Gobierno de Biden Extiende Asilo de Venezolanos

El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS por sus siglas en inglés) extenderá una forma de ayuda humanitaria para Venezuela, anunció este lunes el secretario Alejandro Mayorkas.

«Como una de mis primeras acciones como secretario, designé a Venezuela para el TPS», dijo Mayorkas. «Después de una cuidadosa consideración, y en consulta con el secretario de Estado, hoy estoy extendiendo esa designación. Esta acción es una de las muchas formas en que el Gobierno de Joe Biden está proporcionando apoyo humanitario a los venezolanos en el país y en el extranjero, junto con nuestros socios regionales».

El Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) se aplica a las personas en Estados Unidos que se enfrentarían a dificultades extremas si se vieran obligadas a regresar a sus países de origen devastados por conflictos armados o desastres naturales, y les permite trabajar legalmente en EE.UU.

Todo lo que debes saber sobre el Estatus de Protección Temporal (TPS)
La prórroga de 18 meses para Venezuela entra en vigor el 10 de septiembre y se extiende hasta el 10 de marzo de 2024. El DHS estima que 343.000 personas son elegibles para el TPS bajo la designación existente. Los venezolanos que llegaron a Estados Unidos después del 8 de marzo de 2021 no son elegibles.

Cerca de 250,00 Venezolanos Pidieron Asilo

Las autoridades consulares de Venezuela en EEUU informaron que 237,500 venezolanos solicitaron el TPS y el 78.36% aún espera respuesta a su petición, al tiempo que enfatizaron la necesidad de que el gobierno estadounidense renueve el alivio migratorio por 18 meses más.

El embajador venezolanos en Washington, Carlos Vecchio, dijo que las razones que motivan la vigencia del Estatus de Protección Temporal (TPS) para sus compatriotas que ya se encuentran en Estados Unidos siguen vigentes debido a la “emergencia humanitaria compleja generada por la dictadura de Nicolás Maduro”.

“Por más que algunos sectores afines al régimen o interesados en establecer negocios con Maduro traten de vender una falsa realidad de que ‘Venezuela se arregló’, la verdad es que millones de venezolanos no tienen acceso a dólares, el 94% vive en condiciones de pobreza de acuerdo al último estudio ENCOVI de la Universidad Católica, y por ende no tienen acceso a comida, un sistema de salud y educativo adecuado, ni servicios como agua y electricidad”, dijo.

Esa situación impulsa la emigración que se prevé aumente a siete millones de venezolanos en 2022, aseguró durante el evento “IV Mega Cumbre de Inmigración y Más”, realizado por la organización Casa Venezuela Orlando, en Florida, el domingo.

Vecchio, citando cifras del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), detalló que de un total de 323,000 venezolanos posibles beneficiarios del TPS, hasta la fecha ya han aplicado 237,500 y de este universo, 51,295 solicitudes fueron aprobadas (21.59%), mientras que 186,115 aún están pendientes de respuesta (78.36%) y 90 fueron rechazadas (0.03%).

El TPS permite residir y trabajar legalmente en el país por un periodo de tiempo determinado a las personas beneficiarias de este alivio migratorio que no pueden regresar a su nación de origen debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias.

La fecha tope para solicitar el TPS vence el próximo 9 de septiembre de 2022, después de que el gobierno estadounidense concedió una extensión.

El diplomático resaltó la necesidad de que el alivio migratorio sea renovado por 18 meses más y reiteró que en este nuevo periodo de protección se evalúe incluir a los venezolanos que llegaron a Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 2021.

Explicó que “hemos entrado ya en conversaciones directas con la administración para que este beneficio se pueda extender por año y medio más. Estas solicitudes deben hacerse con 60 días de antelación y la hemos hecho seis meses antes”.

¿Qué hacer si no recibe respuesta?

La embajada recomienda a quienes aún no reciben respuesta sobre su solicitud del TPS contactar a USCIS y hacer una consulta del estatus de su caso a través del número (800)375-5283 o, preferiblemente, a través del sitio web del servicio de inmigración, en la sección caso fuera de tiempos de procesamiento. La respuesta habitualmente dura 30 días.

En caso de no tener respuesta efectiva pasado los 30 días, pueden acudir al Ombudsman. Para ello se ingresa a la web https://www.dhs.gov/case-assistance y se solicita apoyo para revisar su caso ante USCIS. Para este paso no hay tiempo definido de respuesta, pero le emitirán un acuse de recibo a su correo electrónico cuando ellos hayan contactado al servicio de inmigración por su caso.

Ante cualquier inquietud u orientación, las personas pueden contactar al equipo consular de la embajada a través del correo electrónico

Qué debe hacer un beneficiario de TPS que califica para la residencia

El servicio de inmigración estadounidense publicó en su página digital una guía que explica los pasos que deben seguir ciertos titulares con Estatus de Protección Temporal que califican para ajustar su estatus como residente legal permanente.

El servicio de inmigración estadounidense publicó en su página digital una guía que explica los pasos que deben seguir ciertos titulares con Estatus de Protección Temporal (TPS) que califican para ajustan sus estatus como residentes legales permanentes.

Las instrucciones fueron emitidas tras el anuncio hecho por una corte del Distrito de Columbia donde avala un acuerdo judicial entre el gobierno y organizaciones para permitir que beneficiarios del TPS que salieron del país con permiso y luego entraron legalmente a Estados Unidos, gestionen la residencia legal permanente (green card).

El arreglo judicial favorece a todos aquellos indocumentados con TPS que tienen una orden de deportación final y no son una prioridad de deportación, quienes podrán reabrir sus casos, solicitar que se desestime el procedimiento de expulsión y ajustar sus estatus migratorios.

Publicado en seis idiomas, entre ellos inglés y español, la guía instruye acerca de los pasos que deben seguir los beneficiarios para reabrir sus casos, desestimar los cargos y luego tramitar la tarjeta verde.

