Senado Rechaza Terminar Aranceles

Los republicanos en el Senado de Estados Unidos repelieron el miércoles por poco margen una resolución demócrata que habría bloqueado los aranceles globales anunciados por el presidente Donald Trump a principios de este mes, otorgando al mandatario una modesta victoria mientras los legisladores de ambos partidos se mantienen escépticos respecto a su agenda comercial.

Trump anunció los aranceles generales contra casi todos los socios comerciales de Estados Unidos el 2 de abril, pero se retractó unos días después tras un colapso del mercado, y suspendió dichos impuestos por 90 días.

Y en medio de la incertidumbre tanto para los consumidores como para las empresas estadounidenses, el Departamento de Comercio informó el miércoles que la economía de Estados Unidos se contrajo 0,3% de enero a marzo, la primera caída en tres años.

La votación de 49-49 en el Senado se produjo semanas después de que la cámara alta aprobara una resolución que habría frustrado la capacidad de Trump para imponer aranceles a Canadá. Esa medida fue aprobada 51-48 con los votos de cuatro senadores republicanos: Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska, y Mitch McConnell y Rand Paul de Kentucky. Pero McConnell —quien ha sido muy crítico con los aranceles pero no había dicho cómo votaría— y el senador demócrata Sheldon Whitehouse estuvieron ausentes el miércoles, negando a los demócratas los votos necesarios para la aprobación.

Los demócratas dijeron que su objetivo principal era dejar constancia de la posición de los republicanos y tratar de reafirmar los poderes del Congreso.

“El Senado no puede ser un espectador pasivo en la locura de los aranceles”, afirmó el senador Ron Wyden, uno de los principales patrocinadores de la resolución.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que las desalentadoras cifras económicas deberían ser una “llamada de atención” para los republicanos.

Cautelosos de una reprimenda a Trump, los líderes del Partido Republicano alentaron a su conferencia a votar contra la resolución, aun cuando muchos de ellos siguen sin estar convencidos sobre los aranceles. El vicepresidente JD Vance asistió a un almuerzo del Partido Republicano del Senado el martes con el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, quien aseguró a los senadores que el gobierno está avanzando hacia acuerdos comerciales con países individuales.

Collins dijo antes de la votación que cree que la resolución demócrata es demasiado amplia, pero la apoyaba porque envía un mensaje de que “realmente necesitamos ser mucho más selectivos al imponer estos aranceles y no tratar a aliados como Canadá de la misma manera que tratamos a adversarios como China”.

Pero algunos republicanos argumentaron que la votación era una maniobra política.

Los demócratas dicen que el hecho de que los republicanos no planten cara a Trump podría tener consecuencias graves. “Lo único que han logrado los aranceles de Donald Trump es aumentar las probabilidades de recesión y enviar los mercados a una espiral descendente”, afirmó Schumer. “Hoy, tienen que elegir: quedarse con Trump o apoyar a sus estados”.

La resolución demócrata forzó una votación bajo un estatuto que les permite intentar terminar con la emergencia económica nacional que Trump utilizó para imponer los aranceles.

La senadora Elizabeth Warren la calificó como una emergencia “falsa” que Trump está usando para imponer sus aranceles “intermitentes, de luz roja, luz verde”.

Los aranceles “están empujando nuestra economía al borde del abismo”, indicó Warren.

El presidente republicano ha dicho que sus aranceles no provocarán una recesión y su gobierno se ha centrado en China, aumentando los aranceles sobre los productos chinos al 145% incluso mientras pausa los demás. Dijo a su gabinete el miércoles por la mañana que, como consecuencia de los aranceles, China estaba “teniendo tremendas dificultades porque sus fábricas no están haciendo negocios”.

Trump afirmó que Estados Unidos realmente no necesita importaciones del principal fabricante del mundo. “ Tal vez los niños tendrán dos muñecos en lugar de 30 muñecos ”, comentó. “Así que tal vez los dos muñecos costarán un par de dólares más de lo que costarían normalmente”.

Congreso Fracturado No Puede con Temas

La Cámara de Representantes no pudo llevar a juicio político a Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Un paquete de seguridad fronteriza fracasó de inmediato en el Senado. Y la ayuda para Ucrania en la guerra contra Rusia sigue persistentemente estancada.

El fracturado Congreso de Estados Unidos fracasó rotundamente esta semana luego de que los republicanos, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, se sublevaron de formas nuevas e inimaginables en contra de su propia agenda. Los legisladores volverán a intentar conjuntar todo de nuevo… y podrían empezar la próxima semana.

“En estos momentos priva la oclocracia en el Congreso… y estoy lista para la oclocracia… pero ésa no es la manera de gobernar”, dijo la representante republicana Victoria Spartz.

En sólo un lapso de 48 horas fue posible ver un espectacular nivel de disfunción, incluso para un Congreso que ya ha establecido nuevos estándares en lo que respecta a disputas internas, desorganización y caos después de la elección histórica el año pasado —y posterior destitución— del presidente de la cámara baja, el republicano Kevin McCarthy.

Eso muestra qué tan profundamente el Partido Republicano —bajo la gestión del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y del líder del Senado, Mitch McConnell— se ha ido alejando, ya sea por elección o por la fuerza, de su papel tradicional como socio de trabajo en el sistema bipartidista del país, hasta asumir un nuevo papel que está arraigado en la visión que el expresidente Donald Trump tiene sobre el partido.

Dos dramáticas escenas consecutivas esta semana —una sesión a puertas cerradas el lunes por la noche en la que privaron los gritos entre senadores republicanos que pusieron a prueba la cada vez más frágil autoridad de McConnell, y otra sesión el martes en la que Johnson presidió desanimado los fracasos de una cámara que no pudo controlar— proporcionaron nuevo material para los libros de historia.

“La política solía ser el arte de lo posible. Ahora es el arte de lo imposible”, dijo el senador republicano Mitt Romney, nominado presidencial del partido en 2012.

“Vamos a presentar propuestas imposibles de aprobar para que podamos decirle a nuestros electores: ‘Vean cómo luchamos por ustedes’”, comentó Romney al explicar la mentalidad actual. “Hemos pasado de lo sublime a lo ridículo”.

Existe una enorme incertidumbre respecto a cuáles serán los siguientes pasos mientras la desorganización revitaliza a una generación envalentonada de legisladores derechistas aliados a Trump, los cuales están ansiosos por impulsar su agenda emergente a pesar de que el hecho de que los republicanos tengan la mayoría en la Cámara de Representantes por un margen mínimo obliga a Johnson a aliarse con los demócratas para tener cualquier esperanza de hacer avanzar la mayor parte de los temas de mayor relevancia.

Se prevé que la cámara baja intente nuevamente llevar a Mayorkas a juicio político, posiblemente la próxima semana, si es que los republicanos pueden sumar votos con respecto a lo que en esencia fue un empate en la votación del martes.

