«Gente Puede Morir si no nos Coordinamos», Biden

La negativa de Donald Trump a iniciar la transición de poder tras haber perdido las elecciones en Estados Unidos tiene graves consecuencias, especialmente cuando la pandemia de coronavirus sigue golpeando con fuerza en el país. Se lo ha recordado este lunes el presidente electo, Joe Biden, que en una rueda de prensa ha asegurado tajante: “ Más gente puede morir si no nos coordinamos”.

Biden ha contestado preguntas de los periodistas tras mantener con la vicepresidenta electa Kamala Harris una reunión con líderes empresariales y sindicales y ofrecer un discurso sobre sus planes económicos. Y aunque en esa misma comparecencia ha insistido como ya hiciera la semana pasada en que la negativa de Trump a poner en marcha la transición es “más embarazoso para el país que debilitador” para su capacidad de ponerse en marcha, también ha criticado las acciones del presidente y del Partido Republicano, que está habilitando el enroque del presidente.

Biden ha señalado, como ejemplo, que sin la coordinación de una transición normal la Administración entrante se verá “retrasada” y habrá perdido un mes y medio para planificar el combate contra la pandemia.

Este mismo lunes, cuando Moderna ha anunciado una efectividad de casi el 95% en su vacuna experimental, Biden había reaccionado en Twitter con “esperanza” pero también recordando que quedan meses y hay que mantener las medidas de protección como el distanciamiento social y uso de mascarillas. Y es el mismo mensaje que ha lanzado en la comparecencia en Wilmington (Delaware), donde ha vuelto a usar la imagen de que se avecina un “invierno muy oscuro” aunque también ha dicho: “va a ser difícil pero lo vamos a hacer”.

«¿Qué demonios les pasa?»
E
l enfoque del presidente electo se mueve en las antípodas del de Trump y el demócrata no ha escatimado críticas. Ha calificado, por ejemplo, de “totalmente irresponsable” que el presidente y sus asesores ataquen a líderes de estados que están imponiendo nuevas restricciones en negocios para tratar de frenar la escalada de contagios. “¿Qué demonios les pasa?”, ha preguntado retóricamente.

Biden ha mostrado su apoyo a un mandato nacional sobre el uso de las máscaras y ha urgido también a que el Congreso ayude a millones de estadounidenses que han perdido horas de empleo o salario y trabajo aprobando “rápidamente”, “no mañana sino hoy”, un nuevo paquete de ayudas. El modelo que propone es la ley HEROES dotada con tres billones de dólares que aprobaron los demócratas en la Cámara Baja pero que no aceptan los republicanos en control del Senado. “La idea de que el presidente está jugando a golf y no haciendo nada sobre esto escapa a mi comprensión”, ha declarado.

Estas son las Promesas de Migración de Biden

Legalizar a los trabajadores agrícolas, aumentar las visas de empleo, eliminar la regla de carga pública, reunificar familias, facilitar el asilo y recibir más refugiados son algunas de las promesas de Biden. Está por verse cuáles podrá concretar.

El suspenso prolongado por cinco días acabó: el demócrata Joe Biden ha sido declarado el presidente electo, el número 46 de Estados Unidos.

Los dos grandes retos que le esperan al próximo Gobierno son la pandemia y la crisis económica. Sin embargo, hay un tercer tema que también merece su atención urgente: la inmigración.

Los cientos de políticas migratorias establecidas por Donald Trump en sus cuatro años en el poder han tenido consecuencias devastadoras para millones de personas, no solo en Estados Unidos, sino también en México, Centroamérica y las lejanas Asia y África.

Reparar el daño hecho o revertir medidas del Gobierno saliente no será algo que Biden pueda hacer de la noche a la mañana. De hecho, expertos concuerdan en que los efectos de las políticas de Trump se sentirán aún por mucho tiempo.

De todos modos, Biden ha prometido tomar acciones desde su primer día en la Casa Blanca. Para “construir un sistema de inmigración justo y humano”, su campaña diseñó un plan de más de 8,000 palabras que revisamos y condensamos a continuación.

Durante su primer discurso como presidente electo, Joe Biden elogió a su vicepresidenta electa, Kamala Harris, como la primera hija de inmigrantes en ser electa en una papeleta presidencial en Estados Unidos.

«Siempre he creído que podemos definir a Estados Unidos en una palabra: posibilidades. En Estados Unidos todos deben tener la oportunidad de llegar tan lejos como los lleven sus sueños y la habilidad que Dios les haya dado», dijo Biden el sábado por la noche en Delaware.

Algunas de las propuestas en inmigración de Biden tomarán más tiempo que otros en cumplirse.

Por ejemplo, ha ofrecido trabajar con el Congreso para diseñar un camino que conduzca a los casi 11 millones de inmigrantes indocumentados a la ciudadanía. Los beneficiarios serían aquellos que “se registren, estén al día con sus impuestos y hayan pasado una verificación de antecedentes”.

También propondrá un paquete de ayuda de 4,000 millones de dólares para el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) y que ciertos niños centroamericanos que buscan reunirse con sus familias en Estados Unidos puedan solicitar estatus de asilado o refugiado desde sus países de origen.

Son cosas que Biden ciertamente no podrá hacer solo y aún está por verse si el nuevo Congreso dividido entre republicanos y demócratas apoyará su propuesta.

Otras de sus propuestas que necesitarán del apoyo del Congreso abordan la inmigración legal:

+ Trabajadores temporales: reformar las visas de trabajo temporal para que sus beneficiarios puedan cambiar de empleo, ganar un salario justo y tener el derecho a sindicalizarse.

+ Trabajadores altamente calificados: extender la cantidad de visas para estos trabajadores.

+ Trabajadores agrícolas: legalizar a aquellos que han trabajado durante años aquí primero con una residencia permanente y a la larga con la ciudadanía.

+ Familias: preservar la unión de las familias apoyando una legislación que trate “al cónyuge e hijos de las personas con residencia, o green card, como los parientes inmediatos que son”.

+ Visas de empleo: aumentar el número de visas para residencia permanente por empleo y otorgar tarjetas verdes a los extranjeros que se gradúan de doctorados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática en Estados Unidos.

+ Víctimas de violencia doméstica: triplicar el límite actual de 10,000 visas U.

Por otro lado, hay varias acciones en torno a la inmigración que el presidente electo planea tomar en sus primeros 100 días en la Casa Blanca.

