¿Qué pasaría si el jurado absuelve a El Chapo y por qué no ha llegado todavía a un veredicto?

Tras 11 semanas de juicio, 56 testigos, horas de grabaciones y miles de documentos en el juicio en contra de El Chapo, Joaquín Guzmán Loera, parece que el jurado ha quedado con más preguntas que respuestas. Por ello, durante los últimos tres días han pedido revisar el testimonio de seis testigos clave de la fiscalía.

Pero es tal el volumen de las transcripciones que han solicitado, y que les ha sido concedido por el juez Brian Cogan de la corte de Brooklyn en Nueva York, que tanto el juez como la defensa advierten que el juicio podría prolongarse más allá de esta semana.

¿Qué pide el jurado?

Tan sólo leer en la corte la transcripción completa del testimonio de los hermanos Cifuentes de Colombia, que han sido una parte fundamental del alegato de la fiscalía en contra del capo mexicano, tomaría 4 ó 5 días, según el juez Brian Cogan. Aunque Cogan no accedió a que se volvieran a leer en la corte las declaraciones de los Cifuentes, sí concedió al jurado una copia física de cientos de páginas con la transcripción de todo lo que dijeron.

Alex Cifuentes, el hermano menor, vivió 2 años con El Chapo en el Triángulo Dorado, la región de la Sierra Madre Occidental donde colindan los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, trabajando como su secretario particular. Jorge dijo que era el proveedor de cocaína de El Chapo en Colombia.

También han recibido la transcripción del Rey Zambada, hermano de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, actual líder del cártel de Sinaloa, quien habló sobre un proveedor de droga del cártel que trabajaba para Guzmán. Y la de Juan Aguayo, un agente de la Patrulla Fronteriza que habló de una llamada telefónica en la que se hacía referencia al “hielo”, un precursor de la substancia metanfetamina.

Adicionalmente, las siete mujeres y cinco hombres del jurado solicitaron este miércoles copias de los testimonios de El Vicentillo, miembro del clan Zambada en el cártel de Sinaloa; y de Dámaso López, alias El Licenciado, quien confesó haber ayudado a Guzmán mientras fue director del penal del que se fugó en 2001.

¿Y exactamente a qué se enfrenta?

Las mujeres y hombres del jurado no sólo se enfrentan “a una avalancha de evidencia”, por usar la frase que acuñó la fiscalía, sino que además deben cumplir con exactitud las instrucciones del juez para llenar un complejo formulario de ocho páginas con 53 opciones que deben ser cruzadas: “culpable o inocente”, “Probado o no probado” o, simplemente, “Sí o no”.

Contra Guzmán pesan 10 acusaciones, la principal por dirigir una empresa “continua” de narcotráfico de 1990 a 2014. Tan sólo esta acusación cuenta con 27 violaciones y para que sea declarado culpable el jurado debe coincidir de manera unánime en que incurrió en al menos 3 de estas violaciones.

Este martes, por ejemplo, además de las transcripciones de los testimonios, el jurado solicitó revisar una llamada telefónica de El Chapo que el Gobierno interceptó, donde éste discute la venta de metanfetamina.

Pero establecer la responsabilidad de un delito es más complejo de lo que parece. Para empezar, deben estar seguros de qué delito se comete con una determinada conducta. Por ejemplo, este miércoles, el jurado quiso que el juez explicara si el asesinato de un miembro de un cártel por un miembro de otro cártel “constituye un crimen de tráfico de drogas”. La respuesta fue no.

Estas preguntas sólo destacan la complejidad de los cargos a los que se enfrentan hombres y mujeres que no necesariamente tienen una formación profesional en derecho o una educación superior.

¿Qué pasaría si el jurado lo absuelve?

Aunque las probabilidades de que El Chapo sea absuelto por este jurado son mínimas, la probabilidad de que salga libre es infinitesimal. En el remoto caso de que el actual jurado no lo encontrara culpable de ninguno de los 10 cargos que se le imputan, muchos de los cuales acarrean la cadena perpetua o sentencias de varias décadas, que a sus 61 años implicarían una virtual condena de por vida, el Gobierno simplemente podría volver a iniciar el juicio en otra demarcación: California, Texas, Illinois, Arizona y Florida también le quieren preso.

Además, el tratado de extradición que tiene Estados Unidos con México establece que si El Chapo se encontrara con vida al momento de finalizar todas sus penas en Estados Unidos, aún debería regresar a México para ser juzgado.