La representante Marjorie Taylor Greene, quien encabezó el intento de destituir a Mayorkas, está decidida a conseguirlo mientras los republicanos reprochan la manera en que el gobierno federal ha abordado un repunte histórico de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.

“Es una época descabellada”, dijo el representante Hal Rogers, quien a sus 86 años es el decano de la Cámara de Representantes al ser el integrante de mayor experiencia, mientras volvía a Washington para la votación de juicio político luego de resultar lesionado en un accidente vial.

“Esperaba algo mejor”, reconoció.

Mayorkas, quien enfrenta dos cargos de juicio político por acusaciones de rehusarse a cumplir con las leyes de inmigración y abusar de la confianza del público, aseguró que los cargos son infundados.

“Estoy concentrado en el trabajo”, dijo Mayorkas en una conferencia de prensa en Las Vegas, en donde su agencia coordina la seguridad para el Super Bowl.

A los republicanos les faltó un voto para iniciar el proceso de juicio político, no sólo porque tres legisladores republicanos discreparon, sino también porque un demócrata, el representante Al Green, sorprendió a sus colegas al dejar su cama de hospital tras una cirugía para acudir a la votación, con lo que inclinó la balanza.

Es el tipo de error de cálculo que muchos expertos del Congreso aseguran que rara vez hubiera ocurrido, si acaso, durante el liderazgo de la demócrata Nancy Pelosi al frente de la cámara baja.

Para reforzar sus filas, los representantes republicanos cuentan ya sea con ganar una elección especial para reemplazar al destituido representante republicano George Santos en Nueva York, o esperar a que el líder de la mayoría, Steve Scalise, regrese a Washington después de recibir tratamiento contra el cáncer.

“Son incapaces de respaldar nada que no sea el extremismo”, dijo la jefa de la bancada demócrata, la representante Katherine Clark.

En el Senado, McConnell enfrentó una rebelión por separado debido a un paquete de seguridad fronteriza al que accedió a regañadientes, ello con el fin de apaciguar las demandas de los derechistas de vincular la ayuda de seguridad nacional para Ucrania con un acuerdo negociado sobre migración casi imposible de alcanzar políticamente.

En cuanto se dio a conocer, el paquete bipartidista se topó con una férrea oposición de algunos republicanos, encabezados por el senador Mike Lee, el senador Ted Cruz y otros, lo que obligó a McConnell a dar un súbito giro de 180 grados para dejar de lado el intento.

Fue la segunda vez que McConnell —defensor de la asistencia a Ucrania— se ha visto obligado a dar marcha atrás, tal como sucedió a finales del año pasado cuando los senadores republicanos rechazaron su recomendación y se rehusaron a enviar más ayuda al extranjero.

“Es momento de desmantelar La Firma”, dijo Lee en redes sociales, refiriéndose a McConnell y al líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Los republicanos archivaron el paquete fronterizo el miércoles en una votación que siguió las líneas partidistas, aunque los senadores iniciaron el debate de un paquete más chico por 95.000 millones de dólares para Ucrania, Israel, Taiwán y otros aliados. Sin embargo, su aprobación sigue siendo incierta.

Trump, expresidente y favorito a obtener la nominación presidencial por el Partido Republicano, movió los hilos a distancia y celebró que el paquete fronterizo se viniera abajo, diciendo que era la muerte de la “iniciativa de ley más tonta que haya visto”. Aprovechó para arremeter contra McConnell, quien es uno de los pocos miembros de la cúpula republicana que aún no respalda su intento por volver a la Casa Blanca.

McConnell y Trump no han cruzado palabra desde diciembre de 2020, una vez que quedó claro que Joe Biden había ganado la contienda presidencial y que Trump había perdido. En un discurso inusualmente mordaz después del ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio federal, McConnell atribuyó la insurrección exclusivamente a Trump por difundir “disparatadas” afirmaciones de que las elecciones habían sido robadas, lo que provocó el distanciamiento de ambos, que en ocasiones habían sido aliados.

Ahora, sin llamar a Trump por su nombre, McConnell dice que apoyará al eventual nominado a la presidencia por el Partido Republicano, aunque está claro que la relación entre ambos está deteriorada.

La senadora demócrata Patty Murray le ruega a sus colegas que entiendan la magnitud de lo que está en juego, criticando a los republicanos por aliarse nuevamente con Trump después de que “todos nosotros tuvimos que salir huyendo o atrincherarnos en nuestras oficinas” durante el asalto del 6 de enero perpetrado por una turba de simpatizantes de Trump.

“¿Qué caso tiene ser senador si permiten que Donald Trump tome todas las decisiones por ustedes?”, preguntó.

Cory Mills, representante republicano en su primer periodo, reconoció que los reveses de esta semana no fueron la razón por la que acudió al Congreso tras desarrollar una carrera militar.

Pero al salir del Capitolio el miércoles declaró: “Definitivamente estamos viendo un cambio en la política”.

Mills, simpatizante de Trump, explicó cómo este Congreso “pasó de ser de la vieja escuela” a una “agenda de Estados Unidos primero”, refiriéndose a la postura de Trump.

“No hemos terminado de luchar”, comentó Mills. “Pienso que la próxima semana habrá algo completamente nuevo”.

Nueva Propuesta Para Cerrar Frontera Aparece en el Senado

El proyecto plantea dos cambios clave en la ley migratoria: limitar el uso del ‘parole’ por parte de los migrantes que llegan a la frontera y permitir que el presidente pueda ‘cerrarla’ en ciertos casos cuando el flujo migratorio es fuerte. Pero su futuro es incierto porque afronta fuerte escepticismo.

Tras meses de negociaciones, un grupo bipartidista de senadores reveló este domingo un esperado proyecto de ley de $118,000 millones que propone endurecer la política de seguridad fronteriza a cambio de dar más ayuda a Ucrania e Israel. Esto en medio de un fuerte escepticismo republicano y del futuro incierto que tendría la iniciativa en la Cámara Baja, donde el republicano Mike Johnson dijo que no sería considerada.

El proyecto plantea dos cambios clave en la política migratoria: limitar el uso del ‘parole’ por parte de los migrantes que llegan a la frontera y permitir que el presidente pueda ‘cerrarla’ en ciertos casos cuando el flujo migratorio es alto.

Y cuenta con «el fuerte apoyo» del presidente Joe Biden, quien este mismo domingo urgió la aprobación de lo que describió como un plan que «incluye las reformas fronterizas más duras y justas en décadas».

En medio de la expectativa, la senadora independiente de Arizona Kyrsten Sinema había desvelado más temprano lo que contendría el proyecto en el programa Face the Nation, sobre todo detalles de los potenciales cambios migratorios. Habló sobre el fin de la práctica conocida en inglés como ‘catch and release’, que permite a las autoridades federales poner en libertad condicional a migrantes que piden asilo en la frontera y refiere sus casos a los tribunales de inmigración para que un juez decida su futuro en Estados Unidos.

