Los «Dreamers» no son Moneda de Cambio

El presidente de EE. UU., Donald Trump, volvió a criticar este domingo a la líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, por haber rechazado su propuesta para financiar el muro en la frontera con México antes de haberla anunciado.

“Nancy Pelosi y algunos de los demócratas rechazaron mi oferta ayer antes de que incluso yo hablara. No ven el crimen ni las drogas, solo ven 2020 (cuando están previstas las presidenciales) que ellos no van a ganar”, trinó. “Deberían hacer lo correcto por el país y permitir a la gente regresar al trabajo”, agregó.

En otro mensaje, Trump cargó de nuevo contra Pelosi, sobre quien consideró que “se ha comportado tan irracionalmente y ha ido tan lejos hacia la izquierda que ahora oficialmente se ha convertido en una demócrata radical”.

“Está tan petrificada por los izquierdistas en su partido que ella ha perdido el control… Y por cierto, limpia las calles de San Francisco, son desagradables”, indicó Trump, en referencia al distrito al que representa Pelosi.

El sábado pasado, el mandatario pronunció un discurso en la Casa Blanca en el que ofreció a los demócratas extender dos protecciones migratorias canceladas por él mismo a cambio de financiación para el muro.

La disputa entre Trump y los demócratas por los fondos para esa construcción ha ocasionado el cierre del gobierno, que ayer cumplió 30 días. En otro de sus trinos, el presidente aclaró que las medidas que anunció ayer no son una amnistía.

“No, la amnistía no es parte de mi oferta. Es una extensión de tres años de Daca. La amnistía será usada solo en un acuerdo mucho mayor, tanto si es en inmigración o en algo más”, agregó.

Antes de que Trump hiciera su anuncio, Pelosi emitió un comunicado en el que rechaza la propuesta, al no considerarla una concesión presidencial para romper el punto muerto, sino una “compilación de varias iniciativas ya rechazadas en el pasado e inaceptables cada una de ellas”.

Trump Debe de Decidir Entre Economía y el Muro

Si el cierre del gobierno dura mucho más, la única salida del presidente Donald Trump puede implicar una elección entre dos pilares de su viabilidad política: su muro fronterizo y su economía ronroneante.

Cada vez más estadounidenses sienten los efectos del cierre parcial todos los días, desde viajeros atrapados en líneas de seguridad hasta agentes de la Guardia Costera que ahora se unen a los cientos de miles de empleados federales que se quedan sin sueldo.

Sin embargo, los puntos de presión política normales que generalmente terminan con los puntos muertos de los cierres no están funcionando, tal vez debido a la dinámica única de la era Trump. Como consecuencia, hay muchas posibilidades de que cierre que ya llega a su día 27, dure mucho más.

Trump les dijo a los simpatizantes el martes, por ejemplo, “si es necesario, nos quedaremos en cierre por mucho tiempo”.

El senador John Kennedy, que voló el lunes en el Air Force One con el presidente, dijo que Trump insiste en que no va a ceder.

“Es un carnívoro, y en este caso, él cree que tiene razón”, dijo el republicano de Louisiana.

Otra señal de que el impasse podría extenderse es que la presidente de la Cámara, Nancy Pelosi, le pidió al presidente que cambie el día del discurso del Estado de la Unión, ahora fijado para el 29 de enero, o lo entregue por escrito debido a las sobrecargadas agencias de seguridad.

Un funcionario de la Casa Blanca familiarizado con los preparativos dijo el miércoles por la noche a Jim Acosta de CNN que “en este momento, Trump planea dar el discurso programado el 29 de enero.

Los cierres del gobierno generalmente terminan cuando uno de los lados, el presidente o el Congreso, comienzan a sentir la presión insoportable y el costo de avanzar sobrepasa el daño político sufrido.

Dado que ese punto de quiebre aún no llega, los factores a más largo plazo pueden entrar en juego. Un punto de presión significativo podría ser los efectos secundarios del cierre del crecimiento económico, el desempleo y la confianza del consumidor.

Si se prolonga la disputa sobre la exigencia del presidente de que los demócratas proporcionen $ 5.700 millones de dólares en financiamiento, las posibilidades de un daño genuino a la economía -uno de los puntos indiscutibles de la presidencia de Trump- aumentan significativamente.

