Trump va por los Nacidos Aquí de Padres Indocumentados

Trump anunció que intentará poner fin a la ciudadanía por nacimiento en EEUU

El presidente electo de Estados Unidos también dijo en una entrevista que “tendría que” deportar a todos los inmigrantes indocumentados

El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump dijo en una entrevista transmitida el domingo que “tendría que” deportar a todos los inmigrantes indocumentados y reiteró su promesa de campaña de poner fin a la ciudadanía por nacimiento.

“Se tiene que hacer”, declaró durante una entrevista con “Meet the Press” de NBC, después de que le preguntaran si planeaba deportar a “todos los que estén aquí ilegalmente” durante su mandato de cuatro años.

También utilizó su primera entrevista televisiva formal después de las elecciones de noviembre para insistir en que pondría fin a la ciudadanía por nacimiento, consagrada en la Constitución de Estados Unidos, “si podemos, mediante una acción ejecutiva”.

El gobierno de Bahamas rechazó una propuesta del equipo del presidente norteamericano electo para aceptar inmigrantes de otros países expulsados por Estados Unidos, informó la oficina del primer ministro, mientras que Panamá e Islas Turcas y Caicos manifestaron su resistencia a una eventual oferta.

Según había informado previamente la cadena estadounidense NBC, además de Bahamas el gobierno de Trump también tenía previsto plantear la posibilidad a otros países de la región como Panamá y el territorio británico de ultramar Islas Turcas y Caicos, así como Granada.

La administración encabezada por Philip Davis, indicó este jueves que recibió una “propuesta del equipo de transición de Trump para que Bahamas acepte vuelos con migrantes de otros países deportados”, según un comunicado.

“Esta propuesta fue presentada al Gobierno de Bahamas, pero el primer ministro la estudió y la rechazó firmemente”, resaltó. “Desde que el primer ministro rechazó esta propuesta, no ha habido más contactos ni conversaciones con el equipo de transición de Trump”, añadió.

El equipo de trabajo de Trump no hizo comentarios sobre el comunicado de Bahamas.

Según NBC, los asesores de Trump elaboraron una lista de países a los que pedir que acojan a los migrantes deportados cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos.

Sin embargo, en el caso de Panamá, el gobierno asegura que no hubo contactos al respecto.

“No hemos recibido ninguna comunicación oficial ni oficiosa sobre dicha propuesta”, señaló la cancillería.

“Además, a la luz del Derecho Internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades que no sean la panameña”, destacó.

Ya en el caso de Islas Turcas y Caicos, sus autoridades adelantaron que no aceptarían deportados de Estados Unidos.

“Las Islas Turcas y Caicos, como todas las naciones, tienen el derecho soberano de determinar quién puede residir dentro de sus fronteras”, dijo el Ministro de Inmigración Arlington Musgrove este jueves al diario estadounidense Miami Herald.

Guerra contra la inmigración irregular

Trump, que asumirá la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, ha reiterado su intención de llevar a cabo un programa masivo de deportaciones de migrantes irregulares.

Durante la campaña de las presidenciales de noviembre, el republicano hizo uso de una feroz retórica contra los migrantes, a los que culpó de una supuesta ola de delincuencia.

El plan de deportación de Trump podría significar que los inmigrantes sean desplazados permanentemente a países con los que no tienen vínculos.

No está claro si se les permitiría trabajar, o qué presión podría aplicar Trump para lograr que los países los acepten, destacó la NBC.

¿Cómo Puedes Perder tu Ciudadanía?

Stephen Miller, el principal asesor en materia de inmigración de Donald Trump y quien se espera que sea el vicesecretario general de la Casa Blanca para política, dijo más de un año antes de las elecciones de noviembre que, en un segundo mandato del ahora presidente electo de Estados Unidos, llevarían a cabo un proyecto de desnaturalización “turbocargado” en comparación con el que se inició en el primer gobierno de Trump.

Si bien las desnaturalizaciones han sido históricamente raras, a partir de 2018 el gobierno de Trump comenzó mayores esfuerzos en ese sentido y, para 2020, se estableció una sección dentro del Departamento de Justicia específicamente dedicada a estos casos.

En 2022, el gobierno de Joe Biden publicó una nueva política de desnaturalización que “legitima el aparato de desnaturalización que construyó la administración Trump”, dijo en un comunicado el Immigrant Legal Resource Center (ILRC).

¿Qué es la desnaturalización o pérdida de la ciudadanía estadounidense?

La desnaturalización es la pérdida de la ciudadanía estadounidense para extranjeros que la habían conseguido en un proceso de naturalización, según información del Gobierno de Estados Unidos.

“Es un proceso en donde el Gobierno toma acción para quitarle a alguien su ciudadanía”, explicó a CNN Elizabeth Uribe, abogada de inmigración en Uribe & Uribe APLC.

Estos casos son raros y solo pueden ocurrir en tribunales federales (la Sección de Desnaturalización creada en 2020, la cual pertenece a la División Civil del Departamento de Justicia, puede presentar estos procedimientos). Por ejemplo, el Departamento de Justicia presentó 228 casos de desnaturalización civil de 2008 a 2020, según un funcionario de esta agencia estadounidense. De ese total de casos, el 41% (o 94) ocurrió durante el primer mandato de Trump.

¿En qué casos puede darse?

Uribe dice que estos se pueden presentar en varias situaciones, incluidas:

Personas que son una amenaza o que el Gobierno considera, bajo pretexto de terrorismo, que deben perder su ciudadanía.
Personas que cuando solicitaron la ciudadanía posiblemente no cumplían los requisitos, tanto para la residencia como la ciudadanía.
Personas que cometieron fraude en el proceso de naturalización.
En sintonía con lo que explicó la abogada de inmigración, el Departamento de Justicia indica que una persona puede enfrentar una desnaturalización cuando se trata de “terroristas, criminales de guerra, delincuentes sexuales y otros estafadores que obtuvieron la naturalización ilegalmente”.