+ Separación de familias: revertir de manera inmediata la separación de padres e hijos en la frontera, y poner fin al enjuiciamiento de padres por infracciones migratorias menores, así como priorizar la reunificación de niños que aún estén separados de su familias. Además, dar prioridad a la reunificación de los niños que aún están separados de sus familias y codificar protecciones para salvaguardar el bienestar de niños migrantes y trasladarlos a ambientes seguros lo más pronto posible.

+ Asilo: poner fin a los Protocolos de Protección a Migrantes, bajo los que el gobierno de Trump impidió que decenas de miles de migrantes en busca de asilo solicitaran ese derecho, dejándolos varados en México. Asimismo, restaurar las leyes de asilo, garantizar procesos justos y eficientes, y aumentar considerablemente los recursos para apoyar a los migrantes que aguardan en la frontera. El asilo también será restaurado para las víctimas de violencia doméstica y violencia sexual.

+ Refugio: elevar el límite anual de admisión global de refugiados a 125,000 (Trump redujo el número a un récord mínimo de 15,000).
Naturalización: defender el proceso de naturalización “abordando la acumulación de solicitudes […] y asegurando que se procesen rápidamente, y rechazando la imposición de tarifas irrazonables”. (En septiembre, un juez detuvo un aumento programado de tarifas que casi duplica el costo de la ciudadanía, de 640 a 1,170 dólares).

+ DACA: restaurar el programa que beneficia a jóvenes inmigrantes traídos de niños y “explorar todas las opciones legales para proteger a sus familias de una separación inhumana”. Abrir la ayuda federal a los dreamers para que puedan costear sus estudios.

+ TPS: ordenar una revisión inmediata del Estatus de Protección Temporal para evitar que poblaciones vulnerables deban volver a países que no son seguros, incluyendo El Salvador, Honduras y Nicaragua. Además, promover una reforma migratoria en el Congreso que allane el camino a la ciudadanía para los inmigrantes con TPS que han construido su vida en Estados Unidos.
«Carga pública»: revertir esta regla que castiga a los inmigrantes o aspirantes a una residencia permanente que solicitan servicios del Gobierno, como cupones de alimentos o Medicaid.

+ Redadas: enfocarlas solo en personas que representan una amenaza a la seguridad pública y nacional. Terminar con las redadas en centros de trabajo y proteger otros lugares sensibles de acciones que perjudiquen a inmigrantes, como hospitales, escuelas o lugares de culto.

+ 287(g): aunque no hay una mención específica sobre el programa que permite la colaboración de los departamentos de policía locales con agentes de inmigración en el extenso plan migratorio de Biden, el tema sí está incluido en las recomendaciones que hizo su equipo de trabajo junto con el de la campaña del senador progresista Bernie Sanders. El equipo propuso revertir el uso de la ley 287(g) y programas similares, así como poner fin a todos los acuerdos alcanzados durante el Gobierno de Trump. Biden se ha manifestado a favor de esta recomendación.

+ Militares: no buscará la deportación de personas que sirven en las Fuerzas Armadas ni de sus familias, y abogará por el regreso de veteranos deportados por el Gobierno de Trump.
Ayuda para nuevos migrantes: brindarles apoyo con clases de inglés, emprendimiento, administración financiera, capacitación en la fuerza laboral y el proceso de naturalización.

+ Veto musulmán: rescindir las prohibiciones de viaje para quienes vengan de países de mayoría musulmana.
Está por verse cuántas de estas promesas podrá concretar Biden, a cuáles les dará prioridad y cuáles serán sus alianzas políticas y figuras designadas para llevarlas adelante

El Vaticano Reconoce a Biden, Pero México No

La Santa Sede planteó que EE.UU. enfrenta el desafío de la unidad. El gobierno de Bolsonaro dijo que aguardará a que “termine el embrollo” para reconocer al ganador, cosa que también aseguró el gobierno de México

Estados están dispuestos a reconocerlos a pesar de que una inmensa mayoría de naciones ya envió su felicitación al demócrata.

«Estados Unidos, después de las elecciones, el desafío de la unidad», tituló este lunes el sitio oficial de noticias de la Santa Sede, Vatican News, un artículo del ex vocero papal y actual Vicedirector Editorial Alessandro Gisotti.

«Estados Unidos está enfrentado a la prueba de la reconciliación después de las elecciones presidenciales más disputadas de la historia reciente del país», planteó Gisotti.

«Desde Lincoln hasta el Papa Francisco, el llamado al valor de la unidad en la diversidad, es condición esencial para la construcción del bien común y el progreso de la sociedad», agregó el artículo.

Biden será el segundo presidente católico de Estados Unidos después de JFK.

«Ahora es el momento de que nuestros líderes se encuentren en un espíritu de unidad», dijo el presidente de los obispos de Estados Unidos, el arzobispo de Los Ángeles José H. Gómez, en un mensaje de felicitación a Biden y a la vicepresidenta electa Kamala Harris, recordó Gisotti en lo que es la primera expresión oficial de la Santa Sede reconociendo la victoria de Biden.

«Además, de manera casi unánime, los medios de comunicación estadounidenses están colocando el tema de la reconciliación nacional como el desafío más urgente (junto con el Covid-19 y la consiguiente crisis económica) que, a partir del próximo 20 de enero, tendrá que afrontar el inquilino de la Casa Blanca», agregó quien fuera vocero de Francisco entre enero y julio de 2019.

Brasil y México, no aún

El gobierno de Jair Bolsonaro no hará ningún pronunciamiento hasta que «termine el embrollo» legal planteado por Trump, quien asegura que su victoria en esta elección le fue robada.

«Juzgo que el presidente está aguardando que termine ese embrollo de discusiones, que si hubo votos falsos o no, para posicionarse y transmitir, en el momento cierto, la felicitación de Brasil a quien sea elegido», declaró Mourao a periodistas.

«Vamos a aguardar. Es una cuestión prudente. Creo que esta semana se define lo que está pendiente y entonces nos prepararemos para una nueva relación con quien tenga que ser establecida», apuntó.

La posición de Bolsonaro en relación a las elecciones en Estados Unidos es similar a la adoptada por potencias como Rusia o China, o por unos pocos países latinoamericanos, como México, que han optado por esperar el resultado de las acciones intentadas por Donald Trump respecto a sus denuncias de supuestos fraudes en el proceso.

