Qué Sigue en el Juicio de Trump

Se espera que esta semana pase finalmente a manos del jurado el caso penal que se le sigue en Manhattan al expresidente Donald Trump por falsificación de registros comerciales. Así sucederán los acontecimientos.

Después de escuchar a 22 testigos y de la presentación de evidencia en el transcurso de cuatro semanas, se espera que los miembros del jurado finalmente inicien este miércoles sus deliberaciones en el caso penal que se le sigue en Manhattan al expresidente Donald Trump por falsificación de registros comerciales.

Tras escuchar durante más de cuatro semanas los testimonios de los testigos, el jurado neoyorquino escuchó atentamente las conclusiones, que se prolongaron desde la antes del mediodía hasta la hora de cenar.

El abogado de Trump, Todd Blanche, dio un mensaje claro para los miembros del jurado: El caso de la fiscalía se basa en el testimonio del exabogado de Trump, que después se convirtió en su enemigo, Michael Cohen, y en quien, de acuerdo con la defensa, no se puede confiar.

Cohen es un testigo crucial porque hizo el pago de $130,000 a Daniels y los reembolsos a Cohen son lo que los fiscales dicen que fueron falsamente registrados por Trump como gastos legales.

En sus alegatos finales, Blanche tachó a Cohen de mentiroso y dijo que se trata de una venganza personal contra su antiguo jefe.

Por su parte, el fiscal Joshua Steinglass reconoció que Cohen es un testigo difícil, pero dijo que los fiscales no lo eligieron, Trump lo hizo, dijo Steinglass.

“El acusado eligió a Michael Cohen para ser su “fixer” (solucionador de problemas, en español) porque estaba dispuesto a mentir y engañar en nombre del acusado”, dijo Steinglass.

Además, dijo, hay “una montaña” de pruebas y testimonios corroborantes que conectan a Trump con el crimen.

“No se trata de si te agrada Michael Cohen. No se trata de si quieres hacer negocios con Michael Cohen. Se trata de si él tiene información útil y fiable que darte sobre lo que ocurrió en este caso, y la verdad es que él estaba en la mejor posición para decirlo», dijo.

El juez pidió al jurado reunirse el miércoles en la mañana para continuar el proceso. Te contamos qué viene ahora

Las instrucciones que dará el juez a los miembros del jurado

Cuando el juez Juan Merchán ponga el caso en manos de los miembros del jurado, les dará instrucciones específicas de cómo y bajo qué parámetros considerar la evidencia que les fue presentada.

Se espera que Merchán tome cerca de una hora para instruir al jurado sobre la ley que rige el caso, brindándole una hoja de ruta sobre lo que puede y no puede tener en cuenta al evaluar la culpabilidad o inocencia de Trump.

Por ejemplo, después del testimonio con lujo de detalles dado por la actriz porno Stormy Daniels sobre sus presuntas relaciones sexuales con Trump, Merchán indicó que daría instrucciones al jurado de cómo considerar en sus deliberaciones lo dicho por la testigo.

En una indicación de cuán importantes son esas instrucciones, los fiscales y abogados defensores mantuvieron un animado debate la semana pasada sin la presencia del jurado mientras intentaban persuadir a Merchán sobre las instrucciones que debía dar.

La defensa de Trump, por ejemplo, solicitó que Merchán diga a los jurados que los tipos de pagos en el caso discutidos no son inherentemente ilegales, una solicitud que un fiscal calificó de “totalmente inapropiada”. El juez respondió que tal instrucción iría demasiado lejos y es innecesaria.

El equipo de Trump también pidió al juez que considerara la naturaleza “extraordinariamente importante” del caso e instara a los jurados a llegar a “conclusiones muy específicas”. Los fiscales también objetaron a esta solicitud, con lo que Merchán estuvo de acuerdo en que sería un error desviarse de las instrucciones estándar.

“Cuando dicen que es un caso muy importante, me están pidiendo que cambie la ley y no voy a hacerlo”, dijo Merchán.

Mientras tanto, los fiscales solicitaron instrucciones que dijeran un candidato no es la única persona motivada para realizar un pago que beneficie a una campaña. Esta solicitud fue hecha en respuesta al pedido de la defensa de que el juez instruyera a los jurados acerca de que un pago hecho por una persona no postulada no debe tratarse como una contribución de campaña.

Este es un punto crucial para el caso de la Fiscalía, ya que según la ley de Nueva York, la falsificación de registros comerciales es una falta que no acarrea penas de cárcel, pero cuando es hecha para ocultar otro delito, en este caso una contribución ilegal a la campaña de Trump, esa falta se eleva a la categoría de delito exponiendo a Trump a la posibilidad de ir a prisión.

El resto del debate sobre las instrucciones fueron sostenidas en privado en las oficinas del juez.

Qué puede decidir el jurado en el caso Trump

Los jurados decidirán si la Fiscalía tuvo éxito en responsabilizar a Trump por la falsificación de registros contables para esconder un soborno reembolsado a su exabogado Michael Cohen o si, por el contrario, la defensa logró establecer una duda razonable.

De haber logrado la defensa, su objetivo, el jurado se vería obligado a exonerar al expresidente y en caso contrario, si fue la Fiscalía la que convenció al panel, este deberá declararlo culpable. La decisión del jurado debe ser unánime.

El jurado no tiene un tiempo determinado para alcanzar una decisión, algo que podría ocurrir en muy poco tiempo o o en algunos días.

Las cosas se pondrán complicadas si el jurado no logra llegar a un consenso. Aunque los abogados defensores podrían solicitar la anulación inmediata del juicio, es probable que, tras varios días, Merchán convoque a los jurados y les indique que sigan intentando obtener un veredicto y que estén dispuestos a reconsiderar sus posiciones sin abandonar su conciencia o su juicio solo para estar de acuerdo con los demás.

Si después de varios días el jurado no logra alcanzar una decisión por unanimidad el juez tendrá la opción de considerar que el panel está irremediablemente estancado y declarar la nulidad del juicio.

Qué hará el juez después de la decisión del jurado

Si el jurado toma una decisión unánimemente, una vez que entregue la misma al juez, dependiendo de cuál sea esta, Merchán no necesariamente habrá terminado con sus tareas relativas al juicio.

Si el jurado encuentra a Trump inocente, podrá retirarse de la corte en libertad, pero si lo declara culpable, aunque quedarán algunas formalidades que cumplir, la más importante de ellas es la de establecer la penalidad, la cual en Nueva York queda completamente a la discreción del juez.

