Biden Forma Acuerdo Para Evitar Cierre de Gobienro

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó el proyecto de ley provisional para evitar un cierre del Gobierno aprobado por el Congreso apenas unas horas antes de la crítica fecha límite de medianoche [de este sábado], cuando los fondos para las agencias federales estaban a punto de agotarse.

El Senado aprobó la medida este sábado por la noche después de que la Cámara cambiara abruptamente de rumbo ese mismo día y aprobara un proyecto de ley bipartidista para extender la financiación del gobierno después de días de incertidumbre sobre si se podría evitar un cierre.

“Esta noche, las mayorías bipartidistas en la Cámara y el Senado votaron para mantener abierto el Gobierno, evitando una crisis innecesaria que habría infligido un dolor innecesario a millones de estadounidenses trabajadores”, dijo Biden en un comunicado este sábado. También criticó a los republicanos de la Cámara de Representantes por la lucha de último minuto y agregó: “En primer lugar, nunca debimos haber estado en esta posición”.

La medida mantendrá abierto el Gobierno sólo hasta el 17 de noviembre e incluye ayuda para desastres naturales, pero no financiación adicional para Ucrania o la seguridad fronteriza. También incluye una medida para mantener operativa la Administración Federal de Aviación.

El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, anunció la propuesta provisional este sábado por la mañana, una medida que se produjo después de semanas de luchas internas entre los republicanos de la Cámara y un esfuerzo fallido por aprobar un proyecto de ley provisional del Partido Republicano en la cámara. El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara con un voto abrumadoramente bipartidista.

La decisión de McCarthy de presentar un proyecto de ley que ganaría el apoyo de los demócratas podría poner en riesgo su presidencia mientras los conservadores de línea dura continúan amenazando con una votación para destituirlo del máximo puesto de liderazgo de la Cámara.

McCarthy se mostró desafiante después de la votación, desafiando a sus detractores a intentar expulsarlo mientras argumentaba que hizo lo necesario para gobernar eficazmente.

«Si alguien quiere presentar una moción contra mí, que la presente», dijo McCarthy a Manu Raju de CNN en una conferencia de prensa. “Tiene que haber un adulto en la habitación. Voy a gobernar con lo que sea mejor para este país”.

McCarthy sufrió una derrota de alto perfil el viernes cuando la Cámara no logró avanzar un proyecto de ley provisional del Partido Republicano de último momento, lo que aumentó la presión sobre él para que decidiera si intentaría llegar al otro lado del pasillo para trabajar con los demócratas para mantener abierto el Gobierno incluso si correría el riesgo de sufrir una reacción violenta por parte de los conservadores.

Se espera que los partidarios de la línea dura fuercen una votación para destituir a Kevin McCarthy como presidente, pero “todavía no”, según un legislador republicano.

La Cámara tiene plazo hasta este lunes, por lo que es lo más pronto posible; entonces los líderes tendrían dos días para programar la votación.

La votación para aprobar el proyecto de ley en la Cámara se produjo después de unas pocas horas caóticas en las que los republicanos de la Cámara se reunieron durante todo este sábado por la mañana, oscilando entre opciones sobre cómo proceder. Los republicanos, incluidos los apropiadores veteranos y aquellos en distritos indecisos, presionaron para presentar una resolución a corto plazo para mantener el Gobierno financiado en la Cámara de Representantes para su votación este sábado.

El Senado había estado trabajando para avanzar en su propio proyecto de ley provisional bipartidista y estaba en camino de realizar una votación de procedimiento este sábado por la tarde. Pero eso quedó en suspenso después de que la Cámara actuó rápidamente para aprobar la extensión de financiamiento a corto plazo y los senadores se unieron en torno al proyecto de ley aprobado por la Cámara.

Los republicanos de la Cámara de Representantes habían echado un jarro de agua fría al proyecto de ley del Senado, y el senador republicano Rand Paul había prometido durante toda la semana retrasar ese proceso más allá de la fecha límite de medianoche por las objeciones a la ayuda a Ucrania incluida en el proyecto de ley del Senado. Pero Paul le dijo a CNN este sábado por la tarde que no retrasaría la consideración por parte del Senado del proyecto de ley de gastos aprobado por la Cámara.

Un cierre podría tener consecuencias importantes en todo el país, desde los viajes aéreos hasta el agua potable, y muchas operaciones gubernamentales se paralizarían, aunque los servicios considerados esenciales para la seguridad pública continuarían.

Se Evita «Default» con Firma de Tope de Deuda

La ley que suspende el techo de la deuda había sido aprobada en el Congreso en medio de una dura resistencia y a tan solo días de que EEUU cayera en un inédito y catastrófico ‘default’. La firma del presidente Joe Biden sella finalmente el asunto que lo enfrentó con los republicanos.

El presidente Joe Biden firmó este sábado la ley que suspende por dos años el techo de la deuda y evita un ‘default’ sin precedente en la historia reciente de Estados Unidos. Con esto queda por cerrado el asunto que durante semanas lo enfrentó con los republicanos y que tuvo al mundo en vilo.

La legislación llegó al escritorio de Biden tras haber sido aprobada en el Senado en la noche del jueves y en la Cámara de Representantes el miércoles, un proceso bastante cuesta arriba que en ocasiones pareció estar al borde de descarrilarse por el duro rechazo de legisladores republicanos conservadores y demócratas progresistas que pensaban que sus líderes estaban dando demasiado.