China y Rusia

China se abstuvo de felicitar a Joe Biden por su victoria en las elecciones presidenciales, aduciendo que aún se desconoce el resultado final de los comicios.

«Tomamos nota de que Biden se declaró ganador en las elecciones», dijo ante la prensa un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin.

Aunque la salida de Trump podría suponer un alivio para China, inmersa en una guerra comercial iniciada por Washington en 2018, algunos expertos apuntaron que Beijing podría temer más presiones en materia de derechos humanos de parte de Biden.

«Esperamos que la próxima administración estadounidense dé muestras de una voluntad de conciliación», declaró el portavoz chino.

El presidente ruso, Vladimir Putin, espera el anuncio del resultado oficial de la elección presidencial en Estados Unidos para felicitar al vencedor.

«Estimamos que es correcto esperar los resultados oficiales de las elecciones que tuvieron lugar. Quiero recordar que el presidente Putin dijo en varias ocasiones que respetará la elección del pueblo estadounidense sea cual sea», afirmó a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Putin había felicitado a Donald Trump por su victoria en 2016 un poco más de un hora después de que las proyecciones de los medios estadounidenses lo dieran ganador.

Sin embargo, en «aquella época no hubo cuestionamiento judicial» del resultado, explicó Peskov, al contrario de la situación actual en la que Trump se niega a reconocer el triunfo de su rival.

La victoria de Biden fue anunciada el sábado por los medios estadounidenses en base a datos oficiales y proyecciones estadísticas, pero Trump denuncia -sin aportar pruebas- que hubo fraude a favor del demócrata y promete recurrir a la Justicia por ello.

3 Estados Definirán al Próximo Presidente

El récord de participación por correo retrasará los resultados en el cinturón industrial, donde se podrían terminar decidiendo unas elecciones más ajustadas de lo que pronosticaban las encuestas.

Se sabía que era una posibilidad: noche electoral sin resultados definitivos. La pandemia del covid-19 ha disparado el voto por correo hasta cifras récord en la historia de EEUU, lo que complica el recuento en algunos estados clave que podrían terminar decidiendo quién ocupa la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2021.

Se trata de Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, tres estados del cinturón industrial que fueron decisivos para la victoria del ahora presidente Donald Trump en 2016. Todo indica que este año ganar también pasa por ellos.

Más de 100 millones de electores emitieron su voto de forma anticipada, 64,709,932 de ellos por correo, un sistema más usado que nunca antes debido al temor al contagio del coronavirus.

En Michigan, con 16 votos electorales, las autoridades ya han advertido de que el recuento oficial podría no terminar hasta el 6 de noviembre. Este fue el estado que Trump ganó por un margen menor en 2016: 10,704 votos. Las encuestas apuntan este año a una victoria de su oponente, Joe Biden, pero todavía todo está abierto.
En Wisconsin, con 10 votos electorales, el gobernador Tony Evers espera tener los resultados como muy tarde al día siguiente de las elecciones. Trump fue en 2016 el primer republicano en ganar este estado en más de tres décadas y lo hizo por solo unos 23,000 votos. Biden lideraba las encuestas en esta ocasión, aunque aún puede llevárselo cualquiera de los dos.
La clave definitiva de estas elecciones podría ser Pennsylvania, con sus 20 votos electorales, que no terminará de contar sus votos hasta el 6 de noviembre, según han avanzado las autoridades. Esto es así porque en este estado no se comienzan a contar las boletas emitidas por correo hasta el día de los comicios.
Hasta este miércoles en la mañana, hora del Este, se habían contado el 96% de los votos en Michigan, el 78% en Pennsylvania y el 95% en Wisconsin.

Estados Unidos y el mundo están pendientes de estos tres estados para conocer el resultado final de unas elecciones mucho más ajustadas de lo que pronosticaban las encuestas.

Los candidatos son conscientes de esta realidad, pero hasta ahora solo el demócrata Joe Biden ha pedido paciencia y asumir que el proceso seguramente llevará unos días.

Trump, que ha estado meses tratando de desligitimar el voto por correo por «fraudulento», publicó un tuit en el que acusa a la oposición de estar tratando de «robar» las elecciones. Después, hizo una declaración desde la Casa Blanca en la que exigió parar el conteo de votos porque, según afirmó sin pruebas, él ya ha ganado y la oposición trata de arrebatarle su victoria.

Antes, ya había dicho que los votantes merecen conocer el resultado en la misma noche electoral.

Biden Contínua Adelante de Trump

Con la carrera por la presidencia acercándose a su fin en medio de una pandemia furiosa, el candidato demócrata Joe Biden mantiene una ventaja sustancial sobre el presidente Donald Trump en todo el país, según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS.

Entre los votantes probables, el 54% respalda a Biden y el 42% a Trump. Biden ha mantenido una ventaja en todas las encuestas de CNN sobre el enfrentamiento desde 2019. Y ha tenido una ventaja estadísticamente significativa en todas las encuestas nacionales de alta calidad desde la primavera.

Aunque la elección finalmente se decidirá por los resultados estatales, que impulsan el Colegio Electoral, la ventaja de Biden a nivel nacional es más amplia que la que cualquier candidato presidencial ha tenido en más de dos décadas en los últimos días de la campaña.

La encuesta no ofrece indicios de que la campaña de reelección de Trump de cuatro años haya logrado reunirle nuevos partidarios sustanciales desde su estrecha victoria en las elecciones de 2016.

Salvo cambios importantes en el panorama en los últimos días de la contienda, las posibilidades de Trump de cerrar la brecha dependen profundamente de la participación el día de las elecciones. La encuesta encuentra que entre aquellos que ya han votado (64% Biden contra 34% Trump) o que planean votar temprano pero aún no lo habían hecho en el momento en que fueron entrevistados (63% Biden contra 33% Trump), Biden tiene casi apoyo de dos tercios. Sin embargo, Trump lidera entre el 59% y el 36% entre los que dicen que planean votar el día de las elecciones.

Los abismos demográficos que han definido la política de la nación en los últimos cuatro años continúan. Las mujeres rompen bruscamente por Biden, 61% contra 37%. Entre los hombres, es una división casi pareja, 48% para Trump y 47% para Biden. Los votantes de color apoyan al demócrata por un margen de casi 50 puntos, 71% contra 24%, mientras que los votantes blancos se dividen 50% para Trump contra 48% para Biden.

