«La Peor Variante» del COVID ya Está Haciendo Efectos

A casi dos años y medio desde que comenzó la pandemia de coronavirus, ha llegado la variante más infecciosa y transmisible hasta el momento: BA.5.

Las repetidas oleadas de covid-19 han dejado a millones de personas muertas, y solo las vacunas han ayudado a frenar el número de víctimas. Ahora, el virus vuelve a propagarse: evolucionando, esquivando la inmunidad y generando un aumento de casos y hospitalizaciones. La más reciente versión de sus transformaciones, la variante BA.5, es una clara señal de que la pandemia está lejos de terminar.

Esta nueva integrante de ómicron, junto a la variante estrechamente relacionada BA.4, ya ha generado un incremento global de casos: un 30% solo durante las últimas dos semanas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Europa, las subvariantes de ómicron han impulsado un aumento de aproximadamente el 25% en los casos. Aunque el Dr. Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, señaló que en realidad esa cifra podría ser mayor, dado el «casi colapso en las pruebas de detección».

La variante BA.5 también se propaga en China, donde aumentan las preocupaciones de que las principales ciudades vuelvan pronto a implementar las estrictas medidas de confinamiento que se suspendieron recientemente.

Y esta misma descendiente de ómicron se convirtió en la cepa dominante en Estados Unidos. Allí representó el 65% de las nuevas infecciones la semana pasada, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

«Hemos visto cómo este virus evoluciona rápidamente. Hemos estado planeando y preparándonos para este momento. Y el mensaje que quiero transmitir a los estadounidenses es que la BA.5 es algo que vigilamos de cerca. Y, lo que es más importante, sabemos cómo manejarla», apuntó el Dr. Ashish Jha, coordinador de respuesta al covid-19 de la Casa Blanca, en una conferencia de prensa este martes.

Ese mismo día, el Comité de Emergencias de la OMS indicó que el covid-19 continuaba siendo una emergencia de salud pública de interés internacional, el nivel más alto de alerta que se declaró por primera vez el 20 de enero de 2020. Esto debido al aumento de casos, la mutación viral en curso y una presión cada vez mayor sobre los sistemas de salud ya sobrecargados.

El comité ––compuesto de expertos independientes–– destacó en un comunicado los desafíos de la respuesta global actual al covid-19. Entre ellos, una disminución en las pruebas de detección y de la secuenciación irregular del genoma. Lo que plantea la pregunta de cuán precisa podría ser cualquier nación de monitorear razonablemente la variante BA.5.

Los datos oficiales tienen un subregistro drástico de la cantidad real de infecciones en EE.UU., advierten los epidemiólogos. Una situación que pone al país en un punto ciego crítico, a medida que variante de coronavirus más transmisible hasta el momento gana territorio. Algunos expertos creen que la cifra de nuevas infecciones podría alcanzar 1 millón de casos todos los días en la población general de EE.UU. Lo que equivale a 10 veces más que el recuento oficial.

En cuanto a cómo enfrentar la nueva ola de covid-19, Jha instó a los estadounidenses mayores de 50 años a recibir una segunda dosis de refuerzo. Los adultos que están al día con su esquema de vacunación tienen menos probabilidades de ser hospitalizados que quienes no se han vacunado. Pero solo uno de cada cuatro adultos mayores de 50 años en EE.UU. ha recibido el segundo refuerzo recomendado, según muestran los datos que los CDC recopiló.

Las autoridades de salud de Estados Unidos trabajan de manera urgente en un plan que permita la segunda dosis de refuerzo contra el covid-19 para todos los adultos. Así lo confirmó un alto funcionario de la Casa Blanca a CNN este lunes. Justo en medio del temor de que la inmunidad en los adultos más jóvenes pueda estar disminuyendo, mientras los casos de covid-19 con dominio de la variante BA.5.

¿Qué hace a la variante BA.5 diferente?

Eric Topol, cardiólogo y profesor de medicina molecular en Scripps Research, calificó la variante BA.5 como «la peor versión del virus que hemos visto». Según explicó en un boletín reciente, «lleva el escape inmunológico, ya extenso, al siguiente nivel. Y en función de eso, mejora la transmisibilidad», mucho más allá de las versiones anteriores de ómicron.