«Hemos visto las imágenes en televisión de lo que ocurre en Lukeville, Arizona, y en el sur de Texas, donde un gran número de migrantes han llegado a la frontera y son procesados y de cierta manera liberados en el país, algunos con una citación con la que podrían ver a un juez en cinco, siete, 10 años (…) Nuestra (propuesta de) ley pone fin a eso y pone fin a la práctica del ‘catch and release'», dijo Sinema, que estuvo involucrada en las negociaciones al respecto.

De acuerdo con lo explicado por Sinema, cuando un migrante llegue a la frontera en busca de asilo se enfrentará a dos situaciones si es que prospera tal como fue redactado el proyecto de ley en el Senado y en la Cámara de Representantes.

Se les pondrá bajo custodia y se le entrevistará para determinar si cumplen con los requisitos de asilo. Si no cumplen con ellos serán devueltos a sus países, abundó.

«Para los que no podamos detener, como las familias, nos aseguraremos de que los supervisemos por el transcurso de solo tres meses y realizaremos la entrevista con nuevos estándares más rigurosos, que requerirán que muestren de forma más temprana si califican o no para el asilo», agregó.

Sobre el ‘cierre’ de la frontera en casos de un fuerte flujo de migrantes

El proyecto también fija que alcanzado cierto número de migrantes que arriban a la frontera en busca de asilo, el gobierno federal tendrá autoridad para ‘cerrarla’.

«Cuando mucha gente llega a la frontera, pidiendo venir en busca de asilo, ahora (con el proyecto de ley) exigimos que el gobierno ‘cierre’ la frontera si ese número llega a 5,000 al día», durante varios días consecutivos, dijo Sinema más temprano.

«Pero permitimos (dentro de la propuesta de ley) que el gobierno ‘cierre’ la frontera cuando (ese número) sea de solo 4,000 llegadas al día. Y la razón por la que lo hacemos es porque queremos tener la capacidad de ‘cerrar’ el sistema cuando se sature», agregó.

Algunas personas sí podrán pedir asilo en los puertos de entrada en ocasiones en lo que eso pueda ocurrir, si es que el proyecto es aprobado en el Congreso.

Esta propuesta en el Senado que tanta expectativa ha generado es la mejor oportunidad que tiene el presidente Biden de dar más ayuda a Ucrania, un objetivo de política exterior clave que comparten el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y su par republicano, Mitch McConnell. Se espera que el Senado realice un ‘voto de prueba’ esta semana, posiblemente el miércoles, pero la iniciativa ya se ha topado con la oposición de conservadores.

Y, en la víspera, el líder republicano en la Cámara Baja, Johnson, dijo que ese cuerpo no verá con rapidez esta iniciativa y que se concentrará en un proyecto de ley que solo contempla la ayuda a Israel en medio de su guerra con el grupo militante Hamas en Gaza.

Miles de nuevos funcionarios para evaluar los casos de asilo

El proyecto de ley incluye la contratación de miles de nuevos funcionarios para evaluar las solicitudes de asilo, así como cientos de agentes de la Patrulla Fronteriza. También dinero para refugios y servicios en ciudades de todo Estados Unidos que han tenido dificultades para hacer frente a la afluencia de inmigrantes en los últimos meses.

Los senadores ultimaron la propuesta sobre la frontera el viernes, pero otras partes del paquete, como la ayuda a los aliados de Estados Unidos, las inversiones en capacidad de fabricación de material de defensa y la ayuda humanitaria para las personas atrapadas en los conflictos de Gaza y Ucrania, continuaron siendo negociadas hasta este domingo.

En un intento de superar la oposición de los republicanos de la Cámara de Representantes, Mitch McConnell había insistido el año pasado en que se incluyeran cambios en la política fronteriza en el paquete de financiación de la seguridad nacional.

Sin embargo, en un cambio de rumbo electoral en materia de inmigración, Biden y muchos demócratas han abrazado la idea de una aplicación estricta de la ley en la frontera, mientras que Donald Trump y sus aliados han criticado las medidas propuestas por considerarlas insuficientes.

Biden, dijo la semana pasada que de tener la autoridad, la usaría para «cerrar la frontera» en cuanto el proyecto de legislación se convierta en ley. Mientras que sus opositores han argumentado que los presidentes ya tienen suficiente autoridad para frenar los cruces fronterizos ilegales, una postura que garantizaría que la inmigración siga siendo un tema importante en las elecciones presidenciales.

Grupo Bipartidista de Senadores Logran Acuerdo Sobre Armas

Un grupo bipartidista de senadores anunció este domingo un acuerdo de principio para la legislación sobre la seguridad de las armas, que incluye “recursos de salud mental necesarios, mejora la seguridad escolar y el apoyo a los estudiantes, y ayuda a garantizar que los delincuentes peligrosos y los que son declarados enfermos mentales no puedan comprar armas”, informaron en un comunicado.

Cabe destacar que el anuncio incluye el apoyo de 10 senadores republicanos, lo que le daría a la propuesta suficiente apoyo para superar el obstruccionismo del Senado. El acuerdo es significativo dado lo divididos que han estado los legisladores sobre el tema de las armas, pero el texto legislativo real aún no está escrito.

La propuesta incluye apoyo para órdenes de intervención de crisis estatales, financiamiento para recursos de seguridad escolar, un proceso de revisión mejorado para compradores menores de 21 años y multas por compras falsas.

De manera crítica, la legislación incluye una llamada disposición de alerta temprana, en la que el gobierno proporciona «recursos a los estados y comunidades para crear y administrar leyes que ayuden a garantizar que las armas mortales se mantengan fuera del alcance de las personas que un tribunal ha determinado que son un importante peligro para ellos mismos o para otros», según el comunicado. La propuesta también incluiría «grandes inversiones para aumentar el acceso a programas de salud mental y prevención del suicidio; y otros servicios de apoyo disponibles en la comunidad, incluida la intervención y recuperación de crisis y trauma».

Además, la legislación proporcionaría recursos «para expandir la salud mental y los servicios de apoyo en las escuelas, incluidos: programas de identificación e intervención temprana y servicios integrales y de salud mental en las escuelas».

El grupo en el comunicado incluye a los senadores republicanos John Cornyn de Texas, Thom Tillis y Richard Burr de Carolina del Norte, Roy Blunt de Missouri, Bill Cassidy de Luisiana, Susan Collins de Maine, Lindsey Graham de Carolina del Sur, Rob Portman de Ohio, Mitt Romney de Utah y Pat Toomey de Pennsylvania. Los senadores demócratas en el lanzamiento incluyen a Kyrsten Sinema y Mark Kelly de Arizona, Chris Murphy y Richard Blumenthal de Connecticut, Cory Booker de Nueva Jersey, Chris Coons de Delaware, Martin Heinrich de Nuevo México, Joe Manchin de West Virginia y Debbie Stabenow de Michigan. También incluye al senador Angus King de Maine, un independiente que se reúne con los demócratas.

Biden dice que el acuerdo «refleja pasos importantes en la dirección correcta»
El presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo este domingo que el acuerdo “no hace todo lo que creo que se necesita, pero refleja pasos importantes en la dirección correcta”.

