Corte Suprema Autoriza a Trump a Reanudar Deportaciones a Países Terceros

La Corte Suprema de Estados Unidos permitió a la administración del presidente Donald Trump reanudar las deportaciones de migrantes a naciones distintas de su país de origen.

Con seis votos a favor y tres en contra, los jueces revocaron una orden de un tribunal inferior que exigía al gobierno brindar a los migrantes una «oportunidad significativa» para informar a las autoridades sobre los riesgos que podrían enfrentar al ser deportados a un tercer país.

Las tres juezas liberales de la corte emitieron una larga disensión argumentando que el fallo mayoritario «premiaba la ilegalidad».

El gobierno podrá ahora enviar a los migrantes a una base militar estadounidense en Yibuti o Sudán del Sur.

El caso surgió a raíz de una orden emitida en abril por el juez de distrito Brian Murphy, con sede en Boston, para suspender las deportaciones de migrantes a terceros países.

El juez afirmó que esos migrantes tenían derecho al debido proceso, es decir, a ser notificados de su destino y a la oportunidad de argumentar que corrían peligro de ser torturados o asesinados si eran enviados a dichos países.

Posteriormente, el juez declaró que un vuelo de deportación a Sudán del Sur había violado su orden.

La deportación incluía a ocho migrantes de Myanmar, Sudán del Sur, Cuba, México, Laos y Vietnam, enviados en un avión que supuestamente se dirigía a ese país africano, un país plagado de violencia y en el que la mayoría de ellos nunca habían puesto un pie.

El vuelo, sin embargo, aterrizó en Yibuti, donde hay una base militar estadounidense. Los hombres han permanecido retenidos allí desde entonces.

Aunque la orden del juez Murphy se aplicaba a muchos migrantes, la atención pública desde entonces ha estado centrada en esos ocho hombres, que habían sido calificados por la administración Trump de «lo peor de lo peor».

La decisión de la Corte Suprema bloquea temporalmente la orden del juez Murphy.

En su disensión, las juezas Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson criticaron el fallo de la mayoría, calificándola de «grave abuso».

«Aparentemente, la corte considera más aceptable la idea de que miles de personas sufran violencia en lugares lejanos que la remota posibilidad de que un tribunal de distrito se exceda en sus facultades correctivas cuando ordenó al gobierno que proporcionara la notificación y el proceso al que los demandantes tienen derecho constitucional y estatutariamente», escribió Sotomayor.

«Ese uso de discreción es tan incomprensible como inexcusable», agregó.

La declaración de un solo párrafo, sin firmar, de la mayoría conservadora de la Corte Surpema no explica sus razones para poner en pausa la decisión de Murphy.

El fallo de la Corte de este lunes representa otra victoria para el presidente Trump en su búsqueda de deportaciones masivas.

El Departamento de Seguridad Nacional afirmó que el fallo era «una victoria para la seguridad del pueblo estadounidense».

«¡Que se enciendan los aviones de deportación!», dijo la portavoz de la agencia, Tricia McLaughlin.

El gobierno de Trump afirmó que los ocho migrantes vinculados al caso habían cometido «crímenes atroces» en Estados Unidos, incluyendo asesinato, incendio provocado y robo a mano armada.

Sin embargo, los abogados de los migrantes declararon ante la Corte Suprema que muchos de los detenidos no tenían antecedentes penales.

La Alianza Nacional de Litigios de Inmigración, que representa a los demandantes, calificó el fallo de la corte de «horrendo».

Su directora ejecutiva, Trina Realmuto, afirmó que la decisión expone a sus clientes a «tortura y muerte».

Poco después del fallo, los abogados de los migrantes presentaron una moción de emergencia ante el juez Murphy solicitando que continuara bloqueando las deportaciones.

En una breve orden emitida el lunes por la noche, el juez indicó que los migrantes en Yibuti por ahora están protegidos de una remoción inmediata debido a un fallo distinto emitido previamente por él.

Gobierno Federal Solicita Permiso para Deportar a 200 Venezolanos

La decisión del Tribunal Supremo será clave para definir la utilización de la Ley de Enemigos Extranjeros en el manejo de políticas migratorias

La administración de Donald Trump solicitó recientemente al Tribunal Supremo de Estados Unidos permiso para reanudar la deportación de casi 200 migrantes venezolanos detenidos en Texas.

Esta movida se produce luego de que una orden judicial previa suspendiera temporalmente las deportaciones basadas en el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros, una legislación de tiempos de guerra que ha sido raramente utilizada en la historia de Estados Unidos.

De acuerdo con un informe de The New York Times, la administración, bajo la representación del procurador general D. John Sauer, argumenta que los migrantes, presuntamente miembros de la banda conocida como Tren de Aragua (TdA), son considerados peligrosos y problemáticos.

Según las declaraciones de Sauer, el grupo ha demostrado ser “especialmente peligroso” para mantener en detención prolongada. En su petición al Tribunal Supremo, la administración busca anular la orden de suspensión emitida en abril que protegía temporalmente a los migrantes de la deportación.

Los informes detallan incidentes donde un grupo de 23 migrantes se atrincheró en un centro de detención en Texas, específicamente en la instalación de Bluebonnet.

De acuerdo con una declaración bajo juramento del oficial del Departamento de Seguridad Nacional, Joshua Johnson, los migrantes bloquearon las puertas de su unidad de vivienda utilizando literas, cubrieron las cámaras de seguridad y bloquearon las ventanas.

Durante horas, amenazaron con tomar rehenes y atacar a los oficiales de ICE y al personal de la instalación. Este comportamiento, según la administración de Trump, es una prueba contundente del peligro que estos individuos representan incluso mientras están detenidos.

Tras el incidente, los migrantes fueron trasladados al Centro de Detención Prairieland en el norte de Texas. Johnson resaltó que el traslado fue esencial para garantizar la seguridad en la instalación original, ya que la conducta coordinada de los detenidos ponía en riesgo a otros detenidos, al personal y a los visitantes del lugar.

Argumento legal y procedimientos

En su declaración, Sauer enfatizó que la rápida deportación de estos individuos es crucial debido a los peligros que suponen. La administración de Trump sostiene que el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros es apropiado y cita el “interés fuerte del gobierno en remover de inmediato del país” a los miembros de bandas que sean una amenaza para los oficiales de ICE, el personal de las instalaciones y otros detenidos.

La Ley de Enemigos Extranjeros, que data de 1798, ha sido utilizada de manera excepcional en la historia de Estados Unidos, habiendo sido invocada solo tres veces anteriormente durante periodos de guerra declarada.

Trump proclamó su intención de usar esta ley en marzo para deportar a miembros de la banda venezolana TdA. Sin embargo, los esfuerzos del gobierno han enfrentado múltiples desafíos legales en las cortes federales.

