Houston la más Barata Miami la Cara

Houston con la tasa de inflación más baja del país, Miami con la más alta

El más reciente reporte del Bureau of Labor Statistics revela las cifras de las 14 áreas metropolitanas más grandes del país.

En junio, el alza en la inflación anual cayó al 3%, su nivel más bajo en los últimos dos años. ¿Qué implica esto para nuestra economía? Para responder a esta pregunta, Jairo Gallego hizo el experimento de comprar con 100 dólares en un supermecado para ver que tanto le alcanza.

El país recibió ayer una buena noticia cuando se revelaron las cifras de inflación y nos notificaron que la tasa anual se ubicó en un 3%, un notable descenso comparado al 9% que se tuvo en el verano del 2022.

Sin embargo, al revisar las cifras más en detalle, hay una todavía una mejor noticia para Houston. De las 14 principales áreas metropolitanas de EEUU es la que tiene la menor tasa de inflación que, incluso, está por debajo de la cifra nacional.

De acuerdo con el Bureau de Labor Statistics, Houston tiene una tasa de inflación del 1.7%, una cifra que está por debajo -incluso- de la meta inflacionaria establecida por la Reserva Federal que es del 2%.

Según la Oficina de Estadísticas de Trabajo (BLS por sus siglas en inglés), en junio del 2022, la tasa de inflación en Houston se ubicó en el 10.2% (las más alta en más de 40 años), pero en los últimos 12 meses ha visto un descenso constante para caer en junio del 2023 al 1.7%.

En el otro extremo de la tabla, el área metropolitana de Miami se ubica como la más azotada por la inflación. A junio de este año, la tasa de precios al consumidor se ubica en el 6.9%, más del doble de la tasa nacional.

La segunda área metropolitana con mayor inflación en el país es la de Detroit con un 4.7%. En tercer y cuarto lugar se ubican las ciudades de Atlanta y Seattle con sus respectivas áreas aledañas. En quinto lugar con mayor inflación en el país, se ubica el área metropolitana de Phoenix.

En Texas, otra de las grandes áreas metropolitanas (Dallas-Fort Worth) registra una elevada tasa de inflación que al mes de mayo se ubicaba en el 4.7%.

Lo notable del caso de Miami -comparado con el de Houston- es que hace un año las dos ciudades registraban, prácticamente, el mismo nivel de inflación, pero el descenso en la tasa en el sur de Florida no se ha comportado al mismo nivel de otras áreas del país.

Los expertos aseguran que -en gran parte- esto se debe a los altos precios de vivienda y renta que viven en Miami y sus ciudades aledañas.

Hispanos con Problemas Para Superar Cuesta de Enero en Houston

Así lo revelan las más recientes cifras reveladas por el Buró del Censo de Estados Unidos.

La inflación ha llevado a más personas a buscar todo tipo de descuentos.

El 88% de la población en Houston está usando cupones, ofertas y tiendas de bajo precio para hacer sus compras.

El sentimiento de estrés ha bajado entre los hispanos comparado con los niveles expresados a finales del 2022.

La encuesta «El Pulso de los Hogares» la hace el Buró del Censo de EEUU todos los meses.

El incremento en los precios de los alimentos ha creado un estrés adicional para el 83% de los residentes hispanos de Houston.

Así lo revelan las más recientes cifras del Buró del Censo de Estados Unidos publicadas a finales del mes de enero, que analizan el sentimiento de la comunidad frente a varias situaciones de la cotidianeidad.

De acuerdo con estas cifras que recogen la opinión de los hispanos de la ciudad de Houston, esta cifra ha bajado en comparación con el sentimiento expresado en el mes de diciembre pasado cuando el porcentaje se ubicó en el 90%.

Las cifras de estrés entre los hispanos son más altas que los otros grupos poblacionales (anglosajones, negros, asiáticos y aquellos que se consideran de dos razas) y que en conjunto se ubican en el 79%.

El 70% de los anglosajones mostraron niveles de estrés moderado o muy alto por los altos precios, el 81% de los afroamericanos y el 75% de los asiáticos.

Esta cifra se mantuvo en enero al mismo nivel que la expresada en diciembre.

