Falla en Sistemas Policiales en Reporte Sobre Matanza de Uvalde

El informe de 77 páginas que se difundió este domingo afirma que “fallos sistémicos” afectaron la respuesta policial de casi 400 agentes que estuvieron presentes en el sitio el día de la masacre de la Escuela Primaria Robb, que dejó 21 muertos: 19 niños y dos maestras.

Vacíos en la cadena de mando, una angustiosa espera, la sospecha “plausible” de que se pudieron haber salvado vidas y una “toma de decisiones atrozmente mala” son algunas de las conclusiones del informe de 77 páginas sobre la masacre en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, Texas.

El reporte, elaborado por un comité de investigación de la Cámara de Representantes de Texas y que fue entregado a los familiares este domingo, dibuja el caos en la respuesta policial frente al tiroteo en que murieron 19 niños y 2 maestras bajo los tiros de un atacante que irrumpió en el centro escolar el pasado 24 de mayo de 2022.

Se trata del primer informe que analiza la polémica respuesta de los cuerpos policiales que estuvieron presentes el día de la masacre. Casi 400 agentes entre locales, estatales y federales tardaron en responder a la emergencia. Estas son las claves.

¿Qué revela el informe?

Se trata del análisis más exhaustivo sobre lo ocurrido en la Escuela Primaria Robb el 24 de mayo. La falta de acción, explica el texto, se debió en buena parte a “fallos sistémicos y una toma de decisiones atrozmente mala” por prácticamente todos los oficiales que estuvieron involucrados en la operación.

¿Cuántos agentes respondieron?

Casi 400 agentes que estuvieron en la escena esperaron durante casi 80 minutos mientras el atacante se encontraba atrincherado en un salón de clases. La cifra exacta fue 376. La gran mayoría de los policías eran de fuerzas estatales y federales: 149, agentes de la patrulla fronteriza, 91 policías estatales, 25 policías de Uvalde y 16 de la oficina del sheriff. El resto eran miembros de las fuerzas policiales de los condados vecinos, alguaciles federales y agentes de la DEA.

Del cuerpo que dirigía Pete Arredondo, el jefe de policía del distrito escolar y el único mando que ha renunciado hasta ahora, solo había cinco agentes.

¿Se pudieron haber salvado vidas?

El texto del informe (que abre con un recuerdo a las víctimas) señala que “el atacante disparó la mayoría de los tiros y probablemente asesinó a la mayor parte de las víctimas antes de que cualquier agente llegara al edificio”.

“De las 142 rondas que disparó [el atacante] en el edificio, es casi certero que descargó al menos 100 antes de que llegara cualquier oficial”, afirma el texto.

El comité reconoce que no ha recibido evidencia médica que aclare si los 73 minutos de espera hicieron que hubiera más muertes, y admite que “es plausible” que una mejor respuesta policial habría salvado vidas.

¿Quién estaba al mando?

Ningún oficial ha recibido tanto escrutinio desde el tiroteo como Pete Arredondo, quien renunció como jefe de la policía del distrito escolar de Uvalde y también a su puesto recién designado en el Concejo Municipal a inicios de julio. Arredondo dijo al comité que trató al atacante como un «sujeto atrincherado», según el informe, y defendió su decisión de no tratar la escena como una situación de atacante activo porque no tuvo contacto visual con el pistolero.

Arredondo redactó su plan de respuesta a pistoleros activos y se asignó a sí mismo como comandante de incidentes, pero no siguió el protocolo que había establecido, señala el informe.

Los investigadores afirmaron que otro oficial podría haber asumido la tarea de comandar a los agentes, y que debería haberlo hecho.

“Estos funcionarios locales no eran los únicos que se esperaba que brindaran el liderazgo necesario durante esta tragedia”, dice el informe. “Cientos de socorristas de numerosos organismos encargados de hacer cumplir la ley, muchos de los cuales estaban mejor capacitados y mejor equipados que la policía del distrito escolar, llegaron rápidamente a la escena”, señala el texto.

