Biden Gana 4 Estados más

Joe Biden ganó el martes las primarias presidenciales del Partido Demócrata en Michigan de forma contundente, conquistando un estado clave que ayudó a impulsar la candidatura insurgente de su rival, Bernie Sanders, hace cuatro años.

La victoria del exvicepresidente allí, además de en Missouri, Mississippi e Idaho, supuso un serio revés para Sanders y allanó notablemente el camino de Biden a la nominación.

Biden volvió a mostrarse fuerte entre los votantes de clase trabajadora y afroestadounidenses, que son vitales para conseguir la nominación demócrata a la Casa Blanca. Las escasas esperanzas de Sanders de recibir buenas noticias descansaban en Dakota del Norte y en el estado de Washington. La elección allí era demasiado ajustada para declarar un ganador porque los votos se emitieron por correo electrónico o depositándolos en una urna y muchas boletas eran para candidatos que ya se han retirado de la carrera.

La jornada electoral en los seis estados fue la primera con apenas dos candidatos. Los cuatro primeros estados cayeron del lado de Biden, un cambio drástico para una campaña que hace apenas dos semanas parecía al borde del colapso. Ahora es Sanders, cuya candidatura estuvo en auge recientemente, quien debe valorar el camino que seguirá.

“Los necesitamos, los queremos, y hay un lugar en nuestra campaña para cada uno de ustedes. Quiero darle las gracias a Bernie Sanders y a sus partidarios por su incansable energía y su pasión”, dijo Biden. «Compartimos un objetivo común y juntos derrotaremos a Donald Trump”.

Aunque la otrora multitudinaria carrera a la nominación demócrata parecía tomar forma, sobre ella se cernían nuevas dudas por el temor a la propagación de un nuevo coronavirus. Ambos candidatos cancelaron repentinamente sus mítines del martes en la noche en Ohio. Esto propició el discurso de Biden en Filadelfia, donde está la sede de su campaña, mientras que Sanders voló de regreso a Vermont y no tenía planes para realizar declaraciones.

El equipo de Sanders explicó que la celebración de sus próximos eventos se decidirá caso por caso dadas las preocupaciones de salud pública, mientras que Biden canceló un acto en Florida. El exvicepresidente dijo el martes en la noche que más tarde esta semana anunciará sus planes para combatir el COVID-19, la enfermedad causada por el virus.

El Comité Nacional del Partido Demócrata anunció que el debate previsto para el domingo entre Sanders y Biden se celebraría sin público.

La candidatura de Sanders recibió algunas advertencias importantes el martes. Una vez más, tuvo problemas para convencer a afroestadounidenses. Alrededor del 70% de los votantes en las primarias demócratas de Mississippi son afroestadounidenses, y el 86% de ellos se decantó por Biden, según la encuesta AP VoteCast del electorado.

Tras la victoria de Sanders sobre Hillary Clinton en Michigan hace cuatro años, su derrota en el estado el martes fue especialmente aleccionadora: socavó su argumento de que podía atraer a votantes de clase trabajadora y que podría ampliar el electorado con nuevos votantes jóvenes.

Uno de los pocos puntos positivos de la noche para Sanders fue su fortaleza entre los jóvenes, pero incluso eso tuvo su lectura negativa porque no consiguió suficientes votos para seguir siendo competitivo. Sanders obtuvo el 72% de los votos de menores de 30 años en Missouri y el 65% en Michigan, de acuerdo con AP VoteCast. El senador estuvo casi empatado con Biden entre los votantes de 30 a 44 años.

“No hay que endulzarlo. Esta noche es una noche difícil”, dijo la congresista de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, una de las partidarias de más alto perfil de Sanders, en Instagram. «Esta noche es una noche difícil para el movimiento en general. Esta noche es una noche electoralmente difícil”.

Según un análisis de The Associated Press, Biden habría logrado el martes al menos 150 nuevos delegados: 51 en Michigan, 40 en Missouri, 29 en Mississippi, cinco en Dakota del Norte, 17 en Washington y ocho en Idaho. Sanders sacó 88: 35 en Michigan, 23 en Missouri, dos en Mississippi, seis en Idaho, cinco en Dakota del Norte y 17 en Washington.

Aunque votaban seis estados, Michigan _con sus 125 delegados_ recibió toda la atención. En las presidenciales de 2016, Trump ganó allí por apenas 10.704 votos, su margen más estrecho en Michigan, Pensilvania y Wisconsin. Estos tres estados le dieron una estrecha ventaja en el Colegio Electoral luego de que Clinton ganó el voto popular.

Sanders prometió no abandonar la carrera electoral a pesar de los resultados del martes y criticó frecuentemente a “la estructura del partido” que, según dice, está en su contra.

¿Qué es el Supermartes?

Desde 1984 el Supermartes es una de las citas clave en el calendario electoral de Estados Unidos. Es una fecha mítica que puede desde rescatar candidaturas hasta sepultar y sacar del juego a otras.

¿Qué es el Supermartes?
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El Supermartes se desarrolla el primer martes de marzo en un año de elecciones presidenciales en Estados Unidos en el que más de una docena de estados eligen a sus candidatos presidenciales.

El 3 de marzo de 2020 un total de 14 estados y un territorio estadounidense van a votación. De esa manera este día se convierte en el más importante durante las elecciones primarias.

Los 14 estados en juego durante el supermartes abarcan los cuatro puntos cardinales de Estados Unidos, desde el pequeño Maine en el noreste, con algo más de un millón de habitantes, hasta el gigante California,

Los seguidores del Partido Demócrata que viven fuera de Estados Unidos también tendrán la oportunidad de votar para elegir quién será el candidato de su partido en las elecciones para presidente del país, Bernie Sanders o Joe Biden.

¿Cuál es la importancia?

Debido a la gran cantidad de elecciones que se celebran en diferentes partes de EE.UU., el Supermartes sirve para medir la intención de voto de cada candidato a escala nacional. Este año electoral, las primarias y los caucus comenzaron en febrero y se estima que finalicen a inicios de junio. Sin embargo, las elecciones del Supermartes tendrán un rol importante para determinar el ganador final y quién será desestimado el miércoles.

¿Cuántos delegados participarán?

Para lograr la candidatura en el Partido Demócrata los participantes necesitan obtener 2 mil 383 delegados. En el Supermartes de este año, 880 delegados –aproximadamente un tercio de los delegados- estarán disponibles.

En cuanto a los republicanos, un candidato necesita mil 237 delegados para alcanzar el triunfo. Un total de 595 delegados republicanos –casi la mitad- estarán disponibles en el Supermartes. Los delegados se asignarán proporcionalmente de acuerdo con el voto popular en cada estado.

Más de 130 “superdelegados” también están disponibles en el bando demócrata, pero el apoyo de estos –que provienen de élites partidistas, exgobernadores y presidentes, entre otros- no se basa en el apoyo del voto. En su lugar, cada delegado puede respaldar al candidato de su elección.

¿Quiénes votan?