Fuente: Telemundo

Inician Deliberaciones en el Sucio del Chapo

Joaquín «El Chapo» Guzmán, que fue catalogado como el delincuente más buscado del planeta, fue sometido a una serie de exámenes médicos y de ADN después de ser arrestado por las autoridades mexicanas.

Después de casi tres meses de testimonios sobre una vasta conspiración de narcotraficantes impregnada de violencia, un jurado inició el lunes las deliberaciones en el juicio en Estados Unidos al capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Un juez federal en Brooklyn instruyó a los jurados en la mañana antes de pedirles que comenzasen a decidir el veredicto de Guzmán, quien enfrenta cadena perpetua si es declarado culpable.

El jurado ha escuchado meses de testimonios sobre el ascenso de Guzmán al poder como jefe del cartel de Sinaloa. Los fiscales dicen que es responsable de contrabandear al menos 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos y una ola de asesinatos en guerras territoriales con otros grupos del crimen organizado.

Guzmán, de 61 años, es conocido por escapar de la cárcel dos veces en México. Para cerrar los argumentos, la fiscal Andrea Goldbarg dijo que “El Chapo” estaba planeando otra fuga cuando fue enviado en 2017 a Estados Unidos, donde ha estado en régimen de aislamiento desde entonces.

El acusado quería escaparse “porque es culpable y no quería estar nunca en una posición en la que tendría que responder por sus crímenes”, dijo Goldbarg. “Él quería evitarse estar sentado aquí. Delante de ustedes”.

La defensa afirma que el papel del capo mexicano ha sido exagerado por testigos colaboradores de la defensa que buscan indulgencia en sus propios casos. En sus argumentos de cierre, el abogado defensor Jeffrey Lichtman dijo que el caso era una “fantasía” e instó al jurado a no creer a los cooperadores que «mienten, roban, engañan, venden drogas y matan personas» para ganarse la vida.

La semana pasada, documentos judiciales revelaron acusaciones inquietantes no escuchadas por el jurado: que Guzmán tuvo relaciones sexuales con niñas de tan solo 13 años. Un narcotraficante colombiano les dijo a los investigadores que el capo pagó 5.000 dólares para que le llevaran a las niñas y que a veces las drogaban, de acuerdo con los legajos.

La apertura de los documentos judiciales se dio a partir de una solicitud de The New York Times y Vice News. El juez federal Brian Cogan ordenó a los fiscales revisar el material _originalmente sellado porque se consideró que no estaba relacionado con los cargos de drogas_ y que se hicieran públicas algunas partes días después de que el gobierno presentó su caso contra Guzmán.

Los abogados del acusado dijeron que su defendido niega las acusaciones.

Defensa del Chapo Solamente Dura Media Hora

La fiscalía estadounidense presentó abrumadoras evidencias contra el narcotraficante, incluido el testimonio de 56 personas.

Durante casi tres meses, la fiscalía estadounidense presentó abrumadoras evidencias contra el Chapo Guzmán en una corte de Nueva York, incluido el testimonio de 56 personas. Este miércoles fue el turno de la defensa, que se tomó apenas media hora para defender al mítico capo mexicano.

El único testigo llamado por los abogados del exjefe del cártel de Sinaloa Joaquín «Chapo» Guzmán fue el agente especial del FBI Paul Roberts, que entrevistó en febrero de 2017 a Jorge Cifuentes, un proveedor de cocaína del acusado encarcelado en Estados Unidos que declaró contra el capo en su juicio.

Roberts tomó notas a mano de su entrevista con Cifuentes que indican que éste le dijo que un oficial de inteligencia de la Marina estadounidense corrupto le mostró en 2010 una llave USB con evidencias de una investigación estadounidense contra el Chapo y la familia de narcos colombiana Cifuentes.

En un intento de socavar la credibilidad de Jorge Cifuentes, el abogado del Chapo Jeffrey Lichtman sugirió que el narco colombiano usó lo que vio en esa llave USB para contar al gobierno estadounidense lo que éste quería saber sobre el Chapo.

Pero en su contrainterrogatorio de Roberts, la fiscalía argumentó que el supuesto oficial de la Marina era colombiano -como había indicado Jorge Cifuentes en una entrevista anterior con otros agentes- y que Roberts cometió un error al anotar su nacionalidad, o fue un error del traductor, o del propio Cifuentes.

El agente del FBI, llamado a atestiguar a favor del Chapo, parecía nervioso, y su voz temblaba un poco. Lichtman fue agresivo, como si estuviera contrainterrogando a un testigo de la fiscalía.
«Le recuerdo que este es su testigo», dijo el juez Brian Cogan a Lichtman. «No discuta con él».