¿Cuáles han sido las reacciones?

El alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, anunció la suspensión del teniente Mariano Pargas de la dirección de policía del distrito escolar, puesto que había asumido tras la dimisión del anterior jefe, Pete Arredondo. Hasta la noche del domingo, no había más destituciones o suspensiones de las autoridades estatales y federales que, de acuerdo con el informe, fueron quienes respondieron mayoritariamente a la operación.

¿Qué sigue?

El congresista estatal Dustin Burrows, quien dirigió la investigación, aclaró que el mandato del comité no era presentar cargos sino aclarar los eventos de ese día y hacer recomendaciones legislativas.

Diario Muestra Video de Uvalve Donde Muestra Suficiente Tiempo sin Actuar

El diario Austin American-Statesman publicó este martes partes editadas de un video de vigilancia que muestra a los agentes de policía retirándose de los disparos en el pasillo de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, durante el tiroteo mortal que sucedió allí en mayo.

El video editado dura poco más de cuatro minutos y muestra en primer lugar a los profesores gritando mientras el hombre armado cruza el estacionamiento de la Escuela Primaria Robb después de chocar su camioneta a las afueras del inmueble. Una vez que el atacante está dentro del edificio, las cámaras de vigilancia del pasillo lo muestran caminando por el pasillo sin oposición con un rifle semiautomático.

Se oyen disparos cuando el atacante entra en un aula, y se ve a un niño corriendo al otro extremo del pasillo.

El diario dice que eliminó el sonido de los gritos de los menores del video.

Los primeros disparos, que parecían ir dirigidos a los agentes que acudieron al lugar, se escucharon a las 11:37 de la mañana, lo que hizo que los agentes corrieran inmediatamente hacia el otro extremo del pasillo, en retirada.

Se ve a varios agentes con sus armas desenfundadas en el pasillo, pero no se les ve acercarse de nuevo al aula hasta las 12:21 horas, después de que se oyeran cuatro disparos más del atacante.

Los agentes no vuelven a enfrentarse directamente al atacante hasta las 12:50 p.m., cuando las autoridades dicen que fue abatido por las fuerzas del orden.

El video y el reportaje del diario se producen mientras el comité de la Cámara de Representantes de Texas que investiga el tiroteo en la escuela planea divulgar las imágenes de vigilancia del pasillo, de más de una hora de duración, a las familias de las víctimas el domingo y al público poco después, dijo el representante estatal Dustin Burrows en Twitter.

«Nos reuniremos primero con los miembros de la comunidad y les daremos la oportunidad de ver el video del pasillo y discutir nuestro informe preliminar. Muy pronto después, daremos a conocer ambos al público», dijo Burrows, el presidente del comité. «Estamos convencidos de que los miembros de la comunidad de Uvalde deben tener la oportunidad de ver el video y escuchar nuestra opinión antes de hacerlo público».

La intención del comité y de su personal profesional es reunirse con las familias de las 21 víctimas en privado en Uvalde y proporcionarles una copia impresa del informe preliminar y un enlace al video, dijo una fuente cercana al comité. La comisión también tiene previsto responder a las preguntas de las familias sobre los resultados, según la fuente.

Una fuente cercana a la comisión dice que el plan no ha cambiado después de que el video editado se publicara en Internet.

Se espera que el video ofrezca pruebas de primera mano de lo que estaba haciendo la policía que respondió cuando un hombre armado abrió fuego dentro de las aulas de la escuela primaria el 24 de mayo, disparando fatalmente a 19 jóvenes estudiantes y dos profesoras. Los agentes de policía llegaron al lugar de los hechos en cuestión de minutos, pero esperaron en un pasillo cercano durante unos 77 minutos antes de abrir la puerta y matar al atacante.

Lo que hacían los agentes en esos 77 minutos sigue sin estar claro, y algunos funcionarios han puesto en duda la fiabilidad de las diversas investigaciones que trabajan para entender qué fue lo que salió mal ese día.