Kevin Hassett, que preside el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, advirtió que el impacto del cierre de los contratistas del gobierno es más alto de lo esperado y podría reducir significativamente las cifras de crecimiento.

“Creemos que se trata de un décimo de un porcentaje por semana, no un décimo de un porcentaje cada dos semanas”, dijo Hassett a la prensa el martes.

Su comentario tenía la intención de presionar a los demócratas en el Capitolio para que cedieran a las demandas de Trump. Pero también sirvió para subrayar el riesgo para el presidente, que podría decirse que tiene más en juego por la economía que los demócratas.

Continua el Cierre de Gobierno

+ Pide el IRS que Gente regrese a trabajar sin sueldo

Con la mirada puesta en la próxima fecha de pago para los empleados federales, la Casa Blanca cambió el martes de táctica e intentó saltarse a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para negociar con los legisladores, aun cuando el presidente Donald Trump se mantiene firme sobre un prolongado cierre de gobierno.

La Cámara de Representantes y el Senado anunciaron que mantendrán las sesiones si continúa la parálisis parcial del gobierno, lo que parece probable. Aunque el cierre del gobierno ha cumplido 25 días, Trump insiste en que el Congreso le conceda una financiación de $5,700 millones para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera con México. Los demócratas aseguran que abordarán la seguridad fronteriza cuando el gobierno reanude actividades completamente, pero Pelosi se opone a otorgar los recursos porque considera al muro ineficaz e inmoral.

En una teleconferencia con simpatizantes, el presidente no mostró señales de retractarse en su demanda.
“Estaremos cerrados mucho tiempo si tenemos que hacerlo”, declaró Trump. “Estaremos cerrados mucho tiempo”.

Mientras 800,000 empleados federales están cesantes o laboran sin paga, Trump dejó entrever que el cierre parcial no genera contratiempos, aun cuando ha causado congestionamientos en las filas de seguridad en los aeropuertos y paralizado el funcionamiento de agencias federales.
“La gente está muy impresionada de lo bien que el gobierno está trabajando pese a las circunstancias en las que nos encontramos”, dijo Trump.

Sin embargo, tras bambalinas, el gobierno y sus aliados en el Capitolio miran celosamente la próxima fecha de pago con la expectativa de alcanzar un acuerdo antes del martes de la próxima semana, cuando necesitan preparar la próxima tanda de cheques para los empleados que no han cobrado nada.

“Definitivamente existe la sensación de que se acerca una fecha límite, que podría ser el martes próximo, para garantizar que podremos resolver este problema”, dijo Mercedes Schlapp, una portavoz de la Casa Blanca.

El martes fue otra jornada de mucho teatro y poca sustancia, mientras el cierre atraviesa su cuarta semana.

El presidente, que hace una semana parecía tener intención de declarar una emergencia nacional para construir el muro fronterizo, ha devuelto su atención al Congreso, porque según diversas encuestas le está cayendo encima parte de la culpa de la parálisis.

La Casa Blanca invitó a legisladores sin rango a almorzar con Trump en el recinto presidencial como parte de una estrategia para conseguir apoyo entre los demócratas de centro y legisladores recién elegidos, incluidos aquellos provenientes de zonas donde el presidente goza de popularidad entre los electores.

Sin embargo, la Casa Blanca conoció muy pronto los límites de esa estrategia. Ningún demócrata de la Cámara Baja aceptó la invitación.

Uno de ellos, el representante Lou Correa, “está abierto a la oportunidad de reunirse con el presidente para hablar de seguridad fronteriza”, dijo su portavoz y agregó: “tan pronto como se reabra el gobierno”.

Trump terminó almorzando con un puñado de representantes republicanos menos conocidos. La Casa Blanca intentará nuevamente esta semana invitar a un grupo bipartidista de legisladores conocidos como el caucus de mediadores.

El mandatario pidió a sus partidarios a llamar a las oficinas de los legisladores demócratas y presionarlos a que apoyen el muro para reabrir al gobierno.
Poco tiempo después, un grupo de demócratas de la Cámara de Representantes llegó a la oficina del líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, para exigirle que tomara en cuenta los proyectos de ley aprobados por la cámara baja para financiar al gobierno. McConnell no se encontraba en su oficina en ese momento, por lo que los demócratas dejaron una nota.

