Ahora Biden y McCarty Presionan a Ambos Partidos Para que Aprueben Límite de Deuda

Los líderes de los partidos políticos de Estados Unidos están llevando a cabo una campaña urgente este lunes para convencer a demócratas y republicanos de que apoyen una ley de compromiso que evite el primer impago nacional de la historia, con cada parte proclamamdo su victoria tras unas conversaciones martónicas.

Las perspectivas de aprobación del proyecto de ley, basado en el acuerdo alcanzado entre el presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, crecieron este domingo a medida que muchos demócratas centristas se alineaban y los republicanos mantenían la confianza en que podrían contar con el apoyo de la mayoría de su grupo en la Cámara de Representantes en una votación crucial prevista para este miércoles.

En el punto de mira de ambos partidos están los que se encuentran en el centro político, a quienes los líderes apuestan a que se tragarán algunas disposiciones con las que no están de acuerdo para suspender el límite de endeudamiento federal hasta el 1 de enero de 2025 —después de las próximas elecciones presidenciales— y evitar el impago. El proyecto de ley limita el gasto no destinado a defensa, amplía temporalmente los requisitos de trabajo para algunos beneficiarios de cupones de alimentos y recupera algunos fondos de ayuda implementados durante la pandemia de covid-19.

La publicación del texto del proyecto de ley, el domingo por la noche, supuso un momento trascendental tanto para Biden como para McCarthy, cuyo futuro político podría depender de su capacidad para aprobar la legislación y, al mismo tiempo, venderla como una victoria para sus respectivos partidos.

Este domingo, desde la Casa Blanca, Biden calificó como crucial el acuerdo para evitar un desastre económico.

«Es un paso adelante realmente importante», dijo desde la sala Roosevelt. «Elimina la amenaza de un impago catastrófico, protege nuestra recuperación económica, que tanto nos ha costado conseguir, y el acuerdo también representa un compromiso, lo que significa que nadie ha conseguido todo lo que quería, pero esa es la responsabilidad de gobernar».

El presidente se encogió de hombros ante las preocupaciones de algunos demócratas que temen que haya cedido demasiado en sus negociaciones con los republicanos.

«Se darán cuenta de que no lo hice», dijo.

En una llamada privada el domingo con los demócratas de la Cámara de Representantes, los asesores de Biden defendieron sus acuerdos con McCarthy y explicaron en detalle lo que habían evitado que se añadiera al proyecto de ley, según varias fuentes. Afirmaron que habían impedido que los republicanos impusieran requisitos laborales aún más estrictos y que habían rechazado los intentos de derogar la Ley de Reducción de la Inflación y de destripar la ley de infraestructuras de 2021, firmada por Biden.

Después de esas sesiones informativas, muchos demócratas señalaron que estaban dispuestos a apoyar el plan simplemente porque no hay otra opción viable para evitar el impago, dijeron legisladores a CNN.

«No es una victoria, pero es mucho mejor [que] lo que podría haber ocurrido si se hubiera producido el impago», dijo un demócrata del Senado a CNN tras una sesión informativa vespertina.

Se espera que los miembros de dos importantes grupos centristas —la Coalición de Nuevos Demócratas y el Caucus de Solucionadores de Problemas— apoyen en gran medida el plan, según múltiples fuentes. Eso representa aproximadamente 100 demócratas, lo que podría ser suficiente para compensar las pérdidas de los miembros de la derecha dura que están furiosos por la negociación de McCarthy.

Varios miembros de la línea dura del Caucus de la Libertad de la Cámara ya han criticado duramente el plan, prometiendo tratar de bloquear su aprobación.

Los desafíos para McCarthy para aprobar el techo de la deuda

McCarthy ha insistido ante los republicanos de la Cámara de Representantes en que los demócratas «no consiguieron nada» en las negociaciones, y se esforzó por ampliar los límites de gasto público y los nuevos requisitos de trabajo para los cupones de alimentos como victorias críticas que el Partido Republicano buscaba desde hace tiempo.