Los argumentos de cierre del gobierno comenzarán este miércoles, y seguirán los de la defensa.

La fiscalía pide al juez impedir que los abogados del Chapo afirmen que su cliente fue víctima de una traición de su exsocio y colíder del cártel de Sinaloa Ismael «Mayo» Zambada, en colusión con funcionarios mexicanos corruptos, y de una conspiración entre Estados Unidos y México para encubrir la corrupción en el país latinoamericano.

La fiscalía asegura que eso es falso y además «totalmente irrelevante para la culpabilidad del acusado».

El jurado podría comenzar a deliberar desde este viernes.

El gobierno asegura que el Chapo era el jefe de un imperio criminal que traficó toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos a lo largo de 25 años, embolsándose en el camino 14,000 millones de dólares.

Si es hallado culpable puede ser condenado a cadena perpetua.

Compadre del Chapo Describe Sobornos

+ Ex piloto de «El Chapo» aseguró que el capo sobornó a policías mexicanos
+ Miguel Ángel Martínez, ex empleado del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, indicó que el capo daba dinero a los funcionarios de seguridad a cambio de plazas libres para distribuir la droga.
+ Las pistas de aterrizaje clandestinas se encontraban en Guadalajara, Sonora, Culiacán, Nayarit y Guanajuato

La corrupción en el gobierno de México salió a relucir este jueves nuevamente en el juicio contra Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera cuando Miguel Ángel Martínez Martínez, su ex piloto, ex gerente de sus negocios y ahora testigo del gobierno, aseguró que el acusado pagó sobornos a la policía mexicana para que le permitieran traficar drogas.

Entre los que presuntamente aceptaron sobornos de Guzmán Loera, Martínez identificó, y en su primera aparición en la Corte, a Guillermo González Calderoni, quien en ese entonces tenía a su cargo la oficina en Guadalajara de la dirección general de Seguridad de la Procuraduría.

De acuerdo con el testimonio de Martínez, alias «el Gordo», «el compadre» y «Tololoche», Guzmán Loera se refirió a este funcionario como su «amigo» y también le dijo que «era un policía bien inteligente».

Testigo protegido de la Fiscalía, Martínez entró a la sala del juez Brian Cogan, que preside el caso, vestido con chaqueta y pantalón azul, camisa azul claro y corbata roja sin voltear a mirar a su ex jefe, a quien identificó por pedido de la fiscalía.

El ex piloto de «El Chapo» aseguró que entre 1987 y hasta más o menos 1992 le dieron «mucho dinero» a González Calderoni, un periodo en el que dijo le entregaron «dos o tres veces 10 millones de dólares cada ocasión», y que ese dinero le fue enviado en aviones de Guzmán Loera para que le permitiera trabajar con la droga.

El testimonio de Martínez, quien según ha dicho en el proceso la defensa de Guzmán Loera casi perdió la nariz al consumir cuatro gramos de cocaína al día, creó gran expectativa dadas las medidas de seguridad puestas en marcha, como la prohibición de que los artistas que acuden a la corte dibujen su rostro real.

El ex empleado del capo indicó que este y González Calderoni se conocieron en 1987, y que fue este funcionario quien advirtió al acusado que el gobierno de EE.UU. había establecido una base para interceptar los aviones que venían de Colombia con droga, además de informar si había una investigación o qué hacer para no ser capturado.

Martínez, que trabajó para el capo de la droga entre 1986 y 1998, aseguró que supo esta información del propio Guzmán Loera porque él no estaba a cargo de pagar sobornos a la policía, sino Humberto Loya Castro.

González Calderoni fue asesinado en Texas en febrero de 2003 de un balazo en la cabeza mientras conducía su Mercedes Benz.

En su primer testimonio durante el histórico juicio a quien se considera uno de los capos más poderosos, también dijo, al detallar cómo se traficaba la droga desde Colombia a México para luego enviarla a EE.UU, que las pistas de aterrizaje clandestinas estaban en Sonora, Culiacán, Nayarit, Guadalajara y Guanajuato, y que se usaron aviones entre 1990 a 1995.

Explicó que los lugares fueron elegidos por Guzmán Loera porque eran las plazas «donde la policía (a los que pagaban sobornos) le permitían trabajar» y que la droga era recibida por él mismo, Arturo y Héctor Beltrán Leyva, Martín Moreno y otras personas que no conocía.