Si se aprueba, escribió Biden, el acuerdo marcaría «la legislación de seguridad de armas más importante aprobada por el Congreso en décadas», y agregó: «Con apoyo bipartidista, no hay excusas para la demora y no hay razón por la que no deba avanzar rápidamente en el Senado y la Cámara de Representantes».

«Cada día que pasa, mueren más niños en este país: cuanto antes llegue a mi escritorio, más rápido podré firmarlo y pronto podremos usar estas medidas para salvar vidas».

Biden también agradeció a Murphy, quien dirigió las negociaciones para los demócratas, así como a Cornyn, Sinema y Tillis.

Los líderes del Senado reaccionan

«Los principios que anunciaron hoy muestran el valor del diálogo y la cooperación», dijo en un comunicado el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, de Kentucky. «Sigo esperando que sus discusiones produzcan un producto bipartidista que logre avances significativos en temas clave como la salud mental y la seguridad escolar, respete la Segunda Enmienda, gane un amplio apoyo en el Senado y marque una diferencia para nuestro país».

El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que presentaría un proyecto de ley «lo antes posible».

“Después de una ola implacable de suicidios y homicidios relacionados con armas de fuego, incluidos tiroteos masivos, el Senado está listo para actuar con reformas de sentido común para proteger a los estadounidenses donde viven, donde compran y donde aprenden”, dijo el demócrata de Nueva York. «Debemos actuar con rapidez para hacer avanzar esta legislación porque si se puede salvar una sola vida, vale la pena el esfuerzo».

Las conversaciones continuaron todo el fin de semana
Aún así, el acuerdo sería significativo dado lo divididos que han estado los legisladores sobre el tema de las armas, incluso después de una serie de tiroteos masivos devastadores, incluido uno que mató a 19 niños y dos maestras en una escuela primaria en Uvalde, Texas.

Una fuente con conocimiento de las discusiones dijo que los negociadores esperaban que 10 senadores republicanos firmaran el acuerdo antes de que se anunciara, para demostrar que pueden superar el umbral de obstruccionismo de 60 votos. Actualmente, el Senado está dividido equitativamente entre las conferencias demócrata y republicana con 50 escaños cada una.

Los cuatro principales negociadores del Senado (Murphy, Sinema, Cornyn y Tillis) mantuvieron conversaciones durante todo el fin de semana para definir los detalles finales y también han estado en conversaciones con un grupo bipartidista más grande de negociadores.

La Cámara de Representantes votó 223-204 la semana pasada para aprobar un amplio paquete de legislación de control de armas llamado Ley de Protección de Nuestros Niños. Sin embargo, no se espera que la medida sea aprobada por el Senado, en medio de la oposición generalizada del Partido Republicano a un control de armas más estricto.

La aprobación de la legislación en la Cámara tuvo lugar horas después de una emotiva audiencia sobre la violencia armada en la que las familias de las víctimas pidieron más medidas.

El representante demócrata Jamie Raskin de Maryland elogió este domingo a los negociadores del Senado antes del anuncio por su trabajo en la legislación, pero no llegó a expresar su apoyo al próximo paquete.

«Bueno, ciertamente lo votaríamos y trabajaríamos en él», dijo en «State of the Union» cuando se le preguntó si votaría por el proyecto de ley, y agregó: «Se mueve en la dirección correcta. Estamos contentos de que el Senado esté finalmente despierto sobre esto».

La representante Alexandria Ocasio-Cortez, una demócrata progresista de Nueva York, dijo más tarde en el mismo programa que estaría dispuesta a apoyar la legislación «si damos un verdadero paso pequeño, no una especie de distracción, creo, de la solución». Hizo hincapié en que incluir una disposición para la verificación de antecedentes es fundamental.

«Sabes, creo que, si podemos obtener verificaciones de antecedentes, mi esperanza… mi esperanza es que sea un sí» a la legislación, dijo Ocasio-Cortez.

Demócratas intentarán en abril último esfuerzo por aprobar la reforma migratoria

La promesa de reforma migratoria hecha por el presidente Joe Biden se desvanece en el Senado, al tiempo que pasan los meses y se acercan las elecciones de medio término del primer martes de noviembre cuando los electores acudan a las urnas para renovar la Cámara de Representantes y un tercio de la Cámara Alta.

Tras la aprobación en marzo del año pasado de dos proyectos de ley bipartidistas en la Cámara Baja, que incluyeron un camino a la ciudadanía para unos 7 millones de indocumentados, el debate se detuvo en el Senado.

Para aprobar una ley se necesitan 60 votos y tanto demócratas como republicanos tienen 50 cada uno. El empate lo rompe la vicepresidenta Kamala Harris y los republicanos se oponen a la reforma migratoria mientras persista, dicen, la crisis en la frontera con México.

Al no contar con apoyo de la oposición los demócratas echaron mano a una vieja herramienta legislativa conocida como paquete de reconciliación para aprobar el paquete de gastos, que tampoco cuenta con votos republicanos.

“Es aquí donde se busca incluir la legalización de millones de indocumentados”, dice Lia Parada, directora de asuntos legislativos de Immigration Hub, organización que asesora al senador Charles Schumer (Demócrata por Nueva York y líder de la Cámara Alta) en el tema de la reforma migratoria.

Pero para hacer realidad la reforma migratoria, primero debe aprobarse la ley de gasto social y luego incluir una enmienda migratoria.

Obstáculo no previsto

No solo el voto de Manchin detuvo los planes. Para poder incluir la enmienda migratoria en el paquete de gasto social (presupuesto), el liderazgo necesita la aprobación por parte de la principal asesora del Senado (Parlamentarian), la abogada Elizabeth MacDonough.

MacDonough, de afiliación demócrata, ha rechazado en tres ocasiones similar número de intentos para agregar la legalización de millones de indocumentados en el proyecto de gasto social entre los meses de septiembre y diciembre del año pasado.

El tercer intento consistía en otorgar una acción diferida de deportación por 10 años a unos 7 millones de indocumentados, además de un permiso de trabajo renovable.

El plan fue denominado Plan C. Pero MacDonough dijo que la “política de libertad condicional propuesta (acción diferida de deportación, beneficio similar a DACA y TPS) no es muy diferente en su efecto a las propuestas anteriores (los llamados ‘Planes A y B’) que hemos considerado (en el mes de septiembre)”.

Añadió que la propuesta “aumentaría el déficit en $131,000 millones durante 10 años (tiempo que dura el programa) y crea una clase de personas elegibles (aquellas que han estado en el país durante 10 años o más) que calificarán para una concesión de libertad condicional en el lugar (dentro de Estados Unidos)”.
El Plan A era similar al aprobado en marzo del 2021 por la Cámara Baja, que incluyó un camino a la ciudadanía para dreamers, titulares de TPS, trabajadores esenciales y trabajadores del campo. El Plan B, en cambio, consistía en mover la fecha de la Ley del Registro que data de 1986.