Como ejemplo, dos casos recientes: Gaetan Joseph Helard Lecompte (nacido en Canadá) y Robert Davis (nacido en Malasia), quienes perdieron la ciudadanía estadounidense –en 2023 y este año, respectivamente– debido a que ocultaron delitos contra menores en sus procesos de naturalización. También en 2023 se dio el caso de Cruz Miguel Aguina (de quien no se especifica su nacionalidad), que también perdió la ciudadanía por un caso similar.

Más de Medio Millón Podrán Conseguir Ciudadanía con Nuevo Plan de Biden

El presidente Joe Biden ordenó el martes una medida expansiva en año electoral para ofrecer la posibilidad de naturalización a cientos de miles de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin estatus legal, en un intento de equilibrar las agresivas restricciones en la frontera que anunció recientemente y que indignaron a activistas y a muchos legisladores demócratas.
Biden anunció el martes que su gobierno permitirá en los próximos meses que algunos cónyuges de ciudadanos estadounidenses sin estatus legal puedan solicitar la residencia permanente y, a la postre, su naturalización. La medida podría afectar a casi medio millón de inmigrantes, según funcionarios gubernamentales.

“La Estatua de la Libertad no es una reliquia de la historia estadounidense. Sigue representando lo que somos”, dijo Biden desde una abarrotada Sala Este de la Casa Blanca, llena de activistas, congresistas demócratas e inmigrantes que podrían acogerse al programa. “Pero también me niego a creer que para que sigamos siendo un Estados Unidos que abraza la inmigración, tengamos que renunciar a proteger nuestra frontera”.

La medida anunciada, que equivale a la protección federal más expansiva para los inmigrantes en más de una década, establece un importante contraste político con el virtual candidato presidencial del Partido Republicano, Donald Trump, cuya postura de línea dura sobre las deportaciones masivas incluye una retórica que tacha a los inmigrantes de criminales peligrosos que “envenenan la sangre” de Estados Unidos.

El martes, Biden acusó a su predecesor de aprovecharse de los temores sobre los inmigrantes y criticó las medidas del gobierno de Trump, como la política de tolerancia cero en la frontera sur, que llevó a la separación de familias.

El equipo de campaña de Trump acusó a Biden de crear “otra invitación para la inmigración ilegal.”

“A Biden sólo le importa una cosa: el poder, y por eso está dando amnistía masiva y la ciudadanía a cientos de miles de ilegales que sabe que en última instancia votarán por él y por el Partido Demócrata de Frontera Abierta”, dijo la portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt.

Para poder ampararse al programa, una persona debe llevar en Estados Unidos un mínimo de 10 años hasta el lunes y estar casada con un ciudadano estadounidense, ambos requisitos cumplidos a más tardar el lunes. Si se aprueba su solicitud, la persona tendría tres años para pedir un permiso de residencia permanente y recibiría un permiso temporal de trabajo, además de estar protegida de deportación durante el proceso.

También unos 50.000 niños no ciudadanos con un progenitor casado con un ciudadano estadounidense podrían seguir el mismo proceso, según funcionarios de alto nivel que informaron a periodistas sobre la propuesta bajo condición de anonimato. No hay un requisito sobre cuánto tiempo debe llevar casada la pareja, pero nadie será elegible después del lunes. Eso significa que los inmigrantes que cumplan esa cifra de 10 años en el país en cualquier momento después del 17 de junio de 2024 ya no podrán participar en el programa, según los funcionarios.

Altos funcionarios del gobierno creen que el proceso de solicitudes comenzará al final del verano, y dijeron que las tarifas aplicables aún estaban por determinarse.

Biden anunció el nuevo programa el martes en un evento en la Casa Blanca organizado para celebrar 12 años del popular programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) de la era del expresidente Barack Obama, el cual ofreció protecciones contra la deportación a algunos jóvenes inmigrantes.

Foday Turay fue uno de los invitados a la Casa Blanca el martes para el anuncio. Llegó a Estados Unidos cuando tenía 10 años, procedente de Sierra Leona, y ahora es padre de un niño y está casado con una ciudadana estadounidense de tercera generación. Aunque está inscrito en el DACA y trabaja como asistente del fiscal de distrito en Filadelfia, su estatus no le proporciona alivio de la constante preocupación de la deportación.

“Mi esposa está tremendamente impactada por esto”, dijo Turay el martes antes de la ceremonia. “Todos los días me habla de lo que va a pasar. ¿Qué pasa si me deportan? ¿Cómo vamos a criar a nuestro hijo? ¿En qué país vamos a criarlo?”.

El anuncio de Biden podría “cambiar la trayectoria” de su familia, manifestó Turay.
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Nuevo Beneficio Para los que Soliciten Ciudadanía

Anuncian un nuevo beneficio para los que soliciten la ciudadanía de EEUU

A partir del 1 de abril, los solicitantes de naturalización en Estados Unidos podrán solicitar un número de Seguro Social o una tarjeta de reemplazo sin tener que hacerlo en persona.

A partir del 1 de abril, los solicitantes de naturalización tendrán una opción más fácil para actualizar su información con el Seguro Social. Ahora, al presentar el Formulario N-400, podrán solicitar un número de Seguro Social o una tarjeta de reemplazo sin tener que ir en persona a la Oficina de Seguridad Social.