Los siguientes estados y áreas han sido seleccionados para este Supermartes son: Maine, California, Texas, Virginia, Carolina del Norte, Alabama, Colorado, Arkansas, Massachusetts, Minesota, Oklahoma, Tennessee, Utah y Vermont, además de Samoa estadounidense. Los mayores estados que votarán en la jornada son California (40 millones), Texas (29 millones de habitantes) y Virginia (9 millones).

Las elecciones más pequeñas ocurrirán en las primarias del Partido Demócrata en Samoa estadounidense que solo posee una población de 55 mil 519 habitantes. Los votantes de este territorio de Estados Unidos no podrán votar en las elecciones generales.

En el Supermartes 14 estados de Estados Unidos eligen a alrededor de 1000 delegados demócratas y 600 republicanos.

Una mirada a Estados Unidos multirracial

Algunos de los estados que participarán en las elecciones del Supermartes tienen una enorme población latina y afrodescendiente.

En dos de estos estados, la comunidad latina es de más de 20 por ciento del total de habitantes: 38 por ciento en Texas y 21 por ciento en Colorado. Solo Texas tiene 10 millones de latinos.

En dos estados la comunidad negra es de un 20 por ciento o más de los votantes: Alabama 27 por ciento y Virginia 20 por ciento.

¿Cómo ha cambiado?

Desde 1970, los estados han adelantado cada vez más las primarias con la finalidad de aumentar su influencia durante el proceso de nominación (mientras más tarde se vote, mayor serán las probabilidades de que no obtenga transcendencia). Esta tendencia se conoce como adelantar las primarias (frontloading) y es una desventaja para los que tienen poco financiamiento y los candidatos menos conocidos.

El primer Supermartes se realizó en 1984 para tratar de reducir la influencia de los estados más pequeños y medir el desempeño de los candidatos a escala nacional en las elecciones generales.

Sanders se Lleva New Hampshire en las Elecciones Primarias

En Nueva Hampshire, el senador por Vermont Bernie Sanders obtuvo la celebración televisada que se le escapó una semana antes.

Pero una vez más, el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, lo hizo sudar.

La victoria de Sanders solidificó su estatus en la carrera como favorito nacional, con sus números en las encuestas y de recaudación de fondos por encima de los de sus rivales. Pero Buttigieg empató con él en el recuento de delegados de Nueva Hampshire, según la estimación de CNN, dando al exalcalde una ligera ventaja en el recuento general de delegados hasta el momento.

La senadora de Minnesota, Amy Klobuchar, logró un tercer puesto mucho más sólido de lo esperado, lo que abre una nueva carrera de dos personas con Buttigieg por el carril moderado en la primaria presidencial demócrata.

Ahora, la carrera se trasladará a Nevada y luego a Carolina del Sur, lo que pone en un sitio destacado a la diversa base de votantes latinos y afroamericanos del partido.

La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren y el exvicepresidente Joe Biden tienen ahora que reagruparse y descubrir cómo pueden tener un regreso en esos estados antes de que los fondos recaudados se agoten y la carrera por los delegados se quede fuera de su alcance.

No hay guerra narrativa esta vez. La votación fue simple y, aunque cerrada, decisiva. La campaña de Sanders consiguió la celebración –y probablemente el impulso de recaudación de fondos que viene con un discurso de victoria en horario estelar– que se perdió en Iowa.

Ahora se van a Nevada, que podría ser su estado más fuerte de los primeros cuatro, después de hacer algunas paradas en los estados del Supermartes en el camino.

Si hay algún motivo de preocupación entre los partidarios de Sanders, sería su margen de victoria aquí. Sanders nunca iba a ganar por 22 puntos porcentuales, como lo hizo en 2016, en un campo tan profundo. Pero las fuertes demostraciones de Buttigieg y Klobuchar dejaron en claro, si había alguna duda, que el ala moderada del partido no está lista para ondear la bandera blanca y hacer campaña detrás del senador de Vermont.

Por otro lado, Sanders se beneficiará de la viabilidad continua de esos moderados, que parecen estar más lejos de unirse que la semana pasada. Añade a eso el espectro del exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien ha estado gastando silenciosamente cientos de millones de dólares en los estados del Supermartes, y una fragmentación aún más profunda de la oposición de Sanders podría estar en camino.

Buttigieg y sus principales asesores querían mantenerse de Sanders en Nueva Hampshire y parece que lo han logrado.

“Aquí, en un estado que sigue el lema ‘Vive libre o muere’, ustedes se decidieron, insertaron esa famosa racha independiente y, gracias a ustedes, una campaña que algunos dijeron que no debería estar aquí en absoluto, ha demostrado que estamos aquí para quedarnos”, dijo Buttigieg en su fiesta del martes por la noche.

La fuerte demostración se produce después de que el Partido Demócrata de Iowa, a pesar del caos que envolvió su proceso de asambleas partidarias, dijera que el exalcalde recibió la mayoría de los delegados nacionales del estado.

El final de Nueva Hampshire valida tanto la capacidad de Buttigieg para recibir ataques de a sus rivales, algo que sucedió repetidamente en el último debate, como que su contraste constante con las promesas de Sanders de una “revolución” ha resonado en los votantes demócratas más moderados.

“Los estadounidenses vulnerables no pueden darse el lujo de buscar la pureza ideológica sobre una victoria inclusiva”, dijo Buttigieg en una nueva línea agregada a su discurso.

Al igual que Klobuchar, sin embargo, la parte más difícil del camino de Buttigieg hacia la candidatura está por delante de él.

Durante meses, el alcalde ha dicho que la mejor manera de ganarse a los votantes latinos y negros, dos grupos demográficos que ha luchado poderosamente para influir en ellos, era mostrándoles que era un ganador en Iowa y Nueva Hampshire.

A medida que la carrera se dirige a los muy diversos estados de Nevada y Carolina del Sur, el alcalde tiene la oportunidad de comprobarlo.

Klobuchar había tenido varias actuaciones potentes en los debates. Pero ninguna como la del viernes pasado.

Y al terminar entre los tres primeros en Nueva Hampshire, Klobuchar ahora puede mirar con confianza a ese debate como el punto más alto de su candidatura.

“Esta noche en Nueva Hampshire, mientras todos nos habían descartado incluso una semana atrás –gracias, expertos– regresé y cumplimos”, se jactó Klobuchar en el escenario el martes, señalando que algunos expertos habían anticipado que ella no pasaría de Iowa ni llegaría al debate de Nueva Hampshire.

“Y hombre, si estuvimos en el debate en Nueva Hampshire”, dijo Klobuchar con una sonrisa.

El sólido final en Nueva Hampshire es el momento que se le había escapado a Klobuchar durante un año. Había tenido potentes actuaciones en los debates en el pasado, pero pocas se habían quedado registradas en el electorado. La diferencia con la contienda de la semana pasada fue que este era la primera en la que los votantes debían ir a las urnas días después.

La pregunta ahora para Klobuchar es cómo mantener este impulso.

Su campaña probablemente recibirá los muy necesarios fondos, pero la aspirante carece de organizaciones importantes en Nevada o Carolina del Sur y está comenzando a cambiar su enfoque a contiendas clave en las que se votará el 3 de marzo. Y Klobuchar no ha demostrado capacidad para ganar a los votantes latinos o negros, grupos de electoresque serán clave en las próximos dos contiendas.

