Información Privilegiada Entre Abogado y Cliente son los Documentos Encontrados en Casa de Trump

FBI encontró un «grupo limitado» de documentos protegidos por el privilegio abogado-cliente en el allanamiento a Trump

El departamento había estado confiando en un equipo especializado interno para filtrar comunicaciones potencialmente privilegiadas sacadas del allanamiento a Mar-a-Lago e informó al tribunal de sus hallazgos.

El Departamento de Justicia completó este mes su revisión de documentos potencialmente privilegiados incautados al expresidente Donald Trump en Florida y dice haber identificado “un conjunto limitado de materiales que potencialmente contienen información privilegiada entre abogado y cliente”.

La información se basa en un expediente judicial presentado este lunes a la corte en atención a la orden que dio el fin de semana la jueza del Distrito Sur de Florida, Aileen Cannon.

La jueza Cannon indicó que estaba inclinada a conceder la solicitud del equipo legal de Trump de un supervisor especial para revisar los documentos tomados durante la búsqueda del 8 de agosto de la propiedad de Mar-a-Lago.

La idea es asegurar que se deje de lado cualquiera que pueda estar protegido por el privilegio legal.

Pero con el anuncio de que el departamento había completado su revisión, los fiscales parecen estar sugiriendo que el nombramiento de un supervisor externo ahora podría ser innecesario.

El departamento había estado confiando en un equipo especializado para filtrar comunicaciones potencialmente privilegiadas y dijo el lunes que había completado su revisión de esos materiales antes de la orden de la jueza.

La jueza Cannon dijo el sábado que era su «intención preliminar» nombrar a un maestro especial, lo que sería una victoria procesal temprana para el equipo legal de Trump, pero había dado al DOJ la oportunidad de responder y programó una audiencia el jueves para discutir el asunto.

La jueza también ordenó al gobierno que presente bajo sello una descripción más detallada de los materiales que fueron incautados de la propiedad de Trump en Palm Beach, algo que el departamento dijo el lunes que haría.

Departamentos de Inteligencia Evaluarán Daño Ejercido por Trump por Material Retenido

El Departamento de Justicia reveló que estaba investigando a Trump por llevarse registros de la Casa Blanca, porque creía que guardaba ilegalmente documentos.

El pasado 8 de agosto en la residencia del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump, en el estado de Florida, fueron recuperados materiales que, de acuerdo con la comunidad de inteligencia puede ser un posible riesgo para la seguridad nacional que dicha información sea divulgada.

La carta fechada el viernes de la directora Nacional de Inteligencia (DNI), Avril Haines, al presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, y a la presidenta del Comité de Supervisión, Carolyn Maloney, también dice que el Departamento de Justicia y la DNI «están trabajando juntos para facilitar una revisión de la clasificación» de los materiales, incluidos los recuperados durante el registro.

Schiff y Maloney dijeron en una declaración conjunta que estaban satisfechos de que el gobierno estuviera «evaluando el daño causado por el almacenamiento inadecuado de documentos clasificados en Mar-a-Lago», informó el sitio de noticias Político antes de conocerse la carta.

El Departamento de Justicia reveló el viernes que estaba investigando a Trump por llevarse registros de la Casa Blanca, porque creía que guardaba ilegalmente documentos, incluidos algunos relacionados con la recopilación de información de inteligencia y fuentes clandestinas, que están entre los secretos más guardados de Estados Unidos.

Haines dijo que el DNI «también dirigirá una evaluación de la Comunidad de Inteligencia (IC) del riesgo potencial para la seguridad nacional que resultaría de la divulgación de los documentos relevantes», incluyendo los incautados.

El Departamento de Justicia publicó el viernes una declaración jurada con muchos trozos borrados en la que se basaba el registro extraordinario del FBI en Mar-a-Lago, en el que los agentes se incautaron de 11 conjuntos de registros clasificados, entre ellos algunos etiquetados como «muy secretos», documentos que podrían amenazar gravemente la seguridad nacional si se expusieran.

En la declaración jurada, un agente del FBI no identificado dijo que la agencia revisó e identificó 184 documentos «con marcas de clasificación» que contenían «información de defensa nacional», después de que Trump devolvió en enero 15 cajas de registros gubernamentales solicitados por los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

Otros registros en esas cajas, según la declaración jurada, tenían notas escritas a mano por Trump.

Schiff y Maloney dijeron que el comunicado del Departamento de Justicia del viernes «apoya nuestra grave preocupación de que entre los documentos almacenados en Mar-a-Lago había algunos que podrían poner en peligro las fuentes humanas. Es fundamental que el CI proceda rápidamente para evaluar y, si es necesario, mitigar el daño causado».

El registro forma parte de una investigación federal sobre si Trump retiró y guardó ilegalmente documentos cuando dejó su cargo en enero de 2021, tras perder las elecciones de 2020 frente al presidente Joe Biden y si Trump intentó obstruir la investigación

Trump, un republicano que está considerando otra postulación a la presidencia en 2024, ha descrito el registro aprobado por la corte en la finca Mar-a-Lago en Palm Beach como políticamente motivado, y el viernes lo describió de nuevo como un «allanamiento».