En otras palabras, la variante BA.5 puede evadir fácilmente la inmunidad de contagios previos y de las vacunas, lo que aumenta el riesgo de reinfección. Aunque la variante no parece causar una enfermedad más grave, Topol dijo en una entrevista con CNN este lunes que, por el alcance de la evasión inmunológica de BA.5, espera ver una escalada en las hospitalizaciones, como ha ocurrido en Europa y en otros lugares donde la variante se ha fortalecido. «Algo bueno es que no parece estar acompañada por mayores ingresos a las unidades de cuidados intensivos, ni por más muertes como las variantes anteriores. Pero, esto definitivamente es preocupante», agregó.

Los expertos de salud pública en EE.UU. pueden tener algo de consuelo con la trayectoria de la variante en Europa. Ryan, de la OMS, dijo la semana pasada que si bien muchos países de ese continente registran un aumento en las hospitalizaciones, «lo que no estamos viendo es un incremento en las admisiones a la unidad de cuidados intensivos. Por lo que las vacunas siguen funcionando y son esas brechas en la inmunidad las que están causando el problema».

Pero aún así, las fuertes reducciones en la vigilancia del covid-19 alrededor del mundo obstaculizan los esfuerzos de los epidemiólogos por rastrear la evolución del virus.

«Las subvariantes de ómicron, como BA.4 y BA.5, siguen generando oleadas de casos, hospitalizaciones y muertes en todo el mundo», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa este martes. «La vigilancia se ha reducido significativamente, incluidas las pruebas y la secuenciación. Lo que hace cada vez más difícil evaluar el impacto de las variantes en la transmisión, las características de la enfermedad y la eficacia de las medidas de mitigación», añadió.

«Nuevas oleadas del virus demuestran una vez más que la [pandemia] de covid-19 no ha terminado», insistió.

Escasez de Productos Continuará

La variante ómicron del COVID-19 y el mal tiempo han complicado la falta de suministros ya existente. La carencia de conductores de camiones también ha incidido.

Benjamin Whitely fue este martes al supermercado Safeway en Washington D.C. a comprar cosas para la cena. Pero se decepcionó enseguida cuando vio que las estanterías de verduras estaban vacías y que había escasez de pollo, pavo y leche.

«Parece que me perdí de todo», dijo Whitely, de 67 años, «ahora voy a tener que ir cazando cosas por otros lugares».

En las últimas semanas se ha agudizado la escasez en las tiendas de productos comestibles en Estados Unidos debido a que la variante ómicron —de rápido contagio— y el clima inclemente se han sumado a los problemas de la cadena de suministro y la escasez de mano de obra que ha afectado, sobre todo, a los productores minoristas.

La escasez es generalizada y afecta a los productos agrícolas, cárnicos y envasados, como los cereales.

En algún momento dado, las tiendas de alimentos en Estados Unidos suelen tener entre un 5 y 10% de sus productos agotados, pero ahora mismo ese porcentaje llega al 15%, según Geoff Freeman, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Marcas de Consumo.

Un cambio de comportamiento en los consumidores

Parte de la escasez que ven los consumidores en las estanterías se ha exacerbado por los contagios de la variante ómicron y por comportamientos que han cambiado desde el comienzo de la pandemia.

Los estadounidenses ahora comen más en casa que antes, sobre todo porque las oficinas y la escuelas están cerradas.

El año pasado, un hogar estadounidense promedio gastó 144 dólares por semana en alimentos, según Food Marketing Institute (FMI, por sus siglas en inglés), una organización comercial dedicada a este sector.

Esa cifra fue menor que el pico de 161 dólares de 2020, pero está muy por encima de los 113,50 dólares que los hogares gastaron en 2019.

Otro problema que ha persistido es el déficit de conductores de camiones, que se produjo incluso antes de la pandemia. En octubre de 2021, la American Trucking Associations dijo que en el sector faltaban al menos unos 80,000 conductores: una cifra histórica.

Los envíos, además, siguen retrasándose, lo que afecta a diversas industrias: desde alimentos importados hasta envases que se imprimen en el extranjero.

Un manual para adaptarse a la nueva realidad

Minoristas y productores de alimentos han estado adaptándose a estas realidades desde principios de 2020, al inicio de la pandemia, cuando las compras por pánico hicieron que el sector cayera en picado.

Muchos minoristas, por ejemplo, tienen más suministros de productos como papel higiénico para evitar la escasez.