Esto simplificará mucho el proceso para aquellos que buscan obtener la ciudadanía estadounidense. La nueva edición del formulario, que estará disponible en línea, permitirá a los solicitantes evitar visitar una oficina local del Seguro Social para solicitar estos documentos.

Es importante tener en cuenta que esta opción solo estará disponible en la nueva edición del formulario, que se lanzará el 1 de abril. Además, los solicitantes pueden crear una cuenta en línea de USCIS para enviar formularios, pagar tarifas y hacer un seguimiento del estado de su solicitud de inmigración.

Esta actualización representa un paso importante hacia la modernización del proceso de naturalización en Estados Unidos.

Costo de Ciudadanía Sube

Si dentro de tus planes está conseguir la ciudadanía estadounidense en 2024, ten presente la siguiente información porque es posible que tu bolsillo se vea afectado.

El pasado 30 de enero, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) informó que a partir de este año se ajustarían «ciertas tarifas de solicitud de beneficios de inmigración y naturalización por primera vez desde 2016».

Como menciona esta notificación, entre las tarifas del USCIS que tendrán un ajuste se encuentran las de naturalización, es decir, las referentes a la obtención de la ciudadanía estadounidense.

De acuerdo con las nuevas tarifas del USCIS, las personas que buscan la ciudadanía de EE.UU. verán un aumento de hasta 19 % en ciertos casos.

Lo anterior podría afectar a un grupo muy amplio. Según estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés), a inicios de 2023 había 9 millones de personas que cumplían los requisitos de edad y duración de residencia en Estados Unidos para optar por una ciudadanía.

Si estás dentro de este grupo y quieres iniciar con tu solicitud de ciudadanía, a continuación te damos los detalles sobre los ajustes en las tarifas.

¿Cuándo y cuánto suben los precios para solicitar la ciudadanía estadounidense?

El USCIS indica que las nuevas tarifas estarán vigentes a partir del lunes 1 de abril de 2024. Antes de esa fecha, todavía podrás hacer tu solicitud con la tarifa previa.

La solicitud para la ciudadanía estadounidense es la N-400 (solicitud de naturalización). Estos son las tarifas actuales y las nuevas tarifas que entran en vigor en abril:

N-400 Solicitud de Naturalización (presentación en línea)

Costo actual: US$ 640
Nueva tarifa a partir de abril: US$ 710
Aumento del 11 % (o US$ 70 más)
N-400 Solicitud de Naturalización (presentación en línea) (con servicios biométricos)

Costo actual: US$ 725
Nueva tarifa: US$ 710
Reducción del 2 % (u US$ 15 menos)
N-400 Solicitud de Naturalización (presentación en formato impreso)

Costo actual: US$ 640
Nueva tarifa: US$ 760
Aumento del 19 % (o US$ 120 más)
N-400 Solicitud de Naturalización (presentación en papel) (con servicios biométricos)

Costo actual: US$ 725
Nueva tarifa: US$ 760
Aumento del 5% (o US$ 35 más)
N-400 Solicitud de Naturalización [solicitantes con ingresos del hogar entre el 150 % y el 400 % de las Guías Federales de Pobreza (FPG)]

Costo actual: US$ 320
Nueva tarifa: US$ 380
Aumento del 19 % (o US$ 60 más)
N-400 Solicitud de Naturalización (solicitantes con ingresos del hogar entre el 150 % y el 400 % del FPG) (con servicios biométricos)

Costo actual: US$ 405
Nueva tarifa: US$ 380
Reducción del 6 % (o US$ 25 menos)

Si quieres saber si eres elegible para obtener la ciudadanía estadounidense, puedes utilizar la herramienta de elegibilidad del USCIS para orientarte sobre este asunto.

Recuerda que se trata solamente de una herramienta para orientarte y no determina realmente si eres elegible. El USCIS es el único órgano que podrá determinar si eres elegible una vez que presentes tu solicitud N-400.

Para obtener mayores beneficios, el USCIS recomienda presentar la solicitud N-400 en línea, lo cual puedes hacer dando clic aquí.

Asimismo, para obtener los costos más bajos de las FPG, es necesario presentar la N-400 de manera conjunta con la solicitud I-942 de petición de reducción de tarifas.

Cambios en Exámen de Ciudadanía Preocupan a Nuevos Posible Ciudadanos

Hay asociaciones y expertos en alerta por las dificultades que se aproximan en el test; al parecer, las preguntas serán más difíciles

Las autoridades federales de Estados Unidos le ordenaron al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés) modificar el examen de la ciudadanía. Desde diciembre de 2022, cuando se hizo el pedido a nivel nacional, se realizaron múltiples ensayos para decidir cuáles son los apartados con cambios. Sin embargo, desde ahora hay gran expectativa y temor sobre lo que se aproxima, dado que, de acuerdo con los primeros indicios, se requerirá un mayor nivel de inglés y de conocimiento en historia.

El nuevo test se actualizaría en 2024, en caso de que se apruebe. Por ahora, el Uscis mantiene evaluaciones constantes entre diferentes grupos para saber qué tan viables son los cambios propuestos. Shawn Chakrabarti, especialista en programas de educación, capacitación para la ciudadanía y participación pública de dicha entidad gubernamental, dijo que los resultados de los ensayos se darán a conocer en marzo próximo. “Seguimos recibiendo comentarios de todos los diferentes tipos de voluntarios participantes, 230 asociaciones, organizaciones y educadores”, afirmó en declaraciones citadas por el Nuevo Herald.

¿Cómo es el examen actual para la ciudadanía de EE.UU.?