Departamento de Justicia se Niega a Publicar Justificación del Registro de Casa de Trump

La fiscalía considera que su conocimiento perjudicaría la investigación

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, con el fiscal general al frente, rechaza que se publique el atestado o afidávit con el que justificó ante el juez la necesidad de registrar Mar-a-Lago, la mansión de Donald Trump en Palm Beach (Florida). Ante la petición formal al juez de numerosos medios de comunicación estadounidenses de que haga público ese informe, la fiscalía ha mostrado su negativa. Donald Trump no se ha pronunciado aún al respecto, pero numerosos republicanos han criticado que no se conozca y lo usan como argumento para insinuar que hay motivos inconfesables para ocultarlo.

“Siguen existiendo razones de peso, incluyendo la protección de la integridad de una investigación policial en curso que implica seguridad nacional, que apoyan el mantenimiento del afidávit bajo secreto”, argumenta el Departamento de Justicia.

Tanto la fiscalía como Trump estuvieron de acuerdo en que se publicase la orden de registro con sus anexos y el inventario de bienes incautados por los agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI). Eso permitió saber que a Trump se le investiga al menos por tres posibles delitos penados con multas y/o elevadas penas de cárcel y también que en el registro se hallaron numerosos documentos clasificados como “alto secreto”. En un nuevo requiebro, Trump alegó el viernes que había desclasificado esos documentos, aunque no hay ningún rastro documental de ello.

Lo que no se publicó fue el atestado o afidávit en el que la fiscalía argumenta que había indicios suficientes de delito como para proceder al registro de la casa de un expresidente, algo sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

En el documento registrado ante el juez de Florida que lleva el caso, el Departamento de Justicia señala que “el hecho de que esta investigación implique materiales altamente clasificados subraya aún más la necesidad de proteger la integridad de la investigación y exacerba el daño potencial si la información se revela al público prematuramente o de forma inapropiada”. Y añade que “la divulgación del afidávit del Gobierno en esta etapa también podría enfriar la futura cooperación de los testigos cuya asistencia puede ser solicitada a medida que avanza esta investigación, así como en otras investigaciones de alto perfil”.

“El Gobierno tiene un interés imperioso y primordial en preservar la integridad de una investigación criminal en curso”, argumenta. Su respuesta permite saber que el atestado “contiene, entre otros hechos de la investigación críticamente importantes y detallados: información altamente sensible sobre los testigos, incluidos los testigos entrevistados por el Gobierno, técnicas de investigación específicas e información que la ley exige que se mantenga en secreto”.

Si se revela, el informe permitiría conocer la hoja de ruta de la investigación en curso, “proporcionando detalles específicos sobre su dirección y curso probable, de una de manera que es muy probable que comprometa los futuros pasos de la investigación”, sostiene el Departamento de Justicia.

La fiscalía asegura que ha estudiado cuidadosamente si el afidávit podría ser publicado con alguna parte tachada por razones de confidencialidad, pero asegura que “las omisiones necesarias para mitigar los daños a la integridad de la investigación serían tan extensas que harían que el texto restante no tuviera contenido significativo”. Aun así, solicita que en caso de que el juez permitiera la publicación parcial del atestado, le permita sugerir qué fragmentos proteger.

El Departamento de Justicia sí ve bien que se difundan, y de hecho pide que se publiquen, otros documentos relacionados con la petición de registro, la solicitud de secreto del sumario y la resolución del juez que lo decreta. Ahora, depende del juez tomar una decisión.

Otras peticiones

En paralelo a la solicitud al juez realizada por los medios de comunicación, congresistas tanto del Partido Republicano como del Demócrata han solicitado que se conozca el contenido del atestado.

Los abogados de Trump, por su parte, han pedido al juez que devuelva documentos incautados que violarían el derecho de defensa del expresidente, el llamado privilegio abogado-cliente, según ha difundido la cadena conservadora Fox, aunque no han especificado a qué tipos de documentos se refieren ni han dado ninguna prueba de ello.

“Se acaba de saber que el FBI, en su ya famosa redada de Mar-a-Lago, se llevó cajas de material privilegiado abogado-cliente”, tuiteó Trump poco despu´s de que Fox diese la noticia. Y añadió: “Solicito respetuosamente que estos documentos sean devueltos inmediatamente”.

Trump ha dicho este lunes en una entrevista en la FOX que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ayudar “porque la temperatura tiene que bajar en el país”. “Si no es así, van a ocurrir cosas terribles”, ha añadido. En esa misma entrevista ha sugerido que el FBI puso pruebas falsas en su casa y que es víctima de una caza de brujas. Y luego ha seguido calentando a sus fieles en su red social.

Después de Criticar la Quinta Enmienda Trump se Calla la Boca

Trump ha asegurado que solo los “jefes mafiosos” usan la enmienda, que protege constitucionalmente a todo ciudadano que se niegue a dar declaraciones bajo juramento que puedan implicarlo en algún delito. Ahora dice «comprender» por qué algunos se acogen a esta provisión.

En septiembre de 2016 el entonces candidato republicano Donald Trump aseguró: “La mafia se acoge a la Quinta (Enmienda)”, durante el primer debate de campaña con Hillary Clinton, luego de que se supiera que ayudantes de la ex secretaria de Estado habían optado por no declarar en investigaciones que hacía el Congreso sobre el uso de su servidor privado de correos electrónicos.

Pero el expresidente hizo exactamente eso este miércoles cuando le tocó responder dentro de una investigación de la fiscalía de Nueva York sobre sus negocios, según dijo él mismo en un comunicado explicando por qué se acogió al derecho constitucional que tiene todo ciudadano de negarse a dar declaraciones bajo juramento que puedan implicarlo en algún delito.

