Trump Elige a Candidato a la Vicepresidencia

Donald Trump nombró al senador estadounidense J.D. Vance como su compañero de fórmula, encumbrando aún más al republicano de Ohio, que ha adoptado la agenda populista del expresidente tras años de críticas punzantes a Trump.

«Tras largas deliberaciones y reflexiones, y teniendo en cuenta el tremendo talento de muchos otros, he decidido que la persona más adecuada para asumir el cargo de vicepresidente de Estados Unidos es el senador J.D. Vance, del Gran Estado de Ohio», dijo Trump en su plataforma Truth Social.

La elección de Trump se produjo el primer día de la Convención Nacional Republicana y apenas dos días después de que sobreviviera a un intento de magnicidio en su mitin de campaña en Butler, Pensilvania, este fin de semana.

Vance, inversor de capital de riesgo y autor del best-seller de memorias «Hillbilly Elegy», fue elegido senador en 2022 tras recibir el impulso de Trump en unas polémicas primarias republicanas.

Fue un vuelco respecto a apenas seis años antes. Vance fue una voz clave en el movimiento «Nunca Trump» durante las elecciones de 2016 y tiene un historial bien documentado de oposición pública al expresidente.

CNN reportó previamente que Vance dio ‘me gusta’ en 2016 y 2017 a publicaciones en X (antes Twitter) que criticaban duramente a Trump y sus políticas, incluida una que especulaba que Vance podría servir en la administración de la excandidata presidencial demócrata Hilary Clinton.

Sin embargo, se ganó el respaldo de Trump en las primarias del Senado republicano de Ohio de 2022 después de un esfuerzo sostenido de un año en el que adoptó una nueva imagen como principal defensor de la plataforma Make America Great Again, MAGA, cortejando al expresidente en reuniones en Mar-a-Lago y a través de apariciones en Fox News.

En una muestra de lealtad, Vance fue uno de los varios posibles compañeros de fórmula y legisladores republicanos que estuvieron al lado de Trump en un tribunal de Nueva York durante su juicio penal por pagos de dinero por silencio.

También ha dejado claro que su visión de los límites constitucionales sobre el papel de un vicepresidente en la certificación de los resultados electorales difiere de la del exvicepresidente Mike Pence, que provocó la ira de Trump en enero de 2021, cuando optó por no interferir en el proceso de aprobación de los votos electorales para Joe Biden.

Vance dijo en mayo a Kaitlan Collins, de CNN, que era «extremadamente escéptico de que la vida de Mike Pence estuviera alguna vez en peligro», a pesar de que algunos miembros de la multitud a favor de Trump que irrumpió en el Capitolio estadounidense pedían que Pence fuera ahorcado.

En otra entrevista de mayo en CNN, Vance dijo que se comprometería a aceptar los resultados de las elecciones de 2024 «si son unas elecciones libres y justas».

«Si crees que hubo problemas, tienes que estar dispuesto a perseguir esos problemas y tratar de enjuiciar tu caso. Y ciertamente, si tenemos unas elecciones libres y justas, aceptaré los resultados», dijo a Dana Bash de CNN.

No hay pruebas de fraude electoral generalizado en las elecciones de 2020.

Con su personalidad, Vance se ha ganado el cariño del ala derecha del Partido Republicano, incluido el hijo de Trump, Donald Trump Jr, que ha tenido al republicano de Ohio como invitado en su podcast y lo ha elogiado públicamente.

En el Congreso, Vance ha sido un firme opositor a la ayuda exterior. Se opuso a un proyecto de ley para enviar más ayuda a Ucrania en medio de la guerra de Rusia.

Además de sus credenciales de partidarios del movimiento trumpista MAGA, Vance también aporta a la candidatura presidencial vínculos con Silicon Valley, tradicionalmente de tendencia liberal. Recientemente ayudó a organizar una recaudación de fondos para Trump en San Francisco, organizada por los destacados inversores de capital de riesgo David Sacks y Chamath Palihapitiya.

Puntos de Discusión Entre Republicanos y Biden por la Migración

La Administración Biden y los republicanos están atrapados en una disputa sobre la crisis migratoria. Estos son los principales puntos del enfrentamiento.

La crisis migratoria en la frontera sur del país se ha convertido en el foco de atención de la política estadounidense, especialmente, en este año de elecciones. Los republicanos y la Administración Biden se encuentran inmersos en una disputa que parece no tener fin.

La Casa Blanca no ha podido aprobar nuevas políticas debido a la falta de presupuesto, mientras que los republicanos del Congreso – que es el organismo que controla y distribuye el presupuesto del país – se niegan a otorgar mayor financiación, a menos que Biden adopte cambios radicales en la política de migración estadounidense.

Republicanos vs. Biden: Principales puntos de disputa en inmigración

Impeachment contra el secretario de Seguridad Nacional

De acuerdo con los republicanos, el alto flujo de inmigrantes indocumentados es resultado de la falta de acciones por parte de la Administración Biden. Por ello, iniciaron un juicio de impeachment para destituir al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. La moción pasó en la Cámara de Representantes, por lo que la votación ahora se dirige al Senado. No obstante, debido a la mayoría demócrata, se espera que la Cámara Alta absuelva a Mayorkas.

Un fallido proyecto de ley bipartidista

Otro punto de disputa entre los republicanos y Biden ha sido el fracaso de un proyecto de ley bipartidista. A inicios de febrero, la Administración presentó una nueva propuesta para suspender la ley de asilo y deportar inmigrantes indocumentados a cambio de ampliar la asistencia económica a Ucrania e Israel. El proyectó no prosperó y se quedó estancado en el Congreso.