Quiénes califican

La guía detalla que los beneficiarios del acuerdo deben ser receptores de TPS con una orden de remoción o deportación que viajó y regresó con un documento de permiso adelantado mientras estaba bajo la protección de TPS, y USCIS no tiene jurisdicción sobre su solicitud de ajuste de estatus debido a la orden de remoción o deportación, y:

Tiene la intención de solicitar ajuste de estatus;

Presentó una solicitud de ajuste de estatus con USCIS; o
USCIS le denegó el ajuste de estatus únicamente porque no tiene jurisdicción sobre su solicitud o lo denegó únicamente por falta de jurisdicción e inadmisibilidad.
Si reúne estos requisitos, USCIS dice que usted entonces puede solicitarle a la Oficina del Asesor Legal Principal de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que considere unirse a una Moción Conjunta para Reabrir el procedimiento de deportación para cancelar la orden de remoción.
“Si su orden de remoción (o deportación) se cancela como se describe anteriormente, o si ya ha solicitado ajustar su estatus con USCIS (a residente) y se le ha denegado únicamente por falta de jurisdicción, o por falta de jurisdicción e inadmisibilidad (cuando una exención estaba disponible, pero no se presentó o adjudicó la solicitud por la causal de inadmisibilidad eximible), puede presentar un nuevo Formulario I-485 (Solicitud para Registrar la Residencia Permanente o Ajustar el Estatus)”, añade.

La agencia federal dice que también puede “comenzar las gestiones para reabrir su solicitud denegada de ajuste de estatus con USCIS en cualquier momento, según los procedimientos habituales para presentar una moción para reabrir un caso por medio del Formulario I-290B (Notificacion de Apelación o Moción de Reapertura).

Instrucción clave

La USCIS también explicó que quienes califiquen “deben escribir las palabras ‘TPS Removal Order’ en la parte superior de la primera página del Formulario I-290B para ayudar con la identificación y evitar que sea rechazada por no presentar el documento a tiempo”.

La dependencia dijo además que “aceptará Mociones para Reabrir que no hayan sido presentadas a tiempo si cumplen con los requisitos anteriores”. Y que cualquier persona en litigio sobre esta base “puede realizar gestiones a través del representante del gobierno en el litigio”.

También reiteró la advertencia de fraude. “Si usted necesita asesoría legal sobre su caso de inmigración, asegúrese que la persona que lo ayuda está autorizada para proporcionar asistencia legal”.

“Solo un abogado o un representante acreditado que trabaja para una organización reconocida por el Departamento de Justicia (DOJ) puede darle asesoría legal.

Los “notarios, notarios públicos, consultores y empresas de inmigración no pueden darle asesoría legal sobre inmigración a menos que sean proveedores de servicio autorizados”, indicó.

Cómo se llegó al acuerdo

El acuerdo judicial es el resultado del caso CARECEN versus Cuccinelli, una demanda presentada por un grupo que lo integran el Democracy Forward, el Catholic Legal Immigration Network, INC (CLINIC) y las formas Montagut & Sobral, PC y Debevoice & Plimptom LLP en agosto de 2020.

“En este caso varios beneficiarios del TPS y CARECEN demandaron al gobierno de Donald Trump por privar ilegalmente a miles de beneficiarios del amparo migratorio de la oportunidad de cambiar su estatus y convertirse en residentes permanentes”, dijo Nelson Castillo, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California.

“En base al nuevo pacto, los demandantes tendrán la posibilidad de obtener la green card”, precisó.

La demanda alegó que el cambio violaba la Ley de Procedimiento Administrativo (APA) y la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), estaba motivado por el sesgo racial y antiinmigrante de la Administración Trump y fue autorizado ilegalmente por Ken Cuccinelli, cuyo nombramiento como director de USCIS fue declarado ilegal por una corte federal en marzo de 2020 en respuesta a otra demanda presentada por Democracy Forward, CLINIC, RAICES y la firma Debevoise & Plimpton LLP.

El acuerdo tiene vigencia entre el 21 de marzo de 2022 y el 19 de enero de 2025.

Fuente: JORGE CANCINO

Más de 30 senadores piden renovar TPS para El Salvador, Honduras, Nicaragua y agregar a Guatemala

Un grupo de senadores demócratas pidió al gobierno de Joe Biden que renueve los Estatus de Protección Temporal de tres países centroamericanos y agregue Guatemala a la lista de naciones cuyos connacionales indocumentados tienen un amparo de deportación y una autorización temporal de empleo en EEUU.

Un grupo de senadores demócratas pidió al gobierno de Joe Biden que renueve los Estatus de Protección Temporal (TPS) de tres países centroamericanos y agregue Guatemala a la lista de naciones cuyos connacionales indocumentados tienen un amparo de deportación y una autorización temporal de empleo en Estados Unidos.

Por medio de una carta, el grupo, integrado por 32 senadores, solicitó formalmente que se renueven las protecciones para El Salvador, Honduras y Nicaragua y que amparan a unos 250,000 indocumentados, algunos de los cuales llevan más de dos décadas viviendo en el país.

Los legisladores también pidieron que se incluya por primera vez a Guatemala, país que hasta ahora ha quedado fuera de las designaciones a pesar de la solicitud hecha por ese país centroamericano en varias ocasiones.

Se estima que en Estados Unidos viven alrededor de 1.5 millones de guatemaltecos, de acuerdo con datos proporcionados por el gobierno centroamericano. De ellos, unos 900,000 son indocumentados.

Detalles de la carta

En la misiva, dirigida a los secretarios de los departamentos de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, y de Estado (DOS), Anthony Blinken, los senadores expresaron su “grave preocupación” por el empeoramiento de las condiciones humanitarias en Centroamérica, que se han visto agravadas en los últimos dos años por la pandemia del COVID-19, y múltiples y devastadores desastres naturales.

Todas estas causales han contribuido notable incremento de la migración irregular desde esos países hacia Estados Unidos en busca de asilo y/o mejores oportunidades para reconstruir sus vidas y familias, señala la carta.