La imagen, obtenida por el diario Austin-American Statesman, muestra al menos a tres agentes en el pasillo de la Escuela Primaria Robb a las 11:52 de la mañana, 19 minutos después de que el atacante entrara a la escuela. Uno de los agentes tiene lo que parece ser un escudo táctico, y dos de los agentes sostienen rifles. El mes pasado, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés), el coronel Steven McCraw, criticó ese retraso como un «fracaso total», citando en parte las pruebas del video de vigilancia del pasillo. Algunas imágenes del video fueron publicadas anteriormente por los diarios Texas Tribune y American-Statesman.

Burrows ha presionado para que se haga público el video en medio del escrutinio de la respuesta policial.

«Puedo decir a la gente todo el día lo que vi, el comité puede decir a la gente todo el día lo que vimos, pero es muy diferente verlo por uno mismo, y creemos que es muy importante», dijo Burrows.

Sin embargo, la semana pasada dijo que tenía prohibido hacerlo porque había firmado un acuerdo de confidencialidad con el DPS. También dio a conocer una carta en la que el DPS dijo que está de acuerdo en que el video traerá «claridad» a lo que sucedió, pero explicó que la fiscal del distrito de Uvalde «se ha opuesto a la publicación del video».

Se solicitó comentarios a la fiscal del distrito de Uvalde, Christina Mitchell Busbee, el viernes y el domingo, sobre por qué se opone a la publicación del video, pero no ha recibido respuesta.

Suspenden a Jefe de Policía de Uvalde Texas

La decisión se ha producido en un momento en que Pete Arredondo enfrentaba críticas por su desempeño durante el tiroteo de la Escuela Primaria Robb, que causó la muerte de 19 niños y 2 maestras.

La junta del distrito escolar de Uvalde ha decidido suspender al jefe de policía, Pete Arredondo, con efecto a partir del día de hoy. La decisión se produce en medio de las críticas por la actuación de la policía durante la masacre de la Escuela Primaria Robb, que costó la vida de 19 niños y 2 maestras.

La noticia se conoció a través de un comunicado difundido por el superintendente, Hal Harrell. “Desde el comienzo de este horrible evento, compartí que el distrito esperaría hasta que se completara la investigación antes de tomar decisiones de personal», señala el documento.

Harrell agregó que aún no está claro cuándo los funcionarios del distrito sabrán el resultado de la investigación del tiroteo.

Las críticas sobre la actuación de la policía, que tardó una hora y 19 minutos en actuar durante la masacre, han incrementado, mientras que Arredondo había sostenido, hasta ahora, que no se consideraba la persona al mando de la operación y daba por sentado que otra persona había tomado el mando.

La respuesta policial a Uvalde: un «vil fracaso»

Arredondo ha sido objeto de un mayor escrutinio después de que Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, calificó su respuesta al tiroteo como “un vil fracaso” durante una audiencia pública en la cámara del Senado de Texas, también el martes.

El jefe de seguridad pública presentó una línea de tiempo que indicaba que tres agentes con dos fusiles entraron en el edificio menos de tres minutos después del hombre armado, un joven de 18 años con un fusil semiautomático tipo AR-15. Varios agentes más entraron minutos después. Dos de los agentes que entraron en el pasillo al principio resultaron con heridas leves por disparos.

La decisión de no actuar va en contra de lo que la policía ha aprendido en las dos décadas transcurridas desde el tiroteo en la secundaria de Columbine, en Colorado, en el que murieron 13 personas en 1999, señaló McCraw. “No hay que esperar a un equipo SWAT. Con un agente es suficiente”, declaró.

Fracaso Total Actuación de Autoridades en Ugalde

Las autoridades dan su versión de los hechos que dejaron 19 niños y dos adultos muertos ante la inacción de agentes de diferentes corporaciones

En una captura de pantalla de las cámaras de seguridad de la escuela primaria Robb, el día de la masacre, al menos tres policías fuertemente armados, uno con un escudo balístico, recorren un pasillo.