«Una vez pregunté: ‘Si eres inocente, ¿por qué aceptas la Quinta Enmienda?’ Ahora sé la respuesta a esa pregunta», decía el comunicado.

«Cuando su familia, su empresa y todas las personas en su órbita se han convertido en el objetivo de una caza de brujas infundada y políticamente motivada apoyada por abogados, fiscales y medios de comunicación falsos, no tiene otra opción».

Pese a lo desafiante que ha sido en su defensa en eventos públicos, expertos legales coinciden en decir que presponder preguntas era arriesgado porque cualquier cosa que dijera podría potencialmente usarse en su contra en una investigación criminal paralela por parte del fiscal de distrito de Manhattan.

Los eventos del miércoles se desarrollaron en medio de una ráfaga de actividad legal rodea al expresidente. Dos días antes, a gentes del FBI registraron su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida, como parte de una investigación federal no relacionada sobre si tomó registros clasificados cuando dejó la Casa Blanca, como sostiene Archivos Nacionales.

Trump hace un silencio sorpresivo

El profesor de derecho de la Universidad de Nueva York, Stephen Gillers, dijo a la agencia AP que estaba sorprendido, dada la experiencia previa de Trump con declaraciones bajo juramento que se ofrecen fuera de tribunales.

«Jugar con los abogados en las declaraciones, mientras evita mentir, es algo de lo que él dice estar orgulloso (…) Quizás sus abogados temieron que su impetuosidad lo pusiera en peligro», dijo Gillers.

A lo largo de su carrera como magnate de bienes raíces, Trump ha tenido que ofrecer muchas declaraciones bajo juramento.

A pesar de sus declaraciones de 2016, en 1990 Trump invocó la Quinta Enmienda para negarse a responder 97 preguntas en una declaración de divorcio de 1990.

La investigación de Nueva York, dirigida por la fiscal general Letitia James, involucra acusaciones de que la compañía de Trump, la Organización Trump, engañó a los prestamistas y las autoridades fiscales sobre el valor de activos preciados como campos de golf y rascacielos.

James alega que la Organización Trump exageró el valor de sus propiedades para impresionar a los prestamistas o declaró erróneamente el valor de la tierra para reducir su carga fiscal.

Trump ha negado las acusaciones, alegando que buscar las mejores valoraciones es una práctica común en la industria de bienes raíces. También acusó a James, que es negra, de racismo al continuar con la investigación.

Cuando concluya la investigación, la fiscal general podría decidir presentar una demanda en busca de sanciones financieras contra Trump o su empresa, o incluso prohibirles participar en ciertos tipos de negocios.

Dos de los hijos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, testificaron recientemente, según fuentes cercanas al proceso. No está claro si invocaron la Quinta Enmienda durante sus declaraciones.

Cuando Eric Trump, hermano de ambos, tomó declaración en la misma investigación en 2020, invocó a la Quinta más de 500 veces, según documentos judiciales.

La estancanda investigación de la fiscalía de Manahattan

Por lo general, las personas no tienen el derecho constitucional de evitar preguntas en una demanda civil, pero el equipo legal de Trump luchó contra el intento de James de interrogarlo durante meses, argumentando que la investigación paralela del fiscal de distrito creaba el riesgo de que enfrentara cargos penales.

El juez de Manhattan, Arthur Engoron, dictaminó que la oficina de James tenía «el derecho claro» de interrogar a Trump y a otros directores de su empresa, aunque Trump también tenía derecho a negarse a responder preguntas debido al caso penal.

La investigación criminal en Manhattan se estancó con la llegada en enero de un nuevo fiscal de distrito, el demócrata Alvin Bragg. El gran jurado que había estado escuchando pruebas se disolvió. El principal fiscal que había estado a cargo de la investigación renunció después de que Bragg planteó dudas internamente sobre la viabilidad del caso.

Esa investigación condujo a cargos penales contra la Organización Trump y su antiguo jefe de finanzas, Allen Weisselberg, acusados de fraude fiscal relacionado con los beneficios complementarios ofrecidos por la empresa.

Corte de Apelaciones Liberan Declaraciones de Impuestos de Trump

Una corte federal de apelaciones aprobó este martes la solicitud de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes para obtener las declaraciones de impuestos del expresidente Donald Trump ante el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).

El fallo de 3-0 en la Corte de Apelaciones del Circuito de la Ciudad de Washington representa un duro golpe para Trump, quien durante años ha luchado en los tribunales para no revelar sus declaraciones de impuestos a nadie que lo investigue. Un juez de primera instancia que nombró cuando era presidente rechazó previamente sus argumentos en el caso.

Sin embargo, Trump aún puede apelar, por lo que resulta poco probable que el litigio termine en este momento. La corte explicó que el fallo no se emitiría hasta dentro de siete días, lo cual le daría tiempo al expresidente para desafiar la decisión. Ahora bien, este litigio es diferente de la investigación de la Comisión Selecta de la Cámara sobre el asaltó al Capitolio del 6 de enero.

La opinión mayoritaria, que escribió el juez de circuito David Sentelle, señala que la solicitud de los registros que hizo el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, Richard Neal, estaba dentro del alcance de la investigación. En ese sentido, el tribunal también rechazó el argumento de Trump acerca de que la solicitud tenía motivaciones de represalia y lo consideró no válido.

El caso por los impuestos de Trump

Neal solicitó las declaraciones de impuestos de Trump bajo una ley que le permite a la comisión conocer los registros de un individuo, una petición que la administración Trump rechazó.