“La crisis en Centroamérica es urgente… Las designaciones y reasignaciones de TPS proporcionarían protecciones críticas para los beneficiarios elegibles y les permitiría cubrir las necesidades básicas de sus familiares en sus países de origen e invertir en alternativas más seguras a la migración irregular», se lee en la misiva.
La carta agrega que «es nuestra evaluación que los graves daños causados por los huracanes consecutivos hace poco más de un año, combinado con las condiciones de sequía extrema, y las crisis sociales y económicas exacerbadas por la pandemia de COVID-19, justifican esta acción por parte del gobierno”.

“Llevamos meses pidiéndolo”

Activistas que defienden los derechos de los inmigrantes celebraron la carta y señalaron que el presidente debe hacer todo lo posible por resguardar a la población indocumentada amparada por el Estatus de protección Temporal.

“Nosotros llevamos meses pidiéndolo”, dice Abel Núñez, secretario ejecutivo del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN). “Queremos que el presidente conceda un nuevo TPS a El Salvador, Honduras y Nicaragua y agregue esta vez a Guatemala para de esa manera proteger a más personas”.

El activista dijo que los TPS vigentes y que fueron restablecidos por orden judicial tras haber sido cancelados por el expresidente Donald Trump, “fueron otorgados hace años y después de las emergencias que los justificaron otros cientos de miles de indocumentados han llegado a Estados Unidos en busca de las mismas protecciones por nuevos desastres”.

“Si el presidente lo aprueba, en vez de favorecer a unos 300,000 indocumentados como hasta ahora, el programa protegerá de la deportación a por lo menos un millón de inmigrantes”, dijo Núñez. “Todo esto está dentro de la capacidad Ejecutiva del mandatario”.

Reforma estancada

El pedido de los 32 legisladores ocurre en momentos que en el Senado permanece estancado el debate de una reforma migratoria, esto debido al rechazo de la principal asesora de la Cámara Alta (Parlamentarian), Elizabeth MacDonough, de incluir la legalización de millones de indocumentados en el paquete de reconciliación dentro de la Ley de Gasto Social del gobierno.

También debido a que no todos los demócratas están de acuerdo con respaldan la iniciativa y se requiere la totalidad de los 50 votos para avanzar en las discusiones, más el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, quien rompe el desempate.

“Debemos aplaudir la carta”, dice Juan José Gutiérrez, director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para Inmigrantes, en Los Ángeles, California. “Se puede hacer y esperamos que el presidente lo haga, emitirá nuevas protecciones y agregará a Guatemala”.

Gutiérrez dijo además que “es lo correcto. El gobierno debe proteger el TPS de los centroamericanos y extenderlo hasta que el congreso se ponga de acuerdo y decida aprobar la reforma migratoria”.
La reforma mencionada por Gutiérrez se refiere al denominado Plan C, que consiste en un estatus temporal por 10 años para unos 6.5 millones de indocumentados (dreamers, titulares de TPS y trabajadores esenciales, incluyendo campesinos).

La posibilidad de un estatus de residencia permanente fue rechazada en dos ocasiones por MacDonough durante septiembre del año pasado, bajo el argumento que incluir en el ‘paquete de reconciliación’ una vía para legalizar a unos 7 millones de indocumentados aumentará el déficit en unos $140,000 millones durante 10 años, como resultado de la red de seguridad y programas de beneficios a los que tendrían acceso los extranjeros regularizados.

Los TPS

El TPS de Honduras y Nicaragua fue otorgado la primera vez el 5 de enero de 1999 en respuesta humanitaria al paso del huracán Mitch por las costas de Centroamérica a finales de octubre de 1998.

El beneficio migratorio cubre a todos los indocumentados que se hallaban en Estados Unidos al 30 de diciembre de 1998, quienes recibieron un amparo de deportación y una autorización temporal de empleo.

A su vez, el TPS de El Salvador fue activado por primera vez el 9 de marzo de 2001 como parte de la respuesta humanitaria del gobierno federal estadounidense a los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero que ese año azotaron al país centroamericano.

La protección cubre a todos los nacionales salvadoreños que se encontraban en territorio estadounidense al 9 de marzo de 2001.

Activistas reiteran que se aprobarse un nuevo TPS, cubriría a inmigrantes indocumentados que están en Estados Unidos por lo menos desde el 1 de enero de 2022.

La carta fue firmada por los senadores Bob Menéndez, Chuck Schumer, Ed Markey, Catherine Cortez Masto, Elizabeth Warren, Patrick Leahy, Ben Cardin, Alex Padilla, Ben Ray Luján, Tina Smith, Bernie Sanders, Cory Booker, Patty Murray, Kirsten Gillibrand, Michael Bennet, Jacky Rosen, Tim Kaine, Richard Blumenthal, Amy Klobuchar, Martin Heinrich, Chris Van Hollen, Mark Warner, Jack Reed, Dick Durbin, Chris Coons, Tom Carper, Tammy Baldwin, Mazie K. Hirono, Jeff Merkley, Dianne Feinstein, Brian Schatz, Tammy Duckworth y Raphael Warnock.

Fuente: JORGE CANCINO

Deportados que regresan ilegalmente no pueden salir en libertad mientras revisan sus casos

En una decisión dividida (6-3), la Corte Suprema de Justicia falló este martes que los inmigrantes deportados que regresan indocumentados al país no podrán pedir una fianzay deben permanecer detenidos mientras se revisan sus casos, y podrán ser deportados de manera expedita.

El fallo le cierra la puerta a cientos, quizás miles de extranjeros cuyos casos de asilo fueron rechazados o desestimados, los peticionarios recibieron una orden de deportación y fueron expulsados del país y luego regresaron con la esperanza de reabrir sus expedientes.

“Las personas que hayan entrado ilegalmente a Estados Unidos después de haber sido deportados, no tienen derecho a una audiencia de fianza y podrán ser deportados rápidamente bajo la orden de deportación que ya se les había otorgado”, explicó José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida).
“Permanecerán detenidos y no tendrán derecho a una audiencia de fianza mientras se revisan sus casos en los tribunales de inmigración”, agregó.

