Se Acaban los Cupones de Comida SNAP

Poner comida en la mesa será mucho más difícil para millones de estadounidenses a partir de marzo de este año.

Los beneficiarios de cupones para alimentos recibirán cada uno alrededor de US$ 90 menos en beneficios por mes, en promedio, ya que un programa de alivio del hambre por la pandemia llega a su fin en todo el país, tres años después de que el Congreso lo aprobara.

Todos los hogares en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP, como se conocen formalmente los cupones de alimentos, verán reducidos sus beneficios mensuales en al menos US$ 95. Algunas familias más grandes podrían experimentar reducciones mensuales de US$ 250 o más, según el Center on Budget and Policy Priorities, de tendencia izquierdista.

“Es algo que la gente va a notar”, dijo Dottie Rosenbaum, directora de Política Federal de SNAP en el centro. “Son US$ 3.000 millones al mes que se destinaban a alimentos que ya no estarán allí”.

Esto está impulsando a que bancos de alimentos y despensas, que ya estaban al límite por el aumento de la demanda, debido al incremento de los precios de los comestibles, se preparen para un nuevo aumento de las necesidades.

El fin de los cupones de alimentos de emergencia

El Congreso votó para terminar las asignaciones de emergencia por la pandemia, después de la emisión del dinero en febrero como parte del paquete de financiamiento del Gobierno, que se aprobó a fines del año pasado. La legislación también creó un programa permanente de beneficios de verano para proporcionar fondos a las familias de unos 30 millones de niños para comprar comestibles en lugar de las comidas escolares durante las vacaciones.

El recorte en los cupones de alimentos se sentirá en los 32 estados y el Distrito de Columbia que aún estaban proporcionando las asignaciones de emergencia, que aumentaron los beneficios mensuales al máximo para el tamaño del hogar o al menos US$ 95 por mes. Unos 18 estados ya terminaron con los beneficios por la pandemia.

Más de 42 millones de estadounidenses recibieron cupones de alimentos hasta noviembre, según los datos federales más recientes. Sin el impulso de la pandemia, el beneficio promedio de cupones para alimentos será de aproximadamente US$ 6 por persona por día en 2023, en lugar de alrededor de US$ 9, según el centro.

Los beneficiarios de cupones para alimentos en los estados que ya cancelaron el programa están sintiendo los efectos, dijo Stacy Taylor, jefa de Políticas y Asociaciones de Propel, una compañía de software que ofrece una aplicación para verificar los saldos de beneficios de SNAP.

Aquellos que viven en estos estados reportan índices más altos de omisión de comidas, comen menos, dependen de otros para las comidas y visitan despensas de alimentos de sus pares en los estados que continuaron con las asignaciones de emergencia, dijo Taylor, citando las encuestas mensuales de Propel de sus más de 5 millones de usuarios.

Al mismo tiempo, la mayoría de sus clientes en todos los estados dicen que tienen menos de US$ 25 disponibles para cubrir los gastos.

“Cuando se corte el beneficio de SNAP, ¿de dónde vendrá ese colchón?”, se preguntó Taylor.

Para Pam Ford, el aumento mensual de US$ 95 significó que podía comprar más leche, frutas y verduras frescas, galletas saladas y mantequilla de maní para sus hijos, de 1 y 4 años, un beneficio de US$ 645 para abastecerse de bistecs, carne molida y pescado enlatado para futuras comidas.

La residente de Cleveland ya está formulando recetas que ampliarán sus suministros, como platos mexicanos que requieren frijoles y arroz. También planea servir más desayunos para la cena.

“Cualquier cosa que todavía tenga sustancia, pero que no cueste tanto como todo lo demás”, dijo Ford, de 46 años, que está desempleada.

Las asignaciones de emergencia mantuvieron a 4,2 millones de personas fuera de la pobreza en 2021, reduciendo la pobreza en casi un 10 % y la pobreza infantil en un 14 %, según un estudio del Urban Institute.

Además del cese de las asignaciones de emergencia, algunos beneficiarios de cupones para alimentos podrían enfrentar obstáculos adicionales una vez que finalice la emergencia de salud pública, el 11 de mayo. Varias otras disposiciones pandémicas terminarán en ese momento, incluida la suspensión del límite de tiempo de tres meses para ciertos adultos sin discapacidades y sin hijos, que no están trabajando, la expansión de la elegibilidad para ciertos estudiantes universitarios y flexibilidades adicionales para que los estados los ayuden a administrar su carga de trabajo.