La corte de apelaciones dijo este martes que Trump no demostró su argumento de que, como expresidente, sus declaraciones de impuesto no deberían entregarse.

«En este caso, la necesidad de que la información de parte de Trump instruya la legislación potencial anula la carga del Poder Ejecutivo en gran parte porque esa carga es muy tenue”, escribió Sentelle, designado de Reagan, en la opinión.

La jueza Karen Henderson, a quien designó George H.W. Bush, y Robert Wilkins, nombrado por Obama, también estuvieron de acuerdo con la decisión. Aunque Henderson escribió que creía que debería haber más escrutinio sobre una solicitud como esta que podría tener implicaciones para la presidencia.

El caso se deriva de la demanda que Neal presentó en 2019 para una orden judicial que obligara al IRS, entonces bajo el gobierno de Trump, a entregar las declaraciones de impuestos del presidente.

El litigio avanzó a un ritmo lento y ha durado más que la presidencia de Trump. En julio del año pasado, el Departamento de Justicia dio señales de que cambiaría su posición en el caso a favor de que la comisión obtuviera los resultados.

El juez de distrito Trevor McFadden, a quien Trump designó, accedió en diciembre pasado a las solicitudes del departamento y de la Cámara para desestimar el caso, lo que provocó la apelación de Trump ante el circuito de la ciudad de Washington.

FBI Allana Resort de Trump en Florida

El FBI ejecutó este lunes una orden de allanamiento en el resort Mar-a-Lago de Donald Trump en Palm Beach, Florida, confirmó el expresidente a CNN. Se trata de una operación relacionada con una investigación sobre el manejo de documentos presidenciales, incluidos documentos clasificados, que pueden haber sido llevados allí, dijeron a CNN tres personas familiarizadas con la situación.

Trump se negó a decir por qué los agentes del FBI estaban en Mar-a-Lago, pero el expresidente dijo que la redada no fue anunciada y que «incluso irrumpieron en mi caja fuerte».

“Mi hermosa casa, Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI”, dijo en un comunicado.

La redada comenzó el lunes por la mañana temprano y el personal policial parecía estar concentrado en el área del club donde se encuentran las oficinas y las habitaciones personales de Trump, según una persona familiarizada con el asunto.

El Departamento de Justicia se negó a comentar, al igual que la Casa Blanca. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que no fue notificado sobre la búsqueda.

El Departamento de Justicia tiene dos investigaciones activas conocidas relacionadas con el expresidente, una sobre el intento de revocar las elecciones presidenciales de 2020 y el 6 de enero de 2021, y la otra sobre el manejo de documentos clasificados.

Los Archivos Nacionales, encargados de recopilar y clasificar el material presidencial, dijeron anteriormente que se recuperaron al menos 15 cajas de registros de la Casa Blanca del complejo Mar-a-Lago de Trump, incluidas algunas que estaban clasificadas.

Tres fuentes familiarizadas con el viaje confirmaron a CNN que los investigadores visitaron Mar-a-Lago en los últimos meses para hablar con los abogados de Trump sobre el material tomado de su tiempo en la Casa Blanca. Trump estaba presente en Mar-a-Lago cuando ocurrió la visita, según las fuentes.

En abril y mayo, el FBI entrevistó a los ayudantes de Trump en Mar-a-Lago como parte de la investigación sobre el manejo de los registros presidenciales, según una fuente familiarizada con el asunto.

El FBI tuvo que verificar el lunes que no quedara nada, según la persona familiarizada con la investigación.

«Es un delito federal retirar documentos clasificados incorrectamente. Entonces, si está completando esa declaración jurada y tiene que enumerar el delito, puede incluirlo como el delito», dijo Elie Honig, ex fiscal federal y estatal y analista legal sénior de CNN.

Honig le dijo a Erin Burnett de CNN en «OutFront» que el momento de la búsqueda se mantuvo con la regla del departamento de larga data de no ejecutar movimientos políticamente sensibles dentro de los 90 días de una elección.

«Hoy faltan solo unos 90 días exactamente para las elecciones intermedias, creo que tal vez 91 o 92 días. Esa política, esa puede ser una razón por la que lo hicieron hoy porque quieren mantenerse alejados de eso si lo interpretan como una regla de 90 días», dijo.

Trump se Prepara Para un Regreso Disque Increíble

El expresidente de Estados Unidos no pisaba la capital del país desde que dejó el cargo en la Casa Blanca. En su discurso de este martes, que deja ver su intención de aspirar a la reelección, insistió en el supuesto fraude electoral en 2020 y en sus críticas a Joe Biden.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump volvió a Washington este martes por primera vez desde su controvertida partida de la Casa Blanca en 2021, y ofreció un discurso de un candidato en campaña, coqueteando ampliamente con la posibilidad de buscar un nuevo mandato.

Invitado por el America First Policy Institute, un panel de expertos administrado por sus aliados, el multimillonario de 76 años, presentó un plan de acción para el “próximo presidente republicano”.

Durante más de hora y media, retomó sus temas de predilección, en particular la lucha contra la inmigración y la criminalidad, sin dejar de atacar a su sucesor, Joe Biden, al que acusa de haber “puesto a Estados Unidos de rodillas”. Tras haber pintado un país apocalíptico, declaró: “La historia está lejos de haber concluido y nos preparamos para un regreso increíble, no tenemos otra opción”.

