¿Quién es el Tercer Partido Político?

Un grupo de centro que dice representar a los estadounidenses cansados de la polarización piensa presentar una «plataforma unitaria» para las elecciones de 2024 y algunos temen que eso ayude a la derrota de Biden y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Se definen como un partido de “centro” y de “sentido común”. De hecho, en su sitio web afirman que representan a una mayoría de estadounidenses que desconfía el que “Washington solo trabaje para Washington” y que “estamos trabajando para cambiar eso”.

Hasta allí suena como la declaración de casi todo político o movimiento que surge en tiempos de elección prometiendo cambios y denostando a “Washington”, palabra clave con la que se engloba la clase política tradicional distribuida entre republicanos y demócratas.

Pero en este caso, se trata de un movimiento que algunos consideran que podría complicarle la reelección al presidente Joe Biden y entregando la Casa Blanca a Donald Trump en las presidenciales de 2024.

Mientras construye una organización nacional que le permita presentar candidatos para esas elecciones, este lunes, el grupo tendrá su primer evento político: un foro ciudadano o town hall, el primero de la serie que han llamado “Sentido Común”.

Y el que el senador demócrata por Virginia Occidental, Joe Manchin, sea uno de los participantes en ese foro ha aumentado las especulaciones de que él vaya a ser el nominado presidencial del partido, algo que podría quitarle importantes apoyos conservadores a Biden en algunos estados clave para el Colegio Electoral.

¿Quiénes son los Sin etiquetas?

El grupo fue fundado en 2010 por la activista política Nancy Jacobson, quien anteriormente había trabajado en campañas demócratas, incluyendo la de Bill Clinton en 1991. Fue la presidenta del Comité Inaugural de Clinton al año siguiente. Y fue la jefa de finanzas del Comité Nacional Demócrata.
En medio de la creciente polarización que se vivió con la llegada del presidente Barack Obama, en 2010, Jacobson fundó la organización con la intención de “poner la solución de los problemas por encima de la política (partidista)

En 2017, los Sin Etiquetas fueron clave en la creación dentro de la Cámara de Representantes del Caucus de los Solucionadores de Problemas, un grupo de legisladores de ambos partidos que empezaron reuniéndose informalmente y que finalmente integraron el caucus al que actualmente pertenecen 60 representantes, 30 de cada partido.

¿Qué propone el Partido Sin Etiquetas?

El partido se ofrece como un refugio a quienes están “cansados de los extremos de la derecha y la izquierda”, esos a quienes describe como “políticamente sin hogar”.
La organización dice ser diferente a los tradicionales partidos Republicano y Demócrata porque son, de acuerdo con la descripción que hacen en su sitio web, “intelectualmente abiertos”, centrados en la búsqueda de soluciones más allá de las fronteras de lo ideológico y “activos” e “infatigables”.

El objetivo principal del partido es presentar lo que llaman una “plataforma unitaria” que compita por la presidencia “si los dos grandes partidos seleccionan candidatos por los que la gran mayoría de los estadounidenses no quieran votar en 2024”.

La llaman la póliza de seguros 2024, aunque indican que si los partidos nominan candidatos que sean mejor aceptados por las mayorías entonces ellos no entrarán en la competencia.

Las encuestas que maneja el grupo indican que ni Biden, sin competencia sería entre demócratas, ni Trump, favorito entre los republicanos, tienen un gran rechazo.

¿Quiénes integrarían esa “plataforma unitaria” de los Sin Etiquetas?

Como vemos, hasta ahora no hay nada concreto, pero se especula que el senador Manchin o el exgobernador republicano de Maryland Larry Hogan podrían estar en ese ticket presidencial. También se habla de la senadora independiente (exdemócrata) Kystern Sinema como posible parte de la plataforma unitaria.
Sinema, quien fue elegida senadora en 2018 como demócrata y quien el año pasado cambió su afiliación a independiente, y Manchin, han ejercido sus posiciones conservadoras para frenar la ambiciosa agenda legislativa del presidente Biden.

En 2024, tras generar la ira de los demócratas de su estado, Sinema enfrenta el desafío de Raúl Gallego, quien la duplica en recaudación de fondos. Manchin compite en un estado conservador en el que en 2020 Trump sacó una ventaja del 39%, por lo que, a pesar de su proyectada moderación, las perspectivas del demócrata de seguir en el puesto lucen vulnerables.

En el caso de que los Sin Etiquetas decidieran lanzar un candidato, este será seleccionado en la convención nacional que tienen previsto realizar en Dallas, Texas, en abril del próximo año.

¿Por qué se piensa que los Sin Etiqueta afectarían más a Biden que a Trump?

En 2020, Biden sacó unos 7 millones de votos por encima de Trump, pero en el Colegio Electoral, que es donde se definen quién gana la presidencia, se impuso por unos pocos votos en un puñado de estados que, como Georgia o Arizona, no suelen votar demócrata.
Además, históricamente, los demócratas se han visto afectados por esos terceros candidatos en la disputa. Se considera que la derrota de Al Gore en 2000 Florida, y por tanto a nivel nacional, se debió a los votos que le habría quitado el candidato del Partido Verde Ralph Nader.