El procurador general Sauer también argumenta que a los migrantes se les ha dado un aviso adecuado y la oportunidad de presentar peticiones de hábeas corpus para desafiar su deportación. Según Sauer, los migrantes han tenido tres semanas para presentar dichas peticiones, sin embargo, hasta la fecha no se han presentado recursos en el Distrito Norte de Texas.

Respuesta y contexto internacional

La situación ha capturado la atención internacional, reflejando las tensiones migratorias y las políticas de inmigración más estrictas implementadas durante la administración de Trump.

El grupo Tren de Aragua fue designado como una organización terrorista extranjera por Estados Unidos, lo cual contribuye a la percepción de peligro que rodea a estos migrantes.

Varios jueces federales han bloqueado las deportaciones bajo esta ley, reflejando las inquietudes legales y humanitarias en torno al uso de poderes de tiempos de guerra en asuntos de inmigración.

Sin embargo, la administración de Trump continúa buscando vías legales alternativas para la deportación, incluso bajo la autoridad de Title 8, que regula las normativas de inmigración y nacionalidad.

El proceso ha capturado la atención de varios medios de comunicación y grupos de derechos humanos que monitorean las acciones del gobierno. La próxima decisión del Tribunal Supremo será crucial para determinar el futuro de estos migrantes y la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros en el contexto moderno de las políticas migratorias de Estados Unidos.

Corte Suprema Asegura a Trump en Boleta Electoral

La Corte Suprema dictaminó el lunes que el expresidente Donald Trump debería aparecer en la papeleta electoral en Colorado, en una decisión que sigue a meses de debate sobre si el favorito para la candidatura del Partido Republicano violó la cláusula sobre insurrección incluida en la 14ª Enmienda.

El dictamen supone una victoria enorme para Trump, que vence así una de las muchas amenazas legales que han plagado y animado su campaña contra el presidente Joe Biden. No obstante, la decisión no tiene ningún impacto en los cuatro casos penales en curso a los que se enfrenta Trump, incluido el caso federal de subversión electoral que cubre algunas de las mismas conductas en torno al 6 de enero de 2021.

El tribunal se mostró unánime en la idea de que Trump no puede ser retirado unilateralmente de las boletas.

Pero los jueces se mostraron divididos sobre el alcance de la decisión. Una mayoría de 5-4 dijo que ningún estado podía eliminar a un candidato federal de ninguna papeleta electoral, pero cuatro jueces afirmaron que el tribunal debería haber limitado su opinión.

Una mayoría de cinco jueces —el presidente del tribunal, John Roberts, y los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh— escribió que los estados no pueden eliminar a ningún funcionario federal de la boleta electoral, especialmente al presidente, sin que el Congreso apruebe primero una legislación.

«Concluimos que los estados pueden inhabilitar a las personas que ocupan o intentan ocupar un cargo estatal. Pero los estados no están facultados por la Constitución para aplicar el artículo 3 en relación con los cargos federales, especialmente la Presidencia», afirma el dictamen.

«Nada en la Constitución delega en los estados la facultad de aplicar el artículo 3 a los titulares de cargos y candidatos federales», añade la mayoría.

La decisión, que marcó la primera vez que el alto tribunal sopesaba las acciones de Trump el 6 de enero, llegó un día antes del supermartes, cuando 16 estados y territorios, incluido Colorado, elegirán a sus candidatos.

El uso de la 14ª Enmienda para bloquear la candidatura de Trump siempre se ha visto como una posibilidad legal remota, pero cobró un impulso significativo con una victoria en el máximo tribunal de Colorado en diciembre. Desde esa decisión, Trump también ha sido retirado de la papeleta electoral en Maine e Illinois.

En los tribunales y en grupos jurídicos se ha debatido durante meses el significado de la disposición posterior a la Guerra Civil que está en el centro del caso, un texto que prohíbe a determinados funcionarios que juraron apoyar la Constitución y luego se insurreccionaron volver a ocupar un cargo. La disposición clave, conocida como Sección 3, tenía originalmente por objeto impedir que los antiguos confederados reclamaran el poder.

Pero existía una gran incertidumbre sobre el significado de la prohibición y cómo debía aplicarse. Varios jueces conservadores y liberales plantearon cuestiones fundamentales durante los argumentos del 8 de febrero vinculadas a si era justo que Colorado respondiera a esas preguntas para el resto del país.

Trump ridiculizó las demandas por la 14ª Enmienda que han surgido en todo el país y se queja habitualmente de que son una afrenta inconstitucional de los demócratas que quieren sacarle de la papeleta electoral en lugar de competir con él en noviembre. Sus abogados han argumentado que sería «antiestadounidense» privar a los votantes de la oportunidad de decidir si Trump debe volver a la Casa Blanca.

En Minnesota, Michigan, Massachusetts y Oregon se rechazaron impugnaciones similares de la 14ª Enmienda contra Trump, todas ellas por motivos de procedimiento. Pero en Colorado, una serie de decisiones de tribunales estatales condujeron a un caso que Trump acabó apelando ante la Corte Suprema de EE.UU. en enero.

Un grupo de vigilancia de tendencia liberal, Citizens for Responsibility and Ethics in Washington, presentó la demanda en Colorado en septiembre en nombre de seis votantes republicanos e independientes, encabezados por Norma Anderson, de 91 años, una exlegisladora estatal republicana. Demandaron a la secretaria de Estado de Colorado, Jena Griswold, y pidieron a un juez que la obligara a retirar el nombre de Trump de la papeleta de las primarias del Partido Republicano del estado.

Un juez de distrito del estado de Colorado presidió un juicio de una semana antes de concluir en noviembre que, aunque Trump «participó en una insurrección», debía permanecer en la papeleta porque la prohibición no se aplicaba a los presidentes. La Corte Suprema de Colorado, en una votación muy dividida (4-3), confirmó las conclusiones sobre el papel de Trump en el ataque al Capitolio de EE.UU., pero dijo que la prohibición, de hecho, se aplicaba a los presidentes.

Solo tres estados habían retirado a Trump de las urnas por la «prohibición insurreccional».

Además de Colorado, el máximo responsable electoral de Maine llegó a una conclusión similar y determinó que Trump está constitucionalmente inhabilitado para el cargo. Trump está apelando, y un tribunal estatal detuvo esos procedimientos mientras la Corte Suprema se ocupaba del caso de Colorado.

Un juez de Illinois también retiró a Trump de la papeleta electoral en ese estado por los mismos motivos del 6 de enero, aunque la aplicación de ese fallo quedó en suspenso a la espera de posibles apelaciones.

La discusión en la Corte Suprema

Durante los argumentos de la Corte Suprema parecía que Trump ganaría. Los conservadores del tribunal más proclives a mostrarse escépticos con el expresidente, como Roberts y Kavanaugh, lanzaron preguntas relativamente amistosas al abogado de Trump, Jonathan Mitchell. Cuando el abogado que representa a los votantes se puso de pie, las preguntas se volvieron mucho más punzantes e insistentes.

