1,000,000 Pordrían Enfrentar Deportación Inmediata

Los inmigrantes que pueden calificar para una deportación rápida podrían incluir a aquellos que “cruzaron la frontera ilegalmente y fueron admitidos en el país en libertad condicional

En un esfuerzo por cumplir su promesa de campaña, la administración Trump ha decidido ampliar el uso de la ley de “deportación acelerada” a todo el país. Esta medida busca expulsar a más de un millón de migrantes admitidos en Estados Unidos durante la administración Biden, según un memorando interno visto por The Washington Post.

El memorando, que circuló en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) el 18 de febrero, detalla la estrategia para acelerar las deportaciones e identifica a los posibles objetivos.
Más de un millón de migrantes que ingresaron a Estados Unidos a través de iniciativas de la administración Biden podrían ser señalados para procedimientos de “deportación acelerada”.
Además, los funcionarios de inmigración han sido instruidos para examinar los casi 8 millones de casos de deportación en sus expedientes.

Inmigrantes podrían enfrentar la deportación acelerada sin audiencia

Los inmigrantes podrían ser deportados rápidamente si cruzaron la frontera ilegalmente, si se les permitió entrar al país en libertad condicional o con una notificación para presentarse ante las autoridades de inmigración y no solicitaron asilo. Incluso aquellos que llegaron legalmente a través de un puerto de entrada podrían ser deportados si no tienen documentos de inmigración o si se declararon falsamente.

Este grupo incluye a nicaragüenses, venezolanos y otros que ingresaron legalmente a través de un programa de libertad condicional de Biden, que Trump canceló. Los migrantes que concertaron citas a través de una aplicación de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos también podrían ser expulsados.

Paul Hunker, ex abogado jefe del ICE en Dallas, comentó que “esto le permite al ICE perseguir a mucha gente que está aquí, que ha estado aquí por mucho tiempo”. Históricamente, el proceso de deportación acelerada estaba destinado a los recién llegados, no a las personas con raíces profundas en sus comunidades.

El ICE busca acelerar las deportaciones masivas

El memorando llega en un momento en que los funcionarios de la administración Trump se esfuerzan por supervisar una deportación masiva histórica de millones de inmigrantes. Sin embargo, estos esfuerzos no han dado los resultados esperados, en parte porque los residentes de larga data tienen derecho a audiencias judiciales que pueden tardar años en concretarse.

Por ello, los funcionarios de Trump apuntan cada vez más a las personas que pueden ser deportadas rápidamente, como los delincuentes, aquellos con órdenes de deportación definitivas o personas con protecciones temporales como la libertad condicional.

Qué pasa con la deportación acelerada en EE.UU.

La deportación acelerada se creó en una ley de 1996 para disuadir la inmigración ilegal y se ha utilizado principalmente en la frontera sur con México. Los migrantes pueden defender su caso ante los agentes de inmigración si temen por sus vidas al regresar a casa. Si pierden, su único recurso es una revisión superficial por parte de un juez de inmigración.

El memorándum también alienta a los funcionarios de inmigración a volver a detener a los inmigrantes que no pudieron deportar anteriormente porque sus países de origen se negaron a recibirlos. Trump ha amenazado con sanciones contra esos países y el memorándum indica que el gobierno ha logrado “avances significativos” en la realización de deportaciones.

Avanza la Deportación Masiva

Miles de detenidos y órdenes de captura de indocumentados en la primera semana de Donald Trump en Estados Unidos

Al menos a 2,382 inmigrantes indocumentados y cursó 1.797 órdenes de captura contra ciudadanos susceptibles de ser deportados.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo en la primera semana de mandato del republicano Donald Trump al menos a 2.382 inmigrantes indocumentados y cursó 1.797 órdenes de captura contra ciudadanos susceptibles de ser deportados, según sus propias cifras.

Sólo en la jornada de ayer domingo se produjeron 965 detenciones y se presentaron 554 órdenes de captura, una cifra récord para un sólo día, según datos de ICE, que publica a diario desde el 23 de enero las cifras de detenciones y órdenes de captura con fines de deportación derivadas de la ofensiva de Trump contra la inmigración irregular.

Estas detenciones significan que «existe una causa probable para creer que la persona arrestada puede ser deportada de los Estados Unidos según la ley federal de inmigración», explica la institución.

Según ICE, el pasado 25 de enero se saldó con 286 arrestos y 421 órdenes de detención sobre ciudadanos sospechosos de ser indocumentados, el 24 se ejecutaron 593 arrestos y se cursaron 449 órdenes y el 23 se totalizaron 538 arrestos y se tramitaron otras 373 órdenes de detención.