“El fallo afecta a todas aquellas personas que fueron deportadas de manera expedita en la frontera durante el gobierno de Donald Trump. A muchos de ellos les violaron sus derechos y les cerraron las puertas”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California).

“Y también le cierra la puerta a inmigrantes que fueron deportados hace menos de 10 años y las razones por las cuales pidieron asilo y se los negaron, cambiaron y se volvieron más extremas. Ellos tampoco tendrán la oportunidad de pedir fianza y que detengan sus deportaciones para presentar nuevas evidencias”, indicó.
La Corte Suprema argumentó parte de la Sección 1231 de la INA indicando que “si el Fiscal General determina que un extranjero ha vuelto a entrar ilegalmente a Estados Unidos después de haber sido expulsado o de haber salido voluntariamente, en virtud de una orden de remoción, la orden de remoción anterior se restablece de su fecha original y no está sujeto a ser reabierto o revisado, el extranjero no es elegible y no puede solicitar cualquier reparación bajo este capítulo, y el extranjero será removido bajo la orden anterior en cualquier momento después del reingreso ilegal”.

Cabe destacar que en 1996 el Congreso aprobó la denominada Ley del Castigo que sanciona con tres años fuera del país a extranjeros que permanecen más de 180 días indocumentados en el país, y con 10 años si la presencia indocumentada supera los 365 días. Si el no ciudadano durante ese tiempo regresa ilegalmente, la falta se denomina re-entry y se considera una felonía o crimen agravado.

Fin de la disputa

Con esta decisión el máximo tribunal de justicia puso fin a la disputa jurídica en el caso de la inmigrante María Angélica Guzmán Chávez, quien perdió su caso de asilo, fue deportada, regresó al país y volvió a pedir asilo, pero fue detenida por las autoridades federales de inmigración bajo cargos de reingreso ilegal (re-entry), una falta grave que la convierte en inadmisible bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA).

“La ley dice que los extranjeros que son deportados tras perder sus casos de asilo y vuelven sin autorización al país a solicitar nuevamente la protección del gobierno, son detenidos y enviados a un proceso acelerado de deportación conocido como ‘streamline’, “donde son procesados criminalmente”, señala Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix (Arizona).

Con esta decisión, la Corte Suprema “revoca un fallo emitido por la Corte de Apelaciones del 4º Circuito y deja claro que una orden final de deportación no se elimina ni queda pendiente cuando una persona aplica a un Withholding of Removal (retención de deportación) cuando pide asilo”, explicó Guerrero.

Opinión de la corte

En el dictamen, la Corte Suprema indicó que la INA “establece procedimientos para expulsar a los extranjeros que viven ilegalmente en los Estados Unidos, así como para determinar si
estas personas son detenidas durante los procedimientos de deportación”.

Agrega que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) “puede arrestar y detener a un extranjero “en espera de una decisión sobre si este debe ser deportado”, y que durante su arresto puede “solicitar la liberación bajo fianza o libertad condicional”.

Pero si se ordena la expulsión de un extranjero y la orden se vuelve «administrativamente definitiva», entonces “la detención se vuelve obligatoria”. Y si un extranjero deportado bajo este proceso vuelve a entrar al país sin autorización, “esa persona enfrenta la reinstalación de la anterior orden de remoción de su fecha original».

“Esa orden no es sujeto a ser reabierta o revisada y el extranjero será deportado bajo la orden anterior en cualquier momento después del reingreso indocumentado”, precisó.

Fuente: JORGE CANCINO

Solicitantes de Asilo Devueltos Tendrán Nueva Oportunidad

El gobierno de Biden ampliará el procesamiento de solicitudes de asilo presentadas bajo el Programa de Protección del Migrante (MPP) que fueron rechazados o desestimados durante el gobierno anterior, según informaron el martes la Agencia The Associated Press y el diario The Washington Post. La medida beneficiaría a unas 10,000 personas.

El gobierno estadounidense ampliará el procesamiento de solicitudes de asilo presentadas bajo el Programa de Protección del Migrante (MPP) que fueron rechazados o desestimados durante el gobierno anterior, señalaron el martes la Agencia The Associated Prtess y el diario The Washington Post.

También conocido como Programa Quédate en México, el MPP afectó a más de 65,000 personas entre enero de 2019 y enero de este año, cuando fue cancelado por el gobierno de Joe Biden.

El controvertido programa no permitía a los extranjeros pedir asilo y permanecer en territorio estadounidense aunque alegaran miedo creible de persecución. Los inmigramtes eran devueltos a México a esperar en ese país la resolución de sus casos en los tribunales de inmigración estadounidenses.

El cambio

La nueva medida será activada el miercoles y beneficiaría a unas 10,000 personas, según dijo a la AP Michele Klein Solomon, directora regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.

La entidad es una de las agencias de la ONU que colabora en este proceso.

The Washington Post, a su vez, citando fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), dijo que miles de solicitantes de asilo cuyas reclamaciones fueron desestimadas o denegadas bajo una política de tolerancia cero de Trump “podrán regresar para tener otra oportunidad de protección humanitaria”.

No está claro, por ahora, cuántas personas serán elegibles para ser liberadas en Estados Unidos en espera de una decisión sobre sus casos de asilo en la Corte de Inmigración.

Miles de casos activos

Tras la cancelación del MPP en febrero, el DHS dijo que de los más de 65,000 casos registrados bajo el MPP, unos 25,000 se encontraban activos.

El resto fue desestimado por diversas razones, entre ellas, que los jueces desestimaron los pedidos por la no presentación en corte de los petricionarios; porque las causas no se ajustaban a los requerimientos estipulados en la ley der asilo; porque los afectados recibieron Notificaciones de Comparescencia (NTA) fallidas.

