Inicia G20 en Brasil

Lula Da Silva con el apoyo de Xi, Biden y Macron intentarán aprobar un documento final que rescate la importancia del cambio climático, el peso de los organismos multilaterales y las propuestas de desarrollo sustentable de la ONU, frente al programa geopolítico que desplegará el líder republicano cuando ocupe la Casa Blanca

El G20 de Brasil inicia mañana con un objetivo geopolítico que sus principales protagonistas buscan coronar cuando concluyan las deliberaciones en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro: aprobar una resolución final que pueda actuar como contrapeso de la agenda que ejecutará Donald Trump cuando se convierta en presidente de los Estados Unidos.

El documento propuesto por Lula da Silva -es el presidente organizador del G20- lleva meses de negociación y propone sostener la importancia del Cambio Climático, defender las propuestas de la agenda de desarrollo 2030 y avanzar hacia una reconstrucción institucional de las Naciones Unidas (ONU), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Junto a las iniciativas de Lula se alinean Xi Jinping (China), Joe Biden (Estados Unidos) Olaf Scholz (Alemania), Emmanuel Macron (Francia), Keir Starmer (Reino Unido), Shigeru Ishiba (Japón) y Justin Trudeau (Canadá), entre otros protagonistas clave del organismo multilateral.

Estos líderes mundiales asumen qué intentará hacer Trump en su segundo mandato, y se apalancarán en el G20 para tener un mecanismo de disuasión contra las propuestas de la administración republicana, que iniciarán su marcha desde el 20 de enero de 2025.

El peso específico del documento final del G20 -conocido en la jerga diplomática como comuniqué- será relativo si se lo analiza desde la perspectiva de los jefes de Estado que lo firmarán este martes 19 de noviembre en Rio de Janeiro.

Biden termina su mandato en dos meses, Macron tiene debilidad política crónica, Scholz es muy probable que pierda las elecciones en febrero y Trudeau ya se despide del cargo en Canadá.

Es decir: en el próximo G20 que se hará en Sudáfrica, Lula estará muy solo frente a Trump, que ha tenido siempre una posición muy agresiva contra este organismo multilateral. Aún más: los posibles sucesores de Scholz y Trudeau comparten las ideas del próximo presidente de los Estados Unidos.

“Lo primero que tenemos que decirle al presidente Trump es lo siguiente: creo que nosotros dos, como jefes de estado de dos países importantes, tenemos que tener una relación muy civilizada y muy democrática”, sostuvo Lula en declaraciones periodísticas.

Trump ya deslizó qué piensa de Lula y de la importancia del G20 de Brasil. Postergó en el tiempo un llamado que Lula pidió tras su triunfo electoral, y cuando le toque participar en un G20 se comportará cómo lo hizo durante la cita en Osaka (Japón), adonde presionó a fondo para eliminar del texto final todas las menciones al cambio climático.

El presidente electo de los Estados Unidos tiene sintonía ideológica y personal con Jair Bolsonaro, y será refractario con Lula, que la semana pasada dialogó treinta minutos con Biden acerca del G20 y su comunicado final. Biden avaló las propuestas del líder brasileño, pero poco puede hacer desde su condición de Pato Cojo.

Además de la defensa del concepto de Cambio Climático, la mayoría de los socios del G20 apoyan la agenda de crecimiento sostenible 2030 y la necesidad de remozar la arquitectura geopolítica de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Tras estos objetivos puntuales, Lula logró el consenso necesario para debatir estos asuntos de gobernanza global durante las dos sesiones del G20 que deliberará en el Museo de Arte Moderno.

Trump rechaza la propuesta 2030, y cree que esos organismos multilaterales -diseñados en la conferencia de Bretton Woods- son una sombra del pasado que sólo sirven a países que rechazan los conceptos básicos de la democracia moderna.

La resistencia política a las propuesta del G20 tendrán su primera prueba con la posición que exhibirá Javier Milei durante la cumbre de Rio de Janeiro. El presidente argentino es amigo personal y aliado en América Latina del líder republicano, y rechaza el impuesto a los super ricos, la agenda 2030 y el acuerdo de París sobre Cambio Climático.