“La administración pasó meses negociando de buena fe para presentar el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza más estricto y justo en décadas porque necesitamos que el Congreso realice reformas políticas significativas y proporcione fondos adicionales para asegurar nuestra frontera y arreglar nuestro fallido sistema de inmigración. Los republicanos del Congreso optaron por anteponer la política partidista a nuestra seguridad nacional y rechazaron lo que los agentes fronterizos han dicho que necesitan”, expresó un portavoz de la Casa Blanca para NBC.

Liberación de inmigrantes indocumentados

Actualmente, la atención se dirige al proyecto de ley de financiación del Gobierno, que se examinará durante la primera semana de marzo. A través de este, se espera que el Congreso destine fondos al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS), incluyendo el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), con el objetivo de reforzar la seguridad en la frontera.

Según informaron funcionarios del DHS para NBC, si el Congreso no destina fondos a la seguridad fronteriza, el ICE y otras áreas del DHS podrían tener un déficit presupuestario de cientos de millones de dólares para mayo, lo que reduciría drásticamente las operaciones de los departamentos. Ante la inminente falta de presupuesto, el ICE está considerando liberar a miles de inmigrantes indocumentados que no representan un riesgo para los ciudadanos.

Estados tomando sus propias medidas

Ante la falta de acción a nivel federal, en Texas, el gobernador Abbott adoptó una estricta política migratoria que incluye la instalación de un alambre de púas en la frontera, el refuerzo del muro fronterizo y la promulgación de diversas leyes estatales en contra de los inmigrantes irregulares.

Trump Gana Pero no Arrolla

El expresidente Donald Trump ganó fácilmente las elecciones primarias presidenciales de Nueva Hampshire el martes, con lo que afianza su control sobre la candidatura presidencial republicana y aumenta las probabilidades de una revancha este año contra el presidente Joe Biden.

El resultado fue un revés para la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quien terminó en segundo puesto a pesar de invertir una enorme cantidad de tiempo y recursos financieros en un estado reconocido por su independentismo. Es la última aspirante de renombre en la contienda después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dio fin a su precandidatura presidencial el fin de semana, lo que le permitió a

Haley hacer campaña como única alternativa a Trump.

Los aliados de Trump aumentaron su presión sobre Haley para que abandonara la contienda incluso antes de que cerraran las urnas, pero después de que se dieron a conocer los resultados, Haley prometió continuar con su campaña. Dirigiéndose a sus simpatizantes, intensificó sus críticas al expresidente, cuestionando su agudeza mental y presentándose como una candidata unificadora que marcaría el comienzo de un cambio generacional.

“La contienda está lejos de terminar. Hay decenas de estados por delante”, puntualizó, mientras algunos de los asistentes gritaban: “¡No ha terminado!”

En tanto, Trump puede presumir ahora de ser el primer precandidato presidencial republicano que gana las contiendas en Iowa y Nueva Hampshire desde que ambos estados empezaron a encabezar el calendario electoral en 1976, un signo sorprendente de la rapidez con que los republicanos han cerrado filas para convertirlo en su candidato por tercera vez consecutiva.

En su fiesta de victoria del martes por la noche, Trump insultó a Haley en repetidas ocasiones y pronunció un discurso en el que expresó mucha mayor molestia que después de su triunfo en Iowa, donde su mensaje fue de unidad republicana.

“No dejemos que alguien se lleve una victoria cuando ha tenido una noche muy mala”, declaró Trump. “Un pequeño mensaje para Nikki: No va a ganar”.

Al conquistar victorias sencillas en ambos estados, Trump está demostrando la capacidad de unir a las facciones del Partido Republicano. Ha conseguido el apoyo de los conservadores evangélicos que son influyentes en Iowa y de los votantes más moderados de Nueva Hampshire, una fuerza que espera replicar en la elección general.

Trump registró resultados particularmente sólidos en las zonas más conservadoras del estado, mientras que Haley ganó en las partes más progresistas. Las únicas áreas en las que Haley aventajaba a Trump fueron ciudades de tendencia demócrata y poblados como Concord, Keene y Portsmouth.

Pat Sheridan, un ingeniero de 63 años, votó por Trump “porque hizo un trabajo realmente bueno la primera vez”.

“Necesitamos un empresario, no a burócratas”, añadió.

Alrededor de la mitad de los votantes en las primarias republicanas de Nueva Hampshire dijeron que están muy o algo preocupados de que Trump sea muy extremo para ganar las elecciones presidenciales, de acuerdo con AP VoteCast, una encuesta de los votantes del estado. Sólo un tercio dijo lo mismo sobre Haley.

Sin embargo, el camino de Haley para convertirse en la candidata del Partido Republicano es cada vez más estrecho. No participará en una contienda que otorgue delegados hasta las primarias de Carolina del Sur programadas para el 24 de febrero, dejando de lado los caucus del próximo 8 de febrero en Nevada en donde Trump es considerado amplio favorito.

Como exgobernadora del estado, Haley espera que un sólido desempeño en la entidad pueda impulsarla hasta las primarias del Supermartes del 5 de marzo. Pero en un estado profundamente conservador donde Trump es sumamente popular, esas ambiciones podrían ser difíciles de lograr, y una derrota en su estado natal podría resultar políticamente devastadora.