El examen consiste en una prueba oral y escrita, en la que se evalúa el nivel de inglés del solicitante y sus conocimientos sobre la Educación Cívica del país norteamericano. Para eso, se le hacen diez preguntas de un acumulado de 100, todas relacionadas con la historia de EE.UU., y tiene que responder seis de manera correcta con una oración simple. También se le pide contestar información sobre lo que puso en su Formulario N-400, en el idioma requerido, para comprobar el dominio.

¿Cómo será el nuevo examen para la ciudadanía de EE.UU.?

Las modificaciones se harían en las pruebas de inglés y cívica. Los cambios contemplados son:

Idioma. El oficial entrevistador mostraría imágenes de escenarios comunes, como actividades diarias, comida y clima, para que el entrevistado describa de forma oral lo que observa. Chakrabarti señaló que los aspirantes tendrán que usar “contenido relevante”, con palabras y frases simples.
Historia. En el nuevo test, los cuestionamientos serían de opción múltiple. Cada pregunta aparecerá en una pantalla con todas las opciones de respuesta a elegir y el solicitante deberá seleccionar la correcta.

Si bien son cambios que podrían parecer sencillos, los expertos hicieron un análisis más profundo y determinaron que el examen será más difícil por diferentes factores. Primero, por el idioma: en su perspectiva, podría haber fallas a la hora de describir las imágenes por temas culturales. Por ejemplo, una persona podría interpretar cierto escenario de forma diferente a las autoridades por su nacionalidad o grupo social.

En cuanto a la sección de civismo, los solicitantes tendrán que tener un conocimiento más amplio de la historia americana para poder responder correctamente. Lo anterior porque antes solo tenían que aprenderse una respuesta y ahora tendrán que memorizar hasta cuatro por pregunta. Bill Bliss, autor de libros de ciudadanía de Massachusetts, puso como ejemplo una pregunta en la que se tiene que responder en cuál guerra luchó EE.UU. en el siglo XX.

Antes solo necesitaba decir una de cinco respuestas aceptables: Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial, Guerra de Corea, Guerra de Vietnam o Guerra del Golfo. Ahora, deberá elegir entre estas opciones: Guerra Civil, Guerra México-Estadounidense, Guerra de Corea, Guerra Hispanoamericana. “El solicitante debe conocer las cinco guerras que peleó Estados Unidos en el siglo XX para seleccionar la única respuesta correcta”, señaló Bliss.

Nuevo Exámen de Ciudadanía Podría a Afectar a Quien no Hable Inglés

El examen para obtener la ciudadanía estadounidense se está actualizando y algunos inmigrantes y defensores temen que los cambios perjudiquen a los aspirantes con menor nivel de dominio del inglés.

El llamado examen de naturalización es uno de los pasos finales para obtener la ciudadanía norteamericana: un proceso de meses de duración que requiere una residencia legal permanente durante años antes de solicitarla.

Muchos todavía están conmocionados después de que el gobierno del entonces presidente republicano Donald Trump cambió la prueba en 2020, al hacerla más larga y difícil de aprobar. En cuestión de meses después de asumir el cargo, el presidente demócrata Joe Biden firmó una orden ejecutiva destinada a eliminar las barreras para la ciudadanía. Con ese espíritu, el examen para obtener la ciudadanía regresó a su versión anterior, que se actualizó por última vez en 2008.

Las autoridades estadounidenses anunciaron en diciembre que la prueba debía actualizarse después de 15 años. Se espera que la nueva versión se publique para finales del año próximo.

Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) proponen que el nuevo examen agregue una sección oral para evaluar las habilidades al hablar y escuchar en inglés. El examinador podría mostrar fotografías de situaciones comunes —como actividades cotidianas, clima o comida— para pedir al solicitante que describa verbalmente las fotos.

En la prueba actual, un funcionario evalúa la capacidad de hablar en inglés durante la entrevista, haciendo preguntas personales que el solicitante ya ha respondido en el papeleo del proceso de naturalización.

“Para mí, creo que sería más difícil mirar imágenes y explicarlas”, explica Heaven Mehreta, quien emigró de Etiopía hace 10 años, pasó el examen de naturalización en mayo y recibió la ciudadanía estadounidense en Minnesota en junio.

Mehreta, de 32 años, comenta que aprendió inglés cuando era adulta después de mudarse a Estados Unidos, y descubrió que la pronunciación era muy difícil. Le preocupa que agregar una nueva sección oral con base en fotos, en lugar de preguntas personales, haga que la prueba sea más difícil para otros como ella.

Shai Avny, quien emigró de Israel hace cinco años y se convirtió en ciudadano estadounidense el año pasado, dijo que la nueva sección oral también podría elevar el estrés que los solicitantes ya sienten durante el examen.

“Sentarte frente a alguien del gobierno federal, puede ser intimidante conversar y hablar con ellos. Algunas personas tienen ese temor, en cualquier caso. Cuando no es tu lengua materna, puede ser aún más difícil. Quizás estés nervioso y no encuentres las palabras para decirles lo que necesitas describir”, comenta Avny. “Es un examen que va a determinar si vas a ser ciudadano. Así que hay mucho que perder”.

Otro cambio propuesto haría que la sección de educación cívica sobre la historia y el gobierno de Estados Unidos sea de opción múltiple, en lugar del formato actual de respuestas orales breves.

Bill Bliss, autor de un libro de texto para los interesados en obtener la ciudadanía y quien reside en Massachusetts, ofrece un ejemplo en una publicación de blog sobre cómo el examen podría volverse más difícil, porque requeriría una mayor base de conocimientos.

Dice que una pregunta actual sobre educación cívica hace que un agente le pida al aspirante nombrar una guerra en la que Estados Unidos haya peleado durante el siglo XX. Para responder correctamente la pregunta, el solicitante sólo necesita decir una de cinco respuestas aceptables: la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam o la Guerra del Golfo.