Esta política permite que indocumentados que están en Estados Unidos desde el 1 de enero de 1972 califican para la residencia legal permanente. Los demócratas solicitaron modificarla al 1 de enero der 2010.

El plan de abril

“En este momento están enfocados e responder a la crisis de Ucrania y apoyarlos”, dice Parada. “Pero esperamos que en abril pueda haber una apertura con el proceso de reconciliación”, agrega.

Immigration Hub dice que todos los planes apuntan a que el tema de inmigración “sea marte de este paquete” y confían en que, al final del día, “se llame a un voto para aprobar el plan de gastos con la enmienda de inmigración”.

La oficina del Senador Bob Menéndez (Demócrata por Nueva Jersey) confirmó los planes y dijo que “esperamos incluir el tema del camino a la ciudadanía para dreamers, titulares de TPS, trabajadores esenciales y trabajadores del campo”, similar a lo que aprobó la Cámara de Representantes el 18 de marzo del año pasado.

Si bien el plan fue desestimado por MacDonough a mediados de septiembre, fuentes demócratas consultadas por Univision Noticias señalaron que, se reabrirse el debate, la bancada avanzará en el debate sin tener en cuenta la opinión de la Parlamentarian. Para ello, sin embargo, necesitan la totalidad de los 50 votos demócratas.

“Por ahora no sabemos si el Senador Manchin apoya el paquete entero de inmigración. Pero vamos a seguir avanzando hasta el último momento”, dijo Parada.

Campaña paralela

Mientras tanto, los demócratas tanto de la Cámara de Representantes como del Senado siguen adelante con una campaña paralela que consiste en enviar cartas a la Administración de Biden y al presidente, pidiéndoles acciones ejecutivas para aliviar el futuro inmediato de cientos de miles indocumentados.

En los últimos dos meses, tanto senadores como legisladores y grupos que defienden los derechos de los inmigrantes y abogados, han solicitado a la Casa Blanca y diversas secretarías de estado, por ejemplo, que pongan fin al Título 42 del Código de Estados Unidos, que aprueben fondos para darle ayuda legal a indocumentados de proceso de deportación, que frenen el arresto de indocumentados, que cierren centros de detención y/o no expandan sus capacidades de encierro, que cancelen el Programa de protección del Migrante (MPP) y se respete el debido proceso migratorio en la frontera con México, entre otros.

“Vamos a seguir montando esta campaña a favor de beneficios para indocumentados, trabajadores esenciales, dreamers y trabajadores del campo”, reiteró Parada.

“Al tiempo que trabajamos por el camino a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados, a la misma vez le decimos al presidente, por ejemplo, que expanda los TPS para proteger a un mayor numero de personas”, indicó.
“Las cartas son un proceso paralelo. No podemos darnos por vencidos”, apuntó.

Fracasa Intento de Ley Electoral en el Senado

Los demócratas pierden la votación y recurren a “la opción nuclear” para deshacerse de la necesaria mayoría cualificada de tres quintos

Por quinta vez en los últimos seis meses, la bancada republicana votó de forma monolítica contra el intento demócrata de aprobar un proyecto de ley sobre la legislación del derecho al voto. Se necesitaba la cifra mágica de 10 senadores republicanos para alcanzar los deseados 60 votos que impone el arcaico filibusterismo para aprobar una norma por mayoría cualificada. Ni un solo senador republicano dio ese paso al frente. Para hacer posible, pero a la vez enredar más la explicación y el desarrollo de los acontecimientos, el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, cambió su voto y se pronunció en contra de su propio partido para forzar así una nueva votación esta misma noche. El resultado fue 49-51.

La vicepresidenta Kamala Harris se encontraba en el Senado. Hasta allí se había desplazado por si era necesario su voto de calidad para inclinar la balanza del lado de los demócratas. No fue necesario. Primero porque Schumer cambió de filas. Segundo porque no era suficiente para tumbar el muro de los 60. “El presidente y yo no vamos a tirar la toalla respecto a este tema”, declaró Harris. “Este tema es fundamental para nuestra democracia”.

Como declaración de intenciones es irreprochable. Y sin embargo, por mucho que el presidente de EE UU, Joe Biden, exprese el peligro que supone que casi 20 Estados de la Unión hayan manoseado sus reglamentos estatales para hacer más difícil el acceso al voto de las minorías, sobre todo la población negra americana, la división partidista refleja con total claridad que no existe margen para hacer realidad la necesitada reforma.

La legislación que se sometió a voto combinaba disposiciones clave de dos proyectos de ley: la Ley de Libertad para Votar y la Ley de Avance de los Derechos Electorales de John Lewis. Bien claro tenía Schumer lo que estaba por pasar cuando al iniciarse el debate reconocía que el proyecto tenía pocas probabilidades de salir adelante. Como el mejor de los generales que sabe cómo acabará el combate pero está obligado a dar la batalla, Schumer declaraba que “los ojos de la nación están pendientes de lo que suceda aquí esta semana”.

Lo sucedido es una repetición en bucle que esta noche intentará modificarse para cambiar el final al plantear a votación una normativa que circunvale la necesidad de la mayoría cualificada, conocida como “la opción nuclear”, se traduce en cambiar temporalmente las reglas del Senado, ignorando las objeciones de la minoría a un proyecto o un nombramiento y permitir que pueda aprobarse por mayoría simple.

Pero entonces, los demócratas, además de ver los colmillos de los republicanos se enfrentarán a dos disidentes dentro de sus filas, la senadora de Arizona Kyrsten Sinema y el senador de Virginia Occidental Joe Manchin. Ambos políticos han dejado clara su postura desde que se planteó suprimir el filibusterismo, no importa cómo lo maquillen, ninguno de los dos votará a favor, ya que son conscientes de que es un caballo de Troya.

El controvertido proyecto de ley ampliaría el acceso al voto en un país que tras el paso de Donald Trump por la Casa Blanca ha visto cómo retrocedían los derechos de las minorías. La reforma restauraría las disposiciones clave de la Ley de Derechos Electorales de 1965, normativa que fue posible debido a la movilización de Luther King y el entonces presidente Lyndon Johnson en 1965. La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley la semana pasada con solo el respaldo demócrata, y ahora enfrenta el gran -y casi imposible- desafío para aprobarlo en el Senado. El texto actual establecería, además, que el día de las elecciones sea festivo a nivel nacional, lo que podría aumentar la participación. En EE UU se vota siempre en el primer martes después del primer lunes de noviembre, un día laborable que dificulta acudir a las urnas.

Senado Apreuba Proyecto de Biden de Infraestructura

El Senado de EE.UU. aprobó un paquete bipartidista histórico de US$ 1,2 billones para apuntalar la infraestructura en ruinas de la nación con fondos para prioridades como carreteras, puentes, ferrocarriles, tránsito y la red eléctrica. La vicepresidenta Kamala Harris anunció la votación final: 69 a 30.