“Un fracaso despreciable”. Así ha sido calificada por las autoridades de Texas la deficiente respuesta de la policía a los reiterados llamados de auxilio tras un tiroteo en una escuela primaria de Uvalde. En la tragedia del 24 de mayo fallecieron 19 niños y dos profesoras. La actuación de las fuerzas del orden continúa sumando críticas a casi un mes del incidente perpetrado por un joven de 18 años armado con un rifle AR-15. Steven McCraw, el director del Departamento de Seguridad Pública del Estado, ha dado este martes un detallado recuento de los hechos que dibuja el cúmulo de errores que dieron tiempo (casi 80 minutos) y libertad a un asesino para cometer uno de los crímenes recientes más atroces de Estados Unidos.

McCraw ha dicho que la respuesta dirigida por los policías, tanto elementos de la fuerza local como una enfocada al distrito escolar, ha sido “contraria a todo lo que hemos aprendido”. En su opinión, el comandante Pete Arredondo, encargado de la vigilancia de las escuelas, priorizó la vida de sus agentes sobre la de los estudiantes de la primaria Robb, una institución para niños entre los siete y doce años. La corporación que encabeza Arredondo fue creada hace apenas cuatro años con el objetivo principal de impedir hechos como el de Uvalde.

De acuerdo con McCraw, tres minutos después de la irrupción de Salvador Ramos, a las 11.33, al edificio al oeste del centro ya había “un número suficiente de agentes armados y vestidos con chalecos antibalas y armadura para aislar, distraer y neutralizar” al tirador. Los primeros fueron dos agentes del Departamento de Policía de Uvalde y otro más al servicio de la Policía del Distrito Escolar. Ramos les disparó, obligándolos a replegarse y quedarse en el pasillo principal de las instalaciones.

Pocos minutos después, llegaron otros siete policías acompañados de Arredondo. Estos nunca se movieron del pasillo y nunca dispararon en contra de Ramos. Arredondo, quien olvidó su radio, utilizó su móvil para pedir refuerzos. En la primera llamada que hizo al centro de comando dijo, de forma imprecisa, que el tirador estaba acorralado. “Necesito más capacidad de fuego porque solo tenemos pistolas y este tipo tiene un rifle”, dijo al pedir refuerzos. Poco después llegaron once elementos más, al menos dos con rifles. Nadie entró al salón, pese a que uno de los protocolos de actuación adoptados después de la matanza de Columbine es que se debe atacar a los tiradores lo más rápido posible.

En menos de 30 minutos, ya tenían a su disposición cuatro escudos capaces de protegerlos de las balas del calibre empleado por el joven de 18 años. “Lo único que impedía a estos policías de entrar a las aulas 111 y 112 era el comandante en la escena”, añadió McCraw este martes frente a legisladores del Senado de Texas.

Las llamadas a los servicios de emergencia comenzaron a hacerse dentro de las aulas. Niños y maestros pedían ayuda mientras la policía ya estaba dentro de las instalaciones de la escuela. Una de esas llamadas fue hecha por la maestra Eva Mireles, quien dijo que había sido herida y estaba sangrando profusamente. Su esposo, Ruben Ruiz, policía de Uvalde, estaba al otro lado del muro. Era uno de los agentes que esperaban órdenes para actuar. Mireles fue una de las víctimas del peor tiroteo escolar registrado en Texas.

Los policías esperaron seis minutos las llaves para poder entrar a las aulas, pero lo más probable es que esas puertas no tuvieran seguro, ha admitido este martes McCraw. No hay registro de que ningún uniformado haya intentado abrirlas. Arredondo probó el juego de llaves en otras cerraduras. ”De acuerdo a la información que tenemos ahora, creo que esas puertas no estaban aseguradas”, señaló el encargado del Departamento, quien explicó que el tirador no tenía llaves que le permitiesen abrirse paso por los salones. “Tampoco podía poner el seguro él”, ha añadido.

