En Debate Republicano Atacan a Trump

Los rivales de Donald Trump lo atacaron en reiteradas oportunidades el miércoles durante el segundo debate entre aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano, en el que arremetieron contra el expresidente por ausentarse del evento mientras tratan de reducir la ventaja que éste lleva de cara a las elecciones primarias.
Trump, en cambio, viajó a Michigan en un intento de sacar provecho a la huelga del sindicato United Auto Workers y de atraer a los obreros sindicalizados en un estado crucial que podría ayudar a decidir la elección general. Sus competidores, mientras tanto, se negaron a participar en un juego propuesto por los moderadores en la Biblioteca Ronald Reagan al estilo de los reality show, eligiendo a quién descartarían de la pugna o votarían “fuera de la isla”.

El tono del debate estuvo muy alejado de una campaña marcada por los ataques de Trump contra sus rivales y las instituciones democráticas, así como por sus quejas por una serie de procesos penales y civiles contra su persona y sus negocios. Los moderadores no preguntaron por los cargos contra Trump ni por qué las personas en el escenario estaban más cualificadas que Trump, y en su lugar plantearon temas como educación, política económica y la frontera entre México y Estados Unidos.

Los candidatos criticaron a menudo a Trump por iniciativa propia en un intento de distinguirse en un momento crítico cuando apenas quedan cuatro meses para que las asambleas partidarias de Iowa den inicio formal al proceso de nominación presidencial. Trump se ha mantenido como favorito pese a una larga serie de vulnerabilidades, como cuatro acusaciones penales que incluyen la posibilidad de pasar décadas en prisión.

“Debería estar en este escenario esta noche”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien intenta establecerse como la principal alternativa a Trump a pesar de sus recientes problemas para distanciarse del resto de los aspirantes. “Les debe una explicación del por qué se añadieron 7,8 billones de dólares a la deuda. Eso abrió la puerta a la inflación que tenemos actualmente”.

Varios de los presentes en el escenario criticaron a Trump por su ausencia, a diferencia del primer debate, al que el expresidente tampoco asistió. Apenas unos minutos después del inicio del evento, DeSantis dijo que el presidente Joe Biden estaba “completamente desaparecido del liderazgo. ¿Y saben quién también está desaparecido? Donald Trump está perdido”.

El exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien ha basado su campaña en las críticas a Trump, dijo que el exmandatario “se oculta detrás de los muros de sus clubes de golf y no se presenta aquí a responder preguntas, como el resto de nosotros que estamos aquí para dar la cara”.

Incluso Vivek Ramaswamy, un empresario que ha descrito a Trump como “el mejor presidente del siglo XXI”, marcó distancias y dijo que él era su sucesor natural.

“Sí, respetaré a Donald Trump y su legado porque es lo correcto”, dijo. “Pero uniremos a este país para llevar al siguiente nivel el proyecto Estados Unidos Primero. Y será otra generación quien lo haga”.

Trump ofreció un prolongado discurso en Detroit que continuó después del inicio del debate. El público abucheó cuando dijo que “estamos compitiendo con los candidatos al puesto”, y se burló de ellos por no atraer a multitudes tan grandes como él.

Incluso horas antes del inicio del evento en Simi Valley, unos 64 kilómetros (40 millas) al noroeste del centro de Los Ángeles, los primeros simpatizantes en aparecer llegaron ondeando banderas de Trump y colocaron una pancarta con la leyenda: “Trump, nuestra última esperanza para Estados Unidos y el mundo”.

Sus rivales parecieron sentir su dominio de la campaña el miércoles e hicieron todo lo que pudieron para cambiar el rumbo de los acontecimientos.

“Donald, sé que estás viendo. No lo puedes evitar”, dijo Christie. “Estás evadiendo estas cosas”.

El exvicepresidente Mike Pence se refirió de forma desdeñosa a Trump como “mi excompañero de fórmula”.

Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas, atrajo grandes multitudes y nuevo interés después de su desempeño en el primer debate. Tal como lo hizo en Milwaukee, intentó buscar una pelea con Ramaswamy por su uso de TikTok, una plataforma de redes sociales de propiedad china a la que muchos republicanos tachan de posible herramienta de espionaje de Beijing.

“Sinceramente, cada vez que te escucho me siento un poco más tonta por lo que dices”, declaró Haley.

Tras un primer debate en el que atacó a sus rivales y los tachó de “comprados y pagados”, Ramaswamy intentó mostrar un lado más amable cuando Haley y otros le criticaron. Tras los ataques de Haley sobre su uso de TikTok, respondió que “creo que estaríamos mejor servidos como Partido Republicano si no nos ponemos a lanzar insultos personales”.

La noche concluyó cuando los moderadores señalaron que era improbable que un frente dividido pudiera detener a Trump, pero a continuación pidieron a los candidatos que dijeran a quién votarían para salir de la isla, una aparente referencia al reality show “Survivor”. El juego no avanzó mucho una vez DeSantis dijo que era insultante.

La ubicación del debate era relevante, dado que Reagan es un símbolo republicano cuyas palabras y momentos decisivos aún influyen en la política del partido a día de hoy.

Pero Trump ha transformado el partido y lo ha alejado de Reagan. En su mayoría, los participantes del segundo debate fueron respetuosos con lo que defendía Reagan, pero tampoco se distanciaron mucho de las posiciones políticas fundamentales de Trump.

Los demócratas, por su parte, alegaron que el debate no importaba. Biden estaba en California en ese momento, en un acto de recaudación de campaña en la zona de San Francisco para su campaña de reelección, que por el momento parece que repetirá el duelo con Trump.

El gobernador de California, Gavin Newsom, estaba en Simi Valley en representación de la campaña de Biden y haciendo declaraciones sobre el debate, que calificó como una competencia menor.