En el lado demócrata, Biden ganó las primarias de su partido pero tuvo que hacerlo a través de una fórmula en la que los votantes escribían su nombre en la boleta. El Comité Demócrata Nacional votó a favor de comenzar sus primarias el mes que viene en Carolina del Sur, pero Nueva Hampshire adelantó su consulta. Biden no hizo campaña ni aparecía en las boletas, pero quedó por delante de varios aspirantes poco conocidos.

Las amplias victorias iniciales de Trump en las primarias republicanas eran llamativas dado que enfrenta 91 cargos penales, que abarcan desde tratar de revocar el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 a gestionar de forma inadecuada documentos clasificados y organizar pagos a una actriz porno. Dejó la Casa Blanca en 2021 en los sombríos días posteriores a una insurrección en el Capitolio de Estados Unidos liderada por sus seguidores, que intentaban detener la certificación de la victoria de Biden. Y Trump fue el primer presidente que enfrentó dos juicios políticos.

Más allá de las vulnerabilidades políticas asociadas a los procesos penales, Trump enfrenta un desafío logístico de compaginar juicios y campañas. A menudo ha aparecido de forma voluntaria en una corte de Nueva York donde un jurado determina si debe pagar una indemnización adicional a una columnista que el año pasado ganó un caso de 5 millones de dólares contra Trump por agresión sexual y difamación. Ha convertido esas comparecencias en actos de campaña, con conferencias de prensa televisadas que le dan la oportunidad de difundir su mensaje a un amplio público.

El exmandatario ha convertido esas vulnerabilidades en una ventaja entre los votantes republicanos. Ha alegado que los procesos judiciales son el reflejo de un Departamento de Justicia politizado, aunque no hay evidencia de que las autoridades fueran presionadas por Biden ni nadie más en la Casa Blanca para presentar cargos.

Trump también ha repetido que se le procesa en nombre de sus seguidores, un argumento que parece haber reforzado sus vínculos con la base republicana.

Conforme vuelve su atención a Biden y a las elecciones generales, la cuestión es si su descripción de los casos judiciales convencerá a los votantes fuera de las bases republicanas. Trump perdió en número de votos en 2016 y 2020, y ha tenido especiales dificultades en suburbios de Georgia a Pensilvania o Arizona que podrían resultar decisivos en la campaña de otoño.

Colvin informó desde Nashua, Nueva Hampshire, y Weissert desde Washington. Los periodistas de The Associated Press Bill Barrow, en Atlanta; Michelle L. Price, en Nashua, Nueva Hampshire; Joseph Frederick, en Franklin, Nueva Hampshire; y Mike Pesoli, en Laconia, Nueva Hampshire, contribuyeron a este despacho.

Nikki Haley se Vuelve la Candidata a Vencer en los Debates Republicanos

Cuatro candidatos estarán en el escenario en la Universidad de Alabama para su última reunión programada antes de que los caucus de Iowa den inicio a la temporada de nominación presidencial el próximo mes. ¿Se atacarán entre sí o volverán a la fallida práctica de cuestionar a Trump?

El ascenso de Nikki Haley en los sondeos que la sitúan codo con codo con Ron DeSantis en la contienda por la nominación presidencial republicana por detrás del claro favorito, el expresidente Donald Trump, vuelve a someterse a una prueba de fuego este miércoles en el cuarto debate de la primaria, el último antes de que los caucus de Iowa den inicio a la temporada de votaciones en seis semanas.

Junto a Haley y DeSantis, y con Trump volviendo a optar por saltarse la cita, se esperan otros dos precandidatos en el escenario de la Universidad de Alabama, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el empresario Vivek Ramaswamy.

Pese a que Trump sigue apareciendo como claro favorito, las recientes maniobras de los candidatos sugieren que pasarán más tiempo atacándose entre ellos que apuntando al expresidente, debido a su popularidad entre los votantes en las primarias republicanas.

«Es un desafío para cualquier otro cuando Donald Trump está consolidando seguidores», dijo el encuestador republicano Brent Buchanan, citado por la AP.

En qué posición se encuentran los aspirantes republicanos que participan en el debate

El debate podría ser difícil de encontrar para muchos espectadores potenciales, ya que se transmitirá en NewsNation, una cadena de cable que aún intenta construir su audiencia después de asumir el control de WGN America hace tres años.

Elizabeth Vargas de NewsNation moderará junto a Megyn Kelly, expresentadora de Fox News que ahora conduce un popular pódcast, y Eliana Johnson del sitio de noticias conservador Washington Free Beacon.

Haley, embajadora ante Naciones Unidas durante la administración Trump, ha subido en las encuestas recientes hasta llegar a disputar la segunda posición del gobernador de Florida.

La también exgobernadora de Carolina del Sur ha destacado su experiencia en política exterior desde el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre. Y recientemente obtuvo el respaldo de la influyente operación política de los hermanos Koch, que enviará organizadores y activistas a los primeros estados de las primarias en su nombre.

DeSantis enfrenta nuevos problemas en su operación política. El fin de semana, tres altos responsables abandonaron un super-PAC pro-DeSantis que maneja gran parte de su maquinaria de campaña en Iowa.

Ramaswamy, por su parte, ha sido una presencia enérgica en los tres debates anteriores buscará resucitar el interés que despertó durante el verano, pero sigue estancado en cifras bajas en la mayoría de las encuestas.