«Todos los actores de la cadena de suministros han llegado a un punto en que tienen un manual con el que son capaces de navegar por ese nivel básico de desafíos», dijo Jessica Danker, vicepresidenta de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista.

Generalmente, el sistema funciona. Dankert dice que las estanterías vacías han sido un fenómeno raro en los últimos 20 meses. Lo que ocurre, agrega, es que en este momento se han acumulado complicaciones adicionales.

Así como en hospitales, escuelas y oficinas, la variante ómicron ha causado inconvenientes en las líneas de producción de alimentos.

Sean Connolly, presidente y director ejecutivo de Conagra Brands, fabricante de las verduras congeladas Birds Eyes, entre otros productos, dijo la semana pasada a los inversores que los suministros de las plantas de la empresa estarán limitados, al menos, hasta el próximo mes, debido a la falta de trabajadores por causas relacionadas con la variante ómicron.

Más empleados enfermos

Las enfermedades de los trabajadores también afectan a las tiendas de productos comestibles.

Stew Leonard Jr. es presidente y director ejecutivo de Stew Leonard’s, una cadena de supermercados que tiene locales en Connecticut, Nueva York y Nueva Jersey.

La semana pasada, el 8% de sus trabajadores —alrededor de 200 personas— estaban enfermos o en cuarentena. Normalmente, el nivel de absentismo es del 2%.

La panadería de una tienda tenía tanto personal enfermo que dejó de ofrecer algunos de sus productos habituales, como la torta de migas de manzana.

Leonard dice que los proveedores de carne y productos agrícolas le han dicho que también están lidiando con la escasez de trabajadores debido a ómicron.

Aun así, Leonard afirma que, por lo general, los envíos llegan a tiempo, y cree que lo peor de la pandemia ya pudo haber pasado.

El clima ha afectado a la cadena de suministros

Los acontecimientos relacionados con el mal tiempo, desde las tormentas de nieve en el noreste hasta los incendios forestales en Colorado, también han afectado a la disponibilidad de los productos y han hecho que algunos compradores se abastezcan más de lo habitual.

Lisa DeLima, portavoz de Mom’s Organic Market, una tienda independiente con locales en la región del Atlántico medio, dijo el pasado fin de semana que sus sucursales no tenían productos para abastecerse porque el clima invernal detuvo a los camiones que intentaban llegar desde Pennsylvania a Washington.

DeLima dijo que ese problema ya fue resuelto.

En su opinión, la escasez intermitente de ciertos artículos no es nada comparada con la escasez más crónica del principio de la pandemia.

«La gente no necesita comprar con pánico. Hay mucho para comprar. Solo que los productos se tardan un poco más en llegar del punto A al punto B».

La búsqueda de un tesoro

Los expertos tienen opiniones dividas sobre hasta cuándo ir de compras se sentirá como la búsqueda de un tesoro.

Dankert cree que solo se trata de un contratiempo y que el país volverá pronto a la normalidad, aunque con continuos dolores de cabeza en la cadena de suministro y escasez de mano de obra.

«No se van a ver cortes de productos a largo plazo, solo incidentes esporádicos y aislados; es esa ventana en la que la cadena de suministro tarda un minuto en ponerse al día», explicó.

Otros, sin embargo, no son tan optimistas.

Freeman, de la Asociación de Marcas de Consumo, dice que las interrupciones relacionadas con ómicron podrían expandirse a medida que la variante se apodere del Medio Oeste, donde muchas grandes empresas de alimentos envasados como Kellogg Co. y General Mills Inc. tienen operaciones.

Freeman cree que el gobierno federal debería hacer un mejor trabajo para garantizar que los trabajadores de la industria alimentaria tengan acceso a pruebas para detectar el virus.

«Creo que, como hemos visto antes, esto se alivia a medida que se reduce cada ola. Pero la pregunta es: ¿tenemos que estar rendidos a los caprichos del virus, o podemos producir la cantidad de pruebas que necesitamos?», dijo Freeman.

Una demanda sin precedentes

A largo plazo, las empresas de alimentos y comestibles podrían tardar un tiempo en conocer los patrones de compra de los clientes que surjan a medida que la pandemia vaya remitiendo, dijo Doug Baker, vicepresidente de relaciones industriales de FMI.

«Pasamos de un sistema de inventario justo a tiempo a una demanda sin precedentes sobre una demanda que ya era sin precedentes», dijo.