Por ahora, sin embargo, Klobuchar permanece sobre una ola tras Nueva Hampshire.

“Estamos camino a Nevada”, dijo el martes, “¡porque lo mejor está por venir!”.

Biden y Warren tuvieron un desempeño increíblemente pobre, quedando por debajo del umbral del 15% para ganar delegados en Nueva Hampshire y quedando en cuarto y quinto puestos, respectivamente.

Y ambos ofrecieron avances en sus discursos el martes por la noche sobre cómo tratarán de avanzar.

Warren lanzó nuevos y claros disparos contra Biden por un anuncio con ataques dirigido a Buttigieg y Sanders por algunas de las tácticas de sus partidarios, quejándose de que “la lucha entre facciones en nuestro partido ha dado un giro brusco en las últimas semanas”.

“Estas duras tácticas podrían funcionar si estás dispuesto a quemar el resto del grupo para ser el último hombre en pie. Podrían funcionar si no te preocupa dejar nuestro partido y nuestra política peor de lo que lo encontraste. Podrían funcionar si crees que solo tú tienes todas las respuestas y que tú eres la solución a todos nuestros problemas”, dijo.

Ella continuó: “Pero si vamos a vencer a Donald Trump en noviembre, vamos a necesitar una gran participación dentro de nuestro partido, y para lograr esa participación, necesitaremos un candidato que la coalición más amplia de nuestro partido sienta que puede respaldar. No podemos permitirnos caer en facciones. No podemos permitirnos desperdiciar nuestro poder colectivo. Ganaremos cuando nos unamos”.

Biden, mientras tanto, ya estaba en Carolina del Sur, insistiendo en que los votantes afroamericanos que lo han apoyado están siendo ignorados en una carrera por la candidatura que arranca en dos estados casi totalmente blancos.

La campaña de Biden podría no haber sabido que se asomaba un final de un solo dígito, pero sabía que el exvicepresidente estaba en camino de otra noche difícil. Así que se retiró, saltando en un avión privado el martes por la noche rumbo a Carolina del Sur.

A diferencia de la multitud de alrededor de 100 personas que se quedaron a escucharlo por videoconferencia en Nashua, el evento de Biden en Columbia no contó con pantallas de televisión. No hubo resultados en vivo que desanimaran a la multitud.

Ahora, Biden –para quien la elegibilidad era una carta de presentación, hasta que comenzó a perder las elecciones– tiene que encontrar la manera de evitar que sus fuertes números entre los votantes no blancos se vean afectados por su mal comienzo.

Biden, quien hace un mes le dijo a una multitud en Iowa que ellos tenían las “llaves del reino”, hizo una nueva predicción en su videoconferencia con Nashua: “Vamos a ganar en Nevada y Carolina del Sur”.

Los que se van

Andrew Yang suspende campaña por la nominación demócrata

Los caóticos resultados en Iowa no aligeraron el grupo de aspirantes presidenciales, pero Nueva Hampshire sí eliminó a varios de la carrera.

Andrew Yang, el empresario cuyo “Yang Gang” (pandilla Yang) en línea surgió como una impresionante y dedicada fuerza de apoyo y recaudación de fondos, se retiró tan pronto como se anunciaron los resultados de Nueva Hampshire. La propuesta que animaba su campaña fue su impulso por un ingreso básico universal, o un “dividendo de libertad” de US$ 1.000 por mes, como lo explicaba Yang.

El senador de Colorado Michael Bennet también se retiró. Había estado en Nueva Hampshire y le dijo a un pequeño grupo de simpatizantes que “es apropiado que terminemos la campaña esta noche”.

El exgobernador de Massachusetts, Deval Patrick, no se retiró, pero parecía que su partida podría llegar pronto.

“Diane y yo iremos a casa y descansaremos y reflexionaremos sobre este resultado y tomaremos algunas decisiones mañana por la mañana sobre lo que el futuro de esta campaña puede y debe ser”, dijo. “No importa qué, el futuro de la causa perdura”.

Lo Importante de las Primarias de New Hampshire Para los Demócratas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reunió a sus fuerzas el lunes por la noche con un mitin en Nueva Hampshire, donde la gente estuvo bajo la lluvia helada durante horas para escucharlo hablar, justo mientras la carrera entre los demócratas para decidir quién lo enfrentará en noviembre se siente menos y menos asentada.

Las primeras papeletas primarias se emitieron en ciertas áreas escasamente habitadas a partir de la medianoche, para dar los resultados este martes en la mañana.

Nueva Hampshire no es exactamente un estado azul (demócrata): no olvides que el estado de ‘Vive libre o muere’ es un estado indeciso. (Uno pequeño, pero aún así). Trump lo perdió ante Hillary Clinton por menos de 3.000 votos en 2016. Inside Elections lo califica como “tendiente a los demócratas” en 2020.

Nueva Hampshire también es donde el impulso de Iowa puede morir: Barack Obama salió furioso de Iowa en 2008 y su derrota ante Hillary Clinton en Nueva Hampshire ese año provocó una gran temporada primaria durante la cual mucha gente se preguntó si el partido podría unirse apoyando al ganador.

No hay ningún verdadero favorito: hoy se preguntan lo mismo. Pero mientras que en 2008, Clinton y Obama habían hecho una carrera de dos personas en Nueva Hampshire —ella ganó con un 39% versus su rival que obtuvo 38%— hoy todavía muchos más demócratas están en el campo. En 2008, el exvicepresidente Joe Biden se retiró después de terminar quinto en Iowa. Hoy espera poder resistir al menos hasta Carolina del Sur.

Una encuesta de seguimiento de CNN de los votantes primarios demócratas realizada por el Centro de Encuestas de la Universidad de Nueva Hampshire en vísperas de la primaria no mostró ningún candidato con incluso el 30% de apoyo. Bernie Sanders, el favorito en la encuesta, tuvo un 29% y Pete Buttigieg tuvo un 22%.

La mitad de los votantes primarios demócratas de Nueva Hampshire no se han decidido. La directora de encuestas de CNN, Jennifer Agiesta, señaló que “solo la mitad de los probables votantes primarios en New Hampshire dicen que definitivamente han decidido por quién votarán, lo que significa que a pesar de la estabilidad en los números durante el período de seguimiento de seis días, aún hay espacio para preferencias para cambiar”.

Biden, el exfavorito, se ha vuelto negativo en algunos de sus colegas, considerando a Buttigieg como demasiado inexperto y a Sanders como demasiado socialista.

“Bernie se ha calificado a sí mismo, un socialista democrático”, dijo Biden. “Creo que esa es la etiqueta que el presidente pondrá sobre todos los que apoyen a Bernie, si llega a ser candidato”.

Los independientes podrían ser clave en las primarias demócratas desde el resultado de las primarias republicanas (sí, técnicamente todavía hay una primaria republicana), por lo que las campañas persiguen activamente lo que Buttigieg llama “futuros exrepublicanos”. Los demócratas registrados y las personas que no están registradas en un partido pueden participar en la primaria demócrata.