McConnell dijo que no quiere perder el tiempo del Senado y que solo presentará iniciativas que Trump promulgaría. Los demócratas, dijo, han convertido el muro de Trump en “algo malo” y es tiempo de sacar al país del “carrusel político” del enfrentamiento por el cierre gubernamental.

Los republicanos se quejan de que los demócratas son los que se rehúsan a doblegarse y dijeron que depende de Pelosi presentarle una nueva oferta a Trump.

En tanto, los efectos de los 25 días de cierre parcial del gobierno se intensificaron en todo el país, con los trabajadores enfrentando una creciente inquietud sobre los pagos de hipotecas y de recibos.
Aunque Trump está enfocado en presionar a los demócratas para que vuelvan a negociar, fue el presidente quien abandonó la reunión más reciente la semana pasada luego de que Pelosi le dijo que no cedería a sus demandas.

Cierra Terminal del Aeropuerto de Miami por Cierre de Gobierno

+ Cierra una terminal del aeropuerto de Miami por la parálisis administrativa del gobierno de Estados Unidos
+ Hay 51,000 empleados de la TSA (Administración de Seguridad del Transporte) obligados a trabajar sin cobrar. Debido al conflicto, aumentaron las ausencias por enfermedad y generaron grandes baches que obligaron a cerrar un sector del aeropuerto.
+ Los viajeros confundidos buscan encontrar su rincón mientras pasan frente a una terminal cerrada en el Aeropuerto Internacional de Miami. (AP Photo/Brynn Anderson)

Cientos de funcionarios de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), que están obligados a trabajar sin sueldo debido al cierre parcial del Gobierno ordenado por Donald Trump, dieron parte de enfermos esta semana desde al menos cuatro aeropuertos principales, según dos funcionarios de la agencia y tres funcionarios del sindicato de empleados de la TSA.

En el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, hasta 170 empleados de la TSA pidieron permiso cada día esta semana, aseguró CNN. Y no es el único: los partes por enfermedad aumentaron entre un 200% y un 300% en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth.

En caso más crítico se está dando en Miami, donde una terminal del aeropuerto internacional está cerrada hasta mañana para compensar la ausencia de algunos trabajadores de la Administración de Seguridad en el Transporte debido a esta parálisis.

«Los vuelos que tenían previsto salir de la Terminal G serán reubicados en la Terminal F o en la H», confirmó a la agencia AFP Greg Chin, encargado del aeropuerto.

Dicha terminal es en la que se ubica United, Frontier, Eastern Airlines y Aruba Airlines, entre otras y de ahora en más y hasta nuevo aviso abrirá a la mañana y cerrará a las 13 horas locales de cada día.

Los trabajadores de la TSA que llevan a cabo los controles de seguridad son considerados «esenciales», por lo que deben trabajar sin sueldo. No obstante, estos empleados federales están faltando por enfermedad a una tasa de más del doble de lo normal en el aeropuerto de Miami, según el diario local Miami Herald.

«En este momento hay cerca de 40 empleados de TSA que dijeron estar enfermos», dijo a AFP un miembro de seguridad de dicho aeropuerto. El cierre de la terminal permite enviar a los empleados de la TSA que sí están trabajando a los puntos de control más transitados.

El congresista demócrata Bennie Thompson, nuevo presidente de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, dijo en una carta esta semana al jefe de la TSA que «es razonable esperar que las renuncias y ausencias de los oficiales aumenten a medida que se prolongue el cierre del gobierno».

«No se puede esperar que ningún empleado trabaje indefinidamente sin percibir un sueldo», escribió Thompson.

El cierre parcial del gobierno estadounidense (shutdown), que comenzó el 22 de diciembre, gira en torno a la disputa presupuestaria entre el presidente Donald Trump y el Congreso sobre la asignación de 5.700 millones de dólares para levantar un muro en la frontera con México.

No se Preocupe los Cupones de Alimentos Tienen Fondos Para Otro mes

Estarán financiados hasta febrero de continuar el cierre de gobierno

El gobierno del presidente Donald Trump dijo que los beneficios del programa de Servicio de Alimentos y Nutrición, también conocidos como cupones de alimentos, estarán financiados hasta febrero de continuar el cierre de gobierno.