Y añadió: «Vamos a jugar con todo ese sistema de inventario durante varios años».

Mientras tanto, Benjamin Whitely, el cliente de Safeway en Washington, dijo que tiene suerte de estar jubilado porque puede pasar el día buscando productos si en las primeras tiendas que prueba están agotados.

Las personas que tienen que trabajar o cuidar a sus seres queridos enfermos, dijo, no tienen ese lujo.

Nueva Variante del COVID fue Encontrada

Una nueva variante de la covid ha sido identificada desde hace unas semanas por investigadores franceses, derivada de otra cuyos primeros casos se habían detectado en la República del Congo el pasado mes de septiembre.

El Instituto Hospitaliario Universitario de Marsella, en el origen de este descubrimiento, comunicó el pasado 9 de diciembre en su cuenta de Twitter que había bautizado esa variante con sus propias siglas, IHU.

Sus investigadores publicaron a finales del mes pasado un pre-estudio, pendiente todavía de validación por sus pares, sobre esta “variante IHU” llamada B.1.640.2 de la que se conoce todavía bastante poco teniendo en cuenta el limitado número de casos registrados.

Según este centro especializado en enfermedades infecciosas, creado y dirigido por el controvertido médico Didier Raoult, los primeros de esos casos localizados por los científicos se dieron en la localidad de Forcalquier, en el departamento de Alpes de Alta Provenza.

Se tiene constancia de una docena en la región de Marsella que se asocian con viajes a Camerún.

Esta variante contiene 46 mutaciones, es decir todavía más que ómicron, y es una de las dos derivadas de la B.1.640 que se había localizado a finales de septiembre en la República del Congo. Un elemento peculiar de la “variante IHU es que una de sus mutaciones se asocia con un posible aumento de la transmisión del virus.

Lo que se Sabe de Omicron

Ómicron, la última variante de SARS-CoV-2 en ser detectada y la más mutada hasta la fecha, es el foco de atención de autoridades sanitarias, gobiernos y población a nivel global.

Preocupa que, por ser tan diferente a la versión original identificada por primera vez en Wuhan, China, sea más contagiosa, letal o burle el efecto de vacunas y tratamientos.

Es muy pronto para saber hasta qué punto debemos preocuparnos, advierten los científicos, quienes piden prudencia mientras se conocen más detalles.

Distintas proyecciones apuntan a que en un período de dos semanas podríamos tener información más consistente sobre ella.

Te explicamos tres aspectos que ya conocemos sobre la nueva variante y lastres incógnitas que más preocupan a los expertos.

¿Qué sabemos?

1. Es la variante más mutada hasta la fecha

No caben dudas: lo que más alarma a las autoridades de salud es el alto número de mutaciones de ómicron.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha definido como «variante de preocupación», la categoría del listado conocido de SARS-CoV-2 en que también se encuentran alpha, beta, gamma y delta.

A ella pertenecen las variantes del virus que se transmiten con más facilidad, que son más virulentas o disminuyen la eficacia de las medidas de protección o de las vacunas y tratamientos disponibles.

El profesor Tulio de Oliveira, director del Centro de Innovación y Respuesta a Epidemias en Sudáfrica, país donde se detectó por primera vez, dijo que posee una «constelación inusual de mutaciones» y que es «muy diferente» a otras variantes que han circulado.

En total tiene más de 50 mutaciones, más que la delta, que hoy domina en el mundo.

«Pero no es el número de mutaciones lo que importa, sino la posición de esas mutaciones», le advierte a BBC Mundo el virólogo Julian Tang, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido.

La mayoría de las mutaciones de ómicron se encuentran en la proteína de espiga y el dominio de unión del receptor, dos zonas que intervienen en cómo el patógeno entra y se adhiere a nuestras células.

Los cambios son tan numerosos que entre los científicos existe el temor de que nuestros cuerpos no reconozcan al virus si entramos en contacto nuevamente con él, incluso estando vacunados.

2. Está más extendida de lo que se pensaba

La variante fue detectada por primera vez en Sudáfrica, lo cual no implica que surgiera allá.

Es uno de los países del continente que cuenta con mayor capacidad técnica para la detección de variantes.

Varias naciones han impuesto severas restricciones sobre este país y otros en el sur de África.

Pero a pesar de estas restricciones, ya se han registrado casos en varios de los países que horas antes habían cancelado vuelos o impuesto nuevas medidas de control a pasajeros procedentes de esta zona.

