Histórica Ley de Infraestructura Mejorará las Comunicaciones y Transportes

Internet de alta velocidad, mejoras en carreteras, aeropuertos, puertos y sistemas de transporte público. Todos son renglones incluidos por Biden en su plan de infraestructura, un acuerdo bipartidista sin precedentes en un momento de amplias fracturas políticas.

El presidente Joe Biden firmó la tarde de este lunes su plan de infraestructura de 1.2 billones de dólares (trillions en inglés), un acuerdo bipartidista que ha sido considerado como histórico en un momento de amplias fracturas políticas.

«Durante demasiado tiempo, hemos hablado de tener la mejor economía del mundo. Hemos hablado de afirmar el liderazgo estadounidense en el mundo con las mejores y más seguras carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. Aquí en Washington escuché innumerables discursos, promesas. Pero hoy, finalmente, lo estamos logrando. Y mi mensaje para el pueblo estadounidense es: Estados Unidos se está moviendo nuevamente. Y tu vida va a cambiar para mejor», aseguró Biden antes de firmar la ley.

Biden dijo además que la ley «es una prueba» de que ambos partidos «pueden ofrecer resultados reales para personas reales».

«Compatriotas, hoy quiero que sepan que los escuchamos y los vemos», dijo Biden en la ceremonia de firma en los jardines de la Casa Blanca. «El proyecto de ley que estoy a punto de promulgar es una prueba de que, a pesar de los cínicos, demócratas y republicanos pueden unirse y generar resultados. Podemos hacer esto. Podemos ofrecer resultados reales para personas reales».

Congresistas tanto demócratas como republicanos se sumaron a esos comentarios de Biden al recordar la importancia de lograr acuerdos bipartidistas para sacar adelante proyectos que son necesarios para el país.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y la presidenta de la Cámara de Representantes, la también demócrata Nancy Pelosi, aplaudieron la ley de infraestructura bipartidista antes de que el presidente Biden la promulgara con su autógrafo: «La firma de hoy es un gran e histórico paso adelante», dijo Schumer. «Seguiremos trabajando con usted, señor presidente, para aprovechar el éxito de hoy, al aprobar el resto de su agenda ‘Build Back Better’ en las próximas semanas», agregó.

Pelosi agradeció a Biden por sus esfuerzos y elogió su «visión gloriosa» y su compromiso de llevar adelante esta legislación.

Tomó tiempo y negociaciones

La Casa Blanca se tomó varios días para que el presidente Biden pusiera el ejecútese a esta ley, a la espera de que los congresistas regresaran a Washington DC y, con seguridad, para poder organizar algo que ayude a proyectar el triunfo de la Casa Blanca (sobre todo contando las malas noticias que han recibido los demócratas en las últimas semanas, como su derrota en Virginia).

El plan de infraestructura pretende mejorar desde el transporte público hasta el acceso de internet de alta velocidad, así como acelerar la participación de la industria automotriz estadounidense en el mercado de automóviles eléctricos. Sin embargo, algunos dudan de que el gasto propuesto para cumplir el plan pueda ser tan transformador como lo ha prometido Biden.

El mandatario ha descrito el plan de infraestructura como “una inversión única en una generación” que creará millones de empleos, modernizará la infraestructura del país y sentará las bases para combatir el cambio climático. Se estima que es la mayor apuesta desde la creación del sistema interestatal de autopistas en los años 50 y 60

“Nos pone en el camino de ganar la competencia económica del siglo XXI que enfrentamos con China y otros países grandes y el resto del mundo”, dijo Biden en un mensaje luego de que la ley superara el último escollo en en el Congreso.

Estos son los principales puntos que atenderá el acuerdo y la inversión que estipula:

Carreteras y puentes

La inversión en este renglón es de 110,000 millones de dólares. Con ellos, se pretende reparar la infraestructura vial envejecida en la nación: una de cada cinco millas en autopistas y carreteras principales están en malas condiciones, según la Casa Blanca.