Sin embargo, en el formato propuesto de opción múltiple, el solicitante tendría que leer esa pregunta antes de seleccionar la respuesta correcta de entre las siguientes opciones:

A. Guerra Civil

B. Guerra de Estados Unidos contra México

C. Guerra de Corea

D. Guerra hispano-estadounidense

El solicitante debe conocer las cinco guerras que peleó Estados Unidos en el siglo XX para seleccionar la única respuesta correcta, agrega Bliss, y eso requiere un “nivel significativamente más alto de dominio del idioma y de habilidad para tomar exámenes”.

Actualmente, el solicitante debe responder correctamente seis de 10 preguntas de educación cívica para ser aprobado. Esas 10 preguntas se seleccionan de un banco de 100 preguntas de educación cívica. Al solicitante no se le dice qué preguntas se seleccionarán, pero puede ver y estudiar las 100 preguntas antes de realizar el examen.

Lynne Weintraub, coordinadora de ciudadanía en el English as a Second Language Center (Centro de Inglés como Segundo Idioma, de la Biblioteca Jones en Massachusetts), advierte que el formato propuesto para la sección de educación cívica podría hacer que el examen de naturalización para obtener la ciudadanía sea más difícil para las personas que tienen dificultades con el dominio del inglés. Eso incluye a refugiados, inmigrantes de edad avanzada y personas con discapacidades que interfieren con su desempeño en las pruebas.

“Tenemos muchos estudiantes que son refugiados y provienen de países devastados por la guerra, donde tal vez no tuvieron la oportunidad de completar la escuela o incluso de ir a la escuela”, señala Mechelle Perrott, coordinadora de ciudadanía en el San Diego Community College District (Colegio Comunitario del Distrito de San Diego) del College of Continuing Education (Colegio de Educación Continua), en California.

“Es más difícil aprender a leer y escribir si no sabes hacerlo en tu lengua materna. Esa es mi principal preocupación sobre el examen de opción múltiple. Es mucha lectura”, añade Perrott.

Los USCIS aseguraron en un anuncio en diciembre que los cambios propuestos “reflejan las mejores prácticas actuales en el diseño de pruebas” y que ayudarán a estandarizar el examen para la obtención de la ciudadanía.

Según la ley federal, la mayoría de los solicitantes de ciudadanía deben demostrar comprensión del idioma inglés —incluida la capacidad de hablar, leer y escribir palabras de uso común— y demostrar conocimiento de la historia y el gobierno de Estados Unidos.

La agencia dijo que realizará un examen de ensayo a nivel nacional con los cambios propuestos, en 2023, y que habrá oportunidades para recibir retroalimentación de la gente. Luego, un grupo externo de expertos en los campos de adquisición del lenguaje, educación cívica y desarrollo de pruebas revisará los resultados del examen de ensayo y recomendará maneras de implementar mejor los cambios propuestos, que podrían entrar en vigor a finales del año próximo.

Estados Unidos tiene actualmente el examen más fácil para obtener la ciudadanía en comparación con otros países occidentales —incluidos Alemania, Canadá y Gran Bretaña—, según Sara Goodman, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de California en Irvine.

Goodman explica que ella usa las siguientes métricas para determinar la dificultad de un examen: la cantidad de preguntas requeridas para aprobar y el número de preguntas en general, el porcentaje de solicitantes que aprueban la prueba, el nivel de idioma del examen y si las preguntas con respuestas están disponibles o no para estudiarlas antes de realizar la prueba.

En el examen que practica Estados Unidos, los solicitantes deben responder correctamente seis de cada 10 preguntas para aprobar. Alrededor del 96% de los solicitantes pasan la prueba, según cálculos recientes. El examen está en un nivel de inglés de “principiante avanzado”, sostiene Goodman, y está disponible un banco de preguntas con respuestas para que los aspirantes lo estudien de antemano.

En comparación, explica Goodman, la prueba alemana pide que los solicitantes respondan correctamente 17 de 33 preguntas para aprobar. Alrededor del 90% de los solicitantes pasan el examen, según estimaciones recientes. La prueba está en un nivel “intermedio” de alemán, según Goodman. También se pone a disposición un banco de preguntas con respuestas para estudiar.

Los exámenes de Canadá y Gran Bretaña son aún más difíciles, y en este último no se proporciona un banco de preguntas, agrega Goodman.

Elizabeth Jacobs, directora de Asuntos Regulatorios y Políticas del Center for Immigration Studies (Centro para Estudios sobre Inmigración, una organización de investigación sin fines de lucro que aboga por una menor inmigración), cree que los cambios propuestos harán que el examen estadounidense sea aún más fácil para muchas personas. “Creemos que eso va en la dirección equivocada”, agregó Jacobs en nombre de la organización.

El formato propuesto de opción múltiple para la sección de educación cívica pondría la respuesta a cada pregunta frente a los solicitantes, expuso Jacobs, y eliminaría el desafío de memorizar del examen actual.

Jacobs dijo que su organización preferiría una prueba que incluya más material y haga mayor énfasis en los valores estadounidenses, como la libertad religiosa y la libertad de expresión.

Agregó que la mayoría de las personas que reciben la ciudadanía de Estados Unidos no están en el país por mérito o por estatus de refugiado, sino por patrocinio familiar, donde alguien en su familia se convirtió en ciudadano estadounidense antes que ellos y solicitó que ellos se naturalizaran.

Jacobs dijo que tener una prueba más estricta ayudaría a garantizar que los nuevos ciudadanos se integren a la sociedad estadounidense —y a la economía— con suficientes habilidades en el idioma inglés, así como a promover una democracia saludable con conocimiento y compromiso cívico.