Republicanos Amenazan con Cierre de Gobierno

Estados Unidos está cada vez más cerca de un cierre de Gobierno para el que no parece haber solución a la vista: los republicanos afines al expresidente Donald Trump (2017-2021) están en plena rebelión y se resisten a aceptar una solución a corto plazo que financie a las agencias federales más allá del 30 de septiembre, cuando se acaban los fondos disponibles.

Si la Administración pública se queda sin fondos, la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales cerrarán sus puertas, mientras que cientos de miles de empleados federales se quedarán temporalmente sin trabajo y sin sueldo, lo que podría acabar teniendo un impacto en la economía.

La situación actualmente se encuentra en un punto muerto y la Casa Blanca ya ha pedido a las agencias federales que hagan los preparativos necesarios para echar el cierre.

Todas las miradas se centran en el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien ha intentado persuadir al ala más radical de su partido para aprobar una resolución que financie el Gobierno a corto plazo y evite que se quede sin fondos a partir del 30 de septiembre, cuando comienza el nuevo año fiscal.

Sin embargo, los republicanos afines a Trump unidos bajo el paraguas del «Freedom Caucus» (El Caucus de la Libertad) se han opuesto.

Su objetivo es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio el presidente, Joe Biden, y McCarthy, mediante el cual el Congreso suspendió el límite de endeudamiento de Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.

Al «Freedom Caucus» no le gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.

A pesar de su resistencia inicial, McCarthy ha tenido que dar su brazo a torcer y el martes la Cámara Baja, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría, comenzará a debatir una docena de proyectos de ley destinados a financiar el Gobierno y que incluyen recortes a varios programas.

Uno de los temas más delicados es el relacionado con la ayuda a Ucrania. El propio Trump, que parte como favorito para hacerse con la nominación republicana para las elecciones de 2024, ha pedido a sus correligionarios que dejen de enviar ayuda militar a Ucrania.

Biden, sin embargo, ha solicitado al Congreso que apruebe 24.000 millones de dólares adicionales de asistencia militar y este mismo fin de semana insistió en la necesidad de que los conservadores «empiecen a hacer el trabajo para el que fueron elegidos».

Un cierre del Ejecutivo también podría resultar en la interrupción de programas de entrenamiento para las fuerzas ucranianas, como el que actualmente se lleva a cabo en Alemania, donde se está capacitando a unos 200 ucranianos en la operación y mantenimiento de tanques estadounidenses Abrams.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó Washington la semana pasada para persuadir a los republicanos afines a Trump sobre la importancia de continuar apoyando a Ucrania, pero no está claro si logró cambiar opiniones en esa parte de la bancada.

Pese al interés de algunos republicanos de debatir la ayuda a Ucrania, el tiempo apremia.

Normalmente se tarda semanas, incluso meses, en debatir proyectos de ley como los que empezará a considerar la Cámara Baja el martes y, una vez que son aprobados, deben pasar a ser evaluados por el Senado.

La esperanza de McCarthy es que, a medida que se acerque la fecha límite del 30 de septiembre, los republicanos más radicales se den cuenta de que el plazo se acaba y que deben ceder para aprobar una resolución que evite un cierre de la Administración pública.

Con ese objetivo, McCarthy ya está preparando una resolución que prorrogue la financiación de la Administración 45 días más hasta noviembre, aunque esa propuesta enfrentará casi con seguridad oposición de los elementos más radicales del partido como el representante Matt Gaetz, de Florida.

Desde 1976, cuando se aprobaron nuevas leyes presupuestarias, la Administración se ha quedado sin fondos en unas 20 ocasiones, aunque la mayoría de veces ha sido solo durante un día.

El cierre más largo, de 35 días, ocurrió durante la Presidencia de Trump debido a unos desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre los fondos para el muro que quería alzar en la frontera con México.

Esta vez, sin embargo, la batalla no se libra entre las dos formaciones, sino dentro del propio Partido Republicano, en particular entre aquellos que respaldan a Trump y los que abogan por ideas más moderadas.

Republicanos Acusan a Director de FBI

Los republicanos aseguran que el director tiene un sesgo contra los conservadores.

“¿Está usted protegiendo a los Biden?”, le soltó el congresista republicano Matt Gaetz, quien aseguró que la opinión pública ha dejado de fiarse de la agencia.

“Por supuesto que no”, contestó Wray, quien a lo largo de aproximadamente cinco horas de sesión, celebrada en el comité judicial de la Cámara de Representantes, presumió de la gran cantidad de candidaturas que reciben para integrar el FBI.

Un miembro de la Cámara de Representantes agarra al representante Mike Rogers por la cara después de que Rogers se acercó al representante Matt Gaetz luego de que votara «presente» en lugar de votar por McCarthy

El presidente del comité, rJim Jordan, reprochó que la agencia haya “engañado” a las redes sociales, ocultando que la filtración sobre el ordenador de Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, era real y no desinformación. En las imágenes se le ve usando drogas o teniendo sexo.

“Como consecuencia, millones, millones de nuestros conciudadanos no escucharon esta historia antes de las elecciones del 3 de noviembre de 2020″, en las que Biden derrotó al republicano Donald Trump, afirmó Jordan.

Los republicanos estiman que el Gobierno de Biden y varias agencias, como el FBI, se han confabulado con las redes sociales para censurar contenidos de derecha poniendo como excusa la lucha contra la desinformación.

El presidente Joe Biden anunció que Estados Unidos destruyó todas sus armas químicas

Hace unos días un juez federal restringió a algunos organismos, incluido el FBI, la posibilidad de comunicarse con estas plataformas para moderar los contenidos, en un dictamen que los congresistas recordaron una vez tras otra.

“El pueblo estadounidense entiende perfectamente que hay un sistema judicial de dos niveles que se ha convertido en arma para perseguir a las personas en función de sus creencias políticas”, afirmó la republicana Harriet Hageman, quien acusó “personalmente” a Wray de haber “trabajado para convertir el FBI en un arma contra los conservadores”.