Y no solo los conservadores parecían estar al ataque: las juezas Elena Kagan, nominada por el presidente Barack Obama, y Ketanji Brown Jackson, elegida por Biden, también se centraron en algunos de los argumentos que Trump había planteado en sus escritos.

«La cuestión a la que hay que enfrentarse es por qué un solo estado debe decidir quién será presidente de Estados Unidos», insistió Kagan a Jason Murray, que representaba a los demandantes. «¿Por qué un solo estado debe tener la capacidad de tomar esta determinación no solo para sus propios ciudadanos, sino para el resto de la nación?».

Trump en Manos de la Corte Suprema

La Corte Suprema aceptó escuchar el caso sobre si Trump puede o no estar en las boletas electorales como candidato presidencial, debido a su papel en los intentos por revertir su derrota electoral en 2020 y el asalto al Capitolio en 2021. El caso puede ser definitorio no solo para Trump, sino para toda la elección presidencial.

Luego de que la Corte Suprema dijera que escuchará el caso sobre si el expresidente Donald Trump puede o no estar en las boletas electorales de 2024 por su rol en los intentos de revertir su derrota electoral de 2020, el futuro del republicano como candidato y con él, posiblemente toda la elección presidencial, queda en manos del tribunal.

La Corte Suprema acordó aceptar la apelación de Trump de un caso en Colorado, en el que el máximo tribunal estatal falló a favor de retirar el nombre del expresidente de las boletas de 2024 por su papel en el intento por cambiar el resultado de las elecciones de 2020 y cuyo más recordado evento fue el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El caso, que mete de lleno a la Corte Suprema en la campaña, tiene una urgencia de resolución especial porque en apenas días ya comienza la temporada de primarias. Los argumentos se fijaron para el 8 de febrero.

Desde hacía muchos años que la Corte Suprema no tenía un papel tan central en unas elecciones presidenciales. La última vez que tuvo un rol tan central fue en 2000, cuando la elección entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore fue definida por una decisión del tribunal.

Trump en las boletas: ¿qué es lo que revisará la Corte Suprema?

Por primera vez en la historia, la Corte Suprema revisará la Sección 3 de la Enmienda 14 de la Constitución, que prohíbe llegar a puestos públicos a aquellos que hayan participado en una insurrección contra la misma Constitución.

La Sección 3 de la Enmienda 14, dice: «Ninguna persona podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector (del Colegio Electoral) para presidente y vicepresidente, ni ocupar cargo alguno, civil o militar, en Estados Unidos o en cualquier estado, que, habiendo prestado previamente juramento (…) de sostener la Constitución hubiera participado en una insurrección o rebelión contra la misma, o dado ayuda o confortado a sus enemigos. Pero el Congreso puede, por voto de dos tercios de cada Cámara, eliminar dicho impedimento».

Como el texto es específico con los cargos que un insurrecto no puede ocupar, pero no menciona el cargo de presidente, el debate está en si esta Enmienda alcanza o no a un candidato presidencial.

La Enmienda fue agregada tras la Guerra Civil entre el norte y el sur para prevenir que exconfederados tomaran el poder. Se ha usado en muy pocas ocasiones y nunca antes, según indican expertos constitucionalistas, para un candidato presidencial. Por ello es la primera vez que el Supremo tendrá en sus manos un caso para ver el alcance de tal enmienda.

¿De dónde viene este caso contra Trump?

En muchos estados están demandando para quitar el nombre de Trump de las boletas de 2024 con este mismo argumento.

Pero el caso específico que llega al Supremo es el que avanzó en Colorado. Allí, la mayoría de la Corte Suprema de Colorado, 4 contra 3, dictaminó en diciembre que Trump no debería estar en la boleta primaria republicana. La decisión fue la primera vez que se utilizó esa parte de la Constitución para excluir a un candidato presidencial de la boleta.

Trump está apelando, por separado ante un tribunal estatal, por un caso de Maine que también busca excluirlo de la boleta. Tanto los fallos de la Corte Suprema de Colorado como el de Maine están en suspenso hasta que se resuelvan las apelaciones.

Una Corte Suprema conservadora tendrá la decisión en sus manos

Tres de los nueve jueces de la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, fueron nombrados por Trump.

Sin embargo, han fallado repetidamente en su contra en demandas relacionadas con las elecciones de 2020, así como por sus esfuerzos para evitar que los documentos relacionados con el asalto al Capitolio y sus declaraciones de impuestos sean entregados a los comités del Congreso.

El fallo de la Corte Suprema de Colorado cita un fallo del propio Gorsuch cuando era juez federal en ese estado en el que confirmó la decisión estatal de eliminar a un ciudadano naturalizado de la boleta presidencial porque nació en Guyana y no cumplía con los requisitos constitucionales para postularse para un cargo. El tribunal determinó que Trump tampoco cumple con los requisitos debido a su papel en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Asimismo, algunos legisladores demócratas han pedido a Clarence Thomas que se aparte del caso sobre Trump debido al apoyo de su esposa a las gestiones ilegítimas que Trump hizo para anular los resultados de su derrota ante Joe Biden. Es poco probable que Thomas lo haga.

Trump en las manos de la Corte Suprema

El Tribunal podría confirmar el fallo de Colorado, anularlo o eludir la discusión sobre los tecnicismos. Algunos tribunales han evitado emitir fallos sobre las cuestiones centrales (si la sección 3 aplica a presidentes o si Trump es un insurrecto).

Es difícil predecir qué puede pasar ya que es un terreno jurídico desconocido. El efecto en cadena jurídico tampoco tendría precedentes ya que otros estados están en la misma batalla legal sobre la interpretación de la Enmienda 14 y con ello, la decisión de dejar o no el nombre de Trump en las papeletas de votación.

Los abogados del expresidente apelaron el fallo de Colorado diciendo que privaría inconstitucionalmente «a millones de votantes en Colorado» de sus derechos y probablemente un fallo así «se usaría como modelo para privar de sus derechos a decenas de millones de votantes en todo el país».

La defensa de Trump dice además que lo sucedido el 6 de enero de 2021 no fue una insurrección y, si lo fuera, Trump no había participado. Además, sostienen que la cláusula de insurrección no se aplica al presidente y que debe actuar el Congreso, no los estados.

La Corte Suprema ‘definiendo’ una elección presidencial: Bush y Gore

En ese año, en una elección muy ajustada entre Bush y Gore, el Máximo Tribunal ordenó no continuar con un recuento manual de votos que se llevaba a cabo en Florida por desavenencias en los previos conteos.