Según el estudio hecho por el Buró del Censo, el 88% de la población en general de Houston ha decidido hacer sus compras en tiendas de menor costo o aprovechando el uso de ofertas o cupones.

En diciembre pasado, sobre esta misma pregunta, el 87% de los residentes de la ciudad contestaron afirmativo al uso de cupones, ofertas o uso de tiendas de bajo precio.

La encuesta “El Pulso de los Hogares” es hecha por el Buró del Censo de EEUU durante una semana todos los meses con el propósito de medir el sentimiento de los ciudadanos en todo el país sobre temas como economía, salud, bienestar general, educación, empleo, seguridad alimentaria y vivienda, entre otros.

A un mes la Inflación y Aborto Marcan las Campañas Políticas

A un mes de la votación, los republicanos son favoritos para la Cámara de Representantes, mientras en el Senado la igualdad es máxima

La mayoría de los candidatos republicanos a las elecciones legislativas no reconocen aún los resultados de las presidenciales de 2020, en las que Joe Biden derrotó a Donald Trump. El bulo del robo electoral no solo ha polarizado hasta el extremo la política estadounidense, sino que convierte en una prueba de fuego las elecciones del próximo 8 de noviembre, en las que se prevén resultados ajustados en circunscripciones decisivas. A un mes de la fecha oficial (aunque muchos Estados ya han empezado a votar por correo), los republicanos quieren que las elecciones sean un referéndum sobre la gestión de Biden en materia de inflación, inmigración y delincuencia. Los demócratas las presentan como una batalla por la democracia y también aspiran a movilizar al voto femenino partidario del derecho al aborto. Y luego está el factor Trump.

La historia dice que las elecciones de mitad de mandato suelen ser una escabechina para el partido del presidente en el poder, el demócrata, en este caso. Hace unos meses se daba por seguro que esa tradición se iba a respetar, dada la baja popularidad de Joe Biden. Ahora, sin embargo, a un mes de la cita con las urnas, nada está decidido. Las encuestas apuntan al Partido Republicano como favorito en la Cámara de Representantes, pero sin la victoria asegurada. En las elecciones al Senado, mientras, la igualdad es máxima y la batalla se decidirá en un puñado de Estados.

El 8 de noviembre se vota a toda la Cámara de Representantes (435 escaños) por dos años, y se renueva también algo más de un tercio del Senado (35 de los 100 puestos), donde los elegidos tienen un mandato de seis años. Además, se eligen 36 gobernadores de Estados, la mayoría de los parlamentos estatales e incontables fiscales, alcaldes y otros cargos. Junto a ello, habrá referéndums estatales y locales que van del aborto al sueldo mínimo de los camareros, pasando por la sindicalización obligatoria de los trabajadores.

Es la renovación de las dos Cámaras del Congreso la que centra más la atención, pues Biden se arriesga a perder la precaria mayoría parlamentaria de que disfruta. Los republicanos están decididos a convertir en un infierno la segunda mitad de su mandato si ganan, con procesamientos políticos (impeachment) de altos cargos, comisiones de investigación, vetos a nombramientos y bloqueo legislativo. Aunque numerosos presidentes han tenido que gobernar con el Congreso en contra, eran capaces de lograr soluciones de compromiso que se ven muy difíciles con un país tan polarizado políticamente.

“Las elecciones intermedias suelen ser un referéndum sobre el presidente en el cargo”, según Doug Schwartz, experto electoral y director de la Encuesta de la Universidad de Quinnipiac (Connecticut). “Aunque ha mejorado significativamente en los últimos meses, Biden sigue siendo impopular. Y tradicionalmente, eso no es un buen augurio para el partido del presidente. La inflación aparece constantemente como el tema más importante desde marzo en nuestras encuestas nacionales y los votantes están descontentos con el estado de la economía. Eso no augura nada bueno para el partido en el poder”, añadía este viernes en una charla con periodistas internacionales.