Nombrado en el cargo por el expresidente Trump, Wray calificó de “descabellada” esta idea.

Pero eludió entrar en detalles tanto sobre Trump como sobre Hunter Biden alegando los procesos judiciales en curso.

Las críticas del ala dura republicana al FBI vienen de atrás y se han acentuado tras la operación en la mansión de Trump en busca de documentos clasificados que se llevó cuando se fue de la Casa Blanca.

“Yo no lo llamaría redada. Diría que es la ejecución de una orden de registro legal”, afirmó el director del FBI, quien insistió en que “no hubo participación del SWAT”, es decir de los equipos tácticos especializados.

“Se deja la piel”

Amparándose en un informe de un fiscal especial, otros republicanos reprocharon a la agencia la apertura de una investigación sobre los presuntos vínculos entre la campaña electoral de Trump de 2016 y los rusos.

Algunos, como Jordan, le reprocharon asimismo que no quisiera decir quién ordenó y redactó un memorando, finalmente descartado, en el que se afirma que los católicos antiabortistas son extremistas.

“Ya es hora de que los republicanos se den cuenta de las consecuencias de sus actos”, afirmó Jerrold Nadler, quien recordó que las amenazas contra los agentes del FBI se han disparado.

El director del FBI aseguró que el “verdadero” FBI “se deja la piel para proteger al pueblo estadounidense de una serie de amenazas realmente impactantes”.

El director del FBI, Christopher Wray, testifica ante la audiencia presupuestaria del subcomité de Asignaciones de Comercio, Justicia, Ciencia y Agencias Relacionadas de la Cámara para el año fiscal 2024, en Capitol Hill en Washington, el 27 de abril de 2023.

“Desde la perspectiva del FBI estamos viendo todo tipo de amenazas criminales muy serias, muy serias, que vienen del otro lado de la frontera” con México, puso como ejemplo, y “se está convirtiendo cada vez más en una prioridad”.

Para hacer frente a estas amenazas Wray defendió una polémica herramienta de vigilancia extranjera (conocida como la Sección 702) que expira a finales de año. Aseguró que se han hecho reformas para proteger la información de los estadounidenses, pero los republicanos son reacios a reautorizarla.

Precandidados de Su Propio Partido Critican a Trump

El exmandatario fue inculpado de 37 cargos tras haberse llevado consigo montañas de documentos al abandonar la Casa Blanca e intentar evitar que los investigadores los recuperaran.

Líderes republicanos, como los precandidatos presidenciales Mike Pence y Asa Hutchinson y el exsecretario de Defensa Mark Esper, criticaron el domingo el manejo de información clasificada por parte del expresidente Donald Trump.

Los comentarios se produjeron en los principales programas de entrevistas políticas del fin de semana, luego que el martes Trump se declarara inocente ante un tribunal de Miami del presunto manejo negligente de documentación ultrasecreta.

El exmandatario fue inculpado de 37 cargos tras haberse llevado consigo montañas de documentos al abandonar la Casa Blanca e intentar evitar que los investigadores los recuperaran.

Los comentarios del domingo contrastan fuertemente con los de legisladores republicanos que defendieron a Trump o se negaron a criticarlo.

“No puedo justificar lo que alega Trump”, afirmó Pence, quien fuera vicepresidente bajo la gestión del magnate, a Meet the Press de NBC, en alusión al comportamiento de su exjefe en el asunto de los documentos.

Hutchinson, exgobernador de Arkansas, fue más allá y se refirió a las acusaciones como “serias e inhabilitantes”. “Creo que debería abandonar” la carrera hacia las elecciones de 2024, dijo al programa This Week de ABC.

Trump, quien ha afirmado que el Departamento de Justicia está operando en su contra, está acusado de poner en peligro la seguridad nacional al mantener ilegalmente documentos militares ultrasecretos e información sobre armas nucleares en su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida.

El caso es uno de los múltiples procesos legales que debe enfrentar el expresidente. “Si las acusaciones son ciertas (…) podría ser bastante perjudicial para la nación”, dijo Esper al programa State of the Union de CNN. “Nadie está por encima de la ley”, agregó.

Donald Trump: fiscal general de Estados Unidos defiende labor de Jack Smith, quien investiga al expresidente, tras duros ataques

La semana pasada Trump compareció ante una corte de Miami y se enfrenta a 37 cargos criminales que incluyen la “retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional”.

En medio de las pesquisas, no han pasado desapercibidos sus cuestionamientos hacia el Departamento de Justicia, al que acusa de “monstruo malvado”, “corrupto” y mercenario de una “izquierda radical”. En noviembre, el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, designó a Jack Smith como fiscal especial en las indagaciones contra Trump.

Este miércoles Garland defendió, en declaraciones a la prensa, el trabajo hecho por el delegado mencionado, a quien el republicano ha tildado de “rufián”. El nombramiento tuvo lugar en medio de las investigaciones sobre la presunta participación de Trump en el asalto al Capitolio a comienzos de 2021. De acuerdo con El Mundo, otro caso en sus manos es la supuesta retención de documentos oficiales.

“Como dije cuando nombré al Sr. Smith, lo hice porque subraya el compromiso del Departamento de Justicia con la independencia y la responsabilidad”, apuntó. “El Sr. Smith es un fiscal de carrera veterano. Ha reunido a un grupo de fiscales y agentes experimentados y talentosos que comparten su compromiso con la integridad y el estado de derecho. Cualquier pregunta sobre este asunto tendrá que ser respondida por sus presentaciones en la corte”, añadió.

