Condado Harris Busca Ayudar a Familias de Bajos Ingresos

La propuesta, conocida como Uplift Harris, busca otorgar este tipo de asistencia económica por un período de 18 meses.

La Corte de Comisionados del Condado Harris buscará aprobar este martes un programa que permitiría dar una mensualidad de $500 a familias de bajos ingresos por un período de 18 meses.

Las condiciones del programa Uplift Harris ya se vienen aplicando “en más de 82 ciudades y condados (incluida Houston)” y otorga esta cantidad a familias que cumplen ciertos requisitos.

La idea es que -en caso de ser aprobado por la Corte de Comisionados este martes- el programa se empiece a ejecutar antes de que finalice este año.

“Es incivilizado que vivamos en una sociedad donde las personas no pueden pagar las necesidades básicas. Es posible que todos conozcamos familias trabajadoras que están a un paso de salirse de su camino de estabilidad”, dijo la administradora del Condado Harris, Lina Hidalgo.

La administradora agregó que como líderes del condado tienen la responsabilidad de “usar todas las herramientas posibles para reducir la pobreza”. Hidalgo agregó que este programa “ayudará a la gente que trabaja duro día y noche y aún necesitan una ayuda” para salir adelante.

Algunas de las áreas del Condado Harris cuyos residentes estarían cobijados por este proyecto son Forest Acres, Eastex Jensen, Sunnyside, Northgate, Gulfton, Galena Park y Acres Home, entre otros.

Bajo esta inicaitiva se espera poder ayudar a unas 1,500 familias de bajos ingresos del Condado Harris.

La Corte de Comisionados del Condado Harris cuenta con una supermayoría demócrata 4-1 que permite una amplia posibilidad de aprobar las iniciativas impulsadas por ese partido.

Gobierno de Biden Considera Detener a Familias al Cruzar Frontera

Los funcionarios citados por diversos medios señalan que los funcionarios de la administración están considerando varias opciones mientras se preparan para el fin del Título 42.

El gobierno de Biden está considerando reactivar la política para detener a las familias migrantes que cruzan la frontera de forma ilegal, según publicaron diversos medios citando a funcionarios del gobierno.

Los funcionarios citados por la cadena CNN señalan que se trata de una de varias opciones que los funcionarios de la administración están considerando mientras se preparan para el fin del Título 42, la orden que, con motivos de salud pública, permite deportar de forma inmediata a ciertos inmigrantes.

“No se han tomado decisiones. La Administración continuará priorizando el procesamiento seguro, ordenado y humano de los migrantes”, dijo un portavoz de Seguridad Nacional a CNN.

El funcionario citado por CNN dijo que la administración está analizando múltiples opciones sobre cómo manejar a las familias migrantes y no todas involucran la detención familiar.

Otra fuente citada por la cadena de televisión dijo que de realizarse las detenciones familiares, solo se limitarían a una pequeña cantidad de días.

Uno de los funcionarios citados por el diario The New York Times señaló que que la administración seguiría el acuerdo judicial que establece un límite de 20 días para detener a las familias, en lugar de retenerlas durante semanas o meses.

Otra opción sería continuar con la práctica vigente ahora: liberar a las familias en el país, donde serían rastreadas y requeridas para presentarse ante una oficina de campo de Inmigración y Control de Aduanas, dijo el funcionario.

La decisión podría tomarse a pesar de que fue una práctica a la que el presidente Joe Biden puso fin cuando asumió el cargo porque aseguró que buscaba un sistema más humano y criticaba las «duras políticas» de su predecesor, el expresidente Donald Trump.

De elegir esa opción, la administración de Biden enfrentaría serios obstáculos logísticos como por encontrar espacio para albergar a las familias. También sería necesario configurar las instalaciones para proporcionar programas educativos y áreas de juego. Los espacios que antes albergaban familias ahora se utilizan para adultos solteros.

Los funcionarios temen un aumento en el flujo de migrantes en la frontera después del 11 de mayo, cuando expire una medida.

Biden Dará $450 a Familia Separadas en Frontera

El presidente Joe Biden dijo el miércoles que las familias separadas en la frontera bajo la llamada política de tolerancia cero del gobierno Trump no recibirán pagos de US$ 450.000, pero no dio detalles sobre posibles acuerdos monetarios para ellos.