“Si los Sin Etiquetas ponen a Joe Manchin contra Donald Trumpn y Joe Biden, pienso que será un desastre histórico”, dijo a The New York Times Dean Phillips, representante demócratas de Minnesota, quien ha sido uno de los legisladores que apoya al grupo.

Para Phillips ese desastre sería el regreso de Trump a la Casa Blanca, porque da por descontado que muchos demócratas moderados preferirán la opción de Manchin a la de Biden y en esos estados péndulo o que fueron ganados por pequeño margen por el actual presidente en las elecciones de 2020 podrían ser suficientes para la derrota.

Son al Menos 12 los Fallecidos en Partido de Futbol en San Salvador

El partido se disputaba en el Estadio Cuscatlán por la vuelta de los cuartos de final de la Liga Mayor de Fútbol de El Salvador

La Policía Nacional Civil -PNC- ha reportado el fallecimiento de al menos doce personas, luego que se produjera una estampida humana durante el partido entre el Alianza y el FAS, en la vuelta de los cuartos de final del Torneo Clausura 2023 del fútbol de El Salvador.

La tragedia se produjo la noche de este sábado en el sector de sol general del Estadio Cuscatlán de la capital salvadoreña. La sobrepoblación en la localidad habría provocado el percance, pero las autoridades todavía no han dado detalles al respecto.

‘Varios aficionados lesionados están siendo trasladados hacia los hospitales cercanos, al menos 2 de ellos en condición crítica’, informó la PNC en su cuenta de Twitter.

Mientras, la Secretaría de Prensa de la Presidencia del país centroamericano ha dicho que las barras del Alianza y del FAS se enfrentaron a las afueras del estadio y eso ha dificultado que los equipos de emergencia ingresen a la instalación deportiva para atender a los heridos.

El partido se suspendió al minuto 21, cuando el marcador estaba empatado sin goles, para que los cuerpos de socorro hicieran su trabajo. Las puertas del sector sol general que dan a la gramilla del estadio se abrieron para que los aficionados del Alianza pudieran ser atendidos.

La Federación Salvadoreña de Fútbol -FESFUT- también se pronunció al respecto de la situación. La asociación lamentó los hechos, se solidarizó con los familiares de las víctimas y solicitará un informe sobre lo sucedido.

FAS había derrotado 1-0 a Alianza, en el partido de ida de los cuartos de final en la Liga Mayor de Fútbol de El Salvador.

Republicanos Avalan Fraude de Biden

McConnell, líder republicano en el Senado, avala las acusaciones de fraude de Trump. El presidente enloda la transición.

Después de tres días de ambigüedades, el Partido Republicano rompió su silencio y salió en bloque en apoyo de Donald Trump y sus acusaciones de fraude electoral contra el demócrata Joe Biden.

“No nos pongamos a sermonear” al presidente Trump sobre qué debe o no hacer en esta situación, dijo el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell. “Nada de sermones sobre cómo el presidente debería aceptar de inmediato y con alegría los resultados electorales preliminares viniendo de los mismos personajes que se han pasado los últimos cuatro años negándose a aceptar la validez de las últimas elecciones”.

La reacción de McConnell va en sentido contrario que la felicitación a Biden expresada por el expresidente George Bush el domingo, seguida solo por varios senadores y gobernadores del ala moderada del partido.

El líder republicano en el Senado se abstuvo de felicitar al demócrata pero también de comentar el resultado preliminar, que convirtió en ganador matemático de las elecciones a Biden el sábado al mediodía gracias a su victoria en Pensilvania y Nevada. “El presidente Trump está al 100% en su derecho de examinar las acusaciones de irregularidades y sopesar sus opciones legales”, defendió el senador durante una sesión de la Cámara Alta.

La campaña de Trump ha emprendido recursos legales en estos y otros estados con el objetivo de impugnar los resultados pero por el momento ninguno ha tenido recorrido y todos los expertos coinciden en que tienen pocos visos de prosperar.

Trump ya había avisado antes de las elecciones de que no aceptaría una derrota, lo que tampoco contribuye a dar credibilidad a sus alegaciones. En uno de los casos las pruebas eran tan débiles como una nota escrita en un post-it por un supuesto observador electoral no identificado.

Los esfuerzos de los abogados del presidente, que está insistentemente pidiendo donaciones a sus simpatizantes para financiar la batalla legal, se han visto reforzados por una ofensiva conjunta anunciada el lunes por los fiscales generales de estados republicanos, que han pedido al Tribunal Supremo que vuelva sobre la sentencia de septiembre que avaló la ley estatal de Pensilvania que permite computar votos recibidos hasta tres días después de las elecciones peor dejó abierta la posibilidad de reexaminar el caso.