Durante un discurso ante sus partidarios, Donald Trump se refirió al demócrata Joe Biden, quien figura como uno de sus principales adversarios en la carrera presidencial. Justamente lo acusó de arremeter contra él y apuntó a una “injerencia electoral”. Horas antes, el exmandatario escuchó la lectura de los casi 40 cargos que incluyen “falso testimonio”, “retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional” y “obstrucción a la justicia”.

En la audiencia, su abogado, Todd Blanche, afirmó que el republicano se declaraba “no culpable”. En su red social Truth Social, Trump aseguró que el martes había sido “uno de los días más tristes en la historia de nuestro país. Somos una nación en declive”. En esa plataforma lanzó una nueva crítica contra Smith al calificarlo de “lunático”.

Republicanos Aseguran Mayoría en Cámara Baja

El partido aseguraro los 218 escaños necesarios para arrebatarle el control de la cámara baja a los demócratas

Kevin McCarthy, líder republicano en la Cámara de Representantes, habla con periodistas después de ganar la nominación a la presidencia de la cámara baja durante una reunión de la cúpula republicana, el martes 15 de noviembre de 2022, en Washington.(Patrick Semansky / ASSOCIATED PRESS)

Los republicanos consiguieron el miércoles el control de la Cámara de Representantes, devolviéndole al partido presencia en Washington y otorgándole a los conservadores herramientas para obstaculizar la agenda del presidente Joe Biden y abrir investigaciones. Pero la escasa mayoría representará desafíos inmediatos para los dirigentes republicanos y complicará la capacidad del partido para gobernar.

Más de una semana después de la jornada electoral, los republicanos aseguraron los 218 escaños necesarios para arrebatarles a los demócratas el control de la cámara baja. Podrían pasar varios días, e incluso semanas, antes de que se conozca la magnitud de la ventaja del partido, ya que aún se contabilizan votos en algunas contiendas reñidas.

Pero se disponen a obtener lo que podría ser la ventaja más estrecha del partido en el siglo XXI, similar a 2001, cuando los republicanos tuvieron una mayoría de apenas nueve escaños, 221-212, con dos independientes. Eso es mucho menos que la aplastante victoria que los republicanos habían pronosticado de cara a la jornada electoral, cuando el partido esperaba sacar provecho de los desafíos económicos actuales y del declive en la popularidad de Biden para reajustar la agenda en el Capitolio.

En su lugar, los demócratas mostraron una firme resistencia, aferrándose a distritos moderados y suburbanos en lugares como Virginia, Minnesota y Kansas. Los resultados podrían complicar los planes del líder republicano en la cámara baja, Kevin McCarthy, de convertirse en el presidente de la cámara, luego que algunos miembros conservadores han manifestado dudas sobre darle su respaldo o han impuesto condiciones a cambio de su apoyo.

Algunos integrantes del Partido Republicano han culpado a Donald Trump por los malos resultados en las urnas. El expresidente, quien el martes anunció su tercera candidatura a la Casa Blanca, seleccionó durante las primarias de este año a algunos candidatos que no dieron los resultados esperados en los comicios generales.

No Hubo Ola Roja, Siguen 3 Estados en Pelea Electoral

Los republicanos parecen encaminados a recuperar la Cámara de Representantes, pero el control definitivo del Congreso aún es incierto y dependerá de tres batallas de resultado aún incierto.

A falta de muchos resultados oficiales tras las elecciones de este martes, el Partido Republicano recuperaría el control de la Cámara de Representantes, según proyecciones.

Pero como dijo el presidente Joe Biden, no se produjo una «gigantesca ola roja», como hacían prever no solo los sondeos previos sino también la situacion de la economía en el país y la baja popularidad del mandatario.

Según la cadena estadounidense CBS, socia de BBC, los republicanos se perfilan como mayoría en la Cámara Baja del Congreso. Solo necesitan ganar cinco escaños que están ahora en manos demócratas para recuperar el control.

Pero las matemáticas son más complejas para el Senado, que renueva a un tercio de sus miembros con algunas carreras demasiado igualadas como para anticipar quién gana.

Una de las tres carreras decisivas, en el estado de Georgia, se definirá en otra elección el 6 de diciembre, fecha hasta la que quizás habría que esperar para ver qué partido controla definitivamente el Senado.

Las 3 carreras decisivas por el control del Senado

Georgia se definirá en otra elección de desempate. La carrera entre el republicano Herschel Walker y el demócrata Raphael Warnock fue muy ajustada y ninguno alcanzó el 50% de votos necesarios. El 6 de diciembre es la fecha de la elección.

En Arizona, el demócrata Mark Kelly está ligeramente por delante de Blake Masters, que cuenta con el respaldo de Donald Trump. Pero aún queda un amplio porcentaje de votos por contar.

En Nevada, el republicano Adam Laxalt está por delante de la demócrata Catherine Cortez Masto, que defiende su puesto.

En la Cámara Alta actualmente hay un empate 50-50 que rompe la vicepresidenta Kamala Harris, quien tiene derecho a votar cuando se presenta esta situación. Por ello, cualquier cambio puede desequilibrar la balanza.

Los demócratas respiran, ya que podrían considerar un gran resultado mantener el control del Senado. Por ejemplo, John Fetterman venció en su disputa por el estado de Pensilvania, lo que supone un importante triunfo al recuperar un puesto que estaba en manos republicanas.

El propio presidente Joe Biden admitió este miércoles que sintió «alivio» al ver los resultados, que se anticipaban peores para su partido.

«Al final no hubo ola roja gigante», dijo sobre el amplio triunfo republicano que algunos esperaban.

«Aunque un solo resultado no marca una elección, Pensilvania eleva los ánimos de los demócratas considerablemente», dijo John Sudworth, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, tras conocerse el resultado de Pensilvania.

Ron DeSantis, el gran ganador en Florida a quien Trump advierte que no se postule a presidente

Cómo Miami dejó de ser el bastión demócrata de Florida y se convirtió en el epicentro de la oleada conservadora de los latinos

«Definitivamente no es una ola roja, eso es seguro», admitió en televisión el senador republicano Lindsey Graham.