La mirada que despliegue Milei en las sesiones del G20 será una réplica exacta de la perspectiva ideológica de Trump. Ambos estuvieron juntos hace 72 horas en Mar -a-Lago, y la sintonía fue perfecta.

“Milei y Trump son dos amigos que se respetan y piensan igual sobre el mundo”, sintetizó Gerardo Werthein, ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina.

El G20 de Presidentes y jefes de Estado inicia mañana en Rio de Janeiro, que se transformó en una ciudad blindada. Lula desplegó a 9.000 oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas de Brasil y 15.000 policías militares, que tendrán la misión de proteger al poder global en la ciudad más peligrosa de América Latina

Resultados del Viaje de Joe Biden

El presidente Joe Biden se acerca al final de un viaje relámpago a India y Vietnam para una serie de reuniones de alto perfil destinadas a contrarrestar la influencia de China en el mundo en desarrollo.

En el G20 en Nueva Delhi y nuevamente en Hanoi, Biden aprovechó su paso por Asia para defender que Estados Unidos es un socio más confiable que Beijing, aunque enfatizó que no quería una nueva Guerra Fría con los chinos.

“No quiero contener a China, solo quiero asegurarme de que tengamos una relación con China que esté en alza y que todos sepan de qué se trata”, dijo Biden. “Tenemos la oportunidad de fortalecer alianzas en todo el mundo para mantener la estabilidad. De eso se trata este viaje, de que la India coopere mucho más con Estados Unidos, esté más cerca de Estados Unidos y Vietnam esté más cerca de Estados Unidos. No se trata de contener a China. Se trata de tener una base estable, una base estable en el Indo-Pacífico”.

Al hablar este domingo con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyễn Phú Trọng, Biden subrayó este punto.

“Creo que tenemos una enorme oportunidad”, dijo, y agregó: “Vietnam y Estados Unidos son socios críticos en lo que yo diría que es un momento muy crítico. No lo digo por cortesía. Lo digo porque lo digo en serio desde el fondo de mi corazón”.

Hizo referencia a las cadenas de suministro y al cambio climático y elogió las “aspiraciones a un futuro de mayor paz, mayor seguridad y mayor prosperidad”.

«Estoy convencido de que podemos lograrlo», dijo, y agregó: «Este puede ser el comienzo de una era de cooperación aún mayor».

Pero a pesar de las esperanzas de Biden, todavía había signos de las fracturas que atraviesan la geopolítica actual, tanto en la cumbre del G20 como en Hanoi. Aquí hay cinco conclusiones del viaje del presidente a Nueva Delhi y Hanoi.

Estados Unidos elogia la declaración del G20 sobre Ucrania

Los líderes lograron ponerse de acuerdo sobre una declaración conjunta que exponía puntos de vista compartidos sobre el cambio climático y el desarrollo económico, pero mostraron las fracturas dentro del grupo al no llegar a condenar explícitamente la invasión rusa de Ucrania.

Los diplomáticos habían estado trabajando frenéticamente para redactar una declaración conjunta final en el período previo a la cumbre, pero encontraron problemas en el lenguaje para describir la guerra de Ucrania. Los funcionarios dijeron que trabajaron durante 300 horas de reuniones y revisaron 15 borradores para llegar a un consenso final.

La eventual declaración de compromiso representó un golpe de Estado para el anfitrión de la cumbre, el primer ministro indio Narendra Modi, pero aún así refleja una posición mucho más suave que las que Estados Unidos y sus aliados occidentales han adoptado individualmente.

“Todos los estados deben abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza para buscar adquisiciones territoriales”, decía la declaración, sin señalar explícitamente a Rusia por su invasión. El documento también manifestó su oposición al uso de armas nucleares y destacó los efectos económicos de la guerra.

En un reflejo de las profundas fracturas entre las naciones del G20, la declaración reconoció que “había diferentes puntos de vista y evaluaciones de la situación”.

La declaración se ganó los elogios de Estados Unidos. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, calificó la declaración como un «hito importante para la presidencia de la India y un voto de confianza en que el G20 puede unirse para abordar una serie de cuestiones apremiantes».

“La declaración del G20 incluye una serie de párrafos importantes sobre la guerra en Ucrania. Y desde nuestra perspectiva, hace un muy buen trabajo al defender el principio de que los estados no pueden usar la fuerza para buscar adquisiciones territoriales”, dijo Sullivan.