En enero de 2021, el exmagnate inmobiliario dejó el poder dos semanas después del ataque al Capitolio por cientos de sus seguidores. Desde entonces no había vuelto a la capital federal, y era objeto de una investigación parlamentaria encargada de aclarar su papel en el asalto al Capitolio.

La comisión organizó una serie de audiencias públicas que revelaron el entramado del atentado y los intentos del expresidente de revertir el resultado de las elecciones para seguir en el poder, que parecen haber perjudicado a Trump.

“Es todo un montaje”, replicó este martes Trump, al denunciar que la comisión se compone de “piratas políticos y matones”. “Realmente quieren dañarme para que no pueda volver a trabajar para ustedes (…), pero no creo que vaya a suceder”, agregó con una sonrisa. “¡Cuatro años más!”, corearon entonces los asistentes al evento.

Sugerimos: Comité sobre el asalto al Capitolio de EE. UU.: “Trump eligió no evitar el asalto”

Candidato por tercera vez

Por coincidencia, Mike Pence, quien fue vicepresidente de Trump, también estaba de visita en Washington el martes, donde marcó su diferencia con el expresidente durante un discurso dado ante jóvenes conservadores.

“No estamos de acuerdo en las prioridades”, declaró al presentar un programa centrado en la lucha contra el aborto y la protección del derecho a portar armas y las libertades religiosas.

“Es absolutamente esencial, en un momento en que tantas familias estadounidenses están sufriendo, que no cedamos a la tentación de mirar hacia atrás”, dijo Pence, conservador cristiano.

El ex número dos de la Casa Blanca, que también tiene ambiciones presidenciales, calificó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 como un “día trágico”. Trump nunca aceptó su derrota y evoca, sin pruebas, “fraudes electorales masivos” y una “elección robada”.

Sin embargo, no ahondó en el tema este martes. “Siempre digo que fui candidato una primera vez y gané, y que fui candidato una segunda vez y me fue mucho mejor”, declaró únicamente. “Quizá tengamos que hacerlo de nuevo”, agregó.

Críticas

Trump conserva un lugar central en las filas republicanas con un núcleo de partidarios leales, lo que le situaría en la primera posición si decidiera buscar la presidencia. Pero las críticas han golpeado su imagen, lo que permite a sus rivales, como el gobernador de Florida Ron DeSantis, ganar terreno.

Cerca de la mitad de los republicanos que votan en las primarias preferirían a otro candidato antes que Trump, según un reciente sondeo del diario The New York Times y el Siena College.

La semana pasada, The Wall Street Journal y el New York Post, pertenecientes a la influyente familia Murdoch, publicaron editoriales criticando el comportamiento de Trump el 6 de enero de 2021. En un texto inhabitualmente crítico, el New York Post afirmó que el multimillonario había demostrado ser “indigno” de volver a la Casa Blanca.

A pesar de todo, su discurso de este martes tuvo repercusiones. “Llámenme anticuado, pero no creo que incitar a una multitud a atacar policías sea ‘respetar la ley’”, comentó Biden en Twitter.

“No se puede ser proinsurrección y propolicía, ni prodemocracia, o proestadounidense”, agregó el mandatario que podría buscar su reelección en 2024.

Los Murdoch Dueños de Medios Empiezan su Separación de Trump

Uno de los periódicos favoritos de Donald Trump —controlado por su aliado en los medios Rupert Murdoch— dice que Trump es «indigno de volver a ser el presidente este país».

Esas palabras, en el New York Post de este fin de semana, pueden ser la crítica más fuerte del tabloide a Trump hasta el momento.

Fue publicado en línea el viernes por la noche, casi al mismo tiempo que otra publicación de Murdoch, el Wall Street Journal, también publicó un editorial criticando duramente al expresidente.

The Journal lo llamó «El presidente que se detuvo el 6 de enero» y elogió al vicepresidente Mike Pence. “El carácter se revela en una crisis, y el Sr. Pence pasó su juicio del 6 de enero. El Sr. Trump falló por completo en el suyo”, afirmó el editorial del Journal.

Ambos periódicos han sido notablemente más críticos con Trump que el mayor megáfono de todos de Murdoch, Fox News Channel, aunque los televidentes cercanos también han captado algunas señales de que Fox podría estar enojado con Trump.

La televisora de derecha ya no muestra sus mítines, por ejemplo. El posible candidato presidencial para 2024, Ron DeSantis, el gobernador de Florida, fue un invitado destacado en Fox mientras Trump realizaba un mitin el viernes por la noche.

Tanto el Post como The Wall Street Journal tienen juntas editoriales conservadoras que se cree que reflejan las opiniones de Murdoch, quien dijo el otoño pasado que los conservadores deben desempeñar un papel activo en el debate político estadounidense, “pero eso no sucederá si el presidente Trump permanece enfocado en el pasado”.

Si Murdoch trataba de darle un consejo a Trump, no funcionó. Trump ha seguido difundiendo mentiras sobre las elecciones de 2020 y socavando la investigación de la Cámara de Representantes sobre la insurrección del 6 de enero.

Después de la primera audiencia en horario estelar de la comisión de la Cámara de Representantes el mes pasado, el consejo editorial de The Wall Street Journal dijo que la evidencia era un recordatorio de que «Trump traicionó a sus partidarios».

