Daca es Escuchado en la Suprema Corte

Solo tenía cuatro años, pero Daniela Ramírez asegura que hay un recuerdo del viaje que el tiempo no ha podido borrar de su memoria. “Vine con mi abuela y con mi primo, con un coyote”, recuerda. “Subimos a un todoterreno. Mi abuela y los demás adultos iban escondidos abajo, apretados en un compartimento secreto que tenía el coche. Arriba viajábamos los niños, sentados en sillitas. Debíamos de estar cerca de la frontera, porque un agente paró el carro y se puso a hablar con el coyote, que era una mujer. Entonces el oficial me miró y me preguntó algo. Yo no sabía nada de inglés, y todo lo que pude responder fue: ‘México’. Así que nos mandaron para atrás”.

Lo cuenta, con una mezcla de emoción y risa, en el salón compartido de la residencia de estudiantes donde vive. Hoy Daniela tiene 20 años y estudia Ciencias Políticas en la universidad de George Washington, en la capital del país al que llegó al fin después de un segundo viaje, en el que ya aprendió a no decir México.

“Esos recuerdos son parte de mi historia”, explica. “Me doy cuenta de lo fuerte que tuve que ser y de lo que he tenido sobre mis hombros. Es mucha responsabilidad ser un migrante, y todavía es más duro para los pequeños. Yo he crecido traduciendo a mis padres, en las reuniones con maestros, en las consultas de los médicos, en todo. Ya sé que no cruzamos legalmente. Pero veníamos al país de los sueños”.

Su madre había emigrado un año antes. “Quiso que tuviéramos todo cómodo cuando llegáramos”, cuenta Daniela. Se reencontraron en Atlanta, Georgia, en el sur del país. Los comienzos no fueron fáciles. “Lloraba todos los días en el jardín de infancia, no sabía ni cómo preguntar para ir al baño”, asegura. “Pronto me di cuenta de que, si quería avanzar, necesitaba ponerme las pilas. Sabía que lo mejor para mi familia era que yo estudiara. Así que me quedaba más tiempo con los profesores, que me ayudaron mucho. Al fin, obtuve una beca y me convertí en la primera de mi familia en ir a la universidad”.

No lo habría logrado si no fuera por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Una medida introducida en 2012 por la Administración Obama, que permite vivir sin esconderse a los jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños. Hay cerca de 800.000 beneficiarios de la DACA, a los que se conoce como dreamers (soñadores). Gracias a la medida gozan de permiso de trabajo y están protegidos contra la deportación. O lo estaban.

El 5 de septiembre de 2017, Donald Trump ordenó que se dejara de renovar los permisos temporales de trabajo para los beneficiarios de la DACA. La situación de estos jóvenes quedó en un limbo. La orden del presidente fue bloqueada por los jueces y, este martes, tres casos llegan al Tribunal Supremo.

Entre los demandantes agrupados hay jóvenes como María Perales, estudiante de políticas y trabajadora en una ONG, que llegó de Guanajuato a los ocho años. “Crecí en una comunidad donde no teníamos acceso a muchas cosas, como agua o electricidad, y la educación era muy básica”, recuerda. “Soy de un ranchito bien chiquito, nunca me hubiera imaginado que algún día iba a estar dentro del Tribunal Supremo, ayudando a un caso que yo ayudé a construir. Siento que ahora la corte tiene que decidir algo muy importante y tiene que estar en el lado de la justicia”.

Los dreamers, en su mayoría, no tienen otro hogar que este país. Luis Otero, estudiante de último curso de empresariales, vino de México con un año y medio. Llegó a la adolescencia sin saber que no tenía papeles. “Fue en una conversación con mi padre en la cena, en mi último año de la escuela”, recuerda. “Yo le explicaba que quería sobresalir en la secundaria, porque después deseaba ir a la universidad. Entonces me dijo: ‘No creo que puedas ir a la universidad, hijo, porque no tienes documentos’. Fue ahí cuando descubrí lo que significaba ser indocumentado en este país, y ver truncadas las oportunidades que yo soñaba”.

La DACA les cambió la vida. Les permitió trabajar, viajar, conducir. El 96% de los beneficiarios está trabajando o estudiando, según una investigación del Center for American Progress. Casi 50.000 de ellos han creado su propio negocio. El 54% ha logrado un empleo mejor, el 62% ha comprado su primer coche y el 14%, su primera casa. Pagan impuestos, crean empleo, generan economía.

El viernes, frente al ayuntamiento de la ciudad de Baltimore, bajo un cielo azul del que caían leves copos de nieve, medio centenar de vecinos se había congregado para dar la bienvenida a una comitiva de dreamers que venían caminando desde la Estatua de la Libertad. Salieron de Nueva York hace 17 días, han recorrido a pie 300 kilómetros y ya solo les quedaban 60 hasta el Tribunal Supremo, en Washington, en cuyas escaleras se manifestarán en la mañana de un martes histórico.