Por qué es tan importante este acuerdo: Porque en riesgo estaban los pagos de la deuda y Estados Unidos nunca ha dejado de hacerlos en su historia reciente. Un ‘default’ selectivo hubiese desatado consecuencias que no había manera de estimar completamente. Pero todos coincidían en que hubiesen sido «catastróficas», desde la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, hasta los economistas y operadores de la bolsa de valores.

Que el gobierno federal fallara en hacer así fuese un solo pago de su deuda hubiese puesto también en riesgo la calificación crediticia del país. Estados Unidos goza de la mejor calificación, la AAA, por parte de la mayoría de las agencias calificadoras. Eso significa que puede tomar prestado en las mejores condiciones posibles y que muchos países usan sus bonos como el refugio seguro en el que guardan sus reservas extranjeras.

Era vital alcanzar un acuerdo porque al gobierno también se le hubiese complicado emitir pagos con los que millones de personas en el país logran llegar a fin de mes. Esos pagos van desde los cheques del Seguro Social y para los veteranos, hasta los desembolsos de cupones de alimentos, de los reembolsos tributarios del IRS y del dinero que fluye a los proveedores de salud.
Qué contiene, en 4 claves: El acuerdo alcanzado inicialmente por Biden y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, fue resistido por legisladores de los dos partidos porque, por un lado, incluyó exigencias republicanas que rechazaban los demócratas y, por otro, mantuvo a raya cambios profundos que los republicanos más conservadores pedían para respaldarlo.

El acuerdo suspende, no eleva como tal, el techo de la deuda. El gobierno federal podrá tomar prestado el dinero que considere necesario (superando así el techo actual de $31.4 billones) sin tener que ceñirse a un límite estipulado por ley hasta al menos enero del 2025. Esto tiene un cierto matiz político, porque los republicanos pueden esgrimir que técnicamente no dieron luz verde a un mayor endeudamiento.

El pacto limita el gasto discrecional hasta 2025, aunque no en la magnitud que querían los republicanos: permanecerá estable en 2024 y crecerá muy levemente en 2025. La oficina de presupuesto del Congreso estima que ello reducirá el déficit presupuestario en $1.5 billones (trillion en inglés) en la próxima década, bastante por debajo de los más de $4 billones que buscaban los republicanos. El gasto militar y en los veteranos queda exento de los recortes presupuestarios.

La ley endurece los requisitos para acceder a la ayuda del programa SNAP o de cupones de alimentos como pidieron los republicanos. A partir de octubre próximo, más adultos que reciben esta ayuda deberán evidenciar que trabajan al menos 80 horas al mes. En una primera fase que arranca en octubre, las personas entre 50 y 52 años tendrán que cumplir con este requisito. En una segunda fase que inicia en el otoño del 2025 se incluirá a las personas de 53 y 54 años.

Se recorta el dinero que se programaba enviar al Servicio de Rentas Internas (IRS en inglés), en parte para que pudiese arreciar la lucha contra los evasores de impuestos. Esto era algo que también pedían los republicanos y resistían los demócratas. Y que según la oficina de presupuesto del Congreso tendrá como resultado un menor ingreso de dinero por el pago de impuestos que, a la larga, resultará en un mayor déficit presupuestario.

A Punto de Autorizar Límite de Deuda

El acuerdo sobre el techo de la deuda alcanzado por el presidente Joe Biden y el líder republicano Kevin McCarthy logró este martes luz verde en el Comité de Reglas y pasará ahora al pleno de la Cámara Baja. El proyecto debe ser aprobado antes del 5 de junio, el día a partir del cual a EEUU se le dificultará cumplir con los pagos de su deuda.

El acuerdo sobre el techo de la deuda entre el presidente Joe Biden y el líder republicano Kevin McCarthy superó este martes una primera prueba en el Congreso. Pasó el filtro del Comité de Reglas, donde legisladores del ala más conservadora habían amenazado con poner trabas al proyecto crucial para evitar que Estados Unidos caiga en un inédito incumplimiento en el pago de su deuda.

Qué pasó hoy: El pacto Biden-McCarthy para suspender por dos años el techo de la deuda recibió luz verde en el Comité de Reglas, un paso usualmente de procedimiento que en este caso concentró los reflectores.

Esto porque las críticas de tres representantes del grupo republicano más conservador —Thomas Massie, Ralph Norman y Chip Roy— habían puesto en duda el avance del proyecto al pleno de la Cámara de Representantes. Norman, de Carolina del Sur, y Roy, de Texas, se expresaron varias veces y de forma pública en contra del pacto. Este mismo martes Roy dijo en una conferencia de prensa: «Ni un solo republicano debe votar por este acuerdo».

Esto presagia que la segunda prueba en el Capitolio, el pleno de la Cámara Baja, será cuesta arriba. Roy dijo que trabajará para frenar el proyecto alcanzado el domingo por Biden y McCarthy, luego de semanas de complejas negociaciones. El férreo rechazo de algunos representantes republicanos como Roy ilustra las divisiones en esa bancada tras la controversial puja que protagonizaron hace unos meses para elegir a McCarthy como su portavoz.