A Biden, luego de los comentarios sobre la autorización de la vacuna contra el covid-19 para niños de 5 a 11 años, se le preguntó si pagos de ese tamaño podrían incentivar a las personas a intentar ingresar al país ilegalmente. El presidente respondió llamando al informe «basura».

«No es cierto», dijo.

En 2018, el gobienrno de Donald Trump anunció su política de «tolerancia cero», en la que el Departamento de Justicia inició procesamientos penales de todos los adultos que cruzaban ilegalmente la frontera, y terminó tras una oposición generalizada. La política resultó en la separación de miles de familias, incluidas aquellas con bebés, algunos de solo unos pocos meses, porque los niños no pueden permanecer en la cárcel federal con sus padres.

Una fuente familiarizada con el asunto le dijo a CNN la semana pasada que las familias migrantes que fueron separadas por la fuerza en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la política podrían recibir cientos de miles de dólares en compensación como parte de las negociaciones de un acuerdo entre el Departamento de Justicia y los abogados de las familias.

Más de 3.000 niños fueron separados de sus familias en la frontera entre Estados Unidos y México bajo el mandato del expresidente Donald Trump. No está claro cuántas personas serían elegibles para recibir pagos.

Las negociaciones están en curso y se desconoce cuál será la cifra final, dijo a CNN la fuente familiarizada con el asunto en ese momento, y señaló que se han discutido diferentes números en varias ocasiones. La compensación financiera probablemente variaría y no todos obtendrían la cantidad máxima acordada.

The Wall Street Journal reportó por primera vez que el gobierno federal consideraba realizar pagos de US$ 450.000 por individuo afectado por la política de tolerancia cero. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles presentó una demanda colectiva en 2019 en busca de daños y perjuicios por el costo que las separaciones cobraron a las familias, y los abogados que representan a las familias han presentado reclamos por separado.

En un comunicado el miércoles, el director ejecutivo de la ACLU, Anthony Romero, dijo que Biden debe corregir los errores de la administración de Donald Trump.

«Es posible que el presidente Biden no haya sido informado completamente sobre las acciones de su propio Departamento de Justicia, ya que deliberó cuidadosamente y consideró los crímenes cometidos contra miles de familias separadas de sus hijos como una política gubernamental intencional», dijo Romero. «Pero si cumple lo que dijo, el presidente está abandonando una promesa de campaña central de hacer justicia a las miles de familias separadas. Le recordamos respetuosamente al presidente Biden que calificó estas acciones de ‘criminales’ en un debate con el entonces presidente Trump, e hizo campaña para remediar y rectificar la ilegalidad de la administración Trump».

Grupos externos y un organismo de control del gobierno han descubierto a lo largo de los años que los niños separados de sus familias bajo la política experimentaron traumas. Un reporte del inspector general de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de 2019 incluyó relatos del personal de la instalación que detallan el llanto inconsolable de los niños cuando fueron separados, la confusión de los niños y la creencia de que sus padres los habían abandonado.

Biden Firma Decreto Para Reunir a Familias de Migrantes

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó tres decretos este martes que apuntan a las políticas de inmigración de línea dura de su predecesor y tratan de rectificar sus consecuencias. Las medidas incluyen establecer un grupo de trabajo diseñado para reunir a las familias separadas en la frontera entre Estados Unidos y México.

Los últimos decretos se basan en las acciones tomadas durante los primeros días de Biden en el cargo. Y comienzan a proporcionar una imagen más clara de las prioridades de inmigración de la administración.

«No estoy haciendo una ley nueva, estoy eliminando las malas políticas», dijo Biden en la Casa Blanca, sobre la serie de decretos que firmó. En el evento lo acompañó la vicepresidenta Kamala Harris. También, el recién confirmado secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas.

«Se trata de cómo Estados Unidos es más seguro, más fuerte y más próspero cuando tenemos un sistema de inmigración legal justo, ordenado y humano», añadió el mandatario.

¿A qué apuntan los decretos de Biden sobre inmigración?