Un escrito informativo en la página web del sistema de corte de Nueva York explica que “cuando existe la posibilidad de ir a prisión, lo más probable es establezca una fecha para una audiencia de sentencia dentro de unas semanas” después del veredicto del jurado.

El escrito dice que “se elaborará un informe previo a la sentencia para ayudar al juez a decidir el castigo” y “que en la audiencia de sentencia, el acusado, su abogado, el fiscal tendrá la oportunidad de hablar con el juez sobre su sentencia”.

Aunque no hay garantía de una sentencia de cárcel para Trump en caso de ser declarado culpable, según el exfiscal federal para el distrito oeste de Pennsylvania Harry Litman, “es probable que Merchán lo condene a unos cuantos meses de prisión”.

Según explicó Litman el domingo en el pódcast del exsenador Al Franken, eso no significa que Trump vaya a pasar tiempo en la cárcel en el corto plazo pues la defensa puede pedir una fianza “pendiente de apelación”, lo que con seguridad será concedido, a fin de llevar el proceso de apelación en libertad.

Por qué juzgan a Trump en Nueva York

Trump está siendo juzgado por 34 delitos de falsificación de registros comerciales para esconder los reembolsos pagados a Cohen por el soborno pagado a Daniels días antes de las elecciones de 2016.

En octubre de 2016, Daniels recibió $130,000 a cambio de firmar un acuerdo de confidencialidad en el que se comprometía no divulgar la historia de un encuentro con Trump en Lake Tahoe en 2006, en el que supuestamente la pareja tuvo relaciones sexuales.

Según la teoría de la Fiscalía, el objetivo del soborno fue evitar que Daniels divulgara su historia y perjudicara la campaña presidencial de Trump en 2016.

Al haber sido hecho con ese propósito, se convierte en una contribución de campaña que, al no haber sido reportada a las autoridades electorales, constituye un delito por violar las leyes de financiamiento de campañas.

Según la Fiscalía, a fin de ocultar ese delito, Trump registró falsamente el reembolso a Michael Cohen, quien había pagado por el soborno con su propio dinero, como honorarios de abogado en la contabilidad de la Organización Trump.

Hoy Inician los Alegatos Finales del Juicio del Dinero de Trump

Cuando los fiscales hagan su alegato final el martes ante los jurados de Nueva York sobre por qué deben condenar al expresidente de Estados Unidos Donald Trump por una serie de delitos empresariales, se enfrentarán a la pesada tarea de entrelazar semanas de testimonios y pruebas que dicen que demuestran que Trump cometió delitos graves para ayudar a su campaña presidencial de 2016.

Los alegatos finales en el histórico caso penal de Trump por pago de dinero por silencio darán a los fiscales de la oficina del fiscal de distrito Alvin Bragg la oportunidad de explicar a los 12 miembros del jurado cómo cada testigo que llamaron y cada pieza de evidencia que presentaron refuerza su caso para un veredicto de culpabilidad por 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros empresariales.

Eso ya iba a ser una tarea complicada en un juicio que lleva en marcha desde mediados de abril y en el que a menudo los testigos repasan los áridos detalles del mantenimiento de registros empresariales y otros testimonios mundanos. Pero los fiscales tendrán un grado adicional de dificultad con una larga pausa antes de los alegatos finales, ya que los miembros del jurado habrán estado alejados del caso desde el martes.

«Hay muchos momentos durante el juicio en los que se recibe un testimonio o se presenta un documento u otra prueba, y el jurado piensa: ‘Bueno, ¿cómo encaja esto?’. Eso es inevitable. Es su trabajo al final para tejer todo junto, y para que tenga sentido. Y así será especialmente en este caso porque se trata de un juicio largo», dijo el analista jurídico principal de CNN Elie Honig, ex fiscal federal y estatal.

«Este, más que un caso típico, va a ser un caso de cierre», añadió.

La exfiscal de Nueva York Bernarda Villalona dijo que los fiscales utilizarán sus alegatos finales «para contar la historia desde el principio». Dijo que a diferencia de su declaración de apertura, que duró unos 40 minutos, las observaciones finales de los fiscales en el caso podrían durar varias horas y contar con una asistencia visual como una presentación de PowerPoint para ayudar a guiar al jurado de nuevo a través de algunas de las pruebas clave.

«Se acabó lo aburrido. Lo aburrido fue que se sentaran a escucharlo», añadió Villalona, refiriéndose a los 12 miembros del jurado. «Curiosamente, la parte aburrida es en realidad la más importante del caso, porque la parte aburrida es la que te da los documentos. El testigo estrella en este caso son los documentos, y los documentos hablan por sí solos».

Los abogados de Trump presentarán primero sus alegatos finales el martes, seguidos de los argumentos de los fiscales. Una vez que ambas partes terminen sus argumentos, el juez Juan Merchan instruirá al jurado sobre los cargos que debe considerar contra el expresidente; entonces, los miembros del jurado comenzarán sus deliberaciones. El juez dijo que esperaba que esto ocurriera el miércoles.

Los alegatos finales comenzarán exactamente una semana después de que la defensa diera por concluido su alegato el martes y más de cinco semanas después de que se pronunciara el alegato inicial y subiera al estrado el primer testigo, el exejecutivo de tabloides David Pecker.

La parte acusadora citó a 20 testigos a lo largo de 19 días de juicio, con un total de más de 50 horas de declaración. Muchos de sus testigos no eran nombres conocidos, aunque algunos, como el exabogado de Trump Michael Cohen y la actriz de cine para adultos Stormy Daniels —cuya supuesta aventura con Trump está en el centro del caso— eran figuras de alto perfil cuyo testimonio está sin duda grabado en la mente de los miembros del jurado. (Trump negó la supuesta aventura).

Por su parte, el equipo de Trump llamó a solo dos testigos: un asistente legal que introdujo registros telefónicos en las pruebas y Robert Costello, un abogado que estaba en conversaciones con Cohen para representarlo en 2018.

Trump se enfrenta a 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros empresariales en primer grado para encubrir el reembolso de los pagos de dinero por silencio realizados antes de las elecciones de 2016 a Daniels. Si es declarado culpable, Merchan podría condenar a Trump a libertad condicional o a una pena de 1 1/3 a 4 años por cada cargo en una prisión estatal, con un máximo de 20 años.

Lo que podrían alegar los fiscales
Los fiscales probablemente sostendrán durante sus argumentos finales que cada uno de sus testigos desempeña un papel clave en el caso, a pesar de su rango profesional o proximidad a los presuntos delitos. También es probable que tengan que hacer frente a las afirmaciones de la defensa de que Cohen, el testigo estrella de los fiscales, socava su caso debido a su historial de deshonestidad, dijo Honig.