Los republicanos no arrollan a los demócratas

Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en EE.UU.

Al menos por ahora en las elecciones de mitad de período de 2022, a los republicanos les va suficientemente bien pero no excelente.

En las contiendas por las gobernaciones, republicanos de alto perfil han ganado en Florida, Texas y Georgia, pero otros dos gobiernos estatales han pasado a manos de los demócratas.

Los republicanos solo tenían que darle la vuelta a cinco escaños en la Cámara de Representantes para tener una mayoría, y parecen encaminados a lograrlo.

Pero no están ganando todas las contiendas ajustadas y no están consiguiendo ninguna victoria rotunda y sorprendente.

En el Senado los resultados son todavía más inciertos. Los republicanos han ganado estados en los que tenían ventaja, pero los demócratas se han impuesto en los estados que tenían previstos y, además, han obtenido un puesto crucial en Pensilvania.

Del resultado de las contiendas que todavía están por decidir -Georgia, Nevada y Arizona- dependerá en gran parte la percepción final de estas elecciones.

Un referendo sobre Biden

Las dos cámaras del Congreso han estado bajo control demócrata en los dos primeros años de mandato del presidente Biden.

Si finalmente hay un cambio de control partidista, eso afectaría a la agenda de Biden, que podría ver bloqueadas sus iniciativas.

Normalmente las elecciones de mitad de período son un referendo a la gestión del presidente y suelen ser negativas para el partido que controla la Casa Blanca.

Biden tiene bajos niveles de aprobación (alrededor del 45%) y la alta inflación, la más alta en los últimos 40 años y por ello el gran tema para muchos electores republicanos, juega en contra del partido en el gobierno.

Pero las primeras encuestas a boca de urna también mostraron que para 3 de cada 10 votantes el aborto fue la cuestión más importante. Esto podría haber beneficiado a los demócratas, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. -de mayoría conservadora- de eliminar el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en todo el país.

En la Casa Blanca hay un ambiente de «emoción y de validación» con los resultados, según la cadena CBS.

«La democracia ha sido sometida a examen en los últimos años, pero con sus votos el pueblo estadounidense ha hablado», dijo este miércoles Biden, que se mostró abierto a «buenas ideas» para el país y a hablar con los republicanos.

Los resultados definitivos tardarán en conocerse porque hay partes del país en los que continúa el conteo de votos y en varios estados puede demorarse días, sobre todo para las disputas más igualadas.

Qué sabemos hasta ahora

No hubo «ola roja» hasta ahora a favor de los republicanos, algo que algunos aventuraban

La Cámara de Representantes regresaría a control republicano, según las proyecciones

Dada la baja popularidad de Biden y la alta inflación, los demócratas están conteniendo daños, según los resultados que se conocen hasta ahora

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que podría ser rival republicano de Donald Trump por la Casa Blanca en 2024, logró una victoria clara por la reelección

Florida y el condado de Miami-Dade, tradicional refugio demócrata, se confirma ahora como bastión republicano

El demócrata John Fetterman es el ganador en la carrera por el Senado en Pensilvania, una de las batallas clave por el control del Senado

Las peleas más determinantes aún son demasiado inciertas como para proyectar ganadores, sobe todo en el Senado, donde existe un equilibrio de 50-50

Hay ya varios hitos en la elección: la primera gobernadora de la historia abiertamente lesbiana, Maura Healey (Massachusetts), y el primer congresista de la generación Z, Maxwell Frost (Florida), de origen cubano.

Qué no sabemos aún

El control del Senado es incierto y tardará en haber un desenlace. El resultado de las cruciales carreras en Nevada y Arizona podrían tardar días. En el caso de Georgia habrá una nueva elección el 6 de diciembre porque ninguno de los dos principales candidatos llegó al 50% de los votos

La dimensión del triunfo republicano en la Cámara de Representantes. El margen, si se confirma el cambio de mando, es importante para su eventual oposición a Biden

Si Donald Trump puede realmente considerarse un ganador o un perdedor, pese a no estar en la boleta. Algunos de los republicanos que él respaldó ganaron, pero otros perdieron, por lo que aún hay que esperar a hacer el balance final

Cómo sale parado de la elección Joe Biden, que pese a la baja popularidad podría ver su figura reforzada al haber contenido daños

Incluso una pequeña mayoría republicana en el Congreso cierra la puerta a iniciativas de Biden

Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en EE.UU.

Parece probable que los republicanos, como se predijo ampliamente, tomen el control de la Cámara de Representantes cuando comience el nuevo Congreso a principios del próximo año.

Si es así, la pregunta es qué tan grande es la mayoría que podrían tener.

Casi como una gran tormenta, una verdadera ola electoral puede desalojar a algunos políticos que se suponía que iban a mantener sus escaños. Es el momento de esperar sorpresas.

Pero incluso si los republicanos terminan con solo una pequeña mayoría en la Cámara, se cerrará la puerta a la agenda legislativa de Joe Biden para los próximos dos años. Esto generará un nivel de intensa supervisión del Congreso que el presidente ha evitado hasta ahora.

¿Qué significaría que haya un gobierno dividido?

Un gobierno dividido se refiere a una situación en la que una o ambas cámaras del Congreso de EE.UU. están controladas por un partido que se opone al presidente en ejercicio, algo que parece que podría pasar a partir de estas elecciones.

Este tipo de gobierno es común en el país norteamericano desde la década de 1970. El más reciente fue durante los últimos dos años de presidencia de Donald Trump, cuando los demócratas controlaban la Cámara.

Algunas personas apoyan un gobierno dividido porque significa que cada partido político puede vigilar al otro, por ejemplo, controlando medidas de gasto no deseadas o bloqueando ciertos proyectos para que no se conviertan en ley.