Claramente Sanders ha consolidado progresistas detrás de él. Pero los candidatos más moderados se combinan para representar a más votantes incluso en el partido demócrata. Sin embargo, hay opciones más moderadas. A menos que y hasta que los votantes de las primarias se unan en torno a uno, Sanders, quien ganó independientes en Nueva Hampshire en 2016, permanece al frente con una cuarta parte del partido detrás de él.

No en la boleta electoral: Mike Bloomberg, la antítesis humana multimillonaria del socialista democrático Sanders, no cumplió con la fecha límite de presentación de Nueva Hampshire, pero se ha metido en la conversación esta semana.

Mientras Sanders, el independiente que se negó a unirse a un partido político, busca triunfar en Nueva Hampshire con un mensaje anti-multimillonario, Bloomberg, que era republicano y titular independiente antes de unirse a los demócratas, está abriendo su propia billetera a lo grande.

En cualquier otro lugar: ya ha gastado más de 350 millones de dólares en publicidad en la radio. Si miras televisión o YouTube, ves sus anuncios. Tus hijos han visto sus anuncios. Tus padres e incluso tus abuelos han visto sus anuncios.

Hubo uno en CNN en el que cada cuadro incluía una imagen de Bloomberg y Obama o un audio antiguo de Obama alabando a Bloomberg.

Hay otro en el que ni siquiera aparece Bloomberg. Son solo fragmentos de presidentes anteriores que dicen cosas inspiradoras entremezcladas con videos de Trump usando palabras groseras.

Otro ataca la idea de que Trump debe agradecer por una economía en auge.

¿Qué está obteniendo Bloomberg por todo este dinero? En una encuesta nacional de Quinnipiac realizada el lunes, Bloomberg tenía un 15% entre los demócratas. Eso es casi el doble de lo que mostró en una encuesta del 28 de enero. A modo de comparación, la victoria de Buttigieg en los caucus de Iowa lo elevó del 6% al 10% de apoyo en ese mismo conjunto de encuestas. Además, la encuesta, y necesitamos ver si otras encuestas lo confirman, muestra un fuerte y creciente apoyo a Bloomberg entre la población negra, que es un distrito electoral demócrata clave.

¿Qué es mejor? Esta elección podría terminar respondiendo qué es más valioso: una campaña publicitaria de US$ 350 millones puede triunfar sobre una victoria en las asambleas de Iowa.

¿Qué posibilidades hay, en este momento, de que Bloomberg sea el candidato demócrata?

Le pregunté al pronosticador de CNN Harry Enten y comenzó a hablar sobre delegados reales, de los cuales Bloomberg actualmente tiene cero.

Aprende las matemáticas delegadas ahora. Es un tema que todos necesitamos para comenzar a ser inteligentes de inmediato. Debido a que los votantes demócratas parecen poco dispuestos en este momento a unirse detrás de una persona, solo aumenta las probabilidades de que esto no se definirá pronto.

1 en 10. Esto es lo que dijo Harry: “La posibilidad de Bloomberg de ganar la nominación en la primera votación sigue siendo mínima, pero su oportunidad de tomar una pluralidad de delegados comprometidos puede llegar a ser de 1 en 10”.

Que no es mucho. Pero esta primaria solo está comenzando.

El argumento principal de Trump para la reelección es la economía y, si bien no ha estado a la altura de sus promesas de campaña de 2016, presentó una perspectiva extremadamente optimista en su propuesta de presupuesto anual, publicada el lunes.

Solo como ejemplo, lee la historia de CNN sobre los déficits pronosticados en el presupuesto de Trump en comparación con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), una organización no partidista.

Ambas cosas no pueden ser ciertas:

La CBO dice que el presupuesto crecerá – El déficit —la brecha entre cuánto gasta el gobierno y cuánto gasta— superó el billón de dólares para el año calendario en 2019, la primera vez desde2012.

Se espera que ese número se amplíe aún más en la próxima década, alcanzando un total de 1,7 billones de dólares en 2030, según las últimas proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) no partidista publicada a fines de enero.

La Casa Blanca dice que el presupuesto se reducirá. Eso es un fuerte contraste con el último plan de la Casa Blanca, que proyecta que el déficit se reducirá a 261.000 millones de dólares para 2030. El presupuesto del presidente supone que la economía crecerá alrededor del 3% anual durante ese período de tiempo ayudando a reducir la brecha. Esas estimaciones son significativamente más altas de lo que la mayoría de los economistas anticiparon junto con la Reserva Federal.

Giuliani tiene un canal para Barr: el senador republicano Lindsey Graham dijo que Rudy Giuliani está dando información sobre sus teorías de conspiración en Ucrania al secretario de Justicia, William Barr, a través de algún tipo de canal especial que Barr ha establecido. Esto no es sorprendente ya que Trump claramente agrupa a su abogado y al secretario de Justicia. Él le pidió al presidente de Ucrania que se pusiera en contacto con ambos. ¿Pero un canal posterior al Departamento de Justicia? Así no se supone que funcionen las cosas, escribe Elie Honig.

Trump arma a la presidencia: Lee esto de Stephen Collinson: (Trump) está completando su proyecto de diseñar la oficina en torno a su propia personalidad. Es irrestricto, inexplicable, a menudo profano, impermeable a la influencia externa y las limitaciones de hecho de la gobernanza normal. El presidente ha establecido el dominio sobre su partido, su gabinete y su propio complejo de medios. Aflojó las restricciones del Congreso al negarse a cooperar con la investigación de juicio político. El resultado es que quedan muy pocas restricciones políticas sobre su comportamiento”.

Comité Publica Acusaciones en Contra de Trump

El presidente, Donald Trump, no sólo puso sus intereses personales por encima de los intereses nacionales al tratar con Ucrania, sino que llevó a cabo una “campaña sin precedente” para obstruir la investigación sobre su presunto abuso de poder, según el informe publicado este martes por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

Las conclusiones del comité, bajo control demócrata, resumen las presuntas faltas que cometió Trump al presionar a Ucrania para que investigara tanto a sus rivales políticos como una teoría, hace tiempo desvirtuada por los servicios de inteligencia, de que ese país interfirió en las elecciones de 2016.

Trump actuó personalmente y mediante terceros dentro y fuera del Gobierno para que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, tomará pasos para beneficiar su reelección en 2020, según el informe, que reúne las conclusiones de la investigación para el eventual juicio político contra el mandatario.

“Para obligar al presidente ucraniano a que le hiciera un servicio político, el presidente Trump condicionó dos actos oficiales a un anuncio público de las investigaciones: una codiciada visita en la Casa Blanca y la crítica ayuda militar estadounidense que Ucrania necesitaba para luchar contra su adversario ruso” en el este de ese país, se asegura en el informe.

Al presionar a Ucrania, Trump “puso sus intereses personales y políticos por encima de los intereses nacionales de Estados Unidos, buscó minar la integridad del proceso de elección presidencial estadounidense, y puso en peligro la seguridad nacional de EEUU”, añade.