Aún así, el lenguaje difería de la declaración del G20 del año pasado, que decía que “la mayoría de los miembros condenaron enérgicamente la guerra en Ucrania”.

Rusia, como miembro del G20, tendría que llegar a un acuerdo sobre cualquier declaración de consenso sobre Ucrania. Rusia y China se habían resistido a un lenguaje más fuerte en una declaración final, lo que dificultaba cualquier tipo de acuerdo. Ninguna cumbre del G20 ha concluido sin una declaración conjunta de algún tipo.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, criticó la declaración.

«Ucrania agradece a sus socios que intentaron incluir una redacción contundente en el texto», escribió en Facebook. “Al mismo tiempo, el G20 no tiene nada de qué enorgullecerse en la parte relativa a la agresión de Rusia contra Ucrania. Obviamente, la participación de la parte ucraniana habría permitido a los participantes comprender mejor la situación. El principio de ‘nada sobre Ucrania sin Ucrania’ sigue siendo tan clave como siempre”.

Biden ofrece una alternativa a la nueva ruta de China

Biden esperaba utilizar los nuevos anuncios sobre nuevas infraestructuras e inversiones como demostración del compromiso de Estados Unidos con el mundo en desarrollo y como una mejor opción de asociación que China. Anunció este sábado el lanzamiento de un nuevo corredor económico que conectará India, Oriente Medio y Europa.

Los planes podrían potencialmente transformar el comercio global y desafiar directamente la creciente iniciativa de desarrollo de China en el extranjero, conocida como la nueva «ruta de la seda», que ha invertido miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura cada año. Si bien el proyecto incluirá la construcción de infraestructura integrada, el presidente dijo que estaba “lejos de simplemente colocar vías”, hablando con un grupo de líderes mundiales que incluía al Reino Unido, Japón y los Emiratos Árabes Unidos.

“Se trata de crear empleos, aumentar el comercio, fortalecer las cadenas de suministro, impulsar la conectividad y sentar las bases que fortalecerán el comercio y la seguridad alimentaria para las personas en múltiples países”, dijo Biden. «Esta es una inversión regional que cambia las reglas del juego y… grandes pasos hacia adelante».

Estados Unidos dice que la iniciativa de la ruta de China utiliza prácticas crediticias coercitivas para proyectos de infraestructura en países en desarrollo, una acusación que Beijing ha negado repetidamente. Las propuestas de Biden sobre la reforma del Banco Mundial también apuntan a ofrecer un mejor trato a las economías emergentes.

Los anfitriones del G20 lamentan la ausencia de Xi y Putin

Funcionarios de la Casa Blanca calificaron de “decepción” para la India que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de China, Xi Jinping, no participaran en la cumbre, pero añadieron que Estados Unidos pretendía aprovecharla como una oportunidad para fortalecer las relaciones con el resto de las naciones. que asistieron.

«Diré que creo que nuestros socios indios sienten una gran decepción por no estar aquí y gratitud por el hecho de que nosotros sí lo estamos», dijo a los periodistas el asistente adjunto del presidente y coordinador para el Indo-Pacífico, Kurt Campbell, poco después de la reunión de Biden con Modi.

Fue la primera vez que Xi se perdió una reunión del G20 desde que asumió el cargo en 2012. Si bien fue una oportunidad perdida en algunos aspectos (Biden y Xi se reunieron durante horas en el G20 del año pasado en Bali), también liberó el escenario para que Estados Unidos expusiera su argumento para las alianzas con EE.UU.

En un momento en que el muy frágil estado de la economía de China está causando profunda preocupación por los efectos dominó globales, Biden esperaba utilizar la fuerza relativa del mercado estadounidense para hacer su discurso. Campbell dijo que había “oportunidades innegables” para Estados Unidos en la cumbre, dados los líderes que asistieron y los que no.

“Creo que tenemos toda la intención de fortalecer y profundizar nuestra relación, y dejamos que China en particular discuta y explique por qué no están aquí. Realmente es asunto suyo”, dijo.