El gobierno de Biden ha dicho que luego de revertir gran parte de la polìtica de Trump en la frontera y restablecer el asilo, permitirá el respeto al debido proceso y que los inmigrantes serán tratados con respeto.

La pandemia

La Organización Internacional para las Migraciones para América del Norte, América Central y el Caribe dijo a la AP que estaba trabajando en estrecha colaboración con el gobierno de Biden para llevar a las personas a la frontera y asegurarse de que den negativo en la prueba de COVID-19 antes de que se les permita ingresar al país.

La mayoria de los más de 65,000 inmigramtes devueltos a México bajo el MPP son originarios del denominadio Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) y México, personas que debido a la violencia doméstica y de pandillas, la pobreza y los efectos del cambio climático huyen de sus naciones para buscar asilo en Estados Unidos, donde la mayoría tiene familiares.

Bajo el gobierno de Trump, la violencia domñestica y de pandiullas no constityyerion causa de asilo. Pero la semana pasada el Departamento de Justicia (DOJ) retiró dos fallos que fueron dictados en 2018 por el entonces fiscal general Jeff Sessions, restableciendo ambas causales como motivos legítivos para pedir la protección del gobierno estadounidense.

El cambio anterior

La tercera semana de mayo el gobierno de Biden acordó permitir la entrada al país de unas 250 personas diarias para que soliciten asilo, beneficio migratorio no solo restringido durante el gobierno de Trump, sino también afectado severamente por la pandemia del coronavirus.

La concesión forma parte de un acuerdo judicial alcanzado el con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que demandó ante una corte federal del Distrito de Columbia la implementación del Título 42 del Código de Estados Unidos, medida implementada el año pasado como parte de los esfuerzos para detener la propagación de la pandemia, pero que al mismo tiempo impidió que miles de personas solicitaran asilo.

El acuerdo forma parte de las negociaciones para resolver la demanda, dijo Lee Gelernt, abogado de la ACLU.

Diez días después, el gobierno anunció la implementación de un plan que permitirá acelerar los procesos de familias que llegan “entre puertos de entrada” de la frontera con México en busca de asilo.

Razones oficiales

El programa permitirá “tomar decisiones de manera más rápida y justa en casos de inmigración de familias que llegan entre los puertos de entrada en la frontera suroeste”, dijeron los secretarios de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, y de Justicia, Merrick Garland en un comunicado.

Hasta ahora las familias (unidades familiares) que llegaban a la frontera en busca de asilo estaban siendo expulsadas aceleradamente a México bajo el Título 42 del Código de Estados Unidos por la pandemia del coronavirus, una medida adoptada el año pasado.

Tras asumir el control de la Casa Blanca, en enero, Biden eliminó gran parte de la política migratoria e tolerancia cero en la frontera, entre ella el Programa de protección del Migrante (MPP), pero mantuvo vigente el Título 42.

El lunes Univision Noticias reportó que la Casa Blanca estudia el retiro del Título 42 durante el mes de julio, decisión que tomará en consulta con las medidas de seguridad sanitaria dictadas por los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC).

Comité Judicial del Senado debatirá planes que incluyen ciudadanía para dreamers, titulares de TPS y campesinos

En una audiencia que tanto demócratas como republicanos tildan de “clave”, senadores discutirán los proyectos de reforma migratoria aprobados por la Cámara de Representantes en marzo. Sin embargo, las bancadas no pueden asegurar si las iniciativas serán enviadas al pleno porque nadie ni nada garantiza que tienen los 60 votos necesarios para ser aprobadas.

En una audiencia que tanto demócratas como republicanos tildan de “clave”, el Comité Judicial del Senado debatirá este martes dos proyectos migratorios aprobados en marzo por la Cámara de Representantes, iniciativas que entre otros beneficios incluyen un camino a la ciudadanía para dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS) y trabajadores agrícolas.

El Senador Dick Durbin (demócrata por Illinois), quien preside el Comité, ha dicho que los proyectos de ley enviados por la Cámara Baja están más cerca que nunca de ser aprobados, a unos cuatro o cinco votos republicanos, pero no hay certeza si los 50 senadores demócratas aprobarán ambas iniciativas cuando se discutan en el pleno.

Para convertirlos en ley, se requiere un mínimo de 60 votos y los demócratas, que tienen control del Senado, solo disponen de 50. Durbin dice tener cinco o seis apoyos republicanos, pero hay al menos cuatro senadores demócratas cuyos votos no están garantizados, siendo ellos Joe Manchin (West Virginia), Jon Tester (Montana), y los senadores por Arizona Kyrsten Sinema y Mark Kelly.

Sinema, junto con el senador republicano John Cornyn (Texas), presentó en abril un proyecto para responder a la crisis en la frontera. Si bien la iniciativa no tiene votos suficientes para ser aprobada, se ha convertido en un factor de negociación clave para ambos partidos.

Los planes de la Cámara

El 18 de marzo, la Cámara de Representantes aprobó, con apoyo bipartidista, dos iniciativas de ley que regularizan la permanencia de entre 2 y 3 millones de dreamers, beneficiarios del TPS y trabajadores del campo, quienes recibirían una residencia provisional condicionada por 10 años al término de los cuales podrán solicitar la Residencia Legal Permanente (Green Card o tarjeta verde).

Cinco años después serán elegibles para convertirse en ciudadanos estadounidenses por naturalización.

Ambos proyectos forman parte de un plan de reforma migratoria integral propuesto por el presidente Joe Biden en enero, que incluye un camino a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

Debido a que el proyecto se estancó en los debates preliminares, la Cámara de Representantes, con el respaldo de la Casa Blanca, cambió de estrategia optó por mover los planes sobre dreamers, TPS y campesinos, y dejar para más adelante la discusión sobre el futuro del resto de indocumentados.

Qué dicen los demócratas

Fuentes demócratas familiarizadas con las discusiones, pero que no están autorizadas para hablar sobre el tema púbicamente, dijeron que las negociaciones en el Comité Judicial han mostrado algún avance. Sin embargo, advierten que el escenaro a corto y mediano plazo es “complejo”.