Además, “ningún otro presidente se ha burlando tanto de la Constitución y el poder del Congreso a que realice su supervisión”, enfatiza.

El documento advierte de que, si no se pone freno al esfuerzo continuo del presidente de obstaculizar el poder del Congreso a efectuar un juicio político, eso conllevará el riesgo de “causar un grave daño a la institución del Congreso, el equilibrio de poderes entre las ramas del gobierno, y el orden Constitucional que el presidente y cada miembro del Congreso han jurado proteger y defender”.

Trump ha negado repetidamente haber hecho nada malo o ilegal, y ha descalificado el juicio político y a los demócratas que lo encabezan.

Según el informe, la llamada de Trump con Zelenskiy, el pasado 25 de julio, en sí constituye una “cruda prueba de conducta indebida” y una muestra de que Trump dio prioridad a su beneficio político personal por encima del interés nacional”.

En esa llamada, que fue precedida por el inexplicable congelamiento de ayuda por unos 400 millones de dólares a Ucrania, Trump pidió a Zelenskiy “un favor, no obstante”: dos investigaciones específicas para ayudarle en sus esfuerzos de reelección, continúa el documento.

La llamada para que Ucrania anunciara una investigación contra el exvicepresidente, Joe Biden, asimismo, “no fue ni el principio ni el fin” de los esfuerzos de Trump de moldear la política exterior para beneficio personal.

A lo largo de dos meses, el Comité realizó audiencias a puerta cerrada con 17 testigos y en público con 12. Pese a las advertencias y citaciones judiciales del Comité, la Casa Blanca ha impedido que 12 miembros antiguos o actuales de la Administración dieran testimonio en las vistas, y se ha negado a entregar documentos. Diez de esos funcionarios recibieron citaciones obligatorias del Congreso que ignoraron.

Varios de los testigos, entre éstos el embajador de EEUU ante la Unión Europea, Gordon Sondland, corroboraron los esfuerzos de Trump y de su abogado personal, Rudy Giuliani, por presionar a Ucrania a que investigara a Biden.

Ante la falta de cooperación de la Casa Blanca, el informe también destacó que quedan aún “preguntas sin respuestas”.

Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo en un declaración escrita que el informe es producto de una “farsa” y los demócratas, encabezados por presidente del Comité, Adam Schiff, no lograron mostrar pruebas de un delito por parte de Trump.

“Este informe no refleja más que sus frustraciones. El informe de Schiff se lee como las palabras errantes de un bloguero en un sótano, luchando por probar algo, cuando no hay pruebas de nada”, puntualizó Grisham.

Los republicanos del comité tuvieron acceso a un borrador del informe anoche, y publicaron su propio informe en el que repiten el mensaje de la Administración: que no hubo “canje” con Ucrania y que la bancada demócrata no ha mostrado ni una sola infracción que justifique un juicio político para destituir a Trump.

La investigación demócrata y partidista, por lo tanto, “es producto de su obsesión para impugnar los resultados de la elección presidencial de 2016”, indicó el informe republicano de 123 páginas.

Al igual que la Casa Blanca, la minoría republicana del Comité insiste en el mensaje de que los demócratas quieren desvirtuar los resultados de 2016, omitiendo que un juicio político se apoya en delitos cometidos por un presidente en funciones.

Los republicanos también repiten el argumento de que Trump presionó de esa forma a Ucrania debido a su consternación en torno a ese país, debido a su conocido historial de corrupción, no para presionar a Zelenskiy a que investigara a Biden, y el hijo de éste, Hunter.

El Comité de Inteligencia prevé someter a voto la aprobación del informe, un mero formalismo para ceder las riendas de la investigación al Comité Judicial de la Cámara Baja.

El presidente de ese comité, el demócrata Jerrold Nadler, invitó a Trump y su abogado a que participaran en la serie de audiencias, que comenzarán mañana miércoles. La Casa Blanca rechazó la invitación el domingo pasado.

El Comité Judicial no ha dicho cuántas audiencias realizará, pero tiene la tarea de formalizar los eventuales cargos contra Trump, para que sean votados en el pleno de la Cámara de Representantes. Luego el Senado realiza el juicio para destituir a Trump o absolverlo.

Demócratas Exigen las Declaraciones de Impuestos de Trump

La oposición demócrata en el Congreso norteamericano solicitó hoy formalmente que el Servicio de Impuestos Internos (IRS, la AFIP estadounidense) entregue seis años de declaraciones de impuestos personales y comerciales del presidente Donald Trump , con lo que dio comienzo a lo que seguramente será una larga batalla legal con el Ejecutivo.

El representante Richard E. Neal, demócrata de Massachusetts, entregó personalmente una carta de dos páginas en la que exponía su pedido a Charles P. Rettig, el comisionado del IRS.

«El presidente Trump es el primer presidente en casi medio siglo en romper un precedente y negarse a presentar voluntariamente sus declaraciones de impuestos», dijo el representante Dan Kildee, demócrata de Michigan. «El presidente es la única persona que puede promulgar leyes y el público merece saber si los intereses financieros personales del presidente afectan su toma de decisiones públicas», recordó.

En respuesta a las preguntas de los reporteros en la Oficina Oval, Trump ya anticipó que rechazará la solicitud.

«Hasta el momento en que no esté bajo una auditoría, no me sentiré inclinado a hacerlo», dijo.

La mayoría de los presidentes desde Richard Nixon presentaron voluntariamente sus declaraciones de impuestos en los últimos 40 años, lo cual no es requerido por la ley. Trump rompió con ese precedente y se negó a dar a conocer esas declaraciones que revisten carácter privado.

Va de Nuevo Trump Contra Demócratas por el Presupuesto del Siguiente Año

+ Trump enfrenta una nueva batalla con los demócratas por el presupuesto de 2020; busca US$ 8,600 millones para el muro

El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirige a un choque con el Congreso por el presupuesto, con pedidos de recortes en los gastos internos que los legisladores probablemente ignorarán mientras la deuda nacional alcanza niveles récord.

El presidente Trump está listo para entregar este lunes su hoja de ruta presupuestaria con la promesa de equilibrar el presupuesto en 15 años, en lo que será la primera ocasión que presentará una propuesta de gasto bajo un gobierno dividido con Nancy Pelosi al frente de una Cámara de Representantes bajo control demócrata, y se espera que enfrente una feroz resistencia a los severos recortes propuestos en educación, salud y protección ambiental.

La Casa Blanca propone US$ 2,7 billones en recortes de gastos, de acuerdo con nuevos detalles publicados el domingo por la noche, siguiendo una directiva del presidente para reducir el gasto en un 5% en todas las agencias federales, excepto los gastos de defensa, como parte de su plan presupuestario para el año fiscal 2020, que comienza el 1 de octubre. Los recortes propuestos se producen justo cuando el Congreso deberá decidir, una vez más este año, si se deben aumentar los límites de gasto establecidos por ley en 2011.