«El argumento de la fiscalía será que todas las pruebas se entrelazan y se corroboran y que no hay que confiar en la palabra de ningún testigo por sí sola. Dirán que este es un caso de documentos», explicó, pasando a describir los diversos documentos contables presentados durante el juicio.

«Y dirán: ‘Michael Cohen está aquí para guiarlos a través de esto, pero no es necesario que le crean, todo lo que dice está respaldado'» por pruebas y otros testimonios, dijo Honig.

Durante el juicio, los fiscales guiaron a los jurados repetidamente a través de las 11 facturas, 12 comprobantes y 11 cheques —los 34 documentos que conforman los cargos de falsificación de registros empresariales— que se utilizaron para pagarle a Cohen US$ 420.000 en 2017, dinero que incluía el reembolso del pago de US$ 130.000 de dinero por silencio «bruto» para tener en cuenta los impuestos.

Los fiscales mostraron a los jurados cómo Cohen envió a la Organización Trump facturas mensuales por US$ 35.000, que fueron procesadas por el controlador de la compañía de Trump para que los cheques pudieran ser cortados. Trump firmó nueve de los 11 cheques. (Los otros dos cheques fueron pagados desde el fideicomiso revocable de Trump y firmados por el ex director financiero de la Organización Trump Allen Weisselberg y uno de los hijos de Trump).

Karen Friedman Agnifilo, que sirvió durante un tiempo como fiscal superior en la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan, dijo que espera que la fiscalía presente varios temas en sus argumentos de cierre, incluyendo que la mayoría de las personas que testificaron para su caso fueron «testigos de Trump… que se esperaría que fueran amigables con él».

El otro tema, dijo, podría ser: «Mira el tipo de gente que Trump valora», con los fiscales argumentando que el expresidente eligió rodearse de personas como Cohen y Pecker, que estaban haciendo la oferta de Trump antes de las elecciones de 2016.

«Esta es su gente, él los eligió. Y ahora no debería obtener el beneficio de: ‘Porque son deficientes no puedes confiar en ellos'», podrían argumentar los fiscales, dijo Agnifilo.

«E incluso si no te basas en ellos», dijo, haciendo eco de Honig, «el tercer tema va a ser: ‘No tienes que hacerlo, porque todo está corroborado ya sea por otros testigos o documentos o registros o las propias palabras de Trump'».

La duración del juicio puede que en última instancia no suponga un gran desafío para los miembros del jurado durante sus deliberaciones, dijo Villalona, ya que se les permitió tomar notas durante el proceso y podrán pedir que se les lean algunas partes del juicio.

«Lo bueno de Nueva York es que pueden pedir que se les lea todo el juicio y el juez lo hará», dijo. «Así que si se olvidan de algo que David Pecker dijo el primer o segundo día del juicio, se les puede volver a leer». Añadió que cualquiera de las pruebas presentadas también podría enviarse a los miembros del jurado para que las examinaran detenidamente mientras meditaban su veredicto.

No obstante, los alegatos finales de cada parte se elaborarán cuidadosamente no solo para obtener un veredicto a su favor, sino también para marcar el lugar de cada abogado en el histórico juicio, reflexionó Villalona.

ExAbogado de Trump lo Implica Directamente en Juicio

El hombre de confianza convertido en enemigo de Donald Trump, Michael Cohen, implicó directamente el lunes al expresidente en una trama de pagos para ocultar información perjudicial, diciéndole al jurado que su famoso cliente le pidió en varias ocasiones sofocar historias sobre sexo que temía pudieran afectar su campaña presidencial de 2016.

“Evita que esto salga a la luz”, contó Cohen, el testigo estrella de la fiscalía, que Trump le dijo en referencia al relato de la actriz porno Stormy Daniels sobre un encuentro sexual con Trump ocurrido una década antes.

Un episodio similar ocurrió cuando Cohen alertó a Trump de que una modelo de Playboy estaba alegando que ella y Trump habían tenido una relación extramarital. La orden fue clara: “Asegúrate de que no salga a la luz”, dijo Trump, según Cohen. La mujer, Karen McDougal, recibió 150.000 dólares en un acuerdo de dinero a cambio de silencio que se hizo después de que Trump recibiera una “actualización completa y total sobre todo lo que había sucedido”.

“Lo que estaba haciendo era bajo la dirección y en beneficio del señor Trump”, testificó Cohen, añadiendo más tarde: “Todo requería la aprobación del señor Trump”.

Cohen, el exabogado y hombre de confianza de Trump, es el testigo más importante para la fiscalía del distrito de Manhattan en el caso, y su tan esperada aparición en el estrado indica que el primer juicio penal contra un expresidente estadounidense está entrando en su recta final. Los fiscales dijeron que podrían concluir su presentación de pruebas para finales de la semana.

El testimonio de un testigo con un conocimiento tan íntimo de las actividades de Trump podría aumentar la vulnerabilidad legal del virtual candidato presidencial republicano si los miembros del jurado lo consideran suficientemente creíble. Sin embargo, la confianza de los fiscales en un testigo con un pasado tan problemático —Cohen se declaró culpable de cargos federales relacionados con los pagos— también conlleva riesgos considerables para un jurado y podría ser una ventaja política para Trump, debido a que está recaudando fondos a partir de sus problemas judiciales y afirma que el caso es producto de un sistema de justicia penal corrupto.

Los hombres, alguna vez tan cercanos que Cohen presumió que “recibiría una bala” por Trump, no tuvieron ninguna interacción visible dentro de la sala del tribunal. La calma fue un marcado contraste con su último enfrentamiento en el tribunal, cuando Trump abandonó la sala después de que su abogado terminara de interrogar a Cohen durante su juicio civil por fraude en octubre del año pasado.

En esta ocasión, Trump se sentó en la mesa de la defensa con los ojos cerrados durante largos períodos del testimonio, mientras Cohen relataba su carrera de una década como alto ejecutivo de la Organización Trump, haciendo trabajo que, según admitió, a veces involucraba mentir e intimidar a otros en nombre de su jefe.

Apunto de que Metan a la Cárcel a Trump

El magistrado Juan M. Merchán consideró que el ex presidente volvió a violar una orden de silencio que le prohibe criticar al jurado y los testigos del caso. El actual candidato republicano fue señalado con 34 cargos de falsificación de registros comerciales

El juez que preside el juicio contra Donald Trump le impuso una multa de 1.000 dólares este lunes por violar una vez más su orden de silencio y advirtió severamente al expresidente que violaciones adicionales podrían resultar en pena de cárcel.