Bélgica, el primer país en Europa en descubrir un caso en su territorio, informó que se trataba de un turista que llegó el 11 de noviembre procedente de Egipto.

La variante fue identificada por primera vez el 9 de noviembre, apenas dos días antes.

En Reino Unido hay algunos casos registrados de los que no se conoce un historial de viaje en común, lo que podría ser indicio de transmisión comunitaria.

Aunque eso solo se podrá saber en vista de cómo evolucione la situación.

3. La necesidad de altas tasas de vacunación

Los científicos lo han advertido desde el principio: no dominaremos al virus si el mundo entero no marcha a la par en la carrera por la vacunación.

Hay mucha desigualdad en cuanto a las tasas de inmunización y los países africanos están a la cola, muy lejos de los países con más recursos.

Según Our World in Data, solo un 10% del total de población de África ha recibido al menos una dosis.

En Europa, Estados Unidos y Canadá, incluso en América Latina, este porcentaje supera el 60%.

Para hablar de niveles razonables de inmunidad, señalan los expertos, más de un 80% de la población mundial debe recibir la pauta completa.

Las vacunas han demostrado proteger no solo contra los cuadros más graves de la enfermedad, sino también tener un impacto importante en ralentizar la transmisión del patógeno.

Una muestra grande de población sin vacunar, como sucede en la mayoría de países africanos, es caldo de cultivo para que el virus circule sin control, mute y aparezcan variantes como ómicron.

«De hecho, esta no tiene por qué ser la última variante que veremos, aunque tampoco quiere decir que cada nueva variante implique ser más o menos peligrosa que las anteriores», contextualiza para BBC Mundo el biólogo José Manuel Bautista, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Entonces ¿cuáles son las 3 principales incógnitas?

1. ¿Será esta variante la más peligrosa de todas?

La OMS advirtió este lunes que el riesgo que plantea ómicron podría ser «muy alto».

Para saber si es más peligrosa habría que ratificar los análisis preliminares del organismo, que apuntan a que conlleva un mayor riesgo de reinfección y transmisión.

Ómicron: ¿es realmente tan peligrosa la nueva variante del coronavirus?

Pero esto no implica que sea más peligrosa. Para comprobarlo será necesario que inevitablemente más gente se infecte y seguir su evolución.

En Sudáfrica, la doctora Angelique Coetzee, que fue la que descubrió la nueva variante, le dijo a la BBC que los pacientes a los que ha tratado presentan síntomas muy leves y que hasta ahora no han requerido hospitalización.

Pero el virus puede comportarse distinto según la demografía.

«Las poblaciones de África y países europeos o norteamericanos son diferentes. Por ejemplo, en África hay mayores porcentajes de enfermedades endémicas y eso puede tener una incidencia en la gravedad o en la transmisión del virus», explica Tang.

«Los primeros reportes desde África indican síntomas más leves y no hay reportes de daños neurológicos como pérdida de sentido u olfato», dice Tang.

Los síntomas de la variante ómicron, según la médica que la descubrió en Sudáfrica

«Una nueva variante más adaptada a los humanos podría perder todas estas complicaciones que hemos visto con otras mutaciones y parecerse más a las cepas de resfriados comunes que vemos cada temporada», continúa.

«Pero, como sucede con las vacunas, no todos somos iguales. Hay mucha heterogeneidad y el virus afecta de forma distinta a las personas», completa Bautista.

2. ¿Burlará el efecto de las vacunas y la respuesta inmunitaria?

Con las vacunaciones avanzadas en varios países y con muchos otros aún pendientes de ponerse al día, es una de las incógnitas más preocupantes.

«La combinación de mutaciones de ómicron sugiere que hay una evolución selectiva y una presión por escapar del efecto de las vacunas, pero esto no es algo sorprendente», dice Tang.

En Australia han empezado a hacer más pruebas en los aeropuertos para identificar y aislar los casos infectados con la nueva variante de coronavirus.

El virólogo explica que escapar de la respuesta inmunitaria natural o de las vacunas es una especie de evolución lógica de cualquier patógeno.

En este caso se abrirían dos escenarios hipotéticos.

¿El más pesimista? Que sea necesaria una nueva vacuna. Desarrollarla tomaría menos tiempo que cuando se creó una desde cero al comienzo de la pandemia, pero implicaría algunos meses.