Christie, que apenas cumplió con los requisitos para participar, es el único contendiente que ha criticado frontalmente a Trump, burlándose de sus rivales por centrarse entre ellos en lugar apuntar al líder de la carrera. El exgobernador ha enfocado su campaña en New Hampshire, que celebra sus primarias ocho días después de los caucus de Iowa.

Los precandidatos que han salido y los que todavía lo intentan

La lista de candidatos invitados se ha reducido a la mitad desde que ocho estuvieron en el escenario en el primer debate en Milwaukee en agosto, ya que el Comité Nacional Republicano ha ajustado los criterios para llegar al escenario en cada ocasión.

Para este debate, los candidatos tenían que obtener al menos un 6% en múltiples encuestas y reunir a 80,000 donantes únicos.

El exvicepresidente Mike Pence, el senador de Carolina del Sur Tim Scott y el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum abandonaron la contienda después de participar en al menos un debate. El exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson continúa con su campaña pero no logró calificar.

La configuración del debate sirve como otro recordatorio de la sólida posición de Trump y cómo superó a un campo republicano aún más grande cuando se postuló y ganó en 2016.

Aprueban Plan Para Evitar Ciere de Gobierno

La votación bipartidista, 336-95, mostró la voluntad de Johnson de dejar atrás a sus republicanos de derecha y trabajar con los demócratas para mantener temporalmente el gobierno en funcionamiento, la misma medida política que le costó el puesto al último presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, hace apenas unas semanas.

La Cámara de Representantes votó este martes a favor de un plan para evitar un cierre del gobierno, después de que el nuevo presidente republicano, Mike Johnson, se viera obligado a acercarse a los demócratas cuando los conservadores de extrema derecha se rebelaron contra su plan.

El recuento bipartidista, 336-95, mostró la voluntad de Johnson de dejar atrás a sus republicanos de derecha y trabajar con los demócratas para mantener temporalmente el gobierno en funcionamiento, la misma medida política que le costó el puesto al último presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, hace apenas unas semanas.

Esta vez, Johnson de Louisiana parecía encaminado a un resultado temporalmente mejor cuando la Cámara aprobó el paquete provisional para mantener al gobierno funcionando hasta el nuevo año. El Senado actuaría a continuación, antes de la fecha límite de cierre del viernes.

“Asegurar que el gobierno siga funcionando es una cuestión de conciencia para todos nosotros. Se lo debemos al pueblo estadounidense», dijo Johnson el martes temprano en una conferencia de prensa en el Capitolio.

Pero el nuevo líder republicano enfrentó el mismo problema político que llevó al derrocamiento de McCarthy: legisladores republicanos enojados, frustrados y de extrema derecha que rechazaron su enfoque, exigieron recortes presupuestarios y decidieron votar en contra del plan. Sin suficiente apoyo de su mayoría republicana, Johnson no tuvo más remedio que confiar en los demócratas para garantizar la aprobación y mantener en funcionamiento el gobierno federal.

Poco antes de la votación del martes por la noche, los líderes demócratas de la Cámara de Representantes emitieron una declaración conjunta diciendo que el paquete cumplía todos sus requisitos y que lo apoyarían.

Así es el plan contra reloj del nuevo presidente de la Cámara Baja para evitar el cierre de gobierno

¿En qué consiste la propuesta de Johnson?

Bajo su propuesta, Johnson está presentando un proceso único (los críticos dicen extraño) de dos partes que financia temporalmente algunas agencias federales hasta el 19 de enero y otras hasta el 2 de febrero.

Es una resolución continua, o CR, que llega sin ninguno de los profundos recortes que los conservadores han exigido durante todo el año. Tampoco incluye la solicitud del presidente Joe Biden de casi $106,000 millones de dólares para Ucrania, Israel, la seguridad fronteriza y otros fondos suplementarios.

“No nos vamos a rendir”, aseguró Johnson después de una reunión a puertas cerradas de los republicanos de la Cámara de Representantes el martes por la mañana, prometiendo que no apoyaría otra medida provisional. «Pero tienes que elegir peleas que puedas ganar».

Johnson dice que el enfoque innovador posicionaría a los republicanos de la Cámara de Representantes para “entrar en la lucha” por recortes de gasto más profundos en el nuevo año, pero muchos republicanos se muestran escépticos de que haya un mejor resultado en enero.

El House Freedom Caucus anunció su oposición, asegurando decenas de votos en contra del plan.

«Creo que es un error muy grande», dijo el representante Chip Roy, republicano por Texas, miembro del grupo de legisladores de extrema derecha.

«Está mal», dijo el representante Andy Ogles, republicano por Tennessee.

Todo esto dejó a Johnson con pocas opciones más que saltarse lo que normalmente es una votación de procedimiento exclusiva del partido y confiar en otro proceso que requiere un recuento de dos tercios de los demócratas para su aprobación.

El líder demócrata Hakeem Jeffries, en una carta a sus colegas, señaló que el paquete republicano cumplía con las demandas demócratas de mantener la financiación en los niveles actuales sin grandes reducciones ni prioridades políticas divisivas para los republicanos.

«Los republicanos extremistas del MAGA han demostrado repetidamente que no pueden gobernar sin los demócratas de la Cámara de Representantes», dijo Jeffries en NPR. «Ese será el caso esta semana en el contexto de evitar un cierre del gobierno».