Los decretos firmados este martes apunten en gran medida a revisar políticas y no tienen un impacto inmediato. Lo que preocupa a activistas y abogados de inmigración que luchan por encontrar respuestas sobre el futuro de los inmigrantes sujetos a las políticas de la era Trump.

Alida García, vicepresidenta de defensa de FWD.us, le dijo a CNN que estaba entusiasmada con los anuncios del martes. Sin embargo, señaló que también hay «frustración sobre la urgencia que existe para que los proveedores de servicios tengan claridad en su capacidad para asesorar a las personas en situaciones de vida o muerte».

«Esperamos escuchar pronto más logística dura», agregó.

Horas después de comenzar su presidencia, Biden tomó medidas para deshacer rápidamente muchas políticas de la administración de Trump. Lo hizo a través de acciones ejecutivas. También envió un proyecto de ley de inmigración al Congreso. Pero su administración ya enfrenta obstáculos legales para implementar esas políticas. La semana pasada, por ejemplo, un juez federal bloqueó temporalmente la pausa de 100 días de Biden en las deportaciones, mientras el caso avanza.

El Senado votó 56-43 este martes para confirmar a Alejandro Mayorkas como secretario de Seguridad Nacional. Es el primer latino e inmigrante liderar el departamento.

Crear un grupo de trabajo para reunificar familias: una apuesta de Biden en inmigración

Durante su campaña presidencial, Biden se comprometió a establecer un grupo de trabajo para identificar y reunificar a familias separadas en la frontera entre México y Estados Unidos. A cientos de niños los separaron de sus padres bajo la polémica política de «tolerancia cero» de la administración de Trump. El nuevo grupo de trabajo se deriva de esa promesa.

El grupo de trabajo estará presidido por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional. Además, trabajará en todo el gobierno de EE.UU., junto a socios, para hallar a los padres separados de sus hijos durante la administración anterior. CNN informó previamente que se espera que la primera dama, Jill Biden, tenga un papel activo en el grupo de trabajo.

El equipo se encargará de identificar a todos los niños separados de sus padres o tutores legales en la frontera sur. Así como de facilitar y permitir la reunificación de los menores con sus familias. Además de proporcionar informes periódicos al presidente, incluido uno con recomendaciones.

Las consecuencias de la política de «tolerancia cero» que llevó a la separación de miles de familias todavía se sienten actualmente. Los abogados no pueden comunicarse con los padres de 611 niños a quienes funcionarios fronterizos separaron de sus padres entre 2017 y 2018. Esto según la última presentación judicial en un caso de separación familiar en curso.

Una «mancha» en la reputación del país

«La administración de Biden está comprometida a remediar este terrible daño que la administración de Trump infligió a las familias», dijo un alto funcionario del gobierno. La fuente calificó la política de Trump como un «fracaso moral» y una «vergüenza nacional».

Biden calificó esta política de ser una «mancha» en la reputación del país.

«Por la gracia de Dios y la buena voluntad de los vecinos, reuniremos a estos niños. Y restableceremos nuestra reputación de ser un refugio para las personas necesitadas», señaló.

El Departamento de Justicia también rescindió oficialmente la política la semana pasada. Lo hizo a través de un memorándum a los fiscales federales, a pesar de que ya había terminado.

Los casos de familias separadas se examinarán de forma individual para determinar los próximos pasos. «El objetivo del grupo de trabajo es en primer lugar identificar. Pero, también, hacer recomendaciones sobre cómo se pueden reunirse las familias, tomando en cuenta el menú de opciones que existen bajo la ley de inmigración», dijo el funcionario.

Abordar las causas fundamentales de la migración

Este decreto se centra en brindar apoyo a Centroamérica para detener el flujo de migrantes a la frontera de México y Estados Unidos. Además de brindar otras vías para migrar a Estados Unidos sin viajar al norte.

El gobierno planea proporcionar ayuda a la región para apoyar iniciativas que combatan la corrupción. Adicionalmente, revivir el programa de menores centroamericanos que había sido terminado por Trump y permite que ciertos jóvenes en riesgo vivan en Estados Unidos, según un alto funcionario del gobierno.