Un escenario más optimista es que, aunque nuestros cuerpos vacunados no reconozcan igual de bien al virus por sus distintas mutaciones, este sea más leve y no tenga consecuencias graves.

«Si la vacuna no protegiera contra la nueva variante, pero esta no causara una mayor gravedad, realmente no sería tan importante que las vacunas funcionaran peor», explica Tang.

3. ¿Se volverá la variante dominante?

Todas las variantes compiten por ser dominantes. Es el comportamiento natural de los virus.

Y para dominar, los expertos coinciden en que el virus debe ser muy efectivo al transmitirse. «Pero aún no estamos seguros si será así o no», aclara Tang.

Es por ello que los expertos subrayan que las dos semanas que siguen serán cruciales para saber qué rumbo podría tomar esta nueva variante.

Hasta el momento, las dos variantes que han sido más eficientes en esta carrera han sido alpha y delta.

Si ómicron terminará por dominar el panorama o no, habrá que esperar para verlo. Como también para saber si será o no más leve.

Las variantes compiten de forma natural por convertirse en dominantes.

Bautista advierte que si es más transmisible y no menos leve que las anteriores, al contagiar a muchas más personas el porcentaje de fallecidos o ingresados podría ser mayor.

Tang insiste en que si es más infeccioso pero menos peligroso, podría ser hasta una buena noticia: que el virus finalmente esté convirtiéndose en uno de los coronavirus comunes, como el de la gripe o el resfriado, que nos afectan cada temporada.

Se trata de un escenario que los científicos han barajado desde el comienzo de la pandemia.

Sea como fuere, Bautista concluye que «la principal advertencia que nos deja esta situación es que hay que vacunar lo más posible, mantener el uso de las mascarillas, la distancia y la ventilación».

«Mientras no sepamos en qué se va a convertir el patógeno, hay que impedir que circule libremente».

Nueva Ola de Infecciones es Aún más Grave de lo Calculado

A medida que la tasa de vacunación contra el covid-19 aumentaba y el número de nuevas infecciones se desplomaba en la primavera, muchos estadounidenses pensaron que les esperaba un verano sin preocupaciones.

Pero el retraso de la vacunación y una nueva variante altamente contagiosa arrastraron a EE.UU. de vuelta a un feroz aumento de covid-19, uno que ha generado nuevos mandatos de uso de mascarillas y otras medidas y que aún no muestra signos de desaceleración.

El aumento de casos está siendo impulsado por estadounidenses no vacunados, quienes, según los funcionarios de salud, también representan la mayoría de los pacientes hospitalizados y las muertes por covid-19 en todo el país. Lo que alimenta el aumento es la peligrosa variante delta, una cepa tan contagiosa que es probable que quienes no hayan sido infectados previamente o no hayan sido vacunados la contraigan, dijo Scott Gottlieb, director de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) durante la administración de Trump.

Si Estados Unidos no vacuna a un número suficientemente grande de su población para ayudar a aplastar esta ola, el aumento podría convertirse en el peor del país hasta ahora, advierten algunos expertos.

«Esta ola que estamos atravesando en este momento tiene todo el potencial para ser, y ya parece ser, la peor ola que hemos enfrentado hasta ahora», dijo el exdirector general de Sanidad de EE.UU., el Dr. Jerome Adams, en una entrevista en línea con The Washington Post, el martes.

Pero no tenemos que llegar a ese punto. Los funcionarios de salud dicen que la clave para cambiar las cosas rápidamente es vacunar a más personas.

«Si trabajamos juntos, nos unificamos como país, vacunamos a todos los interesados que no vacunados, y nos ponemos nuestras mascarillas para prevenir la enfermedad, realmente podríamos controlar esto en cuestión de semanas», dijo a CNN la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), la Dra. Rochelle Walensky, el jueves.

Si eso no sucede, advirtió Walensky, Estados Unidos pronto podría estar viendo los mismos niveles de casos diarios que en enero: varios cientos de miles al día.

Aquí es donde estamos ahora.

El promedio de casos se ha multiplicado por nueve desde principios de julio

Hasta el viernes, el promedio de siete días de casos diarios de covid-19 en Estados Unidos era de más de 107.100, el promedio más alto en casi seis meses, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

La última vez que el promedio de casos diarios superó los 100.000 fue el 11 de febrero. El promedio de casos diarios se ha multiplicado por nueve desde principios de julio.