La investigación también ha desvelado que las autoridades tuvieron desde muy pronto a su disposición una barra Halligan, una herramienta que ayuda a los bomberos a abrir puertas cerradas. De acuerdo a The Texas Tribune, quien pudo revisar los vídeos de seguridad tomados ese martes, ningún policía intentó abrir nunca alguna de las puertas que llevaron a los dos salones, conectados entre sí, escenario de la matanza.

Unos 20 minutos después de iniciado el tiroteo, un agente del Departamento de Seguridad Pública arribó a la escena y dijo:

-”¿Aún hay niños en las aulas? Si los hay, entonces hay que entrar ahora”.

-”Se desconoce por el momento”, fue la respuesta que obtuvo de otro agente.

-”Si hay niños allí dentro tenemos que entrar”, insistió.

-”Quien está a cargo determinará eso”, fue lo que llegó en el radio.

El nombre de los agentes no ha sido revelado, pero el oficial del Departamento de Seguridad Pública esperó seis minutos en el pasillo junto a un número importante de policías y después salió para auxiliar en la evacuación de otros niños, entre estos uno que estaba escondido en un baño.

El problema es que nadie sabía exactamente quién estaba a cargo aquella tarde. Arredondo dijo hace algunas semanas que él no se sentía responsable de coordinar la respuesta de las policías. La escena del incidente fue caótica. Corporaciones locales, estatales y federales acudieron al llamado, creando una operación difícil de llevar para fuerzas del orden acostumbradas a la verticalidad. Este impasse dio a Ramos 77 minutos para descargar su ira asesina en cuatro rondas de fuego. La primera cuando entró escasos segundos después de las 11.33, otra a las 11.40, a las 11.44 y a las 12.21.

El jefe de la policía del distrito escolar, quien se encuentra en el centro de todas las críticas, también rechazó que haya pedido esperar a los agentes que estaban en el edificio. Los familiares de las víctimas de Uvalde han pedido este lunes la dimisión de Arredondo.

A las 12.38, casi 20 minutos después de que había llegado el juego de llaves, un oficial encontró una llave maestra que abriera la puerta. Esta fue introducida a la puerta del aula 111, lo que permitió la entrada del equipo táctico de la Patrulla Fronteriza, quien disparó la bala que mató a Ramos. El grupo especial puso fin a la pesadilla tras 77 minutos de horror. Pero muchas de las preguntas de lo sucedido aquella tarde aún quedan por resolver.

Niña de Uvalde Pide Alto a Tiroteos

La niña de 11 años y familiares de víctimas de los tiroteos en Uvalde y Buffalo urgieron al Congreso a hacer cambios para que no mueran más personas. Invitaron a los congresistas que se resisten a las reformas en materia de armas a visitar sus comunidades para que entiendan el dolor con el que aún atienden a sus hijos heridos y el miedo que todavía les invade.

Miah Cerrillo, la niña de 11 años que se untó sangre de una amiga asesinada en la escuela primaria de Uvalde, Texas, testificó este miércoles ante el Congreso sobre la violencia armada y el revivió el horror de ver morir a sus compañeros de salón y a su maestra por la violencia de un atacante.

«No quiero que esto pase de nuevo», declaró Cerillo al cerrar el brutal recuento de cómo un hombre de 18 años les disparó en el momento en que veían una película de Disney en su escuela.

En un video pregrabado para la audiencia, Cerillo contó que sobrevivió haciéndose la muerta y untándose la sangre de una de sus amigas muertas. Recordó cómo su maestra recibió un correo y fue hasta la puerta del salón para asegurarla. Desde allí hizo contacto visual con el atacante. «Escóndanse», les pidió. Todos se resguardaron detrás del escritorio y con sus mochilas. Pero el hombre llegó, quebró la ventanilla de la puerta a disparos e inició la matanza.