Si bien los editorialistas se han mantenido escépticos sobre la comisión de la Cámara de Representantes y han criticado la falta de un contrainterrogatorio de los testigos, escribieron lo siguiente el viernes, después de la segunda audiencia en horario de máxima audiencia: «Sin importar sus puntos de vista sobre el la comisión especial del 6 de enero, los hechos que está presentando en las audiencias son aleccionadores. El más horrible hasta la fecha se produjo el jueves en una audiencia sobre la conducta del presidente Trump mientras se desataba el motín y él se sentaba a mirar televisión, publicaba tuits incendiarios y se negaba a enviar ayuda».

En lugar de poner excusas o cambiar de tema, como han hecho algunos comentaristas conservadores, el editorial de The Wall Street Journal decía que Trump «fracasó» en cumplir con su deber como comandante en jefe.

La página editorial del Post, que escribió el mes pasado que «necesitamos un nuevo comienzo» con «una nueva cosecha de conservadores», fue más allá en su editorial después de la audiencia en horario estelar del jueves.

«Depende del Departamento de Justicia decidir si esto es un delito», dijo el Post. “Pero por una cuestión de principios, por una cuestión de carácter, Trump ha demostrado ser indigno de volver a ser el presidente de este país”.

¿Cuánta es la Herencia de la Madre de los Hijos de Ivana Trump?

Sus hijos, Ivanka, Eric y Donald Jr., obtendrían millones de dólares. ¿Cómo amasó su patrimonio?

Ivana Trump, la primera esposa del presidente estadounidense Donald Trump, fallecida este jueves a los 73 años dejó una importante fortuna a sus hijos Ivanka, Donald Jr. y Eric, un patrimonio neto estimado en 100 millones de dólares, según Celebrity Net Worth, que rastrea la riqueza y las finanzas de los ricos y famosos.

Nacida bajo el régimen comunista en Checoslovaquia en 1949, Ivana Marie Zelníčková pasó de un comienzo humilde a convertirse en una exitosa empresaria multimillonaria después de divorciarse de Donald Trump en 1992, luego de 15 años de matrimonio.

¿Cómo la consiguió?

Como parte de su acuerdo de divorcio, recibió U$14 millones, una mansión de 45 habitaciones en Connecticut y un departamento en el Trump Plaza en la ciudad de Nueva York, así como acceso a Mar-a-Lago cuatro semanas al año y U$650.000 al año para apoyar a sus tres hijos, señaló Celebrity Net Worth.

“En el transcurso de su matrimonio, Ivana y Donald tuvieron cuatro acuerdos prenupciales a medida que crecía su imperio”, agregó la publicación.

“Según los informes, Donald estaba muy endeudado en el momento del divorcio y se vio obligado a pagar el acuerdo con préstamos bancarios”.

En el transcurso de su matrimonio, Ivana y Donald tuvieron cuatro acuerdos prenupciales a medida que crecía su imperio.

Pero Ivana usó el acuerdo de divorcio como trampolín para lanzar dos de sus propias empresas, Ivana Inc e Ivana Haute Couture, que vendía productos de belleza, ropa y joyas a través de canales de compras por televisión, que generaron millones de dólares en ganancias.

A mediados de la década de 1990, la exmodelo también fundó una empresa de perfumes y moda llamada House of Ivana.

Además, publicó una serie de libros, incluido Best is Yet to Come: Coping with Divorce and Enjoying Life Again , en el que aconsejaba a los lectores que “llevaran su billetera a la tintorería”.

Ivana también hizo un cameo en The First Wives Club , una película de 1996 protagonizada por Goldie Hawn, Diane Keaton y Bette Midler, donde ofreció sabios consejos a mujeres divorciadas.

“Señoras, tienen que ser fuertes e independientes. Y recuerda: ¡no te enojes, consigue todo!”.

A pesar de su experiencia en administración de propiedades en la Organización Trump durante su matrimonio con el expresidente, donde fue vicepresidenta de diseño de interiores y presidenta del Trump Castle Hotel and Casino, estuvo involucrada en proyectos inmobiliarios fallidos en 2005, según Celebrity Net Worth.

“Esto incluyó el enorme edificio de condominios Ivana Las Vegas que nunca llegó a construirse”.

El año pasado, el expresidente dejó de figurar la lista Forbes 400 de 2021 de las personas más ricas de Estados Unidos por primera vez en 25 años.

Con un patrimonio neto de alrededor de 2500 millones de dólares, la fortuna de Trump, que en su mayoría está ligada a propiedades a través de la Organización Trump, se había reducido en 600 millones de dólares desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 , según Forbes .

“Las acciones de tecnología, las criptomonedas y otros activos han prosperado en la era Covid”, dijo Forbes en ese momento. “Pero las propiedades de las grandes ciudades, que constituyen la mayor parte de la fortuna de Trump, han languidecido, sacando al expresidente del club más exclusivo de la nación”.

La lista Forbes 400 es una compilación anual de los estadounidenses más ricos que poseen activos en los Estados Unidos y los clasifica por su valor neto. La lista, que se publicó por primera vez en 1982, requiere un patrimonio neto mínimo de 2900 millones de dólares.

Trump Planteó Toma del Capitolio

La comisión presenta evidencias del “desquiciado” ambiente que dominó la Casa Blanca al final de la presidencia del magnate y de su relación con los grupos radicales que sembraron Washington de violencia

La competencia es, sin duda, durísima, pero aquella reunión de la noche del 18 de diciembre de 2020 en el Despacho Oval se lleva el premio a “la más desquiciada de la presidencia de Donald Trump”. Quedó claro tras escuchar las conclusiones presentadas en Washington este martes, durante la séptima sesión de la comisión del Congreso que investiga el ataque al Capitolio, tal vez la más sustanciosa hasta la fecha.

