Los senadores de Estados Unidos entraron este domingo en lo más álgido de los debates sobre el proyecto de la ley presupuestaria de Donald Trump, un texto divisivo que podría dejar sin cobertura médica a millones de estadounidenses.
El presidente republicano busca consolidar su legado con esta ley que contempla una extensión de los recortes de impuestos en su primer mandato y el refuerzo de la seguridad fronteriza. La ley implica que el gobierno dejaría de recaudar 4,5 billones de dólares.
La Cámara Alta del Congreso estadounidense empezó oficialmente el sábado la discusión del paquete, pero el bando demócrata, fuerte opositor del texto, insistió en que fuera leído todo en el pleno. La lectura de las casi 1.000 páginas pospuso unas 16 horas los debates.
Senadores republicanos ya habían retrasado la apertura oficial del estudio del proyecto, con algunos de ellos que buscaban modificar el fondo del texto antes de la votación en el hemiciclo, que podría ser el lunes.
«UN GRAN PROYECTO DE LEY, ¡está avanzando muy bien! ¡HAGAMOS AMÉRICA GRANDE OTRA VEZ!», publicó Trump en Truth Social el domingo por la noche.
«La administración Trump ha conseguido bajar los costos, de manera importante, para el consumidor estadounidense. Nunca hubo nada como esto!», agregó.
De quedar aprobado en el Senado, el texto será devuelto a la Cámara de Representantes para su aprobación, donde los republicanos podrían enfrentarse a opositores de su propio campo.
El jueves, Trump exhortó a los senadores a votar a favor pese a sus reticencias y adoptar el paquete, pieza clave de su agenda doméstica, lo más rápidamente posible.
Pero los republicanos, con la mirada puesta en las elecciones de medio mandato en 2026, están divididos.
El texto dejaría sin cobertura médica a millones de estadounidenses, principalmente por los recortes a Medicaid, el programa de salud para los estadounidenses más pobres, y aumentaría la deuda nacional para 2034 en más de tres billones de dólares, según estimó la independiente Oficina Presupuestaria del Congreso.
Según sus detractores, la ley dejaría sin fondos a decenas de hospitales rurales y haría que unas 8,6 millones de personas dejen de recibir atención médica.
Trump quiere que la norma llegue a su escritorio para el 4 de julio, fecha que conmemora el Día de la Independencia de Estados Unidos, sin embargo ha reconocido que esta fecha es incierta.
La oposición demócrata, minoritaria en ambas cámaras, no para de hacer críticas a las reducciones de impuestos para los más ricos en detrimento de la clase obrera golpeada fuertemente por la inflación.
El sábado, el exasesor de Trump y multimillonario Elon Musk llamó a la actual propuesta como «totalmente descabellada y destructiva».
«Da concesiones a las industrias del pasado dañando severamente a las industrias del futuro», dijo Musk, dueño de empresas de alta tecnología como el fabricante de vehículos eléctricos Tesla o la de vuelos espaciales SpaceX, entre otras.