No todos están de acuerdo.

“¿Es importante para nosotros tener una prueba de educación cívica en primer lugar? No sé la respuesta a esa pregunta”, expresa Corleen Smith, directora de servicios de inmigración del International Institute of Minnesota (Instituto Internacional de Minnesota, una organización sin fines de lucro que ofrece a los inmigrantes ciertos recursos disponibles).

Smith señala que los USCIS ya evalúan si los solicitantes tienen antecedentes penales, pagan impuestos y mantienen financieramente a sus hijos.

“Ya están evaluando esa parte de tus antecedentes. ¿Es también importante conocer esta información sobre la historia y el gobierno y poder memorizarla?”, pregunta Smith, antes de agregar: “Las personas que nacieron en Estados Unidos y son ciudadanos de manera natural, muchas de esas personas no saben muchas de estas respuestas a las preguntas sobre la historia del gobierno”.

Más de 1 millón de personas se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en el año fiscal 2022 —una de las cifras más altas registradas desde 1907, el primer año con datos disponibles—, y los USCIS redujeron la enorme acumulación de solicitudes de naturalización en más del 60% en comparación con el año anterior, según un informe de USCIS también publicado en diciembre.

Demócratas propondrán cambio a ley para dar residencia a unos 8 millones de indocumentados

La nueva iniciativa no busca, como se ha intentado en otras ocasiones, determinar una nueva fecha de registro de permanencia en el país, sino establecer que ciertos indocumentados que lleven al menos 7 años de permanencia no autorizada, califiquen para tramitar la green card.

Un grupo de representantes demócratas presenta este jueves al pleno nuevamente una iniciativa de ley para modificar la denominada Ley del Registro, un viejo recurso legal migratorio que por ahora permite a ciertos indocumentados que están en Estados Unidos desde antes del 1 de enero de 1972 pidan la residencia legal permanente.

La nueva iniciativa no busca, como se ha intentado en otras ocasiones, determinar una nueva fecha de registro de permanencia en el país, sino establecer que los indocumentados que lleven al menos 7 años de permanencia no autorizada, carezcan de antecedentes criminales y no sean inadmisibles para permanecer en el país, califiquen para tramitar la green card (tarjeta verde).

Se estima, que si el plan es aprobado, unos 8 millones de indocumentados calificarían para regularizar sus permanencias.

El plan, que además abre un camino a la ciudadanía para quienes se beneficien del ajuste de estatus cinco años después de recibir la residencia, será presentado este jueves (9 de marzo) por los representantes demócratas Zoe Lofgren (California9, Norma Torres (California), Lou Correa (California), Grace Meng (Nueva York), Adriano Espaillat (Nueva York) y Jesús “Chuy” García (Illinopis).

Por qué lo hacen

“Durante décadas, los inmigrantes que contribuyen significativamente a nuestras comunidades y nuestra economía han sido relegados a un limbo legal”, dijo Lofgren, miembro principal del Subcomité de Integridad, Seguridad y Cumplimiento de la Ley de Inmigración de la Cámara de Representantes y ex abogada de inmigración.

“Mientras que los republicanos extremos del MAGA hacen docenas de viajes a la frontera y realizan otras acrobacias políticas, mis colegas y yo nos estamos enfocando una vez más en la acción de inmigración al reintroducir esta legislación de registro de sentido común que es simplemente una actualización de la ley que se implementó por primera vez en 1929”, agregó.

Activistas que respaldan la iniciativa dijeron que ya es hora de modificar la ley del Registro “es hora de que se cumpla una de las promesas que hizo durante su campaña a nuestra comunidad el presidente Joe Biden”, dijo a Univision Noticias Jorge-Mario Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de Los Ángeles (CHIRLA).

«Mientras los republicanos de la Cámara continúan fabricando una narrativa antiinmigrante fronteriza falsa y difundiendo una retórica que genera miedo, otros en el Congreso buscan presentar soluciones prácticas y reconocer a los inmigrantes como la fuerza contribuyente que representan para nuestra nación», señaló Angélica Salas, directora ejecutiva de la organización.

El último intento

En julio de 2022 y tras reiterados fracasos de incluir la propuesta en el debate sobre el presupuesto que al final fue rechazado por la principal asesora del Senado, la parlamentarian Elizabeth MacDonough, un grupo de representantes demócratas se preparó durante semanas para presentar un proyecto similar al de ahora: cambiar la fecha de la Ley del Registro.

Pero para convertirse en realidad, la bancada demócrata de la Cámara de Representantes no solo debía aprobarlo (tenían los votos para hacerlo), sino convencer al Senado donde demócratas y republicanos tenían 50 votos cada uno, se requerían 60 y no todos los demócratas estaban de acuerdo con la iniciativa.

Los republicanos, por su parte, habían advertido que no respaldarían ningún tipo de beneficio migratorio hasta que el gobierno pudiera fin a la crisis que se vive en la frontera con México, situación que en los meses siguientes empeoró significativamente.

El 29 de septiembre del 2021 MacDonough dijo a un panel de asesores que el cambio de fecha de la Ley del Registro (en ese momento parte de una propuesta migratoria bautizada como Plan B), “nuestro análisis de este tema es en gran medida igual que la propuesta de LPR (residencia legal permanente)” presentada en primera instancia y que fue rechazada 10 días antes.

“Si bien esta propuesta de registro no es una política de inmigración completamente nueva, aún se distingue del texto de PRWORA (Personal Responsibility and Work Opportunity Reconciliation Act of 1996) en que es un ajuste de estatus a través de una enmienda a la INA (Ley de Inmigración) y no es independiente de los diversos programas de beneficios del gobierno”, agregó.