Esos números casi pares entre los hombres y entre los votantes blancos enmascaran divisiones significativas por educación entre los blancos y por raza entre géneros. Las mujeres de color (77% Biden contra 21% Trump) y las mujeres blancas (54% Biden contra 45% Trump) se rompen hacia Biden, al igual que los hombres de color (64% Biden contra 28% Trump). Los hombres blancos, sin embargo, favorecen a Trump 56% contra 41%.

Aquellos con títulos universitarios favorecen a Biden por 30 puntos, mientras que aquellos sin títulos se dividen en partes iguales. Entre los votantes blancos, la diferencia es mayor. Los votantes blancos con títulos universitarios favorecen a Biden 58% contra 40%. Aquellos votantes blancos que no tienen un título de cuatro años son un espejo, 58% de Trump contra 40% de Biden. Entre los votantes blancos con títulos, la brecha de género es relativamente pequeña, pero es un bostezo de 38 puntos entre las mujeres blancas sin títulos (49% Biden contra 49% Trump) y los hombres blancos sin títulos (68% Trump contra 30% Biden).

Y las personas mayores, que cambiaron en la dirección de los demócratas en las elecciones de 2018, están sólidamente en la esquina de Biden en esta encuesta. En general, el 55% de los votantes probables de 65 años o más respaldan al demócrata, el 44% a Trump. Biden también lidera por un amplio margen entre los votantes menores de 35 años (68% Biden contra 30% Trump), mientras que los votantes entre las edades de 35 y 64 están divididos de manera uniforme entre los dos candidatos (48% respalda a cada candidato).

El índice de aprobación del presidente en la encuesta es de 42% aprueba y 55% desaprueba entre todos los adultos. Entre los votantes probables, es similar, 42% aprueba y 56% desaprueba. Las cifras apenas se han movido en el último año, con un número de aprobación que oscila entre el 40% y el 45% en todas menos una de las 12 encuestas que CNN ha realizado desde octubre de 2019. Las cifras ahora tampoco difieren mucho del primer índice de aprobación de Trump en una encuesta de CNN en 2017, cuando el 44% aprobó y el 53% desaprobó.

Solo alrededor de 4 de cada 10 estadounidenses dicen que las cosas van bien en el país en este momento (39%). Esa cifra solo ha bajado dos veces en los años de reelección desde 1980: en 1992 (el 35% decía que iba bien) y en 1980 (el 32% decía que iba bien).

Todos los datos apuntan a una elección que es un referéndum sobre un presidente impopular, y una parte considerable de los partidarios de ambos candidatos está tomando sus decisiones en función de sus sentimientos hacia Trump. Entre los partidarios de Biden, el 48% dice que su voto es más contra Trump que por Biden, mientras que el 48% dice que es a favor de Biden y no en contra del presidente. Aunque ese sigue siendo un gran voto anti-Trump, es un cambio a favor de un voto pro-Biden en comparación con las encuestas anteriores en el ciclo. Por otro lado, casi 8 de cada 10 partidarios de Trump (79%) dicen que sus votos están a favor del presidente y no en contra de Biden (17%).

Aunque el mensaje de la campaña de Trump en las últimas semanas de la campaña ha sido implacablemente negativo sobre Biden. La encuesta sugiere que hay poca diferencia en las percepciones del exvicepresidente. La calificación de favorabilidad del candidato demócrata en la encuesta sigue siendo en gran medida positiva: el 55% de los votantes probables tiene una opinión favorable y el 42% una desfavorable, aproximadamente la misma que a principios de octubre. Las cifras de Trump son tan negativas como lo fueron a principios de este mes: el 57% tiene una opinión desfavorable de él, mientras que el 41% tiene una opinión favorable.

En 2016, los votantes que tenían opiniones desfavorables tanto de Trump como de la candidata demócrata Hillary Clinton rompieron bruscamente a favor de Trump, según las encuestas a boca de urna. Pero ese grupo de votantes es menor con los candidatos de este año, del 18% en encuestas de CNN a la salida en 2016 al 4% ahora. La mayoría tiene una opinión favorable de Biden, pero no de Trump (51%), mientras que solo el 37% tiene una opinión favorable de Trump pero no de Biden.

Biden mantiene ventajas sobre Trump como el candidato con más probabilidades de unir al país (60% Biden contra 34% Trump), que es más honesto y digno de confianza (54% contra 37%), que se preocupa por personas como tú (54% contra 40%) y que mantendrá a los estadounidenses a salvo de daños (52% contra 45%). Sin embargo, los votantes probables están divididos sobre qué candidato tiene la resistencia y la agudeza para ser presidente (el 47% dice que Trump, el 46% que Biden), un punto de enfoque para Trump, quien ha golpeado a Biden sobre su edad durante toda la campaña.

Es más probable que los votantes potenciales consideren las posiciones de un candidato sobre los temas importantes para su voto que el liderazgo y las cualidades personales del candidato. Pero el subconjunto que se centra en las cualidades personales rompe bruscamente con Biden (71% apoya a Biden, 27% a Trump), mientras que aquellos que dicen que los problemas son más críticos favorecen a Trump (54% Trump frente al 43% Biden).

En general, sin embargo, Biden es visto más a menudo como el candidato con un plan claro para resolver los problemas del país, 54% dice Biden, 41% Trump. Y el exvicepresidente tiene una ventaja sobre Trump como más confiable para manejar la desigualdad racial (60% Biden contra 36% Trump), el brote de coronavirus (57% contra 39%), la atención médica (57% contra 41%), el crimen y seguridad (52% contra 46%) y las nominaciones a la Corte Suprema (51% contra 44%). Aún así, Trump ha recuperado una ventaja en el manejo de la economía (51% Trump contra 46% Biden).

De manera más general, la mayoría de los votantes probables considera que las propuestas de política de Biden pueden llevar al país en la dirección correcta (53%), mientras que la mayoría dice que las propuestas de Trump apuntan en la dirección equivocada (53%).

Y todo esto se desarrolla en el contexto de una creciente pandemia de coronavirus. Ocho meses después de que gran parte del país cerrara para frenar la propagación del virus, el 50% de los estadounidenses dice que lo peor de ese brote aún está por llegar. Solo la mitad dice que se siente cómodo volviendo a sus rutinas habituales. Además, el 40% dice que la economía aún está en recesión debido al virus, mientras que solo el 29% dice que la economía está comenzando a recuperarse.