«Le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y le disparó en la cabeza», aseguró. Luego, fue contra su amiga. En un momento, Miah tomó el celular de su maestra y llamó al 911. Fue ella la que pidió al teléfono que la policía los ayudara.

Miah Cerrillo sufrió una herida en la espalda causada por los fragmentos de algunas de las decenas de bala que disparó el atacante en contra de los niños. En declaraciones anteriores dijo que no entendió por qué la policía no entró más rápido a rescatarlos.

Miguel Cerrillo, padre de la niña Miah, de 11 años, sobreviviente del tiroteo en Uvalde: «No es la misma niña con la que yo jugaba, corría y hacía todo. Porque ella es la niña de papá». Crédito: Pool/Getty Images
En la sala del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, estaba también su padre, Miguel Cerillo. Con la voz quebrada por el llanto dijo que desde el tiroteo en su escuela, la niña no era la misma. «Vine porque pude haber perdido a mi pequeña hija», aseguró. Pidió que haya cambios porque, para él, «las escuelas ya no son sitios seguros».

Este miércoles en la audiencia titulada ‘La necesidad urgente de abordar la epidemia de violencia armada’, declararon además Félix y Kimberly Rubio, los padres de Alexandria Aniyah Rubio, una de las niñas muertas en el tiroteo de Uvalde, así como el doctor Roy Guerrero, el único pediatra de ese pequeño pueblo. Habló también la madre de Zaire Goodman, uno de los niños heridos que sobrevivió al reciente tiroteo de Buffalo, en el que perdieron la vida 10 personas.

La audiencia se celebró en respuesta una ola de tiroteos masivos que han dejado decenas de muertos en apenas semanas del último mes. Puso sobre la mesa el debate hacia cambios en el acceso a las armas de fuego.

Carolyn Maloney, representante demócrata por Nueva York y jefa del comité, dijo que con la audiencia el panel busca examinar «el terrible impacto de la violencia armada y la urgente necesidad de controlar las armas de guerra utilizadas para perpetrar estos crímenes».

«Los niños no deben tener armas de fuego»

Zeneta Everhart, la madre de Zaire Goodman, un niño sobreviviente del tiroteo en Buffalo, en Nueva York, fue la primera en declarar ante el comité. Aseguró que Estados Unidos es «violento (…) Mis ancestros fueron traídos a Estados Unidos a través del comercio de esclavos, fueron la primera moneda». Dijo que no estaba de acuerdo con aquellos que dijeron que los tiroteos no representan al país: «Escúchenme claramente, esto es lo que somos», reclamó.

Para la madre, en el programa escolar debe contarse la historia de los negros y de todos las culturas que conviven en Estados Unidos: «No es algo que debe estar en debate. Nuestras diferencias deben hacernos curiosos, no llenarnos de ira». Contó que a los 16 años, ella le regaló a su hijo Zaire juegos de video, pizza y un pastel, mientras que los padres del hombre de 18 años que atacó a disparos el supermercado Tops le regalaron a esa edad un arma: «Los niños no deben tener armas de fuego».

Describió la herida de su hijo: un hueco en el lado derecho de su cuello, dos en la espalda y otro en su pierna izquierda, causados por la explosión de una bala de AR-15. «Si después de escucharnos no creen que debe cambiar algo en materia de armas, los invito a mi casa a limpiar las heridas de mi hijo y las de mi comunidad».

Luego, declaró el pediatra Roy Guerrero, quien pidió a los congresistas hacer su trabajo: «Yo hice el mío». Reclamó que no entiende si le están fallando a los estadounidenses por «pasividad». Recordó que tras el tiroteo en Uvalde recibió en la emergencia a niños cuyos cuerpos «estaban pulverizados», «decapitados» y «cuya carne había sido desgarrada».

«El trabajo de los políticos y los líderes es asegurarse de que nuestros niños estén a salvo (…) Estamos desangrándonos y ustedes no están ahí».