La refacciones incluyen también a unos 45,000 puentes que, según los datos oficiales, también están en mal estado. La reconstrucción de puentes importantes y más pequeños implicará una inversión de casi 40,000 millones de dólares que los legisladores describieron en el texto de la ley como la inversión más grande que se hará desde que se construyó el sistema interestatal de autopistas a mediados del siglo pasado.

La legislación incluye el primer programa “Safe Streets and Roads for All” (Calles y caminos seguros para todos) que apoyará proyectos para reducir las muertes por accidentes de tránsito.

Transporte público

La inversión en esta área es de 39,000 millones de dólares.

La nueva ley crea financiamiento para modernizar los sistemas de transporte público en todo el país. También incluye dinero para crear nuevas rutas de autobús y adaptar el transporte público para que sea más accesible para las personas mayores y con discapacidad.

Una gran parte de ese dinero se destinará a los sistemas de transporte de las principales ciudades, como la ciudad de Nueva York.

Sistema ferroviario

El monto de inversión es de 66,000 millones de dólares.

Contempla el mantenimiento y modernización de Amtrak, el servicio ferroviario de media y larga distancia que conecta a Estados Unidos con Canadá. También Incluye la modernización del Corredor Noreste (que va desde Boston a través de Providence, New Haven, la ciudad de Nueva York, Filadelfia, Wilmington y Baltimore hasta Washington, D.C.) y llevar el servicio ferroviario fuera del Atlántico medio y noreste.

Estaciones de recarga para vehículos eléctricos

El monto de la inversión en este renglón es de 7,500 millones de dólares.

Con la construcción de una red nacional de recarga de vehículos eléctricos, la administración Biden busca acelerar la participación de la industria automotriz estadounidense en un mercado cuyo tamaño es un tercio del mercado chino de vehículos eléctricos.

El plan es desplegar estaciones de recarga a lo largo de las carreteras para facilitar los viajes de larga distancia y en las comunidades donde las personas viven, trabajan y hacen sus compras, señala el comunicado de la Casa Blanca.

La inversión también se considera como un “paso crítico” en la estrategia de Biden para luchar contra la crisis climática y en la creación de empleos en la industria manufacturera estadounidense.

También se incluyen $5 mil millones para la compra de autobuses escolares eléctricos e híbridos para reducir la dependencia en el uso del diesel.

Red eléctrica

El monto de la inversión es de 65,000 millones de dólares.

La nueva ley contempla la construcción de miles de millas de líneas nuevas para la transmisión de energía renovable y que soportan condiciones climáticas adversas.

El plan también contempla el financiamiento de nuevos programas que apoyarán el desarrollo y el despliegue de tecnologías de energía limpia para acelerar el paso hacia una economía de cero emisiones.

Agua potable

El monto de la inversión es de 55,000 millones de dólares.

Contempla la expansión de la infraestructura para facilitar el acceso al agua potable. Según la Casa Blanca, unos 10 millones de hogares y 400,000 escuelas y centros de cuidado infantil en el país enfrentan problemas de acceso a agua potable.

El plan de Biden también contempla 15,000 millones de dólares para sustituir las tuberías de plomo y otros 10,000 millones de dólares para combatir la contaminación del agua producida por productos químicos asociados a la producción de teflón, reportó The Associated Press.

Internet de alta velocidad

El monto de la inversión es de 65,000 dólares.

El acuerdo contempla el despliegue de infraestructura para mejorar el acceso de internet de alta velocidad en comunidades rurales y para familias de bajos ingresos. Más de 30 millones de estadounidenses viven en áreas donde no hay una infraestructura de banda ancha que ofrezca velocidades mínimamente aceptables, según la Casa Blanca.

Puertos y aeropuertos

La inversión es de 42,000 millones de dólares.

La legislación contempla $17 mil millones en infraestructura portuaria y vías fluviales. También se gastarán $25 mil millones para mejorar la infraestructura de los aeropuertos, como las pistas, las calles de rodaje, las terminales y las torres de control del tráfico aéreo.