El secretario de Agricultura, Sonny Perdue, pedirá que los estados emitan los beneficios de febrero en o antes del 20 de enero para que puedan pagarse a tiempo. El programa, conocido como SNAP pos sus siglas en inglés, está totalmente pagado para enero.

El departamento dijo que otros programas del Departamento de Agricultura (USDA) también están financiados hasta el próximo mes, incluidos los almuerzos escolares, los programas de distribución de alimentos en reservas indias y programas de nutrición infantil. Este último incluye el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC).

Si el cierre dura hasta marzo, el fondo de contingencia para SNAP del USDA por 3,000 millones de dólares no cubrirá un mes completo de beneficios. Casi 40 millones de estadounidenses están inscritos en el programa.

Trump Mantiene Cerrado el Gobierno el Tercero más largo en su Historia

En una disputa de poderes entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, es posible que el cierre del gobierno llegue a su tercera semanaLos cierres gubernamentales normalmente finalizan cuando una o ambas partes en la disputa comienzan a sentir un dolor político intolerableTrump pide 5.000 millones de dólares para el muro fronterizo y la Cámara le aprueba 1.500, pero no para el muro, que según Trump pagaría México

Donald Trump amenaza con salir del callejón sin salida que tiene por el cierre del gobierno ejerciendo su poder presidencial para declarar una emergencia nacional y eludir al Congreso y así construir su muro fronterizo.

La estratagema de Trump surge cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se prepara para presionar políticamente al Partido Republicano esta semana con un proyecto de ley para abrir oficinas cerradas y demostrar que los demócratas pueden proporcionar un gobierno creíble.

Pero como el Senado liderado por republicanos solo cumplirá con un acuerdo que firme Trump, los partidos seguirán tan distanciados como antes, y el cierre va hacia una tercera semana sin pagarles a cientos de miles de trabajadores del gobierno.

«Estamos ante una emergencia nacional porque tenemos una emergencia nacional; basta con leer los documentos», les dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca el domingo.

La amenaza de Trump es una medida característica de un presidente que a menudo trata de escapar de una crisis provocando una controversia aún mayor, con la esperanza de desequilibrar a sus enemigos y disfrazar su propia posición vulnerable.

Pero una declaración de este tipo podría encender una tormenta política y legal si sigue adelante, escalando el amargo enfrentamiento por el muro fronterizo y sus políticas de inmigración de línea dura en un duelo constitucional por el poder ejecutivo.

Conversaciones en las que participaron el personal del Congreso y fueron dirigidas por el vicepresidente Mike Pence, no lograron avances significativos para poner fin al enfrentamiento. Trump está exigiendo más de 5.000 millones de dólares en financiamiento para el muro antes de aceptar la reapertura del gobierno. Los demócratas le han ofrecido cerca de 1.500 millones de dólares para la seguridad fronteriza, pero ningún dinero de los contribuyentes para el muro, que el presidente prometió que pagaría México.

Ambas partes parecen estar profundizando en un enfrentamiento que se agrava porque es la primera prueba de voluntades en la nueva era de gobierno dividido después de que los demócratas tomaron el control de la Cámara de Representantes la semana pasada.

«No hay ningún requisito de que se cierre este gobierno mientras deliberamos sobre el futuro de cualquier barrera, ya sea una valla o un muro», dijo Dick Cézquez, del Partido Demócrata del Senado, en «Face the Nation» de CBS. «Este es el primer presidente de la historia que cierra su propio gobierno», dijo.

Una fuente en la reunión del domingo en la que estuvo Pence, empleados de la Casa Blanca y asesores del Congreso, le dijeron a Manu Raju de CNN que no había una verdadera discusión sobre un monto en dólares que pudiera ayudar a resolver el estancamiento.

Y una fuente demócrata familiarizada con las conversaciones dijo que el gobierno no podía dar una explicación completa de cómo Trump gastaría sus miles de millones de dólares según lo solicitado.

Un asistente de liderazgo republicano dijo: «A los demócratas se les dio lo que pidieron, que era una lista detallada de las propuestas del gobierno para la seguridad fronteriza que incluyen el muro y otras medidas de protección fronteriza».

