Corte Suprema Rechaza Apelación de Trump Sobre Elecciones

La Corte Suprema de Estados Unidos infligió el martes un revés al presidente Donald Trump al negarse a aceptar una apelación formulada por sus aliados para bloquear la certificación de resultados electorales en Pensilvania, clave para el triunfo del demócrata Joe Biden.

La máxima instancia judicial estadounidense, en la cual tres de nueve magistrados fueron designados por Trump, no explicó los motivos de su decisión, y ninguno de sus miembros notificó su desacuerdo.

Más de un mes después de las elecciones del 3 de noviembre, el presidente republicano aún se niega a reconocer su derrota frene a Biden, declarándose víctima de un “fraude masivo” sin presentar pruebas convincentes.

Con la ayuda de sus aliados, ha presentado demandas en varios estados cruciales para el desenlace de la contienda electoral, pero casi todas ya han sido desestimadas por los tribunales.

Uno de estas demandas, presentada por el congresista republicano Mike Kelly, desafió la legalidad de los votos por correo en Pensilvania.

Luego de su rechazo por parte de la Corte Suprema estatal, los demandantes acudieron urgentemente a la Corte Suprema de Estados Unidos para pedirle que detenga todos los procesos electorales mientras exponen sus argumentos.

Al oponerse a admitirlos, los nueve jueces de la Corte ponen fin a este procedimiento y dan a entender que no pretenden involucrarse en disputas poselectorales.

Trump, sin embargo, esperaba que el máximo tribunal, que durante su gobierno reorganizó profundamente, interviniera a su favor. El día después de las elecciones, había dicho que llevaría sus reclamos ante la Corte Suprema.

En 2000, la Corte Suprema interrumpió un recuento de votos en Florida, donde George W. Bush le llevaba solo 537 votos al demócrata Al Gore, lo que permitió que el republicano ganara las elecciones.

Texas, gobernado por los republicanos, presentó este martes otro recurso ante el máximo tribunal del país para buscar la invalidación de los resultados electorales en cuatro estados clave, pero según los expertos no tiene posibilidades de prosperar.

California No Mandará a la Guardia Nacional a la Frontera con México

California rechazó el plan del gobierno de Donald Trump de enviar a la Guardia Nacional a la frontera por considerar que esa rama de las fuerzas armadas no tiene competencia para aplicar leyes de inmigración, dijeron fuentes a la AP.

El estado les informó a las autoridades federales que los efectivos no tendrán permiso de reparar vehículos, manejar cámaras de vigilancia, reportar actividades sospechosas a la Patrulla Fronteriza, operar radios o dar «apoyo a la misión», que puede incluir trabajo administrativo, compra de gasolina y administrar la nómina, según funcionarios familiarizados con las conversaciones que hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados a mencionar el tema.

El gobernador de California, Jerry Brown, obtuvo un inusual y efusivo elogio del presidente Donald Trump la semana pasada, luego de prometer enviar 400 efectivos en lo que representa la tercera misión fronteriza más grande de la Guardia desde 2006.

El compromiso del gobernador permitió a Trump tener el apoyo de los cuatro gobernadores fronterizos y tener el mínimo de los entre 2.000 y 4.000 agentes que deseaba como parte de la misión de seguridad fronteriza.

Sin embargo, el demócrata Brown condicionó su apoyo al insistir que los efectivos de California no tuvieran nada que ver con control inmigratorio. No especificó qué trabajos sus elementos harían o cómo distinguiría entre trabajo relacionado con inmigración y la persecución de pandillas criminales, de traficantes de drogas y de traficantes de humanos.

El vocero de la Guardia Nacional de California, Thomas Keegan, dijo el lunes que el estado esperaba una respuesta formal del gobierno y no tenía detalles adicionales más allá del acuerdo propuesto por el gobernador liberado la semana pasada que incluye la prohibición al control inmigratorio.

El viernes y a lo largo del fin de semana, se resintieron las conversaciones entre funcionarios de Estados Unidos y California sobre la labor de los soldados cuando autoridades estatales le dijeron a funcionarios federales que no participarían en el mantenimiento de vehículos y otros trabajos indicados en la fase inicial a lo largo de la frontera en California, Arizona, Nuevo México y Texas, informaron autoridades federales. Los otros gobernadores de estados fronterizos, todos republicanos, han aceptado de buena gana los planes de Trump.