Schwartz, sin embargo, hace algunas matizaciones importantes. Algunos de los senadores que se juegan su puesto tienen un índice de aprobación mucho más alto que el de Biden y los electores distinguen ambas cosas. Y hay gran diferencia entre los temas que los votantes de distinto signo consideran más importantes: “Los republicanos y los independientes sitúan continuamente la inflación como el tema más urgente, pero en nuestra última encuesta nacional, los demócratas citaron el aborto como el más urgente”.

Las grandes batallas

El Senado es la cámara con más poder y ahí las cosas están igualadas al máximo. Ahora hay un empate a 50 senadores que solo deshace la vicepresidenta, Kamala Harris. De los 35 escaños en juego el 8 de noviembre, 21 son de republicanos y 14, de demócratas, pero en pocos la competición está abierta. Si se suman los que no se renuevan y los que las encuestas atribuyen a uno y otro partido con más claridad, resulta que tanto republicanos como demócratas tienen prácticamente asegurados 46 escaños.

De los ocho donde se centra la batalla, los republicanos van por delante para conservar escaños en Carolina del Norte, Ohio y Wisconsin que ya son suyos, mientras que los demócratas tienen más ventaja en principio para mantener New Hampshire y Arizona, aunque en los cinco la batalla está abierta. Donde las elecciones están más disputadas —suponiendo que las encuestas no minusvaloren el voto republicano como en 2020— es en Pensilvania, Nevada y Georgia.

Nevada es el escaño demócrata que los republicanos más confían en conquistar. En cambio, los demócratas parecen en condiciones de arrebatar Pensilvania a los republicanos. En Georgia, que puede ser decisivo, los republicanos partían con ventaja, pero su candidato, el exjugador de fútbol americano Herschel Walker, que ganó las primarias gracias al apoyo de Trump, va de escándalo en escándalo. Proclamado antiabortista defensor de los valores conservadores, primero hizo frente a acusaciones de maltrato a su mujer. Ahora ha sido acusado de pagar el aborto a una novia. Walker contestó que ni siquiera conocía a esa mujer, pero resulta que tuvo más tarde un hijo con ella, del que apenas se ha ocupado, según los indicios que se acumulan. La mujer sostiene además que Walker rompió con ella por negarse a abortar de nuevo. El hijo que se le conocía hasta ahora —le han aparecido varios con diferentes mujeres en la campaña— lanzó un ataque furibundo contra él en las redes sociales: “Todo ha sido una mentira”.

En la campaña de las primarias, los demócratas jugaron con frecuencia la carta de apoyar subrepticiamente a los candidatos republicanos más extremistas (gastando decenas de millones en ello) con la esperanza de que serán más fáciles de batir el 8 de noviembre.

Varios de esos candidatos compiten por escaños de la Cámara de Representantes, donde los demócratas apenas tienen margen de error. La delimitación partidista de los distritos (gerrymandering), esta vez con el nuevo censo de 2020, hace compatible una victoria demócrata en voto popular con una mayoría republicana en la Cámara Baja. Además, provoca que, en la práctica, los republicanos tengan de antemano casi asegurados 202 escaños, por 177 demócratas, según las encuestas. De los otros 56, los republicanos llevan ventaja en 10 y la mayoría son 218 escaños, así que les bastaría amarrar esa decena y ganar solo 6 de los 26 en que la elección parece una moneda al aire para asegurarse la victoria. En numerosos distritos competitivos (situados en Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada y California), el voto latino puede resultar decisivo.

Movilización femenina

Los demócratas también aspiran a movilizar masivamente a las mujeres partidarias del aborto tras la sentencia del Tribunal Supremo de junio pasado que lo abolió como un derecho en el conjunto del país y dejó su regulación en manos de los Estados. “Creo que las mujeres están movilizadas en este tema. La participación es una de las cosas más difíciles de predecir para los encuestadores, así que no puedo decirlo con seguridad, pero parece que este es un tema que está activando a las mujeres”, sostiene Doug Schwartz, que pone como ejemplo el referéndum que blindó el aborto en Kansas en agosto.

La otra baza que quieren jugar los demócratas es la lucha por la democracia. “Donald Trump y los republicanos MAGA [siglas del Make America Great Again, el lema de Trump] representan el extremismo que amenaza los fundamentos mismos de nuestra República”, dijo Biden en un discurso solemne en Filadelfia a principios de septiembre, pocos días después de tildar de “semifascismo” la ideología de los republicanos más extremistas.