El Departamento de Seguridad Nacional también recibirá instrucciones para revisar la política de la era Trump que exige a los migrantes no mexicanos permanecer en México hasta la fecha de su audiencia en la corte de inmigración en Estados Unidos. La política, conocida informalmente como «Permanecer en México», ha dejado a miles de solicitantes de asilo esperando en medio condiciones peligrosas y deplorables en la frontera.

El gobierno de Biden ha suspendió las nuevas inscripciones en el programa. Sin embargo, no ha revelado sus planes para atender a los miles de migrantes que aún esperan en México. La administración solo ha dicho que serán tenidos en cuenta a medida que se implementan nuevos sistemas.

«La situación en la frontera no se transformará de la noche a la mañana», dijo un alto funcionario del gobierno. «Esto se debe en gran parte al daño causado en los últimos cuatro años. Pero estamos comprometidos a abordarlo en su totalidad».

El decreto también pide una serie de acciones para restaurar el sistema de asilo, que cambió drásticamente en los últimos cuatro años y dificultó enormemente que los migrantes obtengan asilo en Estados Unidos.

Revisión del sistema de inmigración legal, otra de las medidas que firmó Biden

Este decreto busca promover la integración e inclusión de inmigrantes, según la Casa Blanca. También restablecer un Grupo de Trabajo para Nuevos Estadounidenses.

Al igual que los otros dos decretos, también apunta a revertir las políticas de la era Trump que se dirigían a los inmigrantes de bajos ingresos. Entre ellas, el llamado a una revisión de la regla de carga pública que hace que sea más difícil para los inmigrantes obtener un estatus legal si usan beneficios públicos como Medicaid, cupones de alimentos y vales de vivienda.

El decreto también comienza una revisión del proceso de naturalización para agilizarlo y hacerlo más accesible, según un alto funcionario del gobierno.

Padres Deportados Buscan Solución a la Unión Familiar

Los mexicanos que han sido deportados de Estados Unidos se enfrentan a problemas económicos, burocráticos, de estigma y discriminación, educativos, de readaptación cultural, reinserción laboral y separación familiar, ante las cada vez más precarias políticas gubernamentales en la materia en el país latinoamericano.

La mexicana Ana Laura López vivió indocumentada por más de 15 años en la ciudad de Chicago, donde tuvo dos hijos, Ángel y Danny, de 17 y 15 años respectivamente; pero en septiembre de 2016 fue obligada a separarse de ellos, al convertirse en una de las 2.8 millones de personas deportadas durante el gobierno del presidente Barack Obama.

López emigró sola a Estados Unidos por razones económicas y afirma que jamás se sintió discriminada o excluida. Allá conoció al papá de sus hijos, quien es ciudadano estadounidense. En un día normal, ella se levantaba temprano a preparar el desayuno de Ángel y Danny, llevarlos a la escuela, hacer ejercicio, ir a sus dos empleos –primero a una tienda y luego a una organización– hacer la comida y convivir con la familia por la noche.

Su ‘sueño americano’ no consistió en ser rica o tener ‘lujos’, sino en una ‘vida digna’ sin preocupaciones económicas o educativas para sus hijos. Además, tuvo “un empoderamiento personal” porque aprendió computación, así como a redactar y hablar en público en inglés, estudió la preparatoria y perteneció a una asociación sin fines de lucro dedicada a los derechos de los trabajadores, en la cual desarrolló habilidades de organización comunitaria.

En septiembre de 2016 todo cambió radicalmente para Ana Laura. Inició un proceso de contratación laboral y regularización de su situación migratoria, y para ello, debía hacer un viaje a México. Cuando llegó al Aeropuerto Internacional de Chicago, los agentes de inmigración ya la esperaban para repatriarla y además imponerle la penalidad de no volver a pisar suelo estadounidense por 20 años.

López quedó en shock y la dinámica familiar se modificó, pues ahora la comunicación se limita al WhatsApp y videollamadas. Hay días en que logra la estabilidad emocional y otros en los que se deprime, porque no puede estar en los cumpleaños, graduaciones o enfermedades de sus hijos. “Se convierte en un nuevo reto: ¿cómo ejercer en mi caso una maternidad a distancia? ¿Cómo tratar de mantener esos lazos con mis hijos?”