Al suspender ese proceso, se dieron por finalizados los comicios, dándole la victoria a Bush, con un Gore que decidió conceder y no dar más pelea judicial.

De esa forma se aceptó la certificación de los resultados que había emitido la secretaria de Estado de Florida, la republicana Katherine Harris, sin esperar que el proceso de recuento de votos terminara.

El triunfo en Florida le dio a Bush los votos electorales que necesitaba para ganar los comicios presidenciales.

Pero mientras que en el 2000 fue la campaña de Bush la que apeló al Máximo Tribunal para detener la orden de recuento que había mandado la Corte Suprema de Florida, ahora, en el caso de Trump en Colorado, fueron ambas partes las que pidieron una decisión del Tribunal Supremo. Clarence Thomas es el único magistrado que queda de aquella Corte Suprema del 2000.

El plazo reducido podría permitir al tribunal emitir una decisión antes del Supermartes del 5 de marzo, cuando está en juego el mayor número de delegados en un solo día, incluso en Colorado.

Corte Suprema Acepta Estudiar Caso de Trump

La acción de Smith involucra por primera vez al máximo tribunal de EEUU en el proceso judicial contra el expresidente.

La Corte Suprema aceptó este lunes la solicitud del fiscal especial Jack Smith para que decida si Donald Trump cuenta con inmunidad frente al proceso penal por presuntos delitos que cometió durante su mandato.

En un comunicado, el alto tribunal anunció que admitía a trámite la solicitud y puso un plazo a los abogados de Trump para enviar una respuesta.

«Se concede la moción del peticionario para acelerar la consideración de la petición de un auto de certiorari antes de que se conceda la sentencia, y se ordena al demandado que presente una respuesta a la petición a más tardar a las 4 p.m. (EST) del miércoles 20 de diciembre de 2023″, escribió el tribunal.

La acción de Smith involucra por primera vez al máximo tribunal de EEUU en el proceso judicial contra el expresidente.

Previamente, una jueza federal había dictaminado que el caso contra Trump podía seguir adelante, pero el expresidente dijo que pediría al tribunal federal de apelaciones en Washington que revocara ese resultado.

Guía de los juicios contra Trump: sus casos como presidente, empresario o ciudadano

Con la movida de este lunes, Smith estaba intentando eludir al tribunal de apelaciones y llegar directamente a la Corte sin perder tiempo para mantener el juicio, actualmente previsto para el 4 de marzo.

Así evitaría cualquier retraso que pueda hacer que el juicio se celebre hasta después de las elecciones presidenciales del próximo año.

“ Este caso presenta una cuestión fundamental en el corazón de nuestra democracia: si un expresidente tiene inmunidad absoluta contra el procesamiento federal por delitos cometidos mientras estaba en el cargo o si está constitucionalmente protegido contra el procesamiento federal cuando ha sido acusado; pero no condenado, antes de que comience el proceso penal”, indica la solicitud.

Posibles demoras en la apelación

Lo antes que un tribunal de apelaciones consideraría la solicitud de Trump sería el 5 de enero, lo que implica una potencial demora en el inicio del juicio.

Subrayando la urgencia de que los fiscales obtengan una resolución rápida que pueda hacer avanzar el caso, Smith consideró que era “de imperativa importancia pública que los reclamos de inmunidad del demandado sean resueltos por este Tribunal y que el juicio del demandado proceda lo más pronto posible si su reclamo de inmunidad se rechaza”.

Lo que está en discusión es un fallo del 1 de diciembre de la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, que rechazó los argumentos de los abogados de Trump de que el expresidente tenía inmunidad frente a un procesamiento federal.

En su orden, la jueza escribió que la oficina del presidente “no otorga un pase vitalicio para salir libre de la cárcel”.

» Los expresidentes no disfrutan de condiciones especiales en su responsabilidad penal federal», escribió Chutkan. «El acusado puede estar sujeto a investigación, acusación, enjuiciamiento, condena y castigo federal por cualquier acto delictivo cometido mientras estaba en el cargo».

Trump enfrenta cargos que lo acusan de trabajar para anular los resultados de las elecciones de 2020 que perdió ante el demócrata Joe Biden antes del violento motín de sus partidarios en el Capitolio de Estados Unidos.

El expresidente ha negado de forma sistemática haber actuado contra la ley.

Corte Suprema de EEUU falla a favor de diseñadora que se niega a hacer sitios web para parejas gay

En una derrota para los derechos gay, la mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos falló el viernes que una diseñadora gráfica cristiana que desea crear sitios web para bodas puede rehusarse a ofrecer sus servicios a parejas del mismo sexo.
La jueza Sonia Sotomayor escribió en un disenso que la decisión tiene como efecto “marcar a gays y lesbianas como personas de segunda clase”, y abre la abre la puerta a discriminaciones de otro tipo.

La corte falló por votación de 6-3 a favor de la diseñadora gráfica Lorie Smith, y señaló que ella puede rehusarse a crear páginas web para bodas de personas del mismo sexo a pesar de una ley de Colorado que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual, raza, género y otras características. La corte dijo que obligarla a crear sitios web podría violar su derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución.

El fallo indica que artistas, fotógrafos, videógrafos y escritores figuran entre quienes pueden rehusarse a realizar lo que la corte describió como servicios expresivos si hacerlo contraviene sus creencias. Pero eso es distinto a otros negocios ajenos a la expresión y que, por ende, quedan fuera de la Primera Enmienda, como restaurantes y hoteles.

El juez Neil Gorsuch escribió a nombre de los seis magistrados conservadores de la corte que la Primera Enmienda “concibe a Estados Unidos como un lugar fecundo y complejo donde todas las personas gozan de la libertad para pensar y expresarse como lo deseen, no como lo exija el gobierno”. Gorsuch dijo que la corte ha sostenido desde hace mucho tiempo que “la oportunidad de pensar por nosotros mismos y expresar libremente esas ideas está entre nuestras libertades más preciadas y es parte de lo que mantiene fuerte a nuestra república”.

El fallo supone un triunfo para los derechos religiosos, y se suma a una serie de casos en los que los jueces han dado la razón a demandantes religiosos. El año pasado, por ejemplo, la corte falló a favor de un entrenador de fútbol americano que reza en el campo de su escuela secundaria pública después de los partidos. Y el jueves, la corte, en una decisión unánime, utilizó el caso de un cartero cristiano que no desea entregar paquetes de Amazon los domingos para reforzar las protecciones a los trabajadores que solicitan algún acuerdo laboral especial por motivos religiosos.

La decisión también representa un retroceso para los derechos gay en la corte. Durante casi tres décadas, el máximo tribunal ha ampliado los derechos de las personas LGBTQ, más notablemente cuando en 2015 concedió el derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo, y cuando cinco años después, en una decisión escrita por Gorsuch, anunció que la ley de derechos civiles protege a la gente gay, lesbiana y transgénero de la discriminación laboral.