Además de piloto, Martínez se encargaba de hablar con los cárteles de Colombia (en Cali y Medellín) para recibir de ellos la mayor cantidad posible de cocaína, almacenarla y enviarla a EE UU.

Explicó además, en su detallado testimonio, las claves de comunicación que usaban para las operaciones de narcotráfico, así como sus funciones en la organización, que cambió el transporte para traer la droga en barcos por seguridad.

Expuso que las embarcaciones colombianas y las de Guzmán Loera se encontraban en aguas internacionales donde se transfería el cargamento a los barcos de su jefe. 55% del dinero de la venta de esta droga era para los colombianos y el 45 % para el Chapo, según el testigo.

Martínez detalló que el cartel operaba como una corporación, cuyos empleados aumentaron de unos 25, cuando él comenzó, a unos 200, que incluía pilotos, aviones, capitanes de barcos, distribuidores de droga y otros que blanqueaban el dinero.

«86 45» no son Sólo Números

+ Una taquería lanza el mensaje “86 45” para acabar con Trump. Ahora paga las consecuencias
+ Los Números piden Juicio Contra Trump

Un restaurante mexicano de Westerly (Rhode Island) ha denunciado haber recibido amenazas e insultos de todo el país por poner a la venta camisetas con mensajes pidiendo que se haga juicio político (impeachment, en inglés) al presidente, Donald Trump, para expulsarle de la Casa Blanca.

Wendy Carr, propietaria del restaurante Amigos Taquería y Tequila, ubicado en una pequeña localidad costera, asegura que su negocio puso a la venta camiseta con la leyenda “86 45” para recaudar fondos con los que apoyar a candidatos políticos en las elecciones del 6 de noviembre. La plantilla del local vistió las prendas ese día.

Según explicó al diario The Westerly Sun, “86” se refiere, en el lenguaje de los restaurantes , a un pedido del que hay que deshacerse o sustituir por otro; mientras que “45” es el número de presidente de Trump, el cuadragésimo quinto ocupante de la Casa Blanca.

Entre las críticas recibidas se cuenta la de Elaine Morgan, senadora estatal republicana, que considera que las camisetas son una llamada a ejercer la violencia contra el presidente, según informa la agencia de noticias The Associated Press. “Para comida significa deshacerse de, para personas significa asesinar… 86 a alguien significa asesinarle”, explicó la senadora. El diccionario de término de la calle confirma en Internet la interpretación de la senadora.

La dueña del restaurante ha negado sin embargo que apoyen ningún tipo de acto violento, aunque ha añadido que ya no están a la venta ni las vestirán sus empleados. Efectivamente, camisetas con esa misma leyenda (86 45) se pueden adquirir fácilmente en Amazon u otras tiendas, y se publicitan no con el fin de asesinar a Trump sino con el de someterle a juicio político.

Morgan (que en 2015 acusó a los musulmanes de “querer asesinar, violar y decapitar a cualquier que no lo sea”), alertó en Facebook de la venta de las camisetas porque quería que hubiera “repercusiones” contra quienes las vistieran.

Testigo Protegido Declara en Contra del Chapo

+ Testigo en juicio del Chapo: nunca le traicioné y él me mandó matar 4 veces

Un ex piloto y amigo del capo mexicano del narcotráfico Chapo Guzmán que fue forzado a declarar en su contra por el gobierno estadounidense en su juicio aseguró el miércoles que aunque nunca robó o traicionó al acusado, éste le mandó matar cuatro veces.

Miguel Angel “el Gordo” Martínez, de unos 60 años, dijo al jurado del proceso contra el Chapo que tras su arresto en México en 1998 luchó “como un gato boca arriba” contra su extradición a Estados Unidos en 2001.

“Cuando estuve luchando contra mi extradición yo nunca mencioné al señor Guzmán, nunca le fallé, nunca le robé, nunca le traicioné, cuidé de toda su familia y lo único que recibí de él es cuatro atentados contra mi persona”, se quejó el Gordo Martínez, que fue también gerente del cartel de Sinaloa en Ciudad de México y era experto en hacer contactos con los narcos colombianos.

Testigo clave del gobierno en el megaproceso por narcotráfico contra Guzmán, Martínez tiene una nueva identidad secreta e integra el programa de protección de testigos del gobierno estadounidense.

Aseguró que no quería declarar contra Guzmán en este juicio porque teme que éste ordene matarlo nuevamente.