La legislación ahora se dirigirá a la Cámara de Representantes, donde enfrenta un futuro incierto, antes de que pueda enviarse al escritorio del presidente Joe Biden para que se promulgue como ley.

El proyecto de ley, llamado Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura, incluye US$ 550.000 millones en nuevos gastos federales durante cinco años:

Inversión de…

US$ 110,000 millones en carreteras, puentes y grandes proyectos.
US$ 66,000 millones en trenes de pasajeros y carga
US$ 65,000 millones para reconstruir la red eléctrica
US$ 65,000 millones para expandir el acceso a internet de banda ancha
US$ 39,000 millones para modernizar y expandir los sistemas de tránsito
US$ 7,500 millones para construir una red nacional de infraestructura de carga para vehículos eléctricos
US$ 55,000 millones para infraestructura de agua, US$ 15.000 millones de los cuales se destinarán al reemplazo de tuberías de plomo.

Qué sucederá ahora

Es probable que la Cámara de Representantes no acepte el proyecto de ley hasta el otoño boreal. La cámara baja detiene sesiones en el receso de agosto y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha indicado que la cámara no aceptará el proyecto de ley bipartidista hasta que los demócratas del Senado aprueben un paquete separado y más expansivo sin votos republicanos bajo el proceso de reconciliación presupuestaria, una posición que ha recibido críticas de los republicanos y rechazo de algunos demócratas moderados.

Comité Judicial del Senado debatirá planes que incluyen ciudadanía para dreamers, titulares de TPS y campesinos

En una audiencia que tanto demócratas como republicanos tildan de “clave”, senadores discutirán los proyectos de reforma migratoria aprobados por la Cámara de Representantes en marzo. Sin embargo, las bancadas no pueden asegurar si las iniciativas serán enviadas al pleno porque nadie ni nada garantiza que tienen los 60 votos necesarios para ser aprobadas.

En una audiencia que tanto demócratas como republicanos tildan de “clave”, el Comité Judicial del Senado debatirá este martes dos proyectos migratorios aprobados en marzo por la Cámara de Representantes, iniciativas que entre otros beneficios incluyen un camino a la ciudadanía para dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS) y trabajadores agrícolas.

El Senador Dick Durbin (demócrata por Illinois), quien preside el Comité, ha dicho que los proyectos de ley enviados por la Cámara Baja están más cerca que nunca de ser aprobados, a unos cuatro o cinco votos republicanos, pero no hay certeza si los 50 senadores demócratas aprobarán ambas iniciativas cuando se discutan en el pleno.

Para convertirlos en ley, se requiere un mínimo de 60 votos y los demócratas, que tienen control del Senado, solo disponen de 50. Durbin dice tener cinco o seis apoyos republicanos, pero hay al menos cuatro senadores demócratas cuyos votos no están garantizados, siendo ellos Joe Manchin (West Virginia), Jon Tester (Montana), y los senadores por Arizona Kyrsten Sinema y Mark Kelly.

Sinema, junto con el senador republicano John Cornyn (Texas), presentó en abril un proyecto para responder a la crisis en la frontera. Si bien la iniciativa no tiene votos suficientes para ser aprobada, se ha convertido en un factor de negociación clave para ambos partidos.

Los planes de la Cámara

El 18 de marzo, la Cámara de Representantes aprobó, con apoyo bipartidista, dos iniciativas de ley que regularizan la permanencia de entre 2 y 3 millones de dreamers, beneficiarios del TPS y trabajadores del campo, quienes recibirían una residencia provisional condicionada por 10 años al término de los cuales podrán solicitar la Residencia Legal Permanente (Green Card o tarjeta verde).

Cinco años después serán elegibles para convertirse en ciudadanos estadounidenses por naturalización.

Ambos proyectos forman parte de un plan de reforma migratoria integral propuesto por el presidente Joe Biden en enero, que incluye un camino a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

Debido a que el proyecto se estancó en los debates preliminares, la Cámara de Representantes, con el respaldo de la Casa Blanca, cambió de estrategia optó por mover los planes sobre dreamers, TPS y campesinos, y dejar para más adelante la discusión sobre el futuro del resto de indocumentados.

Qué dicen los demócratas

Fuentes demócratas familiarizadas con las discusiones, pero que no están autorizadas para hablar sobre el tema púbicamente, dijeron que las negociaciones en el Comité Judicial han mostrado algún avance. Sin embargo, advierten que el escenaro a corto y mediano plazo es “complejo”.

También mencionan que la Casa Blanca debe dividir la inversión de capital político en el plan de infraestructura del presidente, cuyas negociaciones se encuentran en un impasse, y la reforma migratoria.

La estrategia apunta que la prioridad se enfoca en el proyecto de infraestructura de 2.3 billones de Biden, y que una o las dos iniciativas migratorias aprobadas por la Cámara Baja se unifiquen y se incluyan como enmienda en el ambicioso plan del mandatario.

“Todo está en conversaciones”, dijo la fuente. E indicó que en la audiencia del martes el Comité Judicial tratará de esclarecer el escenario para ambos planes.

Qué dicen los republicanos

El sector conservador del Partido Republicano mantiene su postura. “No habrá votos mientras no se solucione la crisis en la frontera”, dijo una fuente que pidió mantener su nombre en el anonimato.

Agregó que en múltiples ocasiones “Durbin ha prometido una reforma migratoria bipartidista, pero a la misma vez él y su partido (demócrata) en la Cámara y el Senado están actuando de manera unilateral en este y otros temas”.

Por aparte, el sector moderado republicano cifra esperanzas en que al final del día “podamos trabajar juntos (ambos partidos) en un proyecto que beneficie a millones de indocumentados».

“En nuestra opinión, existe una ventana para que haya apoyo republicano para un plan migratorio que tenga que ver con dreamers, TPS y trabajadores agrícolas”, dice Wadi Gaytán, portavoz de La Iniciativa Libre, un grupo conservador que se define como una organización de base no partidista y sin fines de lucro que promueve los principios y valores de la libertad económica para empoderar a la comunidad hispana en Estados Unidos.

“A la misma vez, vemos que parte de esa ventana tiene que incluir el plan de los senadores Sinema y Cornyn sobre la seguridad y emergencia en la frontera”, agrega, proyecto de ley que los demócratas por ahora no mencionan.

Gaitán dijo que el citado proyecto “crea una oportunidad para más jueces, hace un sistema de asilo mas eficaz y eficiente, y entonces opinamos que las conversaciones que están ocurriendo con los senadores Durbin y (Lindsey) Graham (republicano por Carolina del Sur) sean productivas”.

En 2013, Durbin y Graham integraron el denominado Grupo de los Ocho que redactó el plan de reforma migratoria S.744, que incluyó un camino a la legalización para la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país. El proyecto, sin embargo, fue frenado por el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes bajo el argumento de la seguridad nacional.

Qué dicen los dreamers

Los soñadores, jóvenes indocumentados que ingresaron antes de cumplir 16 años a Estados Unidos y se les conoce como dreamers, dicen que la audiencia de este martes les permitirá conocer quién apoya las iniciativas de ley enviadas por la Cámara de Representantes y quiénes no.