La misma medida que llevó a McCarthy a la expulsión

Obtener la aprobación bipartidista de una resolución continua es la misma medida que llevó al flanco de extrema derecha de McCarthy a derrocarlo en octubre, días después de la votación del 30 de septiembre para evitar un cierre federal. Por ahora, Johnson parece estar beneficiándose de una luna de miel política en una de sus primeras grandes pruebas en el cargo.

Pero la representante Marjorie Taylor Greene, republicana por Georgia, aliada de McCarthy que se opuso a su derrocamiento, dijo que a Johnson se le debería aplicar el mismo estándar. “¿Qué sentido tiene destituir a un presidente si nada cambia? La única manera de garantizar que se produzcan cambios reales es hacer que la línea roja siga siendo la misma para todos los oradores”.

El Senado, donde los demócratas tienen una escasa mayoría, ha manifestado su voluntad de aceptar el paquete de Johnson antes de la fecha límite del viernes para financiar al gobierno.

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, calificó el paquete de la Cámara de Representantes como “una solución” y dijo que esperaba que el Congreso lo aprobara con apoyo bipartidista.

«Es agradable vernos trabajar juntos para evitar un cierre del gobierno», dijo.

Pero McConnell, republicano por Kentucky, ha señalado que el Congreso todavía tiene trabajo por hacer con respecto a la solicitud de Biden de proporcionar ayuda militar estadounidense a Ucrania e Israel y para otras necesidades. Los senadores están tratando de diseñar un paquete separado para financiar los suministros estadounidenses para las guerras en el extranjero y reforzar la seguridad fronteriza, pero sigue siendo un trabajo en progreso.

Si se aprueba, la aprobación de la resolución continua sería un punto culminante poco triunfante para el primer año del Partido Republicano en la mayoría. Los republicanos han trabajado incansablemente para recortar el gasto del gobierno federal sólo para encontrarse con que sus propios colegas republicanos no están dispuestos a aceptar las prioridades más conservadoras. Dos de los proyectos de ley republicanos colapsaron la semana pasada cuando los moderados se rebelaron.

En cambio, los republicanos se quedan financiando al gobierno esencialmente en piloto automático en los niveles que se establecieron de manera bipartidista a fines de 2022, cuando los demócratas tenían el control del Congreso pero los dos partidos se unieron para acordar los términos presupuestarios.

Todo eso podría cambiar en el nuevo año, cuando se desencadenarían recortes generales del 1% en todos los departamentos si el Congreso no logra acordar nuevos términos presupuestarios y aprobar los tradicionales proyectos de ley de asignaciones para financiar al gobierno antes de la primavera.

Los recortes automáticos del 1%, que entrarían en vigor en abril, son despreciados por todas las partes: los republicanos dicen que no son suficientes, los demócratas dicen que son demasiado elevados y muchos legisladores prefieren aumentar los fondos de defensa. Pero son parte del acuerdo de deuda que McCarthy y Biden alcanzaron a principios de este año. La idea era presionar al Congreso para que lo hiciera mejor.

La legislación también extiende los programas de ley agrícola hasta septiembre, el final del año fiscal actual. Esa incorporación fue una victoria importante para algunos legisladores de estados agrícolas. El representante Mark Pocan, demócrata por Wisconsin, por ejemplo, advirtió que sin la extensión, los precios de la leche se habrían disparado y perjudicado a los productores en su estado natal.

“La extensión de la ley agrícola fue el mayor edulcorante para mí”, dijo Pocan.

Mismos Republicanos Rechazan Propio Plan de Cierre de Gobierno

Johnson afronta una prueba de fuego con un enfoque inusual para un proyecto de ley de gasto provisional. Propuso lo que se conoce como una ‘resolución de continuidad’ aunque con la particularidad de que contempla extender el financiamiento de algunas partidas hasta enero y el de otras hasta febrero.

Regresa la amenaza del ‘cierre’ del gobierno federal, previsto para el viernes, y el plan del nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Jonhson, para impedir que millones de empleados federales y cientos de oficinas se vean afectadas se enfrenta a las divisiones internas en el Partido Republicano.

Esta es la primera gran prueba de Johnson, que debe conseguir el apoyo republicano en una tarea que parece cada vez más difícil: lograr la aprobación del gasto federal.

Johnson propuso el sábado lo que se conoce como una ‘resolución de continuidad’ que permitiría que el gobierno continúe operando con normalidad cuando expire el próximo viernes 17 de noviembre el financiamiento provisional aprobado por el Congreso a fines de septiembre.

En el pasado se ha recurrido a este tipo de ‘resolución de continuidad’, pero esta vez el plan de Johnson es algo diferente. Consiste en extender el financiamiento de algunas agencias y programas federales hasta el 19 de enero y el de otros hasta el 2 de febrero. Además, excluye el financiamiento solicitado por el presidente Joe Biden para Israel, Ucrania y la frontera de Estados Unidos y México.

Es un enfoque inusual para un proyecto de ley de gasto provisional, porque usualmente los legisladores amplían la financiación de todos los programas hasta una fecha determinada.

Johnson optó por este enfoque combinado respondiendo a preocupaciones de legisladores republicanos que querían evitar un proyecto de ley de gasto masivo justo antes de las vacaciones de fin de año. Recordemos que los legisladores deben dar luz verde a 12 proyectos de presupuesto diferentes, que dan dinero a las agencias gubernamentales. Es un proceso que toma tiempo y por eso se ha llegado en varias ocasiones al borde de un ‘cierre’ del gobierno o, de plano, a ‘cierres’ gubernamentales.