A aquel encuentro, convocado de urgencia, acudieron personas del círculo cercano del aún presidente, como la siniestra abogada Sidney Powell; el exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani; o el recién indultado general Michael Flynn, primer consejero de Seguridad Nacional de Trump. Se sumaron sobre la marcha varios de sus colaboradores más estrechos dentro de la Casa Blanca. Duró seis horas. Hubo gritos, insultos, y el grupo se fue moviendo por la residencia presidencial de un ala, la Oeste, a la otra, al calor de una discusión que enfrentaba a dos bandos: los que defendían que la elección del noviembre anterior había sido robada por los demócratas con la ayuda de Irán, China o Venezuela, y aquellos funcionarios que trataban de convencer a Trump del “disparate” de semejantes teorías. Entre los últimos, estaba Pat Cipollone, cuyo testimonio, que se resistió a conceder y que le fue tomado finalmente a puerta cerrada el pasado viernes, ha aportado nuevos y cruciales datos a la investigación.

Una vez que, pasada la medianoche, terminó la áspera reunión, Trump estaba molesto con la oposición de sus aliados más cabales. “Ves lo que tengo que tolerar; con esta gente debo lidiar cada día”, se lamentó ante Powell, quien le respondió que si, por ella fuera, “los despediría y escoltaría inmediatamente hasta la salida”. Así que el magnate calmó su frustración haciendo lo que mejor sabía: tuitear de madrugada.

Envió un mensaje “que cambió el curso de la historia”, según lo definió el demócrata de Maryland, Jamie Raskin, uno de los miembros más connotados del comité. Escrito con el inconfundible y nervioso estilo literario trumpiano, concluía con estas palabras: “Gran protesta en [Washington] DC el 6 de enero. Estad allí. Será salvaje”. Y el resto, en efecto, forma parte de la historia más tenebrosa de Estados Unidos.

Aquel gélido día de invierno, Trump dio un mitin en la capital y arengó a la turba, pese a que, según desveló hace dos semanas en este mismo foro otra testigo, la joven empleada de la Casa Blanca Cassidy Hutchinson, sabía que algunos de sus simpatizantes iban armados. Los animó a que fueran al Capitolio, que tomaron por la fuerza en un acto de “extrema violencia”, e incluso quiso acompañarlos. Los miembros del servicio secreto a cargo de su seguridad lograron convencerlo de lo contrario.

Aquel tuit era bien conocido, pero este martes el pueblo estadounidense ha descubierto otro, que, cosa rara en su autor, se pensó mejor y no llegó a enviar. Decía: “Voy a dar un gran discurso a las 10 de la mañana el 6 de enero en la Elipse [situada al Sur de la Casa Blanca]. Por favor, llegad pronto, se esperan enormes muchedumbres. Marcharemos hacia el Capitolio. ¡¡¡Detengamos el robo!!!”. Ese mensaje nonato, guardado en los Archivos Nacionales y obtenido por los investigadores, viene a demostrar que Trump tenía pensado días antes encabezar una manifestación de sus partidarios, pero que quiso que la decisión pasara por espontánea, como corroboraron varios testimonios y pruebas recogidas por la comisión. Entre ellas, un mensaje de una de sus portavoces, que, tras hablar el 2 de enero con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, envió un correo electrónico a otros organizadores del mitin en el que les decía que esperaba que el presidente “llamara a todos a marchar al Capitolio”. Dos días después, otra organizadora añadió que era importante mantener el plan “en secreto” para no alertar al Servicio de Parques Nacionales, encargado de conceder los permisos para manifestarse en el Mall de Washington.

La audiencia de este martes también ha servido para establecer los vínculos entre el expresidente y su círculo (fundamentalmente, Flynn y Roger Stone) con, respectivamente, los grupos supremacistas Oath Keepers (Guardianes del juramento) o los Proud Boys (Muchachos orgullosos). Y para volver a mostrar que las personas más próximas al magnate, incluida su hija Ivanka o miembros del equipo legal de Giuliani, le dijeron repetidamente que las teorías del robo electoral carecían de base. Sobre todo, después de que el 15 de diciembre hasta el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, admitiera la derrota de los suyos.

Miembros de las dos organizaciones extremistas han sido acusados de delitos tan graves como el de conspiración sediciosa por su participación en el asalto a la sede de la democracia estadounidense, como parte de la indagación paralela que está llevando a cabo el Departamento de Justicia sobre los hechos del 6 de enero. Este martes compareció en persona ante el comité Stephen Ayres, que se declaró culpable en junio de asaltar el Congreso y aguarda su sentencia en septiembre. Lamenta, dijo, haberse dejado engañar por las mentiras de Trump, que lo llevaron hasta Washington. “Creía cualquier cosa que veía en Internet, así era básicamente. Ahora ya no, ahora me he quitado de todas las redes sociales, y saco mis propias conclusiones”, declaró. ¿Y cree aún en la idea del robo electoral?, le preguntaron. “No tanto”, respondió. “No me parece que sea tan fácil ocultar algo tan gordo”.

A su lado estaba Jason van Tatenhove, que fue miembro de los Oath Keepers hasta 2018. Definió la organización como “peligrosa”. “Es una milicia violenta, básicamente al servicio del ego y de la determinación de su líder, Stewart Rhodes. No es fácil describir su crudeza con palabras. La mejor ilustración de lo que son capaces de hacer está en lo que vimos el 6 de enero”, aclaró. Al final de la sesión, Ayres estrechó la mano de los policías presentes en la audiencia, que se cuentan entre los 140 que sufrieron heridas fruto de la violencia de tipos como él.