También mencionan que la Casa Blanca debe dividir la inversión de capital político en el plan de infraestructura del presidente, cuyas negociaciones se encuentran en un impasse, y la reforma migratoria.

La estrategia apunta que la prioridad se enfoca en el proyecto de infraestructura de 2.3 billones de Biden, y que una o las dos iniciativas migratorias aprobadas por la Cámara Baja se unifiquen y se incluyan como enmienda en el ambicioso plan del mandatario.

“Todo está en conversaciones”, dijo la fuente. E indicó que en la audiencia del martes el Comité Judicial tratará de esclarecer el escenario para ambos planes.

Qué dicen los republicanos

El sector conservador del Partido Republicano mantiene su postura. “No habrá votos mientras no se solucione la crisis en la frontera”, dijo una fuente que pidió mantener su nombre en el anonimato.

Agregó que en múltiples ocasiones “Durbin ha prometido una reforma migratoria bipartidista, pero a la misma vez él y su partido (demócrata) en la Cámara y el Senado están actuando de manera unilateral en este y otros temas”.

Por aparte, el sector moderado republicano cifra esperanzas en que al final del día “podamos trabajar juntos (ambos partidos) en un proyecto que beneficie a millones de indocumentados».

“En nuestra opinión, existe una ventana para que haya apoyo republicano para un plan migratorio que tenga que ver con dreamers, TPS y trabajadores agrícolas”, dice Wadi Gaytán, portavoz de La Iniciativa Libre, un grupo conservador que se define como una organización de base no partidista y sin fines de lucro que promueve los principios y valores de la libertad económica para empoderar a la comunidad hispana en Estados Unidos.

“A la misma vez, vemos que parte de esa ventana tiene que incluir el plan de los senadores Sinema y Cornyn sobre la seguridad y emergencia en la frontera”, agrega, proyecto de ley que los demócratas por ahora no mencionan.

Gaitán dijo que el citado proyecto “crea una oportunidad para más jueces, hace un sistema de asilo mas eficaz y eficiente, y entonces opinamos que las conversaciones que están ocurriendo con los senadores Durbin y (Lindsey) Graham (republicano por Carolina del Sur) sean productivas”.

En 2013, Durbin y Graham integraron el denominado Grupo de los Ocho que redactó el plan de reforma migratoria S.744, que incluyó un camino a la legalización para la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país. El proyecto, sin embargo, fue frenado por el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes bajo el argumento de la seguridad nacional.

Qué dicen los dreamers

Los soñadores, jóvenes indocumentados que ingresaron antes de cumplir 16 años a Estados Unidos y se les conoce como dreamers, dicen que la audiencia de este martes les permitirá conocer quién apoya las iniciativas de ley enviadas por la Cámara de Representantes y quiénes no.

“Vamos a conocer de qué lado están los legisladores”, dice José Muñoz, vocero de United We Dream (UWD), una de las principales organizaciones de dreamers del país”.

“Hemos sabido que muchos de ellos (republicanos) han dicho muchas veces que ‘necesitamos pasar una ley para proteger a los DACA’, pero aunque dicen que nos quieren ayudar no han dado su aporte para convertir en ley una iniciativa”, agregó.

Muñoz dice, además, que “si no lo hacen esta vez, nuevamente van a colocar a miles en el banquillo de las deportaciones. Ellos tienen el poder para hacerlo. Y si no lo hacen, confiamos en que el liderazgo demócrata utilizará el proceso de reconciliación”.

Aniversario de DACA

La audiencia de este martes coindice con el 9º Aniversario de la Acción Ejecutiva de 2012 para los llegados en la infancia firmada por el entonces presidente Barack Obama, programa que difirió la deportación de unos 800,000 mil dreamers y les otorgó un permiso de trabajo temporal renovable.

“También recordamos en este Aniversario que el programa DACA pende de la decisión de una corte federal de Texas”, dice Juan Escalante, director de campañas digitales de FWD.us, un grupo de presión integrado por líderes de la comunidad tecnológica. “El programa todavía está en peligro”, indicó.

El programa fue demandado en 2018 por nueve estados (Alabama, Arkansas, Kansas, Louisiana, Mississippi, Nebraska, Carolina del Sur, Texas y West Virginia), quienes alegan que el beneficio usa recursos estatales para educación y salud, y viola la ley federal de inmigración.

La decisión está en manos del juez Andrew Hanen, quien en febrero de 2015 prohibió la ampliación del programa y la entrada en vigor de DAPA, otro beneficio similar que dilataba la deportación de unos 5 millones de padres indocumentados de residentes legales permanentes y ciudadanos.

El proceso de reconciliación

Citado por los dreamers y también por los demócratas y que algunos llaman el Plan B de la reforma migratoria, se conoce como ‘proceso de reconciliación’, un recurso que se utiliza en casos extremos cuando no existe apoyo suficiente en el Senado para aprobar una ley con un mínimo de 60 votos.

Si las conversaciones fracasan y se agotan las instancias estipuladas en el marco del proceso ordinario, los demócratas entonces tomarían ambos planes migratorios y los regresarán a la Cámara Baja para ser incluidos dentro de una tercera iniciativa de ley, con ese mecanismo de “reconciliación”.

“Cuando un proyecto de ley o dos, como en este caso, no se aprueban porque no cuentan con el 60% de los votos del pleno, existe esta herramienta que, de ser aprobada por la Cámara Baja, cuando vuelve al Senado en esta instancia se puede aprobar con mayoría simple, es decir 51 votos”, dice Joe García, un ex congresista demócrata por Florida.

Para aprobarlo, la mayoría de la Cámara de Representantes debe ponerse de acuerdo, introducir un tercer proyecto, agregarse los que ya fueron aprobados y someter ese “paquete” de leyes a votación. Si se consiguen 217 de los 435 votos del pleno de la Cámara de Representantes, el plan es aprobado y enviado al Senado.