“¿Por qué no quería declarar en contra” del Chapo?, le preguntó el fiscal Michael Robotti. “Imagínese cuánto más pueda recibir”, respondió Martínez, un voluminoso sesentón, calvo y de mostacho.

Contó que está viendo a un psicólogo que el gobierno estadounidense le recomendó porque sufre de ansiedad. “No puedo dormir”, afirmó.

Según contó ya el propio Martínez en otro juicio en Arizona en 2006 donde también fue testigo del gobierno, en el primer ataque cuatro hombres armados intentaron matarlo cuando estaba en prisión en México. En este y en un segundo atentado, lo apuñalaron más de una docena de veces, perforando sus pulmones, páncreas e intestinos.

Tras el segundo ataque, fue trasladado a otra cárcel y aislado. Pero un sicario consiguió llegar hasta los barrotes de su celda y le lanzó dos granadas. Martínez se escondió tras el váter pero el techo se derrumbó y casi muere a raíz de sus heridas.

Martínez pasó casi 10 años en prisión en México y Estados Unidos. Tras su extradición se declaró culpable y comenzó a cooperar con el gobierno a cambio de una nueva identidad para él y su familia y la esperanza de una reducción de su condena inicial de 18 años de cárcel.

Ahora el Celular de Emma Coronel es el Tema en Juicio del Chapo

Un celular es tema de disputa en el juicio a ‘El Chapo’ y eso podría meter en problemas a su esposa

Los fiscales del caso han enviado una carta al juez Brian Cogan en donde especifican que hay evidencia de que Emma Coronel, esposa del narcotraficante, cargaba un celular dentro de la corte, algo que no está permitido.

La Fiscalía de Nueva York está buscando sanciones legales contra del equipo de defensa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, por haber facilitado que Emma Coronel, esposa del narcotraficante, tuviera un celular en la corte e hiciera llamadas.

Los fiscales incluso señalan que a través del celular la mujer hubiera podido tener contacto con el capo que se mantiene bajo estrictas normas de custodia. “El incidente violaría las restricciones de seguridad que se han especificado para el juicio de Guzmán en una corte federal de Brooklyn”, explicaron los fiscales en una carta enviada este martes al juez que lleva el caso, Brian Cogan.

Justamente este juez ha impuesto estrictas medidas de seguridad que han incluido, por ejemplo, prohibir a los artistas de bocetos de la corte que representen en sus dibujos la cara o el peinado de testigos que podrían estar en riesgo por sus declaraciones, como Miguel Ángel Martínez, presunto exlugarteniente de Guzmán.

También ha denegado el premiso para que ‘El Chapo’ Guzmán pudiera abrazar a su mujer antes de que empezara su juicio. Ese “gesto de humanidad” -como lo consideró en su momento la defensa del capo- le permitiría planear su fuga o enviar un mensaje al cartel de Sinaloa para que ataque a quienes testifiquen en su contra, concluyó el juez en su momento.

Las restricciones de seguridad que han rodeado este juicio se basan en una determinación del Departamento de Justicia «de que las comunicaciones y los contactos entre el acusado y otras personas podrían causar la muerte o lesiones corporales graves a otros por fuera de la corte», recordó la oficina del abogado Richard Donoghue, uno de los fiscales del caso que ha llamado a esta evidencia de “inadmisible”.

Imágenes obtenidas del servicio que vigila en video la corte confirmaron que Emma Coronel “sí estaba en posesión de un celular el pasado 19 de noviembre”, según especifica la carta que los fiscales del caso le han enviado al juez, carta que aclara que en las imágenes del 20 de noviembre, día del que también se tiene notificación de que la esposa de ‘El Chapo’ Guzmán usara un teléfono celular, no resultaron convincentes.

Esposa del Chapo Logra Meter Celular y le Manda Mensajes a su Marido

+ Emma Coronel dedica románticos mensajes a «El Chapo» Guzmán
+ «Ni en los peores momentos no te he dejado de querer», se lee en el primer mensaje donde Coronel adjuntó una imagen suya

Emma Coronel, esposa de Joaquín «El Chapo» Guzmán, está dando qué hablar luego que en un supuesto perfil suyo, emmacoronela, se publicaran una serie de mensajes románticos presuntamente para su pareja que actualmente está siendo juzgada en una corte de Nueva York, Estados Unidos.

«Ni en los peores momentos no te he dejado de querer», se lee en el primer mensaje donde Coronel adjuntó una imagen suya en la que posa con una camisa blanca y una diadema en su frente.