Las autoridades de este estado, donde Biden ha obtenido unos 45,000 votos más que Trump, afirman que el volumen de papeletas recibidas dentro de ese plazo fue muy limitado y no tiene capacidad para alterar el resultado.

Departamento de Justicia ordena investigar

En una muestra más de la instrumentalización del Departamento de Justicia que ha definido a la era Trump, el fiscal general William Barr instruyó el lunes a sus efectivos para que investiguen cualquier sospecha de “irregularidades en el cómputo de votos” antes de que los estados certifiquen los resultados.

La práctica habitual del ministerio era hasta ahora no intervenir hasta que no se han certificado los resultados. “No hay ninguna justificación para que haga esto”, declaró Matthew Miller, exportavoz del Departamento durante la Administración Obama.

“En el mejor de los casos Barr ha hecho esto para calmar a Trump y dar credibilidad a sus acusaciones de fraude. En el peor de los casos, el Departamento de Justicia está dispuesto a intervenir de algún modo para inclinar las elecciones a favor del presidente. Ninguna de estas opciones es buena pero una es mucho peor que la otra.»

Por último, el equipo de campaña del presidente convocó en la noche del lunes una rueda de prensa en la que volvió a acusar a los demócratas de robarle las elecciones sin presentar prueba alguna de sus alegaciones, lo que llevó a la cadena Fox News a interrumpir de repente la retransmisión alegando que no podían “en buena conciencia” permitirles seguir difundiendo rumores (sus comentaristas de la noche siguen sin embargo entregados a la causa).

Al margen de los méritos jurídicos de las denuncias, los republicanos están construyendo una peligrosa narrativa de que minará la confianza de millones de estadounidenses en la legitimidad de las elecciones.

La incapacidad de Trump de presentar pruebas concretas y sólidas del supuesto fraude irrita sin embargo a algunos republicanos. “Muestra las pruebas. Porque si no puedes mostrarlas no puedes hacer esto. No podemos respaldarlo ciegamente sin evidencias”, dijo el domingo al presidente desde la NBC el exgobernador Chris Christie, que ha trabajado como asesor para el presidente. Algunas fuentes relacionan la reacción de McConnell con la repetición de las elecciones al Senado en Georgia el 5 de enero y su interés por mantener movilizadas a las bases republicanas.

Dos escaño de oro

El estado sureño se encuentra en el ojo del huracán por ser uno de los estados que ha contribuido a la victoria de Joe Biden, en este caso por un margen de 11.419 votos, pero su relevancia va más allá: Georgia se convertirá el 5 de enero en una suerte de ‘segunda vuelta’ de las elecciones presidenciales. Ninguno de los candidatos a sus dos escaños en el Senado federal ha alcanzado el umbral del 50% de los votos, por lo que las elecciones deberán repetirse.

Son dos escaños de oro: si los demócratas consiguen hacerse con los dos, igualarían a los republicanos. La Constitución prevé que en caso de un empate a 50-50 es el vicepresidente, la vicepresidenta Kamala Harris en este caso, quien tiene el voto decisivo. Tener una mayoría demócrata en esta cámara facilitaría enormemente la tarea de Joe Biden y dejaría a los republicanos fuera de juego. Los partidos no van a escatimar esfuerzos ni recursos por hacerse con estos escaños.

La combinación de todas estas situaciones ha provocado tensiones dentro del partido conservador: dos senadores republicanos han exigido la dimisión del secretario de Estado de Georgia y responsable de la organización de las elecciones, Brad Raffensperger, también republicano.

“Eso no va a ocurrir. Los votantes de Georgia me eligieron y los votantes de Georgia me despedirán”, replicó indignado ante las acusaciones de los senadores Kelly Loeffler y David Perdue.

Los jueces rechazaron el jueves el recurso presentado por los letrados de Trump y las autoridades de Georgia sostienen que si bien están revisando todas las posibles papeletas emitidas de forma ilegal, no han visto “ningún indicio de fraude sistemático” y descarta que el recuento –que deben hacer por ley debido al igualado resultado– mueva una cifra suficiente de papeletas como para revertir la victoria de Biden.

Para dar la vuelta al marcador, Trump debería conseguir que los jueces anularan los resultados no en un estado sino en dos, algo poco probable. Biden observa con tranquilidad todas estas maniobras y tiene la mirada puesta en los preparativos para su toma de posesión y el lanzamiento de una estrategia nacional contra la Covid-19.

Hoy Juegan los Dynamo

Hoy juegan los Dynamo de Houston en el torneo de la MLS en Seattle a las 9:30pm tiempo del centro contra los Seattle Sounders.
Un partido crítico en los playoffs de la Conferencia Oeste, claro para los de Seattle, ya que el equipo local ha jugado bastante mal esta temporada Seattle Sounders llega a el partido con una racha de cuatro triunfos que los ha acomodado a punto de cerrar un lugar en los Playoffs. Los Dynamo llegan oficialmente eliminados de los playoffs después de perder 3-2 a los Rapids de Colorado la semana pasada.