Además, con las cámaras divididas se puede obligar a los legisladores a redactar leyes que tengan una base de apoyo más amplia, lo que las hace más difíciles de deshacer cuando el poder cambia de manos. En esta situación, la cooperación genera estabilidad política.

Pero cuando los partidos están polarizados en sus posiciones, un gobierno dividido puede hacer que sea imposible que un partido apruebe la legislación, lo que lleva a un estancamiento.

Houston se Queda sin Presupuesto

Republicanos en la Corte Comisionados bloquean sesión para aprobar presupuesto

No se hicieron presentes a la cita y ahora dejan el tema de presupuesto en el limbo.

No se hicieron presentes en la sesión en la que se iba a discutir el tema que queda en el limbo por ahora.

La Corte de Comisionados del Condado Harris no logró este martes el quórum requerido para aprobar el nuevo presupuesto del año entrante que contempla una reducción en la tasa del impuesto predial.

La ausencia de los dos comisionados republicanos, Jack Cagle y Tom Ramsey, bloqueó el intento demócrata de aprobar el nuevo presupuesto, el cual ha estado en medio de la polémica entre demócratas y republicanos.

El proyecto de presupuesto impulsado por los demócratas contempla una suma $2.2 billones, en el que está incluido una rebaja pequeña en el impuesto predial.

El tema del presupuesto ha estado en medio de una disputa entre la administradora ejecutiva del Condado Harris, Lina Hidalgo, y el contralor de Texas, el republicano Glenn Hegar, quien amenazó con bloquearlo -supuestamente- porque Hidalgo y los demócratas le han quitado recursos a la seguridad policial, algo que ella rechaza tajantemente, al asegurar que durante su gestión, por el contrario, se ha incrementado el presupuesto para este rubro.

La amenaza de Hegar provocó un verdadero terremoto político en el Condado, el cual fue apaciguado un poco con la decisión de un magistrado en Austin, que sentenció que el contralor no tiene potestad para vetar el presupuesto solo hasta después de que haya sido aprobado por la Corte de Comisionados.

Tras la decisión judicial, el reto era que hubiera el quórum suficiente para aprobar el presupuesto, requisito sine qua non de la ley estatal, que exige que haya, al menos cuatro votos en la sesión para ser aprobado.

Republicanos Buscan la Manera de Quitar a Trump del Escenario

Los republicanos de EE.UU. han encontrado una nueva fórmula para movilizar a la base electoral de Donald Trump sin asustar a los votantes independientes: ‘Trumpismo’ sin Trump, una combinación que podría poner en apuros a los demócratas en las elecciones legislativas de 2022 y las presidenciales de 2024.
Trump sigue siendo el líder más importante del Partido Republicano, pero las elecciones del martes en EE.UU. demostraron que es posible continuar con el ‘trumpismo’ sin su embajador más carismático.

La persona que ha demostrado que esa idea es posible es Glenn Youngkin, un multimillonario sin experiencia política que arrebató a los demócratas la Gobernación de Virginia en los comicios del martes, una cita en la que el partido de Joe Biden cosechó peores resultados de lo esperado.

Días después, el Partido Republicano celebra la victoria y, en los pasillos del Congreso, la alegría aún contagia tanto a los republicanos moderados como a los legisladores más ‘trumpistas’. “Todos somos hermanos y hermanas”, dijo una fuente republicana.

La clave fue que Youngkin encarnó una versión educada del ‘trumpismo’, una figura con las mismas ideas pero mejores formas, capaz de mantener el apoyo de las bases y sumar a los independientes, que fueron claves para la victoria de Biden y lo serán en cualquier otra cita electoral.

LA “VARIANTE DELTA” DEL ‘TRUMPISMO’

En palabras de Michael Cornfield, profesor de Política de la Universidad George Washington, Youngkin es la “variante delta” del ‘trumpismo’: más contagioso y menos letal.

“Glenn Youngkin es ahora mismo el político más interesante de Estados Unidos”, apuntó a Efe Cornfield.

Tanto lo es que hasta algunos comentaristas de televisión elucubran sobre la posibilidad de que sea el nominado republicano a las elecciones presidenciales de 2024, algo todavía muy lejano, sobre todo porque el propio Trump sigue coqueteando con la idea de optar él mismo a la reelección.

Youngkin, que asumirá el cargo en enero, intentó en todo momento mantener cierta distancia con Trump y no apareció con él en ningún mitón electoral, aunque sí intervino de manera telefónica en un par de eventos.

Para unir a ‘trumpistas’ y votantes independientes, Youngkin usó la educación: defendió la participación de los padres en las escuelas de sus hijos y prometió desterrar de las aulas la teoría crítica de la raza, una doctrina que considera que el pasado esclavista de EE.UU. es origen de un racismo sistemático.

Frente a ello, el candidato demócrata y ex gobernador (2014-2018) Terry McAuliffe llevó las elecciones al plano nacional y trató de retratar a su oponente como un aliado de Trump.

UNAS ELECCIONES DECIDIDAS “EN LA MESA DE LA COCINA”

La estrategia ganadora, sin embargo, fue la de hablar sobre los temas que impactan directamente en la vida de la gente, desde educación hasta impuestos, pasando por el precio del combustible o de los alimentos, explicó el analista republicano Alfonso Aguilar.

“El Partido Demócrata parece que está en una burbuja”, criticó Aguilar, que ocupó varios puestos en la Administración de George W.Bush (2001-2009).

Esa táctica de apelar a los asuntos de la vida diaria fue la que también usó el candidato republicano a la Gobernación en Nueva Jersey, Jack Ciattarelli, quien llenó las casas de su vecinos con anuncios y panfletos en contra de los impuestos a la propiedad del estado, que son de los más altos en EE.UU.