En un segundo texto expresó «no importa lo que pase, te prometí estar siempre y aquí estoy. Te amaré toda mi vida». «Sueño con un abrazo tuyo», escribió en otra publicación.

Coronel ha estado presente en cada una de las audiencias realizadas en el caso de su esposo, desde el lugar destinado a los familiares, la exreina de belleza ha permanecido sola y a la expectativa de lo que ocurre en las sesiones.

Emma Coronel es la actual esposa de «El Chapo», la pareja contrajo nupcias en el año 2007. Producto de esa relación nacieron María Joaquina y Emali Guadalupe.

“El Chapo” ha estado detenido en confinamiento solitario desde su extradición a Estados Unidos a principios del año 2017.

El supuesto narcotraficante se ha declarado inocente de acumular una fortuna multimillonaria al traficar toneladas de cocaína y otras drogas en una amplia cadena de suministro que llegaba a Nueva York, Nueva Jersey, Texas y otras partes de Estados Unidos.

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Al Chapo le Niegan Abrazo Mientras Continúa su Juicio

+ Chapo se enfrenta a cadena perpetua en juicio con fuertes medidas seguridad
Este proceso se realiza entre severas medidas de seguridad, que han rodeado la vida del mexicano desde que fuera extraditado a este país en enero del 2017
Chapo se enfrenta a cadena perpetua en juicio con fuertes medidas seguridad El Chapo cuando fue extraditado a Nueva York.

Un jurado de siete mujeres y cinco hombres juzgará desde mañana en Nueva York a Joaquín “El Chapo” Guzmán, acusado por el Gobierno de EE.UU. de narcotráfico y de mantener una empresa criminal durante dos décadas como jefe del Cartel de Sinaloa, un proceso entre fuertes medidas de seguridad.

El juicio arrancó el pasado 5 de noviembre con la elección del jurado, que se realizó durante tres jornadas con escenas poco habituales, como el temor a ser asesinado de algunos candidatos o el hecho de que una persona fuese rechazada para ser miembro por pedir un autógrafo del Chapo.

Entre los integrantes del jurado, cuya edades oscilan entre 20 y 50 años, hay inmigrantes de Polonia, Etiopía y Asia, así como cuatro personas que hablan español -uno de los seis sustitutos también lo habla-, todos ellos aislados parcialmente y sometidos a fuertes medidas de seguridad, con orden del juez de no hablar del juicio.

El juez que preside el proceso en la corte federal de Brooklyn, Brian Cogan, decidió no tomarles juramento del cargo hasta mañana mismo, preocupado de que alguno pudiera arrepentirse de ser jurado ya que, si así ocurriese, necesita tiempo para elegir a otro miembro entre los seis suplentes.

Durante este juicio no se conocerá el nombre de los integrantes del jurado, dónde viven o trabajan, como parte de las extremas medidas de seguridad por el historial de violencia del Cartel de Sinaloa, que ha secuestrado, torturado y asesinado a quienes representaran una amenaza, de acuerdo con la acusación de la Fiscalía.

Este proceso se realiza entre severas medidas de seguridad, que han rodeado la vida del mexicano desde que fuera extraditado a este país en enero del 2017.

Nueva York será así escenario mañana de un gran despliegue de seguridad en el reinicio del juicio por narcotráfico contra el Chapo, considerado por el Gobierno de EE.UU. como “extremadamente peligroso”.

Las medidas van desde las condiciones extremas de su encarcelamiento hasta su transporte a la corte, y se extienden más allá para proteger a los jurados y a los testigos de una posible venganza del presunto capo, del que las autoridades temen que use sicarios para secuestrar y asesinar a quienes se atrevan a hablar en su contra.

Sus abogados rechazan que su cliente represente una amenaza para testigos o jurados debido a las extremas medidas de seguridad en que se le mantiene, en una celda en solitario, y según uno de sus abogados, Eduardo Balarezo, ello hace imposible que pueda tener contacto con sus allegados socios del narcotráfico.

Guzmán, de 61 años, está en el ala más segura de la Metropolitan Correctional Center en Manhattan, una de las prisiones más fiables del país, donde es mantenido 23 horas en una celda de 18 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz, con una pequeña ventana opaca que no le permite ver el exterior.

Tampoco tiene contacto con otros presos, ni con su esposa -se le ha denegado abrazarla antes de iniciar la sesión mañana- y no sale al patio debido a su historial de haberse fugado en dos ocasiones de cárceles de máxima seguridad en México, la última de ellas a través de un túnel al que entró desde su celda.