La DACA llega al Supremo como una cuestión de forma, no de fondo. Lo que se discute es si Obama actuó legalmente al crearlo sin pasar por el Congreso. Los nueve magistrados, inclinados más a la derecha desde el polémico nombramiento del juez Brett Kavanaugh, debatirán cuestiones técnicas y farragosas. Pero la ocasión ofrecerá una oportunidad para escenificar, a un año de las elecciones presidenciales, un debate que parte en dos al país.

El hecho de que Trump tardara siete meses en ordenar la revocación de la DACA, una medida que prometió en su primer día como presidente, revela un comprensible temor a sus consecuencias políticas: un 83% de los estadounidenses, según un sondeo de Gallup, estaría a favor de ir más allá de la DACA y dar la ciudadanía a los dreamers.

Los republicanos más halcones consideran que ofrecer amnistía a los inmigrantes, sin reforzar al mismo tiempo las fronteras, produciría un efecto llamada. El propio presidente ha dicho que el problema no son los dreamers, pero se opone a leyes que los regularicen. Llegó sugerir que les ofrecería protección si, a cambio, los congresistas accedían a aprobar la financiación de su ansiado muro en la frontera con México. Los demócratas, por su parte, llevan años tratando de legislar para protegerlos. Ven a los dreamers como un argumento político ganador para 2020, un asunto que permite subrayar sin matices lo que les diferencia en esencia de Trump.

Los dreamers como moneda de cambio. Sus historias como mercancía electoral. Acostumbrados a vivir ocultándose, antes contaban sus historias con cautela. Pero, con los años, han asumido un papel central en el debate migratorio. El viernes, en Baltimore, los políticos demócratas se sucedían para ofrecerles su apoyo desde el atril instalado en la plaza. “Este es vuestro hogar”, coreaban. Las autoridades locales, el alcalde, un senador. A su alrededor, los dreamers. Enfrente, las cámaras.

Los expertos advierten de que lo que está sucediendo, arrebatar derechos adquiridos a los inmigrantes, es algo insólito. “Una vez conquistaban derechos, ya no los perdían. Esto es algo nuevo”, explica la socióloga Elizabeth Vaquera, directora del Instituto Cisneros de Liderazgo Hispano, en Washington, que lleva desde 2007 trabajando con migrantes indocumentados. “Estamos ante una retraumatización. Vienen de las sombras y les quieren volver a enviar a las sombras, pero esta vez sin posibilidad de salir porque ya han proporcionado todos sus datos al sistema”.

Vaquera ha demostrado en su investigación que estos cambios “sin precedentes” en la política migratoria no afectan solo a los indocumentados, sino también a la población con plenos derechos. “El estrés, la incertidumbre, el miedo, la ansiedad, se extienden más allá de los directamente afectados. Golpea a sus padres, sus hermanos, sus familias extendidas, muchos de los cuales son ciudadanos estadounidenses”, explica.

“Yo no decidí venir, siempre he estado aquí”, explica Oscar Becerra, estudiante de ingeniería informática de 20 años. Llegó de Perú a Alabama con solo tres meses de vida. Noventa días le privaron de la nacionalidad estadounidense, de la que sí gozan sus hermanos pequeños, nacidos aquí. “No tengo un hogar en Perú. Me veo como un ciudadano estadounidense. Estoy aquí para estudiar, tener un trabajo, cosas normales. No quiero quitar nada a nadie. Pero no me han regalado nada”.

Oscar sueña con contribuir a los avances en inteligencia artificial e “innovar en cosas grandes”. María, con ir a la escuela de Derecho y poder seguir trabajando en lo que le gusta: “Abogar por los derechos de los migrantes”. El sueño de Daniela es “trabajar para la ONU y ayudar a otras personas a las que han quitado sus derechos”. El de Luis, convertirse en “la primera persona de la familia en ocupar un cargo corporativo”.

Sus sueños son incompatibles con el regreso a las sombras. “Nos llaman aliens ilegales, pero somos personas y tenemos derechos”, concluye Daniela. “Tenemos derecho a soñar. Trabajamos duro para hacer realidad nuestros sueños. Y vamos a seguir soñando”.

Trump le pide a la Corte Suprema que acabe con DACA

Los dreamers respondieron que se trata de una estrategia que busca eliminar el programa tal como lo hizo en 2018 durante el debate sobre el presupuesto, cuando utilizó a los dreamers o soñadores como moneda de cambio y le pidió dinero a los congresistas para construir el muro.

El presidente Donald Trump pidió este miércoles a la Corte Suprema que elimine de una vez la Acción Diferida de 2012 (DACA) y ofreció a cambio un acuerdo legislativo para legalizar a miles de dreamers protegidos de la deportación desde el 15 de agosto de 2012.