“Nuestra deuda nacional casi se duplicó con la anterior administración y ahora asciende a más de US$ 22 billones”, dijo Russell Vought, director interino de la Oficina de Presupuesto y Administración, en un comunicado que adelanta los detalles del presupuesto del presidente. “Este presupuesto demuestra que podemos volver a la salud fiscal sin detener nuestro resurgimiento económico mientras seguimos invirtiendo en prioridades críticas”.

Las proyecciones de políticas a largo plazo, según la Casa Blanca, muestran que las propuestas de políticas en el presupuesto pondrían a Estados Unidos en un buen camino para equilibrar el presupuesto hacia 2034.

Más temprano el domingo, un funcionario de la Casa Blanca confirmó que Trump pedirá US$ 8,600 millones para un muro fronterizo, y US$ 3,600 millones adicionales en fondos de construcción militar para devolver el dinero que la administración espera que se gaste este año y que Trump redirigió por orden presidencial.

Pelosi y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijeron el domingo que Trump no obtendrá los US$ 8,600 millones que planea solicitar para el muro.

“El presidente Trump lastimó a millones de estadounidenses y causó un caos generalizado cuando cerró imprudentemente al gobierno para tratar de obtener su costoso e ineficaz muro, el cual prometió que México pagaría. El Congreso se negó a financiar su muro y él se vio obligado a admitir la derrota y a reabrir el gobierno. Lo mismo se repetirá si lo intenta de nuevo. Esperamos que haya aprendido la lección”, dijeron los dos en una declaración conjunta.

El representante demócrata de Kentucky, John Yarmuth, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, dijo el domingo por la noche en un comunicado a CNN que el presupuesto del presidente “no tiene posibilidades en la Cámara de Representantes”.

“El presidente Trump agregó casi US$ 2 billones a nuestro déficit con los recortes de impuestos para las grandes y ricas corporaciones, y ahora parece que su presupuesto le pide al pueblo estadounidense que pague el precio”, dijo Yarmuth. “Con recortes severos a los programas y servicios esenciales que dejarían a nuestra nación menos segura y protegida, el presupuesto de Trump es tan peligroso como predecible”.

El Congreso controla los fondos de lo que el gobierno está dispuesto a gastar, y los demócratas demostraron su capacidad para mantenerse unificados durante el cierre parcial del gobierno.

La presidenta de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Maxine Waters, demócrata de California, dijo en una audiencia la semana pasada que lucharía para asegurar un financiamiento sólido para los programas críticos supervisados por la comisión, incluyendo dar marcha atrás a los pasos de la administración para debilitar la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.

“La administración Trump también ha presentado constantemente propuestas de presupuesto que hacen recortes masivos a los programas que protegen a las familias más vulnerables de la nación”, dijo Waters.

El nuevo presupuesto del presidente dará prioridad a la financiación para poner fin a la epidemia de opioides, una de las principales prioridades para la administración de Trump, invirtiendo en estudiantes para que reciban una educación de alta calidad, modernizando la tecnología anticuada del gobierno federal junto con US$ 80,000 millones para la atención de veteranos.

Trump ha propuesto previamente recortes en los gastos en programas nacionales, así como en programas de derechos como Medicare y en la Seguridad Social cada año de su presidencia, y en cada ocasión el Congreso los ha ignorado.

El funcionario de la Casa Blanca señala que la próxima solicitud de fondos para el muro es diferente a la de los años anteriores cuando la Casa Blanca solicitó fondos de una sola fuente: el Departamento de Seguridad Nacional (más específicamente, de Aduanas y Protección Fronteriza, o CBP). Este año, la Casa Blanca solicitará US$ 5,000 millones al CBP, pero también solicitará US$ 3,600 millones en fondos de construcción militar del Pentágono.

Además, el presupuesto contiene una solicitud de otros US$ 3,600 millones en fondos militares para la construcción, pero estos se usarían para “devolver” lo que la administración espera gastar este año como resultado de la declaración de emergencia. En otras palabras, la Casa Blanca está solicitando dinero para pagar los fondos que Trump redirigió mediante la autoridad presidencia, y los funcionarios no cuentan esa suma en el número final que dicen que solicitarán para el muro (al menos US$ 8,600 millones).

La cantidad de lo solicitado para el muro fue reportada por primera vez por Reuters.

Tradicionalmente, la Casa Blanca presenta su propuesta de presupuesto al Congreso el primer lunes de febrero, pero este año se retrasó debido al cierre.

A fines de febrero, el jefe interino de presupuesto de Trump, Vought, adelantó en un artículo de opinión recortes “históricos” al gasto discrecional y lanzó planes para emplear un fondo de contingencia de guerra como una maniobra para sortear el límite presupuestario de la defensa.

“El nivel de endeudamiento es insostenible y es una de las mayores amenazas para el futuro económico de nuestra nación”, escribió Vought en el artículo de opinión.

No está claro si el recorte del 5% sería adicional al recorte del 9% que se vería forzado por los límites presupuestarios establecidos para el año fiscal 2020.

Mick Mulvaney, ex jefe de la Oficina de Presupuestos Administrativos que ahora es secretario de la Casa Blanca en funciones, fue un gran opositor de lo que se conoce como Operaciones de Contingencia en el Extranjero para compensar los recortes al presupuesto de defensa base.

Mulvaney, un autoproclamado duro del déficit, ha cedido más recientemente en lo que respecta a los esfuerzos de la administración por equilibrar el presupuesto y reducir el gasto federal. En cambio, la administración se ha comprometido a equilibrar el presupuesto dentro de una ventana presupuestaria de 10 años.

Durante su audiencia de confirmación de 2017 para el cargo en la Oficina de Presupuestos Administrativos, Mulvaney dijo a los legisladores que esperaba “tener la oportunidad de explicarle al presidente por qué creo que no es una buena manera de gastar los dólares de los contribuyentes estadounidenses”.

Los demócratas ya han denunciado la maniobra del gobierno como un “truco” del presupuesto que ocultaría los verdaderos costos de las operaciones militares y reduciría otras prioridades nacionales.

“En lugar de ser honesto y responsable acerca de su presupuesto, el presidente está eligiendo engañar al público estadounidense una vez más”, dijeron Yarmuth, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, y el presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith, un demócrata de Washington, en una declaración conjunta en respuesta al artículo de opinión de Vought.

También se espera que el presupuesto del presidente incluya US$ 100 millones para la Iniciativa Global para el Desarrollo y la Prosperidad de la Mujer, dijo a CNN un funcionario de la Casa Blanca.

La hija del presidente, Ivanka Trump, lideró la creación de la iniciativa, que se anunció el mes pasado.

El debate sobre los gastos y los límites presupuestarios también inevitablemente se entremezclará con las negociaciones para elevar el límite de la deuda, que se inició el 2 de marzo.

El límite de endeudamiento federal establecido por el Congreso ahora supera los US$ 22 billones, un récord. El Tesoro ya ha comenzado a utilizar “medidas extraordinarias”, una táctica que los gobiernos demócratas y republicanos han usado para continuar pagando los pagarés del país.

Inicialmente, el techo tenía la intención de controlar los gastos del gobierno federal, pero en cambio, el Congreso ha seguido aprobando aumentos para acomodar los préstamos continuos.