Las críticas republicanas se han concentrado en que el pacto debió contener recortes mucho más profundos en el gasto del gobierno federal. Contempla limitar durante dos años el llamado gasto discrecional, excluyendo el militar: se recorta el gasto previsto en 2024 y se limita a 1% el aumento del anticipado para 2025. Los republicanos buscaban limitar lo que se puede gastar por un período más amplio de 10 años.
La resistencia demócrata, por su parte, ha ido principalmente por el lado de los cambios que endurecen las reglas para acceder a las ayudas de cupones de alimentos y para familias necesitadas. En esta nota los explicamos en detalle.

Qué sigue ahora: El proyecto debe ser votado en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tiene una estrecha mayoría. Se espera que eso ocurra este miércoles.

Requerirá 218 votos para ser aprobado y, como se anticipa que cerca de 60 republicanos le voten en contra, se necesitará un fuerte apoyo demócrata, según medios que reportan desde Washington.
Si recibe el visto bueno en la Cámara Baja, pasará entonces al Senado. Allí, donde los demócratas tienen una ajustada mayoría, el líder Chuck Schumer advirtió que podría haber una votación hacia el viernes o fin de semana.

La fecha vital: El 5 de junio, desde ese día al gobierno federal se le complicará cumplir con todos sus pagos, estimó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Los pagos de la deuda externa quedarían en vilo. Un ‘default’ de Estados Unidos tendrá consecuencias devastadoras para la economía del país pues se perderían millones de puestos de trabajo y se entraría en recesión. El impacto salpicaría los mercados, donde se hundirían las acciones y se borrarían parte de las ganancias de los planes de retiro.
También quedarían en duda los desembolsos de beneficios sociales que son el sustento principal de millones de personas en Estados Unidos.

«Por momentos se podría pensar que los legisladores no lograrán cruzar la meta para la fecha límite del 5 de junio (…) Si no lo hacen será un completo y total desastre. Habrá muchos escenarios llegado ese punto, ninguno de ellos bueno», consideró este martes Mark Zandi, economista en jefe de Moody’s Analytics, en un live con el diario The Washington Post.

Ahora Biden y McCarty Presionan a Ambos Partidos Para que Aprueben Límite de Deuda

Los líderes de los partidos políticos de Estados Unidos están llevando a cabo una campaña urgente este lunes para convencer a demócratas y republicanos de que apoyen una ley de compromiso que evite el primer impago nacional de la historia, con cada parte proclamamdo su victoria tras unas conversaciones martónicas.

Las perspectivas de aprobación del proyecto de ley, basado en el acuerdo alcanzado entre el presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, crecieron este domingo a medida que muchos demócratas centristas se alineaban y los republicanos mantenían la confianza en que podrían contar con el apoyo de la mayoría de su grupo en la Cámara de Representantes en una votación crucial prevista para este miércoles.

En el punto de mira de ambos partidos están los que se encuentran en el centro político, a quienes los líderes apuestan a que se tragarán algunas disposiciones con las que no están de acuerdo para suspender el límite de endeudamiento federal hasta el 1 de enero de 2025 —después de las próximas elecciones presidenciales— y evitar el impago. El proyecto de ley limita el gasto no destinado a defensa, amplía temporalmente los requisitos de trabajo para algunos beneficiarios de cupones de alimentos y recupera algunos fondos de ayuda implementados durante la pandemia de covid-19.

La publicación del texto del proyecto de ley, el domingo por la noche, supuso un momento trascendental tanto para Biden como para McCarthy, cuyo futuro político podría depender de su capacidad para aprobar la legislación y, al mismo tiempo, venderla como una victoria para sus respectivos partidos.

Este domingo, desde la Casa Blanca, Biden calificó como crucial el acuerdo para evitar un desastre económico.

«Es un paso adelante realmente importante», dijo desde la sala Roosevelt. «Elimina la amenaza de un impago catastrófico, protege nuestra recuperación económica, que tanto nos ha costado conseguir, y el acuerdo también representa un compromiso, lo que significa que nadie ha conseguido todo lo que quería, pero esa es la responsabilidad de gobernar».

El presidente se encogió de hombros ante las preocupaciones de algunos demócratas que temen que haya cedido demasiado en sus negociaciones con los republicanos.

«Se darán cuenta de que no lo hice», dijo.

En una llamada privada el domingo con los demócratas de la Cámara de Representantes, los asesores de Biden defendieron sus acuerdos con McCarthy y explicaron en detalle lo que habían evitado que se añadiera al proyecto de ley, según varias fuentes. Afirmaron que habían impedido que los republicanos impusieran requisitos laborales aún más estrictos y que habían rechazado los intentos de derogar la Ley de Reducción de la Inflación y de destripar la ley de infraestructuras de 2021, firmada por Biden.

Después de esas sesiones informativas, muchos demócratas señalaron que estaban dispuestos a apoyar el plan simplemente porque no hay otra opción viable para evitar el impago, dijeron legisladores a CNN.

«No es una victoria, pero es mucho mejor [que] lo que podría haber ocurrido si se hubiera producido el impago», dijo un demócrata del Senado a CNN tras una sesión informativa vespertina.

Se espera que los miembros de dos importantes grupos centristas —la Coalición de Nuevos Demócratas y el Caucus de Solucionadores de Problemas— apoyen en gran medida el plan, según múltiples fuentes. Eso representa aproximadamente 100 demócratas, lo que podría ser suficiente para compensar las pérdidas de los miembros de la derecha dura que están furiosos por la negociación de McCarthy.

Varios miembros de la línea dura del Caucus de la Libertad de la Cámara ya han criticado duramente el plan, prometiendo tratar de bloquear su aprobación.