El pedido lo hizo vía Twitter. En el primer tuit el mandatario dice: “El presidente Obama dijo que no tenía derecho a firmar DACA, que nunca se mantendrá en la corte. ¡Lo firmó de todos modos! Si la Corte Suprema defiende DACA, le otorga al presidente poderes extraordinarios mucho más grandes de lo que se pensaba. Si hacen lo correcto y no dejan…”

“…DACA, con todas sus implicaciones legales negativas. Los republicanos y los demócratas tendrán un TRATO para permitirles quedarse en nuestro país en muy poco tiempo. ¡Realmente beneficiaría a DACA y se haría de la manera correcta!”

En junio la Corte Suprema decidió revisar la legalidad del programa tras una petición hecha por el Departamento de Justicia, luego que la Corte de Apelaciones del 9º Circuito fallara a favor del programa y le abriera la puerta al ejecutivo para solicitar la revisión.

El máximo tribunal programó una audiencia para el 12 de noviembre donde los abogados del gobierno y de las organizaciones que defienden el beneficio migratorio presentarán argumentos orales. El fallo final sería dado a conocer al final del verano de 2020

Trump quiere que la Corte tome una decisión ahora y no espere hasta la celebración de la audiencia.

Rechazan el pedido

United We Dream (UWD), la principal organización de dreamers del país, rechazó la oferta de Trump para que la Corte Suprema cancele DACA y el Congreso debata una solución legislativa.

La Corte Suprema “no debería permitir que Trump nos envíe a sus agentes de deportación”, escribieron los dreamers en su cuenta de la red social Twitter. “POTUS (President of the United States) mató #DACA, y ya ha demostrado que no quiere un acuerdo para proteger a los jóvenes inmigrantes porque mató el Dream Act y todos los otros acuerdos que se le enviaron después de que terminó DACA”.

“Hace más de un año, durante el debate del presupuesto 2018, el presidente había prometido hacer algo con el Dream Act en el Congreso y después no quiso seguir con ese plan”, dijo a Univision Noticias José Muñoz, director de comunicaciones de UWD. “Él usó a los dreamers como moneda de cambio para tratar de conseguir dinero para el muro. La propuesta de este día nos dice que ya hemos estado aquí antes. Es lo mismo”, agregó.

“Para nosotros es la misma película”, dijo Juan Escalante, director de campañas digitales de FWD.us, un grupo de presión integrado por líderes de la comunidad tecnológica, entre ellos Mark Zukerberg, fundador de la red social Facebook; Reid Hoffman, fundador de Linkedln; Erick Schmidt, presidente de Google; y Drew Houston, fundador de Dropbox, entre otros. “Una vez más el presidente indica que puede hablar de un trato legislativo sobre el tema de DACA, pero sabemos que eso es mentira”.

Escalante dijo que “varios proyectos bipartidistas han sido presentados a la Casa Blanca durante los dos primeros años, pero Trump y su aliado antiinmigrante, Stephen Miller (uno de los principales asesores del mandatario) los ha rechazado”.

“Ahora, cuando el programa se encuentra en el debate legal en la Corte Suprema, es cuando el presidente quiere dialogar, un año antes de las elecciones. Pero al mismo tiempo su administración continúa ingeniando maneras de hacerle la vida más difícil a todos los inmigrantes. La oferta es una gran mentira”, puntualizó.

Campaña de presión

La oferta de Trump asoma menos de una semana después que exsecretarios de Estado, exjefes de inteligencia y diplomáticos, por una parte, y más de 140 empresas, enviaron cartas a la Corte Suprema de Justicia en apoyo a DACA y los dreamers.

En ambas misivas los firmantes se declaran “amigos de la corte” y se suman a los esfuerzos para mantener vivo el programa que protege de la deportación a unos 700,000 dreamers que llegaron al país siendo menores de edad.

Al detallar los daños que causaría la cancelación del programa, los empleadores y exfuncionarios mencionan el daño que provocaría a las empresas estadounidenses y al país, y señalan que “los dreamers son empleados valiosos, dueños de negocios y consumidores que ayudan a crecer nuestra economía al ocupar empleos que de otro modo permanecerían vacantes debido a la insuficiente oferta de trabajadores”.

Entre los firmantes de las cartas se encuentran las universidades de Harvard y Yale, Madeleine Albright y John Kerry (exsecretarios de Estado), John Brennan (exdirector de la CIA), Cecilia Muñoz (exdirectora de política nacional de la Casa Blanca, Leon Panetta (exsecretario de Defensa), Susan Rice (exembajadora de EEUU ante la (ONU), Arturo Valenzuela (exasistente del secretario de Estado), y Roberta Jacobson (exembajadora de EEUU en México). También Google, Facebook y la cadena hotelera Marriot, entre otros.