Biden intenta acercar Vietnam a Estados Unidos

El viaje de Biden a Hanoi fue su último intento de acercar a otro de los vecinos de China a Estados Unidos. Tan solo en los últimos cinco meses, Biden recibió al presidente de Filipinas en la Casa Blanca por primera vez en más de una década; agasajó al primer ministro indio con una fastuosa cena de Estado; y recibió a sus homólogos japonés y surcoreano en una cumbre llena de simbolismo en el histórico retiro presidencial de Camp David.

La última página en el manual de estrategia de Estados Unidos en el Indo-Pacífico llegará a través del establecimiento de una “asociación estratégica integral” que pondrá a Estados Unidos a la par con los socios de más alto nivel de Vietnam, incluida China, según funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto.

En Vietnam, no es sólo China con quien Biden compite por su influencia. Cuando llegó, los informes sugerían que Hanoi estaba preparando una compra secreta de armas a Rusia, su proveedor de armas desde hacía mucho tiempo. Biden planea anunciar este lunes medidas para ayudar a Vietnam a diversificarse y alejarse de una dependencia excesiva de las armas rusas, dijo un alto funcionario de la administración.

La mejora de la relación entre Estados Unidos y Vietnam tiene una enorme importancia dada la complicada historia de Washington con Hanoi. Los dos países han pasado de ser enemigos mortales que libraron una guerra devastadora a socios cada vez más cercanos, incluso cuando Vietnam sigue gobernado por las mismas fuerzas comunistas que finalmente prevalecieron y expulsaron al ejército estadounidense.

A medida que la economía de China se desacelera y su líder intensifica las agresiones militares, Biden espera que Estados Unidos parezca un socio más atractivo y confiable. En Nueva Delhi, lo hizo esgrimiendo propuestas para impulsar la infraestructura global y los programas de desarrollo como contrapeso a China.

Vietnam también ha tratado de mantener buenos vínculos con China. El jefe del Partido Comunista fue el primer líder extranjero que visitó a Xi en Beijing después de que el líder chino consiguiera un tercer mandato sin precedentes en octubre pasado. En junio, el primer ministro de Vietnam se reunió con Xi durante una visita de Estado a China.

Pero incluso cuando busca evitar la ira de China, Vietnam se siente cada vez más atraído hacia Estados Unidos por su propio interés económico: su comercio con Estados Unidos se ha disparado en los últimos años y está ansioso por beneficiarse de los esfuerzos estadounidenses para diversificar las cadenas de suministro fuera de China, así como la preocupación por la acumulación militar de China en el mar de China Meridional.

Momento incómodo en rueda de prensa
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, terminó abruptamente este domingo una conferencia de prensa con Biden en Hanoi, en un momento tomó un micrófono y anunció que el evento había concluido incluso cuando el presidente todavía estaba respondiendo preguntas de los periodistas en la sala.

Mientras el presidente respondía a las preguntas de la prensa, la secretario de prensa tomó el micrófono para anunciar: “Gracias a todos, aquí termina la conferencia de prensa”. Biden permaneció brevemente en el escenario después del anuncio de Jean-Pierre, respondiendo a una pregunta adicional, aunque su respuesta completa fue inaudible.

En ese momento, Biden había respondido las cinco preguntas de los periodistas en la sala que dijo que haría, antes de anunciar: “Les diré una cosa, no sé ustedes, pero yo me voy a la cama”. La Casa Blanca anunció al inicio de la conferencia de prensa que Biden tenía previsto responder preguntas a cinco periodistas.

Sin embargo, el presidente se demoró en el escenario, respondiendo a preguntas adicionales sobre lo que le dijo al primer ministro chino Li Qiang antes de ser interrumpido por la secretaria de prensa.

A lo largo de la rueda de prensa, Biden reconoció las exigencias del viaje relámpago y en un momento bromeó: “Estos viajes de cinco días alrededor del mundo no son un problema”. Minutos antes de que Jean-Pierre terminara la conferencia de prensa, Biden había dado una larga respuesta que incluía una explicación confusa de por qué usa la frase “soldado pony mentiroso con cara de perro” en un intento de explicar sus sentimientos hacia los políticos que niegan la existencia del cambio climático.