Muchos de ellos no reconocen la victoria de Biden en las elecciones ni condenan el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Y hay riesgo de que la disputa por el resultado electoral se repita tras el 8 de noviembre. El escrutinio puede tardar días o semanas, dadas las diversas regulaciones estatales, en “un sistema muy lioso y confuso”, como lo califica Lisa Bryant, directora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de California. Bryant recuerda que, por primera vez, en las elecciones de 2020 “hubo amenazas reales a los trabajadores electorales”. “Tuvimos trabajadores electorales en todo el país que recibieron intimidaciones y amenazas de violencia si las elecciones no salían como ellos querían”, añadía este viernes por videoconferencia.

“El enemigo del Estado es él y el grupo que lo controla”, replicó solo dos días después Trump. “No somos nosotros los que amenazamos la democracia, sino los que queremos salvarla. La amenaza para el país es la izquierda radical”, añadió en un mitin en Pensilvania.

“Donald Trump no se presenta, pero la investigación sobre los documentos clasificados incautados en su casa de Florida le ha puesto en primera línea junto con la investigación sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero. Su apoyo a varios candidatos republicanos y la perspectiva de otra candidatura a la presidencia están ahí”, señala, Schwartz, que admite que la gran incógnita es el impacto que tendrá eso en las elecciones. Trump no solo moviliza a sus partidarios, sino también a sus detractores, y además puede ahuyentar a los votantes más centristas en unas elecciones que, en parte, también pueden interpretarse como una reedición de las presidenciales de 2020 o un probable anticipo de las de 2024.

Inflación Sigue Siendo un Problema los Estadounidenses

El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el indicador clave para medir la inflación, acumula un 8.3% en los últimos 12 meses (hasta agosto). Eso es una ligera baja respecto al mes anterior, pese a que los precios de la gasolina vienen bajando sustancialmente desde hace 90 días.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC), uno de los indicadores de referencia para medir la inflación, subió 0.1% en agosto después de haber permanecido sin cambios en julio, indicó la Oficina de Estadísticas del Departamento de Trabajo. En los últimos 12 meses (hasta agosto) este índice acumuló una alza de 8.3%.

Se trata de una baja respecto al 8.5% registrado hasta el mes de julio. Sin embargo, esa cifra sigue estando muy por encima de los niveles de inflación que habitualmente se ven en Estados Unidos y ello podría presagiar más subidas agresivas de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal.

«Los aumentos en los índices de vivienda, alimentos y atención médica» fueron los factores que más impulsaron la subida mensual, aunque estos aumentos «se vieron contrarrestados por una disminución del 10.6% en el índice de gasolina», apunta el reporte. Entre los índices más notables que bajaron en agosto están «tarifas aéreas, comunicación, automóviles y camiones usados».

Tal como reseña The Associated Press, «un aumento en los precios de enseres básicos, en los alquileres y las tarifas eléctricas», no ha desacelerado mucho el índice inflacionario, «agobiando a muchas familias y generando un pesimismo generalizado hacia la economía pese a un sólido mercado laboral y un desempleo bajo».

Sin embargo, este número llega cuando los precios de la gasolina, que es uno de los productos de consumo diario que más había aumentado en los últimos meses y afectado los bolsillos de los consumidores, ha dado signos consistentes en bajada. El promedio de precio en las gasolineras ha estado a la baja por al menos 90 días consecutivos.

Según Asociación Americana de Automóviles (AAA), cuyo índice de precios de combustibles es referencia en Estados Unidos, un galón de gasolina regular costaba un promedio de $3.74 hasta el último viernes, por debajo de los $ 5 a mediados de junio, es decir, cerca de un 25% menos que lo que costaba en el pico de ese mes.

Algunos expertos en economía habían pronosticado que el informe de IPC mostraría un 8.1% en los últimos 12 meses, por debajo del máximo alcanzado en cuatro décadas de 9.1% en junio, según el sitio de análisis de datos FactSet.