En México, tuvo que reiniciar su vida con choques y contrastes entre la forma de vivir en los dos países vecinos. Por ejemplo, en el aspecto laboral. Antes de su deportación, Ana Laura ganaba 21 dólares la hora y tras su regreso forzado, encontró empleos de unos 315 dólares mensuales. “Para mí ha sido muy frustrante regresar. Los salarios aquí son muy malos y no es fácil conseguir trabajo por la edad y las condiciones de inseguridad”.

Motivada por los contrastes y problemas que enfrentó a su regreso, Ana Laura fundó la organización comunitaria Deportados Unidos en la Lucha, una red de apoyo en la Ciudad de México, donde no sólo limitan su trabajo con repatriados, sino con estadounidenses que han tenido que cambiar de país de residencia por sus vínculos familiares o amorosos con mexicanos.

La vulnerabilidad al regreso

De acuerdo con el informe “ Políticas multinivel para el retorno y la (re)inserción de migrantes mexicanos y sus familias”, publicado por El Colegio de la Frontera Norte, uno de los problemas que enfrentan las personas deportadas al regresar a México está en los trámites burocráticos que dificultan la gestión de documentos de identidad oficiales, lo cual a su vez complica aspectos como la búsqueda de empleo, la apertura de una cuenta bancaria o el arrendamiento de una vivienda.

“Esto es preocupante ya que se trata de una etapa del retorno que se puede caracterizar como situación de emergencia”, advierte el estudio.

Según el documento, las personas deportadas también se encuentran en vulnerabilidad al enfrentar estigmas negativos, pues llegan a recibir calificativos como ‘delincuentes’, ‘fracasados’ o ‘engreídos’. Además, al dejar de aportar remesas, dejan de ser activos económicos para el país y “pareciera que las personas retornadas pierden su valor para las autoridades”.

Otro aspecto ‘preocupante’ que vulnera los derechos de las personas deportadas es el acoso y abuso policial, así como de autoridades aduanales y educativas. Estas acciones de corrupción, extorsión y exclusión social no han podido ser erradicadas pese a esfuerzos gubernamentales como el ‘Programa Paisano’.

En este sentido, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reportó en agosto de 2018 que desde abril de 2017 había documentado 1,310 testimonios de mexicanos deportados que denunciaron al organismo haber sido víctimas “de malos tratos e insultos por autoridades mexicanas, se les proporcionan alimentos en mal estado, no reciben atención médica y carecen de documentos de identificación para efectuar trámites administrativos y legales”.

Contrastes binacionales y carencia de políticas
En México, tener más de 35 años de edad implica menos posibilidades para encontrar un trabajo formal, por lo cual, los deportados tienen que recurrir al autoempleo, como Gustavo Lavariega Díaz, de 44 años, quien con un estímulo económico de la Secretaría del Trabajo, se asoció con otros cuatro repatriados para poner el taller de serigrafía ‘Deportados Brand 100% Mexicano’, “un proyecto productivo que nació por la misma necesidad de readaptarnos, de reinsertarnos a la vida laboral”.

Gustavo vivió de 1999 a 2016 en el estado de Washington, donde dejó a dos hijas adolescentes, de 16 y 14 años. En su taller de serigrafía suele acordarse de su trayectoria como trabajador indocumentado en los cultivos de manzana, espárrago y uva, a lo cual no estaba acostumbrado por su origen citadino. Además, trabajó en restaurantes de comida mexicana, en donde hizo de todo: lavaplatos, cocinero y mesero, y en sus últimos años en Estados Unidos se desempeñó en el ramo de la construcción, con lo cual, podía mandar entre 150 y 200 dólares a México para apoyar a su madre.

Además del sueldo, Lavariega reconoce que un día en Estados Unidos es menos estresante que en Ciudad de México. Allá tenía tiempo de ir al gimnasio, llevar a sus hijas a la biblioteca, ir al cine e incluso el fin de semana era para más convivencia familiar; mientras que en el país que lo vio nacer, el trabajo no tiene fecha de término y a veces tiene que salir de casa todo en día para conseguir o tratar asuntos con los clientes.