Y aunque el país alcanzó su límite de deuda, la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el Tesoro podrá pagar sus cuentas entre el tercer y cuarto trimestre de 2019.

Durante los últimos dos años, los demócratas han criticado los recortes de impuestos de Trump por aumentar el déficit federal, que las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso superarán los US$ 1 billón para 2020.

Los críticos del recorte de impuestos respaldado por el presidente dicen que agregará US$ 1,9 billones adicionales a la deuda nacional. El año pasado, Trump también firmó a regañadientes un proyecto de ley de gastos masivo de US$ 1,3 billones después de que los demócratas presionaran para obtener presupuestos más grandes para la salud y la educación a cambio de un aumento en el gasto militar.

La Casa Blanca afirma que los recortes fiscales se pagarán por sí mismos y que han sido un factor clave para impulsar la economía de Estados Unidos. Y culpó a los demócratas por el creciente déficit después de presionar por los aumentos de gasto el año pasado.

La propuesta de presupuesto de Trump también viene por delante de otro asunto fiscal de importancia que el Congreso tendrá que enfrentar este año. Los legisladores deberán decidir cómo resolver los años restantes de límites de gastos requeridos en virtud de la Ley de Control de Presupuesto de 2011.

La ley establece límites en los gastos discrecionales del gobierno por un período de 10 años. También incluye límites separados para los gastos de defensa y no defensa que serían activados por recortes de gastos automáticos y generales.

A menos que el Congreso actúe para recaudarlos este año, el límite de US$ 647,000 millones en gastos regulares de defensa caerá en US$ 71,000 millones, o un recorte del 11%, antes de ajustarse a la inflación. El límite de gasto no discrecional caería a US$ 542,000 millones, o 9%.

Los legisladores han elegido en repetidas ocasiones, en 2013, 2015 y 2018, aumentar los límites de gasto en incrementos de dos años.

“Esto no es sostenible ni responsable”, dijo Yarmuth en una audiencia sobre el presupuesto en la Cámara de Representantes a principios de esta semana. “Necesitamos aumentar los límites, tanto para los gastos de defensa como para los no relacionados con la defensa, para garantizar que cada familia estadounidense tenga la oportunidad de construir un futuro mejor”.

Demócratas Tienen Votos Para Bloquear Emergencia de Trump

El líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell reconoció el lunes que los opositores a la declaración de emergencia nacional del presidente Donald Trump tienen los votos suficientes en la cámara alta para prevalecer en una resolución encaminada a bloquear la medida.

Con la declaración de emergencia Trump pretende conseguir millones de dólares adicionales para construir el muro en la frontera de Estados Unidos con México sin necesidad de contar con la autorización del Congreso.

McConnell, quien se alineó con Trump a pesar de tener sus propias dudas respecto a la declaratoria, dijo que el mandatario vetará la resolución y que es probable que el Congreso lo respalde. McConnell hizo sus declaraciones un día después de que el senador Rand Paul se convirtió en el legislador republicano más reciente en decir que no apoyará a la Casa Blanca en el tema de la declaración de emergencia.

“Creo que lo que está claro en el Senado es que habrá suficientes votos para aprobar la resolución de desaprobación, que entonces será vetada por el presidente y posteriormente, con toda probabilidad, la Cámara de Representantes respaldará el veto”, comentó McConnell a los reporteros.

Además de Paul, otros senadores republicanos que han dicho que desafiarán a Trump en lo que respecta a la declaración son Susan Collins, Lisa Murkowski y Thom Tillis. Con esos cuatro, y asumiendo que todos los 47 demócratas y sus aliados independientes se opongan a la medida de Trump, eso daría 51 votos a favor de la resolución, un poco más de la mayoría necesaria.

Paul dijo el lunes a los reporteros que, basándose en las conversaciones con sus colegas, existen “al menos 10” senadores republicanos preparados para votar y nulificar las acciones de Trump. La votación está prevista para la próxima semana.

La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, votó recientemente para bloquear la declaración de Trump.

Cuando le preguntaron el lunes si el Senado puede tratar de modificar la resolución, McConnell dijo que los senadores han estado consultando al experto en las normas del Congreso para ver “qué opciones tienen, si es que hay alguna”.

McConnell, que ha trabajado de cerca con Trump sobre la reforma fiscal, la selección de jueces conservadores y otras cuestiones, reconoció que le había aconsejado al presidente que no emitiera la declaración. El líder del Senado dijo que le preocupa que la acción de Trump fije un precedente para que futuros mandatarios demócratas hagan declaraciones de ese tipo para sus propios fines.

Demócratas Inician Investigaciones Contra Trump

Alentados por su nueva mayoría, los demócratas están emprendiendo varias investigaciones sobre el presidente Donald Trump y preparando el escenario para un mundo posterior al fiscal especial Robert Mueller.

Ya sea que el informe final del abogado especial de Rusia condene o no al presidente, los demócratas a cargo de media docena de comisiones en la Cámara de Representantes planean inundar a la administración con solicitudes de documentos, convocatorias de testimonios e incluso citaciones si es necesario. Las investigaciones van mucho más allá de la investigación de Mueller sobre la interferencia rusa en la campaña de 2016.

Los esfuerzos demócratas aumentaron la semana pasada después de que el ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, compareció ante tres comités del Congreso. En una de esas sesiones, Cohen calificó al presidente de «estafador» y de «tramposo» y dio a los demócratas varias pistas nuevas para investigar.

Una mayor supervisión podría eventualmente llevar a o incluso servir como procedimiento para un juicio político.

A continuación, un vistazo al estado de algunas de las investigaciones de la Cámara de Representantes:

La Comisión de Inteligencia reabrió y amplió una investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016 que los legisladores republicanos cerraron el año pasado argumentando que no había pruebas que demostraran que la campaña de Trump se confabuló con Rusia. El principal demócrata en el comité, Adam Schiff, dijo que los republicanos cerraron el asunto prematuramente sin entrevistar a testigos clave y exigir documentos importantes.

La Comisión de Vigilancia y Reforma fue el centro de atención cuando Cohen testificó el miércoles pasado. Su presidente, Elijah Cummings, dijo que quiere llamar a varias personas mencionadas varias veces por Cohen. Eso podría incluir al director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg y posiblemente a dos de los hijos del mandatario, Ivanka y Donald Trump Jr.

La jurisdicción del comité llega a todas las áreas del gobierno.

La Comisión Judicial estaría a cargo de un eventual juicio político, pero su presidente, Jerrold Nadler, primero quiere examinar el informe de Mueller cuando salga. El legislador demócrata ha encabezado los esfuerzos para que el Departamento de Justicia publique el informe completo al público.

Este comité fue el centro de atención cuando Cohen testificó públicamente el miércoles pasado. El presidente, Cummings, dijo después que quería llamar a varias personas mencionadas repetidamente por Cohen. Eso podría incluir al director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg y posiblemente a dos de los hijos de Trump, Donald Trump Jr. e Ivanka Trump.

La jurisdicción de la Comisión Judicial afecta a todas las partes del gobierno.