La mayoría de los casos provienen de áreas con bajas tasas de vacunación, dijo el coordinador de respuesta de covid-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, en una sesión informativa, el lunes. Un tercio de todos los casos en Estados Unidos en la semana anterior provino de Florida y Texas, dijo.

«La parte frustrante es que todo esto se puede prevenir», dijo el jueves el Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de la Facultad de Medicina Baylor, a Pamela Brown, de CNN. «Si realmente hubiéramos acelerado durante mayo y junio y hubiéramos vacunado completamente al país… no tendríamos que preocuparnos tanto por esto».

Las oleadas han sido particularmente pronunciadas en todo el sur, incluyendo Florida y Louisiana, donde Walensky dijo, el jueves, que ha habido «aumentos exponenciales» en los casos en los que no parece que hayan alcanzado su punto máximo todavía.

Las hospitalizaciones por covid-19 en Estados Unidos no han sido tan altas desde febrero.

«Hoy nos encontramos volviendo sobre nuestros pasos hacia el borde del abismo. Es muy concebible que podamos dirigirnos una vez más hacia una catástrofe de salud pública», dijo el jueves la jueza Lina Hidalgo del condado de Harris, Texas, en una conferencia de prensa. En esa conferencia, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, anunció que el campus del Texas Medical Center en Houston había admitido a más de 300 pacientes con covid-19 en un día.

Florida, que lidera en el número de adultos y niños hospitalizados por covid-19, tuvo 12.373 adultos y 143 niños hospitalizados el jueves, según datos de los CDC.

Los datos publicados el viernes por el Departamento de Salud de Florida mostraron que el estado reportó un récord de 134.506 nuevos casos de covid-19 durante la semana pasada, para un promedio de 19.215 casos por día. El récord anterior fue el 8 de enero, con 125.937 casos totales reportados durante siete días, para un promedio de 17.991 casos por día, según datos de Johns Hopkins.

Los funcionarios de Louisiana informaron el viernes un récord de 2.421 personas hospitalizadas con covid-19 en todo el estado, superando el récord anterior del estado que se estableció solo un día antes. De los pacientes hospitalizados del estado, aproximadamente el 91% no están vacunados, dijeron las autoridades a principios de semana.

La semana pasada, Arkansas reportó un mínimo histórico de 25 camas de UCI disponibles en todo el estado. En Mississippi, los funcionarios de salud dijeron el miércoles que solo había seis camas de UCI disponibles.

En la semana entre el 22 y el 29 de julio, se reportaron casi 72.000 nuevos casos de covid-19 en menores de edad, informó el martes la Academia Estadounidense de Pediatría: un aumento sustancial frente a la semana anterior, cuando se reportaron alrededor de 39.000 casos, y casi cinco veces más de lo que se reportó a fines de junio. La definición de «niños» varía según el estado, pero generalmente incluye a aquellos de hasta 17 o 18 años.

«No creo que este virus se dirija necesariamente a niños o adolescentes, creo que lo que sucedió es, creo que lo que estamos viendo en todo el sur en este momento es como un incendio y está arrasando con todo, incluidos los adolescentes, incluidos los niños más pequeños», dijo Hotez a CNN, el jueves.

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«La forma en que se detiene es que se vacune a la mayor cantidad de personas», agregó. «Cuanto más se pueda vacunar, en realidad se puede ralentizar la transmisión».

El alarmante aumento se produce cuando las escuelas de todo el país se preparan para dar la bienvenida a los estudiantes a clases, mientras navegan por el camino más seguro hacia adelante. Dado que los niños menores de 12 años aún no son elegibles para una vacuna, algunos estados exigen que los estudiantes usen mascarillas, mientras que otros han prohibido los mandatos escolares de uso de mascarillas.

Los líderes de todo el país están tomando diferentes medidas para ayudar a proteger a los más jóvenes de Estados Unidos. El gobernador de Utah, Spencer Cox, dijo que el estado regalará tapabocas KN-95 a los niños y el gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, convocó una sesión especial de la Legislatura de Arkansas para enmendar una ley aprobada que «ponía fin a los requisitos obligatorios de cubrirse el rostro». Dijo que lamentaba haber firmado el proyecto de ley y agregó que los distritos escolares locales deberían tener la flexibilidad de agregar protección para los niños menores de 12 años, que no pueden ser vacunados.