Los desafíos para McCarthy para aprobar el techo de la deuda

McCarthy ha insistido ante los republicanos de la Cámara de Representantes en que los demócratas «no consiguieron nada» en las negociaciones, y se esforzó por ampliar los límites de gasto público y los nuevos requisitos de trabajo para los cupones de alimentos como victorias críticas que el Partido Republicano buscaba desde hace tiempo.

Pero, al igual que Biden, McCarthy reconoció que el acuerdo exigía concesiones por ambas partes.

«No se consigue todo lo que todo el mundo quería», dijo McCarthy a periodistas en el Capitolio este domingo. «Pero, en un Gobierno dividido, ahí es donde terminamos. Creo que es un proyecto de ley muy positivo».

Para McCarthy, la primera gran prueba llegará este martes en la Comisión de Reglas de la Cámara de Representantes , un panel que debe adoptar una regla para permitir que el proyecto de ley sea aprobado por la mayoría de la Cámara Baja. Para ganar la presidencia de la Cámara de Representantes, McCarthy aceptó nombrar a tres conservadores de línea dura: los representantes Ralph Norman, de Carolina del Sur; Chip Roy, de Texas, y Thomas Massie, de Kentucky, para formar parte de la Comisión, lo que supone una gran concesión, ya que normalmente el poderoso panel está formado por aliados cercanos de los líderes.

Hasta ahora, Norman y Roy se han mostrado muy críticos con el acuerdo sobre el límite de deuda, mientras que Massie ha permanecido callado a la espera de que se diera a conocer el texto del proyecto de ley. Si los tres votaran en contra de la norma en la comisión, el proyecto de ley quedaría anulado, a menos que algún demócrata votara a favor de la norma.

Los aliados de McCarthy trataron de restar importancia a la revuelta conservadora.

«Cuando se dice que los conservadores están preocupados, en realidad son los conservadores más pintorescos», dijo el representante Dusty Johnson en «State of the Union».

Lo que falta para alcanzar un acuerdo

La aprobación del proyecto de ley en la Cámara de Representantes no será el último paso. El paquete también debe pasar por el Senado, donde un solo senador podría paralizar los avances durante varios días. Este domingo, un puñado de poderosos republicanos del Senado expresaron su preocupación por el gasto en defensa del acuerdo durante una conferencia telefónica del Partido Republicano del Senado, dijo una fuente de la bancada.

Pero con el apoyo del líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, y el respaldo esperado del líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, varias fuentes del Senado dicen que hay una alta probabilidad de que haya 60 votos para romper un intento de filibusterismo. El momento de las votaciones finales en el Senado podría deslizarse hasta el viernes o el fin de semana.

Casa Blanca y Republicanos Alcanzan Acuerdo Sobre el Techo de Deuda

La Casa Blanca y el líder republicano Kevin McCarthy alcanzaron un acuerdo para elevar el techo de la deuda de EEUU, según confirmó el presidente Joe Biden. El trato deberá ser aprobado a contrarreloj en el Congreso para evitar que el país incumpla con algunos pagos a partir del 5 de junio.

El presidente Joe Biden y el líder republicano de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, alcanzaron este domingo un acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar que Estados Unidos cayera en un inédito ‘default’ y fallara en entregar beneficios sociales cruciales en el país.

Biden anunció en su cuenta de Twitter que un acuerdo había sido alcanzado y que estaba listo para ser enviado a la Cámara Baja, donde los republicanos tienen mayoría.

“Buenas noticias”, dijo Biden desde la Casa Blanca. “El acuerdo evita la peor crisis posible, un incumplimiento, [que habría ocurrido] por primera vez en la historia de nuestra nación”, añadió. “Elimina la amenaza de un incumplimiento catastrófico de la mesa”.

El presidente instó a ambos partidos en el Congreso a unirse para una rápida aprobación. «Dejamos claro desde el principio que la única forma de avanzar era un acuerdo bipartidista», afirmó.

Cómo un ‘default’ de EEUU afectaría al dólar y las remesas

McCarthy, por su parte, también se mostró confiado en el acuerdo durante el discurso que dio desde el Capitolio: «Al final del día, las dos partes pueden mirar juntas para poder aprobar esto».

¿Qué pasará ahora tras alcanzado el acuerdo entre Biden y McCarthy?

El pacto todavía tiene que ser aprobado en el Congreso y ese proceso, que no está asegurado, deberá realizarse a contrarreloj porque la jefa del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que el 5 de junio se le complicará cumplir con todos los pagos federales.

En riesgo están desde los pagos de la deuda hasta los cheques del Seguro Social y desembolsos a proveedores de salud a través de Medicare.

No elevar a tiempo el techo de la deuda desataría consecuencias para Estados Unidos y el mundo: podría precipitar una recesión que haría que se pierdan millones de puestos de trabajo, se desplomaría la bolsa de valores y millones de personas se quedarían temporalmente sin el dinero de su sustento.

¿En qué lograron ponerse de acuerdo Biden y McCarthy?

El trato incluye elevar el límite de endeudamiento actual de $31.4 billones durante dos años, eso daría espacio a que el asunto no se cuele otra vez en medio de la carrera presidencial del 2024.

También contempla mantener estable el llamado gasto discrecional, salvo las partidas militares y de los veteranos, y reducir el dinero que se pensaba destinar al Servicio de Rentas Internas (IRS en inglés).