Sin embargo, en la decisión más reciente, Gorsuch dijo que un fallo contra Smith habría permitido al gobierno “obligar a todo tipo de artistas, escritores de discursos y otros cuyos servicios están relacionados con la expresión a que expresen lo que no creen so pena de ser sancionados”. Por ejemplo, un diseñador gay de sitios web podría ser obligado a diseñar una página para una organización opuesta al matrimonio entre personas del mismo sexo, escribió. “Un incontable número de otros profesionales creativos también podrían ser obligados a elegir entre guardar silencio y elaborar un discurso que viole sus creencias, o manifestar sus ideas e incurrir en sanciones por hacerlo”.

Los jueces liberales de la corte advirtieron que la decisión permitirá que una amplia gama de negocios discriminen.

“Hoy, la corte, por primera vez en su historia, concede a un negocio abierto al público el derecho constitucional a negarse a servir a los miembros de una clase protegida”, escribió Sotomayor en un disenso al que se unieron la jueza Elena Kagan y el juez Ketanji Brown Jackson.

Sotomayor, que leyó un resumen de su disenso en el tribunal para subrayar su desacuerdo, dijo que la lógica de la decisión “no puede limitarse a la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género”. Un diseñador de páginas web podría negarse a crear un sitio web de boda para una pareja interracial, una papelería podría negarse a vender un anuncio de nacimiento a una pareja discapacitada y una tienda minorista podría limitar sus servicios de retratos a las familias “tradicionales”, escribió.

Los cuatro casos en manos de la Corte Suprema que impactarán a cientos de miles de inmigrantes

Las decisiones tendrán consecuencias para extranjeros que vienen a Estados Unidos en busca de asilo y son regresados a México o se encuentran privados de libertad por largo tiempo y reclaman el derecho a una audiencia fianza para esperar en libertad la resolución de sus casos.

Los próximos días serán clave para conocer la resolución de cuatro casos de inmigración pendientes en la Corte Suprema de Justicia.

Uno de ellos tiene que ver con el proceso de asilo y el envío de extranjeros a territorio mexicano para que esperen ahí la resolución de sus casos en tribunales estadounidenses.

El otro caso tiene que ver con el derecho de los ciudadanos extranjeros a demandar a funcionarios federales por daños derivados de violaciones de sus derechos constitucionales.

Los otros dos casos tienen un mismo objetivo: si después de seis meses detenido, un extranjero tiene derecho a una audiencia de fianza si prueba que no constituye un riesgo de fuga o un peligro para la comunidad.

Conoce los cuatro casos en espera de un fallo en el máximo tribunal de justicia de Estados Unidos:

Biden v. Texas

El gobierno de Joe Biden pidió a la Corte Suprema revisar y responder la pregunta sobre si la Administración puede continuar haciendo cumplir los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) creados por el gobierno de Donald Trump o bien el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) puede poner fin al programa.

El Departamento de Justicia señala que si la Sección 8 del Código de Estados Unidos numeral 1225, requiere que el DHS siga implementando el también conocido plan Quédate en México; y si el tribunal de apelaciones se equivocó al concluir que la nueva decisión del secretario de Seguridad Nacional que puso fin al MPP “no tuvo efecto legal”.

Datos:

En 2018 el entonces gobierno de Trump anunció la creación de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), programa que formó parte de la política de tolerancia cero y que afectó la política de asilo aprobada por el Congreso.

El plan permite a los agentes fronterizos devolver a territorio de México a solicitantes de asilo durante sus procedimientos de inmigración. La espera por la resolución de sus casos depende del atasco en la Corte de Inmigración, que en 2018 eta poco más de 1,100,000 casos. Hoy en día la acumulación pasa de 1.7 millones de casos.

El programa fue demandado en las cortes, disputa jurídica que escaló hasta la Corte Suprema que permitió al gobierno anterior seguir implementándola.

En junio de 2021 el gobierno de Biden anunció el término del programa, pero los estados de Texas y Missouri, ambos gobernados por republicanos, impugnaron el intento de Biden por deshacer el programa bajo el argumentando que cancelar la política “violaba la ley federal de inmigración”.

También alegaron que el cambio de política violaba la Ley de Procedimiento Administrativo (APA) al no tener en cuenta la opinión de los estados y por los efectos que causaría en ellos la cancelación del MPP.

Un tribunal de distrito federal estuvo de acuerdo con los argumentos de los estados demandantes y ordenó al gobierno implementar los MPP de buena fe o iniciar una nueva acción del DHS en cumplimiento de la APA. A su vez, la Corte de Apelaciones del 5to Circuito se negó a bloquear el fallo del tribunal inferior, al igual que la Corte Suprema.

En octubre del año pasado el DHS, en un nuevo esfuerzo por eliminar el polémico programa, anunció un nuevo memorando que pone fin al MPP, pero su vigencia deberá esperar hasta que finalice el juicio que lo mantiene vivo.

El secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo en un comunicado que el gobierno “está abordando problemas de larga data que han plagado nuestro sistema de inmigración durante décadas para lograr el cambio sistémico necesario”. Y que el MPP “no ayuda a lograr este objetivo”.

En diciembre el gobierno solicitó a la Corte Suprema una revisión acelerada para esclarecer si la ley federal de inmigración le exige mantener la política del MPP, y si la decisión de octubre de poner fin a la política tiene algún efecto legal.

La petición también argumentó que los MPP «no son la mejor herramienta» para disuadir la migración irregular, expone a los migrantes «a riesgos inaceptables» y resta valor a los esfuerzos del Gobierno para gestionar la inmigración. También se quejó de que la orden judicial interfiere con la labor del Ejecutivo en materia de inmigración y política exterior.

Egbert v. Boule

El sitio Oyez explica que se trata de responder dos preguntas clave:

1. Si existe una causa de acción bajo Bivens v. Six Unknown Named Agents para reclamos de represalias de la Primera Enmienda; y

2. Si existe una causa de acción bajo Bivens para reclamos contra funcionarios federales que participan en funciones relacionadas con la inmigración por presuntamente violar los derechos de la Cuarta Enmienda del demandante.

Sobre los hechos del caso, detalla que Erik Egbert, un agente de la Patrulla Fronteriza y Control de Aduanas (CBP), fue al Smugglers Inn (una posada) que se encuentra en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, y se acercó a un automóvil que transportaba a un invitado originario de Turquía. El dueño de la posada, Robert Boule, le pidió a Egbert que se fuera, y cuando Egbert se negó a hacerlo, Egbert empujó a Boule al suelo. Después de que Boule se quejó con los supervisores de Egbert, Egbert sugirió al IRS (Servicio de Rentas Internas) que investigara a Boule.