La respuesta añadió que “el cambio de estatus a LPR sigue siendo un cambio de por vida en circunstancias cuyo valor supera ampliamente su impacto presupuestario”. MacDonough también dijo en aquella ocasión que la legalización de millones de indocumentados propuesta por los demócratas “aumentaría el déficit en unos $131,000 millones durante al menos una década

“La esperanza nunca muere”

Ante un difícil escenario, sobre todo teniendo en cuenta que la Cámara de Representantes ahora está en manos de los republicanos, Univision Noticias preguntó a CHIRLA si había posibilidades de éxito en este nuevo intento.

“La esperanza nunca muere”, dijo Cabrera. “Pero sabemos que no será fácil. Hoy en día hay nueva pasión, nueva sangre en ambas cámaras y tenemos que asegurarnos de que el diálogo migratorio continúe. Hay personas que tienen más de 40 años como indocumentados en este país que no tienen papeles. Hay que darles una solución legal”.

La congresista Torres dijo que “en Estados Unidos dependemos del trabajo y los esfuerzos de los inmigrantes, pero el fallido sistema de inmigración de nuestra nación les ha fallado a estos hombres y mujeres trabajadores. Se merecen algo mejor y este proyecto de ley histórico, al hacer una simple actualización de la Ley de Registro, proporcionaría un camino hacia el estatus legal permanente e incluso la ciudadanía para muchos”.

A su vez, la congresista Meng dijo que “me enorgullece volver a estar junto a mis colegas del Congreso en la reintroducción de legislación que ayudaría a poner fin al limbo legal para aproximadamente 8 millones de inmigrantes. Ellos son la fuerza impulsora en la construcción de la diversidad, la infraestructura y la rica cultura estadounidense de nuestra nación”.

Por su parte, Correa dijo que “después de 36 años de inacción y promesas incumplidas, ya es hora de que este Congreso actúe y entregue una reforma migratoria significativa a las comunidades que más lo necesitan, y de las que depende nuestro país”.

“No es ningún secreto que los inmigrantes construyeron nuestra nación, y aquellos que llegaron a Estados Unidos hace años en busca de una vida mejor y han echado raíces aquí, merecen una oportunidad de residencia permanente”, dijo el congresista Espaillat.

Una ley de 1972

Un informe del American Immigration Council (AIC) señala que la Ley del Registro (Registry) “permite a ciertos no ciudadanos que llevan tiempo viviendo en Estados Unidos, pero que son indocumentados o están presentes en el país bajo algún tipo de estatus migratorio temporal, ‘registrarse’ para recibir el estatus de Residente Legal Permanente (LPR)”.

Para calificar, el extranjero debe demostrar que se encuentra en territorio estadounidense al menos desde el 1 de enero de 1972 o antes, tener buen carácter moral y residencia continua desde su ingreso.

“Nada de órdenes de deportación, ni salidas voluntarias, ni crímenes, ni faltas, ni nada que los convierta en inadmisibles”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.

“Hace muchos años que no tengo un caso de estos. Se usó mucho con la Amnistía de (Ronald) Reagan y desde entonces no la he visto. Pero está vigente», indica.

«Si logran aprobarla y modifican la fecha de registro (de la entrada al país), sería una solución beneficiosa para miles de indocumentados y personas con acción diferida o titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS)”, agrega.

El nuevo plan no incluye una fecha específica, sino un tiempo mínimo de permanencia de siete años.

La actual fecha de registro, el 1 de enero de 1972, “se fijó en 1986”, explica el AIC. Y añade que “esta fecha es ahora tan lejana que pocas personas son elegibles».

Sin embargo, señala, “el Congreso tiene el poder de adelantar la fecha nuevamente en cualquier momento, lo que potencialmente permitiría que millones de no ciudadanos se conviertan en LPR y, en última instancia, en ciudadanos estadounidenses”.

Fuente: JORGE CANCINO

Los Demócratas Presentan Plan de Recuperación que Incluye Ciudadanía

El proyecto incluye además educación gratuita para niños de 3 y 4 años; dos años de ‘community college’ gratuitos; convertir en permanente el cheque de ayuda por hijo; y cobertura dental y óptica en Medicare.

Los demócratas del Senado dieron a conocer este lunes una resolución presupuestaria que asigna 3.5 billones de dólares para fortalecer programas sociales, médicos y medioambientales, y otorga además estatus legal a millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos ilegalmente.

El plan da instrucciones al Comité Judicial para, con una dotación de 107,000 millones, abrir un camino para la residencia permanente (y, posteriormente, la ciudadanía) para “los inmigrantes que cualifiquen”, sin explicar así el alcance de una medida que los demócratas creen que puede beneficiar seguro a los dreamers y tal vez además a trabajadores del campo y empleados esenciales durante la pandemia. Según la explicación proporcionada por los demócratas, el plan proporcionaría “green cards a millones de trabajadores migrantes y a sus familias”.

La medida sienta las bases para que se apruebe una legislación este año que invertiría montañas de recursos federales en las principales prioridades del presidente, Joe Biden. Se incluiría más dinero para atención médica, educación, servicios familiares y programas ambientales y exenciones de impuestos para las familias, y gran parte de esos fondos se pagarían con subidas de impuestos para los más ricos y las grandes corporaciones.

«En esencia, esta legislación trata de restaurar la clase media en el siglo XXI y dar a más estadounidenses la oportunidad de llegar allí», dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, en una carta a sus colegas en la que dio a conocer el plan.

La resolución pide la creación de jardines infantiles gratuitos para niños de tres y cuatro años, y dos años de community college gratuito; ampliar las ayudas fiscales por niños y para algunos trabajadores de bajos ingresos; y el establecimiento de licencias familiares pagadas y por enfermedad.