El último plan

En marzo un grupo se senadores encabezados por el republicano Lindsey Graham (republicano por Carolina del Sur) y Dick Durbin (demócrata por Illinois) presentaron un proyecto de ley bipartidista que incluía un camino a la ciudadanía para los dreamers.

La iniciativa era similar a un plan presentado a mediados de enero del año pasado durante el debate de lo que restaba del presupuesto de gastos para el año fiscal 2018, pero que al final fue retirado por falta de apoyo bipartidista.

El plan, denominado Ley del Sueño 2019 (Dream Act 2019), “permitiría a los estudiantes inmigrantes que fueron traídos aquí cuando eran niños y crecieron en Estados Unidos, obtener la residencia legal permanente y, eventualmente, la ciudadanía”, se lee en un comunicado que dio a conocer el proyecto.

Los autores del plan indicaron que “estos jóvenes, conocidos como soñadores, han vivido en Estados Unidos desde que eran niños, construyeron sus vidas aquí y son estadounidenses en todos los aspectos, excepto por su estatus migratorio. Sin embargo, según la ley actual, no hay posibilidad de que se conviertan en ciudadanos y alcancen su potencial”.

Tanto la iniciativa de marzo como los planes del 2018 fueron rechazados por Trump.

Los dreamers advierten que la oferta fecha por el presidente este miércoles no tiene ninguna garantía de concretarse. “Es mentira”, reiteró Escalante.

Biden Propone Ciudadanía a más de 800,000 Jóvenes Inmigrantes

+ Joe Biden propone que el Congreso conceda la ciudadanía a más de 800.000 dreamers, beneficiados del programa DACA.
+ El candidato a la presidencia Biden pide que se agilice el sistema de asilo para los migrantes.
+ El ex vicepresidente aún no ha ofrecido propuestas detalladas de políticas de inmigración.

Reflexionando sobre la inmigración antes de los primeros debates demócratas, Joe Biden propone que el Congreso conceda la ciudadanía inmediata a más de 800,000 inmigrantes que llegaron al país ilegalmente cuando eran niños.

El ex vicepresidente estadounidense y líder de las encuestas entre los aspirantes demócratas a la Casa Blanca presentó algunas de sus prioridades de inmigración el lunes en un artículo de opinión publicado en The Miami Herald y El Nuevo Herald donde critica al presidente Donald Trump por un “asalto a la dignidad” cometido contra la comunidad hispana a través de políticas y retóricas diseñadas para “asustar a los votantes” en 2020.

“Trump invoca repetidamente el discurso racista para describir a cualquiera al sur del río Grande”, escribe Biden, y critica al mandatario por “acciones que subvierten nuestros valores estadounidenses y nuestra capacidad de liderar en el escenario global”.

Biden, quien en abril lanzó su campaña para las elecciones del año entrante, pide que se agilice el sistema de asilo para los migrantes y que se gaste más en seguridad electrónica en las fronteras en lugar de construir el muro fronterizo propuesto por Trump entre Estados Unidos y México. Además, arremete contra las últimas amenazas de deportación masiva de Trump y su decisión de recortar la ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras, las tres naciones centroamericanas que más migrantes envían a la frontera estadounidense.

Trump, un republicano, sostiene que sus políticas de inmigración son necesarias para mantener al país seguro. También ha dejado en claro que su estrategia de reelección está centrada de lleno en su base, que desde su primera campaña en 2015, abarca su nacionalismo intransigente y su proteccionismo económico.

El artículo de opinión de Biden usa las versiones en inglés y español para elogiar la diversidad de la ciudad circundante, donde 20 candidatos demócratas pasarán a la etapa de debate el miércoles y jueves.

El ex vicepresidente aún no ha ofrecido propuestas detalladas de políticas de inmigración más allá del esquema.

No obstante, el artículo de opinión es parte de una serie de pronunciamientos sobre políticas de diferentes niveles de detalle, mientras Biden intenta mantener su liderazgo en las encuestas estatales y nacionales de votantes primarios demócratas. En su artículo, Biden promete una revisión de la política exterior de Estados Unidos en el continente.

La precandidata presidencial demócrata Kamala Harris también afirmó que, si es elegida presidenta, llevará a cabo una serie de decretos ejecutivos para facilitar que los dreamers soliciten la residencia permanente, a fin de permitirles vivir y trabajar legalmente en el país.

Agregó que entre los decretos habría uno para crear un programa de “libertad condicional en sitio”, durante el cual los llamados “dreamers” puedan solicitar vivir legalmente en Estados Unidos hasta que reciban permiso para quedarse.

Dijo que también ordenaría a su encargado de Seguridad Nacional que conceda retroactivamente la autorización de trabajo a estos inmigrantes.