“Vamos a conocer de qué lado están los legisladores”, dice José Muñoz, vocero de United We Dream (UWD), una de las principales organizaciones de dreamers del país”.

“Hemos sabido que muchos de ellos (republicanos) han dicho muchas veces que ‘necesitamos pasar una ley para proteger a los DACA’, pero aunque dicen que nos quieren ayudar no han dado su aporte para convertir en ley una iniciativa”, agregó.

Muñoz dice, además, que “si no lo hacen esta vez, nuevamente van a colocar a miles en el banquillo de las deportaciones. Ellos tienen el poder para hacerlo. Y si no lo hacen, confiamos en que el liderazgo demócrata utilizará el proceso de reconciliación”.

Aniversario de DACA

La audiencia de este martes coindice con el 9º Aniversario de la Acción Ejecutiva de 2012 para los llegados en la infancia firmada por el entonces presidente Barack Obama, programa que difirió la deportación de unos 800,000 mil dreamers y les otorgó un permiso de trabajo temporal renovable.

“También recordamos en este Aniversario que el programa DACA pende de la decisión de una corte federal de Texas”, dice Juan Escalante, director de campañas digitales de FWD.us, un grupo de presión integrado por líderes de la comunidad tecnológica. “El programa todavía está en peligro”, indicó.

El programa fue demandado en 2018 por nueve estados (Alabama, Arkansas, Kansas, Louisiana, Mississippi, Nebraska, Carolina del Sur, Texas y West Virginia), quienes alegan que el beneficio usa recursos estatales para educación y salud, y viola la ley federal de inmigración.

La decisión está en manos del juez Andrew Hanen, quien en febrero de 2015 prohibió la ampliación del programa y la entrada en vigor de DAPA, otro beneficio similar que dilataba la deportación de unos 5 millones de padres indocumentados de residentes legales permanentes y ciudadanos.

El proceso de reconciliación

Citado por los dreamers y también por los demócratas y que algunos llaman el Plan B de la reforma migratoria, se conoce como ‘proceso de reconciliación’, un recurso que se utiliza en casos extremos cuando no existe apoyo suficiente en el Senado para aprobar una ley con un mínimo de 60 votos.

Si las conversaciones fracasan y se agotan las instancias estipuladas en el marco del proceso ordinario, los demócratas entonces tomarían ambos planes migratorios y los regresarán a la Cámara Baja para ser incluidos dentro de una tercera iniciativa de ley, con ese mecanismo de “reconciliación”.

“Cuando un proyecto de ley o dos, como en este caso, no se aprueban porque no cuentan con el 60% de los votos del pleno, existe esta herramienta que, de ser aprobada por la Cámara Baja, cuando vuelve al Senado en esta instancia se puede aprobar con mayoría simple, es decir 51 votos”, dice Joe García, un ex congresista demócrata por Florida.

Para aprobarlo, la mayoría de la Cámara de Representantes debe ponerse de acuerdo, introducir un tercer proyecto, agregarse los que ya fueron aprobados y someter ese “paquete” de leyes a votación. Si se consiguen 217 de los 435 votos del pleno de la Cámara de Representantes, el plan es aprobado y enviado al Senado.

Al tratarse de un “paquete de reconciliación”, la Cámara Alta ya no necesitará de una mayoría de 60 votos, “sino solamente de una mayoría simple con 51 votos”, explicó García.

Esta herramienta fue aprobada por el Congreso en 1974 para facilitar la aprobación de ciertas leyes, sobre todo relacionadas con el gasto, la deuda pública y los impuestos.

Fuente : JORGE CANCINO

Cámara se Prepara Para Aprobar Cheque de Ayuda

El proyecto de ley será votado hoy y luego irá al despacho del presidente Joe Biden para que lo firme.

El plan de estímulo con cheques de $1,400 para la mayoría de estadounidenses se encuentra en la Cámara de Representantes donde se espera que sea aprobado hoy en una votación donde los demócratas impondrán su mayoría.

Una vez aprobado, el proyecto de ley irá al despacho del presidente Joe Biden para que lo firme.

Días después, el gobierno comenzará a enviar por medio del IRS los pagos de $1,400 a los contribuyentes, además de poner en marcha otros beneficios, incluidos los de desempleo.

Un exhausto Senado aprobó el sábado por estrecho margen un plan de ayuda económica de $1.9 billones ante la pandemia de COVID-19, una victoria que el presidente Biden y sus aliados demócratas consideran crucial para rescatar al país del estancamiento económico.

Después de trabajar toda la noche sobre numerosas enmiendas —casi todas republicanas y rechazadas— los somnolientos senadores aprobaron el paquete por 50 votos contra 49, en conformidad con las posturas de sus partidos.

El enorme paquete, cuyo costo representa casi la 10ma parte de la economía de Estados Unidos, es la prioridad de Biden en el inicio de su presidencia.

Representa su fórmula para enfrentar al virus letal y atender la economía desfalleciente, una doble crisis que aqueja al país desde hace un año.

“Esta nación ha sufrido demasiado por mucho tiempo”, declaró Biden a la prensa en la Casa Blanca al término de la votación. “Y todo en este plan está diseñado para aliviar el sufrimiento y atender las necesidades más urgentes de la nación, y posicionarnos mejor para prevalecer”.

La votación del sábado también constituyó un momento político crucial para Biden y los demócratas, que necesitaron la unanimidad al interior del Senado en el que ocupan el mismo número de escaños que los republicanos, 50-50, y la vicepresidenta Kamala Harris tiene el voto de desempate.

En la Cámara de Representantes, los demócratas tienen una leve ventaja de 10 votos.

Ningún republicano apoyó el proyecto de ley en el Senado ni cuando fue aprobado inicialmente en la Cámara Baja, poniendo de relieve el crispado ambiente partidista que ha caracterizado los primeros días de la presidencia de Biden.

Un reducido número de demócratas moderados, pero cruciales, introdujo cambios en la legislación que enfurecieron a los progresistas, lo que contribuyó a que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California, consiguiera a duras penas sacar la medida en esa instancia legislativa.

Sin embargo, el rechazo a la primera medida de los demócratas que debe firmar el presidente no era una opción para ellos, que encabezarán durante dos años un Congreso prácticamente sin margen de error.

En una señal importante, la presidenta del Caucus Progresista de la Cámara de Representantes, que representa a unos 100 progresistas en esa instancia, describió la atenuación de algunas provisiones en el Senado como “una política mala y hacer mala política” pero también como “concesiones relativamente menores”.

La representante demócrata Pramila Jayapal, de Washington, dijo que la iniciativa conservó su “audaz núcleo y elementos progresistas”.

“Sienten lo mismo que nosotros, tenemos que hacer esto”, subrayó el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, en referencia a la Cámara Baja. Agregó que “no va a ser todo lo que todos quieran. Ninguna iniciativa lo es”.