Solo se le permite una hora para ejercitarse y una llamada mensual de 15 minutos a su madre y hermana que es escuchada por las autoridades. También se le ha permitido una Biblia y un diccionario del inglés al español.

A sus abogados tampoco se le permite contacto físico con su cliente, lo que alegan que ha sido un obstáculo para preparar su defensa, y ni siquiera con sus hijas de siete años que le han visitado ya que todo ocurre en una habitación con una pared de vidrio, desde la cual Guzmán solo puede mantener una conversación.

Algunos reos que han estado en sus mismas condiciones han calificado a la sección 10 South de la cárcel en el que se encuentra de “cámara de tortura”.

Sus traslados a la corte federal de Brooklyn, donde se lleva el proceso en su contra para audiencias previas al juicio, han sido un dolor de cabeza para los neoyorquinos que utilizan el puente de Brooklyn, cerca de la cárcel donde el Chapo aguarda a su juicio.

Dicho paso se cierra mientras dura el recorrido del convoy de vehículos y policías fuertemente armados, lo que genera problemas en el tráfico local. La comitiva del traslado siempre es vigilada desde un helicóptero policial.

Esas medidas serán desde mañana dos veces al día, y en las horas punta, mientras dure un juicio que podría extenderse hasta 4 meses.

Las medidas de extrema seguridad que rodean a Guzmán desde su llegada a EE.UU. también incluyen a la corte federal, donde se lleva a cabo el proceso judicial en su contra, que de por sí ya es un lugar que se mantiene vigilado por los agentes del tribunal.

Allí habrá agentes con armas largas, unidades caninas, que custodian el lugar y se ha colocado un segundo detector de metales frente a la sala del juez Cogan.

De Telenovela el Juicio del Chapo, Netflix se Queda Corto

+ Temor, bromas y un imitador de Michael Jackson en primer día del juicio a El Chapo

+ Son 14,000 millones de dólares y las 117,000 grabaciones de audio que enredan a “El Chapo” Guzmán

+ Las entrevistas a los potenciales miembros del jurado del colosal juicio por narcotráfico que comenzó en Nueva York depararon varias sorpresas, incluido el sándwich denominado «El Chapo»

+ Este lunes fueron entrevistadas 45 personas que podrían hacer parte de los 12 miembros del jurado del juicio contra «El Chapo» Guzmán en una corte federal de Brooklyn.

Una mujer dijo tener miedo. Un inmigrante colombiano evocó el «narcoterrorismo» de su país. Un hombre contó que le gusta un sándwich llamado «El Chapo». Y otro sorprendió al presentarse como imitador «oficial» de Michael Jackson.

El primer día de selección del jurado que va a decidir el futuro del mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán en Nueva York tuvo escenas tan diversas —y por momentos surrealistas— como la propia ciudad que alberga este colosal juicio por narcotráfico.

En total fueron entrevistados 45 potenciales miembros del jurado, ciudadanos comunes seleccionados inicialmente al azar y luego en función de sus respuestas a un cuestionario escrito antes de presentarse a la corte federal de Brooklyn.

Este lunes tuvieron que contestar en persona a una variedad de nuevas preguntas que les formularon el juez del caso, Brian Cogan, los fiscales y los abogados del propio Guzmán, quien estuvo presente y arriesga una sentencia de cadena perpetua.

«¡Muéstranos el ‘moonwalk!», le dijo en broma uno de los abogados de «El Chapo», Eduardo Balarezo (izquierda), a un miembro del jurado que dijo ser imitador de Michael Jackson.

¿Dónde ha oído hablar acerca del acusado Guzmán? ¿Cuánto confía en la policía? ¿Y en los testigos protegidos? ¿Su opinión a favor de la legalización de la marihuana podría influirle en el juicio? ¿Por qué viaja tanto a México?

Algunos ya fueron descartados o lo serán pronto. Los otros podrían ser nombrados oficialmente en el correr de la semana para integrar el jurado de 12 miembros que tendrá el proceso.

Participar de un juicio considerado el mayor por narcotráfico en la historia de EE.UU. no parece ser una tarea para cualquiera.

No existen fotografías de «El Chapo» durante sus audiencias en Nueva York. Sin embargo, se sabe que este lunes estaba sin uniforme de presidiario y llevaba una camisa blanca y una chaqueta azul.

Guzmán, de 61 años, está acusado de introducir más de 150 toneladas de cocaína en EE.UU. como líder del cartel mexicano de Sinaloa, a fuerza de asesinatos y violencia.