Tal y como prometió durante la campaña electoral, Trump ha iniciado su política de restringir la inmigración con el aumento de la presencia militar en la frontera con México y la suspensión de la admisión de refugiados.

Pero además, el Departamento de Seguridad Nacional autorizó los arrestos de migrantes en escuelas e iglesias, y comenzó a utilizar aviones militares para repatriar a personas sin estatus legal, en lo que se pretende sea la mayor deportación de la historia del país.

Precisamente, sus políticas migratorias derivaron este domingo en una crisis sin precedentes en la relación con Colombia.

Después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazara recibir dos aviones de deportación con migrantes de su país, Trump anunció la imposición de aranceles del 25 % a Colombia y la revocación de visas para los altos cargos de ese país, sanciones que en la noche del domingo revocó tras un acuerdo de última hora con Bogotá para reanudar los vuelos de deportaciones.

Trump estaría igualmente negociando con El Salvador un acuerdo que permitiría a Estados Unidos deportar inmigrantes de terceros países, incluidos supuestos miembros del crimen organizado, según informó CBS News.

Trump Vuelva a Amenazar con Deportaciones Masivas

Este lunes no ha sido confirmada la nueva amenaza lanzada el sábado por el presidente Donald Trump desde Osaka, Japón, para arrestar y deportar a millones de inmigrantes con orden de deportación final, pese a que sugirió un nueva fecha: «en algún momento después del 4 de julio».

Trump detuvo la orden hace dos sábados horas antes de que comenzaran. Argumentó que le daba a los republicanos y demócratas del Congreso dos semanas para discutir y aprobar una nueva ley de asilo. Y que “si no (hay solución bipartidista) ¡comienzan las deportaciones!”, aseguró.

Pero desde el viernes el Congreso está en receso y esta semana no habrá sesiones debido a los festejos de la Independencia del 4 de julio. Es decir, no hay conversaciones y menos habrá una nueva ley en el plazo que fijó el mandatario que finaliza este sábado. Por eso le preguntaron en Osaka, Japón, al término de la Cumbre del G-20, si activará las redadas y deportaciones masivas tal y como lo dijo en el tuit.

Pasos clave

El anuncio hecho por Trump hace dos sábados, que “a solicitud de los demócratas, he demorado el proceso de deportación ilegal (deportación) durante dos semanas para ver si los demócratas y los republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y escapatoria en la frontera sur” será difícil de cumplir, reconocen fuentes demócratas y republicanas consultadas por Univision Noticias.

Hasta ahora no ha habido declaraciones por parte de ninguna de las partes, y el tema que preocupa a Trump sigue siendo la ley de asilo y la crisis en la frontera con México.

Sin embargo, se han registrado dos avances. Por una parte, el Congreso aprobó u fondo de emergencia de $4,600 millones para enfrentar la crisis y le envió el proyecto de ley al presidente para que lo firme. Simultáneamente, México ha endurecido su política migratoria aumentando los niveles de arresto y deportación de migrantes indocumentados que entran en su territorio para dirigirse la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo.

El gobierno de López Obrador busca disminuir en un 25% el tráfico de migrantes hacia el norte, porcentaje que complacería a Trump no solo para no reactivar las redadas y deportaciones, sino también para que su homólogo estadounidense no aplique tarifas a la importación de productor mexicanos, otra amenaza que por ahora permanece dormida.

Mientras el debate continúa, la comunidad inmigrante se prepara para una embestida en cualquier momento por parte de ICE para ir en busca de más de 1 millón de inmigrantes con orden de deportación final y deportarlos cuanto antes del país.

A puertas cerradas

Mientras México apuntala su nueva estrategia y el Congreso con apoyo bipartidista le concede a Trump fondos para lidiar con la emergencia humanitaria en la frontera, funcionarios de la Casa Blanca, desde antes de la amenaza de redadas y deportaciones, se han reunido a puertas cerradas con senadores, uno demócrata y otro republicano, para estudiar un camino a modernizar la Ley de Asilo, vigente desde 1980.

“Lo único que sabemos es que la oficina del asesor presidencial Jared Kushner se ha reunido con los senadores (Lindsey) Graham (republicano por Carolina del Sur) y (Dick) Durbin (demócrata por Illinois), dijo una fuente republicana que pidió mantener su nombre bajo condición de reserva.