Al tratarse de un “paquete de reconciliación”, la Cámara Alta ya no necesitará de una mayoría de 60 votos, “sino solamente de una mayoría simple con 51 votos”, explicó García.

Esta herramienta fue aprobada por el Congreso en 1974 para facilitar la aprobación de ciertas leyes, sobre todo relacionadas con el gasto, la deuda pública y los impuestos.

Fuente : JORGE CANCINO

Corte Falla en Contra de Asilos Ilegales

La decisión puede afectar a decenas de miles de extranjeros que recibieron amparo por razones humanitarias

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha fallado por unanimidad este lunes en contra de que los inmigrantes que cuentan con un estatus de protección temporal (TPS, en sus siglas en inglés) puedan solicitar tarjetas de residencia permanente, las conocidas como green card si ingresaron al país de forma ilegal. La decisión del máximo tribunal puede afectar a decenas de miles de extranjeros que recibieron amparo tras llegar al país huyendo de las consecuencias de desastres naturales o conflictos armados.

La decisión del Supremo aborda el caso Sánchez vs. Mayorkas. Los salvadoreños José Sánchez y Sonia González entraron ilegalmente en Estados Unidos a finales de los noventa. Tras los terremotos que asolaron El Salvador en 2001, EE UU incluyó a los ciudadanos del país centroamericano en el listado de quienes pueden acogerse al TPS. El matrimonio salvadoreño solicitó el amparo, que le fue concedido. En 2014, la pareja pidió la residencia permanente, sin éxito. Los Sánchez González presentaron entonces una demanda en un tribunal de Filadelfia. El juez falló en su contra argumentando que no eran elegibles porque no fueron “evaluados y admitidos” cuando ingresaron al país.

El TPS protege a los beneficiarios de la deportación y les permite trabajar legalmente. Cerca de 400.00 inmigrantes de 12 países -entre ellos Venezuela, Honduras y Siria- pueden solicitar dicha protección. Muchos de ellos llevan décadas viviendo en EE UU. En 2018, el Gobierno de Donald Trump intentó sin éxito despojar de protección a los 263.000 beneficiarios de El Salvador, los 58.000 de Haití, los 5.000 de Nicaragua y los 1.000 de Sudán que se estima vivían entonces en el país.

La jueza Elena Kagan explicó este lunes en un escrito entregado al Supremo que el programa otorga a los extranjeros el estatus de “no inmigrantes, pero no los admite”. “Como sugiere su nombre”, escribió, “esta protección está destinada a ser temporal”.

Kagan apuntó que según la legislación existen dos vías: la que le permite a los que llegaron al país tras ser “evaluados y admitidos” solicitar la residencia permanente, y la que no les otorga ese beneficio por haber ingresado de forma ilegal. Estos últimos sí pueden acceder al estatus de protección temporal, pero no a la green card. En cambio, si la persona entró legalmente al país y luego recibió la TPS, sí puede aspirar a la residencia permanente.

La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó una legislación para permitir que los beneficiarios del TPS puedan acceder a la green card. El proyecto de ley tiene que pasar ahora por el Senado, dividido al 50% entre demócratas y republicanos.

Se Acabó la Espera en México Para Aquellos que Piden Asilo

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, explicó en un documento de siete páginas que mantener el programa, que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México esperando la resolución de sus casos, no era congruente con «la visión y valores» del actual gobierno de EEUU.

La administración de Joe Biden terminó formalmente este martes con la política los Protocolos de Protección Migrante (Migrant Protection Protocols, MPP), comúnmente conocidos como ‘Quédate en México’, una política de inmigración que obligaba a quienes pedían asilo a esperar en el país latinoamericano antes de que un juez decidiera su destino.

Un documento de siete páginas enviado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, marca el fin formal de la política, establecida durante la administración Trump. Cabe señalar que desde el inicio de su administración, Biden suspendió el programa.

Mayorkas explicó que mantener intacta la política o bien, modificarla, no era congruente con “la visión y valores” de la actual administración y añadió que mantenerla es un mal uso de los recursos federales.

La implementación de la política coincidió con una fuerte disminución en las llegadas de solicitantes de asilo a la frontera, pero los críticos señalaron que la gente se vio afectada por las violentas condiciones en México, la falta de acceso a abogados y la dificultad para llegar a los tribunales.

Mayorkas reconoció esas inquietudes, apuntando el alto índice de solicitudes rechazadas por no presentarse ante los tribunales y la falta de vivienda, ingresos y seguridad en México.

El principal republicano de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes criticó la medida y puntualizó que era “un error muy grave” que obstaculizaría las labores para reducir el número de migrantes que ingresan a Estados Unidos. Los comentarios del representante John Katko dejan de manifiesto el punto de vista del Partido Republicano sobre que la situación en la frontera sur del país sigue siendo una desventaja política para los demócratas.

“El hilo conductor en las continuas acciones del presidente Biden es deshacer las políticas de seguridad fronteriza de sentido común, al tiempo que deja en segundo plano nuestra seguridad nacional”, señaló Katko en una declaración escrita.

El gobierno de Biden ha mantenido en vigor varias facultades decretadas en marzo del año pasado por el entonces presidente Donald Trump para expulsar de manera expedita a la gente a México sin darles la oportunidad de solicitar asilo por cuestiones de salud pública. Mayorkas reconoció que planean eliminar esas medidas relacionadas con la pandemia, pero no dio muchos detalles al respecto.

El secretario señaló la creación de un nuevo listado de casos de inmigración pendientes (anunciado el viernes) que tiene como objetivo que los casos se decidan en un plazo de 300 días. Prometió “otros cambios normativos y en las políticas”, sin dar más detalles.

Corte Suprema parece inclinada a negar la Green Card a beneficiarios del TPS

En una audiencia telefónica, los jueces conservadores, que son mayoría en el máximo tribunal, se mostraron proclives a impedir que miles de personas que viven en Estados Unidos por razones humanitarias soliciten convertirse en residentes permanentes.