La Cámara Aprueba Medida que Puede Ayudar a Millones de Indocumentados

La Cámara votó este martes para proteger a los llamados Soñadores o Dreamers, y establecer un camino hacia la ciudadanía para más de dos millones de inmigrantes indocumentados.

Los demócratas de la Cámara Baja hicieron valer hoy su mayoría y aprobaron un proyecto de ley que pretende dar acceso a la ciudadanía no solo a los titulares de los programas de Acción Diferida a Llegados en la Infancia (DACA), sino también a los de Estatus de Protección Temporal (TPS) y Partida Forzada Diferida (DED).

La medida, que fue aprobada con 237 votos a favor -todos los demócratas y siete republicanos– y 187 en contra, necesita ahora el visto bueno del Senado, controlado por los conservadores, según reportó el diario The Hill.

En caso de que la Cámara Alta autorice la medida tal como fue aprobada hoy, la legislación daría una vía legal a la ciudadanía a más de dos millones y medio de inmigrantes indocumentados, según fuentes demócratas consultadas.

“Sus historias desprenden dignidad y patriotismo por nuestro país. (…) No solo estamos honrando y recompensando a los Soñadores, sino que estamos dirigiéndonos a los titulares de TPS y DED para que puedan sentirse mucho más seguros”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, en el pleno del Legislativo.

Cuando se superó la barrera de los 218 votos necesarios para que el proyecto fuese aprobado, el público presente en el pleno del Congreso exclamó gritos de “¡Sí se puede!” en español y “Yes, we can!” en inglés hasta que se pidió “orden en la sala” por parte del legislador demócrata Adriano Espaillat, que presidía la cámara en ese momento.

La totalidad de los legisladores demócratas se levantó y aplaudió el éxito de la votación.

Durante el debate, el legislador republicano Ben Cline, representante por Virginia, se mostró en contra de la ley Dream Act (Ley del Sueño), al considerar que este “amplio acceso” a la ciudadanía “podría provocar que miembros de bandas criminales, terroristas y otros delincuentes” reciban ese beneficio.

Esa postura fue la generalizada entre los miembros del Partido Republicano, que lamentaron que los demócratas hayan promovido una ley que, a su entender, puede poner en peligro la seguridad nacional.

En una rueda de prensa anterior a la votación, Pelosi advirtió que proteger de la deportación a jóvenes indocumentados amparados por DACA “no debería ser partidista”.

“No debería haber nada partidista o político sobre esta ley. (…) Estamos dando una oportunidad a gente que ha contribuido mucho a Estados Unidos. Tenemos muchas ganas de aprobar la ley”, señaló Pelosi en una conferencia en el Capitolio.

La legislación se evaluará próximamente en la Cámara Alta, que cuenta con una mayoría republicana que probablemente rechazará varios de los puntos de la medida aprobada.

El DACA, promulgado por el expresidente Barack Obama (2009-2017), protege a sus beneficiarios de la deportación y en ciertos casos les otorga un permiso de trabajo temporal y les permite acceder a un permiso de conducir, unos beneficios que deben renovar cada dos años.

El presidente Donald Trump anunció que DACA debía terminar el cinco de marzo del año pasado si el Congreso no llegaba a un amplio acuerdo sobre inmigración, aunque no llegó a expirar porque varios tribunales obligaron al Gobierno a mantenerlo vivo.

El programa DED es similar al TPS y permite aplazar la deportación de personas que podrían correr peligro de ser enviadas a los países donde hay inestabilidad política o desastres naturales.

Corte Apelaciones Rechaza Cancelar DACA

+ La Corte de apelaciones ordena a Trump mantener programa de inmigración DACA

+ Juez ordena Trump reactivar programa DACA

Una corte de apelaciones de Estados Unidos dictaminó el jueves que el gobierno del presidente Donald Trump debe continuar un programa puesto en marcha por su antecesor, Barack Obama, que protege a cientos de miles de jóvenes inmigrantes que están en el país de forma ilegal.

La decisión adoptada por una corte de apelaciones con sede en San Francisco mantiene el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), introducido en 2012, que ha protegido de la deportación al colectivo de inmigrantes denominado “Dreamers” (“Soñadores”) y les ha dado permisos de trabajo, aunque no una vía hacia la ciudadanía.

El DACA fue promulgado en 2012 por el entonces presidente Obama para proteger de la deportación y otorgar permisos temporales de trabajo y residencia a unos 690 mil jóvenes, que llegaron al país sin papeles cuando eran menores y a los que se conoce como “soñadores”.

En septiembre pasado, Trump anunció que el DACA debía expirar el 5 de marzo si el Congreso no llegaba a un acuerdo sobre inmigración, cosa que no ocurrió porque dos jueces, uno de Nueva York y otro de California, obligaron al Gobierno a mantener vivo el programa, aunque establecieron que solo podrían renovar su permiso aquellos inmigrantes que ya se hubieran beneficiado anteriormente.