El acuerdo se puede interpretar de distintas maneras. Biden podría decir que esquivó los recortes más profundos que exigían los republicanos y McCarthy que consiguió mantener el gasto a raya.

¿Cómo es el proceso en el Congreso?

El acuerdo tendrá que ser aprobado en el Congreso y hay muy poco tiempo para hacerlo.

Las normas de la Cámara de Representantes —donde los republicanos tienen una estrecha mayoría— estipulan que un proyecto debe ser evaluado por 72 horas antes de llevarlo a votación.

El proyecto también tiene que recibir luz verde en el Senado, donde son los demócratas los que ostentan una ajustada mayoría. Resta ver si las facciones más duras de cada bancada lo apoyan. Los republicanos más conservadores querían recortes más significativos en el gasto federal y los demócratas más progresistas respaldaban los fondos para que el IRS pudiera estrechar mejor el cerco a los evasores de impuestos.

Estos son los Problemas por el Limite de la Deuda

El presidente de Estados Unidos Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy se reunieron el lunes después de un fin de semana de negociaciones intermitentes en torno a elevar el límite de deuda del país y a pocos días de que el gobierno se quede sin dinero para pagar sus cuentas.
Ambas partes trabajan para llegar a un acuerdo presupuestario antes del 1 de junio, cuando, de acuerdo con la secretaria del Tesoro Janet Yellen, el país podría caer en impago.

En declaraciones a la prensa después de la reunión, McCarthy dijo que siguen sin llegar a un acuerdo, pero que el encuentro fue “positivo”. Biden respaldó lo dicho en su propio comunicado luego de la junta en la Oficina Oval.

“Reiteramos una vez más que el impago no está a discusión y que la única manera de progresar es trabajar de buena fe hacia un acuerdo bipartidista”, comentó Biden. Sus negociadores seguirán reuniéndose.

McCarthy y los republicanos insisten en recortes de gastos a cambio de elevar el límite de deuda. Biden se ha presentado a la mesa de negociaciones después de titubear durante meses, pero asegura que los legisladores republicanos tendrán que dejar de lado sus “posturas extremas”.

Los negociadores se reunieron nuevamente la noche del domingo y parecían acercarse a un límite para el año fiscal 2024 que solucionara el estancamiento. Después de conversar con Biden por teléfono mientras el mandatario regresaba al país de un viaje a Asia, McCarthy se mostraba un tanto optimista. Pero advirtió que “no hay un acuerdo sobre nada”.

A continuación un vistazo a las negociaciones y por qué están ocurriendo:

¿DE QUÉ SE TRATA LA DISPUTA SOBRE EL LÍMITE DE DEUDA?

La votación para aumentar el límite de deuda le permite al Departamento del Tesoro seguir pidiendo dinero prestado para pagar las ya elevadas cuentas del país.

Aunque alguna vez fue un trámite de rutina en el Congreso, las votaciones más recientes han sido utilizadas para ejercer presión política, ya que al ser una iniciativa de aprobación obligatoria pueden agregársele otras prioridades.

Los representantes republicanos, con nuevas facultades gracia a su mayoría en la cámara, se niegan a aumentar el límite de deuda a menos que Biden y los demócratas impongan recortes al gasto federal y restricciones a gastos futuros.

Los republicanos aseguran que la deuda nacional, actualmente de 31 billones de dólares, es insostenible. También quieren adjuntar otras prioridades, como requerimientos laborales más estrictos para los beneficiarios de ayuda gubernamental en efectivo, cupones para alimentos y el programa de atención médica Medicaid. Muchos demócratas están en contra de estos requerimientos.

Biden ha insistido en que se apruebe el límite de deuda sin mayores compromisos, asegurando que Estados Unidos siempre paga sus deudas y que una mora en la deuda no es negociable.

Pero ante la cercanía de la fecha límite del 1 de junio, cuando el Tesoro asegura que se quedará sin dinero, Biden inició las negociaciones con los republicanos.

¿ESTÁ CERCA DE RESOLVERSE?

Hay señales de optimismo, aunque también ha habido momentos turbulentos durante las negociaciones.

Las negociaciones intermitentes se reanudaron la noche del domingo, y ambas partes parecen enfilarse a un acuerdo. Los negociadores salieron del Capitolio después de las 8 de la noche del domingo y dijeron que seguirían trabajando.

Después de su conversación telefónica con Biden, McCarthy comentó: “Pienso que podemos resolver algunos de estos problemas si él entiende lo que queremos”.

“Tenemos que gastar menos de lo que gastamos el año pasado”, añadió el legislador.

Biden, por su parte, dijo durante una conferencia de prensa en Japón antes de regresar al país que: “Pienso que podemos concretar un acuerdo”.

Pero llegar a un acuerdo es apenas una parte del problema. Cualquier pacto también tendrá que ser aprobado en la Cámara de Representantes y el Senado con apoyo bipartidista significativo. Muchos esperan que el visto bueno de la Casa Blanca y la cúpula republicana sea suficiente para materializarlo.

¿CUÁLES SON LOS OBSTÁCULOS?

Los republicanos quieren regresar al nivel de gastos de 2022 e imponer un límite a gastos futuros durante la próxima década.

Los demócratas no están dispuestos a tanto para reducir los gastos federales. En su lugar, la Casa Blanca ha propuesto mantener los gastos a los niveles actuales de 2023.