La cobertura de Medicare se ampliaría para cubrir los beneficios dentales, auditivos y de la vista. Y se reforzarían las ayudas para la vivienda, atención médica domiciliaria y capacitación laboral, además de fomentar una transición más rápida a la energía limpia.

Para pagar los planes, se aumentarían los impuestos para las personas ricas y las grandes corporaciones, sin aumento para quienes ganan menos de 400,000 dólares al año, una promesa clave de la campaña de Biden.

El plan también exige reducir los precios que el Gobierno federal paga por los productos farmacéuticos que compra para los beneficiarios de Medicare, un objetivo de los demócratas desde hace mucho tiempo, que quieren que el Gobierno pueda negociar esos precios.

Se espera que los demócratas aprueben la resolución con la oposición unánime de los republicanos. Este paso es crucial porque permitiría que un proyecto de ley posterior, que sería el que promulgue realmente el plan demócrata en un plazo de 10 años y con la inversión de 3.5 billones de dólares, fuera aprobado por el Senado por mayoría simple, es decir, sin necesidad de votos republicanos.

Aun así, se espera que los demócratas lleguen al otoño a completar su paquete de 3.5 billones de dólares mientras los rivales progresistas y moderados se disputan cuál de sus prioridades sobrevivirá.

Los republicanos están firmemente en contra del plan de 3.5 billones de dólares de los demócratas. Ven esta lucha como políticamente ventajosa en el período previo a las elecciones del próximo año para el control de la Cámara y el Senado, y planean forzar la votación sobre enmiendas sobre temas como la inmigración, el crimen y la inflación que creen que les beneficiará durante las campañas del próximo año.

El esquema fiscal de 3.5 billones de dólares de los demócratas «empujará al Senado a un enfrentamiento ultrapartidista sobre la asombrosa e imprudente ola de impuestos y gastos» que quieren, dijo el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, la semana pasada.

Con los ojos claramente puestos en la votación de noviembre de 2022, McConnell dijo que Schumer está haciendo que los demócratas voten sobre «nada menos que la lista de compras soñada del presidente Sanders. Cada familia estadounidense sabrá exactamente cuál es la posición de su senador», en referencia al senador progresista Bernie Sanders, independiente por Vermont, quien preside el Comité de Presupuesto.

Biden Ayudará a Miles de Indocumentados se Conviertan en Ciudadanos

El presidente participa en una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca con motivo del 4 de julio y explica sus planes para impulsar la inmigración legal.

El Gobierno que preside Joe Biden anunció este viernes una estrategia inédita para animar a millones de inmigrantes elegibles a solicitar la ciudadanía estadounidense, según informó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.

El plan fue presentado unas horas antes de que el mandatario presidiera una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca con inmigrantes de 16 países, entre ellos Colombia, El Salvador y Panamá, coincidiendo con las festividades del 4 de julio.

«Ustedes representan cómo la inmigración ha sido esencial para este país», afirmó Biden durante el acto, «somos una democracia increíblemente diversa».

Esta iniciativa responde a una de las primeras órdenes ejecutivas que el presidente firmó al tomar posesión en enero, en la que pidió a las agencias federales que desarrollen estrategias de acogida que promuevan la integración, la inclusión y la ciudadanía.

Actualmente hay nueve millones de personas en el país con residencia permanente que pueden optar a la ciudadanía.

«Este país está forjado sobre un ideal. Fuimos fundados sobre una idea: todos los hombres y todas las mujeres somos iguales», aseguró Biden durante la ceremonia de naturalización. «Ustedes llegan [a Estados Unidos] con diferentes circunstancias, pero todos comparten el valor de haber venido aquí», dijo a los nuevos ciudadanos.

La implementación de este programa se hará en coordinación con la mayoría de departamentos del Gobierno federal para, entre otras cosas, sensibilizar sobre la importancia de adquirir la ciudadanía, eliminar «motivos de miedo» y barreras que impidan acceder a los servicios para convertirse en estadounidense y garantizar la igualdad durante todo el proceso.

Para ello se usará información personal para contactar con potenciales futuros ciudadanos y se harán campañas de concienciación para educar a la población sobre qué pasos seguir, entre otras cosas.

El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, manifestó en el comunicado de presentación de la nueva estrategia que «los nuevos ciudadanos, fortalecidos con el poder y las responsabilidades que conlleva la ciudadanía estadounidense, hacen que nuestra nación sea mejor».

«Esta estrategia garantizará que los aspirantes a ciudadanos puedan solicitar la naturalización a través de un proceso claro y coordinado», aseguró.

El presidente aprovechó para recordar que su Gobierno ha abierto el camino a la ciudadanía a los dreamers, jóvenes que fueron traídos de forma ilegal a Estados Unidos por sus padres siendo niños y que ahora están protegidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), así como para los trabajadores agrícolas.

Asimismo explicó que está analizando las causas que llevan a la gente a emigrar de forma masiva al país. En este marco, la vicepresidenta, Kamala Harris, viajó en junio a Guatemala y México para abordar con sus mandatarios medidas económicas y humanitarias que mitiguen este flujo.

La política de Biden en materia migratoria es radicalmente opuesta a la de la anterior Administración.

Durante su mandato, Donald Trump intentó reducir también la inmigración legal y contener el número de ciudadanos naturalizados, dando a entender que pondría fin a la posibilidad de ser ciudadano por derecho de nacimiento e intentando incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo.

También revisó el examen de naturalización, un paso crucial en el camino de un inmigrante hacia la ciudadanía estadounidense, con el objetivo de hacerlo más difícil. Biden revocó esos cambios.