Más personas acuden a los bancos de alimentos

Para prepararse para el final del impulso, Ford se inscribió para ir a una despensa de alimentos local. Los grupos contra el hambre en todo el país esperan que muchos otros hagan lo mismo.

Llega en un momento en que los bancos de alimentos ya están lidiando con una alta inflación, lo que ha llevado a más personas a recurrir a ellos y les ha hecho más costoso proporcionar suministros a los necesitados. Además, los bancos de alimentos reciben menos donaciones, lo que los obliga a usar sus fondos para comprar comestibles.

“Estamos pasando de una crisis pandémica a una crisis de hambre”, dijo Vince Hall, director de Relaciones Gubernamentales de Feeding America, una red nacional de 200 bancos de alimentos y 60.000 despensas y programas de comidas.

Alrededor de las tres cuartas partes de los bancos de alimentos informaron que la finalización de las asignaciones de emergencia ha aumentado la demanda, según una encuesta de miembros de Feeding America realizada en enero. Muchos beneficiarios de cupones para alimentos no recibieron notificación en los estados que ya cancelaron el aumento.

“Simplemente fue algo que sucedió repentina y perturbadoramente a las familias que ya están luchando para pagar los elementos básicos de la vida, como el alquiler, la gasolina, la atención médica y, por supuesto, la comida”, dijo Hall.

El Banco de Alimentos de la Comunidad de Atlanta experimentó un aumento del 40 % en la demanda en diciembre, en comparación con el mismo mes del año anterior. Es probable que entre un tercio y la mitad de ese aumento se deba a que el estado finalizó las asignaciones de emergencia el verano pasado, dijo Kyle Waide, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro, que proporciona casi 10 millones de libras de alimentos al mes a casi 700 socios comunitarios, incluidas despensas, centros de personas mayores, escuelas y albergues, en Georgia.

“Si eres alguien que no puede satisfacer tus necesidades básicas con sus recursos existentes, cada US$ 10, US$ 20 o US$ 30 cuentan. Te permite obtener un poco más de nutrición para tu familia”, dijo Waide.

Para Tari Aguilar, quien vive en un parque en Long Beach, California, el final de su asignación de emergencia de US$ 95 significa que tendrá que ir a un banco de alimentos para obtener alimentos enlatados, verduras y pan para complementar los aproximadamente US$ 200 en cupones de alimentos que recibe mensualmente. El aumento le permitió disfrutar de una comida caliente en un local de comida rápida una vez al mes.

Pero también significaba que sus beneficios durarían hasta el próximo mes, lo cual no era el caso antes de la pandemia.

“Hizo las cosas más fáciles”, dijo Aguilar, de 52 años. “Simplemente no hubo preocupaciones al final del mes”.

Hispanos con Problemas Para Superar Cuesta de Enero en Houston

Así lo revelan las más recientes cifras reveladas por el Buró del Censo de Estados Unidos.

La inflación ha llevado a más personas a buscar todo tipo de descuentos.

El 88% de la población en Houston está usando cupones, ofertas y tiendas de bajo precio para hacer sus compras.

El sentimiento de estrés ha bajado entre los hispanos comparado con los niveles expresados a finales del 2022.

La encuesta «El Pulso de los Hogares» la hace el Buró del Censo de EEUU todos los meses.

El incremento en los precios de los alimentos ha creado un estrés adicional para el 83% de los residentes hispanos de Houston.

Así lo revelan las más recientes cifras del Buró del Censo de Estados Unidos publicadas a finales del mes de enero, que analizan el sentimiento de la comunidad frente a varias situaciones de la cotidianeidad.

De acuerdo con estas cifras que recogen la opinión de los hispanos de la ciudad de Houston, esta cifra ha bajado en comparación con el sentimiento expresado en el mes de diciembre pasado cuando el porcentaje se ubicó en el 90%.

Las cifras de estrés entre los hispanos son más altas que los otros grupos poblacionales (anglosajones, negros, asiáticos y aquellos que se consideran de dos razas) y que en conjunto se ubican en el 79%.

El 70% de los anglosajones mostraron niveles de estrés moderado o muy alto por los altos precios, el 81% de los afroamericanos y el 75% de los asiáticos.

Esta cifra se mantuvo en enero al mismo nivel que la expresada en diciembre.

Según el estudio hecho por el Buró del Censo, el 88% de la población en general de Houston ha decidido hacer sus compras en tiendas de menor costo o aprovechando el uso de ofertas o cupones.

En diciembre pasado, sobre esta misma pregunta, el 87% de los residentes de la ciudad contestaron afirmativo al uso de cupones, ofertas o uso de tiendas de bajo precio.