Ciattarelli no ganó al actual gobernador y candidato demócrata Phil Murphy, pero estuvo a punto: solo les separaron dos décimas, un margen mucho más estrecho que los 11 puntos de diferencia que predecían los sondeos.

“Estas elecciones fueron decididas en la mesa de la cocina” porque “la gente vota por temas de interés directo”, dijo Jaime Florez, director hispano de comunicaciones del Comité Nacional Republicano (RNC por sus siglas en inglés), el órgano ejecutivo de esa fuerza política.

‘TRUMPISMO’ ¿CON O SIN TRUMP?

El RNC recibió los resultados de las elecciones del martes con “entusiasmo y sentido de la responsabilidad”, pero Florez se resistió a comentar sobre la fórmula del “trumpismo sin Trump” y tampoco quiso entrar a debatir si el ex gobernante se presentará o no a las presidenciales de 2024.

El objetivo del órgano ejecutivo del partido es “garantizar el proceso de primarias” para las elecciones, recordó Florez, quien en cualquier caso destacó el “carisma” y “magnetismo” de Trump.

“Trump es el líder más importante del Partido Republicano. Sigue siendo el que más votantes y opinión mueve. Cae mal a mucha gente, pero muchos también lo adoran”, insistió.

Tener el nombre de “Trump” en las papeletas a la hora de ir a votar es algo que ha servido en los últimos años para movilizar a los demócratas: les permitió recuperar la Cámara Baja en las elecciones legislativas de 2018 y, dos años después, ganaron las Casa Blanca y las dos cámaras del Congreso.

Sin embargo, aún quedan tres años para las elecciones presidenciales, y otros republicanos como el gobernador de Florida Ron DeSantis también suenan ya como posibles aspirantes.

No obstante, la primera cita será la de las elecciones legislativas de 2022, en las que los demócratas temen perder la estrecha mayoría que detentan en las dos cámaras del Congreso.

David Wasserman, uno de los analistas políticos más destacados de EE.UU. y que rara vez se equivoca, ha augurado importantes pérdidas para los demócratas al menos en la Cámara de Representantes si se mantiene el clima político que ha llevado a los recientes resultados en Virginia y Nueva Jersey.

Acuerdan Nueva Fecha Límite de Deuda Nacional

Los demócratas de la Cámara de Representantes contaron con los votos suficientes para garantizar que el presidente Joe Biden pueda firmar la ley esta semana. Con la aprobación, el gobierno federal podrá seguir pagando sus compromisos en su totalidad hasta diciembre.

La Cámara de Representantes votó este martes a favor de elevar el límite del techo de la deuda del gobierno de Estados Unidos a fin de que pueda seguir pagando compromisos al menos hasta diciembre.

El levantamiento del máximo de deuda por unos 480,000 millones de dólares fue aprobado por el Senado la semana pasada en una votación por líneas partidistas. Ahora, tras la aprobación en la Cámara Baja se espera que el presidente Joe Biden lo firme esta semana.

La secretaria del Tesoro Janet Yellen ha advertido que el gobierno tiene hasta el 18 de octubre para aprobar la medida y que a partir de ahí el Tesoro no tendrá los fondos para cumplir con las obligaciones financieras.

Horas antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, urgió a los republicanos a votar a favor de la suspensión del techo de endeudamiento para evitar que el Gobierno se quede sin dinero para pagar sus deudas.

«Soy optimista sobre el techo de deuda, pero espero que lo podamos hacer de manera bipartidista», manifestó la líder demócrata en una rueda de prensa.

EEUU nunca ha tenido que declarar la suspensión de pagos de su deuda nacional pero estuvo muy cerca en 2011, cuando la mera posibilidad de que eso ocurriera desató el caos en los mercados financieros e hizo que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.

Un alivio temporal

Sin embargo, pese a la aprobación de la Cámara de Representantes y posterior firma de Biden, el alivio será sólo temporal y el Congreso tendrá que reconsiderar el asunto en diciembre, en momentos en que los legisladores estarán también considerando proyectos de gastos federales y tratando de evitar otro cierre del gobierno. Las demoras de fin de año plantean riesgos para ambos partidos y amenaza con dejar a Biden terminando su primer año en el cargo sumido en gran turbulencia.

La crisis actual se resolvió temporalmente cuando el líder de los republicanos en el Senado Mitch McConnell, accedió a aprobar la medida a corto plazo, pero al mismo tiempo advirtió que no lo hará de nuevo.

En una carta enviada a Biden el viernes, McConnell advirtió que los demócratas tendrán que aprobar el nuevo límite de deuda por su cuenta, utilizando un engorroso mecanismo legislativo que permite aprobar medidas con 51 de los 100 votos de la cámara alta, en vez de 60 como es común. El Senado actualmente está dividido 50-50, pero la vicepresidenta Kamala Harris tiene la facultad de votar para lograr el desempate.

En sus declaraciones sobre el límite de deuda, McConnell ha tratado de vincular el tema con los grandes proyectos de gasto público, aunque son dos partidas distintas y el tope de deuda tendría que ser levantado independientemente de si el paquete económico de 3.5 billones de dólares es aprobado o no.

“Sus partidarios en el Capitolio tienen ahora el tiempo que decían que les faltaba para resolver el asunto del tope de deuda mediante el mecanismo de reconciliación y todas las herramientas para hacerlo”, declaró McConnell en su carta a Biden.

“No podrán inventarse otra crisis para pedirme ayuda”, añadió.

McConnell fue uno de 11 republicanos que votaron con los demócratas para levantar el techo de deuda temporalmente.

El acuerdo para resolver el asunto, así sea temporalmente, fue abrupto. Senadores republicanos indicaron que McConnell cedió ante las amenazas de los demócratas de eliminar la regla que exige 60 votos para aprobar medidas en el Senado.

¿Cuáles son los retos políticos que enfrentan los demócratas?