Oyez añade que Boule presentó una demanda Bivens (llamada así por el caso Bivens v. Six Unknown Named Agents of Federal Bureau of Narcotics, que reconoció por primera vez el derecho de los demandantes a demandar a los funcionarios federales por daños derivados de violaciones de sus derechos constitucionales) contra Egbert, argumentando que el agente había violado sus derechos de la 1ra y 4ta Enmienda. El tribunal de distrito falló en contra de Boule, encontrando sus reclamos más allá del alcance de los permitidos por Bivens.

La Corte de Apelaciones del 9º Circuito de EEUU revocó y el 9º Circuito en pleno (en pleno) denegó la petición de Egbert de una nueva audiencia.

La pregunta a la Corte Suprema es:

¿Tiene un demandante derecho a demandar a los agentes federales por reclamos de represalias de la 1ra Enmienda o por presuntamente violar los derechos de la 4ta Enmienda del individuo mientras participa en funciones relacionadas con inmigración?

Otros datos

Un artículo publicado en la página de la Asociación Nacional de Fiscales Generales (NAAG) explica que durante el proceso señala que una corte se negó a otorgar certiorari sobre una tercera pregunta presentada, que pedía al Tribunal que considerara invalidar a Bivens.

Agrega que el demandado, Robert Boule, opera un Bed&Breakfast a pasos de la frontera canadiense en Blaine, Washington. Y que el B&B, que se conoce como Smuggler’s Inn, es «un sitio notorio para el cruce ilegal de fronteras».

Precisa además que la posada también atrae a “narcotraficantes” y en ese lugar “se han incautado cargamentos de cocaína, metanfetamina, éxtasis y opiáceos”.

La nota sobre el caso explica demás que el 20 de marzo de 2014 el peticionario, el agente de la Patrulla Fronteriza Egbert, estaba patrullando y supo por Boule que un ciudadano turco llegaría al Smuggler’s Inn ese mismo día. El agente Egbert sospechaba que el ciudadano turco podría cruzar a Canadá o reunirse con asociados que ingresaran a Estados Unidos desde Canadá con fines delictivos.

El agente Egbert esperó a que los empleados de Boule llevaran al ciudadano turco a Smuggler’s Inn. Una vez llegaron, el agente Egbert los siguió por la entrada de la posada y estacionó detrás del vehículo de Boule. El conductor salió; el ciudadano turco permaneció en el automóvil. Boule le dijo al agente Egbert que abandonara las instalaciones, pero el Agente Egbert se negó. Boule respondió interponiéndose entre el agente Egbert y el automóvil con el ciudadano turco. El agente Egbert supuestamente empujó a Boule a un lado, le preguntó al ciudadano turco sobre su estatus migratorio y confirmó su presencia legal. Boule luego buscó tratamiento médico por una lesión en la espalda que supuestamente causó el agente Egbert.

Boule se quejó con los superiores del agente Egbert y alegó que el agente Egbert tomó represalias contra él con el IRS y otras agencias federales.

Boule demandó al agente Egbert en un tribunal de distrito federal, afirmando dos causas de acción bajo Bivens.

Garland v. González

En enero de este año la Corte Suprema dijo que escucharía los argumentos de dos casos judiciales de inmigrantes indocumentados detenidos por las autoridades de inmigración por más de seis meses, y decidir si tienen derecho a una audiencia de fianza mientras sus casos continúan.

Uno de ellos se trata del caso Garland v. González.

Hay dos preguntas que debe responder la Corte Suprema:

1. Si un extranjero detenido bajo el Título 8 del Código de Estados Unidos, Sección 1231, tiene derecho por estatuto, después de seis meses de detención, a una audiencia de fianza en la que el gobierno debe probar ante un juez de inmigración que el extranjero es un riesgo de fuga o un peligro para la comunidad; y

2. Sí, según el Título 8 del Código de Estados Unidos Sección 1252(f)(1), los tribunales a continuación tenían jurisdicción para otorgar medidas cautelares para toda la clase.

El asunto corresponde al caso de Esteban Alemán González un inmigrante de origen mexicano

El gobierno federal había iniciado un procedimiento de deportación en su contra, pero los agentes de asilo (de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración -USCIS-) determinaron que tenía un temor razonable de persecución o tortura (CAT) en México.

González solicitó una audiencia de fianza ante un juez de inmigración después de haber estado detenido durante 180 días, pero la solicitud fue denegada.

Precedente

“Dos tribunales inferiores han sostenido que, en ciertos casos, los inmigrantes tienen ese derecho” (de solicitar una audiencia de fianza después de seis meses privado de libertad), dice Stephen Yale-Loehr, profesor de la práctica de inmigración de la escuela de leyes de la Universidad de Cornell, Nueva York.

“Pero la mayoría conservadora de la Corte Suprema puede estar en desacuerdo con esos fallos”, advierte.

Los argumentos, que fueron presentados por los abogados defensores de los inmigrantes y del gobierno decidirán si los extranjeros que han permanecido detenidos por más de seis meses “tienen derecho a una audiencia de fianza para ser liberados”, señaló.

Johnson v. Arteaga-Martínez

El caso Johnson v. Arteaga-Martínez es similar al caso Garland v. González: si un inmigrante detenido por más de seis meses tiene derecho a una audiencia de fianza y esperar en libertad la resolución de su caso.

La pregunta a la Corte Suprema de Justicia es la misma: Si un extranjero detenido bajo el Título 8 del Código de Estados Unidos, Sección 1231 tiene derecho por estatuto, después de seis meses de detención, a una audiencia de fianza en la que el gobierno debe probar ante un juez de inmigración mediante evidencia clara y convincente que el extranjero es un riesgo de fuga o un peligro para la comunidad.

De acuerdo con el expediente judicial, Antonio Arteaga-Martínez es un inmigrante originario de México que ingresó a Estados Unidos sin inspección (indocumentado).

En mayo de 2018, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo arrestó y detuvo e inició un proceso de deportación. Arteaga-Martínez solicitó la retención y el aplazamiento de la deportación por temor a la violencia en México.

Seis meses después del inicio de su detención, solicitó una audiencia de fianza e impugnó su detención continua sin una audiencia de fianza.

“En este caso Arteaga-Martínez argumenta que, para evitar una violación del debido proceso, que él y algunos otros inmigrantes deberían tener derecho a una audiencia de fianza después de seis meses de detención”, explicó Yale-Loehr.

“Sin embargo, en 2021 la Corte Suprema dictaminó 6-3 que los inmigrantes que regresan ilegalmente a Estados Unidos después de ser deportados deben ser retenidos sin derecho a fianza mientras esperan una segunda audiencia de deportación”, recordó.

Yale-Loehr dijo además que “ambos casos son importantes (el de González y el de Arteaga), en parte debido a la gran acumulación de casos en los tribunales de inmigración. Más de 1.7 millones de inmigrantes tienen casos pendientes en la Oficina de Revisión de casos de Inmigración (EOIR)”, indicó.