Los cierres gubernamentales normalmente finalizan cuando una o ambas partes en la disputa comienzan a sentir un dolor político intolerable y se toman medidas para ponerle fin. Hasta ahora, no se ha llegado a ese punto en el enfrentamiento actual.

El presidente, que ha hecho pocos intentos por ampliar su apoyo en el cargo, parece temer la reacción de los medios conservadores y su propia base, que está apasionadamente a favor de su promesa de construir un muro.

El presidente puede ser menos vulnerable a la ira en el terreno político de Estados Unidos que la mayoría de los presidentes, ya que los efectos devastadores de la falta de pagos, de parques nacionales cerrados y de la reducción de los servicios gubernamentales comienzan a aumentar.

Trump tampoco parece estar tan preocupado por la difícil situación de los trabajadores del gobierno, de los cuales, alguna vez dijo que en su mayoría eran demócratas.

En una conferencia de prensa el viernes, el Presidente sugirió, sin pruebas, que muchos trabajadores del gobierno quieren que el gobierno permanezca cerrado hasta que reciba el dinero del muro.

Los demócratas aún no han sentido una razón de peso para finalizar el cierre del gobierno. Pocos quieren que su nueva mayoría en la Cámara de Representantes comience por darle una victoria a Trump, y dado que Trump dijo antes de Navidad que se sentiría orgulloso de cerrar el gobierno, creen que se le echará la culpa.

Pero cuanto más dure el cierre, debe haber cierto peligro de que los demócratas sean vistos simplemente como otro ejemplo de disfunción en Washington, que daña sus esperanzas de un rápido comienzo en la Cámara.

Teniendo en cuenta la volubilidad de Trump, no siempre es fácil juzgar si sus amenazas —como declarar una emergencia nacional para financiar el muro— son tácticas de negociación, tácticas serias o simplemente ideas que ocurren de forma imprevista.

Pero un audaz reclamo de poder presidencial estaría en línea con su tendencia a poner a prueba los límites de su autoridad ejecutiva y su impaciencia con las limitaciones constitucionales.

La opinión en Washington está dividida sobre si Trump en realidad tiene el poder de ir por su propia cuenta por el muro, a pesar de la oposición en el Congreso.

«Si Harry Truman no pudo nacionalizar la industria siderúrgica en tiempos de guerra, este presidente no tiene la facultad de declarar una emergencia y construir un muro multimillonario en la frontera. Así que es imposible», dijo Schiff.

Pero al Representante Adam Smith, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, se le preguntó si Trump tenía esa autoridad en «This Week» en ABC.

«Lamentablemente, la respuesta es afirmativa», dijo con la convicción de que Trump podría declarar una emergencia para utilizar los dólares del Departamento de Defensa en un proyecto de construcción como se hizo en Afganistán e Irak.

Pero Smith también advirtió: «Creo que el presidente estaría abierto a la impugnación judicial diciendo ‘¿Dónde está la emergencia?'».

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, fracasó cuando fue cuestionada el domingo por Fox News acerca de que 4.000 terroristas conocidos o sospechosos habían ingresado a Estados Unidos y que el punto de acceso más vulnerable era el sur frontera.

De hecho, según el Departamento de Seguridad Nacional, la cifra representa personas bloqueadas para viajar o entrar a Estados Unidos, a menudo en aeropuertos y que no necesariamente se dirigen a la frontera sur.

Si Trump cumple con su amenaza de declarar una emergencia nacional, estaría en un terreno disputado.

Podría argumentarse que busca utilizar el poder ejecutivo sin control para subvertir una rama gubernamental equivalente que lo ha frustrado al llevar a cabo una cruzada política personal.

Y nuevamente sería acusado de usar el servicio militar para sus propios fines, como lo fue cuando envió tropas a la región fronteriza el año pasado.

Las leyes estadounidenses otorgan al presidente la autoridad en momentos de emergencia nacional para aplazar los planes de construcción del Ejército que no son esenciales para la defensa nacional y aplicar los recursos a proyectos de obras civiles que cumplan esa prueba.