El partido del presidente Biden requiere un voto casi unánime para tener éxito.

Frente a la oposición unánime de los republicanos y las minúsculas mayorías del Congreso, los demócratas necesitarán casi la unanimidad para tener éxito. Las consecuencias políticas para los demócratas serían de gran impacto si el proyecto de ley de mayor prioridad de Biden, junto con un paquete de infraestructura, se desmorona con su partido en la Casa Blanca y el Congreso.

¿Qué puede pasar en diciembre?

Hay muchos factores en juego para evitar que la propuesta legislativa salga de control.

Cuando llegue diciembre, alguien tiene que ceder. Pero no está claro cómo sucederá, y habrá mucho en juego para que los líderes se aseguren de que una mirada partidaria no se salga de control. De no ser así, para el 3 de diciembre, las agencias federales cerrarán a menos que el Congreso apruebe una legislación que las financie.

División en el Congreso

Las tensiones, azuzadas por el ataque al Capitolio por simpatizantes del expresidente Trump el pasado 6 de enero, dificultan las negociaciones.

El Congreso es un lugar tenso en estos días. El asalto del 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios y lo mucho que está en juego para los demócratas que impulsan los programas de Biden han pasado factura en las negociaciones.

¿Qué consecuencias tendría un eventual impago?

Decenas de millones de estadounidenses podrían verse afectados.

Los inversores, como el caso de los fondos de pensiones y los bancos con deuda estadounidense, podrían verse afectados. Decenas de millones de estadounidenses y miles de empresas que dependen del apoyo del gobierno podrían sufrir las consecuencias. El valor del dólar podría colapsar y la economía estadounidense probablemente se hundiría nuevamente en la recesión, lo que tendría un impacto global.

¿Cómo afectaría al dólar en el mercado mundial?

La moneda estadounidense podría perder su sitio como “unidad de cuenta”. Es decir, su uso en las finanzas y comercio mundial.

El dólar estadounidense también podría perder su lugar único en el mundo como su principal «unidad de cuenta», lo que significa que se utiliza ampliamente en las finanzas y el comercio mundial. Sin este estado, los estadounidenses simplemente no podrían mantener su nivel de vida actual, aseguró el investigador Michael Humphreys, del Touro College, a la agencia AP. Esto provocaría la depreciación de la moneda y el aumento de la inflación.

Republicanos Impiden Aprobación de Fondos

Los senadores demócratas no lograron vencer el bloqueo de sus colegas republicanos al proyecto aprobado en la Cámara de Representantes, que habría permitido a la administración disponer de los fondos que necesita para seguir su trabajo más allá del viernes.

A tan solo 4 días para que se agoten los fondos para el funcionamiento del gobierno federal, el Senado no logró este lunes aprobar el proyecto de ley de financiamiento del gobierno que había sido sancionado por la Cámara de Representantes la semana pasada.

En la votación del lunes por la noche, los senadores votaron 50-48 en contra de aceptar el proyecto de ley, muy por debajo de los 60 votos a favor necesarios para proceder. El líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, cambió su «sí» por «no» al final para permitir que los demócratas reconsideren el proyecto de ley más tarde.

Los demócratas no lograron superar el bloqueo de los republicanos, quienes, aunque dicen que desean que la administración siga con sus funciones, rechazan el que se haya incluido una provisión para aumentar el llamado ‘techo’ de la deuda.

«Los demócratas necesitan subir el límite de la deuda por ellos mismos», dijo poco antes de proceder a la votación el líder de la minoría republicana Mitch McConnell, asegurando que no está dispuesto a ayudarlos mientras planean un aumento del gasto en los próximos meses.

McConnell ha dicho que quiere financiar al gobierno y evitar un devastador incumplimiento de la deuda, pero quiere obligar a los demócratas a dividir el paquete en dos y tomar el voto del techo de la deuda aparte.

Pese a lo que dijo el líder republicano, la deuda que está siendo atendida con compromisos ya contraídos por el gobierno (en gobiernos demócratas y republicanos) en el llamado Gran Viejo Partido están vinculando el aumento al plan de los demócratas de autorizar billones de dólares en gastos en programas de redes de seguridad social.

El Departamento del Tesoro ha dicho que se llegará al límite de deuda en algún momento de octubre si no se levanta, y que eso podría desencadenar serios problemas a la economía de Estados Unidos que entraría por primera vez en su historia en cesación de pagos.

Es probable que los demócratas vuelvan a intentarlo antes de la fecha límite del jueves para aprobar un proyecto de ley que financie las operaciones del gobierno después del fin del año fiscal del 30 de septiembre, eliminando el debate sobre el límite de deuda por otro día, más cerca de una fecha límite separada de octubre.

El éxito significaría un logro histórico, si los demócratas pueden hacer que se apruebe el gran proyecto de ley de Biden.

«Me conocen, soy un optimista nato», dijo Joe Biden a los periodistas el lunes, mientras se arremangaba para recibir una inyección de refuerzo de covid-19. «Lo haremos».

El proyecto de ley que los republicanos del Senado rechazaron el lunes por la noche habría financiado las operaciones del gobierno de forma temporal, hasta principios de diciembre, al tiempo que proporcionaría fondos de emergencia para el huracán Ida y otras operaciones de socorro en casos de desastre y para los refugiados afganos tras la guerra de 20 años.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido que, si no se aprueba un nuevo límite de deuda, EEUU podría entrar en suspensión de pagos de la deuda nacional en octubre.

Esta situación sobre el techo de deuda, que lleva a Estados Unidos al abismo cada pocos años, se produce porque el Gobierno gasta mucho más dinero del que obtiene a través de impuestos federales.

Solo en 2021, se estima que el Gobierno incurrirá en unos gastos de 5.8 billones y tendrá 3.5 billones de ingresos, lo que dejará un déficit de 2.3 billones, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.

El Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.