Los conservadores más duros habitualmente rechazan medidas de gasto temporales, pero en esta ocasión habían dicho que darían a Johnson cierto margen de maniobra para aprobar una ley que diera al Congreso más tiempo para negociar un acuerdo a largo plazo.

Sin embargo, la fórmula presentada por Johnson fue rechazada rápidamente por algunos representantes republicanos porque el plan deja por fuera los recortes presupuestarios que tanto han peleado.

Cuáles son las críticas de algunos republicanos al plan de Johnson
El republicano Chip Roy, de Texas, fue uno de los primeros en expresar su desacuerdo. «Financiar los niveles de gasto y las políticas de (Nancy) Pelosi durante 75 días, (a cambio de) promesas futuras», escribió en X (antes Twitter).

Además de Roy, los republicanos Marjorie Taylor Greene, de Georgia, y Warren Davidson, de Ohio, miembros del Freedom Caucus, rechazaron públicamente la medida propuesta por el líder de la Cámara Baja. Ambos publicaron en X que le votarían en contra.

Para que el proyecto de ley sea aprobado por mayoría en la Cámara Baja, Johnson tendrá que conseguir primero que se apruebe una norma que establezca los parámetros para un debate en el hemiciclo, pero como el partido minoritario suele votar en contra de la norma en bloque, Johnson puede permitirse perder solo a cuatro republicanos para aprobarla.

Si no pueden aprobar una norma, tendría que aprobarse con el mecanismo de ‘suspensión de las normas’, lo que requiere una mayoría de dos tercios. Eso significa que se necesitaría el apoyo de un gran número de demócratas.

El predecesor de Johnson en la presidencia de la Cámara Baja, el legislador Kevin McCarthy de California, fue destituido de su cargo el mes pasado después de que se hizo evidente que no podía aprobar un proyecto de ley de gasto provisional solo con los votos republicanos y consiguió respaldo demócratas para aprobar la legislación temporal para evitar un ‘cierre’ del gobierno. Ello le costó la destitución del cargo, promovida por miembros de su propio partido.

Johnson planifica recurrir a una medida similar, sin embargo, algunos demócratas se muestran descontentos con esta nueva ‘resolución de continuidad’.

La Casa Blanca y los demócratas piden colaboración bipartidista

El senador demócrata de Connecticut Chris Murphy se mostró escéptico ante el plan de Johnson durante una aparición en el programa Meet the Press de NBC este domingo. «No me gusta este enfoque escalonado de la ‘resolución de continuidad’. Me parece artificioso, pero estoy abierto a lo que diga la Cámara. La prioridad tiene que ser mantener abierto el gobierno (…) No me gusta lo que dice la Cámara, pero estoy dispuesto a escuchar», dijo Murphy.

También la Casa Blanca se pronunció acerca de la medida planteada por el presidente de la Cámara Baja y tachó la propuesta de «receta para más caos republicano y más cierres». «Los republicanos de la Cámara de Representantes están perdiendo un tiempo precioso con una propuesta poco seria que ha sido criticada por miembros de ambos partidos», dijo la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.

«La idea de que estemos jugando con un ‘cierre’ en este momento es simplemente descabellada», dijo este jueves el presidente Joe Biden, que pidió al Congreso que «se ponga a trabajar».

El líder del Senado, el demócrata Chuck Schumer, coincidió con la postura de la Casa Blanca y declaró este jueves que «la única forma de evitar un ‘cierre’ es con la cooperación bipartidista», como lo ha sido en el pasado.

Sin un acuerdo antes del 17 de noviembre, 1.5 millones de empleados públicos se quedarán sin sueldo, se cerrarán la mayoría de las instalaciones federales, incluidos los parques nacionales, y sectores como el transporte aéreo podrían verse obligados a ralentizarse.

Washington ya está acostumbrado a estas batallas de última hora por la financiación, y a menudo se llega a un compromiso justo antes de que venza el plazo, o poco después.

Pero Johnson, un legislador poco conocido de Louisiana con escasa experiencia de liderazgo, se enfrenta a un juego delicado equilibrar las exigencias del pequeño pero influyente grupo de republicanos de línea dura que quieren un estricto ajuste fiscal.

La última vez que el Congreso estuvo en una situación como esta fue a finales de septiembre, cuando se sumió en el caos con la destitución sin precedentes de McCarthy. Se espera que la medida sea presentada para votación en el hemiciclo este martes, informaron medios estadounidenses.

Republicanos Eligen Representate

El aliado de Donald Trump terminó con un periodo de caos desatado tras la remoción de Kevin McCarthy

El congresista estadounidense Mike Johnson, aliado del ex presidente Donald Trump (2017-2021), fue elegido este miércoles líder de la Cámara de Representantes de EEUU al lograr superar la división del Partido Republicano, que provocó el caos parlamentario en las últimas semanas.

Johnson le tomó el relevo a Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer como nominado por su formación para suceder al también conservador Kevin McCarthy, destituido el 3 de octubre, y se alzó con el puesto de “speaker”, tal y como se conoce en inglés, en su primer intento en el pleno.

“Han sido semanas arduas y un recordatorio de que la Cámara es tan complicada y diversa como la gente a la que representamos. (…) Como ‘speaker”, me aseguraré de que entrega resultados e inspira cambio para los estadounidenses”, dijo en su primera reacción tras ser elegido.