Pero, al igual que Biden, McCarthy reconoció que el acuerdo exigía concesiones por ambas partes.

«No se consigue todo lo que todo el mundo quería», dijo McCarthy a periodistas en el Capitolio este domingo. «Pero, en un Gobierno dividido, ahí es donde terminamos. Creo que es un proyecto de ley muy positivo».

Para McCarthy, la primera gran prueba llegará este martes en la Comisión de Reglas de la Cámara de Representantes , un panel que debe adoptar una regla para permitir que el proyecto de ley sea aprobado por la mayoría de la Cámara Baja. Para ganar la presidencia de la Cámara de Representantes, McCarthy aceptó nombrar a tres conservadores de línea dura: los representantes Ralph Norman, de Carolina del Sur; Chip Roy, de Texas, y Thomas Massie, de Kentucky, para formar parte de la Comisión, lo que supone una gran concesión, ya que normalmente el poderoso panel está formado por aliados cercanos de los líderes.

Hasta ahora, Norman y Roy se han mostrado muy críticos con el acuerdo sobre el límite de deuda, mientras que Massie ha permanecido callado a la espera de que se diera a conocer el texto del proyecto de ley. Si los tres votaran en contra de la norma en la comisión, el proyecto de ley quedaría anulado, a menos que algún demócrata votara a favor de la norma.

Los aliados de McCarthy trataron de restar importancia a la revuelta conservadora.

«Cuando se dice que los conservadores están preocupados, en realidad son los conservadores más pintorescos», dijo el representante Dusty Johnson en «State of the Union».

Lo que falta para alcanzar un acuerdo

La aprobación del proyecto de ley en la Cámara de Representantes no será el último paso. El paquete también debe pasar por el Senado, donde un solo senador podría paralizar los avances durante varios días. Este domingo, un puñado de poderosos republicanos del Senado expresaron su preocupación por el gasto en defensa del acuerdo durante una conferencia telefónica del Partido Republicano del Senado, dijo una fuente de la bancada.

Pero con el apoyo del líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, y el respaldo esperado del líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, varias fuentes del Senado dicen que hay una alta probabilidad de que haya 60 votos para romper un intento de filibusterismo. El momento de las votaciones finales en el Senado podría deslizarse hasta el viernes o el fin de semana.

Casa Blanca y Republicanos Alcanzan Acuerdo Sobre el Techo de Deuda

La Casa Blanca y el líder republicano Kevin McCarthy alcanzaron un acuerdo para elevar el techo de la deuda de EEUU, según confirmó el presidente Joe Biden. El trato deberá ser aprobado a contrarreloj en el Congreso para evitar que el país incumpla con algunos pagos a partir del 5 de junio.

El presidente Joe Biden y el líder republicano de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, alcanzaron este domingo un acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar que Estados Unidos cayera en un inédito ‘default’ y fallara en entregar beneficios sociales cruciales en el país.

Biden anunció en su cuenta de Twitter que un acuerdo había sido alcanzado y que estaba listo para ser enviado a la Cámara Baja, donde los republicanos tienen mayoría.

“Buenas noticias”, dijo Biden desde la Casa Blanca. “El acuerdo evita la peor crisis posible, un incumplimiento, [que habría ocurrido] por primera vez en la historia de nuestra nación”, añadió. “Elimina la amenaza de un incumplimiento catastrófico de la mesa”.

El presidente instó a ambos partidos en el Congreso a unirse para una rápida aprobación. «Dejamos claro desde el principio que la única forma de avanzar era un acuerdo bipartidista», afirmó.

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McCarthy, por su parte, también se mostró confiado en el acuerdo durante el discurso que dio desde el Capitolio: «Al final del día, las dos partes pueden mirar juntas para poder aprobar esto».

¿Qué pasará ahora tras alcanzado el acuerdo entre Biden y McCarthy?

El pacto todavía tiene que ser aprobado en el Congreso y ese proceso, que no está asegurado, deberá realizarse a contrarreloj porque la jefa del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que el 5 de junio se le complicará cumplir con todos los pagos federales.