La encuesta “El Pulso de los Hogares” es hecha por el Buró del Censo de EEUU durante una semana todos los meses con el propósito de medir el sentimiento de los ciudadanos en todo el país sobre temas como economía, salud, bienestar general, educación, empleo, seguridad alimentaria y vivienda, entre otros.

Trump Recorta Cupones de Comida

La Casa Blanca ha anunciado este miércoles que tiene lista una nueva regla que podría dejar a cientos de miles de personas sin cupones de comida (food stamps, en inglés).

La norma que impone requisitos de trabajo para acceder al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, en inglés), endureciendo el acceso a los beneficiarios sin dependientes.

El Departamento de Agricultura calcula que 688,000 personas podrían perder estos beneficios, según reporta el periódico The Washington Post.

Según la ley actual, los beneficiarios sin dependientes no pueden recibir estas ayudas durante más de tres meses y por un período de tres años, a menos que estén trabajando o inscritos en un programa de educación o capacitación de 80 horas al mes.

Sin embargo, cada estado tiene la potestad de eliminar ese límite de tiempo y así garantizar a miles de personas el acceso a los cupones de alimentos durante los altibajos que implica la reinserción laboral.

Con la nueva regla, que entraría en vigor el 1 de abril del 2020, los estados deberán tener una tasa máxima de desempleo del 6% para quedar exentos de esa limitación.

Hasta octubre de 2019, según cifras del Buró de Estadísticas Laborales, solo un estado, Alaska, tenía una tasa de desempleo superior al 6%, con 6,2%.

La medida tiene un propósito económico, según el Gobierno, ahorrando 5,500 millones de dólares en cinco años, pero afectaría al 7% de los beneficiarios actuales.

“Los estadounidenses son personas generosas que creen que es su responsabilidad ayudar a sus conciudadanos cuando se encuentran con un tramo difícil”, ha explicado el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, “pero aquí se trata de restaurar la intención original de los cupones de alimentos, y de empujar a los estadounidenses más aptos hacia la autosuficiencia”.

En su opinión, la buena marcha de la economía debería ser un incentivo para endurecer las exenciones a los estados.

En 2000, la tasa de desempleo era del 4% y el número de estadounidenses que recibían esta ayuda era de poco más de 17 millones. Este año, la tasa está en el 3,6% pero hay ya 36,4 millones de beneficiarios.

“El desempleo es el más bajo en 50 años —enfatizó Perdue—, hay más ofertas de trabajo que personas para cubrir las plazas”.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la mitad de los estadounidenses tiene un empleo de bajo salario (alrededor de 10 dólares la hora)

Un informe emitido en noviembre por The Urban Institute estimaba que, de haberse puesto en práctica en 2019, la medida habría perjudicado a 3.7 millones de personas y 2.2 millones de hogares que reciben estos beneficios.

Calcula además que se produciría una reducción de 127 dólares en la asistencia mensual promedio, y que otros 3,1 millones de ciudadanos dejarían de recibir unos 37 dólares al mes.

En paralelo, casi un millón de estudiantes perdería el acceso a almuerzos gratuitos o con descuento.

No obstante, el análisis estima que las nuevas regulaciones también traerían algunos cambios favorables, como que cerca de 2.5 millones de hogares participantes recibirían un promedio de 14 dólares más al mes, y se incorporarían 67,000 nuevos hogares.

No se Preocupe los Cupones de Alimentos Tienen Fondos Para Otro mes

Estarán financiados hasta febrero de continuar el cierre de gobierno

El gobierno del presidente Donald Trump dijo que los beneficios del programa de Servicio de Alimentos y Nutrición, también conocidos como cupones de alimentos, estarán financiados hasta febrero de continuar el cierre de gobierno.

El secretario de Agricultura, Sonny Perdue, pedirá que los estados emitan los beneficios de febrero en o antes del 20 de enero para que puedan pagarse a tiempo. El programa, conocido como SNAP pos sus siglas en inglés, está totalmente pagado para enero.

El departamento dijo que otros programas del Departamento de Agricultura (USDA) también están financiados hasta el próximo mes, incluidos los almuerzos escolares, los programas de distribución de alimentos en reservas indias y programas de nutrición infantil. Este último incluye el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC).

Si el cierre dura hasta marzo, el fondo de contingencia para SNAP del USDA por 3,000 millones de dólares no cubrirá un mes completo de beneficios. Casi 40 millones de estadounidenses están inscritos en el programa.