El momento llega días después de que una encuesta de CNN mostrara que alrededor de tres cuartas partes de los estadounidenses dicen que les preocupa que la edad de Biden pueda afectar negativamente su nivel actual de competencia física y mental y su capacidad para cumplir otro mandato completo si es reelegido. Los defensores de Biden restaron importancia a las preocupaciones sobre su edad y la Casa Blanca ha señalado con frecuencia sus niveles de energía en viajes internacionales extenuantes como el actual como prueba de que su edad no es un problema.

Líderes de más de 100 Países Firman Acuerdo Contra el Cambio Climático

Más de 100 líderes globales se han comprometido este martes a acabar con la deforestación para el año 2030, en el primer gran acuerdo de la Cumbre Climática COP26 que se celebra en Glasgow, Escocia.

Posteriormente, al menos 80 países se comprometieron a reducir para el mismo año en un 30% las emisiones de gas metano, uno de los elementos que causan mayor efecto en el calentamiento global.

El pacto sobre la deforestación también fue suscrito por Brasil, donde grandes porciones de la selva amazónica han sido arrasadas en las últimas décadas.

Este acuerdo incluye una financiación que alcanza los US$19.000 millones de parte de fondos privados y públicos.

Y sobre el pacto del metano, que incluye a los países miembros de la Unión Europea, Canadá y EE.UU., el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que podría ser «revolucionario».

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que reducir las emisiones de metano «es una de las cosas más efectivas que podemos hacer» para evitar el aumento de 1,5 °C en las temperaturas medias globales.

«No podemos esperar al 2050, tenemos que reducir las emisiones rápidamente», señaló.

Las principales fuentes de metano incluyen la agricultura, las fugas en la producción de petróleo y gas, y los vertederos. Von Der Leyen dijo que el «mayor potencial» para frenar los niveles de metano proviene del sector energético.

Deforestación

Aunque el pacto sobre la deforestación ha sido aplaudido alrededor del mundo, no todo es optimismo: expertos advirtieron que un acuerdo similar firmado en 2014 «falló en su intento de detener la deforestación» y esos compromisos, ya adquiridos, deben cumplirse.

Ahora, ¿por qué es importante detener la deforestación? Porque los bosques pueden ayudar a absorber las cantidades necesarias de CO2 para frenar el cambio climático.

La cumbre de Glasgow, que tendrá una duración de dos semanas, es vista como crucial para controlar el cambio climático.

Los países que han suscrito este acuerdo -incluyendo a Canadá, Brasil, Rusia, Colombia, Bolivia, Chile, Estados Unidos y la República Democrática del Congo- cuentan con el 85% de los bosques que hay en el planeta.

El dinero acordado para ayudas se le dará a los países en desarrollo para restaurar las tierras afectadas por la deforestación, acabar con los incendios forestales y apoyar a las comunidades indígenas que protegen estos territorios.

Además, los gobiernos de 28 naciones también se comprometieron a acabar con la deforestación para la producción de alimentos de exportación -como la carne- u otros productos agrícolas como el aceite de palma o la soya.

Más de 30 importante firmas a nivel mundial se han comprometido a no financiar más proyectos que estén relacionados con la deforestación.

También se creará un fondo para proteger el segundo bosque tropical más grande del mundo: la cuenca del Congo.

Para el profesor Simon Lewis, del University College de Londres, es «una buena noticia que haya un compromiso político para acabar con la deforestación de tantos países y sobre todo, que haya un dinero que respalde ese empeño».

«Sin embargo, ese acuerdo ya se había dado en 2014, y no ha hecho nada por detener la deforestación en la actualidad».

¿Qué falló en 2014?

La Declaración de Nueva York sobre los Bosques fue un acuerdo voluntario y legalmente no vinculante sobre la deforestación.

Se pretendía acabar con la mitad de la deforestación para 2020 y detenerla del todo para 2030. 40 gobiernos se adhirieron al pacto, pero entre ellos no estaban los de Brasil y Rusia.

En 2019 un informe señaló que acuerdo fracasó, ya que la deforestación aún continuaba a un ritmo alarmante.

Los países claves

Lo que destaca del pacto de deforestación firmado en Escocia son los países que están involucrados en él.