La multa marca la segunda vez desde que comenzó el juicio el mes pasado que Trump ha sido sancionado por violar la orden de silencio, que le prohíbe hacer comentarios incendiarios sobre los jurados, testigos y otras personas estrechamente relacionadas con el caso. La semana pasada recibió una multa de 9.000 dólares, 1.000 dólares por cada una de las nueve infracciones.

“Parece que las multas de 1.000 dólares no sirven como elemento disuasivo. Por lo tanto, en el futuro, este tribunal tendrá que considerar una sanción de cárcel”, dijo el juez Juan M. Merchán antes de que los jurados ingresaran a la sala del tribunal. Las declaraciones de Trump, añadió el juez, “amenazan con interferir con la justa administración de justicia y constituyen un ataque directo al Estado de derecho. No puedo permitir que eso continúe”.

La violación en este caso surge de una entrevista del 22 de abril con el canal de televisión Real America’s Voice en la que Trump criticó la velocidad con la que se eligió al jurado y afirmó que estaba repleto de demócratas.

“Ese jurado fue elegido muy rápido: 95% demócratas”, dijo Trump en ese momento. “El área es mayormente toda demócrata. Se piensa que es simplemente un área puramente demócrata. Es una situación muy injusta, que puedo decirles”.

Trump se inclinó hacia adelante en su asiento, mirando con furia al juez mientras dictaba el fallo. Cuando el juez terminó de hablar, Trump negó dos veces con la cabeza y se cruzó de brazos.

Sin embargo, aunque Merchan advirtió sobre la pena de cárcel en su advertencia más directa y directa, también dejó claras sus reservas sobre una medida que describió como un “último recurso”.

“Lo último que quiero hacer es meterte en la cárcel”, dijo Merchan. “Usted es el ex presidente de los Estados Unidos y posiblemente también el próximo presidente. Hay muchas razones por las que el encarcelamiento es verdaderamente un último recurso para mí. Dar ese paso sería perjudicial para estos procedimientos”.

Nueva semana se testimonios

Mientras tanto, el testimonio se reanudó el lunes cuando los fiscales llamaron al estrado a Jeffrey McConney, excontralor de la Organización Trump.

Se retiró de la compañía el año pasado después de 36 años después de que se le concediera inmunidad para testificar en la acusación en el juicio por fraude fiscal penal de la Organización Trump en Nueva York, donde admitió haber violado la ley para ayudar a otros ejecutivos a evadir impuestos sobre los beneficios pagados por la empresa. La empresa fue condenada y está apelando.

El testimonio sigue a un relato dentro de la sala dado a los jurados el viernes sobre la reacción de Trump a una grabación políticamente dañina que surgió en las últimas semanas de la campaña de 2016.

Hope Hicks , exfuncionaria de la Casa Blanca y durante años una importante colaboradora, fue, con diferencia, la asociada más cercana a Trump que subió al estrado como testigo en el juicio de Manhattan.

Su testimonio fue diseñado para brindar a los jurados una visión privilegiada de un tramo caótico y crucial de la campaña, cuando se hizo pública una grabación de 2005 que mostraba a Trump hablando de someter sexualmente a mujeres y cuando él y sus aliados intentaron evitar la revelación de otras presuntas víctimas. historias potencialmente embarazosas.

Ese esfuerzo, dicen los fiscales, incluyó pagos para mantener su silencio a un actor porno y a una modelo de Playboy que dijeron haber tenido encuentros sexuales con Trump antes de que ingresara a la política.

“Tuve la sensatez de creer que esta iba a ser una historia masiva y que dominaría el ciclo de noticias durante los próximos días”, dijo Hicks sobre la grabación de “Access Hollywood”, revelada por primera vez en un informe de octubre de 2016 en Washington. Publicar historia. “Este fue un acontecimiento perjudicial”.

El juicio entró el lunes en su tercera semana de testimonios y los fiscales avanzaban hacia su testigo estrella, Michael Cohen , ex abogado y mediador personal de Trump que se declaró culpable de cargos federales relacionados con los pagos de dinero para mantener su silencio . Se espera que Cohen se someta a un interrogatorio contundente por parte de los abogados defensores que buscan socavar su credibilidad ante los jurados.

Trump enfrenta 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros comerciales en relación con pagos realizados para sofocar historias potencialmente vergonzosas. Los fiscales dicen que la compañía de Trump, la Organización Trump, reembolsó a Cohen los pagos al actor porno Stormy Daniels y le dio a Cohen bonificaciones y pagos adicionales. Los fiscales alegan que esas transacciones se registraron falsamente en los registros de la empresa como gastos legales.

Trump se declaró inocente y negó haber tenido encuentros sexuales con cualquiera de las mujeres, así como cualquier irregularidad.

Hasta ahora, los miembros del jurado han escuchado a testigos, entre ellos un editor de una revista sensacionalista y amigo de Trump que compró los derechos de varias historias sórdidas sobre Trump para evitar que salieran a la luz, y un abogado de Los Ángeles que negoció acuerdos de pago de silencio en nombre de Daniels y de la modelo Playboy. Karen McDougal.

Los abogados de Trump han tratado de socavar la teoría de la fiscalía sobre el caso y la credibilidad de algunos testigos. Han planteado preguntas durante los interrogatorios sobre si Trump posiblemente fue objeto de extorsión, obligado a organizar pagos para suprimir historias dañinas y evitarle a su familia la vergüenza y el dolor. Los fiscales sostienen que los pagos tenían como objetivo preservar su viabilidad política mientras buscaba la presidencia.

El caso es uno de los cuatro procesamientos de Trump y posiblemente el único que llegará a juicio antes de las elecciones de noviembre. Otras acusaciones de delitos graves lo acusan de conspirar para subvertir las elecciones presidenciales de 2020 después de perder ante el demócrata Joe Biden y de acaparar ilegalmente documentos clasificados después de dejar la Casa Blanca.

Inicia Juicio Criminal del Expresidente Trump

De los 1,4 millones de adultos que viven en Manhattan, 12 de ellos están a punto de convertirse en los primeros estadounidenses que juzguen a un expresidente del país. El juicio penal contra Donald Trump por el supuesto pago de un soborno a una actriz porno para comprar su silencio introducirá en la ciudad elementos distópicos y otros propios de una superproducción: un descomunal despliegue de fuerzas de seguridad y agentes secretos, con caravanas de cristales tintados; dos zonas prohibidas, o “no zonas”, como se denominan en inglés, alrededor del Tribunal Penal de Manhattan y de la Torre Trump ―donde el acusado se alojará durante el juicio―, y una vigilancia orwelliana sobre las redes sociales para tratar de detectar cualquier amenaza.