En todas estas medidas sobre la posición del país en la lucha contra el coronavirus, los votantes de Biden y los votantes de Trump tienen puntos de vista completamente opuestos. Entre los partidarios de Biden, el 77% dice que lo peor de la pandemia está por venir, mientras que el 78% de los votantes de Trump sienten que ha quedado atrás. Más de 8 de cada 10 partidarios de Trump (84%) dicen que se sienten cómodos volviendo a sus rutinas habituales hoy, mientras que el 76% de los votantes de Biden no. Y el 64% de los partidarios de Biden dicen que la economía aún está empeorando, mientras que el 62% de los votantes de Trump sienten que está en alza.

La encuesta de CNN fue realizada por SSRS del 23 al 26 de octubre entre una muestra nacional aleatoria de 1.005 adultos contactados por teléfonos fijos o celulares por un entrevistador en vivo, incluidos 886 votantes probables. Los resultados de la muestra completa tienen un margen de error muestral de más o menos 3,6 puntos porcentuales; es más o menos 3,8 puntos para los resultados entre los votantes probables.

Callarán a Trump en Debate

Los cambios anunciados este lunes por la noche permitirán que cada candidato hable por dos minutos sin interrupciones mientras responden preguntas de la moderadora. Eso significa que quien no esté hablando tendrá el micrófono en mute durante algunas partes del encuentro.

Al presidente, Donald Trump, y al candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, se les silenciará el micrófono durante el último debate presidencial este jueves mientras sea el turno de su oponente de responder a la preguntas de los moderadores, según lo anunció este lunes la Comisión de Debates Presidenciales en un comunicado.

Ambos micrófonos estarán encendidos durante los segmentos de discusión abierta del debate.

El único debate en el que han participado Trump y Biden, el mes pasado, se vio empañado por las frecuentes interrupciones del candidato republicano, lo que provocó que se pidiera que para el próximo encuentro el moderador del debate tuviera la capacidad de silenciar el micrófono de cada candidato mientras hablaba su oponente.

En el comunicado, la Comisión señaló que “ha determinado que es apropiado implementar medidas con el objetivo de promover el cumplimiento de las reglas acordadas e inapropiado hacer cambios a esas reglas”.

El debate de 90 minutos se dividirá en seis segmentos de 15 minutos, y cada candidato tendrá dos minutos para comentar de manera ininterrumpida antes de proceder a un debate abierto.

Aunque el segmento de discusión abierta del debate no contará con un botón silenciador, las interrupciones de cualquiera de los candidatos serán descontadas de su tiempo restante.

La campaña de reelección del presidente dijo después del anuncio de las nuevas reglas que Trump sí participará en el último debate, luego de que el segundo se cancelara cuando el mandatario no quiso acatar la regla de debatir de manera virtual, tras cu contagio de COVID-19.

“El presidente Trump está comprometido a debatir con Joe Biden independientemente de los cambios de última hora en las reglas de la parcializada Comisión en su último intento de proporcionar ventaja a su candidato favorito», dijo la campaña en un comunicado. Y se quejó de que los temas a tratar el jueves (la pandemia, el racismo, el cambio climático y otros) no incluirán la política exterior, un área en la que Trump asegura haber hecho grandes logros durante los últimos cuatro años.

La Comisión de Debates Presidenciales es un organismo sin afiliación política.

La presentadora Kristen Welker de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, será la moderadora en el encuentro del jueves en la Universidad de Belmont en Nashville, Tennessee.

El debate está programado para las 9:00 pm (hora del este).

Portales Predicen que Trump Perderá en Votación Pero Tiene Posibilidades con Delegados

El portal Político, el más leído en temas electorales en el país norteamericano, estima que el candidato demócrata tiene consolidados los votos que le asegurarían la victoria

El número mágico para ganar una elección presidencial en los Estados Unidos es 270. El sistema de votos electorales otorga una cantidad fija de votos a cada estado (que son determinados dependiendo de la población de ese estado), y el candidato que logre alcanzar los 270 votos se queda con la presidencia.

Según las actuales encuestas, Joe Biden tiene una ventaja de arriba de diez puntos a nivel nacional con respecto a Donald Trump. Pero más allá de que las encuestas se pueden equivocar, y suelen equivocarse, ganar el voto popular no significa que se gane la elección. Para muestra un botón: Hillary Clinton superó a Donald Trump por 2,87 millones de votos en 2016, pero no logró más votos electorales. La clave no es ganar solamente, sino ganar donde se consiguen los votos que valen.

De acuerdo al análisis de Politico, la diferencia entre Joe Biden y Hillary Clinton, es que el actual candidato ha logrado una ventaja (al menos en intención de voto) en los tres estados de los Grandes Lagos: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Solamente Wisconsin aporta once votos electorales, que pueden ser vitales para cualquiera de las dos campañas. Este estado ha sido de los más polarizados en los últimos años pasando de gobernaciones republicanas a demócratas cada cuatro años.

Claro que a tres semanas de la elección, todo puede pasar. El análisis de esta publicación indica que el Presidente Trump tiene aún posibilidades siempre y cuando logre conquistar el voto de los cinco estados que según las encuestas hoy se consideran un empate técnico: Nebraska, Arizona, Iowa, Carolina del Norte y Florida. Además, el presidente debería dar vuelta algunos de los estados que en intención de voto se inclinan a favor de los demócratas. Una labor difícil, pero que en 2016 consiguió realizar.

No todos los pronosticadores están de acuerdo con esta lectura de las encuestas. Para la publicación Real Clear Politics, líder en promedios de encuestas, Biden tendría una ventaja sobre Trump en términos de votos electorales, pero aún estaría lejos de confirmar los deseados 270 votos. Según este conteo, al día de hoy, Biden habría asegurado unos 226 votos contra 125 de Donald Trump.

Pero aparte de la presidencia, en esta elección también está en juego la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes.

El Senado, actualmente de mayoría republicana, tiene 33 bancas en la boleta en todo el país. Según las encuestas, no estaría claro qué partido pudiera quedarse con la mayoría. Los demócratas parecería que pueden llegar a recuperar dos bancas perdidas, Arizona y Colorado.