Por ejemplo, Indonesia es el principal exportador de aceite de palma en el mundo. Producirlo hace que decenas de miles de hectáreas de bosques sean taladas para sembrar la palma de la que se extrae este aceite.

Mientras tanto, otro firmante, Rusia, tiene casi la quinta parte de los árboles que hay en el planeta, que logran absorber 1.500 millones de toneladas de dióxido de cárbono al año.

Y también está Brasil, donde está ubicada gran parte de la selva del Amazonas, la más grande del mundo, que ha sufrido una acelerada deforestación desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de este país.

Sobre este punto ha surgido una duda: ¿se puede confiar en Bolsonaro para llevar a cabo este plan?

El secretario de Medio Ambiente de Reino Unido, George Eustice, dijo al respecto: «Vamos a estar seguros cuando los países se comprometan con el plan».

«La última vez que se hizo un pacto similar, en 2014, no estaban ni Brasil, ni Rusia, ni China. Por eso, que Brasil haya firmado significa un gran paso en este objetivo».

El presidente de EE.UU., Joe Biden, señaló que «está confiado» de que los objetivos de este pacto se puedan lograr.

«Lo que tenemos que hacer es sumar intenciones y hacer lo correcto. Lo podemos lograr».

Área de riesgo

Ana Yang, directora ejecutiva de Chatham House Sustainability Accelerator, quien coescribió el informe «Repensar la Amazonía brasileña», dijo: «Este acuerdo involucra a más países, más jugadores y más dinero. Pero la clave está en los detalles que aún necesitamos ver».

Yang señaló que muchas personas que viven en la Amazonía, incluso en sus áreas urbanas, dependen del bosque para su sustento y necesitan apoyo para encontrar nuevos ingresos.

Tuntiak Katan, de la Coordinación de Comunidades Indígenas de la Cuenca Amazónica, dio la bienvenida al acuerdo y dijo que los fondos deben invertirse en apoyar a las comunidades indígenas para que pueden administrar y proteger los bosques.

Katan, un indígena Shuar de Ecuador, dijo a la BBC que las comunidades indígenas protegen globalmente el 80% de la biodiversidad del mundo, pero enfrentan amenazas serias contra su vida.

«Durante años hemos mantenido nuestra forma de vida y eso ha protegido los ecosistemas y los bosques. Sin nosotros, ningún dinero o política puede detener el cambio climático», dijo.

Los árboles son una de las principales defensas en un mundo que se calienta. Absorben el dióxido de carbono de la atmósfera, actuando como los llamados pozos de carbono. Absorben alrededor de un tercio del CO2 global emitido cada año.

Actualmente, cada minuto se pierde una zona de bosque del tamaño de 27 campos de fútbol.

Los bosques agotados también pueden comenzar a liberar CO2. Si se talan demasiados árboles, a los científicos les preocupa que el planeta llegue a un punto de inflexión que desencadene un cambio climático abrupto e impredecible.

¿Por qué son importantes ambos acuerdos?

Hay razones para ser optimistas sobre los planes propuestos para limitar la deforestación y reducir las emisiones de metano, específicamente por la escala del financiamiento y los países claves que los apoyan.

Uno de los aspectos más positivos en el tema de la deforestación es que tratará de reforzar el papel de los pueblos indígenas en la protección de sus árboles. Los estudios han demostrado que proteger los derechos de las comunidades nativas es una de las mejores formas de salvar las tierras boscosas.

Pero existen desafíos que necesitan ser superados.

¿Cómo pueden las entidades que financian este pacto verificar que los bosques estén realmente protegidos sin utilizar los satélites para espiar o desafiar la soberanía nacional de alguna manera?

Y los signos de interrogación también se ciernen sobre un punto clave del nuevo plan, que es tratar de eliminar el vínculo con la deforestación de los bienes de consumo vendidos en los países desarrollados.

Ahora, frente al acuerdo de reducción de las emisiones de gas metano los beneficios potenciales son enormes: los científicos creen que podría ayudar al mundo a evitar un calentamiento de 0,3°C para 2040.

En un momento en el que cada fracción de grado es importante, ese es un gran ahorro que podría ayudar a mantener el umbral de 1,5 °C en juego.

Pero hay algunas preguntas importantes en el horizonte.