Aunque Trump se ha resistido enérgicamente, con la esperanza de aplazar sus cuatro juicios penales hasta después de las elecciones de noviembre ―para congelar las causas si resultara reelegido―, no lo ha conseguido en el de Nueva York, el conocido como caso Stormy Daniels, una batería de 34 delitos de serie E, los más leves dentro de la categoría de las infracciones graves en ese Estado, por la falsificación de asientos contables para encubrir el soborno a Daniels en 2016 (supuestamente para que la relación extramatrimonial no perjudicase su carrera electoral); el pago, de hecho, fue registrado como “gastos legales”. Trump, que rechaza las acusaciones, se sentará en el banquillo a partir de este lunes durante las entre seis y ocho semanas que está previsto dure el proceso, con sesiones diarias salvo los recesos de los miércoles.

Lo hará protegido de la mirada pública, porque las leyes del Estado de Nueva York prohíben que se televise, pero el enjambre de cámaras a la entrada del tribunal y en el pasillo que conduce a la sala le concederá un altavoz impagable en plena campaña electoral. La voz del candidato y la del acusado se fundirán en una, la de una víctima de una persecución política, como se presenta desde hace meses ante la opinión pública y, sobre todo, sus adeptos. La victimización le ha dado buenos resultados electorales en las primarias y también financieros, pues ha hecho abundante caja tras cada imputación. Pero los desorbitantes gastos legales que supone afrontar cuatro procesos penales y otros dos civiles han drenado las arcas de su campaña, con un trasvase de fondos del candidato al acusado que algunos republicanos creen injustificable.

Para la constitución del jurado, que está previsto se prolongue de una a dos semanas, pero que podría demorarse por las objeciones de los fiscales y la defensa, serán convocados varios centenares de vecinos de Manhattan. Es un periodo crítico del proceso: tanto la acusación como la defensa tratarán de detectar prejuicios ocultos, con la ayuda de un cuestionario de 42 preguntas. En la selección, a los candidatos no se les interrogará por sus opiniones o su afiliación política, pero sí sobre sus fuentes de información ―el formulario recoge una veintena, entre medios convencionales, redes sociales y la casilla “no sigo las noticias”―, si han trabajado para Trump o han asistido a alguno de sus mítines, y si alguna vez han sido miembros de los Proud Boys, el llamado ejército de Trump, algunos de cuyos militantes participaron en el asalto al Capitolio de 2021, o del movimiento conspiratorio QAnon, que propagó bulos antisistema a mayor gloria electoral de Trump. También se les preguntará si tienen algún sentimiento u opinión formada sobre cómo se está tratando al candidato republicano en el caso, una pregunta resbaladiza cualquiera que sea la respuesta.

El magistrado del caso, Juan Merchan, de origen colombiano, ha emitido una orden de silencio, u orden mordaza, que prohíbe al expresidente atacar a los fiscales, los testigos, el personal del tribunal y los propios familiares del juez, después de una serie de publicaciones airadas del magnate en su plataforma Truth Social. No es la primera vez que un magistrado trata de embridar su incontinencia, pero casos previos confirman que resulta casi imposible ponerle límites, aunque ello le suponga incurrir en el desacato. En el juicio civil por fraude empresarial por el que ha sido condenado a pagar 464 millones de dólares [unos 435,6 millones de euros], el juez debió pedir incluso a los letrados que controlasen a su desaforado cliente. Y el caso Stormy Daniels, plagado de trapos sucios, se presta especialmente a la excitación verbal. El juez Merchan ha mantenido hasta ahora a la defensa a raya.

El republicano ya ha anunciado su intención de declarar ―por consejo legal, podría declinar hacerlo para no incriminarse―, pero ese sería otro momento sin precedentes en un juicio lleno de detalles inéditos. Muchos expertos legales dudan de que realmente se arriesgue a tener que responder a una serie de preguntas muy personales bajo juramento, para no cometer perjurio. Durante una rueda de prensa celebrada esta semana con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, en Mar-a-Lago (Palm Beach), Trump aseguró al ser preguntado sobre el juicio: “Testificaré, absolutamente”. Pero, imprevisible como suele, tampoco se descarta que protagonice una espantada.

Sus abogados esperan una absolución o que un miembro del jurado se abstenga ―para alcanzar un veredicto se requiere unanimidad―, lo que podría provocar la anulación del juicio. Si el expresidente es declarado culpable, cada cargo conlleva una pena máxima de prisión de cuatro años.

El proceso de Manhattan puede ser el único juicio de Trump antes de las elecciones. Dos casos federales, así como otro caso estatal en Georgia, podrían aplazarse hasta después de las votaciones. Sin embargo, el primer juicio penal de la historia a un expresidente representa la colisión definitiva entre el viacrucis legal de Trump y sus ambiciones presidenciales. El proceso cambiará la campaña presidencial de una forma sin precedentes. El acusado volverá a ser candidato los miércoles y los fines de semana. Pero el hecho de que haya trasladado a Nueva York parte de su equipo de campaña permite suponer que aprovechará cada aparición en el juzgado para sus habituales soflamas. Si, además, recauda más dinero para su alicaída campaña, podría sacar algún provecho del calvario.

Empresas de Trump ne Problemas por Fallo de la Corte

Una enorme sentencia de US$ 355 millones y otras medidas punitivas en el juicio por fraude civil en Nueva York contra el expresidente Donald Trump, sus hijos y la Organización Trump supondrán un golpe muy grande, aunque tal vez no fatal, a sus empresas con sede en el estado de Nueva York.

Al menos no directa o inmediatamente.

Todavía queda mucho por analizar del fallo y su impacto potencial en el imperio empresarial de Trump, pero esto es lo que sabemos hasta ahora.

A Trump y a sus hijos Donald Jr. y Eric no se les permitirá ocupar puestos como funcionarios o directores en sus empresas con sede en Nueva York en el futuro previsible: en el caso de Trump será durante tres años, en el de sus hijos durante dos. Esto es gracias a un fallo del viernes del juez Arthur Engoron en un caso iniciado por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, contra Trump y sus empresas por presentar estados financieros fraudulentos para obtener préstamos y seguros a tasas favorables. Tampoco se permitirá a Trump ni a la Organización Trump pedir dinero prestado a instituciones financieras autorizadas o registradas en el estado de Nueva York durante tres años.