Por su parte, los republicanos, que ya arrancan con ventaja, pudieran hacerse de una nueva banca en Alabama. Hay cuatro bancas que están en la categoría de empate técnico: Iowa, Maine, Montana y Carolina del Norte.

Carolina del Norte ha cobrado especial atención de la prensa porque hasta hace un par de semanas atrás, todo parecía indicar que el demócrata Cal Cunningham tenía las de ganar frente al senador por un término republicano, Thom Tillis. Pero la prensa descubrió una relación extra matrimonial del demócrata y el escándalo sexual podría costarle la elección.

En cuanto a la Cámara de Representantes, actualmente liderada por los demócratas, la tendencia parecería indicar que ese partido continuaría con el control. 220 bancas en juego irían a favor del partido demócrata, más unas 32 bancas que estarían en un empate técnico.

Según Encuesta de CNN Trump Sigue Perdiendo Terreno

Dos tercios de los estadounidenses dicen que el presidente Donald Trump manejó de manera irresponsable el riesgo de infección por coronavirus de las personas a su alrededor, según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS. El sondeo se llevó a cabo en los días posteriores al anuncio de que el mandatario había contraído el virus que ha afectado la vida de millones de personas durante más de medio año.

Mientras el presidente Trump estaba hospitalizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, el 69% de los estadounidenses dijo que confiaba poco en lo que escucharon de la Casa Blanca sobre la salud del presidente. Solo el 12% dijo que tenía confianza en casi toda la información.

La desaprobación sobre cómo Trump ha manejado el brote de coronavirus alcanzó un nuevo récord en la encuesta: un 60% de los participantes así lo señaló. Además, el 63% dice que es poco probable que su propio contagio cambie algo en la manera en que maneja la pandemia.

Las preguntas sobre el diagnóstico de coronavirus de Trump se sumaron a una encuesta que ya estaba en curso el viernes.

Aprobación de Trump en la encuesta

En general, el índice de aprobación de Trump en la encuesta está en el 40%, frente a un 57% que lo desaprueba. La desaprobación aumentó varios puntos frente al 53% de principios de septiembre.

Aproximadamente un tercio (32%) dijo estar preocupado por la capacidad del gobierno para operar mientras Trump está enfermo. Hay mayor preocupación entre los demócratas (48% que están muy o algo preocupados) que entre los independientes (30%) o los republicanos (15%).

La mayoría, un 62%, respondió que el vicepresidente Mike Pence está calificado para manejar la presidencia en caso de que sea necesario, mientras que el 35% piensa que no. Esas opiniones también están muy divididas por partidos. Mientras que el 93% de los republicanos considera que Pence está calificado para ocupar la presidencia, solo el 38% de los demócratas coincide.

La opinión de que Trump actuó de manera irresponsable con respecto al riesgo de coronavirus de otras personas a su alrededor atraviesa la mayoría de las líneas demográficas, y es especialmente fuerte entre varios grupos cuyo apoyo podría ser fundamental para la reelección de Trump.

Entre las mujeres, el 72% dice que Trump actuó de manera irresponsable. La cifra se sitúa en el 66% entre los mayores de 65 años, así como entre los independientes, y en el 65% entre los blancos con títulos universitarios. Los partidarios del presidente (79%) y los republicanos (76%) son los únicos grupos entre los que la mayoría dice que Trump actuó de manera responsable.

Desconfianza en la información

La desconfianza en la información de la Casa Blanca sobre la salud del presidente también cruza la mayoría de las líneas demográficas. Nuevamente, los republicanos (65%) y los votantes de Trump (66%) son algunos de los únicos grupos donde la mayoría dice que confía en la mayor parte de lo que escuchan sobre la salud de Trump.

Sin embargo, sí existe un acuerdo entre los distintos partidos en que el diagnóstico de Trump no cambiará la forma en que maneja la pandemia. La mayoría de los demócratas (70%), independientes (59%) y republicanos (62%) están de acuerdo en eso.

El aumento en la desaprobación sobre el manejo del coronavirus por parte de Trump se registró más entre las mujeres (del 63% de desaprobación al 69%) que entre los hombres (48% el mes pasado a 51% ahora). También tiene más alcance entre personas de color (del 65% al 73%) que entre los blancos (52% entonces, 53% ahora). Y ha aumentado entre las personas mayores (del 57% al 62%) y los menores de 35 años (del 59% al 67%), mientras que se mantiene aproximadamente estable entre quienes tienen entre 35 y 64 años.

La mayoría de los estadounidenses entrevistados después del diagnóstico de Trump dijo que los debates programados restantes deberían realizarse: el 59% dijo que sí, mientras que el 36% dijo no. Los demócratas se inclinaron más a decir que no deberían hacerse (49%) que los independientes (39%) o los republicanos (17%).

La opinión sobre el brote

Los estadounidenses están divididos sobre si lo peor del brote de coronavirus ya pasó (48%) o aún está por llegar (47%). A principios de septiembre, las opiniones se inclinaban hacia que lo peor ya había ocurrido (51% sostenía que había quedado atrás, 43% que aún estaba por llegar), pero los recuentos de casos han aumentado en muchos estados durante los últimos días.

Los demócratas todavía son más propensos a decir que lo peor está por venir (69%) que los independientes (48%) o los republicanos (20%). Sin embargo, el cambio desde septiembre se produce principalmente entre los republicanos. En la encuesta del mes pasado, solo el 11% de los republicanos dijo que lo peor estaba por venir, mientras que los demócratas (69%) y los independientes (47%) estaban más o menos igual que ahora.

Rutinas y economía

Más allá de su división en cuanto a la trayectoria del brote de coronavirus en el país, los estadounidenses están lejos de coincidir en otros temas. Las diferencias persisten, por ejemplo, en los niveles de comodidad para regresar a las rutinas regulares. También con respecto al estado de la economía y a su voluntad de recibir una vacuna contra el coronavirus si estuviera disponible. El partidismo está en el centro de cada una de esas divisiones.

En términos generales, el 50% en la encuesta dice que no se siente cómodo volviendo a sus rutinas habituales hoy, mientras que el 49% dice que sí. Entre los demócratas, el 81% se siente incómodo de volver a sus rutinas anteriores al coronavirus, mientras que entre los republicanos el 82% dice que se siente cómodo.