Noé Felipe Rodríguez Murillo, deportado tras un proyecto de vida de 1989 a 2015 en Estados Unidos, prefirió emigrar a Yucatán (sureste de México), donde la dinámica dista del estrés urbano de ciudades como la capital, Guadalajara o Monterrey, pero además la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de 2018 indica que sólo el 32.5% de la población de este estado percibe inseguridad pública en la entidad, en comparación con la cifra nacional, que es de más del doble: 79.4%.

En la actualidad, trabaja para una empresa de servicio al cliente y los sábados y domingos labora en Uber para “sacar el extra de la semana”. Con su experiencia como deportado, después de 26 años en territorio estadounidense, está formando un grupo en la ciudad de Mérida. Pero además, tiene la esperanza de que en 2021 salga Donald Trump de la Casa Blanca y las cosas mejoren para los deportados, sobre todo para él, ya que del ‘otro lado’ de la frontera entre México y Estados Unidos, están sus dos hijo y sus nietos extrañándolo.

“Trump no está respetando a nadie. Está cruzando la línea del humanismo. No respeta ni a los niños. Lo vemos en las imágenes y las fotografías de hijos separados de sus familias. Esto no se había escuchado esto en gobierno anteriores”, expresa.

Cuenta que su conocimiento del inglés le ha abierto camino en México, pero que un problema recurrente es encontrar connacionales “que ven mal que nos hayamos ido de México. Y nos dicen: ‘Ahora te tienes que acomodar a lo que es México’”.

En relación a las políticas de reinserción de la población deportada, la activista Ana Laura López señala que éstas han ido de menos a prácticamente nada. Los recortes presupuestales implementados en el nuevo gobierno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador reflejan un “desinterés” por la situación.

“Si en la administración anterior teníamos un poco de ayuda, y era también muy difícil obtenerla, en esta administración no hay nada. No les interesa el tema de la separación familiar a causa de las deportaciones. No les interesa realmente crear un programa de reintegración. Yo sí estoy muy decepcionada del gobierno mexicano, del actual y el anterior. Ya no hay presupuesto para el Fondo de Apoyo al Migrante (FAM)”, advierte.

Las deportaciones que vivieron Ana, Gustavo y Felipe coinciden justo con el perfil que describe el documento “ Los retornados: ¿Cómo responder a la diversidad de migrantes mexicanos que regresan de Estados Unidos?” (2018), destacan que el regreso de Estados Unidos a México no es un fenómeno nuevo, pero hoy día se caracteriza por: “el carácter involuntario en el regreso de un importante número de mexicanos, la heterogeneidad de perfiles migratorios, y el énfasis antinmigrante de las acciones y el discurso público de las últimas administraciones estadounidenses, particularmente la de Donald Trump”.

Trump Planea Evadir Acuerdo Judicial Sobre Familias Migrantes

La administración del presidente Donald Trump planea eludir un acuerdo judicial que ha persistido por mucho tiempo sobre cómo se trata a los niños bajo custodia de inmigración, lo que significaría que las familias inmigrantes serán detenidas por más tiempo. El Departamento de Seguridad Nacional anunció que rescindiría el acuerdo, que requiere al gobierno que libere a los niños inmigrantes generalmente después de 20 días de detención.

En su lugar, adoptarían regulaciones que los funcionarios de la administración Trump dicen que proporcionarán el cuidado adecuado de los menores, pero permitirán cambios para desalentar a los inmigrantes de cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.

El caso de 1997 que generó el acuerdo casi seguro regresará a la corte. La jueza del Tribunal Federal de Distrito, Dolly M. Ghee, ya rechazó una solicitud de los abogados de la administración este año para permitir una detención familiar más prolongada.

Los defensores de las familias inmigrantes se han opuesto a las políticas de detención de Trump.

Estados Unidos Debe Reunir a más de 2,500 Niños con sus Padres

Este próximo jueves 26, el gobierno del presidente Donald Trump enfrenta la fecha límite impuesta por el juez federal Dana Sabraw para reunir a más de 2,500 niños con sus padres, y tanto abogados como activistas temen que altos funcionarios ya han sentado las bases para incumplir el mandato.