En un comunicado, Pelosi invitó a los republicanos a que “se sumen a nosotros en reconocer la devastadora realidad de este virus y crisis económica, atroces, y la necesidad de adoptar acciones decisivas”.

El paquete incluye pagos directos de $1,400 a casi todos los estadounidenses y prestaciones prolongadas para los desempleados.

También hay amplios recursos para vacunas y pruebas contra el COVID-19, los estados y las ciudades, las escuelas, las industrias en problemas, además de exenciones impositivas para ayudar a personas de menores ingresos, familias con hijos y a los consumidores para que compren seguros médicos.

Pero los republicanos consideraron la medida un despilfarro a favor de los aliados progresistas de los demócratas, dado que ignora, afirman, los recientes indicios de que se están superando la pandemia y los problemas de la economía.

“El Senado jamás ha gastado 2 billones de dólares en una manera más desordenada”, recalcó el líder de la minoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, de Kentucky. Señaló que para los demócratas la “gran prioridad no era la disminución de la pandemia. Era su lista de deseos en Washington”.

¿Qué Falta Para que Reciba Nuevo Cheque de Ayuda?

El proyecto de ley volverá a votarse en la Cámara de Representantes el próximo martes con el fin de que se apruebe la nueva versión con las enmiendas que recibieron la luz verde del Senado el sábado. Explicamos cuáles son esos cambios, qué incluye la nueva versión y quiénes recibirán los cheques de $1,400.

Luego de que el Senado aprobara este sábado el plan de estímulo de 1.9 billones de dólares diseñado por los demócratas, sin ningún voto republicano, el proyecto de ley tiene que volver a pasar por la Cámara de Representantes para que apruebe la nueva versión con las enmiendas hechas por el Senado.

«El martes, la Cámara [Baja] considerará la versión enmendada del Senado del American Rescue Plan (plan de rescate estadounidense), para que podamos enviar este proyecto de ley al presidente Biden para que lo firme a principios de la próxima semana», aseguró el sábado en un comunicado el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steney Hoyer.

Se prevé que el presidente, Joe Biden, lo firme antes del 14 de marzo cuando caducan las ayudas por desempleo.

Una vez que el proyecto de ley se convierta en ley, el IRS podría comenzar a entregar los cheques en una cuestión de días a una semana, según el plazo de la ronda anterior de cheques. Lo que significa que para fin de mes las personas ya deberían haberlo recibido.

«Para el próximo fin de semana, una pareja que gane menos de 160,000 dólares bien podría tener 2,800 dólares depositados en su cuenta corriente», dijo a CBS Chris Krueger, de Cowen & Co, antes de que el Senado aprobara el proyecto de ley.

«Hoy puedo decir que hemos dado un paso gigante para cumplir la promesa que hice a los estadounidenses de que la ayuda estaba en camino», aseguró Biden en un discurso desde la Casa Blanca después de que el Senado aprobara el paquete de rescate.

«Este paquete legislativo representa probablemente el conjunto de políticas más eficaz para reducir la pobreza infantil que jamás se haya presentado en un solo proyecto de ley, especialmente entre los niños negros y latinos», dijo al diario The Washington Post Indivar Dutta-Gupta, codirector ejecutivo del Centro de Pobreza y Desigualdad de Georgetown.

Estos son algunos de los cambios que incluye esta segunda versión:

Menos personas recibirán el cheque de $1,400

El paquete incluye cheques de 1,400 dólares para personas con ganancias inferiores a los 75,000 dólares (o 150,000 dólares si se trata de una pareja). Las personas que ganen más de 80,000 dólares y las parejas que ganen más de 160,000 ya no serán elegibles para recibir ninguna porción del estímulo directo. Anteriormente, los contribuyentes que ganaban hasta 100,000 dólares o el doble por las parejas podían recibir una parte de la ayuda.

Esto significa que aproximadamente 8 millones de hogares menos recibirán un cheque con el proyecto de ley del Senado en comparación con el aprobado por la Cámara de Representantes, según un análisis del Centro de Política Fiscal.

Se reducen las prestaciones por desempleo

Esta segunda versión prevé la ampliación de ayudas semanales de emergencia por desempleo de 300 dólares hasta el 6 de septiembre.

El viernes la votación en el Senado se quedó trabada durante nueve horas por el desacuerdo expresado por el senador demócrata moderado por West Virginia Joe Manchin respecto a la cuantía y el plazo de duración de las ayudas por desempleo incluidas en el paquete. Finalmente, se encontró un compromiso al reducirlas de 400 a 300 dólares por semana y establecer como fecha de caducidad el 6 de septiembre.

Adiós al salario mínimo federal de 15 dólares

El Senado rechazó una moción del senador por Vermont Bernie Sanders, para volver a agregar al paquete el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora, tras una votación de 42-58.

Sin embargo, la secretaria de prensa, Jen Psaki dijo este domingo en MSNBC que, a pesar de que se eliminó del proyecto de ley, el presidente sigue apoyando el aumento del salario mínimo y trabajará con los miembros del Congreso para encontrar el «camino correcto» para lograrlo.

Límites a las ayudas a los Gobiernos estatales y locales

El Senado prevé 350,000 millones de dólares para las Administraciones estatales y locales, lo mismo que la versión de la Cámara de Representantes, pero añade la estipulación de que el dinero solo puede cubrir los costes incurridos hasta finales de 2024. Y el dinero no puede utilizarse para compensar recortes fiscales o crear un fondo de pensiones.

Ayuda en asistencia sanitaria

En virtud de una ley conocida como COBRA, quienes pierden su empleo pueden permanecer en el plan de salud de su empresa hasta 18 meses, pero normalmente deben seguir pagando la totalidad de la prima mensual. El proyecto de ley del Senado subvencionará el 100% de esas primas hasta finales de septiembre para garantizar que los trabajadores despedidos puedan mantener su seguro médico.

Aunque la Cámara de Representantes también incluía disposiciones para subvencionar las primas de los seguros médicos, se limitaban al 85% del coste.

El Senado también incluyó 8,500 millones de dólares para el Programa de Alivio de Proveedores, con el fin de ayudar a los proveedores de atención médica en dificultades en las zonas rurales que aún no han recibido su parte de alivio de COVID-19.

Ayuda adicional

La financiación de la Administración de Desarrollo Económico aumentó a 750 millones de dólares en el proyecto de ley del Senado. Ese dinero se destinará a las comunidades perjudicadas por la pérdida de puestos de trabajo e ingresos relacionada con el descenso del turismo, los viajes y las actividades recreativas al aire libre.

El Senado también aprobó 510 millones de dólares más que la Cámara de Representantes para financiar el Programa de Alimentos y Refugios de Emergencia de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) que proporciona apoyo a los proveedores de servicios para personas sin hogar.

La financiación adicional también proporcionará un mes de alquiler o de pago de la hipoteca para ayudar a prevenir los desalojos, así como un mes de pagos de servicios públicos para evitar los cortes de servicio.