El fallo sobre el papel, añadió Ross, «me parece un bloqueo realmente dramático a su capacidad para acceder al capital».

Podría haber sido peor.

Es que Trump y sus hijos también se enfrentaban a la posibilidad de perder sus certificados comerciales estatales, lo que les habría impedido operar sus numerosas corporaciones de responsabilidad limitada en Nueva York. Y el propio Trump podría haber sido excluido permanentemente de la industria inmobiliaria del estado de Nueva York, algo que James había solicitado.

«La conclusión es que la oficina del fiscal general de Nueva York obtuvo el dinero, pero no las prohibiciones permanentes [sobre las empresas de Trump] que quería», dijo David Cay Johnston, periodista ganador del Premio Pulitzer y autor de tres libros sobre Trump.

En cambio, el fallo final exige que la Organización Trump esté dirigida esencialmente por un monitor independiente, que fue designado por el tribunal en 2022, y un nuevo director de cumplimiento independiente.

El fallo amplió el papel del observador «por no menos de tres años».

Esa nueva estructura de gobierno es la razón que citó el juez Engoron para no cancelar los certificados comerciales de los Trump. «En el futuro habrá una supervisión de dos niveles —un Monitor Independiente y un Director Independiente de Cumplimiento— a las principales actividades que podrían conducir al fraude, por lo que la cancelación de las licencias comerciales ya no es necesaria», escribió en el fallo.

Se espera que Trump apele la sentencia. Pero el hecho de que Engoron no disolviera efectivamente sus negocios y en su lugar pidiera una supervisión independiente puede perjudicar sus posibilidades de ganar. «La decisión del tribunal de imponer requisitos de gobierno [a las empresas de Trump] hace que sea más probable que la orden judicial sobreviva la apelación», dijo Thomas.

Cómo el pago de US$ 355 millones podría afectar los negocios de Trump
Los US$ 355 millones que Trump y sus empresas deben pagar son una devolución de ganancias mal habidas por las prácticas fraudulentas por las que Engoron lo encontró responsable. Y sumado a los intereses que se cobrarán retroactivamente a las fechas que el juez especificó en el fallo, el monto total puede superar los US$ 450 millones, según estimaciones de la oficina del NYAG.

Se espera que Trump apele la sentencia. Tiene dos vías para hacerlo. Primero, en la División de Apelaciones y, luego, en el Tribunal de Apelaciones del Estado de Nueva York. Eso llevará tiempo y podría significar que el caso no se cierre hasta 2025 como muy pronto.

Pero no puede posponer el pago de los US$ 355 millones más intereses. Básicamente, deberá mantenerse en depósito en garantía durante el proceso de apelación para garantizar que el demandante reciba el dinero que ordenó Engoron si se confirma su sentencia en su totalidad.

No está claro de dónde saldrá el dinero. Trump, que afirmó el año pasado tener US$ 400 millones en efectivo, podría aportarlos él mismo si su afirmación es cierta.

Pero también es cierto que se enfrenta a otro veredicto considerable de US$ 83,3 millones en el juicio civil que perdió recientemente ante E. Jean Carroll.

De modo que podría pedir dinero prestado y utilizar un gran activo (por ejemplo, uno de sus edificios) como garantía.

Dado que el fallo de Engoron le prohíbe obtener un préstamo de cualquier institución financiera registrada en Nueva York (lo que probablemente excluye a la mayoría de los principales bancos internacionales con oficinas en Nueva York, señaló Thomas), eso puede significar que necesitaría obtener un préstamo personal de una entidad no bancaria, una institución financiera o una empresa financiera no registrada.

O podría necesitar ayuda de una persona con un patrimonio neto muy alto, quien también podría buscar un activo comercial de Trump como garantía para asegurar el préstamo.

Pero prestarle dinero a Trump conlleva sus propios riesgos especiales.

«¿Quién le prestaría dinero a Donald Trump después de este fallo y teniendo en cuenta que tiene cuatro juicios penales?», se preguntó Johnston.

Posponen Sucio de Trump

Un miembro del jurado fue la causa.

El juicio por difamación contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) se ha pospuesto este lunes hasta nueva fecha debido a que uno de los nueve jurados está enfermo.

Tanto la escritora E. Jean Carroll como el exmandatario estaban presentes en la sala cuando el juez Lewis Kaplan canceló la sesión de hoy.

Además, durante el día de hoy todos los jurados se someterán a pruebas de Covid, ya que la abogada de Trump, Alina Habba, dijo haber estado en contacto con sus padres hace tres días y que estos luego dieron positivo en las pruebas de coronavirus.

Habba, que dijo tener fiebre e iba sin mascarilla, dio negativo esta mañana.

Trump quiere testificar

La abogada le dijo al juez que el expresidente y candidato a las primarias republicanas desea testificar en el juicio, pero no podrá estar en la corte el martes debido a que es el día de las primarias de New Hampshire, una fecha clave en el proceso electoral.

“No voy a decidir (si puede testificar el miércoles) en este momento”, le contestó Kaplan, que tampoco dejó claro si las audiencias se retomarán mañana.

Por su parte, la abogada de Carroll anotó que no quiere estirar más el juicio y le gustaría que terminase el mismo martes.

En este juicio Trump tendrá que responder a unas acusaciones de difamar a Carroll cuando aseguró, en 2019, que no conocía a la escritora, y que su confesión -hecha ese mismo año- de que el expresidente había abusado sexualmente de ella en la década de los noventa era falsa.

Republicanos Aprueban «Impeachment» Contra Biden

Ya es oficial. O más oficial. Los republicanos llevan años investigando a Hunter Biden, por si sus negocios pueden salpicar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Desde que asumieron el control de la Cámara de Representantes, en enero pasado, la ofensiva se intensificó. Luego, en marzo, el anterior presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, ordenó abrir una investigación formal de impeachment. Ahora, el pleno ha aprobado eso mismo, pero revistiendo la investigación de mayor formalidad y de más legitimidad para efectuar requerimientos y citaciones. Lo que siguen sin aparecer son indicios sólidos de que el presidente se haya beneficiado de los negocios de su familia y menos aún de que haya cometido algún delito o acto ilegal.

La votación del pleno se ha producido tras un agrio debate entre representantes de los dos partidos. Los demócratas han acusado a sus rivales de tratar de tapar su fracaso a la hora de aprobar medidas desde que asumieron la mayoría de la Cámara, hace casi un año. Los republicanos han seguido aireando sus sospechas contra los Biden. “Todo esto es una maniobra política extrema. No tiene credibilidad, legitimidad ni integridad. Es un espectáculo”, ha dicho el representante demócrata Jim McGovern durante el debate en el hemiciclo, en una declaración recogida por AP.