Los principales emisores, como Rusia, China e India, no forman parte del acuerdo.

Todos los objetivos son voluntarios, no hay un elemento vinculante.

A pesar de esto, la mayoría de los observadores ven el pacto como un buen paso para el mundo y un impulso para la COP26.

Compromisos Inciertos Pero con un Lenguaje Fuerte se Reunieron los Lideres del G20

Los líderes de las primeras 20 economías del mundo se comprometieron este domingo a alcanzar la neutralidad de carbono para «mediados de siglo» y a poner fin a la financiación pública a la generación de energía a partir del carbón en el extranjero, aunque no establecieron objetivos para eliminarlo a nivel nacional.

Los líderes de las veinte economías más grandes del mundo reunidos en la cumbre del G-20 en Roma se comprometieron este domingo a alcanzar la neutralidad de carbono «a mediados de siglo o hacia mediados de siglo» antes de concluir una cumbre de dos días que estaba sentando las bases para la conferencia climática de la ONU en Glasgow, Escocia.

Según el comunicado final, los líderes del Grupo de los 20 también acordaron poner fin a la financiación pública para la generación de energía a base de carbón en el extranjero, pero no establecieron ningún objetivo para eliminar el carbón a nivel nacional, un claro guiño a los países dependientes del carbón, incluidos China e India, y un golpe a Gran Bretaña, que esperaba compromisos más sólidos antes de la reunión de Glasgow.

Los países del Grupo de los 20 representan más de las tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo y el anfitrión de la cumbre, Italia, había estado buscando objetivos sólidos sobre cómo reducir las emisiones y ayudar a los países pobres a hacer frente al impacto del aumento de las temperaturas.

Sin ellos, se podría perder el impulso de las conversaciones anuales más amplias que ya dieron inicio este mismo domingo en Glasgow y donde estarán representados países de todo el mundo, incluidos los pobres y más vulnerables al aumento del nivel del mar, la desertificación y otros efectos.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, les dijo a los líderes antes de la última sesión de trabajo del domingo que necesitaban tanto establecer metas a largo plazo como hacer cambios a corto plazo para alcanzarlas.

“Debemos acelerar la eliminación gradual del carbón e invertir más en energía renovable”, dijo. «También debemos asegurarnos de utilizar los recursos disponibles de manera inteligente, lo que significa que deberíamos ser capaces de adaptar nuestras tecnologías y también nuestros estilos de vida a este nuevo mundo».

Neutralidad del carbono

«Hacia mediados del siglo XXI»

La cumbre alcanzó un compromiso sobre cuándo las naciones del G-20 deben alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Eso significa producir emisiones a un nivel que los océanos, los bosques y las medidas de reducción puedan eliminarlas de la atmósfera. El Grupo de los 7 ya había 2050 como fecha tope, pero en el G-20 decidieron «para mediados de siglo o alrededor de esa fecha». China, Arabia Saudita y Rusia se han fijado el 2060 como objetivo para alcanzar la neutralidad de carbono.

No más financiamiento internacional del carbón

Pero sin decisión dentro de cada país

Se acordó acabar con el financiamiento público de proyectos de generación de energía basados en carbón que se realizan el extranjero, siguiendo con la decisión tomada por el G-7 en junio en Inglaterra. Pero no se estableció ningún objetivo para eliminar el carbón a nivel nacional, una decisión que luce como un guiño a los principales emisores de carbono, China e India.

1.5 Celsius, objetivo del grupo

Una marca más ambiciosa que el Acuerdo de París

El Grupo de los 20 coincidió en que los impactos del cambio climático, como tormentas extremas, inundaciones y aumento del nivel del mar, serán «mucho más bajos» si el aumento promedio de la temperatura global se puede mantener en 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit). Resulta una redacción más ambiciosa que la de los acuerdos de París de 2015 que buscan mantener el aumento “muy por debajo” de los 2 grados Celsius ((3,6 F) y “realizar esfuerzos” para limitarlo a 1,5 grados Celsius.

Impuesto mínimo corporativo global

Herramienta para evitar la evasión de grandes empresas

Los líderes reunidos en Roma firmaron un acuerdo para que los países del G-20 promulguen un impuesto corporativo mínimo global del 15%. La tasa tiene como objetivo disuadir a las empresas multinacionales de eludir impuestos al trasladar las ganancias a países con impuestos ultrabajos donde las empresas pueden hacer poco negocio real.