Kimberly Rubio, madre de Lexi Rubio, una de las niñas que murió en el tiroteo de Uvalde, narró el caos que acompañó a los padres hasta llegar a la noticia de que su hija estaba entre los 19 niños que habían muerto en el tiroteo. Aseguró: «Dejé a mi hija en la escuela y esa decisión va a atormentarme por el resto de mi vida». La describió como una niña alegra, compasiva, firme, directa; contó que quería ser abogada, pero que la violencia de las armas «la apartó de ese sueño».

«Hoy, nos paramos aquí por Lexi y pedimos que se tomen acciones, que se prohíban los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad», reclamó. Pidieron además que se eleve la edad de comprarlos de 18 a 21 años, que se mejoren los chequeos de antecedentes.

Demócratas buscan impulsar iniciativas de control de armas

Esta es la más reciente iniciativa de los congresistas demócratas para reformar las leyes de armas de fuego.

El pasado jueves, en un apasionado discurso, el presidente Biden pidió la prohibición de las armas de asalto y de los cargadores de alta capacidad, entre otras medidas.

“Pasamos horas con cientos de familiares que estaban destrozados, cuyas vidas nunca volverán a ser las mismas”, dijo el presidente. «Después de Columbine, después de Sandy Hook, después de Charleston, después de Orlando, después de Las Vegas, después de Parkland, no se ha hecho nada. Esta vez eso no puede ser verdad. Esta vez debemos hacer algo», enfatizó.

Ese mismo día, tras horas de un debate acalorado en el que un congresista de Florida mostró su colección de pistolas durante una videollamada, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó una medida que elevaría a 21 años la edad mínima para comprar ciertas armas semiautomáticas y prohibiría los cargadores de alta capacidad.

La normativa, llamada ‘Ley de Protección de Nuestros Niños’, se aprobó siguiendo las líneas partidistas, 25-19, y ha sido enviada al pleno de la Cámara Baja para su votación. Mientras que los demócratas tienen mayoría en ambas cámaras, no se espera que este proyecto logre contar con 60 votos necesarios en el Senado.

Recaudan 2.7 Millones Para Hijos de Pareja Muerte por Tiroteo en Uvalde

Dos días después de que la maestra Irma García muriera junto a una compañera y 19 niños en el tiroteo de Uvalde (Texas), su marido sufrió un ataque al corazón que también le costó la vida. Su familia emprendió una campaña de recaudación de fondos para sus cuatro hijos.

Una campaña de donaciones por internet llevaba este lunes recaudados $2.7 millones para la familia de Irma García, una de las maestras muertas en el tiroteo del martes en Uvalde (Texas) y cuyo marido falleció dos días después de un ataque al corazón.

La campaña de microfinanciación en Gofundme fue puesta en marcha el jueves por parte de Debra Austin, prima de la maestra fallecida, Irma García.

El mismo jueves, el marido de la maestra, Joe García, murió de un ataque al corazón, un suceso que los familiares atribuyen directamente a la desolación que sufrió por la muerte de su esposa.

El matrimonio García tenía cuatro hijos en común, a quienes se destinarán los fondos recaudados.

Inicialmente, el objetivo de la campaña era recaudar $10,000, una cifra que se superó a los pocos minutos y que se ha multiplicado exponencialmente hasta los 2.7 millones de la mañana del lunes.

«Irma amaba a los niños de su clase y murió tratando de protegerlos. Por favor, donen lo que puedan para ayudar a su familia», escribió la prima de la maestra fallecida en Gofundme.

Al describir la muerte de Joe dos días después de la de Irma, el texto asegura que este murió «de un corazón roto al haber perdido al amor de su vida por más de 25 años».

El martes por la mañana, un joven de 18 años entró armado con un rifle en la escuela Robb Elementary de Uvalde (Texas), en la que mató a 19 niños -en su mayoría de 10 años- y dos maestras, una de ellas, García.

El atacante fue abatido por la Policía más de una hora después de haber accedido al colegio.