También se sopesan prioridades políticas, incluidas medidas que podrían ayudar a acelerar la construcción y desarrollo de proyectos energéticos que desean tanto los republicanos como algunos demócratas.

Los demócratas se han opuesto enérgicamente a los intentos republicanos de imponer requerimientos laborales más estrictos para las personas que reciben asistencia gubernamental en efectivo, cupones de alimentos y atención médica mediante Medicaid.

Biden, sin embargo, ha mantenido la puerta abierta a discutir algunos de los requerimientos laborales.

¿QUÉ SUCEDE SI NO ELEVAN EL LÍMITE DE DEUDA?

Un impago gubernamental sería algo sin precedentes y devastador para la economía del país. Yellen y expertos en economía han dicho que podría ser “catastrófico”.

Realmente no existe un manual sobre lo que podría suceder. Pero tendría repercusiones de gran calado.

Yellen ha dicho que destruiría el mercado laboral y los negocios, y millones de familias que dependen de los pagos del gobierno federal “posiblemente no recibirían sus pagos”, incluidos los beneficiarios del Seguro Social, veteranos de guerra y familias de militares.

Más de 8 millones de personas podrían perder sus empleos, según estimados de funcionarios del gobierno. La economía podría caer en picada hacia una recesión.

“Un impago podría causar un sufrimiento generalizado cuando los estadounidenses pierdan los ingresos que necesitan para subsistir”, dijo. Las interrupciones en las operaciones del gobierno federal podrían afectar “el control y seguridad del tráfico aéreo, la seguridad fronteriza y la defensa nacional, y la seguridad alimentaria”.

¿EXISTE UN PLAN B?

Algunos demócratas han propuesto que podrían elevar el límite de deuda sin la ayuda de los republicanos.

Algunos progresistas han exhortado a Biden a que invoque una cláusula de la 14ta Enmienda Constitucional que afirma que la validez de la deuda pública en Estados Unidos “no debe ser cuestionada”. Por lo tanto, el incumplimiento sería inconstitucional, según el argumento.

Los partidarios de una acción unilateral aseguran que Biden ya tiene la autoridad para anular el límite de deuda en caso de que el Congreso no lo eleve, a fin de que no se cuestione la validez de la deuda nacional. En cuanto a si podría actuar solo, el mandatario declaró el domingo que es “una cuestión que pienso que no se ha resuelto”, y añadió que espera que el poder judicial pueda tomar una determinación al respecto para el futuro.

En tanto en el Congreso, el líder demócrata en la cámara baja Hakeem Jeffries ha iniciado un proceso que enviaría el tema al pleno de la Cámara de Representantes y forzaría una votación sobre el incremento del tope de deuda.

Es un procedimiento legislativo engorroso, pero Jeffries instó a los representantes demócratas a que aprueben la medida con la esperanza de obtener la mayoría necesaria para dar pie a una votación.

El problema para los demócratas es que sólo tienen 213 miembros de su lado, cinco menos de los 218 que se necesitan para una mayoría.

Convencer a cinco republicanos de que se sumen a su causa no será fácil. Aprobar una petición de la minoría es considerada una gran afrenta para la cúpula del partido, en especial en un tema tan importante como el tope de deuda. Pocos republicanos, si acaso los hay, estarían dispuestos a sufrir las consecuencias.

Habrá Reunión Entre McCarty y Biden Para Resolver Techo de Deuda

La Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes concluyeron el domingo una nueva ronda de negociaciones en torno a la deuda en momentos en que Washington se apresura a llegar a un acuerdo presupuestario así como un pacto para elevar el límite de deuda del país y evitar una mora federal que castigaría a la economía.
El mandatario Joe Biden y el presidente de la cámara baja Kevin McCarthy hablaron por teléfono el domingo mientras Biden regresaba en el avión presidencial de la cumbre del G7 en Japón. Optimista, McCarthy les dijo a los reporteros en el Capitolio que la llamada fue “productiva” y que las intermitentes negociaciones entre su equipo y los representantes de la Casa Blanca se enfocan en los recortes de gastos.

Biden y McCarthy tienen programada un reunión crucial el lunes en la Casa Blanca.

Los negociadores de ambas partes se reunieron durante dos horas y media en el Capitolio yen un momento en que el diálogo parece centrarse en un límite presupuestal anual para 2024 que será clave para resolver el estancamiento.

“Seguiremos trabajando”, dijo Steve Ricchetti, asesor de la presidencia.

Todas las partes enfrentan una fecha límite que al podría ser el 1 de junio, cuando el gobierno se quedaría sin dinero para pagar sus cuentas. La secretaria del Tesoro Janet Yellen dijo el domingo que el 1 de junio es un plazo estricto.

Después de su llamada con Biden, McCarthy dijo creer “que podemos resolver algunos de estos problemas si él entiende a lo que nos enfrentamos”.

“Pero le he dejado las cosas muy en claro desde el principio. Tenemos que gastar menos de lo que gastamos el año pasado”, añadió.

McCarthy salió de esa conversación sintiéndose optimista y fue cauteloso en no criticar el viaje de Biden, como lo había hecho en otras ocasiones. Aunque, advirtió. “No hay acuerdo sobre nada”.

“Estamos pensando cómo darle un triunfo a este país”, afirmó McCarthy. Señaló que no cree que una medida final pueda remodelar el presupuesto federal y la deuda del país, pero al menos “nos pondrá en un camino para cambiar el comportamiento de estos gastos desenfrenados”.