En riesgo están desde los pagos de la deuda hasta los cheques del Seguro Social y desembolsos a proveedores de salud a través de Medicare.

No elevar a tiempo el techo de la deuda desataría consecuencias para Estados Unidos y el mundo: podría precipitar una recesión que haría que se pierdan millones de puestos de trabajo, se desplomaría la bolsa de valores y millones de personas se quedarían temporalmente sin el dinero de su sustento.

¿En qué lograron ponerse de acuerdo Biden y McCarthy?

El trato incluye elevar el límite de endeudamiento actual de $31.4 billones durante dos años, eso daría espacio a que el asunto no se cuele otra vez en medio de la carrera presidencial del 2024.

También contempla mantener estable el llamado gasto discrecional, salvo las partidas militares y de los veteranos, y reducir el dinero que se pensaba destinar al Servicio de Rentas Internas (IRS en inglés).

El acuerdo se puede interpretar de distintas maneras. Biden podría decir que esquivó los recortes más profundos que exigían los republicanos y McCarthy que consiguió mantener el gasto a raya.

¿Cómo es el proceso en el Congreso?

El acuerdo tendrá que ser aprobado en el Congreso y hay muy poco tiempo para hacerlo.

Las normas de la Cámara de Representantes —donde los republicanos tienen una estrecha mayoría— estipulan que un proyecto debe ser evaluado por 72 horas antes de llevarlo a votación.

El proyecto también tiene que recibir luz verde en el Senado, donde son los demócratas los que ostentan una ajustada mayoría. Resta ver si las facciones más duras de cada bancada lo apoyan. Los republicanos más conservadores querían recortes más significativos en el gasto federal y los demócratas más progresistas respaldaban los fondos para que el IRS pudiera estrechar mejor el cerco a los evasores de impuestos.

Estos son los Problemas por el Limite de la Deuda

El presidente de Estados Unidos Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy se reunieron el lunes después de un fin de semana de negociaciones intermitentes en torno a elevar el límite de deuda del país y a pocos días de que el gobierno se quede sin dinero para pagar sus cuentas.
Ambas partes trabajan para llegar a un acuerdo presupuestario antes del 1 de junio, cuando, de acuerdo con la secretaria del Tesoro Janet Yellen, el país podría caer en impago.

En declaraciones a la prensa después de la reunión, McCarthy dijo que siguen sin llegar a un acuerdo, pero que el encuentro fue “positivo”. Biden respaldó lo dicho en su propio comunicado luego de la junta en la Oficina Oval.

“Reiteramos una vez más que el impago no está a discusión y que la única manera de progresar es trabajar de buena fe hacia un acuerdo bipartidista”, comentó Biden. Sus negociadores seguirán reuniéndose.

McCarthy y los republicanos insisten en recortes de gastos a cambio de elevar el límite de deuda. Biden se ha presentado a la mesa de negociaciones después de titubear durante meses, pero asegura que los legisladores republicanos tendrán que dejar de lado sus “posturas extremas”.

Los negociadores se reunieron nuevamente la noche del domingo y parecían acercarse a un límite para el año fiscal 2024 que solucionara el estancamiento. Después de conversar con Biden por teléfono mientras el mandatario regresaba al país de un viaje a Asia, McCarthy se mostraba un tanto optimista. Pero advirtió que “no hay un acuerdo sobre nada”.

A continuación un vistazo a las negociaciones y por qué están ocurriendo:

¿DE QUÉ SE TRATA LA DISPUTA SOBRE EL LÍMITE DE DEUDA?

La votación para aumentar el límite de deuda le permite al Departamento del Tesoro seguir pidiendo dinero prestado para pagar las ya elevadas cuentas del país.

Aunque alguna vez fue un trámite de rutina en el Congreso, las votaciones más recientes han sido utilizadas para ejercer presión política, ya que al ser una iniciativa de aprobación obligatoria pueden agregársele otras prioridades.

Los representantes republicanos, con nuevas facultades gracia a su mayoría en la cámara, se niegan a aumentar el límite de deuda a menos que Biden y los demócratas impongan recortes al gasto federal y restricciones a gastos futuros.