La Comisión de Recursos y Arbitrios busca obtener las declaraciones de impuestos de Trump, que el presidente se niega a divulgar.

El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Eliot Engel, está trabajando con Adam Schiff, jefe de la Comisión de Inteligencia, para revisar los encuentros de Trump con el presidente ruso Vladimir Putin, incluida una reunión privada entre los dos en Helsinki el año pasado. Trump no reveló los detalles completos de lo que se dijo en ese encuentro.

Houston en la Lucha por la Convención Demócrata del 2020

Los líderes en tres ciudades importantes están dando la pelea final para ganar el derecho a realizar la Convención Nacional Demócrata de 2020, un evento que podría canalizar millones de dólares a la economía local y ponerlos en el centro del mundo político durante una semana el próximo verano.

El presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, está eligiendo entre Houston, Miami y Milwaukee. En las últimas semanas, algunos demócratas han sugerido en privado que Milwaukee obtendría el visto bueno.

Sin embargo, desde entonces, se ha desarrollado un feroz debate entre bastidores sobre qué ciudad puede recaudar suficiente dinero, evitar conflictos laborales y demostrar que tiene suficientes hoteles de alta gama y alojamiento para eventos.

«Tenemos muchas preguntas que debemos resolver antes de tomar una decisión final», dijo Pérez en una entrevista, insistiendo en que cada finalista todavía tiene una oportunidad legítima de ganar. La decisión se tomará a finales de este mes.

Pérez ha prometido una convención que muestre al candidato y le dé al boleto demócrata la oportunidad de unificar al partido después de lo que se espera que sea una pelea intensa en la primaria. La convención está programada para el 13 y 16 de julio de 2020. Los republicanos ya seleccionaron a Charlotte, Carolina del Norte, para organizar su reunión del 24 al 27 de agosto.

Pérez se negó a citar inquietudes específicas sobre las ciudades finalistas, pero las entrevistas con múltiples funcionarios de alto rango y demócratas en Wisconsin, Texas y Florida revelan preguntas clave para cada ciudad.

Houston, la cuarta ciudad más grande del país, tiene pocas preocupaciones logísticas dada su capacidad para grandes eventos que se exhibió recientemente en eventos como el Super Bowl en 2017.

Pero Houston debe demostrar que puede recaudar el financiamiento privado para ponerlo en la convención, según varios demócratas con conocimiento de las negociaciones que hablaron bajo condición de anonimato para discutir las conversaciones con franqueza.

La razón principal del potencial déficit: los funcionarios demócratas pidieron al comité de la licitación que aportara el dinero sin recurrir a la industria del petróleo y el gas, que durante mucho tiempo ha impulsado la economía de la ciudad, pero se ha convertido en un anatema para la base demócrata a medida que el cambio climático se convierte en un tema de discusión de alto perfil.

«Milwaukee está siendo financiado por Wall Street», dijo el exasperado presidente demócrata de Texas Gilberto Hinojosa, una referencia al dinero corporativo que siempre forma parte de las convenciones de los dos partidos principales.

Houston también tiene una disputa laboral y salarial prolongada entre el alcalde Sylvester Turner y los bomberos de la ciudad. Un alto funcionario demócrata dijo que el partido no está dispuesto a arriesgar una cobertura mediática negativa que podría perjudicar a un candidato presidencial que dependerá en gran medida de la mano de obra organizada del sector público y privado, especialmente en los estados clave del campo de batalla del Medio Oeste que lograron la victoria del presidente Donald Trump en 2016.

Para Milwaukee, la más pequeña de las ciudades finalistas, la principal preocupación es si el hotel y los lugares de eventos pueden brindar la experiencia total de la convención.

El stock hotelero recientemente ampliado del área metropolitana ofrece suficientes habitaciones. Pero la huella de hoteles y entretenimiento incluye menos propiedades de alta gama y hoteles de servicio completo que las otras dos ciudades. Más allá de las habitaciones de hotel, una ciudad de convenciones presidenciales necesita hoteles suficientes para que cada una de las 57 delegaciones estatales y territoriales puedan celebrar reuniones diarias de desayuno.

Y el itinerario de la noche suele estar lleno de docenas de partidos organizados por intereses corporativos, grupos de acción política, altos funcionarios del partido y algunos partidos estatales.

«Confiamos en que tenemos esos lugares: museos, restaurantes, el litoral», dijo David Bowen, vicepresidente del Partido Demócrata de Wisconsin.

Pero los funcionarios de Wisconsin reconocen que le están pidiendo a Pérez que le dé a la ciudad el evento más grande que jamás haya organizado.

Milwaukee podría tener un aliado en las cercanías de Chicago, donde algunos de los principales demócratas han argumentado que los principales donantes podrían quedarse y entretenerse antes de viajar a Milwaukee para los eventos más importantes en el horario estelar, como los discursos de aceptación presidencial y vicepresidencial.

Para Miami, los funcionarios dicen que la pregunta es el transporte. Al igual que Houston, Miami ha albergado grandes convenciones y Super Bowls.

Sin embargo, un número considerable de sus habitaciones de hotel se encuentran en Miami Beach, lo que requiere que los autobuses crucen unos pocos puentes hacia el centro de la ciudad.

Eso eleva el espectro de los delegados que tienen alojamiento cerca de las festividades pero que siguen gastando cantidades excesivas de tiempo en autobuses atascados en el tráfico.

También hay un riesgo climático La convención llega siete semanas después de la temporada de huracanes. Los republicanos tuvieron que cambiar su calendario de convenciones de Tampa en 2012 debido al huracán Isaac.

Los defensores de Milwaukee enfatizan su clima de verano generalmente agradable, en contraste con el calor casi garantizado en Houston y Miami.

Pérez ha dejado en claro que la logística es más importante que la forma en que una ciudad anfitriona podría jugar en la narrativa de la campaña del candidato final.

Los demócratas de Wisconsin están celebrando las elecciones de mitad de período que expulsaron al republicano Scott Walker de la oficina del gobernador. La presidenta del estado, Martha Laning, dice que venir a Milwaukee mostraría la determinación del partido de reclamar a la clase trabajadora en el antiguo Medio Oeste industrial.

Texas no tiene ningún demócrata estatal de alto perfil, pero el partido cambió tres distritos suburbanos de la Cámara de Representantes y una lista de escaños legislativos y dominó las carreras locales en los condados más poblados del estado.

Hinojosa reconoció el éxito tanto de la creciente población latina como de los demócratas con los residentes de las universidades con líneas demográficas. «Si quieres estar donde está el futuro del partido, ven a Texas», dijo Hinojosa.

Dejando de lado los argumentos políticos, no hay un vínculo comprobable entre los sitios de la convención y los resultados de noviembre.

Trump ganó fácilmente el campo de batalla de Ohio en 2016 después de la convención del Partido Republicano en Cleveland. El presidente Barack Obama ganó Colorado en 2008 después de ser nominado en Denver, pero perdió su segundo estado de convención, Carolina del Norte, cuatro años después. El presidente George W. Bush perdió ambos estados, Pennsylvania y Nueva York, donde fue nominado.