Algunos expertos apuntan a que la bajada de un mes a otro de este índice clave de inflación ha sido demasiado leve si se toma en cuenta que la gasolina (que al final afecta los precios de la mayoría de los bienes y servicios en el país) ha registrado bajadas.

La inflación, un dolor de cabeza

La inflación ha aumentado las facturas de comestibles, los alquileres y los costos de los servicios públicos de las familias, causando dificultades en los hogares y profundizando el pesimismo sobre la economía a pesar del fuerte crecimiento del empleo y el desempleo históricamente bajo.

Las señales de que la inflación podría haber alcanzado su punto máximo podrían impulsar las perspectivas de los demócratas en las elecciones de mitad de período y es posible que ya hayan contribuido a índices de aprobación pública ligeramente más altos para el presidente Joe Biden.

En sus discursos, Biden generalmente ha dejado de referirse al impacto de los altos precios en los presupuestos familiares. En cambio, ha destacado los logros legislativos recientes de su administración, incluida una ley promulgada el mes pasado que pretende reducir los precios de los productos farmacéuticos y luchar contra el cambio climático.

Aun así, los republicanos culpan al paquete de rescate financiero de 1.9 billones de dólares de Biden, aprobado en marzo de 2021, por contribuir al aumento de los precios, pese a que el contexto de alta inflación es un fenómeno mundial al igual que la subida de los precios de los combustibles.

Muchos economistas acuerdan en que la subida de los precios generalizada está vinculada a los reacomodos económicos relacionados con la pandemia: cadenas de suministro que se han roto; la invasión rusa a Ucrania y la escasez generalizada de artículos como los semiconductores (chips).

La Reserva Federal y su lucha contra la inflación

Los rápidos aumentos de tasas de la Reserva Federal (Fed), los más rápidos desde principios de la década de 1980, generalmente conducen a costos más altos para hipotecas, préstamos para automóviles y préstamos comerciales, con el objetivo de desacelerar el crecimiento y reducir la inflación.

La tasa hipotecaria promedio a 30 años subió a casi 5.9% la semana pasada, según el comprador de hipotecas Freddie Mac, la cifra más alta en casi 14 años.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que necesitará ver varios meses de lecturas de baja inflación que sugieran que los aumentos de precios están retrocediendo hacia su objetivo del 2% antes de que pueda suspender sus aumentos de tasas.

La Fed también sigue de cerca los precios que excluyen las categorías volátiles de alimentos y energía. La llamada inflación «básica» también ha caído desde su punto máximo, aunque se prevé que aumente hasta el 6.1% en agosto en comparación con hace un año, desde el 5.9% de julio.

La Inflación Mucha más Alta de lo Esperada

El IPC supera las previsiones de la Casa Blanca y de los expertos, que preveían un 8,8%. Energía, alquileres y alimentación impulsan la subida

Un nuevo pico desde los años ochenta, que esta vez ya roza los dos dígitos. Los datos del índice de precios al consumo (IPC), la principal herramienta para medir la inflación, arrojan un incremento del 9,1% en junio en comparación con el año anterior, el ritmo anualizado más rápido desde 1981. En tasa mensual, los precios escalan un 1,3% y la inflación subyacente mensual, descontados los precios más volátiles de energía y alimentos, un 0,7%. El alza fue propulsada por los precios más altos de la gasolina, el aumento de los alquileres y el notable encarecimiento de los comestibles.

Los datos superan las previsiones de los expertos, que apuntaban a una subida del 8,8% y el 1,1%, respectivamente. Incluso la Casa Blanca se había curado en salud, advirtiendo de que se registraría un índice de inflación “muy elevado en junio a causa del precio de la gasolina”, explicó este miércoles la portavoz, Karine Jean-Pierre. En mayo, la subida fue del 8,6% y del 1%, respectivamente. Para la Administración de Joe Biden, una inflación en máximos es la peor baza posible para las elecciones de medio mandato, en noviembre.