La resolución aprobada por el pleno ordena “encargar a ciertas comisiones que continúen sus investigaciones en curso” sobre “si existen motivos suficientes para que la Cámara de Representantes ejerza su poder constitucional de someter a un impeachment a Joseph Biden, presidente de Estados Unidos de América, y para otros fines”, según el texto. En su articulado confiere a las comisiones el poder de hacer citaciones, requerimientos, interrogatorios y audiencias.

Los republicanos han cerrado filas, aun dejando claro que no se trata todavía del impeachment o proceso político al presidente propiamente dicho, sino de una investigación previa. La resolución se ha aprobado con 221 votos de los republicanos a favor, por 212 de los demócratas en contra.

La Casa Blanca ha respondido de inmediato a la votación de la Cámara con un comunicado en que Joe Biden denuncia la inacción de los republicanos para aprobar ayuda a Ucrania e Israel o tomar otras medidas relevantes de política interna. “Me levanto cada día centrado en los problemas a los que se enfrenta el pueblo estadounidense, problemas reales que afectan a sus vidas y a la fortaleza y seguridad de nuestro país y del mundo. Por desgracia, los republicanos de la Cámara de Representantes no me acompañan”, señala el presidente.

“En lugar de hacer algo para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, se centran en atacarme con mentiras. En lugar de hacer su trabajo en la labor urgente que hay que hacer, están optando por perder el tiempo en este truco político sin fundamento que incluso los republicanos en el Congreso admiten que no está respaldado por hechos. El pueblo estadounidense se merece algo mejor”, añade Biden, que recuerda cómo los republicanos han perdido semanas por el caos de la destitución y relevo de McCarthy como speaker y también se han enredado en la expulsión del congresista George Santos por corrupción y mentiras.

Por la mañana, antes de la sesión, Hunter Biden ha comparecido fuera del Capitolio. Estaba citado para declarar antes las comisiones que buscan una conexión entre sus negocios y su padre, pero el hijo del presidente ha rechazado testificar a puerta cerrada y se ha ofrecido a participar en una audiencia pública, algo que los republicanos rechazan.

Hunter Biden ha sido tajante: “Mi padre no participó financieramente en mis negocios, ni como abogado en ejercicio, ni como miembro del consejo de administración de Burisma [una empresa energética ucrania], ni en mi asociación con un empresario privado chino, ni en mis inversiones en el país ni en el extranjero, y mucho menos como artista”, ha dicho. “En las profundidades de mi adicción, fui extremadamente irresponsable con mis finanzas. Pero sugerir que eso es motivo para una investigación de impeachment va más allá de lo absurdo y es una desvergüenza. No hay pruebas que apoyen las acusaciones de que mi padre estaba involucrado financieramente en mi negocio, porque eso no sucedió”, ha añadido.

En septiembre, McCarthy no se atrevió a someter la investigación al pleno porque creía que los republicanos moderados, elegidos en distritos competitivos, le darían la espalda, dado que no se veían motivos para un paso así. Ahora, el nuevo presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha logrado que los congresistas de su partido cierren filas bajo la presión de Donald Trump.

El expresidente desea a toda costa un impeachment contra Biden, en parte como venganza por los dos juicios políticos a los que se tuvo que someter como presidente y en parte como una forma de contrarrestar los juicios en los que está imputado, con las elecciones del 5 de noviembre de 2025 en el horizonte. La estrategia de los republicanos pasa por extender la investigación contra Biden hasta cerca de las elecciones.

En una reciente declaración, la Casa Blanca calificó todo el proceso de “expedición de pesca sin fundamento” que los republicanos siguen adelante “a pesar de que miembros de su propio partido han admitido que no hay pruebas que apoyen la impugnación del presidente Biden”.

Los investigadores del Congreso han obtenido casi 40.000 páginas de registros bancarios a través de requerimientos y cuentan con decenas de horas de declaraciones de testigos clave, entre ellos varios funcionarios de alto rango del Departamento de Justicia encargados actualmente de investigar a Hunter Biden. Hunter Biden está imputado por tres delitos en Delaware por la compra y posesión ilegal de una pistola cuando era adicto a las drogas y por otros nueve en California por fraude fiscal, después de que descarrilase un acuerdo con la Fiscalía por el que estaba dispuesto a admitir delitos menores que no habrían supuesto su ingreso en prisión. Pero lo que no se ha encontrado es conexión del actual presidente con esos presuntos delitos de su hijo.

Trump Arremete Contra Juez al dar Testimonio

El expresidente Donald Trump defendió firmemente su riqueza y sus negocios el lunes, enfrascándose en un forcejeo desde el estrado con el juez que preside su juicio civil por fraude y denunciando que una demanda que lo acusa de inflar drásticamente su patrimonio es una “cacería de brujas política”.

El largamente esperado testimonio de Trump sobre la valuación de sus propiedades y estados financieros estuvo repleto de ataques personales hacia el juez Arthur Engoron que, según dijo el exmandatario, tiene algo en su contra, y hacia la fiscal general de Nueva York, Letitia James, a la que se refirió como una “política de poca monta”. Se jactó de su negocio de bienes raíces —”valgo miles de millones de dólares más que los estados financieros”— y refutó las afirmaciones de que engañó a bancos y aseguradoras.

“Esto es lo opuesto a un fraude”, declaró. Al referirse a James, cuya oficina interpuso la demanda, subrayó: “Ella es el fraude”.

Los enconados intercambios, y las frecuentes amonestaciones del juez, pusieron de relieve la poca disposición de Trump para adaptar su famoso estilo retórico espontáneo al ambiente formal de un tribunal regido por las reglas de la evidencia y el protocolo legal.

Aunque su presencia en el estrado fue un claro recordatorio de los problemas jurídicos que enfrenta mientras intenta volver a la Casa Blanca en 2024, también sirvió como una plataforma de campaña para que el expresidente y favorito entre los aspirantes a la candidatura presidencial republicana pudiera volver a plantearles a sus simpatizantes el escenario de ser víctima de una persecución política a manos de los abogados y jueces del gobierno.

“La gente está harta de lo que está sucediendo. Creo que este es un día muy triste para Estados Unidos”, dijo Trump a los reporteros reunidos afuera de la sala luego de su testimonio de casi tres horas y media.