El congresista republicano por Louisiana consiguió que el ‘ala dura’ del partido -de extrema derecha y reconocidos ‘trumpistas’- le haya apoyado en una elección en la que ha conseguido 220 votos frente a los 209 del candidato demócrata, Hakeem Jeffries, según recogió la cadena de noticias CNN.

A pesar de contar con mayoría en la Cámara baja del Congreso, el Partido Republicano ha visto como el nombramiento del presidente de la sala -la tercera autoridad del país- ha sido bloqueado en numerosos ocasiones al considerar que los candidatos no se opondrán lo suficiente a las políticas progresistas de la Administración Joe Biden.

Este bloque duro republicano fue el responsable de la moción de censura que desbancó a McCarthy de la Presidencia de la Cámara de Representantes a comienzos de octubre, y también de que los intentos del representante por Ohio Jim Jordan se vieran frustrados en hasta tres ocasiones.

El Partido Republicano celebró el martes una votación interna, una suerte de elección primaria, para nombrar a su aspirante a presidir la sala. Aunque la opción más votada fue el ‘número dos’ del partido en la Cámara de Representantes, Tom Emmer, este renunció a la candidatura horas después en vistas de que su investidura sería frustrada por sus propios compañeros de partido.

Tras esta espantada de Emmer, el Partido Republicano celebró una segunda votación en la que se impuso Johnson, quien ya este miércoles recibió el visto bueno de Trump. El ex presidente lanzó este miércoles un mensaje en sus redes sociales en el que le ha respaldado y ha instado a los republicanos a apoyar su investidura.

El representante por Louisiana, de 51 años, es uno de los legisladores republicanos que intentaron anular la victoria del demócrata Joe Biden en las presidenciales de 2020, año en el que Trump seguía en la Casa Blanca.

En su web se define como un “entregado” marido y padre de cuatro hijos y como un abogado “que ha dedicado su vida y su carrera a pelear por las libertades fundamentales y valores tradicionales” prioritarios para la gente de su Estado.

De 2015 a enero de 2017 ejerció en el Legislativo estatal y posteriormente pasó al federal, donde es el vicepresidente de la Conferencia Republicana, el ente encargado de elegir al liderazgo republicano, aprobar asignaciones a los comités y el desarrollo de la estrategia de comunicación.

La presidencia interina de la Cámara de Representantes estaba hasta ahora en manos de Patrick McHenry, designado por McCarthy, pero sin un “speaker” no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en la Cámara Baja en un momento en que está en el aire la aprobación de nueva ayuda militar para Ucrania e Israel o la negociación del presupuesto para el actual año fiscal.

Republicanos Reinician Intento de Elegir Representante en la Cámara

El Partido Republicano comienza de nuevo este lunes a elegir a su candidato a presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el “speaker” en inglés, después de que ese proceso haya tenido ya en las tres últimas semanas dos intentos fallidos.

Nueve legisladores se han postulado a ese cargo que lleva vacante desde le destitución el pasado 3 de octubre del también republicano Kevin McCarthy tras una moción en su contra presentada por el radical Matt Gaetz, de esa misma formación.

En un primer momento el partido eligió como aspirante a su actual “número dos” en la Cámara, Steve Scalise, pero este se retiró antes incluso de llevar la votación al pleno, al constatar que no iba a tener los apoyos necesarios.

El presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan, le sucedió en esa liza, pero acabó abandonando esa ambición después de que el boicot interno de una veintena de sus compañeros de bancada le impidiera salir elegido.

En la votación que hubo el pasado martes en el pleno logró 200 apoyos, 17 menos de los que necesitaba; el miércoles se hizo con 199 y el viernes esa cifra descendió a 194, forzando que dejara de ser el candidato.

El plazo para postularse dentro de las filas republicanas concluyó ayer al mediodía y nueve legisladores dieron un paso al frente, incluido Austin Scott, que ya se había presentado contra Jordan pero perdió en la votación interna.

Scott y el “número 3” de los republicanos en la Cámara Baja, Tom Emmer, son los únicos dos de los 9 aspirantes que votaron a favor de certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que el demócrata Joe Biden se impuso al republicano Donald Trump (2017-2021), que entonces era el inquilino de la Casa Blanca.

Emmer es además el único a favor del matrimonio homosexual, y uno de los cuatro – junto a Scott, Pete Sessions y Jack Bergman – a favor de seguir suministrando ayuda a Ucrania, en un momento en que en ese partido persisten las voces de que no debe ser un “cheque en blanco”.

La lista de aspirantes está integrada también por Kevin Hern, Byron Donalds, Mike Johnson, Dan Meuser y Gary Palmer.

Los legisladores republicanos celebran este lunes un encuentro a puerta cerrada en el que cada candidato presentará su candidatura, con un discurso inicial seguido de un turno de preguntas y respuestas y de una declaración final.

El martes tendrá lugar la votación interna para decidir qué candidato optará de nuevo al puesto y se enfrentará al actual líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, apoyado por toda su bancada.

“La palabra ‘patético’ no comienza a describir el estado de los republicanos de la Cámara de Representantes, quienes, después de tomarse el fin de semana libre, comenzarán y terminarán su vigésimo día de luchas internas sin un líder de la Cámara”, señaló este lunes Sarafina Chitika, portavoz del Comité Nacional Demócrata.

En su opinión, el ala ultraderechista de los republicanos se está “burlando” del Gobierno estadounidense y “avergonzando al país en el escenario mundial”, por lo que es hora “de que se tomen cartas en el asunto”.