De igual manera, el juez federal con corte en Washington John D. Bates reafirmó su orden de reactivar esa protección migratoria con la admisión de nuevas solicitudes, una decisión con la que el magistrado rechazó el recurso del Gobierno a su decisión inicial del 24 de abril.

Texas y otros estados forman coalición contra programa DACA

Trump Lleva el DACA a la Corte Suprema

El Gobierno del presidente Donald Trump solicitó este lunes al Tribunal Supremo que evalúe distintos casos sobre la cancelación por parte del mandatario del programa de Acción Diferida (DACA), destinado a jóvenes que fueron traídos ilegalmente al país cuando eran niños.

El Ejecutivo registró una petición en el alto tribunal en la que reclama a la sala -de mayoría conservadora- que evalúe durante el actual periodo judicial, que se extenderá hasta finales de junio 2019, la legalidad de la eliminación del programa.

DACA fue aprobado por el expresidente Barack Obama (2009-2017) en 2012 para proteger de la deportación a cientos de miles de jóvenes indocumentados que llegaron al país como niños; pero en septiembre de 2017, Trump acabó con este cuando aún amparaba a 690,000 personas.

En concreto, el Gobierno pidió al Supremo que examine tres casos: uno de una corte federal en California, otro en Nueva York y otro en Washington.

Esta no es la primera vez que el Ejecutivo solicita al Supremo estudiar esta disputa.

Antes, en enero de 2018, un tribunal federal decidió suspender la cancelación de DACA a nivel nacional y ordenó al Gobierno que siguiera aceptando solicitudes para inscribirse en el programa.

El Ejecutivo apeló entonces ante el Tribunal Supremo para que se posicionara al respecto, pero este consideró en febrero que esa decisión debía recaer en la corte de apelaciones, que lo haría de forma rápida.
El pasado 17 de octubre, el Gobierno amenazó a una corte de apelaciones de California con volver a recurrir al Supremo si no emitía un fallo el pasado 31 de octubre, algo que no sucedió.

Estos tribunales de apelaciones no se han posicionado aún, razón por la que el Ejecutivo argumentó que no se están cumpliendo las condiciones previstas y que, por tanto, debe ser el Supremo quien aborde la disputa y emita una resolución “definitiva”.

Tensión en el Estado de Texas por el DACA

Crece la tensión a horas de que una corte de Texas decida el futuro de DACA y 700,000 dreamers. En caso de un fallo negativo, el debate escalará a la Corte de Apelaciones del 5to Circuito, tribunal que en 2015 apoyó la cancelación de DAPA, programa que amparaba de la deportación a 5 millones indocumentados padres de ciudadanos y residentes permanentes.

Miles de jóvenes que entraron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años y se les conoce como dreamers, aguardan nerviosos, pero esperanzados, el fallo que en las próximas horas emitirá un juez de Texas sobre el futuro de la Acción Diferida de 2012 (DACA), programa que detuvo temporalmente sus deportaciones y les concedió un permiso de trabajo renovable cada dos años. La pasada semana, el juez dio de plazo hasta la media noche de este lunes a las partes para presentar nuevos argumentos.

“Tenemos la esperanza de que el tribunal del juez Andrew S. Hanen, en Houston, Texas, no cancele el programa”, dice a Univision Noticias Melissa Padilla, dirigente de CoFire, un movimiento de dreamers de la Universidad de Dartmouth, en New Hampshire. “Ha habido un enorme movimiento de activistas dentro y fuera de Estados Unidos para hacer presión a favor de DACA y que siga vigente”, agregó.

“Hay dudas, demasiadas. Pero tenemos la certeza de que este movimiento empezó antes de la creación de DACA. Y aunque tenemos el programa, sabemos que la batalla sigue. Y la seguiremos en caso de un fallo adverso”, aseguró.

En 2016 Padilla encabezó un movimiento que logró que la Biblioteca del Congreso, una de las más grandes del mundo, decidiera eliminar el término “extranjero ilegal” (illegal alien) de su sistema de búsqueda y clasificaciones y lo sustituyó por “indocumentado” (undocumented), una codificación menos despectiva que ya había sido adoptada por numerosos medios de comunicación, entre ellos Univision.

El dictamen

El pasado 8 de agosto el juez Hanen, del distrito sur de Texas, en Houston, no tomó ninguna decisión sobre el futuro de DACA en respuesta a una demanda entablada el 1 de mayo por siete estados contrarios al programa.

El magistrado concedió un plazo hasta este lunes para que detractores y defensores del programa presenten nuevos argumentos, y tomar entonces una decisión.