La recuperación post pandemia

Recursos para los países más pobres

El grupo prometió seguir trabajando en una iniciativa francesa para que los países más ricos redirijan $100,000 mil millones en apoyo financiero a los países más necesitados de África en forma de derechos especiales de giro, una herramienta de cambio de divisas utilizada para ayudar a financiar las importaciones asignadas por el Fondo Monetario Internacional. Varios países individualmente ya han asignado unos $45,000 millones. Hay una preocupación porque la recuperación posterior a la pandemia está siendo desigual. Los países más ricos se recuperen más rápido debido a las vacunaciones extensivas y las grandes cantidades de gasto de estímulo que los países más pobres no pueden permitirse.

El carbón, un tema clave en la lucha contra el cambio climático, sigue sin resolverse

El futuro del carbón, una fuente clave de emisiones de gases de efecto invernadero, ha sido una de las cosas más difíciles de acordar para el G-20. Sin embargo, Estados Unidos y otros países esperan obtener un compromiso para poner fin al financiamiento en el extranjero de la generación de energía a partir del carbón, dijo a la AP un alto funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato.

Los países occidentales s e han alejado de la financiación de proyectos de carbón en países en desarrollo, y las principales economías asiáticas ahora están haciendo lo mismo: el presidente chino, Xi Jinping, anunció en la Asamblea General de la ONU el mes pasado que Beijing dejaría de financiar tales proyectos, y Japón y Corea del Sur hicieron algo similar a principios de año.

Sin embargo, China no ha fijado una fecha límite para la construcción de plantas de carbón en su país. El carbón sigue siendo la principal fuente de generación de energía de China, y tanto China como la India se han resistido a las propuestas de una declaración del G-20 sobre la eliminación progresiva del consumo interno de carbón.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo antes de la cumbre de Roma que intentó pero no pudo conseguir un compromiso sobre la eliminación del carbón por parte de Xi, que no viajó a la reunión y participó por videoconferencia.

En Glasgow, Johnson dijo, «queremos que estos líderes… se centren en los compromisos que pueden hacer, alejándose del uso de combustibles fósiles, alejándose de las centrales eléctricas de carbón a nivel nacional».

«La última oportunidad»: reclaman medidas urgentes al G-20

Los activistas climáticos esperaban que los países ricos del G-20 tomaran medidas para cumplir con un compromiso de larga data, pero aún por cumplir, de recaudar $100,000 millones anuales para ayudar a los países en desarrollo a avanzar hacia economías más verdes y adaptarse al cambio climático.

Las jóvenes activistas climáticas Greta Thunberg y Vanessa Nakate emitieron una carta abierta a los medios de comunicación mientras finalizaba la cumbre, enfatizando tres aspectos fundamentales de la crisis climática que a menudo se minimizan: que el tiempo se acaba, que cualquier solución debe brindar justicia a las personas más afectadas por el cambio climático, y que los mayores contaminadores a menudo se esconden detrás de estadísticas incompletas sobre sus verdaderas emisiones.

“La crisis climática solo se volverá más urgente. Aún podemos evitar las peores consecuencias, aún podemos revertir esto. Pero no si continuamos como hoy», escribieron, pocas semanas después de que Thunberg avergonzara a los líderes mundiales por su retórica de «bla bla bla» durante una cumbre climática juvenil en Milán.

El príncipe Carlos de Gran Bretaña también se dirigió al G-20 la mañana de este domingo e instó a los líderes a escuchar a los jóvenes, que están heredando el calentamiento de la Tierra, advirtiendo que «es la última oportunidad».

Charles, un veterano activista ambiental, dijo que las asociaciones público-privadas eran la única forma de lograr los billones de dólares en inversión anual necesarios para la transición a fuentes de energía limpias y sostenibles que mitigarán el calentamiento de las temperaturas globales.

“Es imposible no escuchar las voces desesperadas de los jóvenes que los ven como los administradores del planeta, que tienen la viabilidad de su futuro en sus manos”, dijo Charles.