La presidencia interina está en manos del conservador Patrick McHenry, pero hasta que no haya un nuevo “speaker” no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en un momento en que deben cerrarse los presupuestos del actual año fiscal y en que está pendiente autorizar más ayuda a Ucrania o a Israel.

Republicanos No Pueden Elegir Representante

El republicano Jim Jordan ha vuelto a fracasar por tercera vez en su intento de liderar la Cámara Baja de Estados Unidos. El boicot de sus propios compañeros de partido, que no quieren a un representante del ala más radical del partido y aliado de Donald Trump, ha impedido este viernes que Jordan se hiciera con el puesto de portavoz del partido, un puesto para el que ha sido vetado hasta tres veces con este nuevo intento.

Los conservadores tienen la mayoría en la Cámara Baja, con 221 escaños, y Jordan necesitaba 215 votos para hacerse con el puesto de speaker (portavoz), pero 25 legisladores de su bancada votaron finalmente por otros aspirantes que ni siquiera se habían postulado.

En las tres votaciones Jordan, aliado de Trump, consiguió 200, 199 y 194 votos, una cifra decreciente
«Necesitamos un speaker tan pronto como sea posible para que podamos ponernos a trabajar por el pueblo estadounidense», había manifestado Jordan en una conferencia de prensa antes de la votación.

En la votación de este viernes consiguió 194 votos. El martes logró 200, el día que contó con más apoyos, y un día después 199, tras el rechazo de una veintena de republicanos opuestos a que un representante del ala más radical del partido, aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021), consiga el liderazgo.

Así las cosas, la Cámara Baja lleva más de dos semanas sin presidente, después de que el anterior, el también conservador Kevin McCarthy, fuera destituido tras una moción en su contra presentada por el radical Matt Gaetz, de su propio partido, que sí apoya a Jordan.

En el bando demócrata aspira al puesto el líder de la minoría, Hakeem Jeffries, que en las dos votaciones anteriores logró todo el apoyo de los suyos, con 212 votos a su favor, y este viernes se hizo con 210, por dos ausencias.

La Cámara Baja sigue bloqueada en un momento en el que se deben aprobar los presupuestos para el actual año fiscal y en que el presidente estadounidense, Joe Biden, acaba de pedir al Congreso aprobar una partida de más de 100.000 millones de dólares que incluye una ayuda de 14.300 millones para Israel y un nuevo paquete para Ucrania por 61.400.

Republicanos No Pueden Ponerse de Acuerdo Para la Presidencia de la Cámara de Representantes

La candidatura del representante Jim Jordan a la presidencia de la Cámara de Representantes está en peligro, pues el republicano de Ohio se enfrenta a una fuerte oposición por parte de miembros de su propio partido, lo que plantea serias dudas sobre si podrá convencer a suficientes opositores para hacerse con el mazo.

Jordan no logró hacerse con la presidencia en la ronda inicial de votaciones de este martes, después de que 20 republicanos votaran en contra de su candidatura, un número elevado y muy superior al puñado que podía permitirse perder dada la estrecha mayoría del Partido Republicano.

La Cámara tiene previsto celebrar una segunda votación a las 11 a.m. ET este miércoles en lo que podría ser un momento crucial para la candidatura de Jordan que mostrará si está perdiendo o ganando apoyo.

Le tomó al expresidente Kevin McCarthy 15 rondas de votación en enero para asegurar el mazo. Pero no está claro si Jordan tiene un camino viable en la carrera en medio de las profundas divisiones dentro de la conferencia del Partido Republicano de la Cámara y la resistencia que enfrenta.

Jordan proyectó optimismo este martes por la noche, diciendo a Manu Raju de CNN que «seguirá adelante».

«Vamos a seguir trabajando. Conseguiremos los votos», afirmó.

La incertidumbre sobre la candidatura de Jordan amenaza con prolongar el estado de parálisis en el que se encuentra actualmente la Cámara de Representantes. Sin presidente, la Cámara está congelada, una situación precaria que se produce en medio de conflictos en el extranjero y un posible cierre del Gobierno el mes que viene.

El caos ha llevado a algunos republicanos a pedir que se amplíen los poderes del presidente interino —el representante republicano Patrick McHenry, de Carolina del Norte—, aunque tal medida situaría a la Cámara en territorio desconocido.

Uno de los 20 que votaron en contra de Jordan en la primera ronda dijo más tarde que apoyaría al republicano de Ohio en la siguiente votación, pero varios republicanos indicaron que no se dejarían influir, dejando el destino de Jordan en el aire.

Jordan es una figura polarizada en la lucha por la presidencia, un factor que complica sus esfuerzos por asegurarse los votos. Es un aliado incondicional del expresidente Donald Trump, tiene una larga reputación como agitador conservador y ayudó a fundar el grupo de línea dura House Freedom Caucus. Como presidente de la poderosa Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, también ha sido una figura clave en las investigaciones dirigidas por el GOP de la Cámara.

Entre los opositores a su candidatura a presidente de la Cámara de Representantes figuran republicanos centristas preocupados por que el rostro del Partido Republicano sea un conservador de línea dura, así como legisladores furiosos con el pequeño grupo de republicanos que forzó la salida de McCarthy y se opuso a la candidatura del líder de la mayoría de la Cámara, Steve Scalise.

Scalise derrotó inicialmente a Jordan dentro de la conferencia del Partido Republicano para convertirse en el candidato a presidente, pero más tarde abandonó la carrera en medio de la oposición a su candidatura.