Los republicanos aseguran que la deuda nacional, actualmente de 31 billones de dólares, es insostenible. También quieren adjuntar otras prioridades, como requerimientos laborales más estrictos para los beneficiarios de ayuda gubernamental en efectivo, cupones para alimentos y el programa de atención médica Medicaid. Muchos demócratas están en contra de estos requerimientos.

Biden ha insistido en que se apruebe el límite de deuda sin mayores compromisos, asegurando que Estados Unidos siempre paga sus deudas y que una mora en la deuda no es negociable.

Pero ante la cercanía de la fecha límite del 1 de junio, cuando el Tesoro asegura que se quedará sin dinero, Biden inició las negociaciones con los republicanos.

¿ESTÁ CERCA DE RESOLVERSE?

Hay señales de optimismo, aunque también ha habido momentos turbulentos durante las negociaciones.

Las negociaciones intermitentes se reanudaron la noche del domingo, y ambas partes parecen enfilarse a un acuerdo. Los negociadores salieron del Capitolio después de las 8 de la noche del domingo y dijeron que seguirían trabajando.

Después de su conversación telefónica con Biden, McCarthy comentó: “Pienso que podemos resolver algunos de estos problemas si él entiende lo que queremos”.

“Tenemos que gastar menos de lo que gastamos el año pasado”, añadió el legislador.

Biden, por su parte, dijo durante una conferencia de prensa en Japón antes de regresar al país que: “Pienso que podemos concretar un acuerdo”.

Pero llegar a un acuerdo es apenas una parte del problema. Cualquier pacto también tendrá que ser aprobado en la Cámara de Representantes y el Senado con apoyo bipartidista significativo. Muchos esperan que el visto bueno de la Casa Blanca y la cúpula republicana sea suficiente para materializarlo.

¿CUÁLES SON LOS OBSTÁCULOS?

Los republicanos quieren regresar al nivel de gastos de 2022 e imponer un límite a gastos futuros durante la próxima década.

Los demócratas no están dispuestos a tanto para reducir los gastos federales. En su lugar, la Casa Blanca ha propuesto mantener los gastos a los niveles actuales de 2023.

También se sopesan prioridades políticas, incluidas medidas que podrían ayudar a acelerar la construcción y desarrollo de proyectos energéticos que desean tanto los republicanos como algunos demócratas.

Los demócratas se han opuesto enérgicamente a los intentos republicanos de imponer requerimientos laborales más estrictos para las personas que reciben asistencia gubernamental en efectivo, cupones de alimentos y atención médica mediante Medicaid.

Biden, sin embargo, ha mantenido la puerta abierta a discutir algunos de los requerimientos laborales.

¿QUÉ SUCEDE SI NO ELEVAN EL LÍMITE DE DEUDA?

Un impago gubernamental sería algo sin precedentes y devastador para la economía del país. Yellen y expertos en economía han dicho que podría ser “catastrófico”.

Realmente no existe un manual sobre lo que podría suceder. Pero tendría repercusiones de gran calado.

Yellen ha dicho que destruiría el mercado laboral y los negocios, y millones de familias que dependen de los pagos del gobierno federal “posiblemente no recibirían sus pagos”, incluidos los beneficiarios del Seguro Social, veteranos de guerra y familias de militares.

Más de 8 millones de personas podrían perder sus empleos, según estimados de funcionarios del gobierno. La economía podría caer en picada hacia una recesión.

“Un impago podría causar un sufrimiento generalizado cuando los estadounidenses pierdan los ingresos que necesitan para subsistir”, dijo. Las interrupciones en las operaciones del gobierno federal podrían afectar “el control y seguridad del tráfico aéreo, la seguridad fronteriza y la defensa nacional, y la seguridad alimentaria”.

¿EXISTE UN PLAN B?

Algunos demócratas han propuesto que podrían elevar el límite de deuda sin la ayuda de los republicanos.