El testimonio de Trump tuvo un inicio contencioso el lunes después de que Engoron le reprendió para que mantuviera sus respuestas concisas y le recordó que “este no es un mitin político”.

Dirigiéndose al abogado de Trump en un momento dado, el juez declaró: “Le suplico que lo controle si puede. Si usted no puede, lo haré yo”.

El juicio civil es uno de varios procesos jurídicos que Trump enfrenta, los cuales incluyen cargos federales y estatales en los que se le acusa de delitos como posesión ilegal de documentos secretos y de tratar de anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020. Sus estrategias jurídicas y políticas se han entrelazado totalmente ahora, mientras pasa de actos de campaña a comparecencias judiciales, un calendario que se intensificará una vez que comiencen sus juicios penales.

Aunque el caso de fraude no conlleva la posibilidad de pasar tiempo en prisión, a diferencia de los procesos penales, sus acusaciones de irregularidades corporativas atentan contra la imagen que Trump ha cultivado durante décadas, de un exitoso empresario de bienes raíces. El exmandatario considera un insulto personal las insinuaciones de que su patrimonio vale menos de lo que él ha dicho.

“Yo valgo miles de millones más de lo que dicen los estados financieros”, expresó en cierto momento, diciéndole a uno de los abogados del gobierno: “Usted lo que hace es tratar de desprestigiarme y tratar de lastimarme, probablemente por razones políticas”.

El tribunal ubicado en el número 60 de Centre Street se ha convertido en un destino conocido para Trump. Durante el último mes ha pasado varias horas sentado en el banquillo de los acusados y siguiendo de cerca el procedimiento de forma voluntaria. Subió previamente a declarar, de forma inesperada y breve, después de que fue acusado de violar una orden mordaza que le impuso el juez. Negó haber infringido las reglas, pero Engoron no estuvo de acuerdo y de todas formas le impuso una multa.

Prepotente Donald Trump Jr. Declara en el Juicio por Fraude

El hijo mayor del expresidente de EE UU inaugura el desfile de vástagos del exmandatario ante el juez. Le seguirán sus hermanos Eric e Ivanka, a la espera de que el magnate testifique de nuevo la semana próxima

Donald Trump Jr, hijo mayor del expresidente Donald Trump, ha declarado este miércoles en el juicio civil por fraude que se celebra en Nueva York y que investiga los negocios de la Organización Trump, el emporio inmobiliario de la familia. El primogénito, que ha llegado al tribunal a pie y sonriendo, es el primer miembro de la familia en subir al estrado como testigo (“debería haberme maquillado”, bromeó ante los fotógrafos), adelantándose a su hermano Eric, cuya comparecencia está prevista en principio para este jueves, y su hermana Ivanka, el próximo miércoles. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, solicita a los Trump 250 millones de dólares por considerar que el cabeza de familia, sus socios y la Organización Trump cometieron fraude al inflar su riqueza y patrimonio para obtener beneficios bancarios y de las aseguradoras.

El testigo ha asegurado no haber intervenido ni trabajado en los estados financieros de su padre. Como vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump y en su día fideicomisario de un fondo creado para custodiar sus activos cuando su padre estaba en la Casa Blanca, Donald Jr ha afirmado no recordar si alguna vez había trabajado en el “estado de situación financiera” de su padre. “No que yo recuerde”, respondió al ser interrogado sobre el particular. Tanto el exmandatario como Eric y Donald Jr niegan malas prácticas.

“Tenía la obligación de escuchar a las personas con un conocimiento profundo de esas cosas”, declaró. “Si presentan algo, yo no trabajaba en el documento, pero si me dicen que es exacto, basándose en su evaluación contable de todos los materiales… Estas personas tenían un conocimiento íntimo increíble [de los estados financieros], y yo confiaba en ello”.

El propio expresidente, y principal favorito en las primarias republicanas para la carrera hacia la Casa Blanca en 2024, deberá responder también a las preguntas derivadas de la investigación del equipo de James, reconocida demócrata y cuya adscripción ideológica el magnate utiliza para desacreditar la causa, al presentarla como una “caza de brujas” con motivación política. Está previsto que acuda nuevamente al tribunal el lunes próximo.

El calendario quedó claro el viernes pasado, cuando el juez Arthur Engoron dictaminó que Ivanka Trump también debe comparecer, rechazando su intento de evitar testificar. El caso amenaza con asestar un duro golpe al imperio inmobiliario de su familia, dijeron el viernes los abogados del Estado, ya que si son declarados culpables se revocarán varias licencias de explotación y se congelarán transacciones en curso. James alega que el expresidente exageró su riqueza durante al menos una década en las declaraciones de haberes que la Organización entregó a los bancos, aseguradoras y otros para asegurarse mejores condiciones en préstamos y acuerdos.

James presentó el año pasado la demanda por 250 millones, en paralelo a otra causa contra Trump instruida por la Fiscalía de Manhattan, la instancia que en abril le imputó por el caso Stormy Daniels (el presunto soborno a una actriz de cine porno para silenciar una relación extraconyugal y evitar un escándalo en la campaña presidencial de 2016). Fue la primera de las cuatro imputaciones que acarrea el republicano, al que la acumulación de causas ante la justicia no parece hacer mella en su candidatura a la reelección.

En contra de su costumbre, el propio Trump se ha presentado ya voluntariamente en el tribunal de Manhattan donde se celebra el juicio por fraude. No sin polémica: ha criticado con acritud a James por presentar la demanda, así como al juez Engoron, que la semana pasada le condenó a pagar 10.000 dólares por violar una orden de silencio en el caso y desacreditar de manera grosera a varios de sus asistentes. No es la única multa que recibe Trump por lenguaraz. La jueza que supervisa el caso de la interferencia electoral, Tanya Chutkan, le impuso otra orden de silencio en octubre que en teoría le impide atacar a los testigos y los fiscales.

Este mismo miércoles el exmandatario ha recurrido a su red social, Truth Social, para arremeter también contra Engoron y exigirle que deje en paz a sus hijos. “No hay víctima (¡excepto yo!). Deja en paz a mis hijos, Engoron”, escribió. También insistió en que el caso civil por fraude debería ser desestimado por inconsistente.

En enero de 2017, pocos días antes de tomar posesión como presidente de EE UU, Trump cedió a Donald Jr y Eric las riendas del emporio familiar. “Mis dos hijos van a dirigir la empresa y lo van a hacer de una manera muy profesional”. De los dos, es el mayor el que más se parece a su padre en presencia mediática, y no desaprovecha oportunidad de reivindicar el buen nombre de la familia y el legado paterno.