Según datos proporcionados por el Departamento de Justicia el viernes pasado en documentos legales, menos de 500 niños mayores de 5 años han sido reunidos con sus progenitores. Otros 2053 están aún en el limbo, a cargo de varias agencias del gobierno, con sus nombres en varias bases de datos y sin un plan claro para garantizar que realmente llegarán a manos de sus padres.

El gobierno cumplió parcialmente otra orden para reunir a un centenar de niños menores de 5 años que se venció el 10 de julio, reuniendo únicamente a unos 59 de ellos, pero alegando que el resto “no eran elegibles” para volver con los familiares con los que vinieron a este país por una variedad de razones.

Entre las razones dadas por el gobierno hace unos días para no reunir a más de 40 niños menores de 5 años con sus padres están : “preocupaciones de seguridad” para los niños, antecedentes penales de los padres, algunos adultos no eran los padres y al menos 24 niños no pudieron ser reunidos porque sus padres ya habían sido deportados.

En cuanto al grueso de los niños, los que tienen entre 5 y 17 años, el gobierno ha dicho que alrededor de 900 tampoco son elegibles para la reunificación, y que “estaban trabajando” en el resto, según informó la Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU), organización que lidera la demanda contra el gobierno exigiendo la reunificación.

A fines de la pasada semana, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen dijo que el gobierno “haría lo posible” por cumplir la fecha límite, pero que no era posible hacerlo sin tomar en cuenta la seguridad nacional y la evaluación de los antecedentes de los padres.

“Tenemos a nuestro cargo la protección de estos menores”, djio Nielsen el jueves pasado durante una entrevista con una cadena nacional.

No obstante el juez federal Dana Sabraw, de San Diego, se mostró optimista el viernes durante una audiencia con los abogados del caso, indicando que el gobierno le aseguró que reuniría a 88% de las familias antes de la fecha señalada. “El proceso parece estar funcionando bien”, dijo Sabraw en dicha conferencia.

Lee Gelernt, abogado de la ACLU, indicó que su organización está presionando para que el gobierno entregue la mayor cantidad de información posible, para comprobar que los números anunciados realmente fueron reunidos y una lista detallada de los padres o hijos que ya fueron deportados.

Muchos de los que ya fueron reunidos supuestamente fueron liberados en forma condicional y otros permanecen detenidos en el mismo centro de detención, después de haber estado en diversos puntos del país durante semanas, uno o dos meses.

Más de 130 padres, entretanto, han pedido que los deporten sin sus hijos, para darle a estos la posibilidad de permanecer en Estados Unido peleando sus casos, informó el gobierno en el mismo documento legal.

Entretanto los abogados, asistidos por algunas organizaciones no lucrativas, están haciendo lo posible en las cortes para seguir ejerciendo presión sobre el gobierno. La orden del juez Sabraw también impide temporalmente la deportación de las familias reunidas, para dar tiempo a que estas puedan tener acceso a ayuda legal y evaluar sus casos para posibles solicitudes de asilo.

Este lunes, por ejemplo, la oficina de la senadora Kamala Harris envió un email a sus partidarios anunciando que estaba ayudando a la coalición “Families Belong Together” a recabar fondos para representar y reunificar a las familias migrantes separadas cuando llegaron a la frontera de Estados Unidos pidiendo refugio.

Harris, en un email a todos sus seguidores, no pidió dinero para sus cofres de campaña sino que, indicó, “todos los fondos que se recaben irán directamente a las familias, muchas de las cuales no han podido reunirse en parte porque no tienen el dinero “para pasajes de avión, hotel y necesidades de los niños”, que el gobierno les exige pagar.

La pasada semana, una delegación de congresistas que recorrió uno de los centros de detención de la Patrulla Fronteriza en Texas dijo que muchas familias aún están siendo separadas si el adulto no es un padre sino un tío, hermano, primo mayor o abuelo.

Entretanto, los abogados que representan al Caso Flores, que garantiza los derechos de ciertos niños migrantes en Estados Unidos, acudirán este viernes a otra corte federal en Los Angeles para pedir que se revise el “incumplimiento” del gobierno a las condiciones de esta demanda, que se ganó hace casi 30 años.