Algunos progresistas han exhortado a Biden a que invoque una cláusula de la 14ta Enmienda Constitucional que afirma que la validez de la deuda pública en Estados Unidos “no debe ser cuestionada”. Por lo tanto, el incumplimiento sería inconstitucional, según el argumento.

Los partidarios de una acción unilateral aseguran que Biden ya tiene la autoridad para anular el límite de deuda en caso de que el Congreso no lo eleve, a fin de que no se cuestione la validez de la deuda nacional. En cuanto a si podría actuar solo, el mandatario declaró el domingo que es “una cuestión que pienso que no se ha resuelto”, y añadió que espera que el poder judicial pueda tomar una determinación al respecto para el futuro.

En tanto en el Congreso, el líder demócrata en la cámara baja Hakeem Jeffries ha iniciado un proceso que enviaría el tema al pleno de la Cámara de Representantes y forzaría una votación sobre el incremento del tope de deuda.

Es un procedimiento legislativo engorroso, pero Jeffries instó a los representantes demócratas a que aprueben la medida con la esperanza de obtener la mayoría necesaria para dar pie a una votación.

El problema para los demócratas es que sólo tienen 213 miembros de su lado, cinco menos de los 218 que se necesitan para una mayoría.

Convencer a cinco republicanos de que se sumen a su causa no será fácil. Aprobar una petición de la minoría es considerada una gran afrenta para la cúpula del partido, en especial en un tema tan importante como el tope de deuda. Pocos republicanos, si acaso los hay, estarían dispuestos a sufrir las consecuencias.

Habrá Reunión Entre McCarty y Biden Para Resolver Techo de Deuda

La Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes concluyeron el domingo una nueva ronda de negociaciones en torno a la deuda en momentos en que Washington se apresura a llegar a un acuerdo presupuestario así como un pacto para elevar el límite de deuda del país y evitar una mora federal que castigaría a la economía.
El mandatario Joe Biden y el presidente de la cámara baja Kevin McCarthy hablaron por teléfono el domingo mientras Biden regresaba en el avión presidencial de la cumbre del G7 en Japón. Optimista, McCarthy les dijo a los reporteros en el Capitolio que la llamada fue “productiva” y que las intermitentes negociaciones entre su equipo y los representantes de la Casa Blanca se enfocan en los recortes de gastos.

Biden y McCarthy tienen programada un reunión crucial el lunes en la Casa Blanca.

Los negociadores de ambas partes se reunieron durante dos horas y media en el Capitolio yen un momento en que el diálogo parece centrarse en un límite presupuestal anual para 2024 que será clave para resolver el estancamiento.

“Seguiremos trabajando”, dijo Steve Ricchetti, asesor de la presidencia.

Todas las partes enfrentan una fecha límite que al podría ser el 1 de junio, cuando el gobierno se quedaría sin dinero para pagar sus cuentas. La secretaria del Tesoro Janet Yellen dijo el domingo que el 1 de junio es un plazo estricto.

Después de su llamada con Biden, McCarthy dijo creer “que podemos resolver algunos de estos problemas si él entiende a lo que nos enfrentamos”.

“Pero le he dejado las cosas muy en claro desde el principio. Tenemos que gastar menos de lo que gastamos el año pasado”, añadió.

McCarthy salió de esa conversación sintiéndose optimista y fue cauteloso en no criticar el viaje de Biden, como lo había hecho en otras ocasiones. Aunque, advirtió. “No hay acuerdo sobre nada”.

“Estamos pensando cómo darle un triunfo a este país”, afirmó McCarthy. Señaló que no cree que una medida final pueda remodelar el presupuesto federal y la deuda del país, pero al menos “nos pondrá en un camino para cambiar el comportamiento de estos gastos desenfrenados”.

La Casa Blanca confirmó la reunión del lunes y las negociaciones del domingo, pero no entró en detalles sobre la llamada telefónica.

Previamente, Biden usó su conferencia de prensa final en Hiroshima, Japón, para advertir a los representantes republicanos de que deben dejar de lado sus “posturas extremas” sobre elevar el límite de deuda y que no habría acuerdo para evitar una mora catastrófica exclusivamente en sus términos.