Hasta la Próxima Semana Votación Para el Plan Infraestructura

La presidenta de la Cámara de Representantes dijo que el plan de 1 billón de dólares con apoyo bipartidista comenzará a debatirse este lunes y el jueves se pondrá a votación ante el pleno de la Cámara Baja.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció este sábado por la tarde que el jueves se votará en la Cámara Baja el plan bipartidista de infraestructura de alrededor de 1 billón de dólares.

«Mañana, 27 de septiembre, comenzaremos a debatir el marco del plan de infraestructura en el pleno de la Cámara de Representantes y lo votaremos el jueves, 30 de septiembre, el día que expira la autorización de transportación de superficie», informó Pelosi en un comunicado.

Pelosi se ha comprometido a aprobar el plan de infraestructura esta semana, justo cuando la agenda legislativa del presidente, Joe Biden, parece tambalearse. La líder demócrata también se ha comprometido a impulsar el paquete más amplio de seguridad social y cambio climático de 3.5 billones de dólares, que no cuenta con apoyo de los republicanos..

El plan de infraestructura de 1 billón de dólares fue aprobado por el Senado el mes pasado.

“Permítanme decirles que vamos a aprobar el proyecto de ley esta semana”, aseguró Pelosi, demócrata por California. “Nunca voy a llevar al plena un proyecto de ley que no cuente con los votos. No se puede elegir la fecha. Cuando tienes los votos, tienes que ir en un tiempo razonable y eso haremos», agregó.

Cuando se le preguntó este domingo a Biden si Pelosi tenía los votos necesarios para aprobar el proyecto de ley de infraestructura, el presidente respondió que eso le «tomará la mayor parte de esta semana».

Hablando sobe el paquete de 3.5 billones de dólares, Pelosi dejó en claro que, para obtener la unanimidad que se requiere entre los demócratas, los montos destinados al gasto social y a las iniciativas climáticas deberán recortarse.

Los senadores Joe Manchin por Virginia Occidental y Kyrsten Sinema por Arizona han dicho que no apoyarán un proyecto de ley de ese tamaño. Manchin ha propuesto un gasto de entre 1 billón y 1.5 billones de dólares, una cantidad que los progresistas han calificado de inaceptable para un proyecto de ley que originalmente era de 6 billones.

Biden, Pelosi+y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, han liderado los esfuerzos tras bambalinas para resolver las diferencias entre los demócratas y así lograr pronto la aprobación del gigantesco paquete presupuestario.

Biden Destapa Plan Para Renovar Infraestructura y Ayuda

El presidente estadounidense presentará en Pittsburgh, uno de los corazones industriales del país, el programa “Reconstruir Mejor” para modernizar rutas e instalaciones con una perspectiva ecológica. Se espera un arduo debate en el Congreso

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propondrá este miércoles invertir unos 2 billones de dólares en infraestructuras con el objetivo de generar empleos y poner en marcha un plan que quiere convertir en el emblema de su gestión.

La primera fase del programa “Build Back Better” (Reconstruir Mejor), que presentará en un discurso en Pittsburgh, Pensilvania, detallará esas inversiones previstas para ocho años.

El plan incluye destinar 620,000 millones de dólares al sector del transporte para modernizar más de 32,000 kilómetros de rutas y autopistas.

Biden, quiere que este plan sea una de las marcas de su mandato, que comenzó el 20 de enero. El presidente “piensa que su rol es el de ofrecer una perspectiva audaz sobre cómo podemos invertir en nuestro país, nuestras comunidades, nuestros trabajadores”, dijo su portavoz, Jen Psaki.

Las inversiones serían particularmente financiadas por un aumento del impuesto a las sociedades, el cual pasaría de 21% a 28%. La nueva cifra, no obstante, continuaría siendo históricamente baja. Según la Casa Blanca, la tasa se mantendría en su menor nivel desde la Segunda Guerra Mundial; excepto por los años en que rigió la reforma fiscal de Trump, aprobada en 2017, que incluyó grandes alivios fiscales a las empresas.