La Corte Suprema de justicia escuchó este lunes los argumentos de una larga disputa jurídica en torno a si ciertos titulares del Estatus de Protección Temporal (Temporary Protection Status -TPS-) califican para convertirse en residentes legales permanentes (LPR). La decisión sobre este caso se conocerá en el verano, pero al parecer se inclina por la no regularización de los inmigrantes con TPS.

La batalla judicial se inició en 2015 cuando José Sánchez y Sonia González, dos inmigrantes de origen salvadoreño que llevaban casi 15 años amparadas bajo el programa, solicitaron la Green Card a través de su empleador y el trámite les fue rechazado.

El caso lo heredó la administración Biden del anterior gobierno, pero el Departamento de justicia ha mantenido la misma posición, en este caso.

En una sesión vía telefónica, los jueces de la Corte Suprema parecían inclinarse a favor del argumento presentado por el gobierno de Biden acerca de que la ley federal de inmigración prohíbe a las personas que entraron ilegalmente en el país y que ahora tienen el TPS solicitar “tarjetas verdes” para permanecer en el país de forma permanente.

Se estima que unos 400,000 inmigrantes indocumentados están protegidos por el TPS. La mayoría de ellos son de origen centroamericano (El Salvador, Honduras y Nicaragua).

El juez Brett Kavanaugh dijo que la corte debería ser “cuidadosa en cuanto a jugar con los estatutos de inmigración tal como están escritos”, especialmente cuando el Congreso podría actuar.

“Pero a manera de panorama general, ¿por qué deberíamos intervenir aquí cuando el Congreso está muy centrado en la inmigración?”, preguntó Kavanaugh, según reporta la AP.

La jueza Amy Coney Barrett preguntó al abogado del gobierno Michael R. Huston si el gobierno había cambiado su posición sobre si la ley era clara o ambigua. Luego, el juez Kavanaugh sugirió tres formas en las que el gobierno podría ganar el caso, y Huston optó por la que parecía ser la menos vinculante.

Huston destacó que muchas personas con estatus de protección temporal pueden solicitar la residencia permanente, siempre y cuando hayan entrado al país legalmente. «Tienen que haber sido admitidos como estudiantes o au pair o trabajadores temporales o algo así», dijo.

Hasta ahora tres cortes de apelaciones han determinado que los beneficiarios del TPS casados con ciudadanos estadounidenses o tienen hijos mayores de 21 años nacidos en Estados Unidos pueden ser reclamados para recibir la tarjeta verde.

Otras dos cortes de apelaciones han fallado en contra, lo que derivó el caso al máximo tribunal de justicia y que en enero anunció la revisión.

El TPS difiere temporalmente de la reportación y otorga a los beneficiarios una autorización de empleo (permiso de trabajo) válida por el mismo tiempo.

Los detractores del programa argumentan que el TPS fue creado con el propósito de otorgar un estatus temporal de permanencia y que, al término del programa, los beneficiarios deberían regresar a su estatus anterior, es de”.

La batalla judicial

Hasta ahora, tres cortes de apelaciones (6º, 8º y 9º Circuitos) han fallado a favor de que en sus jurisdicciones los beneficiarios casados con ciudadanos estadounidenses o que tengan hijos nacidos en Estados Unidos mayores de 21 años califiquen para pedir la Green Card, trámite que debe iniciar el cónyuge o el hijo.

El último dictamen fue emitido a finales de octubre, donde un panel de jueces de la Corte de Apelaciones del 8º Circuito se sumó a las decisiones de los otros dos tribunales similares para permitir que ciertos inmigrantes protegidos por el TPS puedan gestionar la tarjeta verde.

“Estamos de acuerdo con los razonamientos de la 6ª y 9ª Corte de Apelaciones, que aceptaron que los inmigrantes protegidos por el TPS son considerados como ‘inspeccionados y admitidos en el país bajo la Ley de Inmigración’”, indicaron los jueces.
Al ser considerados como “inspeccionados”, aquellos extranjeros amparados por el programa humanitario y que cumplan con los requisitos señalados “pueden gestionar la residencia legal permanente (LPR)”, dictaminó el panel.

El 6º Circuito de Apelaciones lo integran: Missouri, Wisconsin, Indiana, Illinois, Kentucky y Tennessee.

Por su parte, el 8º Circuito está integrado por los estados de: Arkansas, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Iowa, Minnesota, Missouri y Nebraska.

Y el 9º Circuito, en cambio, lo integran los estados y/o territorios de: Alaska, Hawai, Guam, California, Oregon, Washington, Montana, Idaho, Nevada, Arizona y las Islas Marianas del Norte.

El caso Sánchez

La primera demanda en 2015 fue presentada a nombre del inmigrante José Sánchez, un ciudadano de origen salvadoreño cuyo empleador intentó en vano patrocinarlo para obtener una Green Card (residencia legal permanente).

“Al aceptar este caso en enero, la Corte Suprema de Justicia se comprometió a decidir el destino de miles de personas con TPS que, por haber entrado indocumentados a Estados Unidos, no se pueden convertir en residentes legales permanentes, excepto en las jurisdicciones de apelaciones del 6º, 8º y 9º Circuitos”, dijo José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida).

“La decisión del máximo tribunal será muy importante ya que, si es positiva, muchos podrían beneficiarse, pero si es negativa les cerraría las puertas a estas personas quienes no podrán obtener su residencia legal permanente”, indicó.
Abogados consultados por Univision Noticias advirtieron que aquellos que no tienen residencia no viajen fuera del país. “Mi consejo es que lo hagan solo si tienen una emergencia y, antes de hacerlo, tramiten un permiso de viaje adelantado ante la Oficina de Ciudadania y Servicios de Inmigración (USCIS)»”, dijo José Guerrero, quien ejerce en Miami.

“Pero tenga en cuenta que, si tiene una orden de deportación vigente y viaja con permiso fuera del país, recuerde que al regreso la autorización de entrada es discrecional del agente de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP)”.

Fuente: JORGE CANCINO