Pero, por lo general, ese poder se limita a tiempos de guerra o crisis nacionales genuinas. Es probable que la declaración de Trump enfrente una impugnación judicial debido a que la situación en la frontera no satisface esa súbita contingencia. La judicatura y el Congreso también tienen derecho a impugnar la definición de emergencia nacional de un presidente.

Tal jugada de poder también vendría en un momento en que ya hay preocupaciones sobre el liderazgo impulsivo del presidente.

Las limitaciones de Trump se ven debilitadas por la salida de influencias moderadoras en su gobierno, como el exsecretario de Defensa James Mattis.

Actualmente Trump tiene en su gobierno a un secretario de defensa interino, un fiscal general interino, un jefe de personal interino de la Casa Blanca y una asesoría legal de la Casa Blanca que no tiene suficiente personal.

Es posible que estos asistentes no tengan la autoridad o el deseo de cuestionar la legalidad o sabiduría de las acciones del presidente.

Reunión de Trump y el Congreso Este Miércoles

Se espera que el presidente Trump se reúna con líderes del Congreso de ambos partidos esta tarde en la Casa BlancTratarán de encontrar una manera de poner fin al cierre parcial del gobiernoTambién se espera que haya una reunión informativa sobre la seguridad fronteriza en la reunión de este miércoles en la Casa Blanca

No ha habido negociaciones, y mucho menos propuestas de compromiso, en los últimos tiempos. Ambos lados están bastante centrados en su posición. Ahora, los demócratas de la Cámara de Representantes tienen un plan para reabrir el gobierno. Deben votar mañana un paquete bipartidista de seis proyectos de ley de gastos del Senado y una medida provisional para reabrir el Departamento de Seguridad Nacional en sus niveles actuales de financiamiento hasta el 8 de febrero.

La medida mantendría los actuales 1.300 millones de dólares en dinero de seguridad fronteriza. Eso es un truco para Trump, que quiere 5.000 millones para un muro en la frontera.

También se espera que haya una reunión informativa sobre la seguridad fronteriza en la reunión de este miércoles en la Casa Blanca, y seguramente surgirá un incidente que hubo a principios del Año Nuevo en la frontera de California con México. Los agentes de la Patrulla Fronteriza utilizaron gas lacrimógeno y gas pimienta en más de 100 migrantes que intentaron ingresar ilegalmente al país.

Además, el presidente tendrá una reunión con su gabinete al medio día.

También hay un incentivo maloliente para terminar el cierre. La basura y los inodoros desbordados son ahora un problema en los parques nacionales. Muchos han mantenido sus puertas abiertas, pero están operando con personal mucho más pequeño debido al cierre.

Eso significa que hay muy pocas personas para limpiar y ayudar a mantener el orden. El Parque Nacional Joshua Tree de California cerrará sus campamentos al mediodía de este miércoles.

Starbucks Pierde Millones por Plática Antiracial

El presidente de Starbucks, Howard Schultz, aseguró que cerrar tiendas este 29 de mayo tendrá un costo de «decenas de millones de dólares». En una entrevista con Poppy Harlow, de CNN, Schultz restó importancia al alto coste de cerrar 8,000 tiendas en Estados Unidos para entrenamiento antiprejuicios.
«No hay compañía en Estados Unidos que haya hecho algo como esto», dijo Schultz. «Esto costará decenas de millones de dólares. No es un gasto, es una inversión en nuestra gente».
«Nos damos cuenta de que cuatro horas de entrenamiento no resolverán la desigualdad racial en nuestro país, pero tenemos que comenzar la conversación», dijo.
«Para que esto suceda es un anatema. Era difícil imaginar que esto sucediera en un Starbucks. Sin embargo, sucedió», dijo en referencia al suceso racista que tuvo lugar en un comercio de la cadena en abril, cuando dos hombres negros fueron expulsados de una de sus tiendas mientras esperaban la llegada de un tercero.
El hecho, ocurrido en Filadelfia, causó indignación en todo Estados Unidos y la cadena pidió perdón a los dos hombres. Tras esto, decidió tomar medidas contra la discriminación: cerrar 8.000 tiendas en la tarde del 29 de mayo para enseñarles a los empleados sobre el sesgo racial.
Los expertos en comunicaciones lo elogiaron como un modelo de cómo las empresas pueden manejar las tormentas de fuego públicas.