La Casa Blanca confirmó la reunión del lunes y las negociaciones del domingo, pero no entró en detalles sobre la llamada telefónica.

Previamente, Biden usó su conferencia de prensa final en Hiroshima, Japón, para advertir a los representantes republicanos de que deben dejar de lado sus “posturas extremas” sobre elevar el límite de deuda y que no habría acuerdo para evitar una mora catastrófica exclusivamente en sus términos.

Biden Espera Acuerdo con Republicanos sobre el Techo de la Deuda

Soy un optimista congénito, pero realmente creo que hay un deseo tanto de su parte como de la nuestra de llegar a un acuerdo», dijo el presidente estadounidense.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el domingo (14.05.2023) que sigue siendo «optimista» en cuanto a lograr un acuerdo con la mayoría republicana en la Cámara de Representantes para elevar el techo de la deuda y evitar un default.

«Sigo siendo optimista porque soy un optimista congénito, pero realmente creo que hay un deseo tanto de su parte como de la nuestra de llegar a un acuerdo. Pienso que seremos capaces de lograrlo», dijo a periodistas durante un paseo en bicicleta cerca de su casa en el estado de Delaware.

El gobierno de Biden advirtió el domingo que Estados Unidos entraría «en recesión», lo que podría causar la pérdida de «millones de empleos» si no se acuerda la elevación del techo de la deuda.

Hay riesgo de una recesión

«Si el Congreso no logra elevar el techo de la deuda antes del default, entraremos en recesión y será catastrófico», dijo en la cadena CNN Willy Adeyemo, secretario adjunto al Tesoro. Una situación así podría causar la pérdida de «millones de empleos», agregó.

El gobierno y las instituciones financieras alertan desde hace varias semanas sobre el riesgo de un impago de la deuda a partir de junio, si no se logra un acuerdo en el Congreso.

Demócratas y republicanos mantienen un duro pulso al respecto, ya que los republicanos rechazan, por ahora, levantarlo sin recortes masivos en el presupuesto, lo que rechaza Biden.

Adeyemo insistió el domingo en los esfuerzos hechos por el presidente, que desveló en marzo un plan que prevé «una reducción del déficit de 3 billones de dólares sobre diez años».

El representante al Tesoro también saludó los diálogos «constructivos» en curso entre los partidos.

Esta semana se debe llevar a cabo una nueva reunión entre Biden y los dirigentes del Congreso al respecto.

La deuda de la primera economía mundial alcanzó el 19 de enero los 31 billones de dólares, el techo a partir del cual el país ya no puede emitir nuevos préstamos para financiarse.

El default, que podría ocurrir a partir de inicios de junio, podría lastrar la economía mundial.

Buscan Acuerdo Para Pagar Facturas de Trump

En un mensaje sobre el inminente agotamiento de la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, el presidente afirmó que los republicanos bloquean lo que ha sido siempre una práctica bipartidista de una manera “hipócrita y peligrosa”.

El presidente Joe Biden adoptó la inusual estrategia de culpar a la administración exterior para explicar por qué el llamado ‘techo de la deuda’ d ebe aumentarse.

“Debemos elevar el techo de la deuda en parte debido a las irresponsables políticas de gasto en impuestos de la administración (de Donald) Trump”, dijo el presidente en un mensaje desde la Casa Blanca para hablar sobre el límite que, de acuerdo con el Tesoro, se alcanzará a mediados de octubre.

“En cuatro años, ellos (los republicanos) incurrieron en casi $8 billones de deuda adicional, en facturas que ahora tenemos que pagar (…) Eso es más de la cuarta parte de la deuda entera asumida en más de 200 años”, aseguró el presidente, quien expresó su frustración con los congresistas republicanos que se niegan a autorizar un aumento de la capacidad de endeudamiento, algo que solía ser un trámite bipartidista.

“Los republicanos en el Congreso elevaron (el límite) de la deuda tres veces cuando Donald Trump era presidente, y en cada ocasión tuvieron apoyo demócrata. Ahora no lo van a elevar”, se quejó el mandatario, quien aseguró que los legisladores de la oposición tienen una actitud “hipócrita, peligrosa y vergonzosa”.

Biden afirmó que con esa posición los republicanos amenazan con usar su poder para prevenir que la economía supere lo que el Tesoro y empresas de análisis de riesgo calculan que serán un escenario catastrófico.

Si el techo de la deuda no es elevado el país tendrá que empezar a posponer o recalcular pagos a sus acreedores, entrando por primera vez en su historia en una cesación de pagos que enviaría señales de alarma al sistema financiero internacional y podría degenerar en una recesión global, de acuerdo con la advertencia que hizo al Congreso la secretaria del Tesoro, Yanet Yellen.

“No estamos esperando que los republicanos hagan su parte. Ellos han sido muy claros desde el principio. Solo les estamos pidiendo que no usen los trucos procedimentales para impedirnos hacer el trabajo que ellos no harán”, dijo el presidente en referencia al filibuster, el recurso dilatorio con el que cuenta la minoría en el Senado para bloquear la aprobación de leyes.

Para cerrar los debates sobre leyes y pasar a voto final, los senadores necesitan 60 votos para aprobar el llamado ‘cloture’. Actualmente los demócratas y republicanos tienen 50 escaños cada uno, por lo que la mayoría solo la asegura el voto de la vicepresidenta Kamala Harris.