DACA fue implementado el 15 de junio de 2012 durante el entonces gobierno de Barack Obama. Cinco años más tarde, el 5 de septiembre del año pasado, el gobierno de Donald Trump dispuso cancelarlo bajo el argumento de que se trata de un programa ilegal porque cambió parte de la ley de inmigración sin la autorización del Congreso.
Autor: Jorge Cancino

Prometen Desmantelar el DACA

Tres tribunales han ordenado restablecer DACA, pero Texas lidera una demanda colectiva de siete estados conservadores para volver a suspenderlo. El asunto podría llegar hasta el Tribunal Supremo
Sessions promete defender desmantelamiento de DACA. Hannen aprueba suspender DACA, su dictamen chocaría con los de los otros tres jueces federales.

El fiscal general, Jeff Sessions, condenó enérgicamente este lunes la orden de un federal para restablecer por completo DACA para el próximo 23 de agosto, y prometió recurrir a “toda medida legal” para defender el desmantelamiento del programa migratorio que ha protegido de la deportación a los Dreamers .

El viernes pasado, el juez federal en la capital estadounidense, John Bates, ordenó a la Administración restablecer el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, al señalar que el gobierno no ha ofrecido una justificación razonable para su desmantelamiento.

Bates dio un plazo de 20 días a la Administración, hasta el próximo 23 de agosto, para responder a su orden judicial, ya sea que lo acepte y restablezca DACA –incluso para nuevas solicitudes-, o presente una apelación.

En abril pasado, el juez federal, designado por el entonces presidente republicano, George W. Bush, había dado un plazo de 90 días para que la Administración Trump ofreciera una “explicación coherente” sobre su anulación de DACA.

En una declaración escrita, Sessions insistió en que la Administración actuó dentro de su autoridad legal para anular DACA, y que el Departamento de Justicia “tomará toda medida legal para reivindicar la anulación legal de DACA por parte del Departamento de Seguridad Nacional” (DHS).

Sessions repitió el argumento de su agencia de que la Administración Obama violó su obligación de hacer cumplir las leyes migratoria al establecer DACA, y que esa acción expuso al programa a los mismos retos legales que otro, conocido por su sigla en inglés como DAPA, pensado para adultos con hijos residentes legales o ciudadanos.

DACA fue frenado por el Quinto Circuito de Apelaciones, en Brownsville (Texas), por una demanda colectiva de varios estados conservadores liderados por Texas.

“Tanto la Administración Trump como este Departamento de Justicia continuarán defendiendo agresivamente la autoridad legal y obligación del Ejecutivo de asegurar un sistema de inmigración legal para nuestro país”, puntualizó Sessions. Su declaración abre así la puerta a una prolongada batalla legal sobre DACA, que podría llegar hasta el Tribunal Supremo. Desde su puesta en marcha en agosto de 2012, DACA ha protegido de la deportación a cerca de 800,000 jóvenes indocumentados.

El número de jóvenes ahora amparados al programa es menor, de alrededor de 690,000, debido a que muchos ajustaron su estatus migratorio, no renovaron sus permisos o les fue revocado, según la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).

Por órdenes del presidente Donald Trump, Sessions anunció el desmantelamiento de DACA en septiembre de 2017, dejando en limbo a cerca de 800,000 jóvenes indocumentados. Trump, que ganó la presidencia con promesas de “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados y de eliminar DACA, había prometido posteriormente a los Dreamers una “solución con corazón”. También dio plazo al Congreso a que encontrara una solución permanente para el pasado 5 de marzo, pero la fecha pasó sin que los demócratas y republicanos se pusieran de acuerdo. Mientras tanto, otros dos tribunales federales, uno en California y otro en Nueva York, ordenaron el restablecimiento del programa en enero y febrero pasados, respectivamente.

De los tres jueces federales que se han pronunciado a favor de restablecer DACA, el de Bates es el único que exige además su reactivación incluso para nuevas solicitudes, no sólo la renovación de permisos vigentes.

Ante la negativa de la Administración Trump de defender DACA en otro caso separado –Texas lideró en mayo pasado una demanda colectiva de siete estados-, la organización MALDEF representará a 22 beneficiarios del programa en una audiencia en Houston el miércoles próximo.

La audiencia estará presidida por el juez federal, Andrew Hannen, quien en el pasado ha mostrado inclinación hacia los demandantes, que exigen la suspensión de la renovación de permisos bajo DACA mientras se resuelve el litigio.

Durante una conferencia telefónica hoy con periodistas, activistas de grupos pro-inmigrantes, incluyendo el presidente de MALDEF, Tom Sáenz, dijeron desconocer cuándo Hannen hará un dictamen final en ese caso.

Si, como está previsto, Hannen aprueba suspender DACA, su dictamen chocaría con los de los otros tres jueces federales, allanando el camino a que el asunto vuelva al Tribunal Supremo en Washington.

