Gana Concurso Pero se lo Quitan por Estar Divorciada

La vencedora del concurso ‘Señora Sri Lanka’ en 2019 afirmó que la actual ganadora no merecía ese honor porque según las normas las participantes deben estar casadas.

Pushpika De Silva, la triunfadora del concurso de belleza Mrs Sri Lanka 2021 abandonó el escenario entre lágrimas el pasado domingo después de que la ganadora del certamen en 2019, Caroline Jurie, le arrebatara la corona de ‘Señora Sri Lanka’, alegando que no es elegible para el honor por estar divorciada, dio a conocer este miércoles Efe.

Tras la escena Jurie informó a la audiencia de que «hay una norma que dice que debes estar casada, y no divorciada. Por lo tanto, la corona debe ser para la primera finalista». Los organizadores, sin embargo, no aceptaron ni aprobaron la acción de Jurie y explicaron que De Silva, aunque no vive con su esposo, no está divorciada. El título y la corona le fueron restituidos a De Silva el martes en una ceremonia más pequeña, en la que además se le ofrecieron disculpas.

Un día antes de que la ratificaran como ganadora, Da Silva publicó en Facebook que había tenido que ser hospitalizada debido a las lesiones en la cabeza recibidas durante el incidente, como consecuencia de las cuales incluso se desmayó. Además, insistió en que emprenderá acciones legales por la forma «irrazonable e insultante» en que fue tratada.

«La corona ya era muy pesada y cuando me la pusieron en la cabeza me dolió. Fue como si me golpearan con ella. Luego me la arrancó de la cabeza», explicó De Silva, además de asegurar que se siente «muy enferma».

Atentados que Llevan 290 Muertos Fueron Perpetrados por un Grupo Islamita

+ El grupo, poco conocido, estuvo relacionado el año pasado con actos de vandalismo contra estatuas budistasEl grupo, poco conocido, estuvo relacionado el año pasado con actos de vandalismo contra estatuas budistas

El domingo de Pascua fue sangriento para la población de Sri Lanka, un país de 21 millones de habitantes, mayoritariamente budista pero con un 12 por ciento de hindúes, 10 por ciento de musulmanes y 7 por ciento de cristianos. Seis explosiones coordinadas atacaron iglesias y hoteles de lujo y causaron 290 muertes y más de 500 heridos. Y si bien en las primeras horas nadie se había adjudica la autoría de los atentados, hoy el gobierno de la isla aseguró que los terroristas fueron siete atacantes suicidas de un grupo armado esrilanqués llamado National Thowfeek Jamaath. El grupo, poco conocido, estuvo relacionado el año pasado con actos de vandalismo contra estatuas budistas.

El análisis de los restos de los cuerpos de los agresores dejó claro que eran atacantes suicidas, indicó antes Ariyananda Welianga, investigador forense. La mayoría de los atentados fueron obra de una persona, salvo el hotel Shangri-La de Colombo, donde se inmolaron dos. Asimismo las autoridades sospechan que los agresores tenían conexiones con el extranjero.

Qué se sabe hasta ahora de los ataques en Sri Lanka

Ante este panorama, y tras el episodio más violento en el país desde el fin de la guerra civil hace una década, la Policía investiga los reportes de que las agencias de inteligencia de Sri Lanka habían recibido advertencias de posibles ataques. De hecho, dos ministros del gobierno hablaron de fallos en la inteligencia.

«Algunos agentes de inteligencia estaban al tanto de este incidente. Hubo un retraso en la acción. Deben tomarse medidas serias sobre por qué se ignoró este aviso», afirmó el ministro de Telecomunicaciones, Harin Fernando, y añadió que su padre había sabido de la posibilidad de un ataque y le dijo que evitara las iglesias populares.

Por su parte, el ministro de Integración Nacional, Mano Ganeshan, indicó que agentes de seguridad habían sido alertados de la posibilidad de que dos agresores suicidas atacaran a políticos. El Departamento de Investigación Penal de la policía, que gestiona las pesquisas, revisará esos reportes.

Además de acusar a National Thowfeek Jamaath, el gobierno de Sri Lanka decretó hoy la entrada en vigor del estado de emergencia a partir de medianoche con la mira puesta en la «seguridad pública».

La declaración tiene el objetivo de reforzar la acción de las fuerzas de seguridad dotándolas de poderes especiales. «Eso se decidió con el objetivo de autorizar a la Policía y a las tres fuerzas (armadas) a garantizar la seguridad pública», declaró la presidencia de la isla del sureste asiático.

Las víctimas
La mayoría de los fallecidos eran esrilanqueses, aunque los tres hoteles atacados y una de las iglesias, el Santuario de San Antonio, eran frecuentados por turistas extranjeros. El Ministerio de Exteriores indicó que se habían recuperado los cuerpos de al menos 27 individuos de otras nacionalidades.

Estados Unidos dijo que había «varios» estadounidenses entre los muertos, mientras que Gran Bretaña, India, China, Japón y Portugal aseguraron que había ciudadanos de sus países entre los muertos.

Las escenas de la matanza de ayer reavivaron los recuerdos traumáticos de la guerra civil que Sri Lanka sufrió durante décadas, estimó Shanta Prasad, recepcionista en el servicio de primeros auxilios del Hospital Nacional de Colombo. «Transporté unos ocho niños heridos. Había dos niñas de seis y ocho años, la misma edad que mis hijas. Sus vestimentas estaban rasgadas y manchadas de sangre. Es insoportable ver de nuevo ese tipo de violencia», dijo.

Desde el Vaticano a Estados Unidos, pasando por India, el mundo condenó unánimemente los atentados.