Aproximadamente un tercio de los estadounidenses (33%) dice que la economía comienza a recuperarse de la recesión causada por el brote, la proporción más alta en asegurarlo en las encuestas de CNN desde junio. Sin embargo, los estadounidenses tienen la misma probabilidad de decir que la economía todavía está empeorando (35%). Los demócratas y los republicanos también están en lados opuestos aquí. El 65% de los republicanos dice que la economía está al alza y el 58% de los demócratas dice que empeora.

Vacuna contra el coronavirus

Y quizás lo más preocupante es que ha aumentado la división sobre si ponerse una vacuna contra el coronavirus en caso de que alguna estuviera disponible a bajo costo. A nivel general, el 51% dice que trataría de vacunarse, la proporción más pequeña en las encuestas de CNN desde mayo. Si bien la mayoría de los estadounidenses dice que confía en que los ensayos de las vacunas en curso equilibran adecuadamente la seguridad y la velocidad (61%), la encuesta sugiere una división partidista cambiante sobre si vacunarse, a medida que Trump promociona un proceso rápido para la aprobación de la vacuna.

En una encuesta de agosto, los seguidores de Trump impulsaron gran parte del cambio en contra de la vacuna, pasando del 51% que decía que recibiría una en mayo al 38% en agosto. Su disposición a vacunarse contra el coronavirus sigue siendo parecida y se ubica en un 41%. Sin embargo, entre los partidarios del candidato presidencial demócrata Joe Biden ––una amplia mayoría que decía que buscaría una vacuna en mayo y agosto (el 79% dijo que recibiría una en mayo, el 74% en agosto)–– se ha reducido al 60% ahora.

La encuesta de CNN fue realizada por SSRS del 1 al 4 de octubre entre una muestra nacional aleatoria de 1.205 adultos contactados por teléfonos fijos o celulares por un entrevistador en vivo. Los resultados de la muestra completa tienen un margen de error de muestreo de 3,3 puntos porcentuales más o menos. Para las preguntas agregadas el 2 de octubre el margen es de 4,2 puntos porcentuales.

Biden Paga $300,000 en Impuestos Trump $750

Joe Biden, expresidente y candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., publicó este martes sus declaraciones de impuestos de 2019. Los documentos muestran que Biden y su esposa, Jill, pagaron casi 300,000 dólares en impuestos federales sobre la renta ese año. Además, tuvieron un ingreso neto ajustado de aproximadamente 985,000 dólares.

Biden dio a conocer sus impuestos horas antes del primer debate presidencial con Donald Trump. La publicación también ocurre dos días después de que el diario The New York Times informara que Trump no pagó impuestos federales de renta en 10 de 15 años desde 2000. El hoy presidente desembolsó apenas 750 dólares de impuestos en cada uno de sus dos primeros años en el cargo, 2016 y 2017, informó el periódico. Trump no ha divulgado sus declaraciones de renta al público. Lo que contrasta con las décadas de un precedente que han respetado candidatos y presidentes de los principales partidos.

La senadora por California Kamala Harris, fórmula vicepresidencia de Biden también publicó sus declaraciones de impuestos de 2019 este martes. Los registros indican que ella y su esposo, Doug Emhoff, pagaron alrededor de 1.2 millones de dólares en impuestos y tuvieron un ingreso bruto ajustado de alrededor de 3 millones de dólares.

«Este es un nivel histórico de transparencia. Y le dará al pueblo estadounidense la fe una vez más de que sus líderes velarán por ellos y no por sus propios resultados», dijo este martes la subdirectora de campaña de Biden, Kate Bedingfield, a periodistas. Bedingfield agregó que Biden ha revelado más de dos décadas de declaraciones de impuestos.

Ingresos y pagos de impuestos de los Biden
Los Biden tuvieron 14,700 dólares en donaciones caritativas, según los documentos fiscales. Los registros señalan que los Biden obtuvieron ingresos del Northern Virginia Community College, donde Jill Biden enseña. También de la Universidad de Pensilvania, en la que Joe Biden dirigió un centro de diplomacia. Además, recibieron ganancias de discursos y libros, que pasaron a través de corporaciones que habían establecido.

Biden fue senador durante seis mandatos, antes de unirse a la candidatura presidencial de Barack Obama. Sus revelaciones financieras con frecuencia mostraron que era los miembros menos ricos del Senado. Incluso, Biden se ha descrito a sí mismo como «Joe de clase media» en la campaña electoral.

Pero en los dos años posteriores a su salida de la Casa Blanca, Biden ganó 15.6 millones de dólares, principalmente a través de honorarios por conferencias y ganancias de libros. Él y Jill obtuvieron 11 millones de dólares en 2017 y 4.6 millones de dólares en 2018. En ese sentido, pagaron 3.7 millones de dólares en impuestos en 2017 y 1.5 millones en 2018, según muestran los documentos financieros publicados por la campaña de Biden el año pasado.

El explosivo reporte de The New York Times sobre los impuestos de Trump se basa en más de dos décadas de información fiscal. La publicación describe las grandes pérdidas financieras y los años de evasión fiscal de Trump.

Los impuestos de Trump también revelan que reclamó un reembolso de 72.9 millones de dólares por los impuestos que había pagado entre 2005 y 2008. El asunto ahora hace parte de una auditoría por parte del Servicio de Impuestos Internos.

Trump rechazó la historia de The New York Times en una sesión informativa en la Casa Blanca el domingo. El mandatario afirmó que paga «mucho» en impuestos federales sobre la renta.

Biden Aventaja Entre Latinos

El exvicepresidente le saca 42 puntos de ventaja a Trump a nivel nacional, pero en Florida el margen baja a 16 puntos. La encuesta de Univision Noticias con Latino Decisions y North Star Opinion Research también encontró que cuando se trata de mantener la ley y el orden público, un 59% cree que Biden haría un mejor trabajo que Trump.

A casi un mes para las elecciones, el exvicepresidente Joe Biden está 42 puntos por arriba del presidente Donald Trump entre los hispanos registrados para votar. Sin embargo, esa ventaja se reduce a 16 puntos en Florida, un estado péndulo clave en la contienda por la Casa Blanca.

En una nueva encuesta de Univision Noticias con Latino Decisions y North Star Opinion Research poco más de la mitad de los encuestados (52%) está decidido a votar por Biden y Kamala Harris, mientras que un 14% se inclina por hacerlo. Por su parte, Trump y el vicepresidente Mike Pence cuentan con el sólido respaldo de un 19% de los latinos, mientras que un 6% se inclina por darles su voto.