“Puede llevar años obtener una decisión. Si los inmigrantes deben ser detenidos todo ese tiempo, los costos monetarios y sociales serán inmensos”, apuntó.

Ambos expedientes precisan que González y Arteaga-Martínez ingresaron ilegalmente a Estados Unidos, fueron detenidos, puestos en proceso de deportación y afirmaron tener un temor creíble de persecución en su país de origen: México.

González, de acuerdo con documentos judiciales, se trata de un ciudadano mexicano quien fue deportado y luego volvió a ingresar al país ilegalmente. Las autoridades de inmigración hallaron que el inmigrante tenía un temor razonable de persecución en su país de origen, pero fue detenido.

Tras pedir a un juez de inmigración en California que revisara su orden de expulsión, el tribunal falló en su contra.

Por su parte, Arteaga-Martínez, también originario de México, había admitido que entró ilegalmente a Estados Unidos “en cuatro ocasiones», según la fiscalía.

Fuente: JORGE CANCINO

Corte Suprema Piensa Seguir Restringiendo el Aborto

La mayoría conservadora de la Corte Suprema parecía inclinada a ratificar la ley de Mississippi que prohíbe el aborto pasadas las 15 semanas de embarazo, y a ir mucho más allá para revocar el derecho al aborto que rige en el país desde hace casi medio siglo.

La suerte del histórico fallo de 1973 en el caso Roe vs. Wade que legalizó el aborto en todo Estados Unidos y el de 1992 en Planned Parenthood vs. Casey, que lo ratificó, probablemente no se conocerá antes de junio.

Pero después de casi dos horas de argumentos, los seis jueces conservadores, tres de ellos designados por el expresidente Donald Trump, indicaron que ratificarían la ley de Mississippi.

Como mínimo, semejante fallo debilitaría los precedentes de los casos Roe y Casey, que permiten a los estados regular pero no prohibir el aborto antes de las 24 semanas de embarazo, cuando el feto se vuelve viable.

Y existe bastante apoyo entre los magistrados conservadores para derogar totalmente los fallos de Roe y Casey.

El juez Brett Kavanaugh, designado por Trump, preguntó si no le convendría a la corte eximirse del debate y dejar que decidan los estados.

“¿Por qué debería arbitrar la corte?”, preguntó Kavanaugh. “Habrá distinto acceso en Mississippi y Nueva York, Alabama y California”.

El aborto se volvería ilegal o sujeto a severas restricciones en la mitad de los estados si se derogaran Roe y Casey, según el Instituto Guttmacher, un centro de investigaciones que apoya el derecho al aborto.

Las legislaturas de varios estados gobernados por republicanos se aprestan a actuar de acuerdo con el fallo de la corte.

Los tres jueces liberales dijeron que la derogación de Roe y Casey afectaría gravemente la legitimidad de la corte.

“¿Sobrevivirá esta institución al hedor que esto crea en la percepción pública de que la Constitución y su interpretación son meros actos políticos?”, preguntó la jueza Sonia Sotomayor.

La jueza Elena Kagan dijo que la decisión de abortar es “parte intrínseca del lugar que ocupan las mujeres en este país”.

Corte Suprema: inmigrantes pierden el derecho a quedarse si no apelan orden de deportación injusta

Por unanimidad los magistrados determinaron que los inmigrantes, indocumentados o residentes permanentes que sean expulsados del país y no apelan sus órdenes de deportación, pierden sus derechos de permanencia en el país aunque la causa de remoción sea incorrecta o injusta.

La Corte Suprema de Justicia falló por unanimidad este lunes que los inmigrantes, indocumentados o residentes legales permanentes ( green card) , que sean deportados y no apelen sus órdenes de expulsión, pierden sus derechos de permanencia en el país aunque la causa de remoción sea incorrecta o injusta.

El dictamen señala que, independientemente de que a una persona (en el pasado) se le haya dado una orden de deportación por un crimen que hoy en día no lo hace deportable, si esa persona no busco “los remedios administrativos en el momento, la oportunidad de buscar una revisión judicial o que la orden o las decisiones fueron fundamentalmente injustas, entonces esta persona si no cumple con estos tres requisitos, no puede atacar esa orden de deportación”.

“Independientemente si la orden de expulsión fue injusta o incorrecta”, precisa el fallo.

La moraleja de este dictamen es, si le dan una orden de deportación, pelee hasta el final”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida).

El caso Palomar-Santiago

La sentencia del máximo tribunal de justicia se dio tras la revisión del caso del inmigrante de origen mexicano Refugio Palomar-Santiago, quien en el año 1990 recibió el estatus de residente permanente (green card). Un año más tarde, en 1991, fue condenado por un delito grave de DUI (manejar borracho o bajo la influencia del alcohol) y posteriormente deportado porque un DUI es un «delito de violencia» según el Código de Estados Unidos (US Code).

Palomar Santiago fue deportado en 1998 y en 2004 la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito decidió en el caso Estados Unidos versus Trinidad-Aquino, que un DUI no es un delito de violencia. Y en un segundo caso (Estados Unidos contra Aguilera-Ríos) determinó que esa clasificación podía aplicarse retroactivamente.

Palomar-Santiago ingresó nuevamente a Estados Unidos y en 2017 fue descubierto que estaba viviendo sin autorización (indocumentado) en el país. Fue detenido y acusado de reingreso ilegal (reentry). Pero al no haber defendido la orden de deportación y buscar la revisión judicial de su caso, la Corte Suprema dictamina que no tiene derecho de permanencia aunque la orden de expulsión haya sido injusta.

“El no cumplió con los dos primeros requisitos señalados en el fallo de la Corte Suprema”, dijo Guerrero.

“Las personas que tienen orden de deportación y que luego sale un caso mas adelante que los beneficia, y por el que se les deporta, los hace inelegibles para revisión si no cumplen con los tres puntos indicados por la Corte Suprema: buscar los remedios administrativos en el momento, la oportunidad de una revisión judicial o alegar que la decisión fue fundamentalmente injustas·, apuntó.

En el escrito presentado ante la Corte Suprema, los abogados de Palomar-Santiago alegaron que, basados en un dictamen de la Corte de Apelaciones del 9º Circuito, que un acusado no necesita probar los dos primeros elementos si puede demostrar que el delito subyacente a la expulsión original se caracterizó incorrectamente como un delito grave agravado y no necesita mostrar el tercer elemento si puede demostrar que la expulsión no debería haber ocurrido en absoluto”.

La corte de apelaciones sostuvo que Palomar-Santiago cumplió con su carga al demostrar que su delito se caracterizó indebidamente como un delito grave agravado y que fue expulsado injustamente de los Estados Unidos, señala un reporte del sitio Oyez.