El aumento ha sido generalizado, siendo los índices de gasolina, vivienda y alimentos los mayores contribuyentes. El índice de energía subió un 7,5% durante el mes y contribuyó casi la mitad del incremento, con el precio de la gasolina un 11,2% más caro. En cuanto a la alimentación, según muestran los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas de EE UU, subió un 1% en junio.

El endurecimiento rápido de la política monetaria en EE UU para contener la presión de los precios alimenta la inquietud sobre el crecimiento y pone nerviosos a los mercados. Los últimos datos de inflación animan a la Reserva Federal a otro gran aumento de los tipos, con una probable subida de tres cuartos de punto porcentuales en su próxima reunión, a finales de este mes, una previsión corregida y aumentada por Nomura, que a la vista del nuevo récord ha anticipado un posible incremento de 100 puntos básicos.

Las incipientes señales de alivio que los economistas esgrimían antes de la publicación del IPC de junio apuntaban a la discreta pero sostenida caída de los precios del gas. Se trata de un descenso demasiado reciente como para reflejarse ya el mes pasado, pero, según los expertos, podría ayudar a revertir la tendencia alcista. Desde Israel, donde este miércoles ha iniciado una visita oficial que también le llevará a Arabia Saudí, el presidente Biden ha defendido sus políticas económicas y recalcado que la cifra del 9,1% está “desactualizada” debido a la reciente caída en los precios de la gasolina.

Casi todos los analistas consideraban que este puede ser el último pico histórico de la inflación, ya que, aparte del precio de la energía y los alimentos, las tendencias de consumo de todos los demás bienes están comenzando a moderarse. Target, al igual que otros grandes minoristas, informó recientemente de que tenía problemas para dar salida a su inventario, lo que demuestra una incipiente contención del gasto por parte del consumidor estadounidense. El alivio, en todo caso, parece que será lento.

El Fondo Monetario Internacional ha recortado sus proyecciones de crecimiento para la economía estadounidense y advertido de que un aumento generalizado de la inflación plantea “riesgos sistémicos” tanto para el país como para la economía mundial. Los datos de empleo en junio, más positivos de lo esperado, alejan, sin embargo, el temor a la recesión y animan a la Fed a subir más los tipos.

Puertos de Los Angeles a Trabajar 24/7

Los dos puertos en el sur de California representan el 40% de los contenedores con envíos en EEUU. El cambio en sus operaciones busca frenar la inflación, ajustar precios y crear más trabajos.

La administración de Joe Biden ha anunciado que permitirá que el Puerto de Los Ángeles y Long Beach operen 24/7. El cambio permitirá agilizar la distribución de productos retenidos en más de 147 barcos cargueros retenidos en las afueras de los muelles del sur de California y frenar la inflación en EEUU.

Los puertos en Los Ángeles y Long Beach en California, representan el 40% de todos los contenedores de envío que ingresan a los EEUU.

Los cambios de operación buscan agilizar la operación de movilización y descarga de los contenedores que se encuentran estancados en los muelles. El resultado principal será frenar el desabastecimiento antes de las compras navideñas.

La administración de Biden podría estar facilitando el proceso para que más personas puedan obtener las licencias de conducción de los tráileres en los que se llevan los productos hasta las ciudades.

El esfuerzo por agilizar el proceso de la cadena de suministro y mover los portacontenedores varados en el puerto de la costa oeste ayudará a que se ajusten los precios para los consumidores estadounidenses.

La cadena de suministro en EEUU se impactó durante la pandemia del coronavirus. Aumentando la escasez, así como el desempleo entre los trabajadores del sector.

Entre la propuesta de Biden, Amazon, Walmart, Target y FedEx, entre otras empresas minoristas y de distribución, podrán entrar a los puertos en los nuevos horarios y así apresurar la distribución de productos a nivel estatal y nacional.

Los impactos inmediatos del cambio serán los ajustes de precios para muchos artículos que debido a la escasez aumentaron. Además, permitirá la creación de empleo en todas las áreas de la cadena logística en el puerto y en las empresas contratistas del servicio de distribución y transporte.

El presidente Joe Biden planea discutir el acuerdo durante un discurso más tarde el miércoles sobre los problemas de la cadena de suministro que han obstaculizado la recuperación económica de la pandemia de coronavirus.