La nueva ofensiva legislativa ocurre poco después que el Congreso aprobara un plan de 1.9 billones de dólares para reparar los estragos causados por la pandemia de COVID-19 en la economía.

El discurso de este miércoles será el punto de partida de una batalla en el Congreso que se augura tan áspera como incierta. La mayoría demócrata es muy ajustada y se esperan duras negociaciones, con una feroz resistencia de la comunidad empresarial y que podría frustrar cualquier intento de trabajar con los legisladores republicanos. “Parece que el presidente Biden tiene un apetito insaciable por gastar más dinero y aumentar los impuestos de la gente”, dijo en una entrevista el representante Steve Scalise, de Louisiana, jefe del Partido Republicano en la cámara baja.

Los próximos meses pondrán a prueba la capacidad de negociación de Biden, un ex senador tildado de “Viejo León” de la política por Barack Obama, de quien fue vicepresidente en sus dos mandatos.

“Urgencia por actuar”

“El presidente quiere mostrar claramente que tiene un plan y que está abierto a la discusión”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca. “Pero no asumirá compromisos bajo la urgencia por actuar” y la necesidad de ser ambicioso para “reimaginar” una “nueva economía estadounidense”, añadió.

El plan considera ampliar “la revolución de los autos eléctricos” con, por ejemplo, el cambio a buses eléctricos de 20% de los destinados al transporte escolar.

Considera también construir infraestructuras más resistentes a las evoluciones vinculadas al cambio climático.

Reparar o construir rutas, puentes, vías férreas, puertos y aeropuertos, es una idea que dice mucho a los estadounidenses en general, ya que buena parte de las infraestructuras del país datan de la década de 1950 y su deterioro es incuestionable.

Otros 111,000 millones de dólares se destinarían a sustituir las tuberías de plomo del agua y a mejorar el alcantarillado. Internet de banda ancha cubriría todo el país con 100,000 millones de dólares. Por otra parte, 100,000 millones de dólares servirían para mejorar la red eléctrica y suministrar electricidad limpia. El plan, que también pretende reforzar la industria manufacturera de Estados Unidos, contempla la rehabilitación de viviendas, la modernización de escuelas, la formación de trabajadores y la renovación de hospitales.

También se actualizaría el código fiscal para que las empresas no puedan fusionarse con una empresa extranjera y evitar impuestos trasladando su sede a un paraíso fiscal. Y entre otras disposiciones, aumentaría las auditorías del IRS a las empresas.

Pero más allá de la manida frase “demócratas y republicanos podemos ponernos de acuerdo en este tema”, alcanzar el consenso no será fácil.

Trump y Obama, los dos antecesores de Biden, dijeron también frases similares sobre posibles acuerdos e hicieron grandes promesas en este área, que terminaron siendo letra muerta.

El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, que estará en la primera línea del plan, cree que esta vez los astros conseguirán alinearse. “Tenemos una oportunidad extraordinaria de lograr el apoyo de los dos partidos para pensar en grande y dar pruebas de audacia en infraestructuras”, dijo Buttigieg.

“No se precisa explicarle a los estadounidenses que debemos trabajar en infraestructura y la realidad es que no se puede separar la dimensión climática” de este desafío, afirmó.

La elección de Pittsburgh por parte de Biden para desvelar el plan tiene una importante resonancia económica y política. No solo ganó Pittsburgh y su condado circundante para ayudar a asegurar la presidencia, sino que lanzó su campaña allí en 2019. La ciudad famosa por las fábricas de acero que impulsaron el auge industrial de Estados Unidos ha pivotado constantemente hacia la tecnología y la atención sanitaria, atrayendo a graduados universitarios del oeste de Pensilvania en una señal de cómo pueden cambiar las economías.