El instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, anunció que los investigadores estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young ganaron el Premio Nobel de Medicina por descubrir el gene que crea el reloj biológico de seres, conocido como ritmo circadiano, este es en otras palabras, los mecanismos moleculares que regulan el reloj biológico.
Hall, Rosbash y Young fueron capaces de averiguar un funcionamiento clave: «Sus descubrimientos explican cómo plantas, animales y humanos adaptan su ritmo biológico para que esté sincronizado con la rotación terrestre».
El reloj biológico ayuda a adaptar los patrones de sueño, los comportamientos alimentarios, la presión sanguínea, los niveles de hormonas o la temperatura a las distintas fases del día.
Los investigadores premiados aislaron un gen que controla el ritmo biológico diario normal en las moscas de la fruta:
* Demostraron que ese gen codifica una proteína que se acumula durante la noche en las células y es degradada durante el día;
* Identificaron componentes proteicos adicionales de esa maquinaria;
* Expusieron el mecanismo que dirige el reloj interno de las células.
El reloj biológico funciona siguiendo los mismos principios en células de otros organismos multicelulares, incluido el humano.
Hace más de 30 años, en 1984 Hall y Rosbash, trabajaron en colaboración con la Universidad Brandeis de Boston y con Young, que estaba en la Universidad Rockefeller de Nueva York, consiguieron aislar el gen que controla el ritmo circadiano.
Después, Hall y Rosbash descubrieron que la proteína codificada por ese gen se acumulaba durante la noche y era degradada durante el día. Los niveles de la proteína oscilan en un ciclo de 24 horas, sincronizados con el ritmo circadiano.
Cada Nobel está dotado con 9 millones de coronas suecas (unos 940,000.00 euros o $1,100,000.00 dólares) y la ceremonia de entrega se hace el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de su fundador Alfred Nobel.