Enfrenta un total de 11 cargos, de los que se ha declarado inocente desde que fue extraditado a Nueva York en enero de 2017.

Este lunes, Guzmán asistió al proceso de selección del jurado sin el uniforme de presidiario que vestía en audiencias previas. Llevaba una camisa blanca al estilo de los años 70 debajo de una chaqueta azul.

Las horas que pasó en la corte fueron un cambio en su rutina de 23 horas diarias de encierro solitario en una cárcel de máxima seguridad en Manhattan. En un momento llegó a reír, tras escribir algo en un papel y mostrárselo a su abogado ecuatoriano, Eduardo Balarezo.

Los alrededores de la corte federal de Brooklyn estuvieron altamente vigilados durante la audiencia.

Pero en otros momentos pareció indiferente a los comentarios de los potenciales jurados, incluida una mujer de mediana edad que se mostró temerosa.

«Lo que me asusta es que leí que su familia vendría detrás de los jurados y sus familias», dijo la mujer, que fue descartada como jurado. Su identidad se mantuvo en reserva, como la de los demás entrevistados.

La seguridad de los jurados ha sido una de las preocupaciones del juez Cogan, que además del anonimato ha ordenado que los 12 seleccionados sean escoltados diariamente por alguaciles.

Otra candidata al jurado entrevistada este lunes también expresó inquietud, después de hablar con compañeros de trabajo y enterarse lo suficiente sobre «la gravedad de esto».

«Hay mucho narcoterrorismo en mi país», dijo un hombre nacido en Medellín, Colombia, que no ha sido descartado de la lista hasta ahora.

Este tipo de dispositivos, puestos por la policía en los accesos a la corte federal de Brooklyn, detectan amenazas contra el edificio durante las audiencia de «El Chapo».

En la corte de Brooklyn, repleta de guardias fuertemente armados y con perros detectores de explosivos, las respuestas de varios posibles miembros del jurado dieron una pauta de la fama que tiene «El Chapo».

Varios indicaron que el nombre del acusado les resultaba familiar. Algunos dijeron conocerlo por la prensa o series de TV. Y otros explicaron que sabían de sus dos escapes carcelarios en México.

Una joven contó que suele mirar telenovelas con su abuela y sabía que Guzmán había conocido a la actriz mexicana Kate del Castillo. Otros recordaron que el acusado había sido entrevistado por el actor estadounidense Sean Penn.

Uno relató que había consultado sobre «El Chapo» en Wikipedia y fue descartado de la lista de posibles jurados.

Emma Coronel Aispuro, esposa de El Chapo, estuvo en la corte federal de Brooklyn en agosto pasado.

Las preguntas a veces rozaron aspectos personales de los entrevistados, incluso para determinar si su situación financiera les permitiría asistir a un juicio que puede durar cerca de cuatro meses aunque reciban un estipendio diario.

A una mujer le preguntaron por qué viajaba seguido a México, como había indicado en el cuestionario escrito. Y respondió que le gusta ir como turista.

Uno de los entrevistados que más llamó la atención fue el que dijo trabajar como imitador «oficial» del fallecido cantante pop estadounidense Michael Jackson.

«¡Muéstranos el ‘moonwalk!», dijo en broma el abogado Balarezo, en referencia a un paso de baile de Jackson.

En agosto pasado, el puente de Brooklyn fue cerrado por una caravana que llevaba a «El Chapo» hacia la corte federal de Brooklyn.

Los fiscales pidieron descartarlo de la lista porque temen que pueda ser identificado por su trabajo. Pero el juez Cogan evaluó que puede haber muchos falsos Michael Jackson en una ciudad como esta.

A lo largo del día, hubo 17 potenciales miembros del jurado descartados y 28 que permanecieron en del proceso de selección, que continuará el martes con nuevos entrevistados.

Otro que llamó la atención fue un hombre que dijo ser amante de los libros de misterio y que en una tienda cercana a su trabajo venden un sándwich denominado «El Chapo».

Uno de los abogados defensores, William Purpura, le preguntó entonces si el emparedado tenía bologna dentro.

«Es un bagel y tiene queso crema», aclaró el hombre. «Con alcaparras es un poco picante. No sé por qué lo llaman ‘El Chapo’, pero es delicioso».

El hombre al que le gusta el misterio se mantuvo en la lista de potenciales miembros del jurado. Y Guzmán tampoco pareció inmutarse por lo que acababa de escuchar.