Texas Demanda Para que Eliminen el DACA

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, presentó una demanda en Brownsville contra la Administración de Trump para exigir el fin del programa Acción Diferida para Arribados en la Infancia, conocido como DACA. Junto a Texas se unieron los estados de Alabama, Arkansas, Louisiana, Nebraska, Carolina del Sur y West Virginia
DACA otorga permisos de trabajo a cientos de miles de inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños. La demanda señala una creciente frustración de los republicanos con las luchas del presidente Trump para avanzar en sus políticas de inmigración y podría llevar a decisiones judiciales contradictorias que pondrían el destino de 690,000 inmigrantes conocidos como “soñadores” en manos de una Corte Suprema dividida sobre este tema.
El argumento de Paxton pide que resuelva si la decisión del presidente Obama de otorgar protecciones de deportación en 2012 y autorizaciones de trabajo de dos años para inmigrantes indocumentados adolescentes -sin aprobación del Congreso- fue legal.
Varios estados habían desafiado este programa el año pasado, lo que orilló a Trump ha anunciar que terminaría gradualmente con DACA, iniciando el 5 de marzo. Partidarios de DACA lo defendieron en la corte y los jueces de California, Nueva York y el Distrito de Columbia lo bloquearon temporalmente.
“Nuestra demanda esta basada sobre el estado de derecho, no sobre la sabiduría de ninguna política de inmigración en particular”, dijo Paxton en un comunicado de prensa recogido por medios nacionales. “Dejado intacto, DACA establece un precedente peligroso al darle al poder ejecutivo la autoridad para ignorar las leyes promulgadas por el Congreso y cambiar las leyes de inmigración de nuestro país para adaptarlas a las preferencias políticas del presidente”.
No hubo una respuesta inmediata de las autoridades gubernamentales. Esta demanda no afectaría los permisos existentes, sino solo pide que no se emitan más permisos de trabajo y lo declare ilegal.

Trump Tiene que Reactivar el DACA

La Administración Trump tiene 90 días para justificar su cancelación de DACA, luego de que un tercer juez federal le ordenara reactivar el programa y aceptar a nuevos solicitantes, abriendo un nuevo capítulo en la prolongada batalla por la legalización de los “Dreamers”.
El juez federal John Bates, del Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense, emitió un dictamen la noche del martes en el que cuestionó la forma “arbitraria y caprichosa” en que el gobierno desmanteló el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, y dio plazo hasta julio próximo para que presente argumentos más sólidos sobre su cancelación.
El dictamen de Bates fue en respuesta a una demanda de Microsoft, el grupo afroamericano “NAACP”, y la Universidad Princeton, en contra de la cancelación de DACA, un programa que ha permitido a cerca de 800,000 jóvenes indocumentados llevar una vida libre del temor a la deportación.
Durante una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, condenó hoy el dictamen de Bates y reiteró el falso argumento de que DACA es un incentivo para la inmigración ilegal.
“El presidente (Barack) Obama obvió al Congreso y creó el programa ilegal de DACA. Creemos que el dictamen del juez es extraordinariamente amplio y errado en lo que respecta a la ley , y peor aún, crea un incentivo para que vengan más jóvenes ilegales acá, y les hace esperar que se les aplique políticas judiciales similares”, argumentó.
“Este dictamen es buena noticia para organizaciones de contrabando y redes criminales, y una horrible noticia para nuestra seguridad nacional. Es hora de que el Congreso haga lo que el presidente le ha pedido” y corrija este problema, enfatizó la portavoz.
Sin embargo, entre otros requisitos, para calificar para DACA, los jóvenes tenían que residir en EEUU desde 2007, haber entrado antes de cumplir los 16 años, y tener menos de 31 en junio de 2012, cuando el programa fue anunciado.
Bates, designado en 2001 por el presidente republicano, George W. Bush, dejó la pelota en el techo de la Administración y aunque su dictamen no entrará en vigor todavía, el documento de 60 páginas mostró su escepticismo sobre la cancelación de DACA.
Por ahora, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) sólo podrá continuar la renovación de permisos bajo DACA debido a sendos dictámenes de los tribunales en San Francisco (California) y Brooklyn (Nueva York) en enero y febrero pasados, respectivamente.
A la espera de la orden final de Bates dentro de 90 días, por el momento no habrá espacio para nuevos solicitantes.
Según el “Instituto de Política Migratoria” (MPI), poco más de 1,3 millones de jóvenes indocumentados son elegibles de inmediato para recibir protección de “DACA”, cifra que incluye tanto a los casi 800,000 que se ampararon al programa en 2012 como a los alrededor de 500,000 que, bajo la orden de Bates, podrían solicitarlo por primera vez.