Biden todavía tiene trabajo con los votantes latinos para lograr el 79% que tenía Hillary Clinton justo antes de los comicios del 2016. Trump, por su parte, ya supera el 18% que acumulaba en ese momento.

En comparación con antes de que fuese el nominado del partido demócrata y tuviese a Harris en su boleta, Biden parece haber ganado terreno con los hispanos en Texas. La encuesta, realizada en este estado en alianza con el Centro de Estudios Mexicoamericanos de la Universidad de Houston, revela que ahora un 66% votarían por él versus 53% en febrero.

En cambio, en estados clave como Arizona y Florida, el exvicepresidente no ha logrado avances entre los hispanos. En el primero, su ventaja pasó de 37 a 40 puntos; mientras que en Florida incluso perdió tres puntos (de 19 a 16), al comparar esta encuesta con la realizada por Univision en marzo.

Florida sigue siendo el fuerte de Trump con los hispanos. Nacionalmente, su aprobación es del 30%, pero en ese estado alcanza el 39%.

Además, el porcentaje de quienes reportan que a los demócratas no les importa mucho acercarse a los latinos es más alto en Florida que en Arizona y Texas, un 43% versus 36% y 33%, respectivamente. El porcentaje nacional es de 35%, similar al que encontró un sondeo de Univision hace más de un año.

En el caso de Trump y los republicanos, el porcentaje que cree que no se están comunicando lo suficiente es parecido (34%), pero un 39% cree que están siendo hostiles. Solo un 9% opina esto de los demócratas y Biden.

Coronavirus, empleos y la “ley y el orden”
Antes de que la pandemia golpeara su salud y sus finanzas, los latinos ya reportaban que bajar los costos del cuidado médico era su principal preocupación. A poco para las elecciones, un 40% asegura que responder al coronavirus debe ser la principal prioridad del próximo presidente.

El nuevo sondeo también encontró que un 73% desaprueba la gestión de Trump en ese tema y 61% cree que Biden la manejaría mejor. Asimismo, un 62% considera que Biden haría un mejor trabajo cuando se trata de bajar el costo de los gastos médicos.

En el manejo de la economía, una de las banderas de Trump, un 57% considera que Biden sería mejor para la recuperación frente a un 27% que preferiría a Trump. Nuevamente, esa diferencia es menor en Florida, donde un 47% preferiría a Biden y un 38% cree que Trump haría un mejor trabajo.

Cuando se trata de mantener la “ley y el orden público” (law and order, en inglés), una de las consignas principales del presidente, Biden también le lleva ventaja entre los votantes latinos: un 59% cree que lo haría mejor que Trump. Otro 63% cree que sería mejor para atender las injusticias raciales. Vale destacar que un 83% de los encuestados cree que el racismo hacia los hispanos y los inmigrantes es un problema.

La encuesta de Univision Noticias encontró que tanto nacionalmente como en Arizona, Texas y Florida, hay un fuerte respaldo hacia los manifestantes que protestan por la muerte de George Floyd y en apoyo a Black Lives Matter: más de un 70% de los votantes latinos está a favor.

El sondeo también halló un apoyo importante al recorte de fondos policiales. Un 58% opinó que se deben reducir los fondos de los departamentos de policía e invertir en programas comunitarios, en lugar de mantener o incrementar sus presupuestos.

El voto por correo y la retórica de Trump
En estos comicios marcados por la pandemia, el 46% de los latinos dice que votar en persona podría presentar un riesgo ante el coronavirus y, como consecuencia, casi la mitad (48%) planea votar en ausencia o por correo, ya sea enviando su papeleta vía USPS o depositandola en uno de los buzones designados en su localidad ( ballot drop box, en inglés).

En Arizona, donde todos los votantes registrados pueden sufragar por correo, ese porcentaje se eleva a 61%. En Texas, donde se necesita una excusa para solicitar el voto por correo, la cifra baja a 33%, pero un 40% planea votar en persona durante el periodo de votación temprana. Una cifra más alta que el 24% nacional.

Con todo, solo un 27% de los consultados a nivel nacional afirmó que sufragará en persona el día de la elección.

El sondeo también buscó medir el impacto de la retórica de Trump en la confianza hacia el voto por correo entre los hispanos. Cuando a una parte de los encuestados se le preguntó si tienen confianza en que el voto en ausencia o por correo estará libre de fraudes, un 65% afirmó que sí, mientras que uno de cada tres hispanos reportó no estar confiado.

La certeza en la integridad del voto por correo fue todavía más baja en la otra parte de los encuestados, a quienes se les recordó que el presidente había sugerido que estaría repleto de fraudes: la confianza en el sistema bajó a 52%.

Expertos han desmentido las afirmaciones del presidente y apuntan a estudios que señalan que el fraude electoral es bastante raro y ha sido mínimo en los estados con un sistema de votación universal por correo.

Metodología: Univision Noticias realizó una encuesta nacional de votantes latinos registrados, con una sobremuestra de latinos en Arizona, Florida y Texas. La encuesta se implementó del 17 al 24 de septiembre de 2020 e incluyó a 1,962 votantes latinos. La encuesta general tiene un margen de error de +/- 2,21. En la porción de Texas (n = 401) el margen de error es de +/- 4.89, en Arizona (n = 401) de +/-4.89 y en Florida (n = 500) de +/- 4.38. La encuesta de Latinos en Texas se realizó a través de una asociación entre Univision Noticias y el Centro de Estudios Mexicoamericanos de la Universidad de Houston. El 20 de septiembre de 2020 se agregaron preguntas adicionales relacionadas con la Corte Suprema, incorporadas con dos divisiones de muestra, n = 392 (división A), margen de error +/- 4.95 y n = 432 (división B), margen de error +/- 4,71.

Las encuestas se administraron en inglés o español a discreción del encuestado vía teléfonos celulares, teléfonos fijos o en línea. Se confirmó que todos los encuestados están registrados para votar y que se consideran hispanos o latinos. Los encuestados se seleccionaron al azar del archivo de votantes y las invitaciones para las entrevistas se realizaron mediante llamadas en vivo o por correo electrónico. La encuesta fue supervisada por el Dr. Sergio García-Ríos, director de encuestas de Univision, y administrada en colaboración por Latino Decisions y North Star Opinion Research.