicado el primer ministro interino de ese país, Claude Joseph.

Joseph emitió esta declaración, que también fue enviada a CNN por el embajador de Haití en República Dominicana, Smith Augustin, quien también confirmó el asesinato a CNN:

“Alrededor de la 1 de la madrugada, en la noche del martes 6 al miércoles 7 de julio de 2021, un grupo de desconocidos, algunos de los cuales hablaban español, atacaron la residencia privada del presidente y lo hirieron de muerte. La primera dama recibió un disparo y está recibiendo el tratamiento necesario”, indica el documento.

La declaración no dice cómo fue asesinado el presidente Moïse.

Mientras tanto, el primer ministro interino lo calificó como un “acto atroz, inhumano y bárbaro”, al tiempo que ha llamado a la población a la calma. «La situación de seguridad en el país está bajo el control de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Haití», se lee en su declaración.

“Se están tomando todas las medidas para garantizar la continuidad del Estado y proteger a la Nación”, asegura el comunicado, para concluir que «la democracia y la República ganarán».

Biden Renueva Asilo Para Haitianos

La medida protege a los beneficiarios existentes del programa, así como a cualquier ciudadano haitiano que haya llegado a Estados Unidos desde la última designación en 2017. Las personas que lleguen al país después de este anuncio no serán elegibles.

El Gobierno de Joe Biden confirmó este sábado que volverá a designar a Haití bajo el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) durante 18 meses, una medida que es vista como una victoria para los demócratas y los grupos de defensa de la inmigración.

“Haití está experimentando serios problemas de seguridad, malestar social, un aumento en los abusos de los derechos humanos, gran pobreza y falta de recursos básicos, que se ven agravados por la pandemia de COVID-19”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, en un comunicado.

Esta medida permitirá que los haitianos que se encuentran en Estados Unidos puedan obtener un permiso de trabajo y un permiso para permanecer en el país. “Después de una cuidadosa consideración, determinamos que debemos hacer todo lo posible para apoyar a los ciudadanos haitianos en Estados Unidos hasta que las condiciones en Haití mejoren para que puedan regresar a casa de manera segura”, dijo el secretario Mayorkas.

La designación se produce mientras Haití experimenta una gran agitación política, abusos de los derechos humanos y el impacto económico y social del coronavirus. Ese país fue designado originalmente para el TPS en 2010, luego de un terremoto que causó la muerte de más de 300,000 personas en el país.

La Administración Obama emitió renovaciones frecuentes hasta que, en 2017, el gobierno de Trump anunció que pondría fin al TPS de Haití a mediados de 2019. Sin embargo, las órdenes judiciales impidieron que esa medida entrara en vigor dejando a los beneficiarios haitianos en el limbo.

Los expertos en inmigración afirman que esta decisión podría beneficiar a más de 100,000 haitianos. La medida ha sido bien recibida por los líderes de la comunidad haitiana, activistas por los derechos de inmigración y legisladores estadounidenses que han escrito cartas, organizado manifestaciones y le han pedido al actual gobierno que emitiera la nueva designación por la agitación que se vive en Haití.

“Aplaudimos al secretario Mayorkas y al gobierno de Biden por cumplir su compromiso de restablecer el TPS para Haití. Este paso humanitario estaba retrasado desde hace mucho tiempo y es lo correcto. Ofrecer ayuda, seguridad y protección a los necesitados es fundamental para los valores de nuestra nación”, dijo Wade Henderson, presidente interino de la de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos.

El TPS de Haití estaba en peligro por las demandas presentadas contra la Administración Trump después de que intentara terminar el programa, y los haitianos vivían con el temor de ser retornados a su tierra natal.

La nueva medida protege a los beneficiarios existentes del programa, así como a cualquier ciudadano haitiano que haya llegado a Estados Unidos desde la última designación en 2017. Cualquier persona de Haití que intente viajar a Estados Unidos después del anuncio no será elegible para el TPS y podría ser deportado.

El presidente Biden también ha emitido una designación de TPS para Venezuela, Myanmar y Siria.

El senador Bob Menéndez, demócrata por New Jersey, y presidente del Comité de Relaciones Exteriores, dijo que la designación proporciona “protecciones que se necesitan con urgencia” para los haitianos que viven en Estados Unidos.

“Lo último que nuestro país debería hacer es forzar a toda una comunidad a decidir entre empacar sus vidas y destrozar a sus familias mediante la autodeportación, o volverse indocumentados y forzados a estar en las sombras de nuestra sociedad”, agregó Menéndez.

Cancelan Programas de Residencia Para Haitianos y Filipinos

USCIS señaló que esta decisión se aplica en virtud de la Orden Ejecutiva 13767, titulada Mejoras a la Seguridad en la Frontera y Control de Inmigración. Esta orden, promulgada por Donald Trump en enero 2017, se refería específicamente a las jurisdicciones santuario y ahora el gobierno la toma para cancelar el Permiso de Reunificación de Familias Haitianas y el programa de Filipinos Veteranos de la Segunda Guerra Mundial.
Con este cierre, la agencia federal pretende “garantizar que el permiso de residencia se utilize caso por caso“. Hasta ahora, estos dos programas permiten otorgar la residencia temporal por categoría incluso a aquellos que, de otra manera, serían considerados inadmisibles.
Gracias a estos programas, inmigrantes que tienen aprobados permisos basados en la familia pueden entrar y trabajar en Estados Unidos mientras esperan sus tarjetas de residencia permanente. El problema, según el servicio migratorio, otorga esta autorización a “grupos enteros de personas basados en criterios preestablecidos”.
Una vez cancelado ese “procesamiento expedito”, se otorgarán dichos permisos temporales tras una extensa revisión. USCIS dice que, de esta forma, se podrá hacer un análisis de cada caso para asegurar que “exista un beneficio público significativo o razones humanitarias urgentes”.
Hasta ahora haitianos y filipinos han traído a sus familiares a Estados Unidos para que esperen aquí su tarjeta verde (green card), algo que para USCIS permite “saltar su turno en la línea y evadir los canales apropiados establecidos por el Congreso”.