“Un meteoro está dirigiéndose a chocar nuestra economía. Los demócratas están dispuestos a hacer todo el trabajo para detenerlo. Los republicanos solo tienen que dejarnos hacer nuestro trabajo. Solo sálganse del camino. Si no quieren ayudar a salvar el país, solo sálganse de la vía para que no lo destruyan”.

Poco antes de las palabras de Biden, McConnell envió una carta al presidente diciéndole que los demócratas deben buscar la manera de elevar el techo de deuda ellos mismos.

“Respetuosamente le digo que es momento de que se involucre directamente con los demócratas del Congreso en este asunto” y le recordó que no deben “ir sonámbulos a una catástrofe evitable cuando han tenido casi tres meses de aviso para hacer su trabajo”.

El líder republicano argumenta que no tiene una lista de demandas que hacer a la Casa Blanca pero que como Biden y los demócratas “desean gobernar solos, deben manejar el límite de la deuda solos también”.

Los republicanos han bloqueado los dos intentos hecho en el Senado para subir el techo de la deuda: la primera, cuando era parte de un paquete para financiar al gobierno, y la segunda, cuando se presentó como pieza independiente.

La estrategia de la bancada de McConnell es forzar a los demócratas a que incluyan el tema en el paquete de reconciliación de $ 3,5 billones que esperan aprobar por mayoría simple, pero es un procedimiento que podría tomar mucho tiempo y no estar a punto para el 18 de octubre, que es cuando el Tesoro espera agotar la capacidad de endeudamiento.

Biden Suspende Viaje, se Queda a Negociar

El senado rechazó en dos oportunidades esta semana aumentar el techo de endeudamiento, lo cual pone en riesgo que Estados Unidos cumpla con el pago de la deuda nacional el 18 de octubre

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, canceló un viaje que tenía previsto hacer este miércoles a Chicago para centrarse en las negociaciones sobre su agenda económica en el Congreso, según informó la Casa Blanca.

Biden “permanecerá en la Casa Blanca mañana para seguir trabajando en el avance de estas dos leyes para crear empleos, hacer que crezca la economía y realizar inversiones para las familias, en lugar de obsequios a los ricos y las grandes corporaciones”.

El viaje de Biden a Chicago, que tenía el foco en la campaña de vacunación, será reprogramado.

La decisión de Biden es una señal de la importancia que la Casa Blanca da a las negociaciones en el Congreso, donde los republicanos se niegan a llegar a un acuerdo con los demócratas y los demócratas, a su vez, están divididos entre moderados y progresistas.

Por su parte, el líder republicano en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, bloqueó este martes un nuevo intento de los demócratas para aprobar un aumento del techo de endeudamiento y evitar que EEUU incurra en una suspensión de pagos de la deuda nacional el 18 de octubre.

La noche del lunes el senado había dado una primera negativa a esta medida, en un intento dificultar la aprobación de la agenda económica del presidente, Joe Biden, también tiene como consecuencia inmediata que los demócratas deben resolver dos fechas límite urgente en materia fiscal.

La negativa de McConnell significa que los demócratas tendrán que buscar otras opciones para aumentar la deuda.

“No había ninguna posibilidad de que los republicanos hicieran un esfuerzo para ayudar a los demócratas a conservar su tiempo y energía con el fin de que puedan reanudar tan rápido como sea posible su embestida a través de un socialismo partidista”, arremetió despectivamente McConnell desde el hemiciclo.

Horas antes, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, había anunciado su deseo de llegar a un acuerdo con los republicanos para que los demócratas aprobaran el aumento del techo de deuda con una mayoría simple de 50 escaños sin tener que superar la barrera de 60 votos necesaria para la mayoría de leyes.

Actualmente, el Senado está dividido en 50 escaños para los republicanos y 50 para los demócratas, aunque los demócratas tienen la mayoría porque cuentan con el voto del desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.

Los republicanos quieren que los demócratas utilicen un mecanismo legislativo llamado “reconciliación” que permite aprobar de forma excepcional proyectos con tan solo 50 votos.

Los demócratas, sin embargo, ya llevan semanas debatiendo entre ellos cómo usar este mecanismo para aprobar un gran plan de gasto social del presidente estadounidense, Joe Biden, por lo que añadirle el tema de la deuda resultará con toda probabilidad en más discusiones y demoras.

Por eso, ante la insistencia de los republicanos, varios demócratas de alto rango, incluido Schumer, dijeron este martes que esa opción no está sobre la mesa.

“Ir con la deuda a través del proceso largo, complicado y difícil de reconciliación con el límite de la deuda es muy, muy arriesgado”, avisó Schumer en declaraciones a la prensa.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtió este martes que EEUU podría incumplir sus obligaciones sobre el pago de la deuda el 18 de octubre.

Esta situación sobre el techo de deuda, que lleva a Estados Unidos al abismo cada pocos años, se produce porque el Gobierno gasta mucho más dinero del que obtiene a través de impuestos federales.

Solo en 2021, se estima que el Gobierno incurrirá en unos gastos de 5,8 billones y tendrá 3,5 billones de ingresos, lo que dejará un déficit de 2,3 billones, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.

El Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.

EEUU nunca ha tenido que recurrir a la suspensión de pagos de su deuda soberana, pero estuvo cerca en 2011 con Barack Obama en la Casa Blanca.

Entonces se desató un enorme caos en los mercados financieros, lo que llevó a que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.