El viernes, un juez de Arkansas bloqueó temporalmente la aplicación de esa ley.

Detrás del último aumento del país está la variante delta, que ahora representa más del 93% de los casos de coronavirus que circulan en EE.UU., según datos de los CDC. Esto incluye varios sublinajes de delta, todos los cuales se clasifican como variantes de interés. El número es aún mayor en partes del país, incluidas Iowa, Kansas, Missouri y Nebraska, donde la variante delta representa más del 98% del virus circulante.

Esos números muestran un rápido aumento en la prevalencia de la variante en EE.UU. A fines de mayo, los CDC estimaron que la delta representaba aproximadamente el 3% de los nuevos casos de covid-19.

Un documento interno de los CDC, el mes pasado, dijo que la variante parece causar una enfermedad más grave y es tan transmisible como la varicela.

«Esto es serio», dijo anteriormente Walensky a CNN. «Es uno de los virus más transmisibles que conocemos».

Los funcionarios de todo el país han dicho que la variante delta está impulsando los aumentos de sus casos.

El Dr. Thomas Dobbs, funcionario de Salud de Mississippi, dijo el jueves que el estado ha visto un «aumento fenomenal» en los casos diarios que es «enteramente atribuible a la variante delta, que está arrasando Mississippi como un tsunami». Aproximadamente el 97% de los casos nuevos se encuentran entre personas no vacunadas, dijo Dobbs.

«Estamos viendo que los no vacunados en nuestra población están impulsando el aumento actual. Estamos viendo alrededor del 89% de nuestras hospitalizaciones y el 85% de nuestras muertes entre personas no vacunadas».

Más del 97% de los estadounidenses viven en áreas con transmisión de covid-19 «sustancial» o «alta», según datos de los CDC.

La agencia dijo, a fines del mes pasado, que incluso las personas completamente vacunadas que viven en esas áreas deben usar mascarillas en el interior, para evitar una mayor propagación de la variante delta. La guía de los CDC para las personas no vacunadas sigue siendo que deben continuar con el uso de mascarillas hasta que estén completamente vacunadas.

Los términos «sustancial» y «alto» son parte del sistema de los CDC que mide el nivel de transmisión comunitaria en un condado con base en dos métricas: nuevos casos de covid-19 por 100.000 personas y la tasa de positividad.

Lo que realmente significan los niveles «sustanciales» y «altos» de transmisión del covid-19 de los CDC
Los expertos dicen que saber la cantidad de virus que circula en una comunidad puede ayudar a los residentes a comprender el tipo de riesgo que están tomando al elegir si usar el tapabocas o no.

Las buenas noticias

Las cifras son desalentadoras, pero hay buenas noticias: las vacunaciones contra el covid-19 están aumentando, con un promedio de más de 464.700 personas iniciando sus vacunas todos los días, a partir del jueves, según muestran los datos de los CDC. Ese es el ritmo diario promedio más alto en casi siete semanas, y un aumento del 19% con respecto al ritmo de la semana pasada.

Y algunos de los aumentos más pronunciados de las vacunaciones son varios estados del sur, que durante meses han visto un progreso deficiente de la vacunación y una gran vacilación ante las vacunas. A fines de julio, el promedio de nuevas dosis aplicadas en Alabama era más del doble de lo que era tres semanas antes.

Louisiana experimentó un aumento de las tasas de vacunación diaria del 111% en el mismo período de tiempo, mientras que en Missouri el promedio diario de vacunaciones aumentó en un 87%.

Aproximadamente el 58,5% de la población de EE.UU. ha recibido al menos una dosis de la vacuna de covid-19 y aproximadamente el 50,1% está completamente vacunada, según muestran los datos de los CDC.

Covid-19 en Latinoamérica: Así va la vacunación en los países de la región
«La respuesta definitiva» para revertir este aumento es la vacunación, dijo la doctora en Medicina de Emergencia, la Dra. Leana Wen, a Anderson Cooper, de CNN.

«Sabemos que lo que detendrá al virus, y realmente es nuestra única y mejor manera de salir de la pandemia, es aumentar nuestras tasas de vacunación», dijo Wen. «Si tenemos un nivel de inmunidad lo suficientemente alto en EE.UU., entonces podemos evitar que este virus cause más estragos de los que ya ha causado».