Los nueve congresistas trataron asimismo de vincular el asalto con la frustración surgida de la reunión del 18 de diciembre, vívidamente recreada en un montaje de siete minutos de entrevistas grabadas, durante la que a punto estuvo el aún presidente de dictar un decreto que habría dado poder a una consejera especial, a la sazón, Sidney Powell, de incautar máquinas de votación para volver a realizar el recuento de las papeletas. Se impuso el sentido común y finalmente no se tomó una decisión que habría carecido precedentes. “No es así como hacemos las cosas en Estados Unidos”, le dijo al comité durante una confesión de ocho horas Cipollone, que ya ha ingresado junto a la joven Hutchinson en la lista de “testigos explosivos” de este complejo proceso. Cipollone era, por parafrasear la célebre canción del musical Hamilton, sobre uno de los padres fundadores, el hombre que “siempre estuvo en la habitación” en esas caóticas semanas del final de la presidencia de Trump. De ahí la importancia de que finalmente se haya avenido a colaborar. (Raskin también recurrió, por cierto, a Hamilton, cuando echó mano de una famosa sentencia que relaciona a los demagogos con los tiranos).

Al final de la primera parte de la sesión, la comisión compartió con los presentes en el solemne salón Cannon una retahíla de terroríficos videos sacados de los más oscuros rincones de Internet, en los que los vociferantes extremistas que recogieron el guante del famoso tuit de Trump hablaban abiertamente de matar demócratas y acudir armados y con chalecos antibalas a la capital. “Se convirtió en una invitación abiertamente homicida. Uno de ellos incluso habló de celebrar una ‘boda roja’, que en la cultura popular sirve para hablar en clave de una masacre”, explicó Raskin, que ofreció un brillante discurso de cierre y ha sido uno de los miembros más activos del comité, en parte, por motivos trágicamente personales. Su hijo Tommy, de 25 años, se suicidó en la mañana de la Nochevieja de 2020. Pocos días después tuvo que hacer un esfuerzo para acudir el 6 de enero al proceso de certificación del nuevo presidente en el Capitolio junto a su esposa y una de sus otras dos hijas. Los tres, con el trauma aún fresco de ver partir a un ser querido, vivieron en primera persona unas horas en las que pareció que la masa iba a acabar con sus vidas. “Perdí un hijo y a punto estuve de perder una democracia”, explicó en febrero en una entrevista con EL PAÍS. Raskin definió la insurrección como una espiral de violencia con “tres círculos de ataques entrelazados”: el intento de Trump de presionar al vicepresidente Mike Pence para que no certificara el triunfo de Biden, los actos de los grupos de ultraderecha que se presentaron en Washington y la inercia de la muchedumbre “cabreada” que el presidente empujó al Capitolio.

La otra congresista encargada de llevar las riendas del interrogatorio fue la demócrata de Florida Stephanie Murphy, que se cuenta entre los nueve representantes (siete demócratas y dos republicanos) que llevan más de un año recogiendo evidencias y entrevistando a centenares de testigos. Definió el tuit de Trump “como un llamamiento a la acción” que para algunos fue también un “llamamiento a las armas”. Al final de la audiencia, Murphy, refugiada de la Guerra de Vietnam, recurrió a su historia familiar para justificar porque el ataque del 6 de enero es también algo personal para alguien que se lo debe “todo” a Estados Unidos.

En su parlamento inicial, una de los dos republicanos de la comisión, Liz Cheney, explicó que estos habían notado un “cambio de actitud” entre los citados por el Congreso. “Han pasado de tratar de negar y retrasar nuestro trabajo a adoptar el argumento de que el presidente fue manipulado por personas ajenas a su Administración, que lo persuadieron de ignorar a sus asesores más fiables hasta el punto de hacerle incapaz de distinguir el bien del mal”, dijo Cheney, que añadió que esa estrategia persigue exculpar a Trump y colgarle el mochuelo “a gente como John Eastman, Sidney Powell o el congresista Scott Perry”. Los llaman el “grupo de los locos”.

“Esto, por supuesto, carece de sentido”, añadió la representante por Wyoming, una republicana que se la está jugando a un todo o nada al convertirse en la cara del fuego amigo contra el trumpismo en un partido político que parece secuestrado por el fantasma de las elecciones pasadas. “Es un hombre de 76 años, no es un niño impresionable. Es responsable de sus propias acciones y de sus propias elecciones. Como ha demostrado nuestra investigación, tuvo acceso a más detalles e información y sabía con más certeza que la elección en realidad no fue robada que casi cualquier otro estadounidense. Se lo dijeron una y otra vez. Ningún hombre racional o cuerdo en su posición podría ignorar esa información y llegar a la conclusión opuesta”. Cheney desveló después que el magnate había llamado a uno de sus testigos en días recientes para, aparentemente, presionarlo. Este lo denunció a su abogado, que alertó a la comisión, quienes, a su vez, lo pusieron en conocimiento del Departamento de Justicia. “Permítanme que lo diga una vez más: nos tomaremos muy seriamente cualquier intento de influir sobre nuestras fuentes”, avisó Cheney. Esa conducta podría apuntarse en la lista de crímenes que, cometidos durante unas pocas semanas del final de su presidencia, van amontonándose en el casillero de cuentas pendientes de Trump.