La Corte Suprema dijo que el error cometido por el juez de inmigración al emitir la orden de deportación “no excusan el incumplimiento por parte del no ciudadano con el requisito obligatorio de agotar las instancias administrativas del caso y luego una revisión judicial si es necesario” para corregir el error.

Guerrero dijo que este caso debería ser tenido en cuenta por todas las personas que tienen una orden de deportación: no lo dejen a la suerte, luchen hasta el final”.

Fuente: JORGE CANCINO

Corte Suprema parece inclinada a negar la Green Card a beneficiarios del TPS

En una audiencia telefónica, los jueces conservadores, que son mayoría en el máximo tribunal, se mostraron proclives a impedir que miles de personas que viven en Estados Unidos por razones humanitarias soliciten convertirse en residentes permanentes.

La Corte Suprema de justicia escuchó este lunes los argumentos de una larga disputa jurídica en torno a si ciertos titulares del Estatus de Protección Temporal (Temporary Protection Status -TPS-) califican para convertirse en residentes legales permanentes (LPR). La decisión sobre este caso se conocerá en el verano, pero al parecer se inclina por la no regularización de los inmigrantes con TPS.

La batalla judicial se inició en 2015 cuando José Sánchez y Sonia González, dos inmigrantes de origen salvadoreño que llevaban casi 15 años amparadas bajo el programa, solicitaron la Green Card a través de su empleador y el trámite les fue rechazado.

El caso lo heredó la administración Biden del anterior gobierno, pero el Departamento de justicia ha mantenido la misma posición, en este caso.

En una sesión vía telefónica, los jueces de la Corte Suprema parecían inclinarse a favor del argumento presentado por el gobierno de Biden acerca de que la ley federal de inmigración prohíbe a las personas que entraron ilegalmente en el país y que ahora tienen el TPS solicitar “tarjetas verdes” para permanecer en el país de forma permanente.

Se estima que unos 400,000 inmigrantes indocumentados están protegidos por el TPS. La mayoría de ellos son de origen centroamericano (El Salvador, Honduras y Nicaragua).

El juez Brett Kavanaugh dijo que la corte debería ser “cuidadosa en cuanto a jugar con los estatutos de inmigración tal como están escritos”, especialmente cuando el Congreso podría actuar.

“Pero a manera de panorama general, ¿por qué deberíamos intervenir aquí cuando el Congreso está muy centrado en la inmigración?”, preguntó Kavanaugh, según reporta la AP.

La jueza Amy Coney Barrett preguntó al abogado del gobierno Michael R. Huston si el gobierno había cambiado su posición sobre si la ley era clara o ambigua. Luego, el juez Kavanaugh sugirió tres formas en las que el gobierno podría ganar el caso, y Huston optó por la que parecía ser la menos vinculante.

Huston destacó que muchas personas con estatus de protección temporal pueden solicitar la residencia permanente, siempre y cuando hayan entrado al país legalmente. «Tienen que haber sido admitidos como estudiantes o au pair o trabajadores temporales o algo así», dijo.

Hasta ahora tres cortes de apelaciones han determinado que los beneficiarios del TPS casados con ciudadanos estadounidenses o tienen hijos mayores de 21 años nacidos en Estados Unidos pueden ser reclamados para recibir la tarjeta verde.

Otras dos cortes de apelaciones han fallado en contra, lo que derivó el caso al máximo tribunal de justicia y que en enero anunció la revisión.

El TPS difiere temporalmente de la reportación y otorga a los beneficiarios una autorización de empleo (permiso de trabajo) válida por el mismo tiempo.

Los detractores del programa argumentan que el TPS fue creado con el propósito de otorgar un estatus temporal de permanencia y que, al término del programa, los beneficiarios deberían regresar a su estatus anterior, es de”.

La batalla judicial

Hasta ahora, tres cortes de apelaciones (6º, 8º y 9º Circuitos) han fallado a favor de que en sus jurisdicciones los beneficiarios casados con ciudadanos estadounidenses o que tengan hijos nacidos en Estados Unidos mayores de 21 años califiquen para pedir la Green Card, trámite que debe iniciar el cónyuge o el hijo.

El último dictamen fue emitido a finales de octubre, donde un panel de jueces de la Corte de Apelaciones del 8º Circuito se sumó a las decisiones de los otros dos tribunales similares para permitir que ciertos inmigrantes protegidos por el TPS puedan gestionar la tarjeta verde.

“Estamos de acuerdo con los razonamientos de la 6ª y 9ª Corte de Apelaciones, que aceptaron que los inmigrantes protegidos por el TPS son considerados como ‘inspeccionados y admitidos en el país bajo la Ley de Inmigración’”, indicaron los jueces.
Al ser considerados como “inspeccionados”, aquellos extranjeros amparados por el programa humanitario y que cumplan con los requisitos señalados “pueden gestionar la residencia legal permanente (LPR)”, dictaminó el panel.

El 6º Circuito de Apelaciones lo integran: Missouri, Wisconsin, Indiana, Illinois, Kentucky y Tennessee.

Por su parte, el 8º Circuito está integrado por los estados de: Arkansas, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Iowa, Minnesota, Missouri y Nebraska.

Y el 9º Circuito, en cambio, lo integran los estados y/o territorios de: Alaska, Hawai, Guam, California, Oregon, Washington, Montana, Idaho, Nevada, Arizona y las Islas Marianas del Norte.

El caso Sánchez

La primera demanda en 2015 fue presentada a nombre del inmigrante José Sánchez, un ciudadano de origen salvadoreño cuyo empleador intentó en vano patrocinarlo para obtener una Green Card (residencia legal permanente).

“Al aceptar este caso en enero, la Corte Suprema de Justicia se comprometió a decidir el destino de miles de personas con TPS que, por haber entrado indocumentados a Estados Unidos, no se pueden convertir en residentes legales permanentes, excepto en las jurisdicciones de apelaciones del 6º, 8º y 9º Circuitos”, dijo José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida).

“La decisión del máximo tribunal será muy importante ya que, si es positiva, muchos podrían beneficiarse, pero si es negativa les cerraría las puertas a estas personas quienes no podrán obtener su residencia legal permanente”, indicó.
Abogados consultados por Univision Noticias advirtieron que aquellos que no tienen residencia no viajen fuera del país. “Mi consejo es que lo hagan solo si tienen una emergencia y, antes de hacerlo, tramiten un permiso de viaje adelantado ante la Oficina de Ciudadania y Servicios de Inmigración (USCIS)»”, dijo José Guerrero, quien ejerce en Miami.

“Pero tenga en cuenta que, si tiene una orden de deportación vigente y viaja con permiso fuera del país, recuerde que al regreso la autorización de entrada es discrecional del agente de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP)”.

Fuente: JORGE CANCINO