Fuentes demócratas también confinaron reuniones entre altos funcionarios de la Casa Blanca y líderes de ambos partidos en la Cámara de Representantes, para discutir el tema.

Si bien no hay detalles respecto a los temas discutidos en estos encuentros, las fuentes dicen que el tema del asilo “predomina”.

También se ha mencionado traer de regreso a la mesa de discusiones el futuro de los dreamers para darles un estatus de permanencia legal, pero no se menciona qué hará el gobierno con sus padres y el resto de los millones de indocumentados que viven en el país, algunos desde hace más de dos décadas y tienen familias establecidas.

El plan de Kushner

A principios de mayo Trump dio su visto bueno a un plan migratorio que le presentó su yerno, uno de los principales asesores de la Casa Blanca.

El proyecto, que cuenta con respaldo de varios senadores republicanos, entre ellos Graham, había sido anticipado en abril y se basa en un fuerte componente de seguridad nacional, no incluye beneficios para la mayoría de los 10.4 millones de indocumentados que viven en el país y anticipa modificar la Ley de Asilo.

El día del anuncio, la Casa Blanca dijo Univision Noticias que el presidente se había reunido con miembros de Senado para hablar sobre un potencial plan migratorio.

“Fue la oportunidad para recibir sus ideas y recomendaciones al plan que incluye seguridad en la frontera e inmigración basado en méritos”, indicó Mercedes Schlapp, directora de comunicaciones de la presidencia.

Schlapp dijo además que “la meta es modernizar el anticuado sistema migratorio que existe y también resolver el problema en la frontera”, añadió.

En cuando al tema del asilo, la Casa Blanca dijo que se estaba elaborando, junto con el senador Graham, un proyecto de ley separado cuyo objetivo será frenar las oleadas migratorias.

“Ese plan es el que se discute a puertas cerradas”, dijeron las fuentes republicanas.

El plan de Graham

Graham presentó a mediados de mayo un proyecto de ley con cuatro puntos que, aseguró, «detendrán la crisis humanitaria» generada por la llegada de cientos de centroamericanos a la frontera sur de Estados Unidos solicitando asilo.

La propuesta busca eliminar la solicitud de asilo en suelo estadounidense y trasladarlo a los países de origen de los migrantes.

«No habrá más peticiones de asilo en la frontera si vienes de Centroamérica», es el primer punto de su proyecto. «En el futuro, puedes aplicar por asilo en Centroamérica, pero tienes que hacerlo en un consulado estadounidense en tu país de origen», agregó.

Hasta ahora, la ley estipula que el solicitante de asilo puede estar y permanecer en territorio estadounidense mientras su caso es procesado y tiene una decisión final.

Pero en diciembre del año pasado Trump modificó este punto y a partir de enero los solicitantes de asilo en Estados Unidos son regresados a México a esperar que los jueces de inmigración resuelvan sus casos.

Las “lagunas legales”

Graham también sugiere cambiar acuerdos y leyes vigentes que, para el gobierno, constituyen “lagunas” o “vacíos”que utilizan los migrantes para “abusar” de la política de asilo y de haber provocado la crisis en la frontera.

Las “lagunas” mencionadas por Trump corresponden a:

Acuerdo judicial Flores de 1997. Prohíbe al gobierno federal privar de libertad a menores de edad en prisiones federales. Pero el gobierno de Trump considera que la vigencia de este beneficio entorpece sus planes de deportar al mayor número de indocumentados en el menor tiempo posible.
Ley TVPRA de 2008 sobre la prevención del tráfico humano. Prohíbe la deportación inmediata de menores indocumentados que no sean de países fronterizos (Canadá o México) y exige que sus futuros sean decididos por un juez de inmigración.
Acuerdo Zadvydas de 1997. ICE no tiene derecho a mantener a un no ciudadano bajo custodia al que no ha podido deportar por más de seis meses a menos de que presenten claras señales de ser un riesgo para la seguridad nacional.

Las fuentes dijeron que el debate podría generar una nueva discusión sobre el tema que lleve a las partes a decidir entre salvar a los migrantes que ya están aquí y tienen una orden deportación final o la inmigración futura que llega a la frontera en busca de asilo.
Los demócratas, por su parte, insisten en que la Casa Blanca debe aceptar el debate de una reforma migratoria integral que, además de incluir el tema de la seguridad en la frontera y la crisis humanitaria, resuelva el problema de los 11 millones de indocumentados que están aquí, incluyendo a los dreamers, y atienda el atasco en las cortes de inmigración que en mayo tenía casi 900,000 casos acumulados.

Fuente : JORGE CANCINO